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Arte y educación

F. Graeme Chalmers
Colección dirigida por Roser Juanola

Títulos publicados:
Arte, educación
1. A. D. Efland - Una historia de la educación del arte
y diversidad cultural
2. J. Matthews - El arte de la infancia y la adolescencia
3. P. Parini - Los recorridos de la mirada
4. M. J. Parsons - Cómo entendemos el arte
5. F. Graeme Chalmers - Arte, educación y diversidad cultural
6. N. Mirzoeff - Una introducción a la cultura visual
Título original: Celebrating Pluralism. Art, Education, and Cultural Diversity
Publicado en inglés, en 1996, por The J. Paul Getty Trust, Los Angeles, EE.UU.

Traducción de Isidro Arias

Sumario
Cubierta de Mario Eskenazi

Introducción a la edición española 9


Lista de ilustraciones 13
Prólogo 15
Agradecimientos 23

1. Diversidad cultural y educación artística 25


2. A vueltas con nuestro pasado: etnocentrismo y egocentris-
mo en el currículo artístico 47
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, 3. ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? ¿Para
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por
cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, qué sirve el arte? 67
y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. 4. Pluralismo y contenido del currículo artístico 85
© 1996 J. Paul Getty Trust 5. Diseño y aplicación de un currículo para la educación ar-
© 2003 de la traducción, Isidro Arias tística multicultural 121
© 2003 de todas las ediciones en castellano,
6. Educación artística y diversidad cultural: síntesis 139
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona,
y Editorial Paidós, SAICF, Bibliografía 151
Defensa, 599 - Buenos Aires
http://www.paidos.com

ISBN: 84-493-1389-9
Depósito legal: B-991/2003

Impreso en Gráfiques 92, S.A.


Avda. Can Sucarrats, 91 - 08191 Rubí (Barcelona)

Impreso en España - Printed in Spain


Introducción a la edición española

Desde que en 1996 apareciera la edición original de Arte, educación


y diversidad cultural, dos temas han atraído especialmente mi aten-
ción:
• El multiculturalismo ha evolucionado y las cuestiones rela-
cionadas con la justicia social (derechos humanos, pedagogía con-
tra el racismo, programas que afronten la discriminación, la equi-
dad y la inclusión sistémicas, etc.) han de tratarse de forma más
decidida aún si cabe dentro del ámbito de la educación artística
multicultural.
• La salvaguarda de la cultura es una tarea altamente subjetiva
debido a la naturaleza «fluida» de las culturas, y los esfuerzos de la
educación artística multicultural deben reconocer la realidad del mes-
tizaje.
En el campo de la educación artística multicultural tenemos que
pasar de la «celebración» a una actitud «crítica» o «insurgente» y re-
conocer y abrazar cada vez más decididamente ciertas experiencias
migratorias cambiantes de naturaleza transcultural. A la vez que con-
tinuamos enseñando arte en diversas culturas, el arte y la educación
artística deberían servir para marcar la diferencia. La iniquidad de la
injusticia tiene que impregnar cada vez más claramente nuestro traba-
jo. No importa tanto «de dónde venimos», cuanto «aquello de lo que
nos ocupamos».
En Arte, educación y diversidad cultural presto atención a gran-
11 Introducción a la edición española
Arte, educación y diversidad cultural 10
estudiantes de séptimo grado sonaba más o menos así: «La educación
des temas, susceptibles de incorporar experiencias de mestizaje trans-
multicultural implica la celebración en la escuela del Mes de la Histo-
cultural. Al investigar tales temas, parte de este arte, estudiado y
ria Negra, del Año Nuevo Chino, de Halloween, de la Fiesta de los Re-
creado, tratará de perpetuar valores culturales establecidos, contribu-
galos (Potlatch) de Primeras Naciones y de las Comidas Festivas (Pot-
yendo a reforzar la continuidad y la estabilidad en ámbitos como la re-
luck) Multiculturales». Un avispado padre africano-canadiense añadió:
ligión y la política. Otra parte del arte promocionará y reflejará proce-
«Educación multicultural no significa otra cosa que ejercicio de las re-
sos de cambio. Los proyectos realizados en el estudio animarán a los
laciones humanas. De las desigualdades culturales no se habla en el
estudiantes a contarnos importantes historias personales. En objetos
currículo».
procedentes de diversas culturas históricas y pasajeras será posible ad-
Todavía nos faltan tareas por realizar. Hemos de conseguir que el
mirar y apreciar habilidades y logros técnicos. A los estudiantes se les
«multiculturalismo crítico» sea verdaderamente «crítico», que el mul-
pide que encuentren semejanzas en la «función» y que comparen y
ticulturalismo sea verdaderamente «multicultural», y que el transcul-
contrapongan obras de arte pertenecientes a diversas culturas cuyos
turalismo sea verdaderamente «transcultural». Por desgracia, lo que
autores, e incluso ellas mismas, entran en la categoría de adjudicado-
muchos profesores bienintencionados siguen haciendo en nombre del
res de sentido, adjudicadores de estatus, catalizadores de cambio so-
«multiculturalismo» (lo que yo mismo he llamado el enfoque de los
cial, encarecedores y decoradores, intérpretes, magos, creadores de
«mástiles o palos totémicos a base de rollos de papel higiénico», y
mitos, propagandistas, historiadores, terapeutas sociales, narradores
otros el enfoque «folclórico» centrado en «la comida, el canto y la
de cuentos e historias, y maestros.
danza») sería rechazado como expresión de una ignorancia paternalis-
Al contrario que algunos tópicos utilizados a menudo en la edu-
ta por parte de los miembros de las culturas cambiantes supuestamen-
cación multicultural, el poder vertebrador de estos temas parece in-
te representadas. Muchas escuelas tienen que plantearse todavía el de-
tacto. A partir de ellos estamos en condiciones de percibir las fun-
safío —y, naturalmente, responder a él— de las realidades culturales
ciones comunes multiculturales y transculturales del arte en un
cambiantes del mundo.
mundo que cambia sin cesar. Si el interés recae en el porqué del
Las fronteras físicas permanecen tal vez intactas, pero las fronte-
arte, la enseñanza se concibe como una tarea facilitadora y el apren-
ras culturales se han vuelto mucho más porosas. Tendemos a describir
dizaje es un proceso activo, sigo creyendo que los temas antes men-
las llamadas culturas «tradicionales» como realidades fijas en un mo-
cionados pueden resultar muy prometedores tanto para el estudio
mento histórico incontaminado en una patria imaginaria. Es urgente
como para la práctica del arte. En un mundo que cambia constante-
que los profesores comprendan la idea de que las culturas son, al mis-
mente, semejante perspectiva exige un enfoque de la instrucción
mo tiempo, internamente diversas y siempre cambiantes. Salvo en
capaz de interpelar y de resolver problemas, y que esté basado en la
muy pocos casos, en las escuelas la tarea de enfrentarse con nuevas
indagación.
identidades, formas y prácticas culturales mestizas ha parecido exce-
En general, los educadores artísticos actuales ñan dejado de ver el
sivamente confusa, por lo que las hemos dejado de lado. En lugar de
multiculturalismo como una «contaminación» y lo consideran una «ce-
eso, nos hemos dedicado a reinterpretar, adulterar y ver el lado exóti-
lebración» (y espero que yo mismo haya influido algo en este cambio).
co de unas pocas culturas seleccionadas.
Pero, en este momento, tenemos que ir más lejos. Muchos profesores,
Al presentar la edición española de mi obra, sigo convencido de
estudiantes y padres siguen teniendo, al parecer, una comprensión li-
la necesidad de reformar el currículo. Mantengo lo escrito en Arte,
mitada de la educación multicultural. Por ejemplo, trabajando en Van-
educación y diversidad cultural. Sigo apoyando lo que se ha deno-
couver, Samuel Adu-Poku comprobó que una respuesta típica de los
Arte, educación y diversidad cultural 12

minado «pedagogía de la equidad», y me gustaría que todos y cada


uno de los estudiantes y profesores experimentasen la iniquidad de la
injusticia.
F. Graeme Chalmers
Vancouver, enero de 2003 Lista de ilustraciones

Disfrutando el arte de otra cultura. Fotografía cedida por el


Instituto de Artes de Minneapolis. 29
Cuatro estudios de la cabeza de un negro, atribuido a Peter Paul
Rubens, 1617-1640. Óleo sobre madera, 25,4 x 65 cm. Mu-
seo J. Paul Getty, de Malibu, California. 65
Dos paisajes (India y Somerset, Inglaterra), colgadura de una
tienda. G r u p o de mujeres de Ansford y escuela de la co-
munidad de Ansford. Proyecto textil de la Galería Nacio-
nal Nerhu, 1993. Tela y b o r d a d o , 304,8 x 121,92 cm. Vic-
toria and Albert Museum, Londres, Inglaterra. 69
Dama rajputa, autor desconocido, norte de la India, finales del
siglo xix. Papel pintado, 23,5 x 19,05 cm. Colección de la
Fundación Girard del Museo de Arte Tradicional Interna-
cional, sección del Museo de Nuevo México. 78
Marte Stewart, Condesa de Mar, autor desconocido, Escocia,
siglo xvn. Oleo sobre tabla, 57,15 x 43,82 cm. Galería Na-
cional de Retratos de Escocia. 79
Caza del ciervo para el sacrificio, Cersencio Pérez Robles (indio
huichol), siglo xx. Hilaza sobre madera contrachapada,
cera, 3 8 , 1 0 x 5 3 , 3 4 cm. Museos de Bellas Artes de San
Francisco, donado por Peter F. Young, 76.26.19. 82
Dibujo de Holly Bennett, de doce años de edad, de Luis Na-
poleón (Staffordshire, Inglaterra), hacia 1854. Cerámica
barnizada. Dibujado a partir de la reproducción de una
Arte, educación y diversidad cultural 14

obra de la colección de la fundación Girard, Museo de


Arte Tradicional Internacional, sección del Museo de Nue-
vo México. 91
Dibujo de Jeffrey Hutson, de nueve años de edad, de Emilia-
no Zapata (Oaxaca, México), David Villafánez, hacia
Prólogo
1970. Madera pintada. Pintado a partir de la reproduc-
ción de una obra de la colección de la fundación Girard,
Museo de Arte Tradicional Internacional, sección del Mu-
seo de Nuevo México. 92
Dibujo de Colleen Parkes, de diez años de edad, de Jinete
(pueblo Yoruba, Nigeria), hacia 1960. Madera pintada.
Dibujado a partir de la reproducción de una obra de la co-
lección de la fundación Girard, Museo de Arte Tradicio-
Arte, educación y diversidad cultural aparece en un m o m e n t o de de-
nal Internacional, sección del Museo de Nuevo México. 93
sarrollo de nuestra sociedad en que muchos experimentan una ne-
La Gran Muralla de Los Ángeles, Juay Baca, 1974-1983. Pintura
cesidad acuciante de sabiduría acerca del pluralismo en la educa-
aerifica sobre hormigón, 3,96 x 731,52 m. Centro de Re-
ción. La reacción contra el pluralismo o bien persiste o bien adopta
cursos Artísticos Sociales y Públicos, Venice, California. 113
formas nuevas. Los debates en torno al legado cultural no sólo pro-
El árbol de la vida, Leluja, región de Kurpie, Polonia, hacia siguen, sino que cada vez más abarcan cuestiones de política educa-
1962. Papel cortado, 23,71 x 11,43 cm. Colección de la tiva acerca de lo que nuestros estudiantes deberían conocer y ser capa-
fundación Girard, Museo de Arte Tradicional Internacio- ces de hacer.
nal, sección del Museo de Nuevo México. 140
Entre ideas y programas de acción rivales, Arte, educación y di-
Chuang Hua (Flores de ventana para el Año Nuevo), artista
versidad cultural representa una tentativa equilibrada de fomentar la
desconocido, provincia Shanxi, China, hacia 1950. Papel
comprensión. El doctor Graeme Chalmers, profesor de educación
cortado, 21,59 x 11,43 cm. Colección de la fundación Gi-
artística en la Universidad de Vancouver (Columbia Británica, Cana-
rard, Museo de Arte Tradicional Internacional, sección
dá), promueve la idea de que la educación multicultural puede actuar
del Museo de Nuevo México. 141
como una herramienta de construcción social, ayudando concreta-
La colcha de Ann Robinson, Ann Robinson, Connecticut (?), mente a corregir formas inveteradas de racismo y prejuicio. Sin em-
1813-1814. Algodón y lino, 254 x 241,30 cm. Museo de bargo, el objetivo del doctor Chalmers es en último término educati-
Shelburne. 142 vo. En una sociedad cada vez más diferenciada en sus expresiones
culturales, no sólo es importante sino incluso necesario que los jóve-
nes dispongan del conocimiento, las actitudes y las habilidades de
búsqueda e interpretación que les permitan encontrar eficazmente su
propio camino en medio de tanta diversidad. La consecución de los
objetivos sociales es más probable si previamente el sistema educati-
vo ha ofrecido una formación básica en valores transculturales.
Aiic, educación y diversidad cultural 16 17 Prólogo

Al formular su visión de la educación, el doctor Chalmers sienta rales han de formar parte de los currículos escolares por ra-
dos importantes premisas. La primera es que la educación multicul- zones de imparcialidad y de justicia, sino también por moti-
tural entra de lleno en el ámbito de los valores y no simplemente en el vos educativos. Los estudiantes deberían ver sus experiencias
de los hechos. Sin duda, la diversidad cultural es un hecho, como po- culturales reflejadas en el currículo y desarrollar las habilida-
nen de relieve las estadísticas demográficas. Pero, por sí mismos los des necesarias para la comprensión transcultural.
hechos no implican nunca necesariamente acciones que deban em- 2. La educación multicultural no es sólo para los alumnos pro-
prenderse, especialmente en ruedos políticos públicos como la edu- cedentes de culturas étnicas minoritarias, sino para todos los
cación. Toda dirección programática tiene que enraizarse en una estudiantes.
concepción de los valores que condicione tanto la elección de los me- 3. La educación multicultural no debería imponer la inmersión
dios como el establecimiento de los fines. Así lo reconoce Arte, edu- exclusiva en los valores, las perspectivas y los puntos de vista
cación y diversidad cultural. El doctor Chalmers empieza señalando la de una sola cultura, sino fomentar el conocimiento, las habili-
diversidad cultural. Más adelante sostiene que la educación multicul- dades y las actitudes que impulsan a los estudiantes a explo-
tural no debe concebirse como la solución técnica de un problema, rar un amplio abanico de tradiciones culturales.
sino que más bien puede y debería fundamentarse en imperativos 4. Todas las tradiciones culturales modernas son multiculturales
morales. en su construcción y cambiantes en su contenido y sus límites.
La segunda premisa que guía al doctor Chalmers es el reconoci- 5. Las experiencias culturales del propio estudiante pueden ser
miento sincero de que la bibliografía en torno a la educación multi- importantes puntos de partida para el aprendizaje, pero no
cultural y, consiguientemente, la práctica de dicha educación han sido constituyen el objetivo final de la escolarización. El objetivo
con excesiva frecuencia confusas, contradictorias, incoherentes y em- primario es la comprensión multicultural.
brolladas. Esta circunstancia habría inducido sin duda a muchos a 6. La educación multicultural no puede alcanzarse añadiendo sim-
prescindir simplemente de la educación multicultural y de sus defen- plemente algunas lecciones o unidades informativas selecciona-
sores. Pero el doctor Chalmers reconoce que el objetivo último de la das a los actuales currículos escolares. El cambio tiene que ser
comprensión transcultural es demasiado importante para que los edu- global y afectar a muchos niveles, comportando revisiones de
cadores se desanimen enseguida a la vista de unas bases teóricas mal aspectos tan diversos como las políticas educativas, la organiza-
desarrolladas y de ciertas prácticas estereotipadas. En este sentido, el ción del currículo, la contratación del personal, los textos y ma-
doctor Chalmers ha realizado una investigación cuidadosa, crítica, im- teriales de estudio, la evaluación, y el desarrollo profesional.
parcial y, sobre todo, profunda de la bibliografía sobre educación 7. La educación multicultural no se consigue con la simple
multicultural en busca de premisas que permitan establecer una base transmisión de hechos aislados acerca de diversas tradiciones
digna para la educación multicultural. Su trabajo ha deparado un im- culturales a los estudiantes. El aprendizaje, además de adap-
portante conjunto de premisas que subyacen en —y al mismo tiempo tarse a los estilos de los estudiantes individuales, debería apo-
impregnan— las afirmaciones y los argumentos expuestos a lo largo yarse en la curiosidad de los alumnos, impulsar procesos de
de Arte, educación y diversidad cultural. Son las siguientes: búsqueda y girar en torno a un contenido sugestivo.
8. Los procesos destinados a instituir una educación multicultu-
1. La escolarización debería ser multicultural no sólo por moti- ral, aunque complejos y multiestratificados, pueden realmen-
vos morales, en el sentido de que los contenidos multicultu- te ser dirigidos y controlados.
18
19 Prólogo
Arte, educación y diversidad cultural
El primer elemento de esta crítica parece proceder de la percep-
Efectivamente, Arte, educación y diversidad cultural utiliza y am-
ción de que la educación artística basada en las asignaturas (DBAE)
plía algunas premisas clave en la bibliografía general de la educación
constituye un currículo específico. Pero, desde hace ya tiempo, tan-
multicultural. En este sentido, la obra del doctor Chalmers se dirige
to teóricos como practicantes del arte han sostenido que los currícu-
a audiencias amplias y diversas. De todos modos, es evidente que
los basados en las asignaturas pueden adoptar diversas formas y,
este libro también está destinado a una audiencia algo más especiali-
además, que el contenido de tales currículos debe derivarse de una
zada: los educadores artísticos. En él se plantea y discute un tema
amplia gama de artes visuales, incluyendo las artes tradicionales y
persistente en la educación de las artes visuales: los enfoques que gi-
contemporáneas de diversas culturas. P o r la misma razón, el currí-
ran en torno a las asignaturas específicas y los multiculturales, ¿son
culo puede adaptarse eficazmente a los estilos de aprendizaje de di-
medios compatibles para organizar la instrucción en las artes visua-
versas poblaciones estudiantiles. Los elementos tercero y cuarto ex-
les? Tales enfoques, ¿son antitéticos en el peor de los casos y, en el
ponen un reto más fuerte: gira en torno al contenido de la educación
mejor, incompatibles?
artística basada en las asignaturas y, en último término, en el rol de
Son varios los elementos de la crítica multicultural del enfoque
las asignaturas artísticas en el desarrollo del currículo. Es en este
comprensivo a la educación artística conocido como educación ar-
p u n t o d o n d e el doctor Chalmers hace una aportación especial.
tística centrada en las asignaturas del currículo (DBAE)* que pode-
Las cuestiones de contenido citadas anteriormente giran en tor-
mos identificar:
no a los aspectos sociales, históricos, temáticos, simbólicos, metafó-
ricos y de asunto de las obras de arte, una preocupación central del
1. En los currículos de la DBAE se reserva muy poco espacio
doctor Chalmers en este volumen. ¿Ofrecen de hecho las disciplinas
para el estudio de las artes de las culturas no occidentales o de
artísticas identificadas en la DBAE —producción artística, historia
las artes de la comunidad.
del arte, crítica del arte, y estética— guías adecuadas para encontrar
2. El énfasis en los currículos secuenciados no estimula como es
un significado en los aspectos socioculturales del arte? La respuesta
debido la atención al trasfondo cultural y a los estilos de
de algunos críticos ha sido claramente que no. Otros, desde una ac-
aprendizaje de los estudiantes.
titud más constructiva, han señalado procesos de búsqueda y con-
3. Este enfoque limita el estudio de cómo la creación, la difusión
ceptos de las disciplinas de la ciencia social para interpretar obras de
y el uso del arte pueden reforzar las relaciones sociales injus-
todas las culturas. (Estos temas fueron objeto de un estudio explo-
tas en la sociedad.
ratorio p o r parte de The Getty Education Institute for the Arts. Véa-
4. La educación artística que gira en torno a las asignaturas
se Bibliografía final.)
(DBAE) excluye de antemano el estudio capaz de ayudar a
Pero Arte, educación y diversidad cultural representa el argumen-
los estudiantes a comprender los objetos en sus contextos ori-
to más convincente hasta la fecha en favor de la idea de que las cua-
ginales, a valorarlos de acuerdo con los significados y las fun-
tro disciplinas artísticas son, por sí mismas, poderosas herramientas
ciones para las que fueron creados, a enjuiciarlos utilizando
y lentes para la interpretación de los aspectos transculturales de las
criterios culturalmente adecuados, o a ver cómo la creación y
obras de arte. El doctor Chalmers observa cómo, en la teoría y en la
difusión de diversas formas de arte pueden servir para poner
práctica, las cuatro asignaturas básicas de la D B A E han cambiado y
en tela de juicio unas relaciones socioeconómicas injustas.
continúan cambiando. Más en concreto, Chalmers demuestra que
todas ellas aparecen definidas cada vez más por asignaturas relacio-
* Discipline-Based Art Education.
Arte, educación y diversidad cultural 20 21 Prólogo

nadas, como la antropología, la sociología, y la crítica cultural. Para se plenamente con las oportunas e importantes cuestiones debatidas
algunos, este argumento ha podido ofrecer algunos recursos para acer- en este volumen. Nosotros damos la bienvenida a su impulso y a sus
carse a las obras de arte procedentes de culturas alejadas de la nues- aportaciones al diálogo permanente en torno a la educación en las
tra. Finalmente, el doctor Chalmers nos hace partícipes de una in- artes.
tuición adicional, a saber, que la interpretación de todas las obras de
arte, incluidas las «obras maestras» de todas las tradiciones, se enri- David B. Pankratz
quece cuando se le aplican las lentes de las disciplinas artísticas in- Director del Programa
formadas por procesos socioculturales de búsqueda. La educación T h e Getty Education Institute for the Arts
artística puede ser una forma de búsqueda social. (1994-1996)
Arte, educación y diversidad cultural discute también eficazmente
una crítica muy común de la educación multicultural, a saber, que
conduce a experiencias educativas destinadas a estudiantes que no
comparten un núcleo común y, en último término, a una sociedad
fracturada con escaso fundamento común. El doctor Chalmers su-
braya q u e todas las tradiciones culturales, incluidas las culturas ma-
yoritarias o incluso dominantes, pueden ser objeto de estudio en la
educación artística. Además, desde su p u n t o de vista, el estudio so-
ciocultural del «porqué» del arte no debe centrarse exclusivamente
en las diferencias, sino que ha de considerar también lo que une a la
humanidad, los aspectos comunes de la experiencia y la visión. Plu-
res y unum no tienen por qué ser necesariamente incompatibles. En
realidad, Arte, educación y diversidad cultural apunta ya hacia un fu-
turo próximo en que el discurso acerca de las formas de educación
artística no estará precedido de adjetivos calificativos como «multi-
cultural» o «centrada en las asignaturas». Toda educación artística,
tanto en la teoría como en la práctica, será pluralista y a la vez basa-
da en las asignaturas del currículo.
T h e Getty Education Institute for the Arts agradece al doctor
Chalmers este importante trabajo y sus otras aportaciones a la evo-
lución de la teoría y la práctica de la educación artística. Arte, educa-
ción y diversidad cultural se mueve de lleno dentro de la tradición
emergente de las monografías patrocinadas por nuestro Centro que
construyen puentes entre disciplinas, modalidades de búsqueda y,
en último término, entre teoría y práctica en la educación artística y
la educación general. El Centro invita a los lectores a comprometer-
Agradecimientos

Me gustaría agradecer a las siguientes personas del Instituto Getty de


Educación para las Artes el estímulo y el apoyo que me han prestado:
Leilani Lattin Duke, director; Kathy Talley-Tones, administradora y
David Pankratz, director del programa. Por medio de programas
para el personal, visitas a las escuelas que tratan de responder a las
necesidades de estudiantes de diferentes culturas, discusiones en
mesas redondas, la producción de materiales visuales, y un impor-
tante seminario con sus consiguientes publicaciones, el Instituto
Getty de Educación para las Artes ha buscado oportunidades para
discutir cómo la educación artística basada en las asignaturas del cu-
rrículo p u e d e abarcar y responder eficazmente a la diversidad cultu-
ral. Al patrocinar este trabajo aislado, el Instituto ha demostrado
una vez más su voluntad de apoyar el desarrollo teórico y práctico de
la educación artística basaba en las asignaturas. Quiero agradecer en
particular a Karen H a m b l e n las numerosas cuestiones que ella tan
animosamente mezcló con su entusiasmo por este proyecto. Quiero
agradecer también a Gilbert Clark, Vesta Daniel, David Pankratz y
Harriet Walker los útiles comentarios que me hicieron al leer los pri-
meros borradores de mi trabajo. J u d e Selhorst contribuyó a que mi
libro fuese más legible y cuidadoso en sus referencias. Mis alumnos
y colegas de la Universidad de Columbia Británica han ofrecido un
ambiente propicio para el desarrollo de estas ideas, y Millie Cum-
ming continúa ofreciéndome un apoyo muy especial. Dedico esta
monografía a Andrew y sus compañeros.
1

Diversidad cultural y educación artística

La diversidad cultural es un hecho. La mayor parte de los habitantes


de América del Norte viven en combinaciones dinámicas, no estáti-
cas, de múltiples culturas y subculturas. Estos grupos, que en buena
parte se superponen, pueden identificarse a partir de parámetros
como el carácter étnico, el género, la orientación sexual, la edad, la
ubicación y la movilidad geográficas, los ingresos, el empleo, la edu-
cación, y otros factores. En esta monografía voy a sostener que los
1
enfoques a la educación artística basados en las asignaturas que
concentran su interés en los roles y las funciones multiculturales del
arte están en condiciones de ayudar a todos los estudiantes a encon-
trar un lugar para el arte en sus vidas y a comprender que los miem-
bros de grupos de diferentes culturas comparten ciertas necesidades
2
comunes en relación con el arte.

1. En la educación artística centrada en las asignaturas (DBAE), que ha sido


ampliamente adoptada en América del Norte, los alumnos estudian el arte desde
las perspectivas de cuatro asignaturas: estética, crítica del arte, historia del arte y
producción artística.
2. Aunque personalmente utilizo el término arte a lo largo de esta monografía
y adopto el punto de vista del relativismo cultural (que discutiré más adelante), re-
conozco el carácter problemático de mis decisiones con respecto a esta terminolo-
gía. Términos, o expresiones, como multiculturalismo, pluralismo cultural y diversi-
dad cultural se utilizan a menudo de manera intercambiable. En el contexto de esta
monografía, diversidad cultural es la expresión que describe más acertadamente
Arte, educación y diversidad cultural 26
27 Diversidad cultural y educación artística

Durante algún tiempo, la bibliografía sobre la educación multi-


tros han sugerido... como "educación multicultural"» (pág. 15). En
cultural ha utilizado conceptos opuestos y ha promovido objetivos
un clarividente comentario, el educador artístico Peter Smith (1992)
contradictorios, y la definición de educación multicultural ha conti-
ha descrito algunas de las incómodas paradojas que se pueden pre-
nuado cambiando. Definiciones, prácticas y programas asociados
sentar en un enfoque multicultural de la educación artística. Este
con el pluralismo y la educación multicultural han sido descritos
autor lamenta que muchos de los enfoques que están siendo defen-
desde diversos puntos de vista como confusos, contradictorios, in-
didos actualmente parecen preocuparse más por las cuestiones so-
coherentes y embrollados (Grant y Sleeter, 1986). A menos que a los
ciales que por el arte, y se pregunta: «¿Cómo elegiremos nosotros?»
profesores de arte —a decir verdad, a todos los profesores que ense-
(pág. 98). De manera parecida, en un editorial publicado reciente-
ñan arte— se les dote de manera razonable para explicar el arte en
mente en el número especial de una revista dedicada a la educación
una sociedad multicultural, muchos tal vez no estén preparados para
artística, Daniel y Manley-Delacruz (1993) afirman que «la educa-
abarcar y aplicar un currículo que respete el pluralismo. Tanto en las
ción multicultural tiende a pecar de falta de claridad para estudio-
escuelas como en los museos y las galerías, muchos educadores ar-
sos, defensores y antagonistas» (pág. v).
tísticos tienen ya la sensación de que se les está pidiendo demasiado.
Es posible poner por obra un enfoque de la educación artística
¿Cómo —se preguntan los interesados— puede esperarse de ellos
que respete las diferencias y realce las necesidades compartidas, pero
que enseñen acerca de todos los tipos de arte de todas las culturas y
de momento a muchos educadores les resultan difíciles de compren-
de todas las épocas?
der las numerosas y complejas metas de los enfoques multiculturales
Críticos que consideran exageradas las pretensiones de un enfo- y multiétnicos de la educación artística. La diversidad cultural en la
que sociocultural sugieren que la aplicación de las recomendaciones educación artística ha sido promovida de diferentes maneras, a me-
de algunos educadores artísticos de orientación pluralista equival- nudo no sin cierta ambigüedad; sólo un reducido número de pro-
dría a quedar bloqueados en un «carril rápido esquizofrénico» gramas han subrayado los aspectos comunes de diversas culturas
(Clark, 1990). Aunque semejante crítica puede basarse en parte en el mostrando cómo el arte refleja el significado que los grupos cultura-
temor del crítico a ver equiparadas todas las formas de arte y todas les dan a sus acciones. Con frecuencia, las iniciativas puestas en mar-
las culturas, y también en el temor a aceptar diversas definiciones de cha en temas de educación artística no han sido otra cosa que ensa-
cualidad, estas críticas son correctas hasta cierto punto. ¿Cómo se yos superficiales. Por ejemplo, los estudiantes han dedicado parte de
consigue obtener un sentido razonable a partir de una gran diversi- su tiempo a «reproducir» por medio de sus materiales escolares for-
dad de ideas? Clark (1990) afirma que es «ridículo» esperar que los mas artísticas de otras culturas: el enfoque de los tótems a partir de
profesores se ocupen de todas las ideas expuestas y de las reclama- rollos de papel higiénico. Mi objetivo principal en esta monografía
ciones hechas en algunas propuestas de educación multicultural. es poner un poco de orden en el caos actual. Con esta finalidad, pro-
Afirma que él «no puede imaginarse a un profesor que, sin sufrir un pondré algunas directrices para la acción y responderé a uno de los
importante deterioro emocional, la disociación y desintegración de desafíos más importantes a que se enfrenta actualmente la educación
su personalidad, sea capaz de aplicar todo lo que los diversos maes- artística.
A pesar de la variedad de puntos de vista expresados en la bi-
la sociedad actual de América del Norte. Todos deberíamos luchar por conseguir bliografía dedicada a la educación multicultural, que refleja muchas
una sociedad que acepte el multiculturalismo o pluralismo cultural como uno de ideologías contradictorias, y aunque el debate se mantenga —como
sus valores característicos.
debería ser— abierto, los profesores de arte tienen ante sí una tarea,
Arte, educación y diversidad cultural 28

y necesitan salir airosos de la misma. Sara Bullard (1992), editora de


Teaching Tolerance, rompe con la retórica al uso: «Debemos ayudar
a nuestros hijos a encontrar un lugar en nuestro mundo plural. Para
conseguirlo, tenemos que evitar los estereotipos, la disgregación, el
adoctrinamiento, la adjudicación de censuras. Debemos enfrentar-
nos a los problemas del prejuicio y la desigualdad en nuestras aulas
y en nuestra sociedad» (pág. 7). La presente monografía aborda to-
das estas cuestiones, especialmente en la medida en que afectan a la
enseñanza del arte.
Mis ideas se basan en un reducido número de premisas genera-
les: que el pluralismo cultural es una realidad y que el reconoci-
miento displicente, rencoroso y tácito de una cultura por parte de
otra tiene que ser reemplazado por un aprecio auténtico y una vigo-
rosa acción correctiva; que ningún grupo racial, cultural o nacional
es intrínsecamente superior a otro; que el arte de ningún grupo es
básicamente superior al de otro; y que la igualdad de oportunidades,
Disfrutando el arte de otra cultura. El pluralismo cultural es una realidad, y el
en las clases de arte y fuera de ellas, es un derecho que tienen todos reconocimiento avaro o tácito tiene que ser reemplazado por el aprecio y una
los estudiantes, independientemente de las diferencias étnicas, cul- actitud práctica de aceptación entusiasta. Ningún grupo racial, cultural o de
turales o de otro tipo que los distingan entre sí. otro tipo es superior, y ningún grupo puede pretender que su arte es intrínse-
La novela de Neil Bissoondath (1993) The Innocence of Age, que camente mejor que el de otro. La igualdad de oportunidades, en educación ar-
aborda el tema de las generaciones y las culturas en Toronto, contie- tística como en los demás ámbitos, es un derecho del que debería gozar cada
ne el siguiente diálogo. Lorraine, uno de los personajes principales, estudiante, a pesar de las diferencias étnicas, culturales o de otra clase. Foto-
dice: grafía cedida por el Instituto de Artes de Minneapolis.

«Las diferencias son fáciles de encontrar. Es la búsqueda de las tener diferentes antecedentes sociales y económicos, religiones, gé-
semejanzas lo que realmente te exige un trabajo de excavación.» neros, edades, empleos, orientaciones sexuales, etcétera, pero si ana-
Un momento después Pasco dijo: «A veces las diferencias aplas- lizamos las razones que nos llevan a crear arte, a exhibirla y utilizar-
tan las semejanzas». la, veremos que es mucho lo que nos une.
«¡Pero sólo si tú se lo permites!», replicó Lorraine. (pág. 274).

En una sociedad multicultural, a veces nos vemos obligados a exca- ¿Por qué es necesaria la educación artística multicultural?
var en busca de semejanzas. Al respetar nuestras diferencias y cele-
brar aquello que tenemos en común, quienes formamos parte de esta Durante los últimos años, en América del Norte y en otros lugares,
sociedad culturalmente diversa podemos contribuir a mantenerla de una situación de ausencia total de reconocimiento, o de un reco-
unida. Nosotros podemos proceder de diferentes grupos étnicos y nocimiento puramente local, de las aportaciones artísticas de mu-
31 Diversidad cultural y educación artística
Arte, educación y diversidad cultural 30

no debería contemplarse simplemente como la respuesta a un «pro-


chas culturas se ha pasado a una actitud de lucha más activa contra
blema». La educación artística multicultural pone en manos de los
el racismo y otras formas de prejuicio. El cambio de actitud ha sido
estudiantes formas positivas de enfrentarse con el arte y la vida en to-
tan claro que hemos pasado del simple interés por preservar y realzar
das las circunstancias. Pankratz (1993) y otros autores que ven el
el legado cultural étnico a fomentar actitudes y conductas positivas
multiculturalismo como un término normativo advierten que no debe
con respecto a todas las experiencias culturales. Multiculturalismo
darse por sentado que los cambios demográficos que se están pro-
significa reconocer algo más que las simples diferencias étnicas. Las
duciendo signifiquen que Estados Unidos, o cualquiera otra nación,
diferencias respecto del género, la religión, la orientación sexual, la
avance progresivamente hacia una mayor aceptación de las ideologías
clase social, el nivel económico, el lenguaje, la edad y la habilidad fí-
multiculturales. Personalmente, me siento estimulado por la aten-
sica son también factores culturales que han de ser considerados,
ción prestada al multiculturalismo en los recientes informes relacio-
respetados y celebrados en los currículos contemporáneos (Banks y
nados con la educación artística y en los informes preliminares de
McGee-Banks, 1989). Cuando utilizo el término «multiculturalis-
organizaciones como la Unión de Asociaciones Nacionales para la
mo» en la presente monografía quiero englobar todos los aspectos de
Educación Artística (Consortium of National Arts Education Asso-
la diversidad cultural. Como sugieren algunos escritores, el concep-
ciations), el Consejo Internacional de Decanos de Bellas Artes (In-
to de multiculturalismo es también típicamente occidental, y quie-
ternational Council of Fine Arts Deans), el Consejo Directivo Na-
nes se mueven dentro del mundo de la enseñanza deben acercarse a
cional de Evaluación (National Assessment Governing Board) y el
él con conciencia y sensibilidad, o de lo contrario puede ser percibi-
Consejo Nacional para la Calidad de la Enseñanza Profesional (Na-
do como una forma más de imperialismo cultural (Collins y Sandell,
tional Board for Professional Teaching Standards). El multicultura-
1992; Mosquera, 1993). Nadie puede conocer verdaderamente la cul-
lismo implica respeto por las conductas, disposiciones, perspectivas
tura de otro; escuchar es más importante que narrar.
y valores que no son propiedad exclusiva de una cultura dominante.
A lo largo del último cuarto de siglo el interés de los educadores
Esta visión crecientemente normativa del multiculturalismo, espe-
artísticos por el multiculturalismo se fue intensificando a medida que
cialmente sus implicaciones para la educación artística centrada en
se publicaban estadísticas que anunciaban que para el año 2000
las asignaturas del currículo, será el tema central que pienso someter
un 34 % de los habitantes de Estados Unidos menores de 18 años
a discusión en esta monografía.
serían negros, hispanos, asiáticos, o integrantes de otras «minorías»
(Schwartz y Exter, 1989; citado en Daniel, 1990). Se espera que esta Un enfoque multicultural es para todo el mundo. Todos los estu-
proporción aumente durante la siguiente década, de manera que los diantes, independientemente de su procedencia étnica o de otras di-
hijos de la «minoría» se convertirán en mayoría en algunos de los Es- ferencias, deberían estar preparados para vivir en una sociedad cada
tados federales más grandes, como California, Nueva York, Tejas, y vez más plural. Como afirma el Departamento de Multiculturalismo
Florida. Por el contrario, para el año 2010 la proporción de profeso- Canadiense (sin fecha), del Gobierno de Canadá:
res pertenecientes a grupos «minoritarios» se reducirá de 1 cada 8
Los niños canadienses están creciendo en un país racial y cultu-
que eran en el año 2000 a 1 cada 20 (Daniel, 1990; National Educa-
ralmente plural. Dentro de este país, los grupos etnoculturales no
tion Association, 1989). Para el año 2000, aproximadamente 5 mil
son simplemente una «parte integrante», deduciendo que algunos de
millones de los 6 mil millones que pueblan la tierra serán no blancos.
nosotros tienen unos antecedentes [culturales] y otros en cambio no;
Estadísticas aparte, hay importantes imperativos morales que todo el mundo hunde sus raíces en un grupo cultural, a través del
apoyan la instrucción artística multicultural, que en cualquier caso
Arte, educación y diversidad cultural 32 33 Diversidad cultural y educación artística

cual se heredan las tradiciones, el lenguaje, el estilo de vida y las as- • Promover la comprensión transcultural gracias a la identifica-
piraciones. De esta manera, la educación multicultural resulta rele- ción de semejanzas (especialmente en los roles y funciones del
vante para todos los grupos raciales, lingüísticos, etnoculturales y re- arte) dentro y entre diversos grupos culturales.
gionales y se propone generar respeto, comprensión y armonía • Reconocer, aceptar y celebrar la diversidad racial y cultural en
mutuos entre todos los segmentos de la sociedad. La educación mul-
el arte al interior de nuestra sociedad pluralista, al tiempo que
ticultural no es simplemente para y acerca de los «niños inmigran-
paralelamente se afirma y enaltece el orgullo por el legado ar-
tes»: interesa a y tiene que ver con todos... los niños (pág. 1).
tístico propio de cada individuo.
• Finalmente, al estudiar cada una de las asignaturas artísticas
Tal vez los niños que viven en sociedades culturalmente homo-
del currículo (incluyendo estética, crítica del arte, historia del
géneas necesitan la educación multicultural más incluso que los
arte, y producción en el estudio-taller), abordar cuestiones
otros. Su comprensión, valoración y respeto por la diversidad cultu-
como el etnocentrismo, el sesgo, la estereotipia, el prejuicio, la
ral y las producciones artísticas de otros necesitan expandirse, y sus
discriminación y el racismo.
visiones posiblemente limitadas del mundo necesitan ser puestas en
tela de juicio. En la zona central del territorio americano, este enfo-
En esta monografía, quiero guiar a los lectores a través «del intermi-
que lo ha aplicado Prairie Visions, el consorcio de Nebraska para la
nable debate» (Mogdil, Verma, Kanka y Mogdil, 1986) que se está
educación artística basada en las asignaturas. No es necesario ser del
produciendo en el campo de la educación multicultural. Espero
género femenino para estudiar el arte de las mujeres. Como tampoco
contribuir así a que tanto los profesores como otras personas refle-
es necesario vivir en Miami para analizar el arte de los americanos cu-
xionen sobre las funciones y los roles del arte en la sociedad de ma-
banos, o en Detroit para estudiar el arte de los americanos africanos,
nera significativa, como corresponde a una sociedad culturalmente
o en Minneapolis para investigar el arte de la comunidad Hmong, o
plural. Pretendo hacer que la teoría sea relevante para la práctica.
en Toronto para estudiar algunos aspectos del arte de los canadienses
En toda búsqueda de respuestas, las preguntas adquieren una
caribeños, o en Florencia para estudiar el arte del Renacimiento
importancia singular. En este capítulo he abordado la cuestión de
europeo. Sin embargo, si queremos aumentar la comprensión entre
por qué los educadores artísticos deberían sensibilizarse frente a los
las culturas y minimizar el conflicto cultural, deberíamos procurar, si
problemas del pluralismo en el arte y en la sociedad, y tomar con-
vivimos de hecho en algunas de esas áreas, estimular el estudio de las
ciencia de los mismos. A continuación tenemos que preguntar cuán-
formas de arte de nuestros conciudadanos.
ta dedicación y pasión necesitan poner los profesores para ser capa-
ces de enseñar arte con éxito en una sociedad culturalmente plural.
¿Qué necesita conocer el profesor eficaz acerca del arte de culturas
Objetivos de la presente monografía
diferentes de la suya? Yo sostengo que el conocimiento acerca del
porqué del arte en diversas culturas es más importante que el cono-
Personalmente creo que, en el campo del arte, tanto los programas,
cimiento extensivo sobre una cultura específica. Un enfoque multi-
materiales y actividades educativos como el aprendizaje artístico de
cultural de la educación artística no exige simplemente la inclusión
los mismos estudiantes pueden contribuir a alcanzar los siguientes
del arte de otras culturas en el currículo. En lugar de eso, los educa-
objetivos:
dores artísticos necesitan comprender cómo el arte se enfrenta con
ideas, necesidades y valores que pueden encontrarse en todos los
Arte, educación y diversidad cultural 34
35 Diversidad cultural y educación artística

tiempos y lugares. Me gustaría demostrar que la educación artística unidad dentro de la diversidad? ¿Qué temas podrían estimular a los
centrada en las asignaturas es capaz de ofrecer las lentes apropiadas estudiantes para ver lo que hay de común en los roles y las funciones
a través de las cuales los educadores pueden concentrar su mirada en del arte a través de las culturas? ¿Cómo puede la producción artísti-
las funciones comunes del arte a través de las diversas culturas. ca convertirse en un agente de cambio social? Al tiempo que con-
En el capítulo 2 ofrezco una perspectiva histórica, mostrando centran su atención en las funciones comunes del arte, y tal vez ani-
cómo la educación artística occidental ha estado poco acertada al man a los estudiantes a utilizar su propio arte para imaginarse un
tratar problemas de poder y autoridad en las artes. La comprensión mundo mejor, ¿cómo pueden los profesores compaginar los estilos
que tienen del arte algunos educadores artísticos ¿está todavía exce- de aprendizaje de poblaciones heterogéneas e individuos únicos?
sivamente condicionada por su propia cultura? Los materiales del
Finalmente, sugiero algunas respuestas posibles a la pregunta de
currículo artístico actual ¿necesitan todavía ser enjuiciados a partir
cómo hemos de iniciar el proceso de cambio. Al tratar de ofrecer al-
de su compatibilidad con teorías viables acerca de la educación mul-
gunas soluciones prácticas a las cuestiones acabadas de plantear, me
ticultural y el arte transcultural? Para abordar la instrucción artísti-
ha parecido preferible evitar la dura retórica que ha caracterizado la
ca con un enfoque multicultural, ¿tendrán que renunciar los educa-
mayor parte de los debates acerca de la educación multicultural.
dores artísticos a los cánones del arte occidental que durante siglos
Ofrezco ejemplos de soluciones que parecen razonables y fácilmen-
han dominado la educación artística en Occidente?
te aplicables, lo que por otra parte es lógico.
En el capítulo 3 trato de responder a una serie de preguntas re-
lacionadas entre sí: ¿para qué se utiliza el arte en las diversas cultu-
ras? ¿Por qué todas las culturas crean arte? ¿Cómo utilizan de hecho Pluralidad o unidad y la educación artística
el arte diferentes grupos de personas? Nuestras ideas acerca del arte basada en las asignaturas del currículo
¿están determinadas por los diversos grupos (culturas y subculturas)
a que pertenecemos cada uno de nosotros? ¿Qué lentes necesitamos
La educación artística se produce dentro de contextos culturales. En
utilizar para percibir las coincidencias en las funciones y roles del
una sociedad pluralista tenemos que interesarnos por el significado
arte a través de las culturas? ¿Cómo pueden utilizar los educadores
del arte para una gran variedad de personas para las cuales los mo-
artísticos enfoques transculturales y temáticos en la enseñanza del
delos estéticos al uso de la cultura artística superior europea, predo-
arte?
minantemente machista, pueden tener escasa relevancia. Los edu-
Los problemas relacionados con el currículo los investigo en los cadores artísticos tienen que enfrentarse a cuestiones como ésta:
capítulos 4 y 5. Utilizando la educación artística centrada en las asig- ¿cómo influyen de hecho diferentes experiencias culturales en la
naturas como marco de referencia, repaso algunas cuestiones, como percepción que los individuos y los grupos tienen del arte? Los edu-
las siguientes: ¿cómo pueden conseguir los profesores que la educa- cadores artísticos tienen que poner más empeño en impulsar el estu-
ción artística resulte significativa y relevante para todos los estudian- dio y la práctica del arte como un fenómeno social. Realmente no se
tes, muchos de los cuales viven en varias culturas y subculturas en un trata de escoger entre la unidad y la pluralidad. La unidad la encon-
mundo plural y cambiante? Al centrar la mirada en las funciones co- tramos en las funciones del arte a través de las culturas y la diversi-
munes del arte, ¿pueden los educadores hacer crecer la estima por la dad en sus formas concretas de expresión. Como observa Katter
diversidad en el arte? ¿Cómo se pueden plantear y enmarcar las (1991): «Un currículo artístico de base amplia que integre los rasgos
cuestiones acerca del arte de manera que promuevan el debate de la universales, culturales, e individuales de la experiencia artística con-
Arte, educación y diversidad cultural 36 37 Diversidad cultural y educación artística

tribuiría seguramente... a que todos tomásemos conciencia de que seres humanos, como trataré de mostrar más detenidamente en el
nada humano tiene que parecer extraño en una sociedad multicultu- capítulo 3.
ral» (pág. 32). El multiculturalismo sacude los cimientos de la edu- En un artículo reciente de la revista Time acerca de un currículo
cación al suponer que una sociedad altamente diferenciada puede de estudios sociales, Arthur Schlesinger Jr. (1991) afirmaba que, «en
mantenerse unida. Sin embargo, reconocer y celebrar la diversidad un exceso de celo, personas bien intencionadas tratan de transfor-
requiere valor. Un enfoque multicultural desafía tanto el contenido mar nuestro sistema educativo, de un medio que es el de crear un
como la naturaleza del currículo, de la instrucción y de la valoración. "único pueblo" en un medio de promover, celebrar y perpetuar orí-
El contenido multicultural no debería ser nunca un simple añadido genes étnicos e identidades diferenciados. El centro de gravedad se
a los currículos ya existentes. Tampoco debería acometerse superfi- está desplazando de la unidad a la pluralidad» (pág. 21). Los educa-
cialmente, por ejemplo, incluyendo unos cuantos detalles concretos dores artísticos tienen que responder a tales desafíos plantando cara
de diversidad cultural en una unidad aislada sobre la decoración de a las cuestiones que esos mismos desafíos plantean. En el arte es mu-
las casas de los Ndebele en África del Sur. En cambio, la instrucción cho lo que une a los individuos. Aunque las formas artísticas pueden
artística multicultural debería tener por objetivo ayudar a los estu- variar, todos nosotros hacemos y utilizamos el arte por razones más
diantes a comprender las funciones del arte en diferentes contextos bien similares. Por ejemplo, los mástiles creados por los pueblos Pri-
culturales y, además, a comprender y valorar, a través del arte, las meras Naciones del noroeste del Pacífico desempeñan en gran parte
culturas mismas. La auténtica comprensión multicultural les permi- la misma función que los álbumes fotográficos familiares en otras
te a los individuos responder a las propiedades y cualidades existen- culturas. De una u otra forma, todos necesitamos que el arte nos
tes en muchas formas visuales a lo largo y ancho de todas las cultu- muestre lo que es real, lo recordado, lo soñado y lo imaginado.
ras. A través de la educación artística multicultural los estudiantes se Aunque al parecer la necesidad del arte forma parte de las expe-
familiarizan con las contribuciones que los artistas y el arte hacen a riencias universales (que discutiremos en el capítulo 3 ) , hemos de
las culturas y las sociedades y pueden empezar a valorar cómo y por comprender que el arte está también culturalmente definido. Como
qué individuos de diferentes culturas valoran el arte. Los estudiantes ha señalado Pankratz (1987), un objetivo importante de la educa-
pueden profundizar su comprensión y valoración multiculturales ción artística multicultural
haciendo que el arte explore temas comunes e ideas que aparecen en
el arte de diferentes culturas.
debería ser que los estudiantes comprendiesen los principios de va-
Esta comprensión multicultural debería insuflar en el arte nue- loración de las obras de arte en una serie de culturas diferentes... para
va vida y vigor, porque con ella los estudiantes verán cada vez más poder experimentar las obras de arte de diversas culturas de la forma
el arte como un elemento integrante de la vida cultural y social. adecuada a cada una de esas culturas, ya sea que eso constituya una
Como observa la Association for Supervisión and Curriculum De- experiencia estética tal como éste viene definida por la tradición oc-
velopment (1992), «Las artes son elementos clave para comprender cidental de las bellas artes, o experimentado las funciones que de-
cada una de las culturas»; «es por lo tanto importante que el estu- sempeña el arte en otras culturas a través de la reconstrucción imagi-

dio de las artes y su historia e influencia en todas las culturas sea in- nativa de los contextos culturales de obras de arte (pág. 69).

cluido en la educación de todos los estudiantes» (pág. 2 ) . Los edu-


cadores con visión multicultural saben que las artes desempeñan un E n o t r a s p a l a b r a s , t e n e m o s q u e r e f l e x i o n a r s o b r e las m ú l t i p l e s res-
significativo papel en las vidas individuales y colectivas de todos los puestas q u e a d m i t e n las p r e g u n t a s siguientes:
39 Diversidad cultural y educación artística
Arte, educación y diversidad cultural 38
los estudiantes que el arte constituye una parte importante del con-
• ¿Cómo podemos definir el arte de manera que se pongan de
junto de las actividades humanas, y promover el cambio social.
manifiesto todas sus extensas aplicaciones?
Personalmente creo que la educación artística centrada en las
• ¿Qué es arte en otras culturas?
asignaturas ofrece los medios para conseguir semejante conocimien-
• ¿Para qué se utiliza el arte?
to y comprensión. Aunque algunos críticos han afirmado que la edu-
• ¿Qué es lo que constituye «buen arte» en diferentes contextos
cación artística centrada en las asignaturas, por girar obsesivamente
culturales?
en torno a aspectos particulares de materias curriculares como la es-
• ¿Quién es el que decide estas cosas, a partir de qué normas y
tética, la crítica del arte, la historia del arte y la producción en el
por qué razones?
estudio-taller, no es sensible a las necesidades de quienes están im-
plicados en la educación artística multicultural, otros han encontra-
Hilliard (1992) ha señalado en pocas palabras que «el objetivo
do que estos argumentos son «defectuosos, están equivocados, o mal
primordial de un currículo pluralista... es conseguir una traducción
concebidos» (Pankratz, 1992, pág. 483). Con esto no quiero negar
verídica y significativa del conjunto de la experiencia humana»
que algunos teóricos de la educación artística centrada en las asigna-
(pág. 13). Y continúa: «En último término, si el currículo gira en tor-
turas no hayan mostrado escaso entusiasmo a la hora de estimular
no a la verdad, será pluralista, por la sencilla razón de que la cultura
los enfoques multiculturales de la educación artística. Pero la educa-
humana es el producto de las luchas de toda la humanidad, no la po-
ción artística centrada en las asignaturas es un concepto abierto, no
sesión de un único grupo étnico o racial» (pág. 13). Los currículos
un fenómeno estático, monolítico, y son muchos los factores que in-
de arte han de reflejar tanto la pluralidad como la unidad. Los pro-
fluyen en su continua reformulación (véase Wilson, en prensa). En
gramas educativos globales están en condiciones de subrayar los ras-
algunas aulas que siguen la educación artística centrada en las asig-
gos comunes compartidos por todos los pueblos y, paralelamente,
naturas, los profesores han respondido, a veces con mucho éxito, al
fomentar la comprensión y la estima de diferencias entre diversas
reto de la educación artística multicultural. La diversidad cultural es
culturas y subculturas (véase Zimmerman, 1990c).
objeto de un reconocimiento creciente, mientras que, por otra parte,
No estoy sugiriendo en modo alguno que los profesores prescin- también son cada día mayores las pruebas de que las asignaturas o
dan en absoluto de los cánones dominantes de las bellas artes occi- disciplinas artísticas mismas están pasando por un período de rápi-
dentales. Como Banks (1992) y otros, yo no deseo excluir la civiliza- dos cambios.
ción occidental del currículo. Simplemente deseo que en las escuelas
En su informe sobre los seis consorcios regionales de la educa-
se enseñe una versión más verídica, compleja y plural de la cultura,
ción artística centrada en las asignaturas (DBAE), Wilson (en pren-
de manera que el arte occidental se explique dentro de su contexto
sa) muestra que, además de por el contenido y los procesos de bús-
y, como el arte de muchas otras culturas, se estudie desde una pers-
queda de los historiadores del arte, de los artistas, críticos y filósofos
pectiva antropológica. Quiero que los estudiantes entiendan que el
del arte, las cuatro asignaturas de la DBAE aparecen determinadas
arte, como cualquier otro tipo de conocimiento, está socialmente
cada vez más por disciplinas o asignaturas afines como la antropolo-
construido y refleja las perspectivas, las experiencias y los valores de
gía, la sociología y la crítica social. Wilson sostiene que las discipli-
la gente y de las culturas que lo crearon. Los principales objetivos
nas artísticas ofrecen numerosas lentes capaces de influir positiva-
de la educación artística en una sociedad multicultural deberían ser:
mente en los procesos de creación, interpretación y evaluación de las
fomentar una comprensión del arte desde las perspectivas de diver-
obras de arte. Puestos al servicio de nuestra visión, estos variados
sas culturas, realzar la comprensión de otras culturas, demostrarles a
Arte, educación y diversidad cultural 40 Diversidad cultural y educación artística
41

instrumentos nos ayudan a encontrar significados en los objetos y los ca para influir en la vida social. Las artes han funcionado como agen-
acontecimientos artísticos, especialmente cuando con ellos examina- tes de reconstrucción social en diversas culturas, y un enfoque mul-
mos de cerca los aspectos sociales, históricos, temáticos, simbólicos, ticultural que reconozca el poder de las artes puede ser compatible
metafóricos y materiales de las obras de arte, aspectos transcultura- con muchos de los objetivos de los movimientos de reforma de la es-
les que son esenciales para entender mi punto de vista personal en esta cuela. Problemas como la alienación, el aburrimiento, la violencia, el
monografía. Wilson rechaza las definiciones demasiado estrechas racismo y la apatía de los alumnos pueden y deberían abordarse en
que algunos proponen de la DBAE y anima a los profesores a utilizar el marco de asignaturas como la estética, la crítica del arte, la histo-
todos los medios que juzguen necesarios para infundir sentido y sus- ria del arte y la producción artística.
tancia al estudio y a la creación de las obras de arte. Apenas una dé-
cada antes, McFee (1988) sostenía que la DBAE necesitaba una
quinta asignatura, que él denominaba «arte sociocultural», pero, si
La educación multicultural como campo de estudio:
consideramos los cambios recientes introducidos en la naturaleza de
¿qué les dice a los educadores artísticos?
la estética, de la crítica y de la historia del arte, esto no parece ya ne-
cesario. Las cuatro disciplinas básicas de la DBAE han cambiado y
Los educadores artísticos comprometidos con un enfoque multicul-
continúan cambiando. Como destaca Wilson (en la obra en prensa
tural están desarrollando una tarea indudablemente meritoria, pero
antes citada), «hay literalmente docenas de lentes diferentes para
deberíamos tomar conciencia también de las decisivas aportaciones
cada una de las disciplinas artísticas». Muchas de estas lentes nos
que han hecho a la educación multicultural sabios que se mueven en
permiten estudiar el arte en sus contextos socioculturales. 5
ámbitos ajenos a la educación artística. Por ejemplo, el pedagogo
Al subrayar los aspectos funcionales socioculturales de las artes James A. Banks (1989) ha expresado muchos puntos de vista con im-
plásticas, la educación artística puede empezar a parecerse hasta portantes implicaciones y aplicaciones en el campo de la educación
cierto punto a la educación en ciencia social. El estudio del arte de- artística:
bería iluminar el contexto social y los incentivos sociales para crear
arte y para responder al arte. La educación artística puede centrarse Un currículo que... en gran parte ignora las experiencias, culturas
en los aspectos estéticos de las imágenes y en el uso concreto que di- e historias de otros grupos étnicos, raciales, culturales y religiosos tie-
ferentes grupos de artistas hacen de la forma, la textura, la propor- ne consecuencias negativas tanto para la corriente mayoritaria [cultu-
ción, el dibujo, la línea y el color, pero estos elementos y principios ra dominante]... como para los estudiantes de las minorías culturales
deberían relacionarse con el proceso en virtud del cual los objetos y étnicas. Un currículo centrado en la corriente mayoritaria es una for-
estéticos, que a menudo tienen fines utilitarios, son investidos de sig- ma importante de reforzar y perpetuar el racismo y el etnocentrismo.
nificado y «convertidos en algo especial» (Dissanayake, 1988), y con Un currículo centrado en la corriente mayoritaria tiene conse-
la respuesta que diferentes grupos de personas dan a esa peculia- cuencias negativas para los estudiantes pertenecientes a esa misma
ridad. corriente porque refuerza su falso sentido de superioridad, les ofrece
Aunque personalmente defiendo un enfoque de la educación ar-
3. Entre otros, me han ayudado a formular las ideas expuestas en este capítulo
tística que busque semejanzas entre las culturas y que concentre su
los siguientes autores: Banks (1991), Bennett (1990), Garcia (1982), Gollnick y
atención en las funciones y roles comunes del arte a través de las cul-
Chin (1986), Grant (1992), Grant y Sleeter (1986), Hernández (1989), Lynch
turas, no se debe negar la posibilidad de utilizar la educación artísti- (1990), Sleeter (1991), Sleeter y Grant (1987, 1988) y Tiedt y Tiedt (1990).
43 Diversidad cultural y educación artística
Arte, educación y diversidad cultural 42
• Énfasis en la reconstrucción social y la acción social (por ejem-
una idea engañosa de su relación con otros grupos raciales y étnicos,
plo, creando obras de arte con mensajes antirracistas).
y les quita la oportunidad de beneficiarse del conocimiento, las pers-
pectivas y los marcos de referencia que pueden obtenerse a partir del
Sobre la última acepción, una consecuencia sin duda magnífica,
estudio y la experiencia de otros grupos y culturas. Un currículo cen-
trado en la corriente mayoritaria les niega también a los estudiantes... me extenderé más ampliamente en el capítulo 4.
de dicha corriente la oportunidad de contemplar su propia cultura Zimmerman (1990a) emprendió una investigación en esta misma
desde las perspectivas de otros grupos y culturas. Cuando los indi- línea, y pudo identificar materiales de currículos artísticos que apo-
viduos [se encuentran distanciados]... de su propia cultura, [a menu- yan los cuatro primeros enfoques o posiciones, si bien es cierto que
do] son capaces de comprenderla de una forma más plena, de ver en la mayor parte de ellos estaban pensados para ser utilizados en las es-
qué sentido es única y diferente de otras culturas, y de comprender cuelas elementales, y algunos de ellos no eran apenas más que reco-
mejor cómo se relaciona e interactúa con otras culturas. mendaciones generales. Roger Tomhave (1992) por su parte identi-
Un currículo centrado en la corriente mayoritaria influye negati- ficó y analizó diferentes concepciones de la educación artística en la
vamente en los estudiantes pertenecientes a la minoría étnica... Por- bibliografía sobre multiculturalismo. Entre otras cosas, encontró ar-
que margina sus experiencias y culturas y no refleja sus sueños, espe- gumentos a favor de la aculturación/asimilación de las «minorías» a
ranzas y perspectivas... Muchos estudiantes sufren alienación en la
partir de la presentación a estas últimas de las grandes obras de arte
escuela en parte porque experimentan el conflicto y las discontinui-
de la cultura dominante. En ocasiones también salen ganando los
dades culturales resultantes de las diferencias culturales entre el
enfoques biculturales. Por ejemplo, en zonas con proporción alta de
mundo que viven en la escuela y en la comunidad (págs. 189-190).
población afroamericana, la educación artística puede centrarse a la
vez en el arte africano y en el arte europeo. En las zonas donde un
Las ideas de escritores como Banks, Gibson (1976) y Sleeter y
grupo posee suficiente poder económico y político, como en las es-
Grant (1987) pueden ayudarnos a comprender y a situar diferentes
cuelas de la zona canadiense controlada por algunas comunidades
interpretaciones de programas multiculturales de educación artísti-
de las Primeras Naciones, puede practicarse un cierto separatismo
ca. Por ejemplo, al igual que Gibson y Banks, Sleeter y Grant (1987)
cultural, con la consecuencia de que el único arte que se enseña es el
analizaron la bibliografía sobre educación con el fin de conocer
cómo habían definido los autores anteriores la educación multicultu- nativo. Los enfoques socialmente reconstructivos de la educación
ral. Identificaron cinco sentidos de la expresión que son aplicables a artística se han preocupado sobre todo de eliminar de los currículos
la educación artística: el eurocentrismo o el sexismo. Sin embargo, también se han experi-
mentado otros enfoques, como aquellos que se han preocupado de
la comprensión cultural, o del fomento de perspectivas multicultu-
• Enseñanza de diferentes contenidos a alumnos no pertene-
rales globales. Sin duda, los educadores pueden escoger entre una
cientes a la cultura dominante.
gama muy amplia de enfoques cuando se deciden a hacer frente al
• Énfasis en las relaciones humanas, como la cooperación y el
desafío de ofrecer una educación artística multicultural. Personal-
aprecio mutuo.
mente creo que hay algunas opciones muy positivas, nada caóticas,
• Énfasis en los estudios de las relaciones individuo-grupo en
de las que pueden echar mano para responder a este desafío.
diferentes culturas.
• Énfasis en la promoción del pluralismo y la diversidad cultu-
rales y de la equidad social.
Arte, educación y diversidad cultural 44 45 Diversidad cultural y educación artística

ha sido su constitución de la realidad, subrayar aquellos aspectos


Relativismo cultural que la mayoría considera declaradamente universales..., mostrar
cómo sus pretensiones de verdad están vinculadas a prácticas socia-
A lo largo de esta monografía yo defiendo un enfoque de la educa- les» (pág. 241). El trabajo de Hart (1991) ilustra este principio. Esta
ción artística basado en el relativismo cultural. Soy consciente de los autora demuestra que la visión romántica occidental del artista indi-
peligros de esta postura. El relativismo cultural, es decir, la acepta- vidual en actitud de lucha, así como los demás criterios de unicidad,
ción de «la igualdad básica de marcos fundamentalmente diferentes originalidad y permanencia, no pueden utilizarse para valorar la
de pensamiento y acción característicos de diversas culturas» (Pan- calidad de todas las formas de arte. En determinadas culturas, a al-
kratz, 1993, pág. 14), es un concepto inaceptable para algunos críti- gunos tipos de arte se les atribuye conscientemente un carácter tem-
cos. Muchas sociedades, subrayan estos pensadores, toleran la violen- poral (por ejemplo, pinturas en la arena) y de su ejecución se encar-
cia, mantienen sometidas a las mujeres, practican el racismo, degradan gan los grupos de personas que determinan algunas convenciones
el medio ambiente, y tales prácticas, independientemente del con- socialmente sancionadas. Estas obras sólo pueden valorarse enmar-
texto cultural en que se producen, no deberían aceptarse como váli- cadas en sus propios contextos culturales.
das. No puedo no estar de acuerdo con esta opinión; de hecho, yo
mismo sugeriré que los estudiantes deberían hacer arte que combata
directamente esos males. Sin embargo, sostengo que deberíamos es- Conclusión
tudiar las formas artísticas de tales culturas en sus propios contextos
culturales, porque el estudio de la política y de las ideologías forma No son sólo las escuelas las que están luchando con los problemas de
parte del estudio del arte. Raramente nos vamos a encontrar con una la educación artística y el pluralismo cultural. Como ha observado
cultura que sea totalmente mala o totalmente buena. Al acercarnos a Cembalest (1991): «A medida que el culturalismo se convierte en el
la educación artística, tenemos que ver la cultura a través de los ojos término de moda de la década de los noventa, [lo que se ha definido
de los antropólogos. como] el mundo del arte está llevando a cabo un importante esfuer-
Wasson, Stuhr y Petrovich-Mwaniki (1990) ponen a disposición zo de examen introspectivo. La tendencia es a reflejar (...) diversidad
de los educadores artísticos una definición sencilla y útil de cultura: en las exposiciones, [los artistas], el personal, las audiencias y, sobre
es el conjunto de formas que tiene un grupo de percibir, de creer, de todo, la perspectiva» (pág. 104). En este momento se están afirman-
valorar y de comportarse. Estos autores señalan que la cultura y el do muchos mundos artísticos.
arte tienen cuatro aspectos en común: ambas se aprenden viviendo Con este trabajo ocasional pretendo contribuir a ampliar las
en un determinado contexto y generalmente a través de un proceso perspectivas de los educadores artísticos en diversas instituciones
de instrucción formal; ambas son compartidas por el grupo; ambas públicas. En él trato de plantear cuestiones significativas y, al mismo
son dinámicas y muestran capacidad de adaptación; y ambas pueden tiempo, ofrecer orientación. En los próximos capítulos, analizaré las
ser reordenadas y renegociadas. actitudes etnocéntricas y egocéntricas del pasado frente al arte, son-
Como yo mismo he observado con anterioridad, multiculturali- dearé la obra de algunos científicos sociales y de otros sabios para
zar el arte no tiene por qué ser sinónimo de arrojar por la borda los mejorar nuestra comprensión de las funciones y los roles del arte en
cánones artísticos occidentales. Más bien, como señala Rabinow una sociedad pluralista, y trataré de descifrar el sentido que puede
(1986), «necesitamos humanizar a Occidente, mostrar lo exótica que tener todo esto para formular enfoques capaces de desarrollar, apli-
Arte, educación y diversidad cultural 46

car y evaluar la educación artística multicultural centrada en las asig-


naturas del currículo. La DBAE permite obtener visiones del arte
polifacéticas, y consiguientemente ofrece formas especialmente com-
prensivas para estimular la comprensión del arte y de la cultura por
parte de los estudiantes. Las ideas expuestas en esta monografía son
el fruto de mi experiencia de casi treinta años de trabajo en el cam-
4
po de la educación artística.

4. En esta monografía utilizo y amplío algunas de las ideas expuestas en otras


obras anteriores. Véanse especialmente Chalmers (1971, 1973, 1978, 1981, 1984,
1985, 1986, 1987a, 1987b, 1992a, 1992b, 1992c) y Mullen y Chalmers (1990).
Arte, educación y diversidad cultural 46

A vueltas con nuestro pasado:


etnocentrismo y egocentrismo
en el currículo artístico

¿De dónde han surgido las visiones estrechas y elitistas que tienen
del arte algunos educadores artísticos? Diversos prejuicios acerca de
la raza y el sexo —por ejemplo, que el Arte con mayúscula lo han
producido casi exclusivamente varones europeos— han condiciona-
do nuestra comprensión del arte. En este capítulo analizaré el origen
de estas ideas y teorías machistas eurocéntricas de rígida disposición
social, basadas en la Biblia y en convicciones pseudocientíficas, que
han influido y continúan influyendo hoy día en los enfoques de la
5
educación artística.
Quienes nos dedicamos a la educación artística estamos inclui-
dos entre aquellos que García (1982) describe cuando afirma que
todos nosotros experimentamos cierta dificultad para discutir temas
como el racismo y el prejuicio sin caer en una actitud defensiva, cau-
telosa, agresiva o tímida. Como afirma García, tenemos que dese-
char el temor, la ansiedad y la timidez y empezar a comprender las
causas y las consecuencias del racismo, del prejuicio, de las generali-
zaciones sin contenido y de la discriminación, de manera especial
cuando afectan a la enseñanza y al aprendizaje. El predominio otor-

5. De este capítulo apareció una versión más antigua en forma de artículo, ti-
tulado «The Origins of Racism in the Public School Art Curriculum» (Chalmers,
1992c). Lo reproduzco aquí, después de haberlo revisado, con autorización de la
National Art Education Association.
Arte, educación y diversidad cultural 48 49 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]

educadores artísticos han sostenido que estas ideas, además de estar


Algunos supuestos acerca del arte ligados a la cultura
vinculadas a una determinada cultura, son eurocéntricas, elitistas e
incluso racistas (por ejemplo: Duncun, 1990; Hamblen, 1990; Mu-
Los cánones del arte occidental dominante incluyen muchos supues-
tos a los que deben plantar cara los enfoques multiculturales de la
llen y Chalmers, 1990; Wasson, Stuhr y Petrovich-Mwaniki, 1990).
educación artística. He aquí algunos: Otros las han visto incluso como sexistas (por ejemplo: Callen, 1979;
Parker y Pollock, 1981). En una obra colectiva reciente editada por
• El mejor arte del mundo ha sido realizado por los europeos. Young (1990), un grupo de educadores artísticos de color hablan de
• Las pinturas al óleo, la escultura (en mármol o bronce) y la arqui- su propia experiencia y se hacen eco de estas críticas, como toda una
tectura monumental son las formas artísticas por excelencia. serie de artículos firmados por artistas de color (por ejemplo, Pin-
• Existe una distinción jerárquica significativa entre arte y artesanía. dell, 1990). El efecto de los currículos de arte sesgados en la autoi-
• El mejor arte ha sido obra de varones. dentidad de los estudiantes ha sido debatido elocuentemente por
• El mejor arte ha sido creado por genios individuales. DePillars (1990). Parafraseando a Mohandas Gandhi, este autor afir-
• Los juicios críticos acerca del arte deben basarse en los siguientes ma que el verdadero reto consiste en desarrollar y aplicar currículos
aspectos: disposición de líneas, colores, formas y texturas; realismo y multiculturales que permitan que «los auténticos vientos, no mitos,
proporción; uso de materiales; y expresividad (de acuerdo con las ideas de todas las culturas soplen libremente en las escuelas sin convencer
preconcebidas de «corrección o exactitud» definidas por los expertos). totalmente a ningún estudiante» (pág. 132).
• El arte por excelencia exige una respuesta estética individual; el sig-
Sin negar que existan otras formas de injusticia y parcialidad,
nificado sociocultural es secundario.
personalmente defenderé más adelante que los currículos de arte,
y buena parte del pensamiento artístico, han sido y son todavía hoy
etnocéntricos. Analizaré algunas de las causas del etnocentrismo y
gado a los cánones artísticos occidentales ha excluido el arte que ver- egocentrismo de los educadores artísticos. Otros autores, especial-
daderamente interesa en las vidas de muchas personas. mente Guold (1981), han apuntado que los argumentos a favor de la
Los poderosos a menudo han utilizado esta circunstancia para esclavitud, del colonialismo, de las diferencias raciales, de las estruc-
distanciarse personalmente de múltiples realidades y para implantar turas clasistas y de los roles sexuales a menudo han sido presentados
sistemas que convierten en extraños a quienes no se parecen al po- y defendidos bajo el estandarte de la ciencia. Los argumentos esgri-
deroso. Incluso descontextualizando el estudio del arte y presen- midos por algunos craneólogos, fisonomistas y deterministas geo-
tando falsamente una estética formalista que al parecer no está con- gráficos, juntamente con los utilizados por algunos líderes religio-
dicionada por una determinada cultura, quienes poseen poder han sos, han sido utilizados por cierto número de educadores artísticos
realzado el prestigio social de su propio arte. En una sociedad mul- europeos y americanos del norte para promover determinados tipos
ticultural esto no puede continuar así. Nosotros tenemos que educar de arte como más dignos de estudio que otros. Como consecuencia,
a los estudiantes para sus propios futuros multiculturales. algunas culturas han sido consideradas mejores que otras. En Occi-
Apenas cabe poner en duda que los currículos de arte en las es- dente ha habido una tendencia a equiparar arte grande con la com-
cuelas de América del Norte, y cierta erudición en materia de edu- plejidad de una cultura. Con demasiada frecuencia, lo mejor en arte
cación artística, han estado (y en algunas zonas continúan estando) ha estado asociado con varones blancos, riqueza, ocio y poder.
dominadas por ideas particulares de lo que es el buen arte. Algunos
Arte, educación y diversidad cultural 50 51 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]

lidad, tipo sanguíneo o color del pelo» (Feldman, 1994, pág. 8).
Etnocentrismo Cada grupo, observa Sumner, «alimenta su propio orgullo y vani-
dad, se jacta de su superioridad, exalta sus propias divinidades y
El etnocentrismo es una dimensión implícita del racismo. Como seña- mira con desprecio a los extraños» (pág. 13).
laron Le Vine y Campbell (1972), etnocentrismo se ha convertido en Yo apuntaría aquí que, desde nuestra perspectiva actual, el len-
guaje utilizado en algunas de las citas recogidas en este capítulo pue-
un término familiar que la inmensa mayoría entiende, en paralelismo de parecer ofensivo. Cito textualmente ese material porque puede
con «egocentrismo», como una actitud o punto de vista en que cada ofrecernos importantes claves para la comprensión del origen de un
uno aplica los valores derivados de los propios antecedentes cultura- prejuicio que perdura; la perspectiva histórica es un valioso elemen-
les a otros contextos culturales en donde tienen vigencia otros valores to para la comprensión actual. Por este motivo, he procurado no
diferentes. En la forma más ingenua de etnocentrismo, que Segall, sustituir el lenguaje neutral del género ni expurgar la terminología
Campbell y Herskovits (1966) denominan «absolutismo fenoméni- posiblemente ofensiva cuando cito las obras de otros autores.
co», una persona toma irreflexivamente los valores de la propia cul- George Gustavus Zerffi (1876), que enseñó historia del arte en la
tura por la realidad objetiva y automáticamente los utiliza como con- National Art Training School de South Kensington (Londres) y es-
texto para [juzgar] objetos y acontecimientos menos familiares... A cribió el primero y más influyente manual destinado a la formación
semejante persona no se le ocurre pensar que exista más de un punto
de los profesores de arte de habla inglesa a lo largo del siglo xix en
de vista. En un nivel más complejo, la actitud o punto de vista etno-
la asignatura de historia del arte, nos ofrece un excelente ejemplo de
céntrico tiene en cuenta múltiples puntos de vista, pero mira los de
eurocentrismo europeo: « [ L a ] facultad razonadora del negro es muy
otras culturas como incorrectos, inferiores o inmorales (pág. 1).
limitada y su imaginación muy lenta. El [negro] no puede crear be-
lleza, porque se muestra indiferente a cualquier concepción ideal.
Sumner (1906) fue uno de los primeros estudiosos que aplicaron el 3
Solamente posee entre 1.229,02 y 1.368,31 cm de cerebro... Este [es
concepto de etnocentrismo a la sociología moderna, y nosotros no
el] grupo ínfimo de la especie humana» (págs. 23-24). Zerffi califica
necesitamos escarbar mucho en la bibliografía sobre educación ar-
al Ario, el hombre blanco, de «producto supremo de las fuerzas cós-
tística para encontrar lo que él llama «una visión de las cosas en que
micas de la naturaleza» (pág. 26) y, haciendo gala del más puro et-
el grupo al que pertenece uno mismo es el centro de todo, y todos los
nocentrismo, prosigue:
demás son clasificados y tasados con referencia a dicho centro»
(pág. 13). Por ejemplo, cartas recientes enviadas al editor de Art
Exclusivamente a él le debemos el arte en su más elevado sentido...
Education en que se defiende la estética formalista contienen afirma-
Él supera a los otros... grupos de la humanidad, no sólo en habilidad téc-
ciones como las siguientes: « S i una relación de color es correcta en la nica, sino también y especialmente en inventiva y poder razonador, dis-
ciudad de Nueva York, lo es igualmente en Nueva Guinea» (Lloyd, cernimiento crítico y pureza de gusto artístico. Sólo el hombre blanco ha
1992, pág. 7), y «Existe un cuerpo de conocimientos acerca de los producido obras maestras idealizadas en escultura y pintura.
elementos del arte y el lenguaje de la visión..., que está siendo des- En su arquitectura, el hombre blanco utiliza tanto la línea horizontal
cuidado a favor de un enfoque cultural/antropológico centrado en el como la vertical, o ambas a la vez; toma la construcción triangular del ne-
multiculturalismo» (Lloyd, 1995, pág. 5). Otro escritor ha sugerido gro y la coloca sobre la tienda cuadrada del hombre amarillo, haciendo su
que «la baza en la enseñanza del arte está en prestar una seria aten- casa tan perfecta como es posible; no se queda ahí y, en correspondencia
ción a la obra del artista, sin tener en cuenta su raza, religión, sexua- con su frente poderosamente arqueada, no sólo tiende puentes por enci-
A r t e , e d u c a c i ó n y d i v e r s i d a d cultural 52 53 A v u e l t a s con n u e s t r o p a s a d o : e t n o c e n t i s m o y e g o c e n t r i s m o [...]

ma de ríos y abismos, sino que construye sus espléndidas cúpulas y arcos


apuntados, cumbre de las formas arquitectónicas (págs. 26-27). Racismo

Zerffi es un representante curioso de la «línea dura» del pensa- Durante la Ilustración europea, los filósofos definieron generalmen-
miento racial, pero no es un caso atípico. Ideas como las de Zerffi re- te al hombre en términos universales de características mentales y
sultan repugnantes en un mundo multicultural contemporáneo, pero psicológicas y no en términos de tamaño, color de la piel, o creencias
fueron comunes en el ambiente artístico e intelectual de la sociedad religiosas. Sin embargo, esto no impidió que por lo menos uno de
culta durante el siglo xix a ambos lados del Atlántico. Dentro de la ellos hiciese las siguientes reflexiones:
cultura dominante, tales ideas siguen influyendo hoy día en la plas-
mación de las actitudes de algunas personas frente al arte. Aunque Me inclino a sospechar que los negros y en general todas las demás
pueda parecer que yo estoy juzgando aquí el pasado, lo que realmen- especies de hombres (puesto que hay cuatro o cinco especies diferentes)
te pretendo es que los lectores se hagan más conscientes de estas per- son naturalmente inferiores a los blancos. Nunca ha existido una nación
sistentes influencias para que sean capaces de juzgar por sí mismos la civilizada de complexión diferente a la de los blancos, ni siquiera ha exis-

validez de semejantes ideas para la educación artística actual. El in- tido un individuo que haya destacado de forma eminente en el campo de
la acción o de la especulación. Entre ellos no hay aparatos ingeniosos, ni
flujo de Zerffi no se extendió sólo por Gran Bretaña. Ejemplares de
artes, ni ciencias. Por otra parte, los más rudos y bárbaros de entre los
su manual y de los textos impresos de muchas de sus conferencias se
blancos, como los antiguos germanos o los actuales tártaros, siguen mos-
encuentran hoy a disposición de los lectores en algunas bibliotecas
trando algo eminente a su alrededor, en su valor, forma de gobierno, u
de América del Norte.
otro aspecto particular. Tan uniforme y constante diferencia no podría
Aunque supone que durante los siglos xvm y xix hubo repre- manifestarse en tan numerosos países y épocas si la naturaleza no hubie-
sentantes tanto de la línea dura racial como de la línea blanda, se establecido una distinción entre estas razas de hombres. Sin mencio-
Gould (1981) muestra que a lo largo de los períodos supuestamente nar nuestras colonias, hay esclavos negros dispersos por toda Europa, en
igualitarios de la Ilustración europea y de la Revolución americana ninguno de los cuales se han podido descubrir nunca síntomas de genia-
la igualdad racial era muy imperfecta en la práctica. Este pretendido lidad, aunque personas inferiores [ b l a n c a s ] , sin educación, pueden
igualitarismo, que asomó de nuevo en el llamamiento reciente de arrancar de cero entre nosotros y distinguirse personalmente en cada
Hirsch ( 1987) a favor de la alfabetización cultural, tal vez tenga su profesión (David Hume, citado en Popkin, 1973, págs. 245-246).
origen histórico en el condescendiente «argumento de que la infe-
rioridad [racial del hombre no blanco] es puramente cultural y pue- Sobre esta época, Popkin (1973) observa: «La carencia de la ade-
de erradicarse por medio de una educación que responda a patrones cuada dotación intelectual entre los no blancos se convirtió en una de
caucasianos» (Gould, 1981, pág. 32). Después de analizar las actitu- las principales bases para juzgarlos en función de su "filosofía" y "es-
des de Franklin, Jefferson e incluso Lincoln, Gould afirma: «Todos tilo de vida"» (pág. 248). A Linneo (1806) suele atribuírsele el méri-
los héroes americanos mostraron actitudes raciales que pondrían en to de haber sido el primero en clasificar diversas razas, ordenándolas
un aprieto a los creadores de mitos de la escuela pública [actual]» a partir del «hombre salvaje», parecido al animal, pasando por el afri-
(pág. 32). cano, el americano y el asiático, para terminar con el europeo. La afir-
mación de Hume según la cual ningún hombre que no fuese blanco
había contribuido a la civilización o las artes se aceptó como un he-
Arte, educación y diversidad cultural 54
55 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]
cho indiscutible. Judíos y católicos o protestantes, dependiendo de
culturas fuesen capaces de «mejorar». En América del Norte, esta
quién era el que escribía, estuvieron también bajo sospecha, pero fue-
opinión se vio reflejada a menudo en los currículos eurocéntricos de
ron en especial «las personas de color [las que] simplemente no ra-
las escuelas con internado para los «indios». De manera parecida,
zonaban como es debido para poder calificarlas de seres humanos en
debido a que los europeos consideraron que los maoríes de Aotea-
el sentido filosófico» (Popkin. 1973, pág. 250). Otro tanto se dijo a
roa-Nueva Zelanda eran capaces de ser «civilizados», la Ley de Edu-
menudo de las mujeres. Los varones europeos marcaban las pautas.
cación de Nueva Zelanda de 1914 contenía una serie de regulaciones
Aunque claramente expresado aquí, este pensamiento estuvo latente
especiales acerca del dibujo en las escuelas maoríes. Entre los obje-
durante mucho tiempo, incrustado en distinciones jerárquicas y de
tos considerados convenientemente civilizados y británicos como
género entre arte y oficio y en mucho de lo que se ha llamado la esté-
para ser estudiados están los siguientes: el fútbol, los bolos, la zana-
tica elitista y la teoría educativa artística. En Occidente, el estudio de
horia, la ciruela, la manzana, la flor denominada pensamiento, el
la estética empezó durante la Ilustración europea.
narciso, el mazo de croquet, el bate de criquet, la raqueta de tenis, la
Hace más de doscientos años, libros populares como A History
campana de la escuela, y la maceta de flores (Chalmers, 1990). Por
of Jamaica (Long, 1774) divulgaron entre los lectores europeos y
sus omisiones, esta lista de objetos dejaba en muy mal lugar a la cul-
americanos una serie de odiosos estereotipos sobre los pueblos ne-
tura maorí. Aunque de tendencia menos imperialista, el movimiento
gros como «groseros, ignorantes, perezosos, astutos, falsos, crueles,
de estudio de la pintura a finales del siglo xix y principios del xx en
ladrones, desconfiados y supersticiosos» (citado en Marsden, 1990,
6 las escuelas de América del Norte dio preferencia al estudio del arte
pág. 336). ¿Cómo podían ser vistos como creadores de arte perso-
europeo en perjuicio del arte de las culturas americanas.
nas o pueblos caracterizados de este modo?
Durante el siglo xix, para la educación artística europea y ameri-
Aunque algunas personas sostuvieron opiniones menos extre-
cana del norte el arte de los niños era inferior al arte de los adultos,
mas, el concepto de civilización que mantuvieron, además de estar
y el arte de las razas «inferiores» se percibió como un arte de niños.
condicionado por su propia cultura, fue elitista, y paternalista con
De esta manera, la idea de que los adultos de razas inferiores son
respecto a los no blancos y las mujeres. En su opinión, sólo Occi-
como los niños de razas superiores salió reforzada. En una discusión
dente podía pretender ser verdaderamente civilizado, aunque otras
recapituladora de la teoría, Gould (1981) cita las palabras textuales
de Cope (1887): «Para nosotros, los esfuerzos [artísticos] de las ra-
6. Estos estereotipos persistieron en muchas publicaciones posteriores de auto- zas más antiguas de las que tenemos conocimiento fueron muy pa-
res blancos. Véase, por ejemplo, la entrada «Negro» en la primera edición de la En- recidos a los que realiza la mano inexperta de la infancia [europea]
ciclopedia Británica (1798):
sobre su pizarra o a los del salvaje que pinta sobre las superficies ro-
Nombre dado a una variedad de la especie humana, cuyos miembros son total- cosas de los acantilados» (pág. 153). Un conocido psicólogo inglés
mente negros, y se encuentran en la zona tórrida, especialmente en la parte de Áfri- de la época afirmaba:
ca situada entre los trópicos... Algunos de los vicios más notorios parecen formar
parte de la dote de esta raza infeliz: ociosidad, perfidia, venganza, crueldad, desca- En buena medida, esta cruda expresión primera del sentido estéti-
ro, robo, mentira, impiedad, libertinaje, suciedad e intemperancia. Se diría que es-
co del niño muestra puntos de contacto con las primeras manifesta-
tos vicios han borrado en ellos los principios de la ley natural y han silenciado los re-
ciones de gusto en la raza. El gusto por las cosas brillantes y relucien-
proches de la conciencia. Desconocen todo sentimiento de compasión y constituyen
tes, por las cosas alegres, por los fuertes contrastes de color, así como
un terrible ejemplo de la corrupción de hombre abandonado a sí mismo (pág. 794).
por ciertas formas de movimiento, como el de las plumas —el adorno
Arte, educación y diversidad cultural 57 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]
56

personal favorito—, todo esto se considera una característica del sal- tos científicos sistemáticos sino de hábitos mentales moldeados por el
vaje y hace que a los ojos del hombre civilizado su gusto parezca pue- entorno sociocultural. Sabemos que durante la época victoriana bue-
ril. Por otra parte, no estamos seguros de que el hombre salvaje al- na parte del debate sobre las razas se produjo de manera completa-
cance a tener el sentido de la belleza de las flores que tiene el niño mente fortuita. Las observaciones de los viajeros se mezclaron con
[blanco] (Sully, 1895, pág. 386). prejuicios comunes. Estos se infiltraron en la conversación cotidiana,
en las historias publicadas por la prensa diaria, en los discursos con
motivo de reuniones científicas, y en las publicaciones científicas, in-
Prejuicio cluidas las de las asociaciones antropológicas que se fundaron en
Londres, París, Florencia, Berlín, Viena, Moscú, y Nueva York entre
La idea de la superioridad de algunas razas basada en los datos de la 1859 y 1870. Es indiscutible que, con anterioridad a 1900, los pro-
craneometría ejerció también cierto influjo en el pensamiento rela- gresos científicos no fueron capaces de contrarrestar el influjo nega-
cionado con la educación artística. Como profesor de historia del arte tivo de los prejuicios cotidianos. Es más, de hecho el progreso cientí-
en la Escuela Nacional de Formación Artística, Zerffi (1876) tuvo un fico sirvió a menudo para dar a estas observaciones mayor coherencia
notable impacto en el pensamiento pedagógico artístico. Su Manual y, por desgracia, mayor autoridad (Lorimer, 1988).
of the Historical Development of Art está dedicado a Edwin J. Poyn- Además de citar estudios dudosos acerca del tamaño del cerebro
ter, director de la Escuela de Formación Artística de South Kensing- y los ángulos faciales, de acuerdo con el espíritu de su tiempo, Zerf-
ton. Poynter aludía con frecuencia a la Grecia y la Roma clásicas e in- fi (1876) comenta que «el negro» es «lento de temperamento, des-
vocaba «una tradición de criterios valorativos, suposiciones, creencias mañado, su ingenuidad mecánica es la de un niño; nunca va más allá
y normas constituida entre el Renacimiento italiano y finales del si- de la ornamentación geométrica... No puede crear belleza, porque es
glo xvín» (Pearson, 1982, pág. 42; véase Poynter y Head, 1885). Zerf- indiferente a toda concepción ideal» (págs. 239-240). A los negros
fi apoyó esta tradición con su análisis craneométrico del arte en un no se los veía simplemente como creadores de un arte inferior, sino
capítulo titulado «La etimología y su relación con el arte». como contempladores inferiores del arte, y, hasta bien entrado el si-
Zerffi sufrió la influencia de dos elementos destacados en las ac- glo xx, los afroamericanos tuvieron prohibida la entrada como pú-
titudes raciales victorianas por lo menos desde la década de 1850: blico a muchos museos. Por ejemplo, durante la década de 1930 el
« L a creencia en la desigualdad natural de los seres humanos, y cier- Museo de Houston de Bellas Artes sólo admitió visitantes negros
ta predisposición a generalizar libremente acerca del carácter de los una tarde cada semana. A pesar de todo, esta política era muy gene-
grupos raciales y étnicos» (Lorimer, 1988, pág. 428). Si, como afirma rosa para la época, porque la exclusión racial, clara o encubierta, era
Marsden (1990), la esencia del racismo consiste en que asigna carac- una característica de la mayor parte de las instituciones artísticas del
terísticas de grupo a los seres humanos basándose en atributos físi- norte (Coleman, 1939; citado en DiMaggio y Ostrower, 1990).
cos y a estas distinciones les otorga una cierta trascendencia social Zerffi (1876) comenta que en un miembro del grupo racial que él
que se ve «intensificada emocionalmente por la ubicación en una or- denomina «turanio» o «mongol» la «facultad del razonamiento sólo
denación jerárquica» (pág. 333), tenemos que concluir que las opi- está desarrollada hasta un cierto grado... El individuo en cuestión so-
niones de Zerffi acerca del arte fueron sin duda racistas. Como han bresale por su habilidad técnica, está muy dotado para la imitación,
demostrado autores como Bolt (1971) y Lorimer (1988), estas opi- puede producir ornamentación geométrica del tipo más complicado e
niones no se derivaban, a pesar de las afirmaciones en contra, de da- ingenioso..., pero no tiene sentido de la perspectiva y carece de talen-
Arte, educación y diversidad cultural 58
59 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]
to para el sombreado. Es incapaz de dibujar la forma humana». Y
ser siervo de siervos, es decir, esclavo. De los tres hijos de Noé sur-
continúa: «Desconoce la escultura de tipo superior, aunque puede
gieron las razas que poblaron la tierra. La visión fundamentalista fue
ejecutar perfectamente tallas maravillosas, que, pese a lo pintoresco de
que Cam era negro, Jafet blanco, y Sem un tipo intermedio, repre-
su dibujo y composición, resultan deficientes desde el punto de vista sentativo de los pueblos árabes [o, en la tipología de Zerffi, «amari-
de la proporción y la expresión... Como sus líneas faciales, los teja- llos»]. Dios decretó que los territorios de Jafet fueran dilatados, y que
dos de sus casas están retorcidos hacia arriba» (págs. 24-25). A conti- Canaán fuera el esclavo de Jafet y de Sem (Marsden, 1990, pág. 334).
nuación Zerffi alaba el arte de la raza «blanca» como «el producto su-
premo de las fuerzas cósmicas de la naturaleza» (pág. 26). El capítulo De esta manera se justificaban racionalmente tanto la esclavitud
que Zerffi titula « L a etimología y su relación con el arte» concluye: como el colonialismo.
Aunque tal vez existieron intereses económicos egoístas de por
Aunque, indudablemente, el arte pertenece al círculo mágico de la medio, lo cierto es que los Victorianos manifestaron mayor respeto
imaginación y de los poderes internos de la mente, esos poderes de-
por las religiones orientales que por otras religiones no cristianas.
penden de nuestra misma disposición corporal, de la cantidad de ce-
Para los Victorianos, la idea de que el islam pudiera reemplazar a la
rebro y del ángulo facial. No estamos tratando aquí de una simple hi-
cristiandad como fuerza civilizadora era, naturalmente, objeto de con-
pótesis, sino que presentamos a nuestros lectores una teoría completa
troversia. Pero probablemente todos aceptaban que el islam estaba a
apoyada en hechos... El negro únicamente llama nuestra atención
como salvaje; el hombre amarillo ha seguido una trayectoria peculiar medio camino entre la barbarie y la civilización. Esta opinión parece
y ha permanecido estacionario en su desarrollo artístico; el hombre haber sido compartida también ampliamente en la educación artís-
blanco ha pasado a través de los estadios salvajes (págs. 27-28). tica de la época. Por ejemplo, los europeos les concedían a los no
blancos, especialmente a los pueblos islámicos, el mérito de hacer
No debe sorprendernos que tales pronunciamientos fueran co- hermosos trabajos decorativos y ornamentales, pero no les recono-
munes cuando los miembros de la clase media profesional veían que cían necesariamente el que pudieran hacer arte. Basándose en el ma-
para el futuro se anunciaban cambios inquietantes y su posible de- terial que ponían a su disposición los museos y exposiciones británi-
cadencia (Lorimer, 1988). Racismo y poder estaban sutilmente en- cos del siglo xix, Owen Jones dedica 22 de las 112 láminas que
trelazados, como lo siguen estando en la actualidad, y fusionados contiene su libro de 1856 The Grammar ofOrnament a lo que podría-
para reproducir y normalizar la opresión que servía para mantener el mos llamar el dibujo islámico, y 3 a lo que él mismo denomina «or-
poder de unos pocos. Incluso en una educación artística calificada namentación salvaje», aunque todos los ejemplos proceden del sur
de multicultural, este legado ha tenido como resultado el predomi- del Pacífico. En el libro se incluyen también 12 láminas que muestran
nio continuado de los cánones estéticos occidentales —por ejemplo, ornamentaciones procedentes de la India y 3 con motivos chinos. Si
el formalismo— y la perpetuación de la distinción entre arte y oficio. el libro hubiese tratado acerca del arte, y no de la ornamentación, es
Los cristianos del siglo x i x encontraron apoyo para su fe en una dudoso que hubiese acogido obras de autores no blancos. Acerca del
jerarquía racial que se afirma a lo largo del Antiguo Testamento, es- grupo que él denomina «Salvajes del Pacífico Sur», Jones escribe con
pecialmente en el capítulo 9 del libro del Génesis: evidente condescendencia: «El placer que nos produce contemplar
las rudas muestras de ornamentación de las tribus más salvajes pro-
Noé hizo salir del arca a sus tres hijos, Sem, Cam y Jafet. Canaán,
el hijo de Cam, fue objeto de una maldición (versículo 25) por haber cede de nuestra valoración de una dificultad superada; nos seduce la
visto su padre la desnudez de Noé. Dicha maldición lo condenaba a evidencia de la intención, y nos sorprende el sencillo e ingenioso pro-
ceso en virtud del cual se obtiene el resultado» (pág. 14).
Arte, educación y diversidad cultural 61 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]
60

Aproximadamente 75 años más tarde, el educador artístico porcionaba una cómoda defensa de las clasificaciones raciales. «Se
Walter Crane (1925) incluyó en su libro The Bases ofDesign un ca- presentaba a los blancos como una raza que gozaba de las ventajas de
pítulo de 31 páginas titulado « L a influencia racial en el dibujo». vivir en las latitudes nórdicas con una temperatura y una variedad cli-
Aunque les otorga tal vez cierta superioridad a los griegos, reconoce mática productoras de energía» (Marsden, 1990, pág. 337). Leclerc
que el arte primitivo griego «difiere poco en el método, el trata- (1785) fue uno de los primeros autores que sostuvo esta teoría:
miento y el uso de la ornamentación de las razas asiáticas, los asi-
dos, los egipcios y los persas» (pág. 24). Sin embargo, reflejando un El clima más templado, correspondiente a la zona comprendida
entre los grados 40 y 50 de latitud, produce los individuos humanos
sesgo occidental a favor del arte figurativo, el mismo autor afirma
más bellos y hermosos. A partir de este clima deben derivarse las
que sólo los griegos «llevaron la figura humana en la escultura a su
ideas del color genuino de la especie humana y de los diversos grados
máximo grado de perfección» (pág. 204). A pesar de esta opinión,
de belleza. Ambos extremos se encuentran igualmente alejados de la
hace una exposición generalmente elogiosa de las artes «menores» verdad y la belleza. Los países civilizados, situados en esta zona son
decorativas y ornamentales de la mayor parte de los grupos cultura- Georgia, Circasia, Ucrania, la parte europea de Turquía, Hungría, el
les. Hasta fechas muy recientes, este mismo fue el enfoque que sur de Alemania, Italia, Suiza, Francia y el norte de España. Los na-
adoptaron muchos manuales de historia del arte. Por ejemplo, algo tivos de estos territorios son la gente más bella y hermosa del mundo
parecido podemos encontrar en el libro de Janson (1981), ^4 Basic (citado en Popkin, 1973, pág. 251).
Historiy ofArt, que sus editores presentaron como «una introduc-
ción al vasto mundo del arte a un nivel comprensible para los estu- Debido a que esta «gente guapa» tendió a ocupar las partes más
diantes». En este libro, al arte de los pueblos del sur del Pacífico, de frías de Europa, el determinismo geográfico se utilizó para apoyar
los indígenas americanos, de los inuit y de los africanos se le presta las pretensiones de superioridad de los protestantes blancos. Un si-
escasa atención bajo el título de «arte primitivo». El arte del sur de glo después de Leclerc, Isaac Edwards Clarke (1885), un autor deci-
Asia no se incluye en absoluto, y en la primera edición el arte chino monónico especializado en temas de educación artística, escribió
y el japonés no se mencionan ni siquiera desde un punto de vista et- después de visitar la exposición del Centenario de Filadelfia: «Al ob-
nocéntrico occidental, como artes que influyeron en el impresionis- servador meditabundo le sobrevino allí una revelación súbita de la
mo occidental, y mucho menos naturalmente como artes que deben relativa importancia, poder y destino de las razas protestantes blan-
estudiarse por derecho propio. cas, de habla inglesa». Y continúa: «Ciertamente, si se incluyen los
pueblos germánicos afines, nadie que vea la Exposición albergará la
menor duda de que el futuro inmediato de la civilización descansa
Determinismo geográfico en las razas blancas protestantes» (pág. 204).

Marsden (1990) ha mostrado el profundo atractivo que ejercieron los


constructos jerárquicos en ensayistas, poetas y novelistas del siglo xix. Prejuicio cultural y educación artística
Tanto el «noble salvaje» como el «indolente nativo» se convirtieron
en estereotipos apuntalados por un determinismo geográfico que sos- Para comprender la historia que ha desembocado en la situación ac-
tenía que el clima influía decisivamente en el continuo que va de la in- tual de la educación artística, caracterizada por la profunda compe-
dolencia al vigor. De esta manera, el determinismo geográfico pro- netración de racismo, egocentrismo, etnocentrismo y eurocentris-
63 A vueltas con nuestro pasado: etnocentismo y egocentrismo [...]
Arte, educación y diversidad cultural 62

Éstas eran las opiniones dominantes cuando, hace aproximadamente


mo, hemos de tomar conciencia de cómo, a lo largo de los siglos xvm
125 años, el arte entró en las escuelas públicas de América del Norte.
y xix, las explicaciones europeas de la diversidad humana se fueron
haciendo cada vez más valorativas. Comprobada esta tendencia, no No pretendo aquí juzgar ni condenar el pasado. Por el contra-
es de extrañar que educadores como Clarke y Zerffi escribiesen rio, creo que necesitamos comprender el pasado antes de que po-
como lo hicieron. Los europeos y los americanos europeos de su damos explicar la parcialidad de las prácticas actuales y embarcar-
tiempo fueron muy críticos con todo lo que les resultaba extraño. nos en un futuro que a los educadores artísticos les plantea una
Sin embargo, las cosas no siempre habían sido así. Escribiendo du- serie de exigencias, a saber: respetar y valorar los diferentes antece-
rante el siglo xvi, durante la conquista española, Bartolomé de las dentes, valores y tradiciones de los estudiantes; reconocer que to-
Casas insistía: dos los grupos pueden producir y delinear arte de excelente cali-
dad; y comprender que el arte existe por razones bastante similares
Todos los individuos del mundo... tienen inteligencia y voluntad, en todas las culturas. Necesitamos profesores de arte capaces de
todos poseen los cinco sentidos externos y los cuatro sentidos inter- crear en el aula una atmósfera en que las culturas de los alumnos se
nos, y se mueven atraídos por los objetos de éstos, todos se muestran reconozcan, se compartan y se respeten. Necesitamos educadores
satisfechos con la bondad y experimentan placer con las cosas felices artísticos que puedan analizar y detectar cómo y dónde los materia-
y deliciosas, todos lamentan y aborrecen el mal (citado en Popkin, les utilizados en la enseñanza del arte son racistas, y que estén dis-
1973, pág. 247). puestos a desarrollar materiales curriculares culturalmente adecua-
dos para complementar aquellos ya existentes cuando el tratamiento
Este mismo punto de vista lo habían mantenido el papa Pablo III de diferentes grupos culturales es limitado o parcial. A menudo los
y otros, pero finalmente terminaron imponiéndose posturas opues- estudiantes pueden enseñarles a los profesores aspectos importantes
tas a ésta. Popkin (1973) sugiere que, puesto que los europeos ha- de sus propias culturas: en una sociedad multicultural, tanto la ense-
bían dejado de lado el humanismo bíblico (el convencimiento de ñanza como el aprendizaje tienen que actuar en varias direcciones.
que todos los seres humanos están hechos a imagen de Dios), y las También necesitamos implicar a los padres y a otros miembros de la
explicaciones naturalistas de la naturaleza humana tenían en cuenta comunidad en las actividades del aula, como expertos y como per-
una valoración normativa, la economía de la esclavitud, de la coloni- sonas de recursos. Si conseguimos responder con éxito a estas ne-
zación y del oro pudieron justificarse: cesidades, la educación artística puede contribuir de manera signi-
ficativa a que en el futuro la humanidad de todas las personas sea
Y, sin que nadie se sorprendiese, los teóricos... se las agenciaron respetada.
para descubrir que las personas con propiedades mentales «perver-
sas» o «inferiores» justamente sucedía que tenían la piel de color per-
versa, o las creencias y prácticas religiosas perversas. Al descubrir
El pluralismo cultural como tema de la educación artística
esto, los filósofos puros y los filósofos de la naturaleza no desvaria-
ban, sino que actuaban como los teóricos de una corriente importan-
te de pensamiento que estaba transformando la concepción univer- Desde 1951, las publicaciones profesionales de la National Art Edu-
salista del hombre en una visión de las gradaciones del género cation Association han acogido algunos artículos sobre pluralismo
humano, transformación que pudo justificar lo que estaba sucedien- cultural en la educación artística. Con anterioridad a esa fecha, sólo
do (pág. 254). la artesanía de otras culturas, habitualmente la cerámica y los teji-
Arte, e d u c a c i ó n y d i v e r s i d a d cultural 64 65 A v u e l t a s con n u e s t r o p a s a d o : e t n o c e n t i s m o y e g o c e n t r i s m o [...]

dos, habían sido objeto de cierta atención curricular. Stross-Haynes


(1993) investigó documentalmente las anteriores teorías, junto con
la legislación, que habían inspirado algunos de los enfoques multi-
culturales de la educación artística en Estados Unidos entre 1954
y 1980. Como tema emergente en la teoría educativa del arte en
América del Norte, el multiculturalismo podemos retrotraerlo al se-
minario sobre educación artística con vistas a la investigación y al
desarrollo del currículo celebrado en la Universidad del Estado de
Pensilvania en 1965, y más en concreto a la ponencia presentada en
dicho seminario por June King McFee (1966), quien formuló ini- La fascinación europea por el « o t r o » . Cuatro estudios de la cabeza de un negro,
atribuido a Peter Paul Rubens, 1617-1640. Óleo sobre madera, 25,4 x 65 cm.
cialmente su punto de vista en la defensa de la tesis doctoral y de
Museo J. Paul Getty, Malibu, California.
forma más completa en la posterior publicación de la primera edi-
ción de su libro Preparation for Art (1961). Esta obra ha sido com-
pletada desde un punto de vista antropológico y sociológico por la diversidad cultural y de sus implicaciones para la educación ar-
otros autores, muchos de los cuales han sido alumnos de McFee. En tística.
menor grado, el problema del culturalismo estuvo también presen- Sin embargo, a pesar de estos avances, algunos teóricos de la
te en la obra temprana de Manuel Barkans (1953) y en el trabajo de educación artística se han mostrado reticentes a renunciar a parte de
Viktor Lowensfeld en el Instituto Hamton. El que cada día hayan su poder y autoridad. Estos autores adoptan enfoques del currículo
sido más numerosas las voces de los autores no blancos en el ámbi- y de la instrucción en materia artística que todavía no cuestionan con
to de la educación artística —hecho que llamó por primera vez la debida seriedad el etnocentrismo, el elitismo y el sexismo, prejui-
nuestra atención con motivo de la publicación de la obra de Euge- cios todos ellos incrustados en enfoques de la enseñanza que subra-
ne Grigsby, Art and Ethnics (1977'; véase también Grigsby, 1991), y yan determinadas habilidades técnicas, una estética formalista y el
más recientemente con la obra colectiva de Young (1990) y los afi- trabajo en solitario como creador y como crítico, e incluso en la elec-
liados a la sección sobre temas de la minoría de la National Art Edu- ción predominante de los medios para hacer arte en el aula. Aunque,
cation Association— es lo que en realidad ha mantenido vivo el de- al contrario de lo que les sucedía a sus homólogos decimonónicos,
bate multiétnico. En el ámbito de esta última asociación, el comité los educadores artísticos de hoy día ven probablemente cada vez
directivo de las mujeres y el comité sobre teoría social en la educa- más la educación artística occidental como una entre otras muchas,
ción artística han centrado su interés en problemas relacionados la reacción típica que suele provocar esta visión a la hora de desa-
con la equidad, la diversidad y el multiculturalismo. Los colabora- rrollar y aplicar el currículo es todavía la de asignar al canon occi-
dores de la obra dirigida por Blandy y Congdon, Art in a Democracy dental una importancia central y, a continuación, añadir de forma
(1987a) y otras voces (por mencionar algunas, desde 1983, el Jour- cautelar unos cuantos ejemplos artísticos multiculturales. La mayo-
nal of Multicultural and Cross-Cultural Research in Art Education, ría de los educadores artísticos no han repensado ni revisado con su-
que se propone «promover una mayor comprensión de diversas cultu- ficiente seriedad sus enfoques de la enseñanza artística en una socie-
ras e investigar la función del arte en una educación multicultural»; dad cada vez más multicultural y global.
Kantner, 1983, pág. 4) han afianzado nuestra toma de conciencia de Quiero señalar aquí que en esta monografía utilizo el término
A r t e , e d u c a c i ó n y d i v e r s i d a d cultural 66

minoría sólo cuando aparece ya en la bibliografía que estoy discu-


tiendo. Es un término problemático, utilizado con mayor frecuen-
cia en Estados Unidos que en Canadá, para describir a personas que
de alguna manera se encuentran fuera del grupo dominante. La-
mento que pueda usarse no sólo para reconocer sino también para
rebajar la importancia de ciertos grupos de personas o de su arte.
Resulta demasiado fácil para los educadores artísticos añadir una o
dos lecciones, o encontrar un par adicional de diapositivas, que re-
flejen el arte de una así llamada minoría. Buena parte de la educa-
ción artística sigue basándose en currículos saneados en los que el
arte, aun incluyendo ejemplos multiculturales, es insulso, amable y
burgués. La disidencia o el debate raramente han sido objeto de
una investigación seria en la educación artística, y raramente se han
sacado todas las consecuencias de la diversidad cultural y de la uni-
dad dentro de esa diversidad en los enfoques actuales de la educa-
ción artística.

Conclusión

Shapson (1990) ha señalado que «los intentos de aplicar un nuevo


currículo y una enseñanza innovadora con vistas a una educación
multicultural son frágiles. Los esfuerzos de algunos educadores com-
prometidos y de otros corredores de apuestas son vulnerables a las
presiones políticas» (pág. 213). Como yo mismo he tratado de mos-
trar en el presente capítulo, los educadores artísticos también son
vulnerables a visiones jerárquicas poderosamente arraigadas acerca
de la superioridad racial y cultural y del destino evidente. Podría
afirmarse que la educación artística sufre lo que el artista cubano
Flavio Garciandia ha llamado el «síndrome de Marco Polo». A me-
nudo, lo considerado diferente es sospechoso de ser «portador de vi-
rus amenazadores para la vida más bien que de elementos nutriti-
vos» (Mosquera, 1993, pág. 35)
Arte, educación y diversidad cultural 66

¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte?


¿Para qué sirve el arte?

En el presente capítulo intentaré dar algunas respuestas a las pre-


guntas planteadas en este título: ¿por qué hacemos arte? ¿Cómo uti-
lizamos el arte? ¿Para qué sirve el arte? En una sociedad cultural-
mente plural es importante que, por una parte, nosotros hagamos
este tipo de preguntas y que, por otra parte, tratemos de darles al-
guna respuesta, porque es aquí donde encontramos la unidad en la
diversidad. Los amplios temas o funciones del arte a lo largo de las
culturas deberían constituir el centro de interés para un eficaz desa-
rrollo del currículo multicultural en el arte.

A la búsqueda de cierta unidad en la diversidad

En la cultura occidental el término mismo arte tiene muchos signifi-


cados. Puede utilizarse para referirse selectivamente a obras particu-
lares —por ejemplo, pinturas, sinfonías, esculturas, novelas, piezas
de baile, películas, u obras de teatro— o para describir un proceso.
También puede utilizarse en sentido valorativo, para calificar una
obra o artefacto de una manera particular (como en la expresión
«¡Eso sí que es arte!»). Mann (1977) sugiere que hay una serie de
preguntas que nosotros seguimos planteándonos acerca del arte:

• ¿Qué es arte?
Arte, educación y diversidad cultural 68 69 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

• ¿Para qué sirve el arte?


• ¿Qué es lo que constituye el buen arte?
• ¿Quién decide estas cosas?
• ¿En virtud de qué normas o patrones?

Tenemos que plantearnos estas cuestiones y buscar un tipo de


respuestas que reconozcan la diversidad cultural, porque las res-
puestas de que disponemos actualmente acerca del arte suelen estar
culturalmente condicionadas. En un contexto multicultural, como
observa Dissanayake (1988), «en muchos casos las categorías se
abordan mejor a partir de la consideración de cómo funcionan y no
tanto de lo que son objetivamente» (págs. 58-59). Esta autora subra-
ya que, «como muchas cuestiones que nadie se molesta por plantear,
la pregunta de "para qué sirve el arte" únicamente muestra sus pre-
ocupantes posibilidades cuando uno empieza a sentirse aguijoneado
por el tema» (pág. 3).
Aunque un cierto número de antropólogos que han trabajado en
diversos marcos culturales se han hecho la pregunta de para qué
sirve el arte, los alumnos que estudian en escuelas y museos y los
profesores que enseñan a esos estudiantes raramente se hacen esta
pregunta. Trabajando como antropólogos y utilizando confidentes
culturales, los estudiantes pueden identificar las formas artísticas que
interesan en una serie de culturas y subculturas, discutir las funcio-
nes y roles que desempeñan esas formas artísticas, y comprender Dos paisajes (India y Somerset, Inglaterra), colgadura de una tienda. Grupo
cómo, por qué y por obra de quién se define la excelencia. Las cul- de mujeres de Ansford y escuela de la comunidad de Ansford. Proyecto textil de
turas pueden ser grandes o pequeñas. Pueden solaparse, y dentro de la Galería Nacional Nerhu, 1993. Tela y bordado, 304,8 x 121,92 cm. Victoria
una cultura dominante los individuos pueden pertenecer a varios and Albert Museum, Londres, Inglaterra.
grupos culturales o subculturas. Dentro de estas subculturas locales
Inspirándose en una colección del museo y con la participación de mujeres procedentes del sur de
los estudiantes pueden empezar a identificar el arte que interesa y Asia y de un educador del museo como animadores culturales, un grupo de alumnos británicos y
discutir sus funciones y roles. Las subculturas pueden definirse de de mujeres procedentes del sur de Asia instaladas en el lugar hicieron esta colgadura bordada y de-
corada. La combinación de las imaginerías mogólica e inglesa de Somerset es decididamente muí
acuerdo con una serie de características, como el carácter étnico, la
ticultural. Los miembros del grupo de mujeres de Ansford recuperaron parle de su propia histo-
edad, el sexo, el empleo y la educación.
ria. Los alumnos de la escuela de la comunidad de Ansford entraron en contacto con la cultura del
La bibliografía sobre sociología y parte de la reciente bibliogra- sur de Asia y aprendieron que el arte puede utilizar diversos materiales y ser obra de grupos de

fía sobre estética (Anderson, 1990; Blau, 1988; Dissanayake, 1992) personas cohesionadas y dispuestas a cooperar y no exclusivamente de genios individuales que tra-
bajan solos.
nos dicen, en primer lugar, que todos los grupos necesitan y utilizan
Arte, educación y diversidad cultural 70 71 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

el arte como garantía de identidad, de continuidad y de cambio y res culturales y que transmiten, sustentan y cambian una cultura, a la
para realzar sus valores culturales, y, en segundo lugar, que el arte se vez que adornan y enaltecen el entorno. Ha demostrado, además,
afirma a través de las culturas por motivos gnoseológicos (ofrece un que directa o indirectamente las artes pueden reforzar la moral de
cierto conocimiento del mundo espiritual), hedonistas y recreativos los grupos, crear unidad y solidaridad social (por ejemplo, la escul-
(Karbusicky, 1968). Aunque cada vez son más aceptados en la lite- tura pública; los uniformes, blasones e insignias; los símbolos impre-
ratura sobre arte, conceptos transculturales como arte al servicio de sos o tejidos en telas), y también hacer tomar conciencia de proble-
la religión, arte con vistas al estatus social, arte con vistas al cambio, mas sociales y contribuir al cambio social (por ejemplo, la colcha
y arte como realce estético todavía no han sido introducidos conve- conmemorativa del SIDA; el Dinner Party de Judy Chicago). La vin-
nientemente ni en los currículos ni en la enseñanza artística. Los culación con las artes puede considerarse uno de los indicadores de
educadores artísticos a menudo se han limitado a equiparar arte con la posición social, y algunas formas de arte pueden ser consideradas
pasatiempo y, por desgracia, esta perspectiva ha continuado siendo mercancías capaces de aumentar el poder y el prestigio del partici-
predominante. pante o propietario (arquitectura, joyería, retratos, etcétera).
Es importante que todos nosotros aumentemos nuestro conoci- A través de las culturas, las artes pueden utilizarse para expre-
miento acerca de la variedad, el lugar y los roles del arte en la vida sar y reflejar aspectos religiosos, políticos, económicos y de otro
social, si realmente deseamos mejorar la comprensión intercultural, tipo. En diversas épocas, los artistas, debido al impacto de sus obras,
porque en la diversidad del arte podemos ver algunas funciones co- han sido considerados magos, maestros, creadores de mitos, terapeu-
munes. En diversas obras de arte conmemorativas y religiosas pode- tas sociales, intérpretes, enaltecedores y decoradores, adjudicado-
mos encontrar imágenes que perpetúan valores culturales. En algu- res de estatus, propagandistas y catalizadores de cambio social. Las
nos dibujos animados políticos, en arpilleras cosidas por mujeres imágenes visuales creadas por personas a las que nosotros denomi-
sudamericanas, y en algunas piezas interpretadas con vistas a la gale- namos artistas nos permiten aprender cosas acerca de y compren-
ría, los valores culturales pueden ponerse en tela de juicio. En los di- der las culturas, sus historias y valores. A veces los artistas nos piden
seños de ropas, entornos y objetos, la búsqueda del embellecimien- que cuestionemos determinados valores. Otras veces nos animan a
to y de la distinción —cómo «hacer especial» a una persona o cosa— imaginar cosas y a soñar. A través de las culturas, al convertir en es-
son fenómenos transculturales. Si tenemos verdadero interés por la peciales algunas cosas, los artistas, al tiempo que deleitan nuestros
educación y la comprensión multiculturales, debemos estudiar las sentidos estéticos, ponen a nuestra disposición objetos con múl-
artes como instituciones sociales que influyen en y son influidas por tiples funciones socioculturales. A medida que desarrollamos cu-
las culturas y subculturas de las que ellas mismas son una parte. No rrículos para una educación artística multicultural, necesitamos
prestamos suficiente atención al porqué del arte, y nuestra propia es- mostrar estos aspectos del arte a los alumnos. En lugar de enseñar-
tética culturalmente condicionada prefiere restringir la universali- les únicamente técnicas y tipos de materiales haciéndoles reprodu-
dad de nuestros enfoques al estudio del arte. Tenemos que superar cir formas artísticas procedentes de otras culturas, o de enzarzarlos
nuestras propias preferencias. en discusiones estéticas descontextualizadas en las que la apariencia
Adrián Gerbrands (1957), un antropólogo holandés que ha tra- del arte es más importante que su significado, los educadores artís-
bajado ampliamente en África, afirma que las artes son esenciales ticos deberían mostrar a sus estudiantes que todas las culturas, sin
por tres razones: para perpetuar, cambiar, y enaltecer la cultura. excepción, poseen alguna forma de expresión artística internamen-
Este autor ha demostrado que las artes refuerzan y comunican valo- te válida.
Arte, educación y diversidad cultural 72 73 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

Si la creación y la interpretación artísticas son medios al servicio


de «la acción, la creación y la vida de una cultura» (Archer, 1978, ¿Qué dicen los sociólogos acerca del porqué del arte?
pág. 12), es razonable suponer que la comprensión cultural debería
ser una de las razones más importantes para el estudio de las artes. Sólo recientemente han aceptado los estetas, los historiadores y los
Como yo mismo he señalado anteriormente, la cultura puede descri- críticos del arte el enfoque dado por antropólogos y sociólogos al es-
birse como las formas que tiene un pueblo de percibir, creer, valorar tudio del arte. La socióloga Judith Blau (1988) sugiere que los soció-
y comportarse. Los estudiantes, que actualmente viven inmersos en logos del arte tienden a fijar su atención en el material y en las con-
múltiples culturas, necesitan comprender cómo determinados as- diciones y funciones sociales del arte. Esto, como observa Blau, «ha
pectos de una cultura pueden estar visualmente presentes en el arte tenido como consecuencia un considerable avance en nuestra com-
conmemorativo, en la decoración personal y medioambiental, en el prensión de las "pobladas" disposiciones que ayudan a definir la ma-
arte político y protestativo y en el arte religioso. triz de la producción y del consumo artísticos» (pág. 269). En el
Una perspectiva y un enfoque pluralistas, multiculturales y basa- campo de la educación artística necesitamos utilizar este trabajo,
dos en las asignaturas del currículo de arte deberían ayudar a los porque realmente no podríamos comprender el arte sin incluir las
educadores artísticos a comprender que hay muchos tipos diferentes perspectivas o enfoques de esa masa enormemente variada de indi-
de arte que no deben separarse de sus respectivos contextos cultura- viduos y grupos que, a través de las culturas, hacen arte, lo conser-
les. Necesitamos abrir nuestra mente a definiciones contextúales van, lo venden, lo coleccionan, lo roban, lo estudian, lo utilizan y lo
amplias. Toni Flores Fratto (1987), un sociólogo que ha reflexiona- disfrutan. A pesar de la respetabilidad que le ha otorgado a la idea el
do en múltiples ocasiones sobre las artes, afirma terminantemente: trabajo del filósofo-esteta Arthur Danto (1981) sobre el arte como
denominación social, Blau (1988) sugiere que para un sociólogo se-
El hecho es que el arte como tal no existe. Es decir, no existe una ría herético hacer una afirmación como ésta: «El arte es lo que una
cosa que en sí misma sea arte. El arte en sí mismo no es un fenómeno institución define como arte» (pág. 270). Sin embargo, hay que ha-
humano universal, sino una categoría sintética occidental, y además cerla: el arte es lo que una determinada cultura dice que es arte. Para
relativamente reciente. El concepto en cuestión ha generado un sin- la educación artística, semejante opinión es muy útil, porque cues-
fín de reflexiones engañosas en etnografía, historia del arte y teoría
tiona lo que Blau (1988) llama «el supuesto tradicional y porfiado de
estética, y ha servido principalmente para falsear las condiciones so-
Kant [discutido en el capítulo 2] de que las ideas y los valores estéti-
ciales que mantienen los actos de creación y el placer sensual fuera de
cos son puros y recónditos» (pág. 270) y la creencia de que lo que
la experiencia de la mayoría socialmente explotada (págs. 135-136).
una cultura denomina arte será reconocido como tal en cualquier
otro lugar.
Será, pues, útil recordar lo que han dicho los sociólogos acerca de lo
que nosotros, de forma un poco irreflexiva, llamamos arte. Los estu- En su importante libro The Social Produciion o/Art, Janet Wolff
diantes necesitan comprender los valores que impulsan a diferentes (1981) sostiene que «cine, literatura, pintura y música rock, todas es-
individuos y grupos de personas en diversas sociedades a crear, ad- tas formas de la expresión artística pueden, en algún sentido, ser
quirir, proteger, encargar, exhibir, admirar, robar, destruir, reco- vistas como depositarías de significado cultural, o, como a veces se
mendar encarecidamente e ignorar el arte. dice también, como sistemas de significación» (pág. 4). La creativi-
dad artística, afirma esta autora, no se diferencia de manera signifi-
cativa de cualquiera otra de las muchas formas de acción creativa.
Arte, educación y diversidad cultural 75 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...J
74

Wolff postula que un artista individual «interviene en la producción tantes de la comunidad), y a personas que componen la audiencia
de la obra de arte mucho menos de lo que nos hace creer nuestra... que va a tener la obra (incluyendo críticos, estetas y, posteriormen-
visión del artista como un genio que trabaja bajo el impulso de la ins- te, historiadores). Becker —y con él un creciente número de histo-
piración divina» (pág. 25). Las principales afirmaciones de Wolff so- riadores del arte y otros sabios— sostiene que desde el punto de vis-
bre este tema son: en la producción de toda obra de arte están im- ta sociológico es razonable y útil ver las artes como creación
plicadas muchas personas; hay factores sociológicos e ideológicos conjunta de todas estas personas. ¿Quiénes son los artistas, los in-
que determinan o afectan la obra del artista; todas las audiencias y termediarios y las audiencias en diferentes culturas y subculturas?
los «lectores» participan activamente en la creación del producto fi- Las semejanzas transculturales en los roles de artistas, patrocinado-
nal. Vasquez (1973) escribió que negar que el artista está sometido a res y públicos es un tema que merece ser investigado. Por ejemplo,
los gustos, las preferencias, las ideas y las concepciones estéticas de el contexto cultural en que se produce el encargo, la realización y la
quienes influyen en el mercado es una solemne majadería. Los edu- erección de un poste o mástil nuevo en una comunidad de Primeras
cadores artísticos deben ayudar a los estudiantes a percibir que el Naciones de Alaska podemos compararlo con la historia de la crea-
arte codifica valores e ideologías. Por eso mismo, la manera de dis- ción y recepción de un retablo en la Europa medieval, o con la erección
cutir e interpretar el arte «no es nunca completamente independien- de una escultura pública en una ciudad contemporánea.
te de los procesos políticos e ideológicos en que se desarrolla ese dis- La posesión de obras de arte puede tener una relación especial
curso» (Wolff, 1981, pág. 143). El disfrute y la experiencia estéticos con la situación social de los individuos. Por ejemplo, Berger (1972)
están también socialmente fundamentados. ha mostrado que a partir del Renacimiento existe una relación entre
La idea de que la mayoría de los artistas produce sus obras den- la pintura europea al óleo y la propiedad, puesto que la posesión, el
tro de una matriz de visiones compartidas y objetivos comprendidos tamaño, el tema y la exhibición de pinturas a menudo constituyen
cuenta con un claro apoyo sociológico (véanse Becker, 1976, 1982; signos externos de riqueza y prestigio social. Bourdieu (1980/1984),
Dubin, 1986; Fine, 1977; Kadushin, 1976). La misión de los educa- que estudió la utilización del arte como forma de capital cultural,
dores artísticos consiste en ayudar a los estudiantes a investigar esas concluye que la participación cultural vinculada al arte incrementa
visiones y objetivos. La educación artística debería reflejar la aten- el poder y el prestigio de los individuos. Sus afirmaciones se han vis-
ción que prestan los sociólogos al tema de la socialización de los ar- to confirmadas por estudios realizados en sociedades no occidenta-
tistas, a la forma como éstos adquieren sus identidades artísticas en les (véase, por ejemplo, Gerbrands, 1957), donde el estatus social, lo
diferentes sociedades, y a la relación que mantienen los artistas con mismo que en la cultura occidental, ha estado relacionado con el
muchos tipos diferentes de públicos y patrocinadores. Becker (1976, consumo del arte y la participación en el mismo.
1982) afirma que el arte implica a todas aquellas personas y organi- El arte se utiliza tanto para perpetuar como para cambiar valores
zaciones cuyas actividades son necesarias para producir los tipos de culturales. Lukacs (1971), Balfe y Wyszomirski (1985) y Dubin (1986)
acontecimientos y objetos que un grupo determinado define como han estudiado la función del arte en el imperialismo cultural y en si-
arte. Esto incluye a personas que tal vez conciben la idea de la obra tuaciones de cambio cultural; la obra de estos autores tiene numero-
(patrocinadores y grupos especialmente interesados, juntamente con sas implicaciones para los enfoques multiculturales de la educación
los artistas), a personas que realizan la obra (ya se trate de individuos artística, tema del que hablaré en el capítulo 4.
o de grupos), a personas que ofrecen el equipamiento y los materia- Además de la antropología y la sociología, Blau (1988) señala
les necesarios (donantes, fabricantes, expertos técnicos, represen- que también son relevantes para el estudio del arte, sobre todo en las
Arte, educación y diversidad cultural 76 77 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

sociedades modernas multiculturales complejas, las aportaciones de do de «esencial», porque ejercita y entrena nuestra percepción de la
la semiótica cultural y de la lingüística. Estas ciencias ofrecen vías al- realidad. En muchas culturas, el arte puede poseer «la facultad ex-
ternativas para que los estudiantes se inicien en el análisis de cómo clusiva de prepararnos para las embestidas de la vida» (Jenkins,
están construidos los significados a nivel general de la sociedad y en 1958, pág. 295) al fijar nuestra atención en cosas que deberían preo-
niveles locales (por ejemplo, planteándose la cuestión de cómo se cuparnos, como miembros de esa cultura; el arte atrae nuestra aten-
habla del arte en el lenguaje cotidiano de diferentes grupos), y de ción sobre algunos temas particulares. El arte ayuda a ordenar el
cómo se relacionan estos significados con prácticas institucionaliza- mundo. Aunque contribuye al orden, Dissanayake nos recuerda
das. Un enfoque multicultural de la educación artística exige que los también que el arte puede ejercer una función de deshabituación, en
educadores artísticos recurran a diversos tipos de lentes para anali- el sentido de que nuestra respuesta al arte puede optar por formas
zar cuidadosamente las múltiples maneras de ver, de discutir, de inusuales, no habituales. El arte ofrece una sensación de sentido o
comprender y de valorar el arte. trascendencia o intensidad a la vida humana que no puede obtenerse
por ningún otro camino. Finalmente, el arte es un medio de poner-
nos en contacto con los demás en busca de solidaridad; es un medio
¿Para qué sirve el arte? Tres enfoques de comunión y a la vez de comunicación.
Lankford (1992) afirma que el arte es valorado por numerosas y
En este apartado voy a presentar tres enfoques a la cuestión de para diferentes razones, entre otras la experiencia placentera que propor-
qué sirve el arte. Cada uno de ellos tiene implicaciones especiales so- ciona, su valor económico, su impacto emocional, su utilidad desde el
bre la manera como debería enseñarse el arte en una sociedad mul- punto de vista de la crítica social, y su potencial influencia política.
ticultural, y cada uno de ellos ofrece oportunidades para encontrar También es valorado por las asociaciones sentimentales que muestra
cierta unidad en la diversidad. Los tres enfoques promueven una vi- a veces; por la capacidad que tiene de embellecer, sorprender, inspi-
sión del arte como una fuerza poderosa y omnipresente que ayuda a rar, estimular la imaginación, informar, contar historias y dejar cons-
modelar nuestras actitudes, creencias, valores y comportamientos. tancia de la historia; por la clarividencia que demuestra acerca de la
Dissanayake (1984) identifica ocho funciones generales y trans- condición humana; por sus logros técnicos; por su interpretación del
culturales facilitadas o puestas de manifiesto por el arte. En primer espíritu de culturas particulares; y por el estatus que puede propor-
lugar, el arte de alguna manera refleja o hace de caja de resonancia del cionar a su dueño.
mundo natural del que forma parte. El arte es terapéutico, porque McFee (1986) atribuye al arte seis funciones primarias que ac-
«integra... poderosos sentimientos contradictorios y perturbado- túan en diversos grados, individualmente y en combinación, subjeti-
res..., prevé la manera de evitar el tedio y permite la participación va y objetivamente, influyendo en las experiencias de personas de
temporal en un mundo alternativo más deseable... [El arte] ofrece todas las culturas. El arte objetiva, en el sentido de que, a través
ilusiones consoladoras; promueve la catarsis de emociones perturba- de él, valores, emociones, ideas, creencias y supersticiones pertene-
doras» (pág. 37). El arte puede también posibilitar la experiencia cientes básicamente al mundo subjetivo se vuelven más sensorial-
natural directa. «Puede restablecer temporalmente la trascendencia, mente tangibles, hasta el punto de que pueden ser vistos y sentidos.
el valor y la integridad de la sensualidad y el poder emocional de las El arte realza y se utiliza para enriquecer la celebración y el ritual en
cosas, en contraposición con la indiferencia general de nuestra vida los acontecimientos humanos. El arte también discrimina y organiza;
práctica rutinaria y sin horizontes» (pág. 37). El arte ha sido califica- confirma rangos y roles diciéndole a la gente quiénes son los otros.
Arte, educación y diversidad cultural 78 79 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

Dama rajputa, autor desconocido, norte de la India, finales del siglo xix. Papel
pintado, 23,5 x 19,05 cm. Colección de la Fundación Girard del Museo de
Arte Tradicional Internacional, sección del Museo de Nuevo México.
Marie Stewart, Condesa de Mar, autor desconocido, Escocia, siglo xvii. Óleo
sobre tabla, 57,15 x 43,82 cm. Galería Nacional de Retratos de Escocia.

Estos retratos oficiales reflejan el estatus social de dos mujeres importantes. El tema de la relación
entre arte y estatus social p u e d e investigarse a través de las culturas en formas artísticas tan dife-
rentes como la arquitectura, la decoración corporal y las joyas, los vestidos, los peinados y los som-
breros y la escultura conmemorativa.
Arte, educación y diversidad cultural 80 81 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

Como comunicación, el arte se utiliza para consignar, transmitir y ge- — adjudicadores de significado (por ejemplo, los tallistas de los
nerar significados, cualidades e ideas. Finalmente, el arte tiene un rol mástiles o palos de Primeras Naciones en el noroeste del Pa-
en la continuidad y el cambio culturales. Ayuda a estabilizar las cul- cífico, los decoradores de los huevos de Pascua de Ucrania,
turas al perpetuar tanto las convicciones de realidad de los miem- los autores de los edredones o colchas hechos a base de reta-
bros de una cultura como las identidades y los logros de individuos zos);
y de grupos. Al identificar los problemas, satirizar determinadas — adjudicadores de estatus (por ejemplo, los diseñadores de
condiciones y pintar visiones alternativas, el arte también puede de- ropa, los joyeros, los artistas de tatuajes, los pintores de óleo);
sestabilizar las culturas. — catalizadores de cambio social (por ejemplo, los autores de
graffiti, los arpilleristas chilenos, los artistas que actúan de cara
a la galería);
Conclusión: amplitud de los temas de estudio en relación — enaltecedores y decoradores (por ejemplo, los autores de teji-
con el arte en una sociedad culturalmente plural dos impresos y trenzados y de tejas cerámicas);
— intérpretes (por ejemplo, los pintores de paisajes chinos y
Basándonos en los puntos de vista resumidos en este capítulo, los europeos);
educadores artísticos pueden desarrollar diversos temas transcultu- — magos (por ejemplo, los pintores de arena, los holografistas,
rales con vistas a currículos educativo-artísticos en una sociedad los autores de máscaras y disfraces);
multicultural. Por ejemplo, se podrían dedicar algunas lecciones al — autores de mitos (por ejemplo, los artistas conmemorativos,
arte de muchas culturas que objetiva y perpetúa valores y funciones los retratistas);
culturales para promover la continuidad y la estabilidad en aspectos — propagandistas (por ejemplo, los artistas de carteles políti-
como la religión y la política. El estudio del arte incitador del cam- cos);
bio o impulsor de la reconstrucción social podría relacionarse con el — registradores de la historia (por ejemplo, los escultores de
inicio de los proyectos personales de estudio de los estudiantes. Los monumentos públicos, los pintores de barcos entre los aborí-
estudiantes podrían reunir imágenes artísticas utilizadas para real- genes australianos, los fotógrafos);
zar y enriquecer diferentes entornos transculturales. El estudio de — terapeutas sociales (por ejemplo, los creadores de imágenes
diferentes fiestas y festivales es una manera de mostrar a los estu- en diversos medios que nos permiten soñar y huir de la reali-
diantes que, a través de las culturas, muchos tipos de arte se utilizan dad);
para celebrar y enriquecer acontecimientos culturales de relieve. — narradores de historias (por ejemplo, los autores de colchas o
Otras lecciones podrían dedicarse al arte utilizado para registrar y edredones, los ilustradores de un libro de cine, quienes en-
contar historias en diversas culturas. Los proyectos de estudio pue- cargaron y crearon la columna de Trajano); y
den animar a los estudiantes a contar sus importantes historias per- — maestros-profesores (por ejemplo, los autores de vidrieras,
sonales. También se podrían dedicar algunas lecciones a estudiar las los autores de máscaras o disfraces, los pintores de arena).
habilidades y los logros técnicos de artistas de diversas culturas. A
los estudiantes se les puede pedir que comparen y contrapongan En sus propias creaciones artísticas, los estudiantes pueden tra-
ejemplos transculturales de arte a través de los cuales los autores se tar de desempeñar alguno de estos roles. Al contrario de lo que su-
han convertido en: cede con algunos tópicos utilizados generalmente en el campo de la
Arte, educación y diversidad cultural 82 83 ¿Por qué hacemos arte? ¿Cómo utilizamos el arte? [...]

los como transmisores de enormes cuerpos de conocimiento, sino


más bien como guías y facilitadores capaces de centrar la atención en
el proceso y ayudar a los estudiantes en su investigación y compren-
sión de ciertos rasgos comunes en las funciones y los roles del arte a
través de diversas culturas. Un profesor es un guía que inicia la ac-
ción, mantiene vivo el proceso de enseñanza y aprendizaje por me-
dio de una serie de directrices individuales y de grupo, y evalúa las
experiencias y los resultados de los estudiantes. Cuando el centro de
interés recae en el porqué del arte, la enseñanza se ve como una ac-
ción facilitadora, y el aprendizaje se entiende en sentido activo, los
temas antes mencionados ofrecen un amplio campo de aplicación a
la hora de aprender cosas acerca del arte y de producirlo. Semejante
perspectiva exige un enfoque pedagógico que plantee cuestiones,
trate de solucionar problemas y se base en la investigación.
En este capítulo he sostenido que, en un enfoque culturalmente
relativo de la enseñanza artística, el área del «contenido» que deben
tener en cuenta los profesores-facilitadores está especialmente rela-
Caza del ciervo para el sacrificio, Cersencio Pérez Robles (indio huichol), si-
cionada con tres temas: por qué hacemos arte, cómo utilizamos el
glo xx. Hilaza sobre madera contrachapada, cera, 3 8 , 1 0 x 53,34 cm. Museos
arte, y qué funciones desempeña el arte. Con cierto conocimiento de
de Bellas Artes de San Francisco, donado por Peter F. Young, 76.26.19.
las funciones y los roles del arte a través de las culturas y una buena
La colcha historiada, que registra aspectos de la experiencia afroamericana, ha constituido el cen- disposición para aprender más acerca del arte con los estudiantes, la
tro de interés de b u e n a parte de la obra de Faith Ringgold. En m u c h a s culturas, como la de los in-
educación artística multicultural no resulta tan desalentadora como
dios huichol, el arte ha sido utilizado para contar historias y para registrar la historia.
puede parecer a primera vista. Los profesores no necesitan saberlo
educación artística, estos organizadores temáticos, que discutiré con todo acerca de todas las culturas para que enseñen el porqué del arte.
mayor profundidad en los próximos capítulos, están lejos de repre- Los educadores artísticos pueden aceptar y aplicar un currículo ar-
sentar recursos trillados. A través de ellos, nos sentimos animados a tístico multicultural basado en las funciones universales del arte al
descubrir las funciones comunes multiculturales del arte. Todos servicio de los seres humanos. Su esfuerzo docente se puede centrar
ellos concentran su interés en el arte, y todos ellos exigen un estudio en la pregunta de por qué las culturas necesitan el arte.
multicultural que se sirva de lentes procedentes de todas las discipli-
nas artísticas (producción artística, estética, crítica del arte e historia
del arte).
Si lo que interesa por encima de todo es el porqué del arte, los
profesores de arte en las sociedades multiculturales no deben perder
el tiempo lamentándose de que no conocen lo suficiente acerca del
arte en muchas culturas. A los profesores de arte no deberíamos ver-
4

Pluralismo y contenido del currículo artístico

Aunque durante los últimos años muchos educadores artísticos han


añadido algunas unidades y ejemplos multiculturales a los actuales
planes docentes, la mayoría de ellos se han mostrado generalmente
poco dispuestos a repensar el currículo artístico en su conjunto. En
este capítulo estudio las posibilidades de cada una de las disciplinas
artísticas (estética, crítica del arte, historia del arte, y producción ar-
tística) esperando contribuir a que las concepciones multiculturales
de la educación artística ganen en madurez y utilidad. Empiezo des-
cribiendo algunos de los fines y objetivos de los escasos programas
actuales que, además de reconocer la diversidad cultural, centran su
interés en el porqué del arte.

Los currículos actuales

Aunque sus esfuerzos todavía no se ven reflejados en los actuales cu-


rrículos, las escuelas y los museos están adoptando progresivamente
objetivos programáticos que exigen que los estudiantes de arte, lo
mismo que los de otras materias, valoren la identidad y la diversidad
culturales y descubran las formas compartidas en que el arte y otras
instituciones contribuyen a la vida cultural. Cada vez más se espera
que los educadores artísticos sean capaces de ofrecer oportunidades
de aprendizaje que fomenten estos objetivos y otros parecidos. No
basta con añadir a un currículo ya sobrecargado algunas lecciones
que reflejen el arte de diferentes grupos étnicos y sociales. La educa-
Arte, educación y diversidad cultural 86 Pluralismo y contenido del currículo artísi i c o
87

co para la educación secundaria {High School) denominado «Acep-


tando la diversidad» [Accepting Diversity) para un pequeño distrito
escolar de Nueva Jersey. Algunos de los objetivos primarios de este
currículo coinciden básicamente con los puntos de vista que yo he
defendido en esta monografía. Por ejemplo, los estudiantes deben
esforzarse por comprender la naturaleza del arte y sus funciones en
diversas culturas y de esa manera aprenderán a valorar la multiplici-
dad de factores culturales, psicológicos e históricos que influyen en
las formas y los estilos artísticos; los estudiantes han de comprender
que el conocimiento de la intención artística y del contexto cultural
son elementos importantes, y que el arte es un lenguaje simbólico
que, aunque vinculado a una cultura, a menudo puede revelarse y
hacerse comprender a través del conocimiento.
Otros profesores que trabajan con el Getty Education Institute
for the Arts en los consorcios de desarrollo profesional regional de
dicha organización han conseguido desarrollar algunas unidades
para la educación artística individual de un valor excepcional, con tí-
ción artística necesita algo más que un programa político de relum- tulos como los siguientes: «Muchas formas de ver», «Exploración
brón. Como ha señalado García (1982), «añadir unas cuantas... lec- artística: un enfoque global», «El legado artístico de la arcilla: su-
ciones sobre las personas o las aportaciones culturales... en un grupo
pervivencia y renovación de tradiciones», y «¡Celebración!» (Ale-
étnico perpetúa la idea de que los grupos étnicos no forman parte in-
xander y Day, 1991).
tegrante de la sociedad» (págs. 180-181).
«Prairie Visions», el consorcio de Nebraska para la educación
Nos queda un largo camino por andar. Un estudio publicado en artística centrada en las asignaturas, una filial regional del Getty
1990 por el Centro Nacional de Investigación en Educación Artísti- Education Institute for the Arts, se ha comprometido a desarrollar y
ca, de la Universidad de Nueva York, reveló que, aunque no falta- aplicar currículos artísticos basados en las asignaturas en Nebraska.
ban las declaraciones retóricas, muy pocos Estados habían editado En ese Estado relativamente homogéneo, las cuestiones relativas a la
guías curriculares destinadas a los profesores con sugerencias sobre diversidad y la diferencia cultural han sido —y todavía hoy son— es-
cómo podían utilizarse las artes en la educación multicultural. A pe- pecialmente importantes en el desarrollo tanto del personal como
sar de todo, se han desarrollado unos cuantos proyectos curriculares del currículo. A partir de la amplia lista de objetivos elaborada por
que expresan y reflejan premisas y actitudes muy próximas a las con- Prairie Visions, resulta evidente que el multiculturalismo no es un
7
sideradas aceptables en esta monografía. Por ejemplo, a nivel local, elemento puramente decorativo, sino más bien parte integrante de
Barbara Fehrs-Rampolla (1989) ha desarrollado un currículo artísti- cada una de las disciplinas artísticas, de cada una de sus unidades y
lecciones. Materiales curriculares desarrollados localmente, confe-
7. En la actualidad, Vesta A. H. Daniel está elaborando una lista de currículos rencias y actividades de desarrollo del personal tratan de apoyar la
multiculturales en la Universidad del Estado de Ohio. consecución de estos objetivos (Detlefsen, 1991).
Arte, educación y diversidad cultural 89 Pluralismo y contenido del currículo artístico

Hoy día el material docente producido con fines comerciales


que ilustra las artes de muchas culturas abunda cada vez más. Pue-
de utilizarse para realzar y enriquecer el currículo. De manera pare-
cida, los museos con departamentos de educación activa producen
material útil de este mismo tipo. Con el apoyo del Getty Education
Institute for the Arts y la Oficina de Investigación y Mejora Educa-
tivas, del Departamento de Educación de Estados Unidos, ERIC:
ART ha hecho un recuento de estos recursos para la enseñanza
artística con un enfoque multicultural (véase Zimmerman y Clark,
1992). A medida que aparezcan nuevos recursos, la lista se actuali-
zará. Sin embargo, es importante que no nos limitemos a utilizar es-
tos materiales para enriquecer los programas actuales con añadidos
multiculturales ocasionales. En realidad, estos nuevos materiales
deberían desafiarnos a emprender una reestructuración general del
currículo artístico.
Desde 1979, el Consejo Nacional para la Acreditación de la For-
mación Docente ha exigido que los programas educativos para el
profesorado «se muestren más sensibles a la condición humana, a la
integridad cultural del individuo y al pluralismo cultural de la socie-
dad» (National Council for Accreditation of Teacher Education,
1979, pág. 13). Hace ya más de veinte años, este Consejo adelantó la
siguiente sugerencia:

La educación multicultural podría incluir, sin limitarse a ellas, ex-


periencias que: (1) promueven la capacidad analítica y valorativa
para abordar cuestiones como la democracia participativa, el racis-
mo, el sexismo y la igualdad de poder; (2) desarrollan habilidades
para el discernimiento crítico de los valores, incluyendo el estudio de
la transmisión manifiesta y latente de valores; (3) analizan la dinámi-
ca de diversas culturas y las implicaciones con vistas al desarrollo de
estrategias de educación profesional; y (4) desarrollan estrategias
adecuadas de educación profesional (pág. 13).

Sin embargo, hacia 1990 el Centro Nacional de Investigación Educa-


tivo-Artística comprobó que, en general, las instituciones no habían
tomado en consideración la necesidad de reestructurar los programas
Arte, educación y diversidad cultural 90 91 Pluralismo y contenido del currículo artístico

destinados a preparar y habilitar a los profesores de arte, en el senti-


do de capacitarlos para abordar los temas culturales en general y más
en concreto los problemas derivados del multiculturalismo.

Niveles de compromiso con la educación artística multicultural

Como ha afirmado categóricamente Banks (1989), los currículos que


regulan la educación artística tienen que superar el «enfoque de las
aportaciones» circunstanciales, en que al currículo actual se le aña-
den algunos héroes, heroínas y fiestas en días especiales como mate-
rias adicionales o como temas para actividades más bien triviales de
creación artística. Lo que Banks ha denominado «enfoque aditivo»
avanza un paso más, aunque todavía no lo suficiente. Añadir algunas
consideraciones acerca de la técnica japonesa de impresión sobre
bloques de madera a una lección sobre James McNeil Whistler po-
dría considerarse un ejemplo de actitud aditiva. Como sostiene
Banks, este enfoque refuerza la idea de que las historias y las cultu-
ras étnicas no forman parte de la cultura mayoritaria de Estados Uni-
dos. O, dicho de otro modo, el enfoque en cuestión estimula a los es-
tudiantes a que contemplen los grupos étnicos desde perspectivas
anglocéntricas o eurocéntricas. En una sociedad multicultural, el en- Dibujo de Holly Bennett, de doce años de edad, de Luis Napoleón (Staffords-
foque aditivo no ayuda en modo alguno a que los estudiantes com- hire, Inglaterra), hacia 1854. Cerámica barnizada. Dibujado a partir de la re-
prendan cómo la cultura dominante y otras culturas están interco- producción de una obra de la colección de la Fundación Girard, Museo de
nectadas e interrelacionadas. Arte Tradicional Internacional, sección del Museo de Nuevo México.
Aunque ambos enfoques, el de las aportaciones y el aditivo, re-
presentan posibles comienzos para ayudar a los estudiantes a com-
de Hamblen (1986), y también es compatible con las numerosas
prender el arte de otras culturas y otras culturas en general, no van
funciones y roles del arte señaladas en el capítulo 3. Un currículo
todo lo lejos que debían. La educación artística debe avanzar hacia
podría muy bien expresar, por ejemplo, interés por el arte como ac-
lo que Banks denomina el «enfoque transformativo», que personal-
tividad vital:
mente rebautizaría como enfoque de la compresión transcultural. Un
currículo artístico basado en este enfoque exige que los conceptos,
Las necesidades, actividades y fases de la vida son áreas de interés
los asuntos, los problemas y los temas sean vistos desde las múltiples que encuentran expresión en temas conocidos en el arte por todo el
perspectivas de diversos grupos culturales, étnicos y raciales. En mundo. Los temas de la procreación, de la seguridad, del miedo y de
este sentido, se aproxima bastante al enfoque «relativo universal» la dominación han encontrado expresión en las figuras de la fertili-
Arte, educación y diversidad cultural 92 93 Pluralismo y contenido del currículo artístico

Dibujo de Jeffrey Hutson, de nueve años de edad, de Emiliano Zapata (Oaxa- Dibujo de Colleen Parkes, de diez años de edad, de Jinete (pueblo Yoruba, Ni-
ca, México), David Villafánez, hacia 1970. Madera pintada. Pintado a partir de geria), hacia 1960. Madera pintada. Dibujado a partir de la reproducción de
la reproducción de una obra de la colección de la Fundación Girard, Museo de una obra de la colección de la Fundación Girard, Museo de Arte Tradicional
Arte Tradicional Internacional, sección del Museo de Nuevo México. Internacional, sección del Museo de Nuevo México.

El hecho de dibujar estas imágenes procedentes de Europa, América Centra] y África ayudó a los
alumnos de Stan Thomson, en la escuela elemental de Kanaka C r e e k (distrito escolar M a p l e Rid-
ge-Pitt M e a d o w s , de C o l u m b i a Británica), a analizar el tema del poder y del liderazgo masculinos dad, en prendas ceremoniales utilizadas para apaciguar a los dioses,
en la escultura de diferentes grupos culturales. L o s alumnos recogieron imágenes parecidas de en los pertrechos de guerra decorados de los soldados y en la rique-
otras culturas y discutieron cuestiones estéticas y contextúales. En el ámbito de la toma de deci za portátil de las joyas utilizadas como adorno corporal. El arte tiene
siones y de la acción social, los estudiantes lograron dos objetivos: poner en tela de juicio la con-
la virtualidad de señalar la importancia y los significados de indivi-
veniencia de la imagen del guerrero montado a caballo como símbolo de las conquistas y del po-
duos, actividades y entornos (Hamblen, 1986, pág.74).
der culturales y sugerir alternativas.

Brent Wilson (en prensa) nos informa sobre una unidad genui-
namente transcultural desarrollada por Susan Shafer, que trabajó
con otros profesores y personal de la plantilla en el Centro de Arte
95 Pluralismo y contenido del currículo artístico
Arte, educación y diversidad cultural 94

de Mansfíeld, Ohio. En esta unidad, los estudiantes investigaron al- • El primer enfoque consiste simplemente en añadir algunas
gunas relaciones entre Oriente y Occidente comparando y contra- lecciones y unidades con contenido étnico.
poniendo pinturas japonesas de paisajes con pinturas de las tierras • El segundo enfoque gira en torno a celebraciones transcultu-
vírgenes americanas del siglo xix, y analizando las diferencias en la rales, como el arte festivo, y pretende fomentar la buena vo-
manera que tienen de pintar el mar un artista americano, Winslow luntad y la armonía en el aula.
Homer, y otro japonés, Hokusai. • El tercer enfoque pone de relieve el arte de grupos particula-
Banks (1989) identifica todavía un último enfoque, que denomi- res —por ejemplo, el arte afroamericano, o el arte realizado
na «de capacidad de decisión y de acción social». Este enfoque va por mujeres— por razones de equidad y justicia social.
más allá de comprender el arte en contextos transculturales y tiene • El cuarto enfoque trata de reflejar la diversidad sociocultural
implicaciones para el estudio y la creación del arte como una forma en un currículo que pretende ser a la vez multiétnico y multi-
de acción social. Si los estudiantes han de abordar activamente cues- cultural.
tiones como el racismo, el sexismo, y algunos de los temas sugeridos • El quinto enfoque —capacidad de decisión y acción social—
en el capítulo 3, éste es el enfoque adecuado para ello. Entre los es- exige que profesores y estudiantes vayan más allá del recono-
casos proyectos curriculares publicados que estimulan a los estu- cimiento de la diversidad y pongan en tela de juicio y desafíen
diantes a hacer arte con vistas al cambio social están los materiales los cánones y estructuras del mundo artístico de la cultura do-
«Arte y educación del desarrollo» producidos por Oxfam (1990) en minante. En este enfoque, la educación artística se convierte
el Reino Unido. Estos materiales son el resultado de un proyecto que en factor de reconstrucción social, y los alumnos se compro-
se experimentó durante tres años en las escuelas intermedias y se- meten a estudiar y utilizar el arte para desenmascarar y desa-
cundarias del centro de Londres. El proyecto pretendía sobre todo fiar todo tipo de opresión. Aunque este último enfoque podría
abordar racismo y apartheid por medio de enfoques basados en el no ser directamente multicultural, los estudiantes se enfrenta-
arte. Oxfam produjo también un vídeo titulado Art as Social Action rán probablemente con cuestiones que traspasan muchas fron-
(«El arte como acción social»; véase Oxfam, 1990). En esta misma lí- teras culturales.
nea, el grupo Art and Society, con sede en Londres, produjo en co-
laboración con Amnistía Internacional (1991) un conjunto de mate- Personalmente creo que para comprender el arte de otras cultu-
riales para la enseñanza de la educación artística titulados Free ras, y para comprender otras culturas en general, los educadores ar-
Expression («Expresión libre»). tísticos deberían como mínimo utilizar el cuarto enfoque de Sleeter y
Muchos investigadores y educadores creen que un enfoque mul- Grant, reflejando la diversidad sociocultural en el currículo, que es si-
ticultural de la educación en general debe conducir en último térmi- milar a lo que yo he denominado un enfoque preocupado por la com-
no a la acción social. Sleeter y Grant (1987), que, como ya indiqué en prensión transcultural. El currículo tiene que ser formulado de nue-
el capítulo 1, han descrito cinco enfoques diferentes multiculturales vo para que ponga de relieve la unidad dentro de nuestra diversidad,
en la educación de Estados Unidos, comparten esta opinión. A Zim- mostrando que todos los seres humanos hacen y utilizan el arte por
merman (1990b) y a Stuhr (1991) les cabe el honor de haber sido los razones muy parecidas. Pero, por desgracia, hay cuestiones, como el
primeros autores que presentaron estos cinco enfoques a los educa- racismo y el sexismo, que irremediablemente exigen que apliquemos
dores artísticos: enfoques en que tanto la creación como el aprendizaje del arte se con-
viertan en maneras de participar en la reconstrucción social.
Arte, educación y diversidad cultural 96 97 Pluralismo y contenido del currículo artístico

Observaciones de lo que se hace en las aulas sugieren que, ex- Otros enfoques de la producción artística multicultural han
cepto en unos pocos casos, los educadores artísticos únicamente se constituido a veces experiencias de aprendizaje multicultural que
han comprometido con los enfoques de nivel inferior descritos por han incluido supuestas actividades artísticas. Por ejemplo, aunque
Banks (1989) y Sleeter y Grant (1987). ¿Cómo conseguimos avanzar puede ser loable instruir a los estudiantes sobre la variedad de colo-
hacia los niveles superiores para reflejar la diversidad sociocultural res de la piel haciendo que mezclen diferentes tonos de carne con
en el currículo y estimular la capacidad de decisión y la acción social, pintura al temple, esto no constituye necesariamente una actividad
haciendo que al mismo tiempo la instrucción se fundamente en la in- artística.
vestigación de las funciones comunes del arte a través de las cultu- Los educadores artísticos deberían poner especial cuidado en no
ras? En los siguientes apartados ofrezco algunas sugerencias sobre aceptar currículos o materiales curriculares que sugieran una especie
los pasos que pueden darse en cada una de las cuatro disciplinas ar- de bufé de diferentes actividades de taller como forma de conocer
tísticas. Aunque para mayor claridad hablaré de cada una de las mejor y experimentar las artes y los oficios de otras culturas. Recien-
asignaturas por separado, comprendo que estas disciplinas sólo ra- temente he tenido la oportunidad de analizar un currículo artístico
ramente se enseñen como asignaturas independientes entre sí. Las «multicultural» que, a primera vista, podría parecer menos superfi-
disciplinas ofrecen a veces perspectivas parcialmente coincidentes cial que otros, porque organiza actividades de tres niveles de destre-
para comprender y valorar el arte de muchas culturas. za y conocimiento y supuestamente integra el arte con las ciencias
sociales (Ryan, 1989). El currículo enumera 23 habilidades de pro-
ducción artística, tales como teñir, hacer nudos, imprimir y tejer. Algu-
La producción del arte nas de estas habilidades son multiculturales y su inclusión cuestiona
la jerarquía de los medios y de las formas artísticas que nos ha in-
En las aulas de orientación multicultural, la producción artística ha culcado el canon occidental. Sin embargo, los conceptos que se
consistido a menudo en que los alumnos hacen huevos de Pascua explicarán a los alumnos son principalmente los elementos y los prin-
ucranianos la primera semana, pliegan papeles al estilo japonés la se- cipios formalistas del diseño, algunos de los cuales se citan: equili-
gunda semana y finalmente, para completar la «unidad», tal vez brio, contraste, dominancia, dinamismo, armonía, repetición, ritmo,
construyen un palo o mástil totémico con la estructura interior de los simplificación, transición, unidad y variedad.
rollos de papel higiénico. La educación artística multicultural se ha Aunque este currículo fomenta el aprendizaje acerca del arte en
entendido por lo general como el conjunto de una serie de activida- la sociedad, éste es un efecto en gran parte fortuito; fundamental-
des, correspondientes a una o dos unidades didácticas, que final- mente, este currículo concentra su interés en la puesta a punto de re-
mente dan por resultado algunos productos concretos. Dicho de producciones bastante poco auténticas de arte «étnico». El autor lle-
otro modo, no se la ha entendido como una «actitud». Es evidente ga incluso a afirmar: «Los materiales para estos proyectos pueden
que este tipo de prácticas, que sobre todo se preocupa de salvar las obtenerse en muchos casos a partir de materiales de desecho o do-
apariencias, «no sólo trivializa la producción estética de todos los mésticos» (pág. 1). Los resultados reseñados del aprendizaje a partir
grupos socioculturales, sino que, además —y esto es sin duda mucho de este currículo pueden ser positivos, pero en el proceso de tradu-
peor—, elude enfrentarse al auténtico desafío de entender críticamen- cirlos a «actividades» del aula, el autor trivializa las formas y las téc-
te el significado del objeto, del artista y del proceso en el contexto nicas artísticas estudiadas. No me opongo a que en las clases de arte
sociocultural» (Stuhr, Petrovich-Mwaniki y Wasson, 1992, pág. 21). se utilicen los materiales de apoyo disponibles, pero los profesores
Arte, educación y diversidad cultural 98 99 Pluralismo y contenido del currículo artístico

deberían tener presente que, si a los alumnos se les dice que pueden como los niños en edad escolar aprendieron que el arte puede surgir
reproducir a bajo precio y sin apenas esfuerzo las formas de arte de por obra de grupos cohesionados y con espíritu de colaboración,
algunos pueblos, muchos saquen la impresión de que cierto arte no utilizando para ello una gran variedad de materiales. En este proyec-
tiene mucho valor. Al tratar los problemas que plantean estas «re- to, el aprendizaje multicultural del arte fue más allá de las técnicas,
producciones» con relación al arte y al dibujo de los aborígenes aus- las herramientas y los materiales, y los participantes vieron el arte
tralianos, Fraser y Stevenson (1990) hablan de «plagio» en relación como una poderosa fuerza que refleja y modela las visiones que las
con este enfoque. Estos mismos autores sugieren formas positivas de personas tienen del mundo.
utilizar el arte, la artesanía, el dibujo y la cultura aborígenes como Los educadores artísticos pueden aplicar lo aprendido por algu-
motivos de inspiración en los trabajos de taller (por ejemplo, las imá- nos estudiantes y miembros de la comunidad con la iniciativa del
genes de rayos X, los aumentos, los dibujos a base de puntos), sin li- Victoria and Albert Museum que acabo de describir al diseño de
mitarse a reproducir mecánicamente y a trivializar las imágenes ori- proyectos más multiculturales incluso. Los participantes podrían es-
ginales. tudiar tejidos bordados de la Europa medieval, de China y de Japón
El «proyecto textil nacional» de la Nehru Gallery, del Victoria que representen un tema parecido de la naturaleza empapado de sig-
and Albert Museum (al que corresponde la ilustración de la pág. 69), nificado espiritual y simbólico, y no simplemente para comprender
es un buen ejemplo de un proyecto innovador y único que estimuló las técnicas, las herramientas y los materiales utilizados, sino como
al público a utilizar obras de arte como motivo de inspiración y es- preludio de proyectos de taller asociados con el paisaje, la naturale-
tudio y a tomar conciencia de que el arte no siempre es la creación za y el significado simbólico.
de un artista solitario. Se invitó y se financió a grupos de mujeres ori- A la vista de enfoques parecidos a los descritos por Banks (1989:
ginarias del sur de Asia y a niños en edad escolar de toda Inglaterra «Capacidad de decisión y acción social») y por Sleeter y Grant
para que diseñasen y realizasen colgaduras bordadas y decoradas de (1987: «Reconstrucción social»), la educadora artística inglesa Ra-
tiendas después de haber visitado la exposición del museo. Dentro chel Masón (1988) afirma no encontrar
de estos grupos, a menudo coincidieron tres generaciones de muje-
res inmigrantes de las mismas familias que trabajaron juntas tratan- razones convincentes para que los profesores de arte y de dibujo se abs-
do de rescatar en parte sus propias historias. Los grupos escolares no tengan de animar a sus alumnos negros a que expresen opiniones duras
acerca de las desigualdades estructurales de la vida... contemporánea en
asiáticos utilizaron el proyecto como introducción a la cultura del
y a través de las artes plásticas, aunque personalmente tendría mis dudas
Sur de Asia. El educador del museo responsable del proyecto infor-
a la hora de tomar esta iniciativa como un medio para su supervivencia...
ma que para la mayoría de las mujeres participantes ésta fue su pri-
De todos modos, encuentro que son escasos los informes de cualquier
mera visita a un museo y su primera toma de conciencia de que las
tipo de ensayos formales realizados por profesores para poner en mar-
colecciones del museo podían ser «suyas» (Akbar, 1993). El proyec- cha proyectos en los que los alumnos tratan de comunicar su experien-
to sirvió para recuperar habilidades tradicionales y para dar a cono- cia de injusticia social o de celebrar la resistencia negra (págs. 89-90). 8

cer talentos que permanecían en estado latente. Las imágenes de los


participantes se inspiraron tanto en la cultura inglesa como en la del 8. En su introducción como editor al número de otoño de 1990 del Journal of
Gran Mogol de la India. Además, esta experiencia sirvió para iniciar Multicultural and Cross-Cultural Research in Art Education, Degge se muestra preo-
a mujeres inmigrantes en el uso de nuevas técnicas y para desblo- cupado por el uso de términos como «negro, blanco, afroamericano, americano,
quear ricas y creativas habilidades de dibujo. Tanto las mujeres apalache, indio americano, nativo americano, étnico fiyano fe] indofiyano». Evi-
Arte, educación y diversidad cultural 100 101 Pluralismo y contenido del currículo artístico

Las escuelas pueden implicarse con organizaciones locales como comerciales a lo largo de la Octava Avenida. En un folleto sin fecha
el Centro de Recursos Artísticos Sociales y Públicos (SPARC: Social de publicación del grupo Artists/Teachers Concerned podemos leer:
and Public Art Resourse Center) de Los Ángeles, que fue creado
en 1976 para crear, exponer y preservar arte de carácter público. Para muchos de nuestros estudiantes las opciones y oportunidades
Esta organización arraigó a partir de proyectos murales comunita- reales son pocas o del todo inexistentes. En este contexto, la necesi-
rios, más concretamente Great Wall of Los Angeles [La Gran Mu- dad de un currículo que garantice una educación artística válida... es
ralla de Los Ángeles] (véase pág. 113). Los murales comunitarios clara. Por medio de programas y exposiciones artístico-educativas de
siguen siendo en la actualidad una parte importante de las iniciativas contenido social, nuestros estudiantes tienen la oportunidad de mani-
festar activamente sus opiniones y de que se les reconozca que se in-
del SPARC; además, una galería presenta exposiciones como En la
teresan por sí mismos y por su futuro.
sombra, que reúne obras de artistas jóvenes sobre lo étnico y la edad,
Como educadores, si nuestro deber nos exige que les digamos
y Confrontation, una muestra en que artistas con antecedentes histó-
honradamente a los estudiantes que tienen el poder de criticar y cam-
ricos diferentes abordan cuestiones relacionadas con la raza y el ra-
biar la situación y la sociedad en que viven, hemos de creer lógica-
cismo (véase Gordon, 1992). mente que nuestro sistema educativo estará dispuesto a reforzar esos
Kids speak out! [¡Hablan los chicos!] fue uno de los múltiples objetivos y a facilitar la atmósfera en la que puedan producirse los
proyectos con motivación social desarrollados por Artists/Teachers mencionados cambios.
Concerned, un grupo de artistas y profesores que trabajaban en zo-
nas de gran diversidad cultural de la ciudad de Nueva York. Dentro Enfoques como los que acabo de describir pueden llevarse a la
de este ruedo multicultural, el trabajo de los estudiantes se vio y sus práctica tanto en los barrios periféricos como en el centro de las ciu-
voces se oyeron más allá del mundo del aula, puesto que sus trabajos dades. En 1991, la afirmación de un periódico local de que al menos
se proyectaron a lo largo de varios días a primeras horas de la noche un 40 % de los canadienses tenían actitudes racistas, unido al hecho
sobre un muro exterior en un cruce de Nueva York. Las imágenes de que en el ámbito escolar se habían observado comportamientos ra-
en blanco y negro seleccionadas de 29 escuelas del área metropolita- cistas, incitaron a un grupo de profesores de Burnaby (Columbia Bri-
na de Nueva York representaban el trabajo de más de 500 alumnos. tánica, Canadá) de arte, de artes escénicas y de inglés, que trabajaban
En su material gráfico los estudiantes trataban un amplio abanico de con alumnos de los cursos octavo y noveno, a desarrollar una unidad
cuestiones sociales y transculturales, entre las cuales habría que enu- que denominaron «Arte contra racismo» (Scarr y Paul, 1992). Una or-
merar: consumo de drogas, polución medioambiental, suicidio entre ganización artística local, Arts Action, ha patrocinado recientemente
los adolescentes, crimen, especies en peligro de extinción y educa- una exposición titulada Fear ofOthers: Art against Racism y ha desa-
ción. Una muestra parecida, titulada Stop, Look, and Learn [Deten- rrollado una serie de diapositivas y de vídeo, con su guía respectiva.
te, mira y aprende], se exhibió en los escaparates de algunos locales También se han utilizado vídeos (Skin; Yourself; Myself), juntamente
con unos cuantos libros y carteles, para introducir a los estudiantes en
los puntos de vista multiculturales acerca de problemas como el poder
dentemente, las decisiones sobre nombres propios y etiquetas tienen su importan-
que tienen las artes de expresar esperanza y a la vez opresión. Como
cia. Personalmente, opino que se debería utilizar el término o términos preferido(s)
por la mayoría de miembros del grupo que se está estudiando. Por otra parte, me-
en el caso de los materiales didácticos preparados por Amnistía Inter-
rece la pena que los estudiantes analicen cómo el cambio de nomenclatura refleja nacional (1991) y Oxfam (1990), en la sección de las artes plásticas de
un cambio de actitudes. la unidad se les pedía a los estudiantes que respondiesen a diversos
Arte, educación y diversidad cultural 102 103 Pluralismo y contenido del currículo artístico

materiales plásticos sobre cuestiones de racismo, que desarrollasen piamos la obra de artistas estudiantes, ¿qué es lo que en realidad
sus propios puntos de vista acerca del racismo, que creasen imágenes aprendemos, más allá del interés por la técnica y el uso de elementos
originales apropiadas para el proceso de impresión en huecograbado, y principios adecuados de diseño?
que preparasen juntos una edición de grabados firmados, que elabo- En un ensayo dedicado a discutir una pedagogía para la educa-
rasen juntos una declaración escrita o hablada para complementar ese ción artística multicultural, Heard (1989) se inspira en la obra de
folio, y que fuesen sensibles a su propia obra y a la obra de los demás, Bowles y Gintis (1976) y afirma que «la idea de una educación mul-
teniendo en cuenta tanto las cualidades formales intrínsecas como las ticultural está implícita en la educación que considere que la inte-
cualidades contextúales extrínsecas de los grabados. La clase de artes gridad del individuo es un elemento primario» (pág. 12). En este es-
del lenguaje produjo poemas y narraciones cortas, y la clase de ar- cenario, «el individuo es visto como portador de cultura y... los
tes del teatro escribió y escenificó una obra que investigaba el tema de educadores reconocen que la cultura reside en el individuo» (pág. 12).
los comportamientos y las actitudes racistas. Todos los estudiantes Personalmente, creo que la educación multicultural se convierte en
crearon un mural de grandes dimensiones, de aproximadamente 10 una posibilidad muy real en las clases de arte en el taller cuando los
por 2 metros, como celebración conjunta de la conciencia que ha- profesores estimulan el desarrollo y la expresión de imágenes perso-
bían adquirido. El distrito escolar les amplió la financiación, lo que nales auténticas en una gran variedad de medios. Marilyn Zurmueh-
hizo posible que todo el grupo emprendiese un viaje para presentar len (1990) ha subrayado elocuentemente este punto:
su obra a los estudiantes de otras escuelas. Algunas de las obras fue-
ron reproducidas en la portada y como ilustraciones de un número Las clases de arte son espacios en que la energía puede transfor-
especial dedicado al multiculturalismo del British Columbia Art Tea- marse en acción, los estudiantes pueden convertirse en creadores:
probando, actuando, comprendiendo..., repitiendo la prueba, com-
chers Association Journal for Art Teachers.
binando reflexión crítica y acción... también pueden ser transforma-
Vincent Lanier (1969, 1980) ha pedido que se utilice la edu-
dores, transformando simbólicamente el significado peculiar de las
cación artística, especialmente a través de los «medios de comunica- experiencias de su vida en símbolos representativos del arte..., ha-
ción más recientes», para transformar la sociedad. A los aspirantes ciendo que el arte sea tan vital para su currículo como lo es para la
a fotógrafos y a los artistas de vídeo debería ofrecérseles la oportu- cultura: cuando nos reconocemos a nosotros mismos en ambas esfe-
nidad de conocer mejor y comprender las funciones y roles del arte ras como creadores, transformadores y regeneradores, participamos
tal como han sido esbozados por Gerbrands (1957) y otros autores en el sentido del... en otro tiempo... ahora... después que conforma
(véase capítulo 3). las historias de nuestra vida individual y colectiva (págs. 64-65).
El hecho de considerar a los estudiantes creadores de arte podría
plantearles a los educadores artísticos algunas preguntas. Por ejem- La mayoría de los educadores estarían de acuerdo conmigo en
plo: mientras son estudiantes, ¿funcionan realmente los artistas, a se- que debemos ayudar a los jóvenes a tener una visión positiva del fu-
mejanza de otros artistas a través de las culturas, como transmisores turo y a creer que nosotros y ellos podemos hacerlo mejor y vivir me-
y continuadores culturales, como catalizadores del cambio social, y jor. Los programas de las clases del taller de arte tienen aquí sin
como magos, maestros y creadores de mitos? Su obra, ¿representa duda un papel que jugar. Los estudiantes pueden investigar al arte
un apoyo y/o un desafío para determinados valores culturales? La como una defensa y desarrollar este aspecto en su propia obra den-
obra de estos estudiantes, ¿aumenta nuestra comprensión o nos hace tro del taller. Además, «situar la cultura blanca, de clase media, dentro
mirar con un respeto y una admiración renovados? Cuando contem- de la galaxia de nuestros numerosos grupos étnicos, sociales y cultu-
Arte, educación y diversidad cultural 104 105 Pluralismo y contenido del currículo artístico

rales más bien que en el centro» (Garcia, 1982, pág. 177) contribui- estética filosófica eurocéntrica, y la historia del arte ser vista como el
rá a purgar el currículo del trivial y pobre material gráfico que ve- estudio de los monumentos de Occidente (Chalmers, 1987a), evi-
mos en los tableros de anuncios de las escuelas, arte que sintetiza lo dentemente no tiene por qué ser siempre así. Tenemos que recono-
que Efland (1976) etiquetó como «estilo artístico escolar». Los edu- cer que la opinión experta no siempre coincide de hecho con la opi-
cadores artísticos no deberían colocar ningún tipo de arte cerca o nión de los estetas occidentales y de otros expertos. Los programas
fuera de los márgenes de la sociedad. Cuando todas las categorías de de arte deberían incluir muchos tipos de expertos, alguno de los cua-
arte pueden ser igualmente válidas, y cuando las definiciones de ca- les debería ser miembro de las culturas que produjeron el arte que
lidad provienen del interior de cada categoría, nadie es el otro o el está siendo discutido. La interacción de la comunidad también es
intruso y ningún medio artístico es superior a cualquier otro; la dis- importante. Tanto en los museos como en las escuelas, los educado-
tinción entre arte y oficio —o artesanía— se vuelve borrosa y no je- res artísticos deberían evitar cuidadosamente el dar siempre la pre-
rárquica. ferencia a las formas de analizar el arte de la cultura (de la mayoría)
dominante.
Los educadores artísticos han de mostrarse cautelosos frente a
Estética los programas que enjuician y valoran el arte únicamente de acuerdo
con los principios estéticos occidentales. Hart (1991), que entiende
La investigación estética se ha definido a veces como «el discurso que la estética occidental se preocupa primordialmente de la indivi-
acerca del discurso acerca del arte». Como señalan Hamblen y Ga- dualidad, la originalidad, la permanencia y la forma, ha mostrado
lanes (1991), «la investigación estética implica un análisis de lo que que éstos no son criterios universalmente aplicables para definir la
se ha dicho acerca del arte. No es un análisis de objetos de arte, sino excelencia artística en todas las culturas. Parte del arte africano, por
acerca de los significados, valores, descripciones... atribuidos al ar- ejemplo, puede entenderse mejor en términos de ritos de paso, de
te... Es un análisis de los diversos discursos acerca del arte» (pág. 16). curación, poder, control y comercio (Chanda, 1993).
Esta definición es importante. Todas las culturas se ocupan del dis- Aunque podemos apreciar el arte de culturas distintas de la
curso acerca del arte (en sentido amplio). ¿Prestan atención los indi- nuestra, no es totalmente seguro que lo comprendamos. Para com-
viduos a ese discurso? El discurso acerca del arte que analizan los es- prender el arte y no limitarse simplemente a apreciarlo, es esencial
tudiantes debería ser tan diverso como las formas de arte que ellos comprender los principios del «buen» arte tal como los comprende
mismos estudian. Además de los expertos, ¿qué dice la gente ordi- el grupo social que los acepta como válidos. Las mismas pautas no
naria, en diferentes contextos culturales, acerca del arte? pueden aplicarse en todas las culturas, porque, como han mostrado
En un artículo que sirvió parta introducir la educación artística algunos antropólogos y otros estudiosos, «los miembros de diferen-
basada en las asignaturas al público británico, Eisner (1988) afirma tes culturas simplemente no reaccionan de la misma manera a los
que «comprender la variedad de criterios aplicables a las obras de mismos estímulos» (Kaepler, 1976, pág. 21). Sin embargo, esta afir-
arte y reflexionar acerca de los significados de ese concepto intelec- mación sigue siendo objeto de debate. La posibilidad de que existan
tualmente exquisito y huidizo que es el "arte" es la tarea básica de la pautas estéticas universales ha sido sugerida por Gotshalk (1962),
estética» (pág. 189; la cursiva es mía). Aunque yo he sugerido en una Rosenberg (1959), Child y Siroto (1965), Ford, Prothro y Child
obra anterior que, dentro de la DBAE, la estética puede a veces (1966), Iwao y Child (1966), Iwao, Child y Garcia (1969), e Iwawa-
—tal vez con demasiada frecuencia— parecer que se equipara con ki, Eysenck y Gotz (1969). En cambio, rechazan esta posibilidad in-
Arte, educación y diversidad cultural 106 107 Pluralismo y contenido del currículo artístico

vestigadores como Segall, Campbell y Herskovits (1966), los cuales tica, de la teoría feminista, de los estudios de homosexuales y les-
presentan pruebas en favor de diferencias culturalmente mediadas bianas y de la estética marxista, todos coinciden en pedir un reco-
en la percepción que sugieren la existencia de diferentes bases cul- nocimiento creciente de las numerosas fuerzas sociales que moti-
turales para las valoraciones estéticas. van, dirigen, influyen y definen el arte y que, dentro de las diversas
En último término, podemos optar por una solución cercana al culturas, pueden servir para evaluar a los artistas y su obra. Aunque
punto de vista expresado por Jacques Maquet (1979, 1986). En su algunos idiomas no tienen un término correspondiente a la palabra
innovadora Introduction to Aesthetic Anthropology, Maquet (1979) de origen latino arte, todas las culturas se preocupan de «hacer co-
postula una sensibilidad estética universal. Sin embargo, él entiende sas especiales» (Dissanayake, 1988, 1992) y todas «se preocupan de
por sensibilidad estética «la capacidad de ser estéticamente cons- la apariencia de las cosas y poseen tradiciones relacionadas con el
ciente, pero no de responder necesariamente de la misma manera a uso, el significado y la expresividad de formas y colores» (Lankford,
los mismos estímulos» (pág. 24). Maquet aduce tres argumentos en 1992, pág. 15). De alguna manera, una cierta idea o teoría estética
favor de la universalidad de la sensibilidad estética. En primer lugar, ha formado parte, o al menos así nos parece, de todas las culturas
los artesanos, precisamente porque tienen preocupaciones estéticas, (Anderson, 1980). La educación artística multicultural debe reflejar
no se contentan con diseñar formas que simplemente resulten efica- esta realidad.
ces y prácticas, y otro tanto cabe decir de los consumidores, que, de- Como prueba de que la estética, como disciplina curricular, se
bido a que también hacen valoraciones estéticas, prefieren poseer está haciendo más comprensiva, que el lector tome nota la ausencia
herramientas destinadas a cumplir funciones que no se agotan en el de etnocentrismo y de la auténtica amplitud de perspectiva de los si-
uso eficiente de las mismas. En segundo lugar, Maquet sostiene que guientes objetivos, tomados de una lista de 18 que aparecen en un
actuar, pensar, sentir emociones y contemplar son funciones del or- manual de estética para profesores publicado recientemente:
ganismo humano universalmente compartidas. En este sentido, en la
medida justamente en que hombres y mujeres son animales pensan- • Los estudiantes deberán conocer tanto las teorías artísticas
tes, podemos afirmar que también son animales estéticos. Su tercer tradicionales como las alternativas [y no olvides que, proba-
argumento gira en torno al hecho evidente de que en muchas cultu- blemente, lo que se considera tradicional o alternativo depen-
ras se afirma explícitamente el interés por los valores estéticos y el derá del autor que estás leyendo o de la persona a la que escu-
aprecio que de ellos se tiene. Aunque la gran universalidad de la sen- chas].
sibilidad estética contribuye a dar ese sentido de unidad que es tan • Los estudiantes han de reconocer que las ideas de arte varían
importante en una sociedad multicultural, ello no significa que to- de una cultura a otra y pueden cambiar con el tiempo.
dos los seres humanos respondan necesariamente de la misma ma- • Los estudiantes han de reconocer que las obras de arte pue-
nera a las mismas cosas. La unidad radica en el hecho de que todos den valorarse de distintas maneras.
los seres humanos, en todas las culturas, tienen la capacidad de ser • Los estudiantes tratarán de descubrir qué valores aprecian en
estéticamente conscientes. el arte sus familias, amigos y comunidades.
Como el resto de las disciplinas artísticas, la estética continúa • Los estudiantes investigarán los valores individuales y sociales
cambiando a medida que nosotros reconocemos y tratamos de com- que ponen de manifiesto las obras de arte.
prender las formas artísticas de un mundo multicultural posmo- • Los estudiantes se informarán acerca de las instituciones y re-
derno. Los representantes de la teoría institucional, de la teoría crí- des sociales que apoyan las artes e influyen en ellas.
Arte, educación y diversidad cultural 108 109 Pluralismo y contenido del currículo artístico

• Los estudiantes se iniciarán en el conocimiento de los diferen-


tes tipos de mecenazgo artístico practicado a lo largo de la his- Crítica del arte
toria y en diferentes culturas.
• Los estudiantes elaborarán [listas de las] características que nos De la misma manera que todas las culturas hablan acerca del arte (o
permiten identificar a una persona como artista, (págs. 69-70). artilugios culturales), todas las culturas practican también ciertas for-
mas de crítica artística. Como yo mismo he señalado a lo largo de esta
Los educadores artísticos son también cada día más conscientes monografía, los educadores artísticos deberían demostrar que todos
de que tanto el folclor como el arte popular han de hacer acto de pre- necesitamos y utilizamos el arte por razones bastante similares. En
sencia en la educación artística, y por lo tanto deberían procurar no este sentido (y, a no ser que pensemos adoptar una actitud elitista y
olvidar el debate estético en estas áreas. Por ejemplo, varios investi- dependiente de nuestra cultura, ésta es la única solución realmente
gadores han mostrado que el vestido es un medio fundamental de ex- sensata), el arte asiático es tan «válido» como el arte europeo, el arte
periencia estética para los miembros de algunas culturas. Holloman popular tan «válido» como el arte elevado, etcétera. Esto no significa
(1989) aporta pruebas de que, en Estados Unidos, los miembros de que no existan arte asiático bueno y malo, arte europeo bueno y malo,
algunos grupos gastan en ropa de vestir una proporción mucho más y arte popular bueno y malo, pero no podemos juzgarlos todos ellos
alta de sus ingresos que los miembros de otros grupos. Tricado (1991) como parte de la misma categoría. Ninguna categoría de arte puede
ha investigado el «estilo», especialmente el uso que hacen de vestido, decirse a priori que es mejor que otra. Naturalmente, la crítica artísti-
joyas, pelo, música, lenguaje y otras acciones algunas culturas juve- ca tiene en cuenta la calidad, pero el crítico debe ensanchar su con-
niles urbanas como «simbolismo lleno de sentido», «declaración dra- cepto de calidad, especialmente para dar cabida a obras que estén
mática», «imagen manipulada», «exterior recargado» y «artificio fuera de las definiciones e historias de tipo europeo.
expresivo». Los elementos visuales, como el vestido y el movimiento, Los educadores artísticos deberían poner al descubierto el siste-
son especialmente importantes en las actuaciones musicales de mu- ma de valores de la cultura dominante que impregna y está implícito
chos grupos culturales. El debate estético transcultural tiene ante sí en rituales del aula tan habituales como el modelo de crítica del arte
muchas posibilidades maravillosas. Discusiones de este tipo se están propuesto por Feldman (1970), que incluye los siguientes estadios:
produciendo ya en los vestíbulos de las escuelas, y deberían produ- descripción, análisis, interpretación y juicio valorativo. Si salen airo-
cirse también en las clases de arte. La investigación estética se asocia sos de esta tarea, los estudiantes serán capaces de procesar la infor-
a menudo con la tarea de «hacer filosofía». Y ésta —es decir, la filo- mación de la cultura dominante a partir de sus perspectivas cultura-
sofía— resulta accesible cuando los objetos familiares y el habla fa- les particulares y «juzgar si puede ser personalizada y utilizada sin
miliar pasan a ocupar el centro de los debates. Los educadores artís- que ello suponga una invasión destructiva de sus personales visiones
ticos podrían considerar que merece la pena tomar como punto de culturales del mundo» (Nakonechny, 1989, pág. 13).
partida algunos objetos y el lenguaje de las culturas populares locales. No deberíamos sentirnos obligados a emitir siempre un juicio
En este contexto local, pueden empezar planteando preguntas como sobre el arte. Los educadores artísticos tienen que adoptar una acti-
éstas: ¿Qué es arte? ¿Para qué sirve el arte? tud antropológica frente a la crítica artística. Como han sugerido
Blandy y Congdon (1987b), la crítica del arte debería «incluir los
procesos críticos desarrollados y utilizados por la familia de granje-
ros de Iowa, por el nativo de Harlem, y por el esteticista del Misisi-
Arte, educación y diversidad cultural 111 Pluralismo y contenido del currículo artístico
110

pí» (pág. xvii). Las formas que distintas personas tienen de hablar va e inalterablemente dentro de un objeto, sino que más bien es el
acerca del arte y de interpretarlo no sólo deberían mantenerse en las resultado de la interpretación social. Esta autora muestra cómo las
clases de arte, sino que incluso deberían poner en tela de juicio las per- mismas novelas han sido comprendidas e interpretadas de manera
cepciones que los mismos educadores tienen de la calidad; esto con- muy diferente por críticos pertenecientes a tres culturas diferentes.
tribuiría a que los educadores viesen con mayor claridad que cada ¿No sucede lo mismo con las artes plásticas? Fred Wilson, artista
una de las formas culturales posee sus propias definiciones de cali- y a la vez conservador de legados culturales tanto de los nativos ame-
dad y de mérito. Quienes durante mucho tiempo se han pasado ha- ricanos como de los afroamericanos, ha realizado algunas exposi-
ciendo colchas o edredones, decorando furgonetas, esculpiendo ciones verdaderamente apasionantes, con enorme interés para los
9
sierras de cadena, o fabricando cacharros de cerámica para sus ve- estudios críticos en la educación artística. ¿Qué sucede, por ejem-
cinos, todos ellos tienen derechos a defender sus interpretaciones, a plo, cuando se expone arte de este tipo en el espacio blanco incon-
expresar sus propios juicios valorativos, y a que se les reconozca su taminado de un museo, en un espacio «etnográfico» de color oscuro
creatividad artística. Los educadores artísticos han de aprender que en el que destacan la documentación y los rótulos identificadores, o en
incluso sobre terciopelo negro puede encontrarse uno con pinturas el ambiente aristocrático y de «buen gusto» de un salón del siglo x i x ?
«buenas» y «malas». ¿Qué sucede cuando las máscaras africanas están rodeadas de ban-
Uno de los enfoques más corrientes de la educación multicultural deras francesas o inglesas y se exhiben como trofeos? ¿Cómo afec-
es el de comenzar con lo familiar. Martin Lindauer ha realizado nu- taría de hecho a la percepción del objeto el cambio de una de esas
merosos estudios sobre lo que él denomina arte «barato» o «de pro- etiquetas que habitualmente acompañan a las obras de una exposi-
ducción masiva» (también conocido a veces como arte de fábrica o ción, por ejemplo, si en lugar de «Prestado por el Museo Británico»
arte cursi [kitsch]). Este tipo de obras forma parte de los objetos que dijese «Robado a la tribu de los Hotentotes»?
consumen miembros de diversos grupos culturales. Lindauer (1990) Los profesores y los alumnos que deseen llevar la crítica artística
ha afirmado que, para hacer crítica artística, el arte de producción al ruedo de la reconstrucción social pueden debatir algunas de las
masiva presenta una ventaja frente al arte de los museos, a saber, que cuestiones que planteó Eric Gordon (1992) en un manuscrito pre-
se encuentra más fácilmente y nos resulta más familiar. Según este sentado a The Angeles Times y a Artweek, aunque ni uno ni otro lo
autor, preguntas como «¿Qué piensas tú acerca de esta obra de arte?» publicaron. (Finalmente, el artículo apareció en S.P.A.R.C.plug, una
o « ¿ Q u é es lo que te gusta de esta obra de arte?» pueden ser más hoja informativa editada por SPARC.) A'Gordon le preocupa el he-
fáciles de comprender cuando se refieren a piezas de producción ma- cho de que la crítica artística oficial raramente responda a los mura-
siva y, en muchos sectores de la sociedad, pueden dar lugar a res- les públicos. Por recordarnos que todos los estudiantes pueden co-
puestas muy completas e interesantes. El cliente en una tienda o el menzar con las formas artísticas de sus propios entornos, y porque
propietario de una vivienda que tratan de comprar arte de produc- resulta muy apropiado para un tipo de debate que debería conti-
ción masiva ofrecen probablemente una respuesta menos reverencial nuarse en las clases de arte, reproduzco aquí, con permiso de Gor-
y atemorizada que el visitante de un museo ante una obra maestra, don, parte de su alegato:
porque, mientras que los primeros están comprometidos a vivir con
el arte, el visitante del museo está simplemente de paso (pág. 108).
Como otros interesados en la construcción social del significado, 9. Sobre el debate en torno a la obra de Fred Wilson, véase Getty Center for
Griswold (1987) sostiene que el significado no se encuentra exclusi- Education in the Arts (1993).
Arte, educación y diversidad cultural 112 113 Pluralismo y contenido del currículo artístico

Unos pocos... periódicos de la comunidad dedican... cierto espa- para una reducida camarilla de visitantes de museos, merecen que les
cio a los murales... [e] informarán acerca de un nuevo mural como de prestemos atención. Sus habilidades [probablemente] se han depu-
una historia colorista local... A lo sumo... [los periódicos importantes rado en las mismas escuelas de arte a que han acudido los otros artis-
y los diarios de arte] dan a conocer un acontecimiento registrando el tas; sus valores e ideas poseen la misma validez. Para su propio creci-
momento de la dedicación del mural, pero raramente se presenta un miento y desarrollo, necesitan ser evaluados de acuerdo con los
fotógrafo, y nunca hay un crítico de arte que escriba un comentario. mismos criterios que aplicamos a otros artistas. Las verdades que
En el mejor de los casos, los murales son tratados como una especie ellos ponen a nuestro alcance no tienen por qué constituir un secre-
de niño huérfano del mundo del arte, al que se le mima con alguna to de barrio.
mención bienintencionada. Cuando los escritores abordan este tema, Al mismo tiempo, los críticos han de ser conscientes de que el arte
escriben sociología: los murales como parte del programa de embe- público está al servicio de audiencias y propósitos perfectamente de-
llecimiento contra las pintadas en las paredes, como medio de dar finidos (págs. 5, 14).
empleo a algunos asistentes de la juventud desvalida, como comple-
mento colorista y a veces significativo del triste entorno urbano. Los
murales atraen bastante más público que interés profesional...
Me atrevería a sugerir que la razón de este descuido por parte de
los críticos es racismo. Si esta palabra es demasiado dura, dime qué
te parecen estas otras: malestar por el hecho de viajar alrededor de la
ciudad hacia áreas desconocidas en el circuito artístico; resistencia a
pensar acerca de las pautas artísticas en culturas no anglosajonas; ac-
titudes paternalistas hacia el «arte de la calle» o «el arte del barrio»;
temor a parecer que se legitiman los graffiti: como si los murales es-
tuvieran sólo un peldaño por encima del vandalismo; la sospecha
persistente de que, como forma, el mural es un anticuado vestigio de
la Agencia Federal encargada de administrar las obras públicas en la
década de 1930, de «mentalidad excesivamente cívica» para una ge-
neración aferrada al expresionismo abstracto; rechazo de los temas
políticos o del orgullo étnico que a veces se expresan en los murales.
¿Será necesario continuar? En último término, tal vez la palabra ra-
cismo no haya estado tan mal elegida.
A pesar de la escasa atención que les presta la crítica, millones de
personas contemplan los murales a la largo de sus vidas. De hecho,
los murales tienen «mensajes»: me vienen a la mente la Ultima Cena
de Da Vinci, la Capilla Sixtina de Michelangelo, o las obras de Diego
Rivera. El impacto de los murales en su audiencia es mucho más po- ha Gran Muralla de Los Angeles, Judy Baca, 1974-1983. Pintura acrílica sobre
deroso y duradero que el que pueda tener casi cualquier exposición
hormigón, 3,96 x 731,52 m. Centro de Recursos Artísticos Sociales y Públicos,
de museo, a pesar de que, irónicamente, la mayor parte de los... pin-
Venice, California.
tores de murales exponen también en galerías de arte.
Los artistas que se deciden a pintar para todo el mundo, y no sólo Arte para un público más amplio que « l a reducida camarilla de los visitantes de m u s e o s » .
Arte, educación y diversidad cultural 114 115 Pluralismo y contenido del currículo artístico

Tomar conciencia de que el arte está al servicio de audiencias y pro- En historia del arte el revisionismo serio empezó con el feminis-
pósitos perfectamente definidos a través de las culturas es una tarea mo (Nochlin y Harris, 1971) y se amplió progresivamente hasta in-
decisiva para la educación multicultural. Los estudiantes pueden cluir otras cuestiones políticas. Una serie de movimientos, sobre
analizar periódicos y revistas de arte locales y nacionales para ver si todo la semiótica, el feminismo, el marxismo y la deconstrucción,
estas publicaciones incluyen una cierta pluralidad de formas artísti- han supuesto un reto para la «actuación» de la historia del arte, aun-
cas de diversas culturas. De no ser así, ¿qué otra iniciativa pueden que los efectos de estos nuevos planteamientos apenas se notan to-
tomar los estudiantes? Tal vez lo más adecuado en tales casos sería davía en las escuelas, donde
enviar a los medios de comunicación un alegato como el de Gordon.
conceptos como la Edad Media y el Renacimiento se utilizan todavía
para organizar la mayor parte de los temas en historia, literatura y ar-
Historia del arte tes. Cuando a un currículo se incorporan contenidos propios de las
culturas africanas y asiáticas, éstos son vistos por lo general dentro del
contexto determinado por conceptos y paradigmas europeos. Por
La educación artística y la diversidad cultural se han visto enriqueci-
ejemplo, las historias de Asia, África y América se estudian a menudo
das recientemente con dos nuevas herramientas de trabajo para la
bajo el epígrafe «Época de los descubrimientos», que se refiere al
enseñanza de la historia del arte: Art History and Education (Addiss
tiempo en que los primeros europeos llegaron a los citados continen-
y Erickson, 1993) y Art History: A Contextual Inquiry Course (Fitz- tes (Banks, 1992, pág. 33).
patrick, 1992). Ambos textos presentan visiones de la historia del
arte que pueden aplicarse fácilmente dentro de los programas esco- De manera parecida, los educadores artísticos pueden contribuir al
lares; ambos son, por otra parte, compatibles con un enfoque multi- afianzamiento de determinadas ideas racistas, por ejemplo, al ense-
cultural de la enseñanza y del aprendizaje. ñar la historia del arte del antiguo Egipto negando, o simplemente
Una de las primeras cosas que tienen que comprender los educa- omitiendo, que Egipto es un país del norte de África (DePillars,
dores artísticos es que no existe una sola historia del arte. En realidad, 1990; Dufrene, 1994; Spruill-Fleming, 1990).
el arte tiene muchas historias diferentes y rivales. En su mayor parte, Generalmente, los educadores artísticos están de acuerdo en que
estas diferencias provienen menos de la exactitud de la información y enseñar historia del arte no significa impartir clases magistrales a los
de la meticulosidad de la investigación que de los distintos programas estudiantes como hacen algunos instructores de cursos generales in-
sociales que presuponen. En la actualidad, la historia del arte aborda troductorios a nivel de colegio universitario. La historia del arte es
cuestiones culturales y sociológicas que en otro tiempo quedaban al un proceso de indagación que requiere descripción, análisis e inter-
margen tanto de la historia del arte como de la educación artística pretación. Dicho proceso implica el «análisis [histórico] de la obra
(Freedman, 1991). El estudio de la historia del arte tiene que conver- de arte, del artista, de la cultura del artista y de otras influencias so-
tirse en algo más que una cronología canónica de obras maestras oc- ciales y personales sobre la creación [y el uso y el consumo] del arte»
cidentales. En una sociedad culturalmente plural, las historias del arte (Fitzpatrick, 1992, pág. 2). Como se ha dicho en el capítulo 1, la his-
no sólo deben abarcar el arte producido en todas las partes del mun- toria del arte ha de redescubrir sus raíces antropológicas en cuestio-
do, sino que deben prestar atención a un amplio abanico de formas nes como los focos de interés y la metodología. La «nueva» historia
artísticas, así como al arte de las mujeres y de miembros de otros gru- del arte parece especialmente apropiada para el estudio del arte en
pos que son o han sido política y estéticamente oprimidos. sociedades multiculturales, porque aborda el tema desde el punto de
Arte, educación y diversidad cultural 116 117 Pluralismo y contenido del currículo artístico

vista de las historias culturales; los objetos particulares se estudian da o grado de variación se considera tolerable en la conducta
como mercancías dentro de sistemas socioestéticos específicos artística? ¿Cómo [es] recompensado... el artista? (pág. 11).
(Pointon, 1986). En la nueva historia del arte se utilizan al mismo
tiempo métodos intrínsecos/formales y métodos extrínsecos/con- McFee recomienda también que todos nos hagamos una serie de
textúales. De este modo, se tiene en consideración tanto la aparien- preguntas sobre la relación existente entre arte y cultura:
cia de la obra como el significado de la misma.
Es importante que los estudiantes hagan historia del arte, y no se • ¿Qué tipo de influencias culturales actúan en el acto de crea-
limiten a leer acerca del «arte antiguo» en textos convencionales de ción artística de un determinado grupo?
historia del arte. Los estudiantes necesitan ver los métodos de la his- • ¿Cómo refleja de hecho el arte esa cultura?
toria del arte, que cada vez más son adoptados de otras disciplinas, • ¿Cómo realza y transmite en realidad el arte los valores cultu-
especialmente de las ciencias sociales: comprobación de hipótesis, rales, las cualidades, las actitudes, las creencias y los roles?
solución del problema, trabajo práctico de investigación. En las es- • ¿Qué criterios utilizamos para enjuiciar el arte?
cuelas, la historia del arte debería ser activa. Los historiadores del • ¿Qué cualidades emergentes presentan el arte y la cultura actuales?
arte describen, analizan e interpretan las obras de arte de acuerdo • ¿Qué función le corresponde al artista en la cultura?
con sus materiales y modos de producción, sus creadores, las épocas • ¿Cómo aprende un individuo a ser artista?
y los lugares de creación, y especialmente sus significados o funcio- • ¿Dónde se acopla un determinado artista dentro del grupo
nes (Kleinbauer, 1987). Este tipo de investigación no siempre tiene cultural?
lugar en una biblioteca.
Partiendo de la obra de Triandis (1983), McFee (1986) insinúa Estas y otras preguntas parecidas deberían plantearse frecuentemen-
que sólo estaremos en condiciones de comprender el arte de una cul- te en el contexto de los currículos artísticos. Para contestarlas, los
tura cuando busquemos respuestas a preguntas como las siguientes: alumnos, además de estudiar objetos artísticos, han de estar dispues-
tos a manejar documentos de archivo, diarios, periódicos y otros re-
• ¿Cuáles son las normas que determinan la conducta artística cuerdos memorables.
[en esa cultura]? ¿Quién hace qué, cuándo y cómo? Para conseguir, por ejemplo, que la historia del arte acepte entrar
• ¿Qué tipo de relación vincula al artista con la [cultura] del res- en el ruedo de la reconstrucción social, los educadores han de conse-
to del grupo? guir que los estudiantes se familiaricen con la historia del coleccio-
• ¿De qué maneras expresa el artista las intenciones generales nismo. Los objetos culturales pueden reflejar sus significados origi-
del grupo? nales y, al mismo tiempo, los significados que esos mismos objetos
• ¿Cómo puede compararse de hecho la idea que un determina- tienen para nuevas audiencias en diferentes contextos sociales. ¿Qué
do artista tiene de sí mismo con las normas que rigen para sucede, por ejemplo, con los objetos procedentes de culturas no oc-
otras personas en el grupo? ¿Qué valores son claramente acep- cidentales, o de otro tipo, cuando han sido recolocados en los mu-
tados o rechazados en y a través del arte del grupo? ¿Cuáles seos occidentales? (Véase lo dicho anteriormente sobre la obra de
son las creencias del grupo acerca de los antecedentes y las Fred Wilson.) Los estudiantes mayores podrían discutir provechosa-
consecuencias del arte? ¿En qué se basa el arte? mente la observación de Clifford (1988) de que, durante más de un
• ¿Qué efectos se espera que pueda tener [el arte]? ¿Qué medi- siglo, los objetos coleccionados procedentes de culturas no occiden-
Arte, educación y diversidad cultural 118 119 Pluralismo y contenido del currículo artístico

tales han sido clasificados en su mayor parte como material antro- nes y la utilización sesgada del lenguaje. Aunque nadie debería tener-
pológico. Sólo en un número muy reducido de objetos se han iden- se a sí mismo por más civilizado que los demás, en la educación artís-
tificado las cualidades que los expertos occidentales consideran im- tica, como yo mismo he observado, algunos escritores y profesores si-
10
prescindibles para que puedan calificarse de obras de arte. guen practicando todavía la discriminación y piensan que ellos y sus
Sin salir del ámbito de la reconstrucción social, y en un intento culturas son superiores a otros individuos y otras culturas.
de avanzar aún más en la «desegregación curricular», los profesores Las tradiciones occidentales están fuertemente atrincheradas, y
y algunos estudiantes mayores pueden centrar su interés en historias es lógico que la «multiculturalización» de los textos de historia del
11
de arte homosexual y lesbiano. Sin duda, el arte de estos grupos ha arte avance lentamente, pero de hecho avanza (véase Addiss y Erick-
recibido escasa o nula atención en el currículo artístico de la educa- son, 1993). Por ejemplo, la introducción a la historia del arte y a la
ción secundaria. Una excepción es el estudio de Barrett y Rab crítica del arte de Bersson (1991), titulada Worlds of Art, se basa a
(1990) , que describen la salida de un grupo de estudiantes para visi- la vez en enfoques formalistas y contextualistas para comprender
tar una polémica exposición fotográfica de Robert Mapplethorpe. tanto las bellas artes como el arte popular. Aunque sigue centrando
Los relatos y las reacciones de los participantes (estudiantes de 18 su atención en tradiciones occidentales, Bersson incluye de hecho
años de edad, acompañados por dos profesores, el de inglés y el de muchos ejemplos no occidentales y, de manera más específica, dis-
educación artística) sugieren que, además de cualidades formales, cute la obra de artistas afroamericanos, nativos americanos (pueblos
las escuelas públicas pueden estudiar con éxito temas, contextos y de Primeras Naciones) y de mujeres.
significados polémicos en diversos mundos artísticos. Sin embargo,
es significativo que, como en este caso, los profesores de lengua es-
tán a menudo mejor preparados que los profesores de arte para en- Conclusión
frentarse con un tema controvertido en el currículo. La razón es por-
que, al contrario que los profesores de artes plásticas, los profesores En la búsqueda de coincidencias en los roles y las funciones del arte
de lengua han desarrollado programas escritos para defender la in- a través de las culturas, los educadores artísticos no pueden hablar en
clusión de la literatura de controversia en el currículo. Los profeso- nombre de todas las culturas, pero, como yo he tratado de mostrar
res de arte deberían tomar nota. en este capítulo, sí pueden ser multiculturales en los enfoques que
Un enfoque centrado en las asignaturas a la educación artística den al currículo artístico. Pueden empezar centrando su atención en
puede elaborar libros de texto y otros materiales didácticos casi tan una cultura conocida, pasar después a varias culturas y continuar re-
comunes en la educación artística como lo son en otras áreas curricu- flexionando sobre el arte como medio de cambio social y cultural.
lares. Los educadores deberían analizar estos materiales para detectar Las disciplinas artísticas ponen en manos de los profesores las lentes
las manifestaciones abusivas, en especial los estereotipos, las omisio- que necesitan para cumplir esta tarea. Las asignaturas pueden utili-
zarse separadamente o combinadas para intentar responder a pre-
10. En una sociedad plural, la política de exposiciones ofrece varias dimensio-
guntas estéticas y críticas: ¿cómo identificamos «el arte que importa»
nes. Algunas de estas cuestiones están descritas en una serie de libros que tienen
sustanciales implicaciones curriculares. Véanse, por ejemplo: Karp y Lavine (1990),
en una sociedad determinada? ¿Cómo utiliza un grupo concreto las
K a r p , Kraemer y Lavine ( 1 9 9 2 ) , Messenger (1989) y Price (1989). artes? ¿Cómo educa y socializa el arte? ¿Cómo estructuran los artis-
1 1 . «Desegregación curricular» es una expresión acuñada por James Boyer tas o los actores lo que dicen y la forma de decirlo? ¿Cuáles son los
(véase Bayer y Boyer, 1 9 7 5 ) . roles y las influencias del artista? ¿Cómo se relacionan las artes, la
Arte, educación y diversidad cultural 120

economía y las organizaciones sociales? ¿Hasta qué punto coinciden


las respuestas a todas estas preguntas a través de las culturas?
La educación artística en una sociedad pluralista exige el estudio
de ambas dimensiones, la estética y la social. Si la historia del arte, la
estética y la crítica del arte han de relacionarse con una producción
artística dotada de sentido, los estudiantes necesitarán conocer a ar-
tistas de diversas culturas que, a través de su obra, han sido conser-
vadores culturales, terapeutas sociales, propagandistas y catalizado-
res del cambio social, creadores de mitos, magos, dinamizadores y
decoradores. Los estudiantes pueden poner su propia obra al servi-
cio de estos mismos fines.
Arte, educación y diversidad cultural 120

Diseño y aplicación de un currículo


para la educación artística multicultural

Esta monografía no pretende añadir nuevos datos, sino reestructu-


rar los ya existentes. No he incluido ejemplos de lecciones y unida-
des por dos razones. En primer lugar, al pedir yo a los profesores,
consejeros, coordinadores de currículo, educadores de museos y es-
tudiantes de educación artística que repiensen la naturaleza del arte
y de la educación en su conjunto en el contexto de una sociedad cul-
turalmente plural, existe el peligro de que las unidades y los esque-
mas de lección individuales de carácter genérico se utilicen como
simples parches ocasionales. Como sucede incluso con el mejor ma-
terial didáctico actual del que se habló en el capítulo 4, no podemos
limitarnos a «echar mano» de algunas lecciones y unidades indivi-
duales y añadirlas a los programas vigentes. En segundo lugar, dife-
rentes comunidades pueden requerir diferentes maneras —y di-
ferentes ejemplos— para enseñar los vastos temas mencionados aquí
y para alcanzar los mismos fines y objetivos.
A estas alturas, el lector puede hacerse ya una idea bastante apro-
ximada de cuáles deberían ser algunos de los fines, objetivos y temas
de la educación multicultural. De todos modos, todavía hemos de
considerar algunos factores más antes de iniciar la planificación y la
aplicación de un auténtico currículo local. En el capítulo 4 se discutió
el tema de cuál debería ser el contenido de un programa destinado a
conseguir una educación artística significativa y multicultural. En el
presente capítulo hablaré de cómo estructurar y secuenciar los currícu-
Arte, educación y diversidad cultural 122 123 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

los con vistas a una educación artística multicultural, así como de la Como afirman los autores, «el aprendizaje que se produce en el con-
aplicación y evaluación de tales programas. A lo largo de esta mono- texto de un currículo multicultural tiene que ser relevante [ante
grafía, he abogado una y otra vez por metas y objetivos generales y uni- todo] para las experiencias artístico-culturales de los propios estu-
versales teniendo como centro de interés el porqué del arte. Sin em- diantes» (pág. 24). De todos modos, conviene recordar que el pro-
bargo, para alcanzar estos objetivos generales, así como para implicar pósito global es el multiculturalismo en el currículo. Al prestar aten-
eficazmente a diversos grupos e individuos en una educación artística ción a intereses locales, los educadores no deberían perder nunca de
verdaderamente multicultural, los educadores pueden verse obligados vista el elemento unificador (a saber, que diferentes grupos produ-
a tomar decisiones basadas en sus propios contextos locales. cen y utilizan el arte por razones bastante parecidas) o dejar de dar a
conocer comunidades monoculturales a otros mundos del arte.

Intereses locales
Secuenciación de un programa artístico multicultural
Stuhr, Petrovich-Mwaniki y Wasson (1992) siguen las sugerencias
de algunos teóricos del currículo y de la enseñanza multicultural al En su publicación Quality Art Education: Goals for Schools, la Na-
abogar por un enfoque local de la selección de actividades de apren- tional Art Education Association (sin fecha) afirma que todas las es-
dizaje. Personalmente no me opongo a que se recurra a este tipo de cuelas deberían ofrecer «un programa secuencial de instrucción ar-
enfoques como punto de partida, siempre que los educadores no tística lo suficientemente equilibrado como para incluir el estudio de
pierdan de vista los objetivos globales más amplios y traten de en- la estética, de la crítica del arte, de la historia del arte y de la pro-
sanchar las perspectivas de todos los estudiantes. Stuhr, Petrovich- ducción artística» [Nota del autor: la cursiva es mía]. Aunque no tan
Mwaniki y Wasson sugieren que los educadores puedan investigar rígidamente como podrían dar a entender los libros de dibujo de fi-
los siguientes aspectos del contexto local para generar material con nales del siglo xix, la educación artística ha recuperado gradual-
vistas a una práctica relevante del grupo de clase: mente un concepto más estricto de los currículos secuenciales y ha
tratado de establecer patrones nacionales de lo que los jóvenes de-
• La historia del área local. berían conocer y ser capaces de hacer en el campo de las artes en
• Los factores culturales, sociales, políticos, religiosos y econó- cada uno de los estadios de su escolarización. Para la educación ar-
micos que afectan a dicha zona. tística centrada en las asignaturas (DBAE) el enfoque progresivo del
• Las influencias físicas y culturales medioambientales. aprendizaje es básico y debería contribuir a la fundamentación con-
• Los factores demográficos (trastornos del área de población, ceptual del estudio y de la práctica temáticos del arte en las socieda-
cambios de población). des multiculturales. Sin embargo, pensar acerca del alcance y la se-
• Valores y sistemas de creencias locales (especialmente los rela- cuencia únicamente en función del contenido, como se ha hecho a
cionados con la educación y el arte). menudo (por ejemplo, estudiando el arte de un reducido número de
• Grupos sociales-culturales y étnicos (colapso, predominio). culturas en la enseñanza primaria, de algunas más en la enseñanza
• Diferencias individuales (edad, género/sexo, orientación se- media o secundaria, y de nuevo de unas pocas culturas finales du-
xual, casos excepcionales). rante los últimos años de la enseñanza secundaria), resulta suma-
• Producción y recursos artísticos/estéticos (pág. 20). mente ingenuo y muestra la escasa comprensión que se tiene tanto
Arte, educación y diversidad cultural 124 125 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

de los objetivos de la educación artística multicultural como de los


estadios del crecimiento y desarrollo humanos. Nivel 1
En educación artística contamos con un rico legado de estudios (Educación Infantil y primeros años de la Educación Primaria)
que han investigado la producción artística desde un punto de vista
evolutivo (y en ocasiones transcultural). Además, cada vez suscita Hacia la edad de 5 años, los niños cuentan con un repertorio de ac-
mayor interés el problema de cómo empiezan los estudiantes a com- titudes respecto de ellos mismos y de sus compañeros, y empiezan a
prender la historia y de cómo esos mismos estudiantes pasan por desarrollar su conciencia cultural (Smardo y Schmidt, 1983). Los ni-
diversos estadios al tratar de responder al arte (véanse Addiss y ños asimilan rápidamente las actitudes sociales dominantes con res-
Erickson, 1993; Parsons, 1987). Los encargados de desarrollar el cu- pecto a las diferencias étnicas y de otro tipo. Es importante que, des-
rrículo deberían utilizar este material para determinar la buena dis- de el parvulario, los alumnos aprendan que el arte está hecho por
posición de los alumnos para estudiar y hacer arte por caminos que hombres y mujeres en todas las culturas, y que esto ha sido así a lo
refuercen los principios que yo he explicado a lo largo de esta mo- largo de la historia. Todos los niños de este tramo de edad pueden,
nografía. En la actualidad, estudiantes relativamente sofisticados son en cierta medida, contemplar e imaginar las funciones y los roles del
capaces de ver las ilustraciones que acompañan a un texto como arte en diversas sociedades.
«creaciones culturales» y como partes de sistemas socioculturales
(Parsons, 1987). Sin embargo, si los educadores enseñan con la idea Durante sus primeros años de escolarización, los niños general-
mente se lo pasan bien haciendo y mirando obras de arte, que ellos
de alcanzar este objetivo, como yo sugiero que hagan, no hay abso-
valoran de una manera personal y concreta, por ejemplo, un color fa-
lutamente ninguna razón para que tales logros se reserven exclusiva-
vorito, un tema atractivo... Aunque sus interpretaciones del arte pue-
mente para los estudiantes de los niveles superiores de la enseñanza den ser profundas, su captación de los sistemas simbólicos artísti-
secundaria. En una sociedad multicultural, los educadores artísticos cos... [resulta probablemente] demasiado limitada para que estén en
de todos los niveles deberían instruir a sus alumnos acerca de las condiciones de emprender una búsqueda estética compleja (Lank-
funciones y los roles del arte a través de las culturas, lo que permiti- ford, 1992, pág. 37; Lankford se basa en Gardner, 1990; Gardner y
ría que los estudiantes alcanzaran esas percepciones contextúales en Perkins, 1989).
edades mucho más tempranas. Como he sugerido en el capítulo 3, se
puede encomendar a estudiantes de distintos niveles la tarea de en- Según Parsons (1987), los alumnos de este nivel tienen puntos de
contrar, investigar y discutir ejemplos transculturales de arte creado vista acríticos y no discriminatorios sobre el arte. Por lo tanto, aun-
por artistas que con el tiempo se han convertido en adjudicadores de que sus visiones tal vez sean muy personales, los niños de esta edad
significado y/o posición, catalizadores de cambio social, potenciado- pueden mostrar la mejor disposición para contemplar el arte de mu-
res y decoradores, intérpretes, magos, creadores de mito, propagan- chas culturas, en especial si no está históricamente demasiado aleja-
distas, registradores de historia, terapeutas sociales, narradores de do de ellos. Lo conocido, lo local y familiar es un buen punto de par-
historias y maestros. De entre estas actividades, algunas, como la de con- tida. Durante algún tiempo, los educadores artísticos de la escuela
templar a artistas de diversas culturas como decoradores, intérpretes pública creyeron que los niños pequeños tenían que trabajar con di-
y narradores de historias, pueden iniciarse sin duda en el parvulario. versos medios artísticos y experimentar distintas maneras de hacer
Enseguida sugeriré algunos puntos de partida. arte. Además, había que ofrecerles oportunidades para hablar acer-
ca de diferentes tipos de arte, de varias culturas y de distintas épocas.
Arte, educación y diversidad cultural 126 127 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

Sin duda, los niños de parvulario no son demasiado jóvenes como cribir aspectos que resultan obvios o intrínsecos en el arte que es ob-
para pasar algún tiempo estudiando diferentes artistas y los contex- jeto de debate: el tema, el color, la textura, etcétera. McFee y Degge
tos en que trabaja cada uno de ellos, especialmente a nivel local. (1980) sugieren que los niños pequeños, y naturalmente también es-
Los alumnos de la escuela primaria pueden escuchar historias tudiantes de más edad, deberían «describir cómo los artistas [de cul-
acerca del arte y de artistas de diferentes culturas y pueden crear su turas muy diversas] repiten tamaños, colores, figuras, o formas y
propio arte para contar e ilustrar las historias. Los enfoques multi- texturas, para poner algo de orden en una obra de arte» (pág. 376).
culturales de la educación artística están en condiciones, por una Estos autores sugieren también que los alumnos de educación infan-
parte, de desafiar las ideas de Piaget sobre el desarrollo mental y, por til y primaria deberían ser capaces de «describir cómo objetos desti-
otra parte, de utilizarlas. Por ejemplo, Egan (1979) pone en tela de nados a usos parecidos están hechos de forma diferente por perso-
juicio la idea de que los niños necesitan empezar con lo que les es co- nas de diferentes culturas» (pág. 379).
nocido y crecer hacia fuera. Según este autor, el desarrollo avanza en Siempre es importante que los niños dibujen y tomen nota de la
sentido contrario, siendo el yo lo último que conocen los niños. forma que sea de objetos culturales. Además, a medida que avanzan
Egan supone que son las ideas más abstractas las que resultan atrac- en su educación artística, deberían visitar museos y otros lugares
tivas para los niños en la primera infancia: opuestos como bueno y donde pueden encontrarse de mil modos diferentes con el arte (en-
malo, débil y fuerte, cobarde y valiente. Egan afirma que este «esta- tendido en sentido amplio).
do mítico» debería ser la nota característica del currículo de la pri-
mera infancia. Por consiguiente, los maestros tendrían que enseñar
por medio de historias, experiencias y relatos que atraigan el interés Nivel 2
de los niños por estas contraposiciones bipolares abstractas, que (Ciclos medio y superior de la Educación Primaria)
aparecen reflejadas en el arte de muchas culturas. Como Piaget,
Egan sitúa la motivación para aprender en el interior del niño. A este Parsons (1987) ha observado que al llegar a los ciclos superiores de la
autor le gustaría recuperar la imaginación y el sentido poético como educación primaria, los alumnos americanos de cultura europea valo-
parte de la fundamentación del aprendizaje futuro (véase Egan, ran la habilidad, el realismo y la belleza. Por desgracia, acerca de los
1991). Estamos empezando a ver en algunos libros de dibujos para estudiantes de esa misma edad con otros antecedentes culturales ape-
niños pequeños que la búsqueda de la dimensión imaginativa y poé- nas contamos con trabajos de investigación. Lankford (1992), apo-
tica en el arte de otras culturas puede suponer una introducción fas- yándose por otra parte en el informe de investigación elaborado en la
cinante a la educación artística. Universidad de Harvard en el contexto del Project Zero sobre la edu-
Los niños pequeños también están capacitados para asimilar al- cación artística (Gardner, 1990; Gardner y Perkins, 1989), sostiene
gunos términos y conceptos artísticos básicos de carácter transcultu- que los alumnos de los cursos superiores de la educación primaria son
ral y pueden empezar a distinguir y reconocer obras de diversas cul- conscientes de que el arte puede expresar ideas y emociones y de que
turas en diferentes medios. La comprensión social de base amplia se ellos son capaces de tomar en consideración los motivos artísticos.
hace posible desde el momento en que los niños empiezan a com- Este autor sugiere que se utilicen «casos estimulantes» (por ejemplo,
prender que diferentes grupos de personas hacen arte por una serie rompecabezas y escenarios imaginativos) para conseguir que los
de razones parecidas. alumnos mayores de educación primaria «piensen acerca del concep-
Los alumnos de educación infantil y primaria pueden ver y des- to de arte y acerca de la naturaleza de la expresión artística» (pág. 43).
Arte, educación y diversidad cultural 128 129 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

En este nivel, los estudiantes son capaces de producir arte con la educación multicultural—, pueden especular acerca del origen y
un objetivo concreto, pudiéndose identificar así con el resto de ar- las consecuencias, hacer sugerencias y deducciones y tomar en con-
tistas de todas las culturas que utilizan el arte por razones bastante sideración alternativas. McFee y Degge (1980) creen que los alum-
similares. Los profesores pueden estimularlos para que planteen nos de este nivel poseen una conciencia visual más desarrollada que
cuestiones de tipo conceptual acerca del arte de muchas culturas. sus colegas más jóvenes y pueden identificar diferencias y semejan-
¿Cómo se hizo una determinada obra de arte? ¿Por qué se hizo? zas en los estilos artísticos. Estos alumnos son capaces de reconocer
Fitzpatrick (1992) sugiere que, en este nivel, los alumnos han de es- el hecho de que artistas y dibujantes situados en diferentes culturas
tar guiados por profesores «que saben cuáles son las respuestas que organicen y subrayen elementos concretos del dibujo por motivos
pueden encontrar los estudiantes a través de los materiales que tie- particulares.
nen en el aula o de sencillas conversaciones con artistas» (pág. 37). Cuando alcanzan este nivel, los estudiantes desarrollan más y
Los estudiantes de los cursos superiores de primaria pueden llevar a más su capacidad de utilizar la fotografía y el vídeo como instru-
cabo numerosas tareas: tomar notas con ocasión de charlas dadas mentos de búsqueda para observar y describir las formas artísticas
por artistas y otras personas; utilizar publicaciones, películas, cintas de muchas culturas. Pueden convertirse en antropólogos gráficos y,
de audio para investigar sobre las artes; entrevistar a miembros de la además de observar y describir, deberían estar en condiciones de
comunidad acerca del arte; hacer breves exposiciones orales y escri- captar los significados de determinadas ilustraciones y de modificar
bir algunos párrafos o resúmenes acerca de grabados artísticos; y, fi- sus ideas artísticas para acomodarlas a las funciones que desempeña
nalmente, hacer grandes carteles que muestren los aspectos comu- el arte en diversas culturas. En este nivel, los profesores deberían im-
nes en los roles y las funciones del arte y de los artistas en diversas pulsar una búsqueda más independiente y edificar a partir de la cu-
culturas. riosidad de los alumnos. Como señala Wilson (en prensa), los gustos
de los estudiantes de bachillerato de clase media son liberales. Este
autor describe un enfoque innovador y lúdico para coleccionar y tra-
Nivel 3 tar de entender una serie de ilustraciones realizadas en una High
(Primer ciclo de la Educación Secundaria) School de las afueras de Cincinnati. Los estudiantes parecen no al-
bergar prejuicios en contra del arte de otras culturas, puesto que se
Los alumnos del primer ciclo de la educación secundaria son más esfuerzan positivamente por enriquecer sus colecciones con repro-
conscientes de diversos aspectos de la experiencia estética que sus ducciones de obras de arte africanas, españolas y asiáticas.
compañeros más jóvenes. Entre otras cosas, pueden aceptar más fá- En este nivel, muchos alumnos son capaces de utilizar publica-
cilmente diferencias de opinión. Lankford (1992) cita una serie de ciones relacionadas con el arte relativamente sofisticadas, pudiendo
investigaciones que muestran que, al comienzo de su adolescencia, llegar algunos a crear impresionantes archivos gráficos (Fitzpatrick,
los jóvenes se interesan especialmente por el hecho de que sus pro- 1992). Estos alumnos son capaces de realizar programas de radio y
pios dibujos y los de los demás sean capaces de transmitir un signifi- de televisión sobre aspectos del arte en una sociedad multicultural, de
cado. Se desarrolla progresivamente su capacidad para reconocer es- colaborar en el cuidado de exposiciones multiculturales y temáticas
tilos artísticos y relacionar formas de arte con diferentes contextos en el museo escolar y de elaborar los catálogos correspondientes, o
históricos y culturales, y pueden interpretar símbolos y comparar de producir documentales en vídeo sobre diversas culturas artísticas
ideas. Además —y esto es especialmente útil desde la perspectiva de locales.
Arte, educación y diversidad cultural 130 131 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

Nivel 4 Estilos de aprendizaje


(Segundo ciclo de la Educación Secundaria)
Si partimos del hecho de que la experiencia anterior condiciona el
En los últimos cursos de la educación secundaria, la búsqueda esté- aprendizaje posterior de una persona, es importante que profesores
tica se mezcla con perspectivas históricas, éticas y políticas (Lank- y otras personas que intervienen en el proceso reconozcan y se adap-
ford, 1992). En este nivel, los alumnos plantean más cuestiones y de- ten a diversos estilos de aprendizaje, especialmente en las aulas mul-
fienden casos específicos como pudieran hacerlo los abogados ante ticulturales. Sin embargo, los educadores también deben compren-
un tribunal de justicia. Estos estudiantes desarrollan más y más su der que no todos los estudiantes de un determinado grupo étnico
capacidad de utilizar las pautas de los grupos originarios al evaluar deben aprender necesariamente de una determinada manera. La
las obras de arte. Se muestran más capaces que sus colegas más jóve- cultura no se define exclusivamente a partir del carácter étnico, sino
nes de asumir el punto de vista del otro. es algo mucho más complejo que todo eso. Las ideas expresadas en
Según McFee y Degge (1980), los estudiantes que han alcanzado una antigua obra de McFee (1956) parecen resonar en la siguiente
este nivel pueden hacer exposiciones escritas, orales y/o visuales más caracterización de un hipotético estudiante de arte que nos ofrecen
sofisticadas para «analizar el rol del artista en diferentes sociedades Stuhr, Petrovich-Mwaniki y Wasson (1992): «Un estudiante puede
y ver cómo los valores culturales estimulan y premian al artista» reunir las siguientes condiciones: tener cinco años de edad, ser de
(pág. 380). En este nivel, los alumnos pueden estudiar las conexio- sexo femenino, chino (de Taiwan), torpe de oído, rico y budista»
nes existentes entre arte, artistas y organizaciones culturales, así como (pág. 18). Como subraya McFee, combinaciones de factores de esta
los roles y las funciones de diversos tipos de museos (Fitzpatrick, naturaleza no afectarían sólo al rendimiento de los estudiantes en la
1992). Cada vez más, están en condiciones de utilizar fuentes básicas clase de arte, sino a su manera de enfocar el aprendizaje en general:
extraescolares a medida que investigan los aspectos comunes del a su estilo de aprendizaje.
arte en diversos contextos. Al desarrollarse, se hacen más «capaces Cornett (1983) entiende por estilo de aprendizaje un patrón co-
de ver y de dar cuenta de relaciones más remotas entre las cosas» herente de comportamiento en las tres áreas siguientes: cognitiva
(McFee y Degge, 1980, pág. 374). Además, los estudiantes de este ni- (relacionada con el procesamiento, codificación, almacenaje y recu-
vel son también más capaces cada día de mantener su independen- peración de la información), afectiva (relacionada con la atención, la
cia cuando discuten acerca del arte de otras personas, aunque sus motivación y la personalidad) y física (relacionada con las modalida-
compañeros les presionen para que acepten el punto de vista de la des perceptivas, el nivel de energía, las preferencias temporales y el
mayoría. entorno preferido del aprendizaje). Rowntree (1982) define el estilo
De entre los estudiantes de este nivel relativamente alto, algunos de aprendizaje como «la manera habitual que tiene un estudiante de
serán capaces de utilizar su propio arte como medio de comunica- solucionar problemas, pensar o aprender, que puede ser, por ejem-
ción y podrán dirigirse a una audiencia. Para ello pueden recurrir a plo, gradual o globalizada, reflexiva o impulsiva. El estudiante no
murales, vídeos, publicaciones ilustradas. El tema colectivo del arte siempre es consciente de su estilo y puede adoptar diferentes estilos
creado por este grupo de estudiantes muestra una doble tendencia: para diferentes tareas de aprendizaje y en diferentes circunstancias»
por una parte, da testimonio del statu quo y, por la otra, sitúa la edu- (pág. 155). Así pues, el estilo —o la estrategia— de aprendizaje de
cación artística en el ruedo de la reconstrucción social. un estudiante consiste en «el enfoque general que da ese estudiante
Arte, educación y diversidad cultural 132 133 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

a una serie de tareas de aprendizaje o... en la forma elegida para deberían ver a ninguna persona como un estereotipo cultural o étni-
abordar una tarea concreta» (pág. 155). co, sino que deberían tratar a cada alumno como a un individuo do-
Collier y Hoover (1987) y otros autores han identificado y eti- tado de múltiples características personales, una de las cuales es su
quetado una serie de diferentes estilos de aprendizaje que podemos pertenencia a un determinado grupo étnico. De todos modos, la in-
encontrar sin duda en las aulas de orientación multicultural. Sin 12
vestigación de las características de los diversos grupos culturales y
embargo, el hecho de poner una etiqueta a un determinado estilo de étnicos puede contribuir a que los educadores se vuelvan más sensi-
aprendizaje no reviste en sí mismo especial importancia. Lo impor- bles frente a las necesidades y los valores de sus alumnos. Por ejem-
tante es que los educadores reconozcan que los miembros de algu- plo, informarse sobre los puntos de vista de diferentes culturas acer-
nas culturas y subculturas emplean estilos de enseñanza extraescola- ca de la conveniencia o importancia del silencio, del contacto visual
res para desarrollar determinados intereses y aptitudes en los niños, y de la exteriorización emocional, así como de las diferentes percep-
de manera que, en lugar de hacer caso omiso de estas influencias, las ciones del tiempo, puede resultar muy útil para el profesor de arte.
pueden reforzar y utilizar estilos de aprendizaje y de comunicación Los educadores necesitan, además, reconocer el cambio cultural.
culturalmente únicos, por estar basados en la tradición familiar del Como muestra la investigación de Spruill-Fleming (1991), numero-
estudiante. Cuando los profesores tratan de imponer estilos de apren- sos cambios sociales y demográficos han condicionado los estilos de
dizaje a sus alumnos, las escuelas se convierten a menudo en institu- aprendizaje en todos los grupos culturales al crecer el número de «los
ciones de adaptación social más bien que de educación. más jóvenes urbanizados, adictos a la tele, partidarios de la comida
McFee (1961, 1966; McFee y Degge, 1980) y Stockrocki (1990) rápida, de la vida trepidante, de los tiempos rápidos» (pág. 8).
han llevado a cabo extensos estudios sobre los estilos de aprendizaje Longstreet (1978) afirma que hay tres factores que los profesores
transcultural y sus implicaciones para la educación artística. Su tra- han de tener en cuenta si desean aceptar y reconocer diversos estilos
bajo se ha basado en los resultados de las ciencias sociales y del com- de aprendizaje: la atmósfera del aula, la relevancia de la información,
portamiento que muestran que el potencial de aprendizaje de cada y la adecuación de los materiales. Gran parte de esta monografía ha
persona es único y depende de las oportunidades pasadas y presen- estado dedicada a hablar de la necesidad de que los profesores de
tes de utilizar dicho potencial. En toda su obra, McFee presta espe- arte sean menos etnocéntricos en sus definiciones y comprensión
cial atención a la influencia del currículo, aunque no deja de subra- del arte. Cada uno de los profesores ha de ser además consciente de
yar que deberíamos atender tanto a las diferencias individuales como su propio estilo de aprendizaje, que a su vez afecta a su estilo perso-
a las del grupo. Existe una sutil línea divisoria entre ser consciente de nal de enseñar, porque también éste está condicionado por sus ca-
ciertos efectos potenciales de lo étnico sobre los estilos de aprendi- racterísticas étnicas, su educación, experiencias de la vida, religión,
zaje y esperar que un alumno perteneciente a un grupo étnico con- situación económica, personalidad, etcétera. Kendall (1983) sugiere
creto se comporte de una determinada manera. Los educadores no que los profesores se hagan conscientes de sus propios estilos de
aprendizaje examinando en sí mismos las pautas de conducta que
analizarían en un estudiante para identificar el estilo de aprendizaje
12. Los investigadores han descrito muchos estilos diferentes de aprendizaje.
de este último. En virtud de esta toma de conciencia, los profesores
Entre los nombres con que los han bautizado figuran: independencia de campo,
pueden reconocer sus propias tendencias hacia el etnocentrismo y
sensibilidad de campo, baja tolerancia, reflexivo, impulsivo, clasificador amplio,
clasificador estricto, muy porfiado, poco porfiado, elevada ansiedad, baja ansie- poner a prueba su voluntad de adaptar sus estilos de enseñanza a los
dad, lugar interno de control y lugar externo de control. estilos de aprendizaje de sus alumnos.
Arte, educación y diversidad cultural 134 135 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

El conocimiento acerca del arte es importante, pero para poner arte en y a través de diversas culturas, tal como se ha explicado en los
por obra cualquiera de las teorías explicadas aquí hay que contar capítulos 3 y 6, en función de sus propias experiencias y mediante
con un profesor hábil: que sepa hacer buenas preguntas y tenga una múltiples medios diferentes y actividades de aprendizaje.
mentalidad abierta, que sea diplomático, confiado, paciente, organi-
zado, flexible y capaz de interesar y entusiasmar a los alumnos. El
profesor ha de ser capaz de crear un entorno favorable al aprendiza- Conclusión: valoración de nuestros enfoques
je para cada uno de los estudiantes. Haciéndose eco de investigacio- de la educación artística multicultural
nes recientes, Hernández (1989) sostiene que ahora, tal vez más que
en el pasado, «la mayoría de los profesores recurre intuitivamente a Como diseñadores y ejecutores de enfoques multiculturales de la
múltiples enfoques de la enseñanza, y a su vez los estudiantes de- educación artística, necesitamos plantearnos una serie de cuestiones
muestran flexibilidad y adaptabilidad frente a... las modalidades de básicas acerca de nosotros mismos, de nuestros estudiantes, del cu-
la instrucción» (pág. 129). Aunque estas palabras podrían reflejar rrículo y de los entornos en que enseñamos (Etlin, 12988; Hernán-
más un deseo que la practica real actual, una situación así podría re- dez, 1989; Mehat, 1990).
sultar especialmente posible en un aula de arte, donde el estudio de Por ejemplo: ¿qué conocemos en realidad sobre nosotros mismos
las cuatro asignaturas (producción artística, estética, crítica del arte, y sobre nuestras actitudes y opiniones acerca del arte? ¿Nos hemos en-
e historia del arte) implica el recurso a diversas modalidades de ins- frentado al prejuicio y a la desigualdad? ¿Son etnocéntricos y/o ego-
trucción. céntricos nuestros puntos de vista? ¿Qué sabemos de las actitudes y
Sin duda, a medida que las escuelas se hacen culturalmente más los valores estéticos de quienes son diferentes de nosotros? ¿Cómo
diversas, los profesores de arte van a verse obligados a tomar en con- se manifiestan estas actitudes, valores y opiniones cuando enseña-
sideración medios alternativos para que los estudiantes estén en condi- mos a niños o interactuamos con otros educadores? ¿Celebramos de
ciones de aprender y expresar lo comprendido de una manera que hecho la diversidad en el arte y en la vida o, por el contrario, nuestro
responda a sus propios antecedentes culturales y a sus personalida- reconocimiento del pluralismo cultural se presenta como un añadi-
des. Un enfoque centrado en las asignaturas es ideal, porque les per- do, como una ocurrencia tardía, a las cosas que vemos, decimos y
mite a los estudiantes, individualmente o en grupos, aprender acer- creemos? ¿Demostramos respeto por culturas y antecedentes histó-
ca del arte de múltiples maneras, utilizando diversos estilos de ricos diferentes de los nuestros y reconocemos sin vacilar que todos
aprendizaje. Los alumnos pueden utilizar palabras, escoger cuadros, los grupos pueden producir y definir creaciones «culturales» de «ex-
dibujar, o tomar fotografías para describir, definir, analizar y clasifi- celente» calidad, y que, a despecho de sus muchas variaciones, en
car el arte de muchas culturas. Por otra parte, la educación artística todas las culturas el arte es un producto social y puede existir por ra-
centrada en las asignaturas (DBAE) les ofrece a los estudiantes opor- zones bastante parecidas? ¿Estamos comprometidos con comporta-
tunidades, especialmente a través de la creación artística, de reflejar, mientos, disposiciones, perspectivas y valores realmente multicultu-
imaginar y construir un mundo de significados personales de otras rales?
maneras. Por ejemplo, a través de la música, del baile o del mimo ¿Hemos hecho verdaderos esfuerzos para que la educación artística
pueden ejemplificar facetas de «personalidad» en el arte que están visual resulte relevante para todos los estudiantes? ¿Se respira en
estudiando. Necesitamos ofrecer a los estudiantes oportunidades de nuestras aulas una atmósfera en que las culturas de nuestros estu-
ampliar su conocimiento acerca de los amplios temas y funciones del diantes y las formas artísticas de aquéllas son reconocidas, compartí-
Arte, educación y diversidad cultural 136 137 Diseño y aplicación de un currículo para la educación artística [...]

das y respetadas? ¿Estamos enterados de y somos sensibles a los di- de arte? ¿A la obra de qué autores se presta atención? ¿Qué necesi-
ferentes antecedentes, valores y tradiciones culturales de nuestros dades del estudiante se intenta solucionar? ¿Qué artistas predomi-
estudiantes, así como a sus estilos de aprendizaje, y les damos a es- nan? ¿Por qué?
tudiantes y miembros de la comunidad oportunidades para que nos Los programas de educación artística multicultural han de dise-
enseñen lo que nosotros no conocemos o no comprendemos acerca ñarse y ejecutarse teniendo en cuenta los intereses locales, una ade-
de las artes de sus culturas? Nosotros, ¿estamos preparados para ser cuada secuenciación de la enseñanza y los estilos individuales y cul-
estudiantes? Los procesos de aprender y enseñar, ¿actúan en ambas turales de aprendizaje. En el último capítulo añadiré algunos detalles
direcciones en las clases de arte, así como en las galerías y los mu- sobre las posibilidades de este tipo de diseño y aplicación.
seos? ¿Implicamos a padres y otros miembros de la comunidad en
las actividades de aprendizaje del arte? Tanto si somos educadores
de profesores o profesores en escuelas o museos, todos hemos de
preguntarnos: ¿quiénes son nuestros estudiantes? ¿Cuáles son sus
antecedentes culturales? ¿Qué saben nuestros alumnos o los visitan-
tes de nuestros museos acerca del arte de otros individuos o grupos
que se diferencian de ellos? Si nuestros alumnos proceden de un
único grupo cultural, esto no significa que podamos ignorar el mul-
ticulturalismo. En una sociedad cada vez más globalizada como la
nuestra, los enfoques multiculturales son para todo el mundo.
¿Contemplan nuestros currículos las artes como una construcción
social? Las cuestiones en torno al arte, ¿están planteadas y formula-
das de manera que nos estimulen para ver que las artes pueden de-
sempeñar funciones y roles similares en diversas culturas? ¿Para
quiénes fueron diseñados el currículo artístico y los materiales de
apoyo que nosotros utilizamos? Nuestra enseñanza, ¿tiene en cuen-
ta como es debido el carácter secuencial y evolutivo? ¿Qué actitudes
y puntos de vista infunden los diversos materiales artísticos? ¿Cuáles
son los vacíos en términos de aprendizaje multicultural en materia
de arte y cómo se está tratando de solucionarlos? ¿Qué más se puede
hacer para reflejar actitudes multiculturales, sensibilizarnos para per-
cibir las semejanzas y aprender a ser tolerantes con la diversidad en
el terreno de las artes? ¿Estamos desarrollando e impulsando activa-
mente el desarrollo de materiales curriculares multiculturales que no
sean ni limitados ni parciales?
Finalmente, ¿cómo está constituido el entorno del aprendizaje de
la clase de a r t e ? ¿ C u á l es el clima emocional y psicológico en la clase
6

Educación artística y diversidad cultural: síntesis

En el capítulo 1 planteé una serie de preguntas. En los capítulos si-


guientes he tratado de responder a algunas de esas preguntas y,
como espero, he mostrado que esas preguntas y otras de su mismo
estilo son dignas de ser tomadas en serio. Las grandes preguntas
planteadas aquí —¿Por qué hacemos arte? ¿Para qué sirve el arte?
¿Cómo utilizamos el arte?— son orientadoras. Si los educadores ar-
tísticos se sensibilizan y toman conciencia de las funciones y los ro-
les del arte en la sociedad, serán capaces de hacer la educación artís-
tica más significativa y relevante para una mayor diversidad de
estudiantes. En una sociedad culturalmente diversa, algunas tradi-
ciones especialmente poderosas y etnocéntricas apenas tienen en
consideración lo que muchas personas consideran arte. Hemos de
ampliar nuestras ideas acerca del arte a medida que aceptamos y va-
loramos la diversidad y tratamos de encontrar una cierta unidad en
esa diversidad. En esta monografía he defendido la idea de que una
orientación fundamentalmente humanística y culturalmente relativa
nos ayudará a conseguir ese objetivo.
Un enfoque multicultural de la educación artística consiste en
algo mucho más complicado que el simple hecho de añadir algunas
unidades o lecciones sobre el arte de diversas culturas al currículo
artístico actual. Las respuestas a determinadas preguntas —por
ejemplo: ¿por qué hacemos arte?— nos ayudan a darnos cuenta de
que todos nosotros hacemos arte para perpetuar, desafiar, adornar y
Arte, educación y diversidad cultural 140 141 Educación artística y diversidad cultural: síntesis

El árbol de la vida, Leluja, región de Kurpie, Polonia, hacia 1962. Papel corta- Chuang Hua (Flores de ventana para el Año Nuevo), artista desconocido, pro-
do, 23,71 x 11,43 cm. Colección de la Fundación Girard, Museo de Arte Tra- vincia Shanxi, China, hacia 1950. Papel cortado, 21,59 x 11,43 cm. Colección
dicional Internacional, sección del Museo de Nuevo México. de la Fundación Girard, Museo de Arte Tradicional Internacional, sección del
Museo de Nuevo México.

Encontrando algunas similitudes: el árbol de la vida en tres culturas.


143 Educación artística y diversidad cultural: síntesis
Arte, educación y diversidad cultural 142

también exigen respuestas locales. ¿Cómo se utilizan las artes plásti-


cas en centros locales de culto religioso? En una asociación local cu-
yos miembros se dedican a hacer edredones, ¿son mujeres, u hom-
bres, los que desean mostrar su trabajo y explicar por qué lo hacen?
Los mismos estudiantes ¿no utilizan acaso la ropa o la joyería, o el
decorado de sus armarios y camas, para hacer declaraciones acerca
de ellos mismos y de los grupos culturales a los que pertenecen?
¿Qué tipo de arte se enseña en los centros de la comunidad local
o, si se trata de algo parecido a las pintadas {graffiti), «en la calle»?
¿Por qué? ¿Cómo reaccionan diferentes sectores de la comunidad,
por ejemplo, a las pintadas? Son muchas las posibilidades que tene-
mos para descubrir los aspectos comunes del arte. Multiculturalis-
mo no quiere decir sin más abandono de los cánones occidentales; es
más bien una invitación a ver las tradiciones artísticas occidentales
como una parte más del conjunto, más amplio sin duda, de tradicio-
nes artísticas.
La educación artística debería seguir centrando su interés en la
«apariencia» de las cosas — « ¿ D e qué trata esta obra?» y «¿Por qué
presenta esta apariencia concreta?» (Katter, 1991)—, aunque con el
tiempo se parezca cada vez más a la educación en ciencias sociales y
trate de que los estudiantes comprendan el arte antropológicamente
en un mundo diversificado y plural. Si bien es verdad que la crítica
artística puede recurrir a las comparaciones visuales para establecer
el valor de una obra, no resulta útil ni válido comparar las calidades
estéticas de diferentes culturas partiendo exclusivamente de patro-
La colcha de Ann Robinson, Ann Robinson, Connecticut (?), 1813-1814. Algo- nes eurocéntricos u occidentales. Los educadores artísticos han de
dón y lino, 254 x 241,30 cm. Museo de Shelburne. reconocer que todas las culturas poseen definiciones de calidad y
que los miembros de todos los grupos pueden señalar, dentro del
mundo artístico de cada uno de ellos, ejemplos de obras excelentes,
enaltecer nuestras culturas. Tenemos que centrar nuestro interés en
mediocres y pobres. Negarse a reconocer esta realidad sólo puede
los grandes temas y funciones del arte, que son transculturales, pero,
ser fruto de actitudes etnocéntricas y egocéntricas. A los educadores
al mismo tiempo, no dejar pasar la oportunidad de incluir diversos
artísticos americanos de cultura europea les resultará seguramente
ejemplos, a ser posible locales, de arte relacionados con temas más
más fácil aceptar la existencia de obras maestras en el arte africano o
concretos. Por ejemplo, el tema de por qué la gente hace arte y/o uti-
asiático que reconocer que un grupo concreto pueda clasificar como
liza el arte puede sin duda investigarse con relación a cualquiera de
«excelente» una determinada pintura sobre terciopelo negro o pres-
las culturas que existen en el mundo. Pero este tipo de preguntas
Arte, educación y diversidad cultural 144 145 Educación artística y diversidad cultural: síntesis

tar atención a los diversos grados de calidad en la decoración de los llecimiento del entorno construido: por ejemplo, en los elementos
monopatines, pero han de aprender que todo es igualmente digno decorativos de las fachadas, del vestido y de otros artefactos trans-
de consideración como arte. culturales.
Los estudiantes han de aprender a utilizar las nuevas técnicas de • Si el arte se comprende y se utiliza como medio de celebración,
investigación de que se sirven los historiadores del arte, los estetas y tal vez tendremos que indagar a través de las culturas para com-
los críticos de arte, lo que les exigirá contemplar las obras artísticas prender cómo y por qué se utilizan las artes para celebrar y dar sen-
en el contexto cultural de cada una de ellas. Resultan particularmen- tido a acontecimientos decisivos en las vidas de las personas. Por
te útiles las perspectivas provenientes de la antropología cultural. ejemplo, los estudiantes pueden analizar el arte asociado con el naci-
Señalo a continuación algunos temas que pueden enriquecer los cu- miento, la llegada a mayoría de edad, el matrimonio y la muerte. Tal
rrículos artísticos multiculturales. vez las tarjetas de saludo comerciales norteamericanas podrían com-
pararse con objetos de arte utilizados para celebrar acontecimientos
• Si queremos saber cómo puede contribuir el arte a la continui- parecidos en otras culturas.
dad y la estabilidad, hemos de contar con estudios transculturales. • Podrían coleccionarse imágenes artísticas, procedentes de di-
Esto se puede lograr haciendo que los alumnos estudien y creen arte versas culturas, que registran y narran historias. Los estudiantes po-
destinado a objetivar y perpetuar determinados valores culturales: drían utilizar sus propias creaciones artísticas para narrar historias.
por ejemplo, un arte que se proponga subrayar la presencia de los Algunas formas y medios artísticos más estrechamente vinculados
dioses. Los estudiantes pueden también buscar imágenes en otras con la narración de historias, como colchas o edredones, frisos de ba-
culturas y en subculturas americanas de la década de 1990, como las jorrelieves, libros ilustrados, palos o mástiles de los tótems, títeres, ta-
cubiertas de Norman Rockwell para el Saturday Evening Post, para pices y murales podrían ser objeto de investigaciones transculturales.
preservar y enaltecer los valores del llamado ciudadano norteameri- • El estudio y la fabricación de máscaras puede ofrecer uno de
cano medio. los muchos posibles puntos de partida para desarrollar una cierta
• Si el arte se comprende y se utiliza como medio para provocar comprensión de los usos rituales y terapéuticos del arte, y del arte
cambios y mejoras y se pone al servicio de la reconstrucción social, como expresión de emoción.
será necesario estudiar obras que abarcan desde las pintadas en las • El arte que confiere un significado especial y se utiliza como sig-
paredes a los cuadros y los grabados de Goya. Actividades adecua- no de identidad y de nivel social puede investigarse transcultural-
das para este fin podrían ser la cinematografía y el collage, o medios mente. Por ejemplo, las ideas de propiedad y del arte como capital
más tradicionales como la pintura o la escultura. El desafío estaría en cultural pueden encontrarse en lugares tan diversos como las cul-
utilizar ejemplos transculturales de arte de protesta y en compren- turas aborígenes del noroeste del Pacífico y los salones de Europa.
der, por ejemplo, por qué un tipo de escultura pública que en su día Joyas, tocados, vestidos, escarificaciones, insignias y los aspectos cul-
representó la estabilidad y una serie de valores supuestamente per- turales de la teoría del color representan otras tantas áreas adiciona-
durables —por ejemplo, la que se hacía en la Unión Soviética, ha les de un fascinante estudio transcultural que podrían vincularse con
sido ahora derribada. este tema.
• Si el arte se comprende y se utiliza como medio para enaltecer • Los temas señalados hasta aquí no suponen una negación de la
y enriquecer el entorno, el interés se habrá de centrar en el diseño y celebración del arte como logro técnico. Es importante seguir am-
el estudio de aspectos transculturales como la decoración y el embe- pliando nuestras colecciones didácticas para que reflejen un abanico
147 Educación artística y diversidad cultural: síntesis
Arte, educación y diversidad cultural 146
Arte, educación y diversidad cultural 148 149 Educación artística y diversidad cultural: síntesis

dadera ilusión que, además de mejorar su comprensión y de experi-


mentar una participación significativa en las artes, profesores y estu-
diantes disfruten y aprecien las artes de muchas culturas diferentes.

La meta utópica de un enfoque multicultural omnipresente de la


educación probablemente no se alcance nunca sin una reestructura-
ción a fondo de la sociedad misma, pero toda educación artística que
sea multicultural, secuencial y evolutiva, y reconozca diversos estilos
de aprendizaje, puede ayudarnos a ver las semejanzas en los roles y las
funciones del arte a través de las culturas y, al mismo tiempo, con-
vertirse en un agente de cambio social positivo. En esta monografía
he sugerido algunas de las posibilidades que están a nuestro alcance
para hacer efectivo el cambio y enriquecer la teoría y la práctica de la
educación artística basada en las asignaturas. Para empezar, hemos
de reconocer los cambios que se están produciendo en las mismas
asignaturas artísticas. La producción artística, la estética, la crítica del
arte y la historia del arte, todas ellas están adoptando una orientación
más sociocultural. El cambio se está produciendo, pero, como dijo al-
guien en un congreso sobre educación artística multicultural al que
he asistido recientemente, «todos nosotros estamos en el mismo li-
13
bro, pero no estamos [todavía] todos en la misma página».
El arte necesita ser —y ser visto— como una poderosa vertiente
del conjunto de la vida cultural. Cada vez más, la gente vive de acuer-
do a pautas multiculturales. A su vez, las sociedades multiculturales
cultural más extenso de lo realizado en el mundo del arte en todos experimentan una necesidad imperiosa de visiones, metas, ideales y
los medios. Los logros y el virtuosismo técnicos pueden investigarse aspiraciones que suplanten al materialismo superficial que tan fácil-
transculturalmente. Los estudiantes pueden analizar diferentes tra- mente puede sofocar la vida espiritual de las personas. El arte pue-14

diciones técnicas y tal vez incluso aprender habilidades que hoy es-
tán probablemente a punto de desaparecer. Un estudio de este tipo 13. Este comentario procede de una persona presente en la sesión plenaria fi-
debería proponerse como meta el respeto y la valoración transcultu- nal del seminario sobre diversidad cultural y educación artística centrada en las
rales de todos los objetos bien hechos, de determinadas definiciones asignaturas que el Centro Getty para la Educación Artística celebró en Austin, Te-
jas (Estados Unidos) en agosto de 1992 (véase Getty Center for Education in the
culturales de la idoneidad de la forma y de un trabajo bien hecho.
Arts, 1993).
• También es importante comprender que el aprendizaje socio-
14. Balfe y Wyszomirski (1990) estudiaron el comportamiento de individuos
cultural acerca del arte no niega ni menoscaba la idea del arte como poco o nada interesados por las artes, es decir, individuos para los que las artes no
fuente de disfrute estético. Por lo que a mí respecta, espero con ver- eran algo significativo. Comprobaron que estas personas se encontraban sobre
Arte, educación y diversidad cultural 150

de ser especialmente corroborativo y, como observa el arquitecto


finlandés Juhani Pallasmas (1990), puede «capacitarnos para experi-
mentar el mundo y nuestras propias vidas con un nivel de inten-
sidad, articulación y profundidad que de otro modo quedaría fuera
del ámbito de nuestra comprensión y experiencia» (pág. 28). Este es
tal vez el propósito atemporal de todo arte —occidental, oriental, Bibliografía
africano, afroamericano, de las Primeras Naciones, de mujeres, po-
pular, de niños, de homosexuales y lesbianas, de las galerías y los
museos y el arte público de las calles—: intensificar nuestra sensa-
ción de existir, no sólo aquí y ahora, sino también como parte de un
continuo de tiempo y tradiciones. Si se enseña eficazmente, el arte
hace que nuestro sentido de la existencia se vea enriquecido con un
significado a veces casi inexplicable. Como ha dicho del multicultu-
Addiss, S. y M. Erickson, Art history and education, Urbana, University of
ralismo un observador: el multiculturalismo «está aquí... Las pre-
Illinois Press, 1993.
guntas que hemos de plantearnos son: ¿cómo vamos a organizamos?
Akbar, S., The Nehru Gallery National Textile Project, panfleto que descri-
¿Cómo vamos a ocuparnos de él? ¿Cómo vamos a disfrutarlo?» (en
be la iniciativa de educación artística de Sudasia, Londres, Victoria and
Cembalest, 1991, pág. 109)." Yo he tratado de ayudar a profesores Albert Museum, 1993.
de arte y otras personas a que aclaren sus propias filosofías y prácti- Alexander, K. y M. Day (comps.), Discipline-hasedart education: A curricu-
cas de clase en un ámbito que, además de estar mal delimitado, es lum sampler, Los Angeles, Getty Center for Education in the Arts,
objeto de controversias. El multiculturalismo está actualmente de 1991.
moda. Juntamente con el tema de la evaluación, los debates en torno Amnistía Internacional, Free expression: The Amnesty International art
al multiculturalismo ocuparán probablemente buena parte de la education pack, Londres, Amnistía Internacional, Sección Británica,
atención de los educadores artísticos en los años finales del siglo xx. 1991.
Sin embargo, los temas discutidos en esta monografía no obedecen Anderson, R. L., Calliope's sisters: A comparative study of philosophies of
simplemente a una cuestión de moda. Las tendencias pedagógicas art, Englewood Cliffs, NJ, Prentice Hall, 1990.
cambiarán, lo mismo que el orden del día de los temas que esperan Archer, B., «The arts in education», en The arts in cultural diversity, actas
del 23° Congreso Mundial de la International Society for Education
ser investigados, pero los profesores de arte en las instituciones pú-
through Art (InSEA), Sydney, Holt, Rinehart and Winston, 1978.
blicas tendrán que seguir educando a todos los estudiantes para un
Association for Supervisión and Curriculum Development, Resolutions
futuro multicultural.
1992, Alexandria, VA, Association for Supervisión and Curriculum
Development, 1992.
Balfe, J. H. y M. J. Wyszomirski, Art, ideology and politics, Nueva York,
todo entre aquellas que, no estando ya integradas en subculturas étnicas o regiona-
Praeger, 1985.
les, todavía no se habían asimilado a la cultura mayoritaria.
—, «The political consequences of non-participation in the arts», ponen-
15. Estas preguntas las formula Henry Hopkins, presidente de un departa-
mento de arte universitario y director de una galería, y aparecen citadas en el ar-
cia presentada en el 12" Congreso Mundial de Sociología de la Inter-
tículo de Cembalest (1991). national Sociological Association, Sociology for one world: Unity and
diversity, Madrid, 1990.

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