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INTRODUCCION

Con este trabajo desarrollaremos todo lo que se refiera a la cultura y la


sociedad, empezaremos por conocer algo de su concepto.
La cultura en general es el conjunto de costumbres, creencias, valores,
conocimientos, cosas que se aprenden, símbolos que representen, formas de
vida en común.

La cultura no se estanca, sino que va evolucionando o cambiando


constantemente. Podemos decir que a su vez la cultura se divide en dos
partes: la cultura material que abarca todos los objetos físicos a los que las
personas le dan bastante importancia tales como: libros, escuelas,
vestimenta, etc., y la cultura no material en el que se encuentran todo lo que
no sean objetos físicos, por decir algunos: los valores, las creencias, la
lengua, sistemas de gobierno, etc.

La cultura define a una sociedad. Pero no es lo mismo cultura que


sociedad, a pesar de que la cultura no existe sin la sociedad y la sociedad
tampoco sin la cultura.

La sociedad se refiere a todo lo que encierra relaciones sociales entre los


que comparten una misma cultura.

Por todo esto es importante conocer que existen diferentes culturas y por
tanto diferente sociedades; por demás esta decir que nuestra cultura es la
que mejor debemos conocer.
Los guaraníes a diferencia de otros pueblos no se enfrentaban a los
conquistadores, al contrario pactaron una alianza que significo el
surgimiento de un nuevo grupo llamado EL MESTIZO.
Desde la época de la conquista tanto el varón como la mujer y el niño
guaraní fueron sometidos a un riguroso régimen, que fueron moderándose
al producirse los lazos de parentesco entre los españoles e indígenas.
El fuego de singular importancia, es para el guaraní un don de la selva.
La alfarería proporcionaba a la tribu, desde las urnas funerarias hasta los
primeros elementos de confort de la vida hogareña.
Los cantaros de redondos cuerpo, que reproducían en dimensiones
ampliadas las formas del apepú, la fruta del naranjo nativo. Los recipientes
de cocina contribuían a la variedad y perfeccionamiento del menú. No
faltaban los tazones para cocer a vapor, ni otros que se utilizaban para
tostar maíz, ese grano de oro de poder nutritivo. Salían igualmente de la
alfarería guaraní, jarros, parrillas y otros elementos.
La caza le proporcionaba al indígena alimentación y pieles para su lecho
en invierno, sustituidas por la hamaca de tejido en algodón o de fibras
vegetales en verano, otra actividad desarrollada para el sustento era la
pesca y la recolección. El hacha era un implemento importante en la vida
del indio, lo utilizaban con un mango de madera dura.
La danza era parte de la expresión artística dramática, hubo también de
carácter religioso, ambos géneros con alto contenido social.
Los conocimientos zoológicos y botánicos sorprenden por su precisión
científica. Exploraron la flora americana, analizaron las virtudes de las
plantas y puede decirse de ellos que agotaron los secretos de la selva.
Utilizaron para su alimentación el maíz, la mandioca es sus diferentes
especies, el andaí, el tayaó o col nativa, la batata. La planta de la calabaza
brinda el material para jarras, vasijas y para el instrumento sagrado de la
tribu, el maracá. El elemento de la labranza era el yvyrá jhacuá que
utilizaban para la siembra de los granos.

La conquista

España trajo a América su religión, organización social, sistema jurídico,


artes, ciencias, costumbres con el propósito fundamental de convertir al
indígena a la religión católica e implantar la moral cristiana.
La corono no quiso imprimir a la conquista solamente un espíritu de
expansión geográfica y explotación económica. Creyó firmemente en la
conversión de los indios a la fé católica. Sin embargo, la ambición, la
codicia desmedida de los conquistadores desvirtuaron los propósitos
iniciales y se cometieron injusticias , pasando el indio a ocupar el peldaño
más bajo de la pirámide social, luego de haber sido dueño absoluto de la
tierra.
En un momento se había dividido la opinión acerca de la naturaleza de
los indios, sobre su capacidad para vivir como los españoles y recibir la fe
cristiana.
Entre los primeros elementos culturales del impacto inter-étnico
podemos mencionar las hachas de metal portada por los españoles. La selva
subtropical de la región oriental del Paraguay de vegetación exuberante
para hacer la roza, talaban árboles de 50 y 60 metros de altura con hachas
de piedra.
Se habló de cuñadazgo, en una situación de parentesco. Era una forma de
interrelación basada en el sistema guaraní de parentesco político. Ofrecían
sus mujeres para formalizar el pacto. Y se esperaba que cumpla la norma
de la reciprocidad.
Sin embargo también hubo “saca de mujeres y rancheadas”.
La mujer guaraní fue una “pieza” esclava. Los conquistadores
“cristianos” aprovecharon a los grandes caminadores que eran los guaraní y
de alguna manera justificaban los excesos atribuyendo a la ferocidad y
barbarie de los mismos. Existían luchas de guaraní vasallos versus guaraní
libres.
Los españoles adoptaron instituciones indígenas que les servían como
instrumento de dominación. Por Ej.: “el Cacicazgo”. El cacique fue como
un capataz de los españoles. El cacique y sus parientes, por tener el título
de “don” quedaba eximido del servicio de “mitayo” (tipo de Encomienda).
Él y su grupo quedaban exentos de servicios.

El factor religioso
La religión católica desplaza los cultos aborígenes y los prohíbe. Los
indígenas reciben la fe cristiana. De ese modo la iglesia maneja el gobierno
espiritual. La moral cristiana lentamente fue extinguiendo la poligamia y la
antropofagia ritual de los indígenas.
No podían erigirse monasterios, iglesias u hospitales sino se contaba con
ordenanzas reales. Lo mismo ocurría en cuanto al traslado de sacerdotes a
los territorios indianos, esto se hacía bajo estricto control de la corona.
La mujer en la conquista.
Durante todo el siglo XVI la inmensa mayoría de españoles vivían con
indígenas, si eran casados convivían con ellas hasta la llegada de sus
esposas, y si eran solteros hasta que se casaban con peninsulares. Por una
cuestión de status el español, sobre todo si era hidalgo prefería no legalizar
su situación de concubinato.
La mujer indígena, recibida, buscada u obligada al amor español, mejoró
con el su situación social, superando la que tenía en su grupo avasallado.
El hecho mismo de vivir con el conquistador de manera permanente o
transitoria no significó una sanción vergonzante ni un repudio de su propio
grupo. Pronto supo la india que los hijos habidos con el español mejoraban
ostensiblemente la condición del indígena, estado que sobrellevaba toda las
cargas. Sus hijos de piel más blanca eran siempre una aproximación al
mundo del dominador, una lenta penetración a las casas señoriales y en los
blasones.
A partir del mestizaje fue posible la existencia del hogar americano
donde se fraguo la transculturación. Si bien hubo resistencia por parte de
las etnias indígenas hacia la conquista española. Se produjo finalmente el
proceso de mestizaje a partir de una alianza de reciprocidad que se dio
fundamentalmente con los indios cario. Estos se erigieron “braceros” para
las labores agrícolas, “soldados” para las expediciones, y se protegían de
los ataques de los Guaicurú del chaco y los Payaguá que dominaban el
norte del río Paraguay.
El proceso de aculturación fue bilateral gracias a las mujeres indígenas,
madres de la primera generación de mestizos y garantía de alianza hispano-
guaraní, se adoptaron elementos importantes de la cultura autóctona, cuya
máxima expresión es la lengua guaraní.
Desde el periodo de conquista y hasta alrededor del siglo XVII los
mestizos de Paraguay, estuvieron equiparados jurídica y socialmente a los
criollos.

Expansión Colonial.
Debido a la ausencia de oro y plata, el fenómeno del mestizaje se fue
manifestando como una realidad social. Este hecho hizo que dejaran de
llegar mas españoles al Paraguay y que los conquistadores de Asunción se
vieran librados a sus propias fuerzas, los que a falta de mujeres españolas,
entraron en mestizaje con las indias guaraní. A veces hacían amistad con
las naturales y en muchas ocasiones las sometían por la fuerza. Asunción y
sus comarcas se fueron convirtiendo en centro de reclutamiento de mujeres
guaraní sometidas a la prostitución y al trabajo forzado.

La yerba mate.
De la selva paraguaya surgió la yerba o “ka´a” infusión medicinal de los
guaraní que de pronto cobró tanto prestigio que se convirtió en bebida y
alimento indispensable de los habitantes del Río de la Plata y el Perú.
En 1618 Hernandarias pudo comprobar con sorpresa que de un tiempo a
esa parte la yerba se había impuesto de tal modo que se propuso prohibir el
uso de dicha bebida que hacía a los hombres viciosos y haraganes. Impuso
castigo a los mercaderes y peones yerbateros e incluso llegó a quemársela.
Pero La Corona desoyó las condenas de Hernandarias contra el uso y
comercio de la yerba porque vio en ella una futura fuente de recurso para la
Real Hacienda.
PERIODO INDEPENDIENTE

Luego del golpe del 14 y 15 de mayo La junta superior gubernativa que


se conformo, se abocó a planes educativos. La junta se preocuó de restaurar
e incrementar los establecimientos de enseñanza. Por otro lado, señalaban
entre otras cosas, la posibilidad que ofrecian la agricultura y el comercio y
la importancia de la utilización de los ríos para libre navegación, así como
los beneficios de la exoneración de gravámenes onerosos.
El Real Colegio Seminario San Carlos fue restablecido y fncionó hasta
1822, fecha en que fue clusurado por el Dr. Gaspar Rodríguez de Francia.

Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia


El congreso se disolvió sin haber reglamentado la institución dictatorial.
Desde entonces y hasta su muerte la voluntad de Francia, era la ley.
Reitera la prohibición de extraer del territorio nacional el oro y plata ya
sea sellada, en barra o en pasta.
Se grava con el 8% a toda importación de “cualquier efecto
comerciable, sean de la especie, clase o ramo que fueren”. Así trata de
enjugar el déficit que tenía la Tesorería.
El gobierno ejerce un control sobre los nombramientos de los prelados.
Únicamente los paraguayos y americanos identificados con la
revolución pueden ocupar puestos públicos.
Para la “conservación del orden y sosiego público” y tambien por “el
decoro y autoridad el mismo gobierno”, se prohiben las juntas y
procesiones “sean las que fuesen sin expresa anuencia y determinación de
este gobierno”.
El famoso aislamiento del Paraguay por Francia fue en verdad un
sistema de relaciones controladas por el dictador desde Asunción. Nada
salía desde el Paraguay y nada entraba a l sin saberlo el Dr. Francia. En el
Paraguay había productos extranjeros de uso popular. Además entraban en
abundancia artículos de ferretería, y hasta vinos y chocolates, que el mismo
Dictador consumía en su casa de Asunción.
El Dr. Francia jamás aceptó que se nos tratara como una provincia
escapada del dominio porteño.
El país se dedicaba a la producción de acuerdo con las regiones. Había
un comercio intrarregional con gran control del traslado de las personas de
un lugar a otro. Es decir que no existía libre circulación de ciudadanos de
una región a otra. También se creó un plan económico social que consistía
en dividir el país por zonas productivas de productos de campo y de
artesanía, y así, el Paraguay fue coordinado para suministrar cereales, miel,
azúcar, etc. y artesanías, así como productos para la construcción. El país
no sufría de hambre pero tampoco gozaba de lujos que ya se habían hecho
notables hacia en final del régimen colonial español.
La única libertad que existía para los habitantes era la religiosa. Francia
solamente no permitía la existencia de ateos.
En cuanto a la educación, faltaba gente preparada, ya que solo se
enseñaba a leer y escribir. El país tuvo un desarrollo que pedía otra
estructura educacional, más inteligente, más crítica y más abierta hacia el
conocimiento de los temas políticos, sociales y culturales de este siglo
XIX.
La esclavitud en el Paraguay no era tan importante como en otros
países, debido a la ausencia de grandes fábricas. Ésta se transmitía por vía
materna. Los esclavos sólo adquirían su libertad pagando a precio
razonable con su trabajo o por testamento. Había una discriminación sutil
de base racista, por el color de la piel, entre otras, la negra, la morisca o la
judía.
Época retransición; no se admiten opiniones opositoras al gobierno; se
perseguía especialmente a las clases pudientes; prisión y confiscación de
bienes.
En 1819 Francia clausura el Real Seminario San Carlos y Paraguay
queda sin Educación superior.
En el año 1826 el Dr. Francia suspende todo comercio con el exterior,
no se exporta yerba ni tabaco, no entran personas, periódicos, cartas. El
aislamiento es total.
Se decreta la instrucción primaria obligatoria a expensas del Estado. En
1828.
El Dr. Francia se preocupaba notablemente por instaurar y perfeccionar
unas fuerzas armadas estable. Se preocupaba de la instrucción y de la salud
de sus integrantes.
Paraguay, durante los tiempos coloniales había sido un gran exportador.
Durante el aislamiento francisca se perdieron todos los mercados y los
frutos del país se perdían en los depósitos.

Los López
El gobierno consular introdujo valiosas innovaciones en el sistema de
percepción de rentas. Organizó el regimen de sellados y se decretaron
impuestos para las colectorías de varias villas y pueblos. Para el
sostenimiento del culto se dictó una Ley de diezmos. en relación al tema, el
Consulado entabló negociaciones con la Santa Sede y se propuso la
rehabilitación del Obispado pero quedó prohibida la tolerancia de sectas
religiosas y la libertad de cultos.
Se acordó medidas en beneficio del campesinado entre quienes fueron
distribuidos elementos y animales para la labranza. Se mejoraron caminos y
se arrendaron terrenos fiscales. Se dispuso la creación de la moneda
nacional. El Paraguay hasta entonces no tenía un sistema monetario propio,
generalmente las transacciones comerciales se realizaban mediante
permutas, o con moneas españolas o las corrientes en los países vecinos.
Mediante eso se dio impulso al comercio, se reanimaron las industrias
existentes y se crearon otras nuevas.
Se erigió un cementerio general de la ciudad, en la antigua parroquia de
la Recoleta, estableciéndose la prohibición, a partir de la promulgación del
decreto, de “la inhumación de difuntos en los patios y corredores de las
iglesias” de la capital.
La llegada de centenares de técnicos industriales lograron la
transformación de la fisonomía socioeconómica y cultural del país. Se
proyectaron la instalación del ferrocarril, la comunicación vía telegráfica, la
construcción de astilleros y arsenales, escuelas de arte y oficios,
fundiciones metalúrgicas y otros establecimientos estatales de gran
envergadura.
Con al inauguración del club social, se realizaron suntuosas fiestas en
donde la música y la danza tuvieron su apogeo.
Mientras la élite terrateniente se dedicaba a la tradicional cría de
ganado, el pequeño agricultor empleaba su tiempo en los cultivos del
tabaco y de la mandioca. La vida social en este ámbito seguía aún limitada
a la familia, la iglesia y la pulpería.
La libertad del tráfico de ríos permitió el surgimiento de un mercado de
artículos europeos. Las damas y caballeros de la alta sociedad reformaron
sus usos, costumbres y vestimentas.
Las telas nacionales fueron sustituidas por las inglesas y la porcelana
desplazó a las vajillas de plata y cerámica.
Las matronas comenzaron a lucir prendas de telas importadas, según los
estilos introducidos por la Lynch. Inclusive, la joyería tradicional, barroca
de origen andaluz y árabe fueron suplantadas por otras imitaciones de la
orfebrería del segundo imperio francés.
La pomposidad no se ciñó a la sociedad asunceña, esta se extendió
también a la del interior.
El mobiliario modesto y sencillo de las familias de clase alta fue
cambiado por otro más ornamentado.
Para el sostenimiento del culto se dictó una Ley de Diezmos. En
relación al tema, el Consulado estableció conexiones con la Santa Sede y se
propuso la rehabilitación del Obispado pero quedó prohibida la tolerancia
de sectas religiosas y la libertad de cultos.
Salvo la igualdad ante la Ley y el derecho de queja, ninguna otra
libertad fue reconocida a la ciudadanía.
El régimen político permitía la ascensión de la clase proletaria y en
forma reducida la promoción socioeconómica en torno a la familia
gobernante, teniéndose en cuenta que las principales fuentes de producción
y comercio eran explotadas y controladas por en Estado.
La clásica división de clases se ilustra mejor en la asistencia a los
festejos públicos a que generalmente acudía la sociedad asuncena. Esta era
distribuida de acuerdo a su origen y condición. Frente a la plaza del palacio
se preparaban tres compartimientos diferentes. En el primero “con sillas y
alfombras”,. Se ubicaba a los políticos y a las clases altas con sus
respectivas familias. En el segundo, las kygua-verá, militares y artesanos.
Y por último, las mercaderas, soldados rasos, peones y esclavos.
La hospitalidad local no conocía literalmente las invitaciones formales a
tés, almuerzos y cenas, ni las reuniones sociales de cáliz protocolar.
Estas se instalaron después del regreso del Mariscal de Europa y lo
hicieron por intermedio de Alicia Lynch.
Fue de trascendental importancia la presencia de diplomáticos, expertos,
técnicos y comerciantes extranjeros que con sus respectivas familias
ejercieron notable influencia e la sociedad.
Pese a adaptarse gradualmente a los nuevos modelos de vida, este no
renunció a sus costumbres y hábitos cotidianos, como el mate y el cigarro,
fumado por hombres y mujeres de todas las clases sociales; así como la
tradicional hamaca, utilizada en la capital y en las zonas rurales.
El 26 de abril de 1845 aparece “El Paraguayo Independiente” periódico
redactado por Carlos Antonio López y Nelly. Pero el 14 de marzo de 1853
desaparece.
En 1845 se establece el servicio militar obligatorio de tres años.

PERIODO DE POSTGUERRA

Con la muerte del Mariscal Francisco Solano López culminó el


prolongado lustro del calvario nacional. Era el final de una gran tragedia,
de una guerra desigual y sangrienta.
La ciudad de Asunción se llenó en breves días de una enorme y
abigarrada población, que hablaba en sus calles todos los idiomas y
dialectos. Las casas particulares eran tomadas por asalto y arrendadas y
subarrendadas por el primer atrevido que se improvisaba propietario,
cobrando subidos alquileres adelantados por trimestres y semestres enteros.
Se improvisaron hoteles, posadas, restaurantes, cafés, establecimientos de
diversiones, bailes públicos, tiendas, almacenes, confiterías que se
sostenían con ventaja y pingues utilidades, costeados por los treinta mil
soldados aliados e innumero de turistas, especuladores y curiosos que
afluían febriles a visitar las ruinas de la poco poderosa nación vencida.
Los sobrevivientes eran mujeres, niños y ancianos en su casi totalidad:
solo 28.000 hombres contaban más de 14 años.
Aunque la relación mujeres/hombres en edad pro creativa era muy alta
(3,7) en la inmediata posguerra, ese desequilibrio no aumentó mayormente
las peculiares prácticas reproductivas de la sociedad paraguaya, marcadas
por la ausencia del padre, la ilegitimidad de la descendencia y la alta
proporción de familias con jefatura femenina.
El desarrollo industrial y la infraestructura de comunicaciones fue
abruptamente interrumpido por la guerra, muriendo todos los obreros
calificados y dejando una población ignorante. Por ello, la población
femenina sobreviviente vio, de este modo, incrementadas sus tareas
agrícolas, mientras los escasos hombres se dedicaban a la holganza.
El bloqueo exigió inmensos sacrificios económicos, para producir
cuanto se necesitaba. La economía del Paraguay, que durante el periodo de
gobierno de los López alcanzó gran nivel, quedó reducida a ruinas y el país
con escasos sobrevivientes, con la riqueza pública y privada destruidas y
desaparecido los organismos económicos, sociales y culturales.
La parte más difícil recayó sobre las mujeres quienes se hicieron
comerciantes, agricultoras, industriales; y así lograron reponer prontamente
las pérdidas demográficas; mientras los hombres se dedicaban a la política,
y unos pocos a la reconstrucción económica y a la restauración educativa.
En términos de población e infraestructura productiva, el Paraguay
había retrocedido más de un siglo. Y haría su entrada al “concierto de las
naciones civilizadas” en marcada desigualdad de condiciones frente a las
dos potencias vecinas y vencedoras.
Posteriormente, la República adopta para su gobierno la forma
democrática representativa, en la cual la soberanía reside esencialmente en
el pueblo que delega su ejercicio en las autoridades creadas por la
Constitución. Se garantizaban los derechos de trabajar, circular libremente
por el territorio, los de reunión y asociación, la libertad de expresar ideas
por la prensa, de disponer de la propiedad, la igualdad ante la Ley, etc. Se
creó la división de poderes. El presidente y sus ministros podían ser
sometidos a juicio político, y las viejas instituciones coloniales –los
servicios personales, “auxilios” y requisiciones, los tormentos y azotes, y la
esclavitud- quedaban constitucionalmente abolidos.
Por decreto, los peones de establecimientos yerbateros debían portar una
licencia escrita de sus patrones para abandonar el establecimiento, y los
trabajadores fugados podían ser apresados y remitidos a los centros
yerbateros; mientras que los campesinos estaban obligados a sembrar
determinadas superficies de cultivos cada año, en un sistema compulsivo de
la producción agrícola similar a la vigente durante la “Primera República”.
Las industrias que pertenecían al Estado antes de la guerra, fueron
vendidas quedando como industrias privadas. Solo el 35% de las empresas
asuncenas tenían propietarios paraguayos.
Se abrieron varias escuelas municipales en la capital, y salieron a la luz
numerosos periódicos.
En el año 1886, un censo determinó que la población era de 239.774
habitantes, la mayoría bastante joven, y masivamente analfabeta.
Un segundo censo realizado por el Ministerio del Interior en 1899
registró una población de 490.000 habitantes; a la que se añadían
estimaciones de 20.000 pobladores en el chaco, 25.000 trabajadores de los
yerbatales de la región Oriental y unos 10.000 indígenas de diversas etnias;
elevando a un total de 635.000 habitantes para TODA la República del
Paraguay.
Durante el gobierno de Gondra, la escuela Normal de Maestros pasó a
ser Escuela Normal de Profesores, dirigida por la Profesora María Felicidad
González. Quedó interrumpida la exportación de ganado, tanino y maderas
a Argentina.
El año que inició su mandato el Presidente Eligio Ayala, la población
estimada era de unos 828.968 habitantes para todo el país. En la ciudad de
Asunción vivían 103.750 personas.
Se incrementó el volumen y el valor de las exportaciones. Entre 1924 y
1926, se importó un apreciable número de maquinarias para incentivar la
producción agrícola.
Las reformas financieras del Presidente Eligio Ayala posibilitaron la
reapertura de frigorífico, instalación e ingenios azucareros y molinos
harineros.
Un grupo de estudiantes organizó la “Universidad Popular” destinada a
obreros y obreras, con propuestas anarco-social-nacionalistas, de
tendencias revolucionarias.
Durante el gobierno de José P. Guggiari se creó el Arzobispado de
Asunción, la Escuela de Odontología y se abrió las puertas de la Escuela de
Economía.
En 1930 la crisis económica mundial afectó también al Paraguay,
produciendo la caída de los precios internacionales que perjudico de
manera considerable la producciones agrícola. Todo esto ocasionó olas
emigratorias a los países limítrofes.
CONCLUSIÓN

Con este trabajo hemos estudiado y aprendido más sobre nuestra cultura
paraguaya. Como vivían todos los habitantes, las reformas durante mucho
tiempo de nuestra historia.
Sobre todo durante los periodos colonial, independiente y post-guerra
del ´70.
Creo que mediante esto puedo decir que hemos adquirido mayores
conocimientos sobre todo lo que encierra cultura y sociedad.
BIBLIOGRAFÍA

 HISTORIA Y GEOGRAFÍA 9no., Editorial Don Bosco, Asunción


Paraguay, 2001.

 CRÓNICA HISTÓRICA ILUSTRADA DEL PARAGUAY,


Distribuidora Quevedo de Ediciones, segunda edición: abril de 1998,
Buenos Aires Argentina, Tomo I y II.

 HISTORIA Y GEOGRAFÍA 1° NIVEL MEDIO, Ana María Arguello


Gladys Astigarraga, Editorial Vaspi, primera edición: febrero 2004,
Asunción Paraguay.

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