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Microeconomía
Carpeta de trabajo
© Universidad Nacional de Quilmes
Microeconomía
Segunda edición: marzo de 2001
Impreso en Argentina
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Bibliografía obligatoria
Actividades
Para reflexionar
Índice
Conceptos generales
1.1. Introducción
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Microeconomía
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Microeconomía
Veamos un ejemplo:
SA = F (PA)
Se lee: La oferta del bien (A) es una función del precio del bien (A).
Tabla 1.1
PA
SA
8
QA
O 2 4 6 8
Gráfico 1.2.
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Donde:
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Microeconomía
Para analizar los fenómenos que vamos a explicar a lo largo de este tra-
bajo, es menester explicar cuáles son las relaciones que existen entre las
variables que intervienen en el proceso. Como ya vimos una variable depen-
de de otra u otras. Hemos destacado más arriba la importancia de los mo-
delos para la economía, en ellos se intentan recoger las variables fundamen-
tales que participan en un determinado fenómeno económico, así como las
relaciones existentes entre ellas. La expresión matemática de un modelo se
consigue a partir de una o varias funciones, que es el concepto matemático
empleado para indicar la existencia de una relación cualquiera entre varia-
bles. Cuando el modelo está determinado por una sola variable, se dice que
tiene una sola variable explicativa. En el ejemplo que vimos en la presente
unidad se interpreta que la cantidad ofrecida depende del precio. La repre-
sentación simbólica de las funciones tiene una formulación general que es
la siguiente:
Y = f (X)
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donde el símbolo (f) se entiende como función, vínculo, entre (x) e (y), nos di-
ce que, si se formalizara la relación, funciona cuantitativamente mediante
una ecuación, entonces, dados unos valores de (x) (variable explicativa, inde-
pendiente) podríamos obtener los valores correspondientes de (y) (variable
explicada, dependiente) sin más que sustituir los primeros en la ecuación.
Entonces, la relación o función que vincula las variables (x) e (y) es directa o
creciente cuando a un incremento o disminución de la primera le correspon-
de un incremento o disminución de la segunda. En cambio, decimos que la
relación es inversa o decreciente cuando el signo de los cambios es contra-
rio, es decir, cuando una variación positiva de (x) vaya asociada a una varia-
ción negativa de (y). Así, en nuestro ejemplo, la cantidad ofrecida del bien (A)
es función directa de su precio, pues aumenta cuando el precio aumenta y
se reduce cuando el precio desciende. Sin embargo, la cantidad demandada
de un bien es función inversa de su precio, pues ambas variables se mue-
ven en direcciones contrarias.
Las funciones o relaciones que integran un modelo pueden además clasi-
ficarse en:
La función de oferta que vimos más arriba es una función lineal. La fun-
ción lineal nos demuestra el cambio que experimenta la variable dependien-
te ante un cambio en una unidad de la variable explicativa. En Microecono-
mía esta función es de las más utilizadas.
Veamos un ejemplo:
Entonces
Y=a+bx
Donde:
a = ordenada al origen
b = pendiente de la función. Siempre acompaña a la variable
x = variable en cuestión
La relación entre b y x es de producto.
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Microeconomía
y y = a+bx
x
Gráfico 1.3.
Supongamos y = 2+ x
En este ejemplo:
a = 2 ordenada al origen
b = 1 pendiente
x = variable
entonces 1.x = x
Para hallar la ordenada al origen, podemos suponer que (x) adopta un va-
lor igual a cero. Observamos qué valor adopta (a) en el eje de las ordenadas
(y), entonces comprobaremos que el valor es uno, coincidente con (a).
Construyamos una tabla:
x y=2+x
1 3
2 4
3 5
4 6
Obsérvese que el paso de una fila a la siguiente está dado sólo por el va-
lor de la pendiente, que es (1), mientras que la ordenada al origen sólo inter-
viene en definir el punto de partida de la función. Gráficamente:
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y y=2+x
x
Gráfico 1.4.
y = f (x)
y = a + b.x - c.x2
y = 0,5 + 1,1. x - 0,1. x2
7.5
6.5
5.5
4.5
A
3.5 y = 0.5 + 1.1 x -0.1.x2
2.9
2.5
1.5
0.5
O 1 2 3 4 5 5.5 6 7 8 9 10 x
Gráfico 1.5.
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Microeconomía
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Pan
A
18 B
H
16
C
14
12
10 D
8
E
B 1 2 3 4
Automóviles
Gráfico 1.6.
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Microeconomía
A A A
E E E' E E'
Automóviles Automóviles Automóviles
Gráfico 1.7.
La actividad económica supone que hay una oposición entre consumo pre-
sente y futuro; aquella economía que ahorre en el presente podrá acumular
más bienes de capital que redundarán en un aumento de la productividad de
la economía en su conjunto. En realidad, este concepto puede resultar un po-
co engañoso si además no nos preguntamos cuál fue el punto de partida de
la economía en relación con la dotación inicial de bienes de capital.
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La economía resuelve este entuerto con las viejas preguntas: qué, cómo
y para quién produce la economía: una economía como la cubana decidirá
producir más bienes de consumo masivo -como educación pública y desarro-
llo del sistema de salud pública- que la economía estadounidense. La forma
en que se producirán esos bienes se refiere al “cómo”: aquí debemos elegir
la tecnología disponible, nivel de empleo, mano de obra intensiva o capital
intensivo. Por ejemplo, un país con exceso de mano de obra, dicho de otro
modo, con alto nivel de desempleo puede elegir el empleo de una forma de
producción que sea intensiva en mano de obra, ya sea porque desde el sec-
tor público desea combatir el desempleo o porque el sector privado aprove-
cha el exceso de oferta de mano de obra y su consiguiente bajo precio. En
general la limitante es la dotación de capital.
Por último, el “para quién”: tiene que ver con la distribución del ingreso
y está vinculado directamente con el “qué” se produce. Los mercados pro-
ducen para aquéllos que pueden participar del intercambio y poco o nada
nos dice de aquéllos que no pueden acceder al mercado con ese nivel de
precios.
Existe un muy buen ejemplo que nos sirve para ilustrar este fenómeno en
forma integral: en la década del setenta se produjeron dos aumentos del pre-
cio del petróleo, los que significaron poco menos que una catástrofe para el
mundo occidental. Estos fenómenos se conocieron con el nombre de shocks
petroleros: a principios de la década el precio del crudo se triplicó y pasó de
alrededor de $ 9 el barril a $ 26. En relación con el qué se producía, diremos
que la industria dio un vuelco importante. Todo aquello que suponía un deri-
vado del petróleo como insumo era sustituido por materiales naturales como
la lana, el cuero, los algodones, etc. Es en esta época donde se impone el
diseño sobre todo en la industria automotriz y el comienzo de la producción
de los autos compactos.
Los países dependientes del crudo como fuente de energía se encontra-
ron con el acertijo de producir mediante técnicas que empleasen energías
sustitutivas del petróleo.
Con relación al cómo, debemos decir que estos nuevos bienes de consu-
mo y de producción se produjeron con técnicas sustitutivas de la energía del
petróleo. En el mismo período comenzaron a desarrollarse -con más énfasis
aquéllas que ya se venían investigando- las tecnologías sustitutivas que pros-
perarían con el tiempo, como la energía eólica, solar (extremadamente exten-
dida en los Estados Unidos), hidráulica (represas), mareológica y nuclear.
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Microeconomía
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PA
DA SA
PE = 6 Punto de equilibrio
2 S
A
DA
O 2 4 6 8 OA
Gráfico 1.8.
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Microeconomía
P
S
Excedente
p1
Pe
p2
Escasez D
Qe Q
Gráfico 1.9.
Pe = Q e mercado en equilibrio
1.6.1. Oferta
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donde:
∑ QsA= SA
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Microeconomía
Ver gráfico:
P S
SS
A'
4
B'
3
C'
2
D'
1
E'
0 10 20 30 40 50
Q
Gráfico 1.10.
Si por alguna razón se alteran los valores de los factores que habían per-
manecido subyacentes en la función de oferta, ésta experimentará un des-
plazamiento acorde a la magnitud del cambio y en el sentido en que se ha-
ya registrado.
Para que esto suceda es necesario levantar una de las condiciones de Ce-
teris Paribus, es decir, que varíe un factor que antes no lo había hecho pues
permanecía constante.
Supongamos que varía la tecnología (T), que por alguna razón el produc-
tor dispone de una tecnología más avanzada que provoca un aumento de la
producción, entonces el oferente estará dispuesto a ofrecer mayores canti-
dades del bien al precio anterior. Obsérvese que al decir esto último conver-
timos en constante al precio del bien, o sea, lo incluímos en la condición de
ceteris paribus. Esto provocará un desplazamiento hacia la derecha, de toda
la función de oferta.
Obsérvese que al mismo precio el productor está dispuesto a ofrecer ma-
yores cantidades del bien. Un ejemplo concreto lo encontramos en los pes-
cadores de la costa del Perú. Supongamos que por alguna razón estos hu-
mildes pescadores contasen con tecnología de radar sonar para poder detec-
tar los cardúmenes, esto les simplificaría las capturas, ya sea permanecien-
do menor tiempo en alta mar y por lo tanto reduciendo el costo de las cap-
turas o bien empleando el mismo tiempo para capturar más pescados. Ellos
entonces se verán tentados a ofrecer mayor cantidad de toneladas de pes-
cados frescos a un mismo precio.
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P S0
S1
Desplazamiento de la función de
P Oferta hacia la derecha como
resultado de la variación de del
factor subyacente tecnología
q0 q1 Q
Gráfico 1.11.
– = constante
Q1> Q0 p
∆ T desplazamiento de S0 hacia S1
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Microeconomía
P
S1
S0
P Desplazamiento hacia la
izquierda de la función de
oferta. Contracción.
q1 q0 Q
Gráfico 1.12.
– = constante
Q1> Q0; p
∆ r aumento del precio del factor productivo mano de obra (salario) des-
plazamiento de S0 hacia S1
Por último, un cambio en los precios de los bienes relacionados (Pbr) pue-
de afectar la función de oferta haciéndola desplazar a un lado u otro, depen-
diendo del tipo de cambio que se registre. Veamos un ejemplo: en el área ta-
bacalera argentina, los productores experimentan una cierta rigidez a la di-
versificación productiva que los afecta profundamente, ya que ante una va-
riación en el precio internacional del tabaco sus ingresos decaen, dado que
es el principal producto fuente de sus ingresos, y además -por tratarse de
monocultivos- no tienen como responder al cambio. El gobierno nacional me-
diante el Fondo Especial del Tabaco aplica políticas tendientes a la diversifi-
cación productiva de las áreas tabacaleras, en especial en lo que se refiere
a cultivos bajo cubierta (invernaderos). Allí se producen especialmente pi-
miento y calabazas, de modo que ante una disminución del precio del taba-
co, los productores se inclinan a la producción de pimiento y calabazas. En-
tonces, como resultado se obtiene una disminución en el precio del relacio-
nado (tabaco) y la función de oferta del pimiento y la calabaza se desplazan
hacia la derecha, o sea, se expanden. A un mismo precio de los pimientos y
las calabazas se ofrecen mayor cantidad de ambos bienes como resultado
de un descenso en el precio del tabaco.
1.6.4. Demanda
Como vimos, las razones por las que los individuos demandan son varia-
das. Pero en principio es generalmente aceptado que los bienes se deman-
dan en función de su precio.
La demanda está determinada por otros factores que permanecen cons-
tantes y que denominamos subyacentes o bajo la condición de ceteris pari-
bus. Estos factores, además del precio de bien, son el precio de los bienes
relacionados, el gusto de los consumidores y la renta de los individuos en el
período de análisis.
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DA = f(PA, Pbr, G, Y)
donde:
∑ QdA= DA
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Microeconomía
A
p0
Mo la c
vim urv
ien a d
to e d
a l em
o an
B
lar d
p1
go a
de D0
O q0 q1 Q
Gráfico 1.13.
Pba = p0, p1
QdA = Q0, Q1
Si por alguna razón se alteran los valores de los factores que habían per-
manecido subyacentes en la función de demanda, ésta experimentará un
desplazamiento acorde a la magnitud del cambio y en el sentido en que se
haya registrado.
Para que esto suceda, es necesario levantar una de las condiciones de
Ceteris Paribus, es decir, que varíe un factor que antes no lo había hecho
pues permanecía constante. Por ejemplo, Pbr, G y Y que no habían variado
su valor.
Se hace importante remarcar que lo constante de los factores subyacen-
tes, en modo alguno representa que el valor de éstos sea nulo, sino que, por
el contrario, poseen un valor determinado, que generalmente es distinto de
cero, pero que no se altera a lo largo del período de nuestro análisis. Este
razonamiento se hace extensivo a todas las funciones que operen bajo la
condición de ceteris paribus.
Supongamos que varían los gustos de los consumidores (G), que el de-
venir de la moda hace que ciertos bienes demanden más que otros, enton-
ces el consumidor estará dispuesto a demandar mayores cantidades del
bien al mismo precio que antes. Obsérvese que al decir esto último conver-
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p
D1
Desplazamiento hacia la
D0 derecha de la función de
demanda. Expansión.
q0 q1 Q
Gráfico 1.14.
p D0
D1 Desplazamiento hacia la
izquierda de la función de
demanda.
q1 q0 Q
Gráfico 1.15.
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Microeconomía
Por último, levantamos el factor subyacente (Pbr) que hasta aquí había
permanecido constante. Las alteraciones en el precio de un bien pueden
afectar la curva de demanda de otro bien, de acuerdo a como se vinculen o
al grado y tipo de relación que exista entre ellos. Veamos un ejemplo: tome-
mos por caso el mate, que es un consumo extendido entre los argentinos.
Supongamos que aumenta el precio de la yerba mate en una forma consi-
derable y por un período de tiempo medianamente extenso para que sus
efectos sean notados por todos, entonces el consumidor se verá forzado a
reemplazar esta infusión típica, digamos por el café con leche. En conse-
cuencia, la demanda de café con leche crecerá aún teniendo en cuenta que
su precio no ha variado. En este caso el café con leche es un bien sustitu-
to del mate. Entonces decimos que un bien es sustituto del otro en la me-
dida en que cuando aumenta el precio de uno también lo hace la cantidad
demandada del otro.
Continuando con el mismo ejemplo y siempre bajo el supuesto de que el
período de la suba de precios de la yerba mate fue lo suficientemente largo
como para lograr vencer el hábito de matear, observaremos que este cambio
afectará además la demanda de bombillas, adminículo imprescindible y sin
el cual veríamos fracasar nuestro intento. Obviamente los consumos de yer-
ba mate y bombillas se dan en forma conjunta. En este caso decimos que
los bienes son complementarios.
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↑Pbr⇒↑ QdA
p
D1
Desplazamiento hacia la
D0 derecha de la función de
demanda de café con leche,
como resultado de un aumento
en el precio de la yerba mate.
P
q0 q1 Q
Gráfico 1.16.
Q0< Q1
p D0
Contracción de la
D1 demanda de bombillas
como resultado de un
aumento en el precio
de la yerba mate.
P
q1 q0 Q
Gráfico 1.17.
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Microeconomía
↑Pbr⇒ QdA ↓
Q0>Q1
∆ %Qd
Epd =
∆%p
∆ %Qd
Epd = >1
∆%p
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∆ %Qd
Epd = <1
∆%p
∆ %Qd
Epd = =1
∆%p
∆ %Qd
Epd = =0
∆%p
∆ %Qd
Epd = =∞
∆%p
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Microeconomía
P D P D
P D
5 A A A
3 5
B B
3 2 4 B
D D
D
Q Q Q
0 100 180 0 15 20 0 100 110
(a) Demanda elástica (*) (b) Demanda de easticidad (a) Demanda inelástica (*)
unitaria(*)
P D P
Ep = ∞
Ep = 0 D D
Q Q
0 D 0
(d) Inelasticidad perfecta (d) Elasticidad infinita
Gráfico 1.18.
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P
Ep= ∞
D
A Ep< 1
Ep= 1
Pm
M
Ep< 1
Ep= 0
B Q
O D
Gráfico 1.19.
∆ Qx
∆ %Qx Qx
Exy = =
∆%Y ∆Y
Y
Donde:
Veamos cuáles son los valores posibles que adopta esta elasticidad y có-
mo podemos interpretarlos en el análisis económico.
Si
∆ %Qd
Eyd = >0
∆%Y
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Microeconomía
Si
∆% Qd
E yd = <0
∆ %Y
En cambio algunos bienes experimentan un valor negativo de su elastici-
dad renta de la demanda. A estos bienes se los denomina bienes inferiores
porque en general se los considera de baja calidad, entonces el consumidor
estará gustoso de excluirlos de su canasta de consumo cuando su ingreso
aumenta.
No debemos escapar en este trabajo al conocido ejemplo de la relación de
superioridad entre la margarina y la manteca. La margarina tiene una elastici-
dad renta de la demanda negativa, mientras que la de la manteca es positiva.
Es oportuno destacar que todos estos valores varían ampliamente entre
un consumidor y otro, así como de un bien a otro, y como en el gasto del in-
dividuo influyen factores estrictamente subjetivos, es probable que en la ma-
yoría de los casos lo que para uno sea un bien superior para otro sea todo
lo contrario. Sin embargo, los bienes considerados de primera necesidad -co-
mo los vinculados a la alimentación y la medicina- son considerados de ren-
ta inelástica: se demandan independientemente del nivel de ingresos, en
tanto que los considerados bienes de lujo observan una renta inelástica.
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∆Q∆x Qx
∆ Q QxQ x
E yd = % x =
∆ % py ∆ p∆y
py
ppy y
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a. El interior de la curva
b. Fuera de la curva
c. Sobre la curva
d. Ninguno de los anteriores
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