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TERAPEÚTICA PRE Y POST PROTÉSICA

PROCEDIMIENTOS NO QUIRÚRGICOS
ACONDICIONADORES DE TEJIDOS.

Son materiales utilizados para recobrar la salud de los tejidos dañados por prótesis mal ajustadas.
Estos pueden ser materiales de impresión como son las pastas zinquenolicas o siliconas. Sin
embargo en el mercado existen distinta marcas y presentaciones por ejemplo:
Polvo líquido : Hidro –Cast, Coe Comfort,Bera, etc.
Laminas plastificables a la temperatura bucal: Ardee, etc.

DIAGNOSTICO.

Primero que nada se debe determinar la naturaleza de los cambios ocurridos; así como la ubicación
de los mismos. Los pacientes acuden al consultorio para que se les atienda a sus problemas de
flojedad, dolor, ineficacia masticatoria, etc.

Estas dificultades pueden producirse por:


1) Desarmonías oclusales.
2) Cambio en las estructuras de soporte protético.

Los tejidos de soporte presentaran irritación y dolor. Los cambios de la superficie basal protética
se descubren mediante la comparación de la forma de los tejidos con la de las prótesis, o se notará
la flojedad obvia, dolor e inflamación generalizados. El examen de la mucosa bucal debajo de los
prótesis revelara el estado de su salud. Cuando el tejido esta muy irritado, se sospechara una
desarmonía oclusal junto con la perdida de la dimensión vertical oclusal.

TRATAMIENTO.

El tratamiento consiste en dejar las prótesis fuera de la boca de 1 a 2 días con el objetivo de
devolver la salud de los tejidos de soporte. Si la oclusión fue la causa de la perdida gradual de la
retención, este reposo seguido por los procedimientos de remonta y desgaste, eliminara la causa
volviéndose así la prótesis cómoda y útil sin necesidad de forrarla.

El examen de la mucosa bucal debajo de los prótesis revelara el estado de su salud. Se provee
espacio dentro de la prótesis para el nuevo material de impresión mediante el desgaste de 1 a 2mm
de resina de toda la superficie y el contorno de las prótesis. Se desgasta tal cual fuera un porta
impresiones, para dar espacio al nuevo material y este forme un nuevo borde.

PASOS PARA EL ACONDICIONAMIENTO DE TEJIDOS.

1) Mezclar el material acondicionador en un recipiente de acuerdo a las instrucciones del


fabricante.
2) se forma un líquido espeso, muy adhesivo, que de inmediato toma consistencia. Durante la
fase plástica se carga la prótesis y se lleva a la boca con suave presión.
3) Se retira rápidamente se agrega material donde haya faltantes y se lleva a la boca de nuevo.
Debe dar la imagen de correcto rebasado.

En la nueva visita el paciente suele mostrar agradecimiento por la confortabilidad que ha


experimentado. Generalmente bastan tres aplicaciones, rara vez mas, para obtener una mucosa
sana a la que pueden tomarse impresiones para construir la prótesis.
PROCEDIMIENTOS QUIRÚRGICOS EN TEJIDOS BLANDOS Y
DUROS
CIRUGÍA PRE PROTÉSICA

Bogswell estableció la primera ley de las relaciones quirúrgico-protésicas “toda extracción debe
ser considerada cirugía pre protética”.

La cirugía no es simplemente pre protética, puede ser pro protética es decir favorecedora de las
posibilidades protéticas o anti protéticas o sea perjudicial para las posibilidades favorables del
tratamiento protético

Segunda ley “las indicaciones quirúrgicas absolutas no pueden ser alteradas por consideraciones
protéticas” entonces las prótesis dejarían de ser terapéuticas.

El cirujano debe tener en cuenta el provenir protético eligiendo los procedimientos quirúrgicos
meos mutilantes, sea evitando, eliminando o corrigiendo aquellas disposiciones anatómicas o
los detalles de su técnica que dificulte o impida la mejor prótesis. De estas consideraciones surge
un tercer concepto de las relaciones quirurgicoprotesicas, “frente a la prótesis, la cirugía tanto
puede pecar por exceso como por defecto”

Es importante la colaboración estrecha entre el cirujano y protesista para planear cada


intervención, teniendo en cuenta que los huesos maxilares, las apófisis alveolares en particular
constituyen el sostén y soporte principal de la prótesis, lo que constituye otra ley “conservar el
máximo de reborde residual sin riesgo para la salud del paciente”.

Si se tiene en cuenta que el hueso se elimina quirúrgicamente por cuatro causas o propósitos: a)
por estar afectado (eliminación terapéutica).
B) para permitir la eliminación de los órganos o tejidos que recubren (complementaria de acceso)
c) para modificar su forma (plástica)
d) para evitar molestias posoperatorias (preventivas).

Si el cirujano toma por norma no tocar una sola partícula ósea cuya eliminación no esté
claramente indicada por una de estas cuatro razones abra la mínima exéresis ósea
imprescindible, practicara con más frecuencia la fractura preconcebida para extirpar dientes
incluidos aplicara los procedimientos de extracción de raíces y ápices que exijan cirugía menor,
será menos drástico en sus alisamientos alveolares después de las extracciones

Un importante principio quirúrgico es la preservación “nunca deben removerse tejidos sanos sin
criterio o razón”

EXTRACCIONES SIMPLES

Están indicadas siempre que sean posibles y que no haya indicaciones precisas para la
alveolectomía, se trate de dientes aislados como de grupo de dientes

Extracciones con alveolectomía: ley general de la patología y la cicatrización ósea de los


maxilares: el periostio no forma hueso; el hueso nuevo se forma sobre hueso remanente
Consecuencias:
Después de una alveolectomía no se puede esperar crecimiento óseo que remplace al hueso
eliminado quirúrgicamente si no en muy escasa proporción
La cantidad de hueso producido en un alveolo reducido quirúrgicamente, aunque sea en una sola
de sus paredes, será considerablemente menor de lo que podría esperarse sin alveolectomía,
debido a la falta de determinante de la osificación en el sitio operado. No se conoce manera de
predeterminar el volumen del hueso que se formara después de una alveolectomía ni el grado de
atrofia que seguirá.

ALVEOLECTOMÍA

Se trata de una intervención quirúrgica o una fase de las intervenciones quirúrgicas de la mayor
importancia, pueden ser de acceso, liberación y de rectificación.

La alveolectomía con objeto protético son todas de rectificación en Distintas clases: pueden ser
previas o posteriores ala avulsión, la alveolectomía puede estar relacionada directamente con la
extracción o con otras intervenciones

Alveolectomía intraseptal: según la tabla que aborde, puede ser vestibular, palatina o lingual.
Cuando se hace en una zona desdentada también puede ser oclusal. Aplicable en casos en que
deben hacerse varias extracciones de dientes contiguos tiene por objetivo conservar la tabla
externa, como un factor de protección contra la atrofia.

Según la cantidad del alveolo que se elimine se reconoce la alveolectomía radical y la


conservadora.

Alveolectomía modeladora o correctora: cuando tiene por objetivo modificar la forma del maxilar,
sea por razones estéticas o mecánicas (facilitar la entrada de la prótesis, crear espacios
intermaxilares)

Alveolectomía estabilizadora: el objetivo es la eliminación de aristas y crestas óseas destinadas a


una pronta reabsorción y que por otra parte tienden a lacerar la mucosa a la que comprimen
contra la base protésica.

Indicaciones:

Para condiciones precisas de algunos tratamientos periodontales, algunas preparaciones dentales


relacionadas con la prótesis parcial. Todas las extracciones no constituidas por avulsión simple,
dientes incluidos, quistes tumores, focos residuales, además de una serie de intervenciones de
objetivo protético fundamental las cuales pueden clasificarse en cuatro grupos: la eliminación de
crestas y aristas óseas residuales; la eliminación de salientes óseas que impiden el sellado
periférico; la creación de espacios intermaxilares; la obtención de la estética satisfactoria. Las
últimas tres son del tipo alveolectomía modeladora.

TORUS

Los torus son eminencias óseas benignas, de crecimiento lento, de tamaño variable, etiología
desconocida, alcanzan su tamaño máximo entre la tercera y cuarta década de la vida que aparecen
en lugares definidos del maxilar o mandíbula: centro de la línea media para el superior (torus
palatinus) y por lingual en la zona de premolares para los inferiores (torus mandibulares). El
superior es único, alargado en sentido antero posterior, alguna vez lobulado y muy prominente. El
inferior es generalmente semiesférico, de diámetro que rara vez pasa el de una lenteja y puede ser
uni o bilateral, a veces múltiple.
Característica de estas formaciones es su estructura ósea recubierta por una compacta gruesa, de
dureza pétrea, cubierta por mucosa delgada. Por grande que sea los torus palatinus, el piso nasal
nunca estaría descendido.

Los torus no tienen origen conocido ni significado patológico establecido. Pueden crear problemas
en relación con las prótesis, porque la delgadez de la mucosa les da muy poca adaptabilidad frente
a las presiones de barras y bases protésicas.

Por lo general, basta construir las prótesis de manera que no toquen los torus para evitar los
problemas.

Por otra parte, es corriente que los sujetos que desarrollan torus exuberantes posean buen
desarrollo óseo y que, por lo tanto, no planteen problemas difíciles de retención de prótesis
completas. En más de 10,000 desdentados atendidos entre 1959 y 1969 no se hizo necesaria la
corrección quirúrgica de ningún torus.

La literatura cita, sin embargo, diversos casos. Dice Dorrance (1930): “He tenido una cantidad de
casos de torus palatinos que se me enviaron como tumores del paladar. Mi consejo ha sido siempre
no perturbarlos, a menos que sean obstáculos para la retención de las prótesis o causen
perturbaciones en la palabra. En el término medio de los casos, pueden insertarse dentaduras
superiores haciendo un alivio para la protuberancia. Pero si, por su tamaño o forma el torus causa
dificultades, debe removerse”.

Según Burgoyne (1951), la posición y dureza del torus exige la intervención de un cirujano
experto. Landa (1951) señala que el postoperatorio es bastante incomodo. Aconseja no solo aliviar
ampliamente el torus en la base protésica, sino además hacer gruesa la base a su nivel en previsión
de futuros alivios.

Torus Palatino.

Según su forma, alarga en sentido antero posterior, se les clasifica en: planos, nodular, fusiforme y
lobular.

La remoción quirúrgica, dependiendo del tamaño, forma y posición particular, debe efectuarse
antes de iniciar la construcción de una dentadura, y esta indicada en los siguientes casos:
1. El volumen de la exostosis produce trastornos foniatricos.
2. La posición de la exostosis impide el sellado del borde posterior de la dentadura
3. Se pierde la estabilidad de la base protésica debido al efecto de palanca
4. Provocan ulceraciones e inflamación por traumatismo mecánico.

La técnica quirúrgica comprende la reclinación de un colgajo lateral para exponer ampliamente el


torus. Se forman surcos horizontales y frontales con fresas quirurgicas y se utiliza un cincel para
eliminar los fragmentos pequeños entre los surcos. El aislamiento final se hace con fresas y limas
para hueso y se procede a suturar los bordes del colgajo. Para evitar la formación de hematomas y
recidiva se utiliza un aposito quirúrgico; la cicatrización ocurre al cabo de cuatro o seis semanas.

Torus mandibular

De forma semiesférica, son generalmente, bilaterales o se agrupan en cadena y se presentan sobre


la superficie interna del cuerpo mandibular en la región canino-premolar.

Los inconvenientes que presentan a menudo es la propensión a irritación por la mucosa delgada
que los recubre y representan un obstáculo a la retención, al impedir un sellado periférico correcto
en el área sublingual semilunar y deben ser removidos antes de iniciar la construcción de la
dentadura.

La técnica quirúrgica comprende la reclinación de un colgajo mucoperiostico de amplitud


suficiente para exponer completamente el área. El torus se elimina con fresas rotatorias para hueso
o cincel. Suturas colocadas con cuidado y seguidas de presión digital permiten una reposición
exacta de los márgenes del colgajo que no necesitan aposito quirúrgico, y la cicatrización sucede
dos a cuatro semanas después.

EXOSTOSIS

Cualquier Anomalía ósea que pueda interferir en la instalación o diseño de la prótesis, deberá ser
tratada quirúrgicamente.

Mandibulares

1. Inclinación excesiva a lingual de molares: Puede ser una anomalía uni o bilateral. La
indicación siempre será una barra bucal. Si se trata solo de los premolares puede que se
plantee la extracción de los premolares y retener el aparato en el grupo incisivo. Los
resultados a largo plazo serán mejores. En inclinaciones ligeras podríamos remodelar los
premolares.
2. Exostosis Vestibulares: Aparecen en general en los caninos y premolares, e interfieren con
los ganchos a barra, en caso de diseñarse. Si estas zonas son edentulas las bases serán
interferidas por la exostosis. Si son unilaterales, podemos variar ligeramente la trayectoria
de inserción pero si son muy pronunciadas o bilaterales estará indicada la cirugía
preprotesica. En casos con dientes en las zonas posteriores y que esta sea una zona de
modificación pueden ponerse los dientes a tope.

Maxilares

1. Exostosis Bucales: Si son unilaterales se intentara la inserción de prótesis mediante una


maniobra de introducción, primero en el lado de la anomalía y luego en el otro lado. Si la
exostosis es bilateral la única opción será la cirugía.
2. Molares inclinados bucalmente: La posición horizontal del modelo obliga a diseñar un
ecuador dentario muy cercano a la superficie oclusal por lo que habrá un ángulo de
convergencia extraordinariamente grande y un exceso de retención. Se intentara rebajar la
cara bucal para bajar en sentido gingival el ecuador dentario. Si fuera mas pronunciada es
probable que hagamos denervar el molar y coronarlo. En casos mas graves será necesaria la
extracción.
En casos de inclinación ligera podríamos buscar una trayectoria de inserción inclinada,
pero no en exceso. Si tuviéramos una protrusion maxilar acentuada los dientes deberán
colocarse a tope.

METODOS PARA AUMENTAR LA ALTURA DE LOS PROCESOS


CREACION QURIRURGICA DE RETENCION

Los ensayos para crear, por medios quirúrgicos, condiciones favorables a la retención de las
prótesis completas se han multiplicado a lo largo de este siglo con el progreso de la cirugía,
notablemente facilitado por el dominio de la cirugía plástica, el perfeccionamiento de los métodos
de anestesia y el auxilio de los antibióticos.

En el intento de ordenar estas tentativas para un estudio de conjunto, se les puede clasificar en seis
grupos que comprenden:
1. Bolsillos, túneles y depresiones retentivas en la mucosa y/o en el hueso.
2. Profundización de surcos y/o traslado de la línea de inserción.
3. Formación de nuevos surcos o superficies mediante trasplantes mucosos o de piel.
4. Ensayos de formar hueso nuevo (injertos, trasplantes)
5. Modificación de las formas por injertos o implantes submucosos.
6. Implante transmucoso de elementos retentivos.

Tentativas osteogenas

Los ensayos para determinar o favorecer la creación de hueso nuevo tienen en contra la elevada
tendencia atrófica de los huesos maxilares, especialmente en sus rebordes alveolares o residuales.

La osteogenia debe considerarse bajo dos enfoques: la osteogenia inmediata, es decir, durante el
periodo cicatrizal y la osteogenia mediata destinada a compensar la atrofia ya producida.

También se han hecho tentativas osteogenas con resultado vario mediante materiales de relleno que
pudieran facilitar la calcificación. Pueden ser químicos u orgánicos. Entre los rellenos químicos el
yeso (sulfato de calcio) ha sido empleado con relativo éxito. Entre los rellenos orgánicos el que
mas perspectivas ofrece es el propio hueso. Desgraciadamente es poco práctico acompañar las
intervenciones bucales, con la extracción de trozos de cresta iliaca, tibia o costilla e injertarlos en
el maxilar o mandíbula. Se prefiere la cadera por su cantidad de medula ósea, que asegura
probabilidades de vitalidad, por ser relativamente fácil obtener esquirlas del volumen y forma
apropiados y por las probabilidades de cicatrización sin secuelas. También se han hecho injertos de
cartílagos costales.

Se han ensayado además los injertos de hueso heterólogo, mal recibidos por lo general.
Sometiendo el hueso embrionario (embriones vacunos) a un proceso de enfriamiento hasta de 20°
bajo cero durante cierto periodo, se obtiene un tipo de hueso que se denomina despecificado
porque su injerto en otras especies es mucho mejor recibido. El procedimiento tiene la ventaja de
poderse disponer de material abundante, de las dimensiones adecuadas en cada caso, sin otra
condición que la heladera especial. Sin embargo el procedimiento no se ha generalizado para los
rebordes alveolares residuales.

IMPLANTES

Implantes o injertos submucosos aislados.

La implantación de cuerpos inertes en la submucosa, o entre el hueso y la mucosa, con el objeto de


dar al reborde residual la forma apropiada. El éxito de los implantes de acrílico, para impedir las
convulsiones epileptiformes originadas por la cicatrización de las perdidas de hueso de la calota
cranena trajo una multiplicación de los implantes de acrílico en la submucosa, en reemplazo de los
anteriores ensayos con marfil.

Estos implantes de acrílico (pueden ser de acero inoxidable o de cromo cobalto) suelen tener éxito
inmediato en cuanto a la mejoría de la forma del maxilar y a buena tolerancia. Se ha encontrado
una mejora a las condiciones de estos implantes mediante el empleo de materiales elásticos o
resilentes. La esponja de polietileno y la silicona son mejor tolerados que los implantes rígidos
porque su elasticidad les permite seguir en cierta proporción las presiones de origen protésico, lo
que reduce el sufrimiento de la mucosa.
Los implantes magnéticos consisten en colocar bajo la mucosa, en las zonas de los molares de
ambos lados, imanes aplanados de tamaño apropiado y en colocar en la prótesis otros dos imanes
enfrentando a los anteriores pero con los polos invertidos, de modo que se atraigan. Este
procedimiento no es muy difundido.

Implantes transmucosos

Los implantes quirúrgicos pueden utilizarse en los dos maxilares y cubrir solo una parte o el total
del reborde residual. Consisten en términos generales, en tramas coladas de cromo cobalto
adaptadas al hueso, preferentemente por vestibular o lingual o palatino, sobre las superficies óseas
mas compactas pues las probabilidades de movilización son mayores si las barras de las tramas
(que constituirán elementos de anclaje y soporte) asientan sobre hueso esponjoso o de cortical
débil.

FRENECTOMÍA

Consiste en la extirpación completa del frenillo. El resultado que se busca es mejorar la retención,
facilitando el cierre periférico y eliminando la presión que el frenillo podría hacer sobre el borde
protético.

Por su localización los frenillos los dividimos en tres tipos: labial, vestibular y lingual.Cuando la
inserción del frenillo labial es próxima a la cresta del reborde e interfiere con la extensión
periférica y la retención de la prótesis, se practica la frenectomía con incisión estrecha en forma de
“V” y disección de la inserción muscular.

Los frenillos vestibulares formados por uno o varios pliegues de la mucosa de recubrimiento se
localizan en la región de los premolares y una inserción alta del músculo buccinador afecta con
frecuencia el sellado del contorno periférico y la retención de la prótesis.

Si la localización del frenillo lingual interfiere con la extensión y la estabilidad de la prótesis


inferior, está indicada su remoción quirúrgica. Además no debe limitar el movimiento de la lengua
durante su función normal, es decir, el sujeto debe poder tocar con la punta de su lengua el labio
superior sin desalojar le dentadura inferior.

Frenectomía o reposición apical del frenillo.

Esta técnica se basa en la plastia V-Y, es decir en hacer una incisión en forma de V a través de la
mucosa hasta el periostio a ambos lados del frenillo, con la reposición apical de éste. Al suturar
queda una herida en forma de Y. Al colocarlas suturas, el primer punto debe estar en la profundidad
del vestíbulo y coger el periostio en la base de la herida para evitar la pérdida de profundidad
vestibular. Este punto tiene las mismas características que el de colchonero, pero en el intermedio
atrapa el periostio en la base de la herida para evitar la pérdida de profundidad vestibular y después
cumple los requisitos que ha de poseer la sutura de la punta de un colgajo que tiene un ángulo
agudo. Hay que traspasar la submucosa del ángulo del colgajo respetando su superficie, con el fin
de no producir la necrosis de este ángulo debido a la isquemia que se ocasionaría con la tensión del
nudo. La aproximación de los bordes de la herida es importante en la mucosa labial. Este
procedimiento tiene el inconveniente de producir un bulto de tejido excesivo en el fondo del
vestíbulo. Se produce una cicatrización retráctil en la misma dirección del frenillo y además no
permite alargar el labio.
TÉCNICA DE LA PLASTIA V-Y.

Z-plastia

La Z-plastia es, según nuestro criterio, la técnica de elección para la cirugía del frenillo labial
superior, ya que consigue eliminarlo dejando la cicatriz mucosa en otra dirección a la del frenillo
inicial y además conseguimos alargar el labio superior profundizando el vestíbulo. Levantamos el
labio para mantener tenso el frenillo y hacemos una incisión vertical en el centro de su eje mayor.
Con dos incisiones laterales paralelas que formarán un ángulo de 60° con la incisión central,
puesto que de esta forma se consigue alargar el labio un 75%. La incisión inferior debe alejarse de
la encía adherida. Una vez profundizadas todas las incisiones se levantan dos colgajos con bisturí o
con tijeras de disección de punta roma que serán transpuestos. Antes de proceder a la sutura de los
colgajos disecados deberemos eliminar todas las inserciones musculares que puedan existir en la
zona con un periostótomo de Freer pero sin lesionar el periostio que cubre el hueso maxilar.

La frenectomía puede efectuarse también con los láseres de alta potencia de CO2, Erbium:YAG y
Erbium Cromium:YSGG. Las posibles ventajas de la utilización del láser son: acortamiento del
tiempo operatorio, mayor precisión del corte, ausencia de contacto con el tejido, cirugía exangüe,
postoperatorio inmediato con ausencia de edema y dolor, así como ausencia de retracción mucosa.
Con el láser de CO2 se emplean potencias de 10-15 W con haz desfocalizado que producen la
vaporización del frenillo. La herida operatoria cicatriza por segunda intención.

Técnica de la plastia V-Y.

TUBEROSIDADES

Las hipertrofias de las tuberosidades pueden crear problemas en dos sentidos: hacia vestibular
(tejido óseo) o hacia oclusal (tejido blando), donde pueden llegar a suprimir totalmente el espacio
protético.
El diagnóstico quirúrgico puede presentar tres situaciones: 1) la hipertrofia es puramente mucosa,
en tal caso, basta levantar uno o dos colgajos, adelgazar y suturarlos en posición luego de cortarlos
excedentes. 2) la hipertrofia es ósea u osteomucosa, esta situación exige alveolectomía con o sin
adelgazamiento de la mucosa. 3) el crecimiento es de seno maxilar que ocupa la zona
hipertrofiada.
HIPERPLASIA FIBROSA BILATERAL DE TUBEROSIDAD

VESTIBULOPLASTIA

Es un procedimiento quirúrgico de los tejidos blandos con la idea de obtener un soporte adicional
de una superficie ósea por una parte atrófica, y así asegurar una mayor extensión para el borde
protético.
Estas técnicas persiguen como objetivo: extender el área de apoyo y de la dentadura para lograr un
soporte y retención adicional, bajar la inserción de la musculatura facial circundante para exponer
más hueso alveolar, proporcionar un surco vestibular elástico sano más extenso mediante la
obtención de un buen anclaje sobre el periostio subyacente y, finalmente lograr una mejor función
durante un periodo más largo de tiempo.

AVANZAMIENTO DE LA MUCOSA: esta técnica se emplea en presencia de suficiente mucosa


sana a ambos lados del surco vestibular. Consiste fundamentalmente en hacer avanzar la mucosa
vecina para cubrir los dos lados del surco; se realiza socavando la mucosa por medio de uno o
varios túneles supraperiósticos. El tejido conectivo subepitelial y las inserciones musculares se
separan de la mucosa y del periostio, después de lo cual se procede a avanzar la mucosa mediante
borde sobreextendido sobre apósito quirúrgico; este apósito debe mantenerse fijo durante una
semana con osteosíntesis.

PROCEDIMIENTOS DE EPITELIZACIÓN SECUNDARIA: en esta técnica se utiliza un


colgajo de reposición apical que será saturado al periostio a una profundidad vestibular
determinada con antelación.

Generalmente el colgajo de mucosa es elevado en el labio, se sigue con disección supraperióstica


para profundizar el fondo de saco. Después el margen socavado del colgajo es suturado al periostio
del reborde residual, y el tejido labial expuesto se deja cicatrizar por granulación, por segunda
intención.

Para mantener la posición del colgajo y controlar la cicatrización es conveniente extender más el
reborde de la dentadura en uso y mejorarla con algún recubrimiento elástico. La curación total se
observa al cabo de tres o cuatro semanas.

EXTENSIONES VESTIBULARES CON INJERTOS EPITELIALES: en esta técnica quirúrgica


el colgajo se levanta sobre los lados del reborde del surco, volviendo a colocarlo a un nivel más
profundo y suturándolo sobre el periostio y mantenerlo fijo en su lugar por el apósito quirúrgico
atado con alambre.

Generalmente el epitelio donador es piel, mucosa bucal o mucosa palatina, cada una con sus
limitaciones propias; así la piel carece de propiedades de retención para la prótesis y contiene
además folículos pilosos. La mucosa bucal no resiste a la presión de la base de la dentadura. La
mucosa palatina es demasiado gruesa y es necesario adelgazarla.
BIBLIOGRAFIA

Prótesis parcial removible colada: Clínica y Laboratorio Autor Ernest Mallat Desplats,
Stéphane Mallat Publicado por Elsevier España, 1996

Pedro Saizar. PROSTODONCIA TOTAL Editorial Mundi S.A.I.C Y F Paraguay Buenos


Aires. 1972

José Y. Ozawa Deguchi. PROSTODONCIA TOTAL. Universidad Nacional Autónoma de


México Dirección General de publicaciones, Texto universitario. México 1995

Boucher. Prótesis para el desdentado total Ed. Mundi. Buenos aires.

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