El nombre de "Adonis" deriva del hebreo
significa "señor".
Cuenta la leyenda que el rey de Siria tenía
una hija llamada Mirra que destacaba por
su belleza. Afrodita, celosa por la belleza de
la princesa Siria hizo que Mirra se
enamorara de su padre. Ésta sin saber lo
que hacía y con la ayuda de su nodriza
Hipólita tuvo relaciones con su padre
durante doce noches.
Su padre, al percatarse del acto cometido,
quiso dar muerte a su hija, pero ésta pidió
ayuda a los dioses. Para librarse de una
muerte segura la transformaron en árbol
que tomó el nombre de "mirra".
Arbol de mirra
Los antiguos afirmaban que la mirra que
cae de sus ramas son las lágrimas de la
princesa arrepentida de sus acciones. A los
nueve meses, nació un niño llamado Adonis
de la corteza del árbol.
Afrodita recogió al niño y se lo dio a
Perséfone, diosa de los infiernos, para que
lo criara. Con el tiempo, Adonis creció y
ambas diosas querían tenerlo junto a ellas.
Zeus decidió que un tercio del año viviese
con cada una de ellas y que el resto lo
pasara donde él quisiera.
Adonis murió asesinado por un jabalí,
enviado por Ares, dios de la guerra, pues
se sentía celoso porque Adonis pasaba
mucho tiempo con la diosa, amante del
dios de la guerra.
El grito de muerte de Adonis fue escuchado
por Afrodita quien acudió en su ayuda. Por
el camino, las lágrimas de sus ojos se iban
mudando en rosas, que se teñían de rojo
procedente de la sangre que salía de las
heridas que le originaban los pinchos de los
rosales. Cuando la diosa llegó junto a
Adonis, él ya estaba a punto de espirar. De
cada una de sus gotas de sangre, junto a
las lágrimas de Afrodita convertidas en
rosas, surgía una anémona.
LA MUERTE DE ADONIS - Giordano, Luca

La diosa para que el recuerdo de Adonis no

se perdiera en el tiempo instauró una
festividad que se celebraba en primavera.
Plantaban las semillas en recipientes
especiales, llamados jardines de Adonis, y
los regaban con agua caliente para que
germinase lo más rápido posible. Las
anémonas mueren pronto, como el propio
Adonis.

Adonis simboliza el nacimiento y muerte de

la naturaleza.