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REFLEXIÓN BABY SHOWER: UN CORAZÓN QUE VALORA EL SER MADRE

Introducción:

Es común que se vea como poca cosa la labor de “ama de casa” que cumplimos la mayoría de
mamás. Esto lo vemos en las siguientes anécdotas que circulan por la red:

• Una vez estaba una madre muy indignada porque cuando fue a renovar su licencia de
conducir, la oficial que tomaba sus datos le preguntó cuál era su ocupación, y ella no supo
que responder. Al percatarse de esto la oficial que tomaba los datos le dijo:
-"A lo que me refiero es a si... ¿trabaja usted o es simplemente una ...?

-"Claro que tengo un trabajo, le contestó, soy una mamá", dijo ella histérica A lo que la oficial
respondió:

-"No ponemos eso como opción, vamos a ponerle ama de casa. " Fue la respuesta enfática de
la oficial.

• Otro caso, le sucedió a otra mamá que aunque no se explica por qué respondió esto, la
verdad fue que lo respondió y dijo:

-"Soy una Investigadora Asociada en el campo de Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas."

La funcionaria se detuvo, el bolígrafo quedó congelado en el aire y me miró como si no


hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente, poniendo énfasis en las palabras más
importantes.
Luego, observé como mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario oficial.

-"Me permite preguntarle", dijo la funcionaria -con un aire de interés- ¿qué es exactamente lo
que hace usted en este campo de investigación?".

Con una voz muy pausada le contesté : -"Tengo un programa continuo de investigación (¿qué
madre no lo tiene? ) en el laboratorio y en el campo (normalmente me hubiera referido a lo
anterior como adentro y afuera). Estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya
tengo cuatro créditos (todas mis hijas). Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor
demanda tiene en el campo de humanidades (¿alguna madre está en desacuerdo? ) y
usualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad son más, como 24). Pero el trabajo tiene
muchos más retos que cualquier trabajo sencillo y, las remuneraciones más que solamente
económicas están ligadas al área de la satisfacción personal.
Enseñanza:

Un corazón que valora el SER MADRE, es un corazón que tiene 4 pasiones muy especiales:

1) Pasión por enseñar la Palabra de Dios: Y esta enseñanza no va dirigida inicialmente a


otras mujeres, ni a los niños de la iglesia, ni sus vecinos, sino a sus propios hijos, los
primeros que deben recibir los frutos de esa pasión son sus hijos. La biblia menciona 2
veces en Proverbios, la ley o la enseñanza de la madre: (Proverbios 1:8 ..hijo mío...…no
desprecies la dirección de tu madre) ; (Proverbios 6:20…Hijo mío, no dejes la enseñanza
de tu madre ).
Y por qué debemos tener esta pasión? Porque la Palabra de Dios tiene valor para la
salvación y por ende, para la eternidad. Dios usa su palabra para atraer las personas hacia
él, la fe es por el oír y el oír la Palabra de Dios. Recordemos también que la Palabra no
regresa vacía. Isaías 55:11 “…así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí
vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

2) Pasión por enseñar la Palabra de Sabiduría: Esto está relacionado con los principios,
consejos, modelos de alabanza, reglas para tomar decisiones y prácticas piadosas
basadas en la biblia.
Un ejemplo, de alguien que tenía esa pasión fue la madre del rey Lemuel, cuyo consejo para
su hijo aparece en proverbios 31:1-9.
Esta sabiduría práctica la enseñamos de 2 maneras: Con nuestra conversación y con nuestro
andar, es decir, la forma en la que vivimos nuestra vida. Nuestros hijos están observando y
continuamente estamos enseñándoles algo, ya sea positivo o negativo.

Dos ejemplos de madres que cumplieron fielmente su papel en estos aspectos fueron:
• Jocabed, madre de Moisés, quien impartió suficiente verdad en el corto tiempo que
estuvo con su hijo como para capacitarlo para tomar decisiones serias en cuanto a
Dios más adelante.
• Ana, madre de Samuel, enseñó a su hijo lo suficiente de la ley de Dios para hacerlo un
poderoso profeta, sacerdote y líder del pueblo de Dios en las décadas sucesivas.

3) Pasión por Orar.: La mamá del rey Lemuel, se refiere a él como “hijo de mi vientre” e “hijo
de mis deseos”, lo más seguro es que ella haya estado orando mucho a Dios pidiendo
que le concediera tener ese hijo. Las oraciones por nuestros hijos no deben cesar una vez
nacen, sino que deben ser cada vez más constantes, en la medida en que ellos crece,
sobretodo en la adolescencia y la adultez están tomando decisiones de las cuales no
podemos darnos cuenta ni podemos intervenir y solamente la mano de Dios movida a
través de nuestra oración puede lograr algo maravilloso en sus vidas.

4) Pasión por un adiestramiento piadoso: Se refiere al adiestrar a nuestros hijos en


congregarse, llevarlos a la sala cuna, a la escuela dominical y demás actividades de la
iglesia. Debemos enseñarles la importancia de esto y la responsabilidad que esto
conlleva.

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