Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Por todo esto es importante conocer que existen diferentes culturas y por
tanto diferente sociedades; por demás esta decir que nuestra cultura es la
que mejor debemos conocer.
Los guaraníes a diferencia de otros pueblos no se enfrentaban a los
conquistadores, al contrario pactaron una alianza que significo el
surgimiento de un nuevo grupo llamado EL MESTIZO.
Desde la época de la conquista tanto el varón como la mujer y el niño
guaraní fueron sometidos a un riguroso régimen, que fueron moderándose
al producirse los lazos de parentesco entre los españoles e indígenas.
El fuego de singular importancia, es para el guaraní un don de la selva.
La alfarería proporcionaba a la tribu, desde las urnas funerarias hasta los
primeros elementos de confort de la vida hogareña.
Los cantaros de redondos cuerpo, que reproducían en dimensiones
ampliadas las formas del apepú, la fruta del naranjo nativo. Los recipientes
de cocina contribuían a la variedad y perfeccionamiento del menú. No
faltaban los tazones para cocer a vapor, ni otros que se utilizaban para
tostar maíz, ese grano de oro de poder nutritivo. Salían igualmente de la
alfarería guaraní, jarros, parrillas y otros elementos.
La caza le proporcionaba al indígena alimentación y pieles para su lecho
en invierno, sustituidas por la hamaca de tejido en algodón o de fibras
vegetales en verano, otra actividad desarrollada para el sustento era la
pesca y la recolección. El hacha era un implemento importante en la vida
del indio, lo utilizaban con un mango de madera dura.
La danza era parte de la expresión artística dramática, hubo también de
carácter religioso, ambos géneros con alto contenido social.
Los conocimientos zoológicos y botánicos sorprenden por su precisión
científica. Exploraron la flora americana, analizaron las virtudes de las
plantas y puede decirse de ellos que agotaron los secretos de la selva.
Utilizaron para su alimentación el maíz, la mandioca es sus diferentes
especies, el andaí, el tayaó o col nativa, la batata. La planta de la calabaza
brinda el material para jarras, vasijas y para el instrumento sagrado de la
tribu, el maracá. El elemento de la labranza era el yvyrá jhacuá que
utilizaban para la siembra de los granos.
La conquista
El factor religioso
La religión católica desplaza los cultos aborígenes y los prohíbe. Los
indígenas reciben la fe cristiana. De ese modo la iglesia maneja el gobierno
espiritual. La moral cristiana lentamente fue extinguiendo la poligamia y la
antropofagia ritual de los indígenas.
No podían erigirse monasterios, iglesias u hospitales sino se contaba con
ordenanzas reales. Lo mismo ocurría en cuanto al traslado de sacerdotes a
los territorios indianos, esto se hacía bajo estricto control de la corona.
La mujer en la conquista.
Durante todo el siglo XVI la inmensa mayoría de españoles vivían con
indígenas, si eran casados convivían con ellas hasta la llegada de sus
esposas, y si eran solteros hasta que se casaban con peninsulares. Por una
cuestión de status el español, sobre todo si era hidalgo prefería no legalizar
su situación de concubinato.
La mujer indígena, recibida, buscada u obligada al amor español, mejoró
con el su situación social, superando la que tenía en su grupo avasallado.
El hecho mismo de vivir con el conquistador de manera permanente o
transitoria no significó una sanción vergonzante ni un repudio de su propio
grupo. Pronto supo la india que los hijos habidos con el español mejoraban
ostensiblemente la condición del indígena, estado que sobrellevaba toda las
cargas. Sus hijos de piel más blanca eran siempre una aproximación al
mundo del dominador, una lenta penetración a las casas señoriales y en los
blasones.
A partir del mestizaje fue posible la existencia del hogar americano
donde se fraguo la transculturación. Si bien hubo resistencia por parte de
las etnias indígenas hacia la conquista española. Se produjo finalmente el
proceso de mestizaje a partir de una alianza de reciprocidad que se dio
fundamentalmente con los indios cario. Estos se erigieron “braceros” para
las labores agrícolas, “soldados” para las expediciones, y se protegían de
los ataques de los Guaicurú del chaco y los Payaguá que dominaban el
norte del río Paraguay.
El proceso de aculturación fue bilateral gracias a las mujeres indígenas,
madres de la primera generación de mestizos y garantía de alianza hispano-
guaraní, se adoptaron elementos importantes de la cultura autóctona, cuya
máxima expresión es la lengua guaraní.
Desde el periodo de conquista y hasta alrededor del siglo XVII los
mestizos de Paraguay, estuvieron equiparados jurídica y socialmente a los
criollos.
Expansión Colonial.
Debido a la ausencia de oro y plata, el fenómeno del mestizaje se fue
manifestando como una realidad social. Este hecho hizo que dejaran de
llegar mas españoles al Paraguay y que los conquistadores de Asunción se
vieran librados a sus propias fuerzas, los que a falta de mujeres españolas,
entraron en mestizaje con las indias guaraní. A veces hacían amistad con
las naturales y en muchas ocasiones las sometían por la fuerza. Asunción y
sus comarcas se fueron convirtiendo en centro de reclutamiento de mujeres
guaraní sometidas a la prostitución y al trabajo forzado.
La yerba mate.
De la selva paraguaya surgió la yerba o “ka´a” infusión medicinal de los
guaraní que de pronto cobró tanto prestigio que se convirtió en bebida y
alimento indispensable de los habitantes del Río de la Plata y el Perú.
En 1618 Hernandarias pudo comprobar con sorpresa que de un tiempo a
esa parte la yerba se había impuesto de tal modo que se propuso prohibir el
uso de dicha bebida que hacía a los hombres viciosos y haraganes. Impuso
castigo a los mercaderes y peones yerbateros e incluso llegó a quemársela.
Pero La Corona desoyó las condenas de Hernandarias contra el uso y
comercio de la yerba porque vio en ella una futura fuente de recurso para la
Real Hacienda.
PERIODO INDEPENDIENTE
Los López
El gobierno consular introdujo valiosas innovaciones en el sistema de
percepción de rentas. Organizó el regimen de sellados y se decretaron
impuestos para las colectorías de varias villas y pueblos. Para el
sostenimiento del culto se dictó una Ley de diezmos. en relación al tema, el
Consulado entabló negociaciones con la Santa Sede y se propuso la
rehabilitación del Obispado pero quedó prohibida la tolerancia de sectas
religiosas y la libertad de cultos.
Se acordó medidas en beneficio del campesinado entre quienes fueron
distribuidos elementos y animales para la labranza. Se mejoraron caminos y
se arrendaron terrenos fiscales. Se dispuso la creación de la moneda
nacional. El Paraguay hasta entonces no tenía un sistema monetario propio,
generalmente las transacciones comerciales se realizaban mediante
permutas, o con moneas españolas o las corrientes en los países vecinos.
Mediante eso se dio impulso al comercio, se reanimaron las industrias
existentes y se crearon otras nuevas.
Se erigió un cementerio general de la ciudad, en la antigua parroquia de
la Recoleta, estableciéndose la prohibición, a partir de la promulgación del
decreto, de “la inhumación de difuntos en los patios y corredores de las
iglesias” de la capital.
La llegada de centenares de técnicos industriales lograron la
transformación de la fisonomía socioeconómica y cultural del país. Se
proyectaron la instalación del ferrocarril, la comunicación vía telegráfica, la
construcción de astilleros y arsenales, escuelas de arte y oficios,
fundiciones metalúrgicas y otros establecimientos estatales de gran
envergadura.
Con al inauguración del club social, se realizaron suntuosas fiestas en
donde la música y la danza tuvieron su apogeo.
Mientras la élite terrateniente se dedicaba a la tradicional cría de
ganado, el pequeño agricultor empleaba su tiempo en los cultivos del
tabaco y de la mandioca. La vida social en este ámbito seguía aún limitada
a la familia, la iglesia y la pulpería.
La libertad del tráfico de ríos permitió el surgimiento de un mercado de
artículos europeos. Las damas y caballeros de la alta sociedad reformaron
sus usos, costumbres y vestimentas.
Las telas nacionales fueron sustituidas por las inglesas y la porcelana
desplazó a las vajillas de plata y cerámica.
Las matronas comenzaron a lucir prendas de telas importadas, según los
estilos introducidos por la Lynch. Inclusive, la joyería tradicional, barroca
de origen andaluz y árabe fueron suplantadas por otras imitaciones de la
orfebrería del segundo imperio francés.
La pomposidad no se ciñó a la sociedad asunceña, esta se extendió
también a la del interior.
El mobiliario modesto y sencillo de las familias de clase alta fue
cambiado por otro más ornamentado.
Para el sostenimiento del culto se dictó una Ley de Diezmos. En
relación al tema, el Consulado estableció conexiones con la Santa Sede y se
propuso la rehabilitación del Obispado pero quedó prohibida la tolerancia
de sectas religiosas y la libertad de cultos.
Salvo la igualdad ante la Ley y el derecho de queja, ninguna otra
libertad fue reconocida a la ciudadanía.
El régimen político permitía la ascensión de la clase proletaria y en
forma reducida la promoción socioeconómica en torno a la familia
gobernante, teniéndose en cuenta que las principales fuentes de producción
y comercio eran explotadas y controladas por en Estado.
La clásica división de clases se ilustra mejor en la asistencia a los
festejos públicos a que generalmente acudía la sociedad asuncena. Esta era
distribuida de acuerdo a su origen y condición. Frente a la plaza del palacio
se preparaban tres compartimientos diferentes. En el primero “con sillas y
alfombras”,. Se ubicaba a los políticos y a las clases altas con sus
respectivas familias. En el segundo, las kygua-verá, militares y artesanos.
Y por último, las mercaderas, soldados rasos, peones y esclavos.
La hospitalidad local no conocía literalmente las invitaciones formales a
tés, almuerzos y cenas, ni las reuniones sociales de cáliz protocolar.
Estas se instalaron después del regreso del Mariscal de Europa y lo
hicieron por intermedio de Alicia Lynch.
Fue de trascendental importancia la presencia de diplomáticos, expertos,
técnicos y comerciantes extranjeros que con sus respectivas familias
ejercieron notable influencia e la sociedad.
Pese a adaptarse gradualmente a los nuevos modelos de vida, este no
renunció a sus costumbres y hábitos cotidianos, como el mate y el cigarro,
fumado por hombres y mujeres de todas las clases sociales; así como la
tradicional hamaca, utilizada en la capital y en las zonas rurales.
El 26 de abril de 1845 aparece “El Paraguayo Independiente” periódico
redactado por Carlos Antonio López y Nelly. Pero el 14 de marzo de 1853
desaparece.
En 1845 se establece el servicio militar obligatorio de tres años.
PERIODO DE POSTGUERRA
Con este trabajo hemos estudiado y aprendido más sobre nuestra cultura
paraguaya. Como vivían todos los habitantes, las reformas durante mucho
tiempo de nuestra historia.
Sobre todo durante los periodos colonial, independiente y post-guerra
del ´70.
Creo que mediante esto puedo decir que hemos adquirido mayores
conocimientos sobre todo lo que encierra cultura y sociedad.
BIBLIOGRAFÍA