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Al dar la vuelta a la esquina, tropec con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristn en el centro.

La boca

En un huerto no muy llano, hay dos cristalinas fuentes, no esta a gusto el hortelano cuando crecen las corrientes. Los ojos

A los lados las tienen, y las ves solo al reflejo, muchas veces las rascas, sin frucir el entrecejo. Las orejas.

Una casita con ventanicos, quien la mira se queda bizco. La nariz

En la jirafa descuella, bajo la barba del rey, lo tiene cualquier botella, la camisa o el jersey. El cuello

Dicen que son de dos pero siempre son de una. Los dedos Con las herramientas que llevo a los lados, trabajo y escribo, me rasco y me lavo. Las manos. Pozo hondo, soga larga, y como no se doble no alcanza. el brazo

Aunque sepas esto mago no sers, si no sabes dnde lo digerirs. El estmago

Atrs panza y delante espinazo, acirtamelo pedazo de ganso. Las piernas.

Juntos vienen, juntos van, uno va delante, uno va detrs. Los pies.

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