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INSTITUCION NOMBMRE
Ministerio de la Protección Social Lorenza Ospina
Ministerio de la Protección Social Luz Elena Monsalve
Página
1. Introducción ............................................................................................ 125
2. Metodología ............................................................................................ 125
3. Justificación ............................................................................................. 126
4. Epidemiología ......................................................................................... 127
5. Objetivos .................................................................................................. 127
6. Definición ................................................................................................ 127
7. Población objeto ..................................................................................... 128
8. Características de la atención ............................................................. 128
8.1 Identificación e inscripción de las gestantes
en el control prenatal...................................................................... 129
8.2 Consulta médica de primera vez .................................................. 130
8.2.1 Elaboración de la historia clínica e identificación
del perfil de riesgo ........................................................................ 130
8.2.2 Solicitud de exámenes paraclínicos .......................................... 132
8.2.3 Administración de toxoide tetánico ......................................... 133
8.2.4 Formulación de micronutrientes............................................... 133
8.2.5 Situaciones especiales .................................................................. 134
8.2.6 Educación individual a la madre, compañero y familia ....... 135
8.2.7 Remisión a consulta odontológica general ............................. 136
8.2.8 Diligenciamiento y entrega del carné materno
y educación sobre la importancia de su uso .......................... 136
Página
8.2.9 Valoración del perfil de riesgo materno .................................. 136
8.3 Consultas de seguimiento y control ............................................ 137
9. Actividades en salud pública ............................................................... 141
10. Flujograma ............................................................................................. 142
Anexos............................................................................................................... 143
Bibliografía ...................................................................................................... 145
Tablas - Gráficos
Tabla 1 Clasificación de niveles y grados de evidencia ...................... 126
Tabla 2 Exámenes obligatorios del control prenatal .......................... 132
Tabla 3 Exámenes obligatorios del control prenatal consultas
de seguimiento ............................................................................ 138
Tabla 1.1 Factores de riesgo en la gestación ............................................ 143
Tabla 2.1 Actividades básicas del control prenatal a la gestante
sin factores de riesgo .................................................................. 144
Tabla 2.2 Exámenes paraclínicos básicos del control prenatal
a la gestante sin factores de riesgo ........................................... 144
1. Introducción
La mortalidad materna constituye un problema de salud pública y la
meta es disminuirla en el país y este conjunto de estándares y recomendacio-
nes asistenciales intentan proporcionar a los clínicos, pacientes, familiares,
investigadores, compañías de seguros y demás personas interesadas, infor-
mación acerca de los aspectos de la detección temprana de alteraciones del
embarazo. Cada paciente debe ser evaluado en particular y el clínico definirá
si requiere de evaluación y tratamiento por parte de otros especialistas.
Los revisores declaran no tener conflicto de intereses frente a las reco-
mendaciones generadas. Estas recomendaciones son acciones tendientes a
controlar la mortalidad materna. Se sugiere revisar esta guía periódicamente
como quiera que los avances en terapéutica puedan modificar las recomen-
daciones presentes y, entonces, tener una vigencia de tres a cinco años.
2. Metodología
El grupo de expertos desarrolló una estrategia participativa que com-
prende la elaboración de las revisiones sistemáticas, focalizadas en identifi-
car evidencia de guías clínicas seleccionadas de acuerdo con los criterios de
la AGREE Collaboration (Appraisal of Guideline Research & Evaluation)
(2001). Las recomendaciones se han analizado en su validación externa
(generalización de resultados) mediante el trabajo de colaboración de un
grupo de expertos provenientes de establecimientos de la red pública, socie-
dades científicas, comisiones nacionales, del mundo académico y del sector
privado. Este desarrollo metodológico corresponde al sugerido por el Inter-
nacional Clinical Epidemiology Network (INCLEN). En breve, se identifica-
ron preguntas clínicas relevantes basadas en la fase de evaluación de la Guía
durante la Fase I del proyecto. Se consultaron las siguientes fuentes electró-
nicas de información biomédica: MEDLINE® (desde su aparición hasta junio
de 2005), LILACS® (desde su aparición hasta junio de 2005), COCHRANE
Controlled Trials Register (CCTR, Número 1, 2000). Asi mismo, se comple-
mentó con una búsqueda manual en artículos de revisión recuperados en
anteriores revisiones sistemáticas, narrativas y los consensos de la Organiza-
ción Mundial de la Salud, sociedades americanas y europeas de ginecología
y obstetricia. Para minimizar los sesgos de publicación, se adelantaron averi-
guaciones con autoridades académicas en busca de información no publica-
da. Se realizó un análisis cualitativo de la información ponderado por la
calidad metodológica, tanto de las fuentes primarias como del soporte bi-
bliográfico de revisiones y consensos, para elaborar las conclusiones, en gra-
dos de evidencia y niveles de recomendación que soportan la presente
actualización.
Tabla 1
Clasificación de niveles y grados de evidencia
Fuente: Oxford Centre for Evidence-based Medicine Levels of Evidence (May 2001).
3. Justificación
Con el fin de lograr la reducción de la mortalidad materna y perinatal, se
hace necesario establecer parámetros mínimos que garanticen una atención
de calidad, con racionalidad científica, para el desarrollo de las actividades,
procedimientos e intervenciones durante el control prenatal; de acuerdo con
la Política nacional de salud sexual y reproductiva (2003-2007) y el Plan de
acción aprobado por la Asamblea General de la ONU de 2002 sobre Niñez y
4. Epidemiología
La tasa de mortalidad materna en Colombia para 2000 fue de 104.9
por 100.000 nacidos vivos (2) , cifra que no ha variado de manera impor-
tante en la última década, así como su estructura de causa y grupos de edad
que afecta. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, se
calcula que 95% de estas muertes son evitables, siendo posible reducir esta
tasa a menos de 10 muertes por cada 100.000 nacidos vivos con un adecua-
do y oportuno programa de control prenatal y atención del parto (3).
5. Objetivos
• Promover el inicio del control prenatal ante la sospecha de embarazo
• Facilitar el acceso de la gestante a los servicios de salud de manera pre-
coz y oportuna
• Vigilar la evolución del proceso de la gestación de tal forma que sea
posible identificar precozmente a la gestante con factores de riesgo biop-
sicosociales, enfermedades asociadas y propias del embarazo para un
manejo adecuado y oportuno
• Establecer un plan integral de control prenatal y atención del parto con-
forme con la condición de salud de la gestante, que garantice su manejo
de acuerdo con su complejidad en los diferentes niveles de atención del
sistema de salud
• Ofrecer educación a la pareja, que permita una interrelación adecuada
entre los padres, la familia y su hijo desde la gestación.
6. Definición
Identificar e intervenir tempranamente por el equipo de salud, la mujer
y su familia los riesgos relacionados con el embarazo y planificar el control
de los mismos, con el fin de lograr una gestación adecuada que permita que
el parto y el nacimiento ocurran en óptimas condiciones, sin secuelas para la
madre y su hijo.
La gestante es definida en la presente Guía como el binomio de la mujer
embarazada y su fruto de la concepción.
7. Población objeto
Esta Guía busca beneficiar a la población afiliada a los regímenes contri-
butivo subsidiado, y podrá servir de marco de referencia para aquellos pro-
veedores de atención a la población pobre y no asegurada, en favor de la
disminución de la morbimortalidad materna, perinatal e infantil en el país.
8. Características de la atención
Las siguientes actividades, procedimientos e intervenciones, confor-
man las guías básicas para la detección temprana de las alteraciones del
embarazo.
Las características básicas de esta atención deben ser (4):
• De calidad: el prestador de salud tendrá la capacidad resolutiva y el equi-
po de salud capacitado para brindar una atención integral, humanizada
y de alto nivel, de acuerdo con el decreto 1011/06 del Ministerio de la
Protección Social (5)
• Precoz: la atención debe iniciarse tan pronto se confirme el embarazo.
• Periódica: garantizar la atención de la gestante a lo largo de su gestación
de acuerdo con sus necesidades
• Con completa cobertura: la atención en salud de la gestante se deberá
garantizar de acuerdo con sus necesidades en los diferentes niveles de
atención del sistema de salud, de acuerdo con la resolución 5261/94
del Ministerio de Salud "Por el cual se establece el Manual de activida-
des, intervenciones y procedimientos del plan obligatorio de salud" (6)
y las normas que lo adicionen, modifiquen o complementen
• Oportuna: deberá brindarse cuando ésta se requiera, de acuerdo con las
necesidades de la gestante. Al respecto se anota [D5]:
Los prestadores de salud deben hacer que todas las mujeres embarazadas
se sientan bienvenidas a su clínica. Los horarios de apertura de las clínicas
que proveen el programa de control prenatal deben ser tan convenientes
como sea posible para favorecer la concurrencia de las mujeres. Se ha de-
mostrado que cuanto mayor es el número de horas que las clínicas dedican
para la atención de las pacientes, más elevado será el número de mujeres
que solicita control prenatal en las mismas. Los prestadores de salud de-
ben dedicar todos los esfuerzos posibles para cumplir con el horario de los
turnos y, de esta forma, reducir el tiempo de espera de las pacientes. Sin
embargo, las mujeres que vienen sin turno no deberían ser rechazadas aun
cuando no existiera ninguna urgencia. Mientras sea posible, cualquier in-
tervención o prueba requerida debería realizarse de acuerdo con la como-
didad de las mujeres, en lo posible el mismo día que la mujer tiene la
consulta (OMS, 2003) (7).
10. Flujograma
* Gestantes con factores de riesgo: son aquellas gestantes que de acuerdo con la evaluación
que se realice de sus factores de riesgo biosicosociales, enfermedades asociadas y propias
de la gestación tienen mayor riesgo de morbimortalidad materna y perinatal con respecto a
la población general.
Anexos
Anexo 1. Factores de riesgo de la gestación
Tabla 1.1
Factores de riesgo en la gestación
1. Características individuales:
– Edad menor de 16 años o mayor de 35 años
– Ocupación , esfuerzo físico, carga horaria, exposición a agentes físicos, químicos y biológicos,
estrés
– Desocupación personal o familiar
– Baja escolaridad
– Malnutrición (Índice de Masa Corporal > 30 ó < 18)
– Dependencia de drogas ilícitas y abuso de fármacos en general
– Violencia doméstica
– Múltiples compañeros sexuales
– Vivienda y condiciones sanitarias deficientes
– Valoración de las condiciones sicosociales: tensión emocional, humor, signos y síntomas neuro-
vegetativos, soporte familiar y de la pareja, embarazo deseado o programado.
4. Enfermedades clínicas:
– Cardiopatías, neuropatías, nefropatías, endocrinopatías (diabetes mellitus, hipotiroidismo), he-
mopatías, hipertensión arterial crónica, epilepsia, enfermedades infecciosas (tuberculosis, mala-
ria, enfermedades de transmisión sexual, infección urinaria recurrente), enfermedades
autoinmunes, trastornos psiquiátricos, ginecopatías (anomalías uterinas), anemia severa (hemo-
globina < 9 g/dl) y otras
– Uso actual de medicamentos.
Schwarcz R, Díaz, A G, Fescina R. The Perinatal Information System I: The Simplified Perinatal Clinical
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Herrera J. Aplicación de un modelo biosicosocial para la reducción de la morbimortalidad materna y peri-
natal en Colombia. Univ. Valle, Cali, 2001.
Anexo 2. Actividades básicas del control prenatal
a la gestante sin factores de riesgo
Tabla 2.1
Actividades básicas del control prenatal a la gestante
sin factores de riesgo
Tabla 2.2
Exámenes paraclínicos básicos del control prenatal
a la gestante sin factores de riesgo
Nota: Los exámenes paraclínicos deberán ser complementados con aquellos que sean necesa-
rios de acuerdo con los factores de riesgo biosicosociales, enfermedades asociadas y pro-
pias de la gestación a lo largo de su embarazo.
Bibliografía
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4 República de Colombia. Ministerio de Salud. Decreto 2309/02. “Por el cual
se define el Sistema obligatorio de garantía de calidad de la atención en salud
del Sistema general de seguridad social en salud”.
República de Colombia. Ministerio de Salud. Resolución 1439/02. “Por la
cual se adoptan los formularios de inscripción y de novedades para el registro
especial de prestadores de servicios de salud, los manuales de estándares y de
procedimientos, y se establecen las condiciones de suficiencia patrimonial y
financiera del sistema único de habilitación de prestadores de servicios de
salud y los definidos como tales”.
República de Colombia. Ministerio de la Protección Social. Resolución 486/
03. “Por la cual se modifica parcialmente la Resolución 1439 de 2002”.
5 República de Colombia. Ministerio de Salud. Resolución 5261/94. “Por la
cual se establece el manual de actividades, intervenciones y procedimientos del
plan obligatorio de salud”
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National Collaborating Centre for Women’s and Children’s Health. Antenatal
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Página
1. Introducción ............................................................................................ 241
2. Metodología ............................................................................................ 241
3. Justificación ............................................................................................. 243
4. Objetivos .................................................................................................. 243
4.1 Objetivo general .............................................................................. 243
4.2 Objetivos específicos ...................................................................... 243
4.3 Metas del PAI .................................................................................... 244
5. Definiciones ............................................................................................ 245
5.1 Programa ampliado de inmunizaciones ..................................... 245
5.2 Inmunobiológicos ........................................................................... 245
5.3. Vacuna ............................................................................................... 245
5.3.1 Vacunas vivas atenuadas (replicativas) ..................................... 246
5.3.2 Vacunas muertas o inactivadas (no replicativas)................... 246
5.4 Definiciones técnicas ...................................................................... 247
5.4.1 Vías de administración ................................................................ 247
5.4.1.1 Vía oral ........................................................................................ 247
5.4.1.2 Vía intradérmica........................................................................ 247
5.4.1.3 Vía subcutánea ........................................................................... 248
5.4.1.4 Vía intramuscular ...................................................................... 248
5.4.2 Sitio de aplicación ........................................................................ 248
5.4.3 Técnicas de aplicación ................................................................. 248
5.4.4 Dosificación .................................................................................. 249
5.4.5 Edad de vacunación ..................................................................... 249
Página
5.4.6 Compocisión de los inmunobiológicos .................................. 250
5.4.7 Eficacia del inmunobiológico .................................................... 250
5.4.8 Cadena de frío .............................................................................. 251
6. Reglas generales sobre la administración de vacunas .................. 251
7. Población objeto ..................................................................................... 252
8. Esquema de inmunizaciones ............................................................... 252
9. Descripción de las vacunas del PAI .................................................... 259
9.1 Vacuna BCG – Antituberculosa ..................................................... 259
9.1.1 Descripción.................................................................................... 259
9.1.2 Justificación científico-técnica ................................................. 259
9.1.3 Esquema de vacunación ........................................................... 259
9.1.4 Indicaciones ................................................................................. 259
9.1.5 Efectos adversos y contraindicaciones.................................... 260
9.2. Vacuna de poliomielitis ................................................................. 261
9.2.1 Vacuna oral de poliovirus (VOP o tipo SABIN) ......................... 262
9.2.1.1 Descripción ................................................................................ 262
9.2.1.2 Justificación científico-técnica ............................................... 262
9.2.1.3 Esquema de vacunación .......................................................... 264
9.2.1.4 Efectos adversos y contraindicaciones ................................. 264
9.2.2 Vacuna inactivada de poliovirus (VIP) ..................................... 265
9.2.2.1 Descripción ................................................................................ 265
9.2.2.2 Justificación científico-técnica ............................................... 265
9.2.2.3 Esquema de inmunización ...................................................... 265
9.2.2.4 Indicaciones .............................................................................. 266
9.2.2.5 Precauciones y contraindicaciones ........................................ 266
9.2.2.6 Procedimiento para acceder a la vacuna VIP ........................ 267
9.3 Vacuna pentavalente ........................................................................ 268
9.3.1 Vacuna anti hepatitis B ................................................................ 268
9.3.1.1 Descripción ................................................................................ 268
9.3.1.2 Justificación científico-técnica ............................................... 268
Página
9.3.1.3 Esquema de vacunación .......................................................... 268
9.3.1.4 Hijo de madre con antígeno de superficie para hepatitis
B positivo .................................................................................... 270
9.3.1.5 Efectos adversos y contraindicaciones ................................. 270
9.3.2. Vacuna contra haemophilus influenzae tipo B - HIB ..................... 270
9.3.2.1 Descripción de la vacuna......................................................... 270
9.3.2.2 Justificación científico-técnica ............................................... 270
9.3.2.3 Esquema de vacunación .......................................................... 270
9.3.2.4 Efectos adversos y contraindicaciones ................................. 272
9.3.3 Vacuna contra difteria, tosferina y tétanos - DPT .................. 272
9.3.3.1 Descripción de la vacuna......................................................... 272
9.3.3.2 Justificación científico-técnica ............................................... 272
9.3.3.3 Esquema de vacunación .......................................................... 273
9.3.3.4 Efectos adversos y contraindicaciones ................................. 274
9.4 Vacuna contra influenza ................................................................. 275
9.4.1 Descripción de la vacuna ............................................................ 275
9.4.2 Justificación científico-técnica ................................................... 275
9.4.3 Esquema de vacunación .............................................................. 275
9.4.4 Efectos adversos y contraindicaciones ..................................... 276
9.5 Vacuna contra sarampión, rubéola y parotiditis – SRP ............ 277
9.5.1 Descripción de la vacuna ............................................................ 277
9.5.2 Justificación científico-técnica ................................................... 277
9.5.3 Esquema de vacunación .............................................................. 278
9.5.4 Efectos adversos y contraindicaciones ..................................... 278
9.6 Vacuna sarampión, rubéola ............................................................ 279
9.6.1 Descripción de la vacuna ............................................................ 279
9.6.2 Justificación científico-técnica ................................................... 279
9.6.3 Esquema de vacunación .............................................................. 279
9.6.4 Efectos adversos y contraindicaciones ..................................... 279
9.7 Vacuna contra fiebre amarilla (antiamarílica) ............................ 280
Página
9.7.1 Descripción de la vacuna ............................................................ 280
9.7.2 Justificación científico-técnica ................................................... 280
9.7.3 Esquema de vacunación .............................................................. 281
9.7.4 Efectos adversos y contraindicaciones ..................................... 281
9.8 Vacuna antirrábica humana .......................................................... 282
9.8.1 Descripción de la vacuna ............................................................ 282
9.8.2 Justificación científico-técnica ................................................... 282
9.8.3 Esquema de vacunación .............................................................. 283
9.8.3.1 Virus inactivado cepa Pasteur (PV) propagado ................... 283
en células vero ............................................................................ 283
9.8.3.1.1 Esquema preexposición........................................................ 283
9.8.3.1.2 Esquema postexposición ..................................................... 283
9.8.3.2 Revacunación con virus inactivado cepa Pasteur (PV) ..... 285
9.8.4 Efectos adversos y contraindicaciones ..................................... 287
10. Toxoides..................................................................................................... 288
10.1 Definición ....................................................................................... 288
10.2 Generalidades de los toxoides, presentaciones y esquemas .. 288
10.2.1 Toxoides tetánico y diftérico de personas menores
de 7 años de edad - TD .............................................................. 288
10.2.1.1 Descripción.............................................................................. 288
10.2.1.2 Justificación científico-técnica ............................................. 288
10.2.1.3 Esquema de vacunación ........................................................ 289
10.2.1.4 Eventos adversos y contraindicaciones .............................. 289
10.2.2 Toxoide tetánico y diftérico de personas mayores
de 7 años de edad - TD .............................................................. 290
10.2.2.1 Descripción.............................................................................. 290
10.2.2.2 Justificación cientifico-técnica ............................................. 290
10.2.2.3 Esquema de vacunación ........................................................ 290
10.2.2.4 Eventos adversos .................................................................... 290
11. Sueros heterólogos (antitoxinas) ....................................................... 290
Página
11.1 Definición ....................................................................................... 291
11.2 Suero antirrábico heterólogo ...................................................... 291
11.2.1 Descripción ................................................................................. 292
11.2.2 Justificación científico-técnica ................................................ 292
11.2.3 Esquema de aplicación ............................................................. 292
11.2.4 Eventos adversos y contraindicaciones ................................. 293
11.3 Antitoxina tetánica ........................................................................ 294
11.3.1 Descripción ................................................................................. 294
11.3.2 Justificación científico-técnica ................................................ 295
11.3.3 Esquema de aplicación ............................................................. 295
11.3.4 Eventos adversos y contraindicaciones ................................. 295
11.4 Antitoxina diftérica ....................................................................... 296
11.4.1 Descripción ................................................................................. 296
11.4.2 Justificación científico-técnica ................................................ 296
11.4.3 Esquema de aplicación ............................................................. 296
11.4.4 Eventos adversos y contraindicaciones ................................. 296
12. Sueros homólogos (inmunoglobulinas) .......................................... 297
12.1 Inmunoglobulina antirrábica humana ...................................... 297
12.1.1 Descripción ................................................................................. 297
12.1.2 Justificación científico-técnica ................................................ 297
12.1.3. Esquema de aplicación ............................................................ 297
12.1.4 Eventos adversos y contraindicaciones ................................. 297
12.2. Inmunoglobulina antitetánica humana .................................... 298
12.2.1 Descripción ................................................................................. 298
12.2.2 Justificación científico-técnica ................................................ 298
12.2.3 Esquema de aplicación ............................................................. 298
12.2.4 Eventos adversos y contraindicaciones ................................. 299
12.3 Inmunoglobulina antidiftérica humana .................................... 299
12.3.1 Descripción ................................................................................. 299
Página
12.3.2 Justificación científico-técnica ................................................ 299
12.3.3 Esquema de aplicación ............................................................. 299
12.3.4 Eventos adversos y contraindicaciones ................................. 300
13. Talento humano ...................................................................................... 300
13.1 Perfil del vacunador ...................................................................... 300
14. Carné de vacunación ............................................................................. 300
15. Cuadro nivel de evidencia................................................................... 302
Anexos............................................................................................................... 305
Bibliografía ...................................................................................................... 373
Tablas y gráficos
Tabla 1. Evidencia según la escala de Oxford .................................. 242
Tabla 2. Esquema de inmunizaciones ................................................ 253
Tabla 3. Efectos colaterales y precauciones más frecuentes
de las vacunas del PAI ............................................................... 256
Tabla 4. Esquema de vacunación ........................................................ 260
Tabla 5. Esquema de aplicación de vacuna oral de polio .............. 264
Tabla 6. Esquema de inmunización (VIP) ......................................... 266
Tabla 7. Esquema de vacunación anti hepatitis B ........................... 269
Tabla 8. Esquema de vacunación Haemophilus influenzae tipo B - HIB .. 271
Tabla 9. Esquema de vacunación difteria, tosferina y tétanos - DPT . 273
Tabla 10. Esquema de vacunación contra influenza ...................... 276
Tabla 11. Esquema de vacunación contra sarampión, rubéola
y parotiditis - SRP ................................................................. 278
Tabla 12. Esquema de vacunación sarampión, rubéola ................. 279
Tabla 13. Esquema de vacunación contra fiebre amarilla.............. 281
Tabla 14. Esquemas postexposición .................................................. 286
Anexos Tablas
Tabla 1.1 .................................................................................................. 309
Tabla 2.2 .................................................................................................. 326
Tabla 2.3 .................................................................................................. 343
Tabla 2.4 .................................................................................................. 355
Convenciones
1. Introducción
La inmunización en niños y adultos se fundamenta en hechos científi-
cos conocidos acerca de los inmunobiológicos, de los principios sobre
inmunización activa-pasiva y de consideraciones epidemiológicas y de
salud pública.
El uso de las vacunas implica la protección parcial o completa contra un
agente infeccioso; así, la vacunación, es la mejor estrategia y la más costo-
efectiva, demostrada universalmente, para la reducción de la incidencia y
mortalidad por las enfermedades inmunoprevenibles.
Esta Guía se constituye en un soporte sobre el cual se propone actualizar
la norma técnica para la vacuna según el Programa Ampliado de Inmuniza-
ciones (PAI). Tiene una vigencia de cinco años a partir de su elaboración.
El Ministerio de la Protección Social (MPS) ha hecho todos los esfuerzos
posibles para asegurarse que las indicaciones, contraindicaciones, dosis y
procedimientos que figuran en esta Guía sean las correctas y usualmente
recomendadas por parte de las autoridades sanitarias en vacunación, así como
la referenciada en la literatura médica a la fecha, por tanto, se debe advertir
a los usuarios que deben consultar las recomendaciones y las informaciones
que de forma periódica proporcionan el MPS y los fabricantes de los produc-
tos inmunobiológicos.
2. Metodología
Se realizó una búsqueda electrónica en la Biblioteca COCHRANE donde se
revisaron los resúmenes y textos completos de la bases de datos de revisiones
sistemáticas, así como también el registro de experimentos clínicos contro-
lados (ECC). Además, se realizó una búsqueda en la Biblioteca Nacional de
los Estados Unidos (MEDLINE) desde 1996 hasta le fecha y LILACS desde su
aparición hasta noviembre de 2005. Se seleccionaron artículos en inglés o
español de revistas sometidas al proceso de revisión por pares. Se prioriza-
ron meta-análisis, experimentos clínicos controlados, y guías de práctica clí-
nica relacionadas. También, se incluyeron estudios observacionales y
referencias sugeridas por parte de los expertos en aspectos en los que no se
dispone evidencia ya que son considerados como estrategias de buena prác-
tica clínica y son difíciles de valuar por medio de ECC. Se realizó un análisis
cualitativo de la información ponderado por la calidad metodológica, tanto
de las fuentes primarias como del soporte bibliográfico de revisiones y con-
sensos; Para elaborar las conclusiones, en grados de evidencia, se comple-
mentó con una búsqueda manual en artículos de revisión recuperados en
anteriores revisiones sistemáticas, narrativas y consensos. Para minimizar los
sesgos de publicación, se adelantaron averiguaciones con autoridades acadé-
micas en busca de información no publicada. Sin embargo, para el presente
documento la informacion disponible no permitió en todos los temas una
evaluación cualitativa. En la Tabla 1 se resume la calificación de la evidencia
según la escala de Oxford.
Tabla 1
Evidencia según la escala de Oxford
Basado en los niveles de recomendación y grados de evidencia del Centro de Medicina basada
en la evidencia de Oxford (ECA: Estudio Controlado Aleatorizado.)
3. Justificación
Colombia ha definido al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI),
como el programa de salud pública más importante en la actualidad, por ser
universal, equitativo y el más costoefectivo por su alcance en el propósito de
proteger a la población contra enfermedades prevenibles por vacunación,
con el fin de disminuir su morbilidad y mortalidad (o con el fin de erradi-
carlas, eliminarlas o controlarlas); obedeciendo a políticas sanitarias locales
e internacionales dentro del contexto de globalización social y económica.
En este sentido el PAI obedece a una declaración política del quehacer en
salud pública a favor de grupos prioritarios y vulnerables, enmarcado en un
conjunto secuencial y ordenado de políticas articuladas en los diferentes
planes de beneficio, efectuando una serie de operaciones de manera ordena-
da y lógica cuyo fin último es lograr erradicar, eliminar y controlar a las
enfermedades prevenibles por vacunación (EPV).
4. Objetivos
4.1 Objetivo general
El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) tiene a cargo la elimina-
ción, erradicación y control de las enfermedades inmunoprevenibles en Co-
lombia, con el fin de disminuir las tasas de mortalidad y morbilidad causadas
por estas enfermedades en la población objeto del PAI.
5. Definiciones
5.1 Programa ampliado de inmunizaciones (1)
El Programa Ampliado de Inmunizaciones es permanente y está a cargo
de la eliminación, erradicación y control de las enfermedades inmunopreve-
nibles es el resultado del esfuerzo conjunto de muchos organismos guberna-
mentales y no gubernamentales, tendiente a lograr una cobertura universal
de vacunación. Esto con el fin de disminuir la morbilidad y la mortalidad
causadas por las enfermedades inmunoprevenibles en la población objeto
(menores de cinco años y mujeres en edad fértil, adultos de 65 y más años
que viven en instituciones de cuidado a largo plazo y pertenecientes a estra-
tos socioeconómicos 0, 1 y 2).
5.2 Inmunobiológicos
Son productos utilizados para inmunizar. Incluyen vacunas, toxoides y
preparados que contengan anticuerpos de origen humano o animal.
5.3 Vacuna
Es una suspensión de microorganismos vivos, inactivados o muertos,
fracciones de los mismos o partículas proteicas que al ser administrados
inducen una respuesta inmune que previene la enfermedad contra la que
está dirigida.
Según su composición se clasifican en víricas o bacterianas. De acuerdo
con su forma de obtención se clasifican a su vez en replicativas y no replica-
tivas, o vivas atenuadas y muertas o inactivadas.
5.3.1 Vacunas vivas atenuadas (replicativas)
Se componen de microorganismos mutados que han perdido su virulen-
cia, generalmente mediante pases sucesivos en diferentes medios de cultivo y
en huéspedes animales, sin sufrir un deterioro importante en su inmunoge-
nicidad. La inmunidad provocada por estas vacunas es de larga duración y
muy intensa, parecida a la generada por la enfermedad natural.
La disminución progresiva de la cantidad de antígeno necesario para
inducir una respuesta humoral y celular elevadas, hace que pequeñas dosis
de vacuna produzcan una respuesta inmune. Con las vacunas vivas atenuadas
suele ser suficiente una dosis, salvo que se administre por vía oral. El mante-
nimiento del nivel protector inmunitario se realiza a través de reinfecciones
naturales posteriores y por la administración de dosis de refuerzo.
Estas vacunas se administran por inoculación, por vía respiratoria y di-
gestiva. Este tipo de administración confiere inmunidad tanto humoral como
local impidiendo la infección en la puerta de entrada del microorganismo y
la consiguiente diseminación del mismo. La infección vacunal puede ser
contagiosa para el entorno, favoreciendo la dispersión de la infección por el
virus atenuado en lugar del virus salvaje (como en el caso de la vacuna de
polio oral).
Dentro de este grupo se encuentran las siguientes vacunas del PAI: polio
oral, sarampión, paperas, rubéola, BCG, fiebre amarilla.
5.3.2 Vacunas muertas o inactivadas (no replicativas)
Son vacunas que se obtienen inactivando los microorganismos por me-
dios físicos, químicos o genéticos. Pueden ser de tres tipos:
• Virus o bacterias, enteros o totales
• Toxoides (antígenos segregados con capacidad inmunológica, pero
sin toxicidad)
5.4.4 Dosificación
Las dosis recomendadas de inmunobiológicos se derivan de considera-
ciones teóricas, estudios experimentales y experiencias clínicas. La adminis-
tración de dosis menores a las recomendadas, el fraccionar dosis o el
administrarlas por vía equivocada, puede hacer que la protección obtenida
no sea adecuada. De forma similar, no se debe exceder en la dosis máxima
recomendada, ya que esto no garantiza mejor respuesta y en cambio puede
resultar peligroso para el receptor, debido a la excesiva concentración local o
sistémica de antígenos.
5.4.5 Edad de vacunación
Varios factores deben ser tenidos en cuenta al escoger la edad de vacuna-
ción. Estos incluyen: riesgos específicos de enfermar según grupo de edad,
madurez del sistema inmune y capacidad a una edad dada para responder a
una vacuna específica y la interferencia por parte de la inmunidad pasiva
transferida por la madre.
5.4.6 Composición de los inmunobiológicos
La naturaleza específica y los contenidos de las vacunas difieren entre sí,
dependiendo de la casa productora. Un inmunobiológico contra la misma
enfermedad puede variar en su composición por el uso de diferentes cepas o
por la cantidad de unidades internacionales. Los constituyentes de los in-
munobiológicos son:
• Líquido de suspensión: puede ser tan simple como agua destilada o solución
salina, o tan complejo como el medio biológico donde se haya produci-
do el inmunobiológico, tal es el caso de las proteínas séricas, del huevo,
de medios celulares o de cultivo
• Preservativos, estabilizadores y antibióticos: se utiliza este tipo de componentes
para inhibir o prevenir el crecimiento bacteriano en los cultivos virales,
en el producto final o para estabilizar el antígeno. Son sustancias tales
como el timerosal y antibióticos específicos, por ejemplo, neomicina en
la vacuna antisarampionosa
• Coadyuvantes: en algunas vacunas con microorganismos muertos y frac-
ciones de los mismos se utilizan compuestos de aluminio o alumbre, o
de calcio, para incrementar la respuesta inmune. Los inmunobiológicos
que contienen tales adyuvantes deben inyectarse profundamente en la
masa muscular, pues su inoculación en grasa o intradérmica provoca
irritación local severa, granulomas o necrosis.
5.4.7 Eficacia del inmunobiológico
Significa la proporción de vacunados en quienes efectivamente el inmu-
nobiológico provoca la reacción inmune celular, la producción de anticuer-
pos o ambas, que sean capaces de proteger luego de recibir el número de
dosis recomendadas. La eficacia de la vacuna antisarampionosa aplicada al
año de edad es de 90 a 95%; la eficacia de la vacuna oral de poliovirus es de
90 a 100%, en condiciones adecuadas de conservación y aplicada a la edad
apropiada. En regiones cálidas tropicales, con deficiente cadena de frío, la
eficacia puede reducirse 75% o menos.
La eficacia depende de la capacidad antigénica del componente vacunal,
de la edad del receptor, de la madurez del sistema inmunológico, de la pre-
sencia de inmunidad pasiva y del cumplimiento de las normas de funciona-
miento de la red de frío.
7. Población objeto
• Niños hasta los cinco años de edad
• Mujeres gestantes para inmunización antitetánica
• Mujeres en edad fértil (MEF) que vivan en municipios de riesgo para
vacunación antitetánica y mujeres en postparto y postaborto para vacu-
nación contra sarampión y rubéola
• Población mayor de un año de edad, que viva en áreas de riesgo para
fiebre amarilla
• Población mayor de 65 años de edad, que viva en instituciones de cuida-
do a largo plazo, estratos socioeconómicos 0, 1 y 2, con riesgo de infec-
ciones por virus influenza.
8. Esquema de inmunizaciones
El esquema de inmunizaciones y los efectos adversos más frecuentes y
contraindicaciones se presentan en las Tablas 2 y 3:
(Continúa)
Esquema de inmunizaciones
Tabla 2
(Continúa)
(Continuación)
(Continuación)
256
Tabla 3
Efectos colaterales y precauciones más frecuentes de las vacunas del PAI
(Continuación)
(Continuación)
9.1.4. Indicaciones
Dada la incidencia de la enfermedad en nuestro país, se indica la aplica-
ción de la vacuna de forma ideal al momento del nacimiento (en dosis úni-
ca) o pocas semanas después en la totalidad de los recién nacidos vivos, o
hasta los doce meses, sin neceSIDAd de aplicar prueba de tuberculina previa.
La OMS recomienda no aplicar la vacuna contra la tuberculosis después de
los doce meses de edad debido a que su protección es variable y menos cierta
Tabla 4
Esquema de vacunación
largos y puede presentarse entre los dos meses y los cuatro años posteriores
a la aplicación de la vacuna. La incidencia reportada de este efecto adverso
varía según la serie entre 0.01 y 43.3 casos por millón de habitantes (3).
Estas lesiones esqueléticas pueden ser efectivamente tratadas con medi-
camentos antituberculosos, aunque en ocasiones puede ser requerida ade-
más la utilización de tratamiento quirúrgico.
Algunos reportes de reacciones adversas severas incluyen la aparición de
eritema multiforme, tuberculosis pulmonar y meningitis tuberculosa.
En general, la aparición de estas reacciones adversas severas es mucho
más frecuente en el caso de personas inmunosuprimidas, aun cuando su
incidencia no ha sido formalmente evaluada en esta población mediante
estudios prospectivos de adecuada calidad, pero la aparición de infección
diseminada por BCG ha sido reportada en por lo menos un niño y en un
adulto con inmunosupresión (4, 5).
Hasta que los riesgos de la vacunación con BCG en la población inmuno-
comprometida no estén claramente definidos, no deberá administrase la va-
cuna a pacientes con respuestas inmunológicas alteradas por la infección
por VIH, inmunodeficiencias congénitas, leucemias, linfomas u otras neopla-
sias malignas diseminadas.
En hijos de madre infectada por VIH o SIDA debe ser retrasada la aplica-
ción de la dosis hasta que se descarte totalmente la infección en el niño.
De igual forma, debe ser retrasada en neonatos con un peso inferior a
2000 gramos.
Tampoco debe ser aplicada en aquellos individuos cuyas respuestas in-
munológicas se encuentren suprimidas por esteroides, agentes alquilantes,
antimetabolitos o por radiación (5). No se recomienda su uso en pacientes
tuberculino positivos ni en embarazadas (6).
9.2.1.1 Descripción
Es una vacuna preparada con tres cepas de virus vivos atenuados de
polio. Cada dosis contiene poliovirus 1, 2 y 3 en una proporción 10:1:3,
respectivamente, y contiene neomicina B (7 microgramos) (12, 13). Se pre-
senta en frascos goteros de 10 a 25 dosis y frascos de monodosis.
Efectos adversos
Los casos de polio postvacunal han sido observados después de la intro-
ducción de vacunas de polio con virus vivo atenuado. Pueden ocurrir efectos
adversos idiosincráticos (raros), por lo que la mayoría de los casos han ocu-
rrido en áreas de baja cobertura por más de dos años. Las cepas vacunales
pueden recuperar la neurovirulencia una vez se replican en el intestino, por
lo que en población que ha recibido vacuna de polio oral o población no
vacunada que ha tenido contacto directo con receptores de la misma (17,
20), pueden aparecer casos de parálisis postvacunal. El número de casos de
polio postvacunal que se ha reportado es de uno por cada 2.400.000 dosis
de polio oral aplicadas en total, siendo de un caso por cada 750.000 para la
primera dosis de vacuna y de un caso por cada 5.100.000 de las dosis sub-
secuentes de vacuna de polio oral (13, 20).
Para personas con algún tipo de inmunodeficiencia, el riesgo aumenta
entre 3.200 y 6.800 veces en comparación con pacientes sin compromiso
inmunológico (13,15).
Contraindicaciones:
En personas inmunocomprometidas no vacunadas se contraindica el uso
de la vacuna de polio oral; asimismo, se contraindica en pacientes sanos
convivientes con pacientes inmunocomprometidos. En estos casos se indica
el uso exclusivo de la vacuna de virus inactivado (16, 20).
Los niños con diarrea leve o moderada deben recibir la vacuna sin que
sea necesario repetir la dosis; niños con diarrea severa o vómito deben reci-
bir la vacuna pero ante el riesgo de que ésta se elimine sin que se produzca la
respuesta inmunitaria, no se registra la dosis administrada y se da nueva cita
para repetir la dosis hasta asegurar la protección adecuada (17, 18).
9.2.2.1 Descripción
Existen dos productos con licencia de vacuna inactivada de poliovirus:
9.2.2.4 Indicaciones
Son indicaciones para VIP las siguientes:
• Niños menores de un año con compromiso inmunológico severo, no
relacionado con VIH o convivientes con:
– Patologías congénitas como hipogammaglobulinemia o agammaglo-
bulinemia
– Neoplasias como enfermedad de Hodgkin, leucemia, cáncer
– Tratamiento con agentes alquilantes, antimetabolitos, radiación o
grandes dosis de corticosteroides
• Niños menores de un año con infección VIH o convivientes con personas
viviendo con VIH o SIDA. Recuerde que el paciente con SIDA es el paciente
VIH positivo que presenta síntomas debidos a la inmunodeficiencia ge-
nerada por la infección retroviral
• Niños menores de un año con condiciones que causan déficit inmune
como esplenectomía, asplenia o falla renal.
da, infección respiratoria aguda no grave, con fiebre, reacciones leves o mo-
deradas ante dosis previa, terapia antimicrobiana actual y en la fase de con-
valecencia de una enfermedad aguda.
9.3.1.1 Descripción
La vacuna actualmente disponible es producida mediante tecnología ADN
recombinante; utilizándose en esta última un plásmido que contiene el gen
para la síntesis del antígeno de superficie de la hepatitis B (AgSHB), el cual es
incorporado al saccharomyces cerevisiae (levadura de la cerveza), el cual se encar-
ga de producir este antígeno de forma activa.
Se presenta en ampollas de 1 ml; para niños menores de seis años la
dosis recomendada es 0.5 ml y 1 ml para adultos.
Tabla 7
Esquema de vacunación anti hepatitis B
Todo niño menor de dos años no inmunizado contra Hib debe comple-
tar el esquema según su edad de inicio (23, 35, 36, 37):
• Menor de doce meses: aplicar tres dosis
• Entre 12 y 24 meses: si tiene antecedente vacunal incompleto, se com-
pleta esquema. Si no tiene antecedente vacunal de pentavalente, se aplica
una dosis de esta vacuna y se completa con monodosis.
Esta vacuna se administra junto con la DPT o DAPT y hepatitis B (vacuna
pentavalente).
9.3.2.4 Efectos adversos y contraindicaciones
Efectos adversos
Los efectos generales (fiebre) son infrecuentes. En el nivel local puede
presentarse dolor o eritema leve 5 a 25% de los vacunados.
Contraindicaciones
No se recomienda la aplicación en menores de seis semanas. Se contraindica
en caso de reacciones alérgicas severas previas (13, 20).
9.3.3 Vacuna contra difteria, tosferina y tétanos – (DPT)
La DPT está disponible en el mercado desde hace más de medio siglo y su
aplicación en los menores de un año ha permitido evitar 70 millones de
casos de tos ferina y 610.000 defunciones en el mundo por dicha causa.
En Colombia, desde su introducción en la década de los setenta, ha
disminuido de manera considerable la morbilidad y mortalidad por estas
tres enfermedades que se encuentran sujetas a planes de control.
La cuarta dosis puede administrarse tan temprano como a los doce me-
ses, siempre y cuando hayan transcurrido seis meses desde la tercera dosis y
cuando no se pueda garantizar la asistencia del niño en los próximos 15 a 18
meses (1, 2, 27, 28, 29, 30).
A partir de los seis años de edad y con re-
En Colombia, desde su fuerzos cada diez años no es necesaria la inmu-
introducción en la nización para bordetella pertussis, razón por la cual
década de los setenta, ha se aplica la vacuna TD (tétanos y difteria)LIX20 .
disminuido de manera Está contenida dentro de la vacuna penta-
considerable la valente con hepatitis B y haemophilus influenzae tipo
morbilidad y mortalidad B para facilitar la aplicación de las dosis ante-
por las enfermedades: riores al año de edad.
difteria, tosferina y
tétanos, las cuales se Esta vacuna no debe congelarse nunca, su
encuentran sujetas a color debe ser lechoso y su aspecto similar a
planes de control. motas de algodón. Antes de su aplicación debe
dejarse reposar cinco minutos a temperatura
ambiente para evitar reacción local.
Contraindicaciones
Los menores que han presentado una grave reacción anafiláctica a los
embriones de pollo o proteína de huevos u otros componentes de la vacuna
de virus inactivados pueden mostrar en raras ocasiones un tipo similar de
reacción a la vacuna mencionada. La vacuna así preparada (virus inactiva-
dos) se ha administrado en forma inocua a los niños en cuestión después de
9.5 Vacuna contra sarampión, rubéola y parotiditis (SRP) (31, 32, 33)
9.5.1 Descripción de la vacuna
Es una vacuna liofilizada, con virus vivos atenuados de sarampión, rubéola
y parotiditis, obtenidos en cultivos de células de embrión de pollo, a la que
se agregan azúcares hipertónicos y gelatina como estabilizadores. Se presen-
ta en frascos de una o diez dosis.
9.5.2. Justificación científico-técnica
La vacuna de sarampión, rubéola y parotidi-
tis (SRP) tiene una eficacia de 95% aplicada a La vacuna contra la
los doce meses de edad, por lo que se espera un influenza varía en
alto grado de inmunización en la población va- relación con la época
cunada. Anteriormente, sólo se utilizaba la va- estacional, dado que el
cuna antisarampionosa, pero a partir de 1995 virus cambia rápidamente
se incorpora al esquema regular la SRP, dando sus características
inicio al plan de control de la rubéola congénita antigénicas. Para ser
y de la parotiditis manteniendo el plan de erra- efectiva, la vacuna
dicación del sarampión. Se calcula que 5% de necesita estimular el
los pacientes vacunados no desarrollan anticuer- sistema inmunitario
pos contra sarampión, de allí que se prefiera la contra las principales
aplicación de una segunda dosis a los 5 años. cepas de virus circulantes.
En caso de no haber recibido la segunda dosis
se puede esperar incluso hasta los 10 años de
edad para su aplicación.
9.5.3 Esquema de vacunación
Tabla 11
Esquema de vacunación contra sarampión rubéola
y parotiditis – SRP
Contraindicaciones
No se debe aplicar en casos de reacciones de hipersensibilidad marcada
al huevo o a la neomicina, en casos de inmunosupresión o inmunodeficien-
cia activa, pero se recomienda aplicar a portadores asintomáticos del VIH,
porque el riesgo y los efectos de una enfermedad natural son mayores. Aun-
que no están demostrados los efectos teratogénicos de esta vacuna sobre el
desarrollo fetal, no se recomienda su aplicación a mujeres embarazadas. Si
ocurre vacunación inadvertida durante el embarazo, se deberá notificar a la
autoridad de salud correspondiente y hacer un seguimiento de la madre así
como del fruto de la gestación.
En pacientes quienes han recibido inmunoglobulinas o derivados san-
guíneos, debe darse un tiempo suficiente para que disminuyan los anticuer-
pos adquiridos por inmunidad pasiva y haya una adecuada respuesta a la
vacuna. Este intervalo oscila entre 3 y 6 meses; a criterio del médico y ante
posibilidad de brote epidémico puede aplicarse en estos pacientes una dosis
adicional de vacuna.
Contraindicaciones
No se debe aplicar en casos de reacciones de hipersensibilidad marcada
al huevo o a la neomicina, en casos de inmunosupresión o inmunodeficien-
cia activa, pero se recomienda aplicar a portadores asintomáticos del VIH,
porque el riesgo y los efectos de una enfermedad natural son mayores. Aun-
que no están demostrados los efectos teratogénicos de esta vacuna sobre el
desarrollo fetal, no se recomienda su aplicación a mujeres embarazadas. Si
ocurre vacunación inadvertida durante el embarazo, se deberá notificar a la
autoridad de salud correspondiente y hacer un seguimiento de la madre así
como del fruto de la gestación.
En pacientes quienes han recibido inmunoglobulinas o derivados san-
guíneos, debe darse un tiempo suficiente para que disminuyan los anticuer-
pos adquiridos por inmunidad pasiva y haya una adecuada respuesta a la
vacuna. Este intervalo oscila entre 3 y 6 meses a criterio del médico, y ante
posibilidad de brote epidémico puede aplicarse en estos pacientes una dosis
adicional de vacuna.
1 Exposición leve o baja probabilidad de transmisión del virus rábico: se considera a toda mordedu-
ra única en áreas cubiertas del cuerpo (tronco, miembro superior o inferior), lamedura de piel
lesionada y arañazos, ocasionada por un animal doméstico no observable, desconocido o calleje-
ro. Esta exposición requiere de vacuna antirrábica como único tratamiento específico contra la
rabia.
b. Una exposición grave2, en personas de cualquier edad, o embarazadas,
sin tratamiento previo con vacuna antirrábica, el médico le administrará
de inmediato suero antirrábico y el personal de enfermería iniciará con
la primera dosis del esquema de vacunación antirrábica post-exposición
o serie de cinco dosis (0, 3, 7, 14, 30 días).
La responsabilidad de la aplicación de los esquemas postexposición no
está a cargo de las administradoras de riesgos ocupacionales (ARP).
Para la aplicación de la vacuna antirrábica se deben tener en cuenta las
especificaciones del fabricante, dado que el esquema puede tener alguna
variación, según el laboratorio fabricante, por lo que es recomendable revisar
siempre el inserto adjunto a la vacuna.
Se debe informar de manera clara al usuario que “el suero antirrábico
sólo se le puede administrar una vez en la vida a cada persona” y bajo ningu-
na circunstancia se le puede volver a aplicar.
La vacunación antirrábica debe cumplirse estrictamente. En caso de inte-
rrupción fortuita, se reanudará lo más pronto posible hasta completar el número
total de dosis ordenadas por el médico; si el tiempo transcurrido es de 30 o más
días y el paciente ha recibido menos de tres dosis se iniciará nuevamente la
vacunación de inmediato, sin tener en cuenta las dos dosis recibidas. Si la inte-
3 En 1994, la OPS/OMS recomendó no vacunar a las personas mordidas por roedores, con la única
eventual salvedad para aquellas áreas en las que se llegase a demostrar transmisión de la enferme-
dad por roedores, lo cual hasta el momento no se ha probado en ningún país de América. Se
aconseja dar tratamiento para infecciones bacterianas y prevenir el tétanos, si en concepto del
médico las condiciones así lo ameritan. Es de anotar que los roedores son malos transmisores de
rabia, por baja producción de saliva, vehículo indispensable para la inoculación del virus rábico.
Si el período transcurrido es menor de un año a partir de la última dosis:
• En caso de una exposición leve, se administrará una dosis de refuerzo.
• En caso de una exposición grave, se administrarán una serie de tres
dosis; una dosis el día 0, otra a los 7 y la última a los 28 días de
iniciada la revacunación.
Si el período transcurrido es mayor de un año a partir de la última dosis:
• Independiente del grado de exposición, se administrarán una serie de
tres dosis; una dosis el día 0, otra a los 7 y la última a los 28 días de
iniciada la revacunación.
Si por abandono u otra causa el usuario recibió solo una o dos dosis de vacuna antirrábica
durante el esquema anterior:
• Ante una nueva exposición que amerite tratamiento, debe recibir inmu-
nización post exposición completa y, de ser necesario, administrarle sue-
ro antirrábico. Se reitera si antes no ha recibido tratamiento pre o post
completo (tres o más dosis) con vacuna antirrábica o suero más
vacuna (Tabla 14).
Si se trata de personas permanentemente expuestas al virus de la rabia, por razón de su
oficio u ocupación:
• Deberán recibir un refuerzo al año de la primera vacunación. A partir de
allí, si continúa la exposición, se aplicará una dosis cada doce meses,
previa titulación de anticuerpos para determinar la necesidad de revacu-
nación. Si la titulación es inferior a 0.5 UI/ml y la exposición no es
permanente, pero sí frecuente, se revacunará cada dos años, previa titula-
ción de anticuerpos.
Tabla 14
Esquemas postexposición
10. Toxoides
10.1 Definición
Son toxinas de origen bacteriano que han sido modificadas para sustraer
su capacidad patogénica, pero que conservan su poder antigénico. Los toxoides
más utilizados son: TD o toxoides tetánico y diftérico para aplicación en
menores de siete años de edad, TD o toxoides tetánico y diftérico para apli-
cación en mayores de siete años de edad. Los toxoides deben conservarse
refrigerados entre +2 y +8°C, nunca deben congelarse.
10.2.1.1 Descripción
Un ml contiene 7 a 8 unidades Lf de antígeno diftérico purificado y absor-
bido, y 5 a 12,5 unidades Lf de antígeno tetánico purificado y absorbido.
10.2.2.1 Descripción
Un ml contiene uno a dos Lf de antígeno diftérico purificado y absorbi-
do y cinco unidades Lf de antígeno tetánico purificado y absorbido.
Inmunidad
El fundamento de la prescripción del suero es la transferencia pasiva de
anticuerpos que confieren protección inmediata, mientras el organismo, como
resultado de la aplicación de las vacunas, genera sus propios anticuerpos de
aparición más tardía.
Los anticuerpos antirrábicos puestos en circulación a la aplicación del
suero, se eliminan a las dos semanas; por lo que es esencial la aplicación de
la vacuna, con el fin de conseguir niveles útiles de defensas propias.
El suero deberá hacerse lo más pronto posible después de la exposición,
preferiblemente, dentro de las primeras 72 horas y nunca después del sépti-
mo día de iniciada la vacunación; en ningún caso deben omitirse las pruebas
cutáneas de sensibilidad cuando se aplica el suero antirrábico heterólogo.
Indicaciones
Está indicado en las exposiciones graves al virus rábico, para pacientes
que nunca han recibido tratamiento antirrábico completo con vacuna, ni
con suero. El suero antirrábico confiere inmunidad pasiva específicamente
por dos semanas y se pretende con ello neutralizar el virus rábico, iniciando
de inmediato la aplicación de la vacuna antirrábica humana, con la serie
básica postexposición.
11.2.3 Esquema de aplicación
La dosis recomendada es de 40 UI/kg de peso, en una sola aplicación. Se
debe infiltrar la mayor cantidad posible alrededor del sitio de la mordedura
y el resto de la dosis por vía intramuscular, en la región glútea, previa prueba
de sensibilidad (PPS).
(Continúa)
(Continuación)
(Continuación)
Anexos
Anexo 1
Recomendaciones de inmunizaciones en situaciones especiales.
A continuación se presentan las recomendaciones que se deben tener en
cuenta en cuanto a las inmunizaciones, en situaciones médicas particulares.
No hacen parte de la norma como tal y, por tanto, no se puede exigir que
deban ser cumplidas tal cual se presentan.
Tabla 1.1
Indicaciones de las vacunas durante la gestación
tados por VIH en quienes la vacuna triple viral está recomendada. Si el valor
de linfocitos CD4 es de 25% o mayor, se puede aplicar la vacuna contra
varicela. La utilización de esta última vacuna en pacientes con leucemia lin-
foblástica aguda en remisión se debe practicar ya que el riesgo de varicela
natural sobrepasa el derivado de la aplicación de la vacuna.
Las vacunas vivas deben aplicarse sólo hasta tres meses después de que la
terapia inmunoupresora sea suspendida. La excepción es la terapia con cor-
ticosteroides, sin embargo, el intervalo puede variar con la intensidad o tipo
de terapia inmunosupresora, radiación, enfermedad subyacente y otros fac-
tores. Es por ello que recomendaciones definitivas deben ser con frecuencia
individualizadas en estos niños y, en ocasiones, es de ayuda la medición in
vitro de la función inmune.
Es recomendable en la mayoría de casos medir titulos de anticuerpos
postinmunización como forma de medir una respuesta adecuada y guiar
recomendaciones futuras.
• Normas de vacunación:
• Todos los pacientes, incluso los que tienen EICHC pueden ser inoculados
con vacunas que contienen microorganismos muertos
• Está contraindicada la vacuna de la polio oral, tanto en usuarios como
en sus contactos convivientes
• Todos los convivientes deberán ser vacunados con antigripal anualmente
y es recomendable que lo hagan para varicela también, si existen suscep-
tibles en el grupo
• Puede ser útil completar el calendario vacunal del donante, incluso acor-
tando esquemas con el objeto de mejorar la inmunidad de adopción.
Vacuna antipoliomielítica
Los niños inmunodeficientes podrían ser incapaces de limitar la replica-
ción del virus de la vacuna polio oral, lo que podría representar riesgo (teó-
rico) de parálisis. Si se administra VPO a un conviviente de un paciente
inmunodeficiente (niño o adulto), debe evitar contacto con el paciente en
las siguientes cuatro a seis semanas, que es el período máximo de excreción
del virus. De no poder evitarlo, el conviviente debe tener una higiene riguro-
Antihepatitis B
La primera dosis de antihepatitis B debe asegurarse en los inmunodefi-
cientes entre el nacimiento y los dos meses, la segunda entre 1 y 4 meses y la
tercera entre 6 y 18 meses. Los pacientes inmunodeficientes o bajo hemo-
diálisis podrían requerir concentraciones más altas o más dosis de vacuna
antihepatitis B. Si el niño es detectado como VIH y no recibió su esquema en
el primer año, debe utilizarse un esquema 0, 1 y 6 meses.
Antirrábica humana
Los niños inmunodeficientes con vacunación antirrábica pueden no
desarrollar protección y podrían estar en mayor riesgo de tener rabia
ante una exposición.
Vacunación contra la enfermedad neumocócica invasora
Existen dos tipos de vacunas: la vacuna heptavalente conjugada contra
neumococo que contiene las cepas 4, 6B, 9V, 13, 18C, 19F y 23F. Por
estudios realizados en nuestro país, tendría una eficacia cercana a 75% de
todos los aislamientos invasores de neumococo, puesto que no incluye los
serotipos 1 y 5 de neumococo, que constituyen cerca de 20% de todos los
aislamientos de neumococo. Tiene la ventaja sobre la otra vacuna en que
induce una respuesta inmune de células T dependientes que brinda una ade-
cuada seroconversión en niños menores de dos años.
Existe una vacuna polisacárida que contiene antígenos capsulares de 23
serotipos que causan 90% de las infecciones por neumococo, pero solamen-
te es eficaz en niños mayores de dos años, puesto que no genera una respues-
ta inmune de células T dependientes.
Se recomienda vacunar a los niños menores de dos años de edad con
vacuna heptavalente conjugada contra neumococo; además, se recomienda
que todos los niños que tengan neumopatía crónica, cardiopatía congénita
de alto flujo pulmonar, hepatópatas crónicos, niños con insuficiencia renal
crónica, niños con infección VIH y los desnutridos de tercer grado sean vacu-
Hepatitis B
Se debe iniciar esquema de vacunación contra hepatitis B a toda persona en
contacto sexual o domiciliario estrecho de un caso de hepatits B aguda, o a
contactos con casos de portadores crónicos de an-
Cuando el contacto ha tígeno de superficie (HbsAg) o a convivientes de
ocurrido con mayor niños adoptados, portadores de HbsAg+, a viaje-
antelación o existe ros que vayan a permanecer más de seis meses en
contraindicación para la zonas endémicas. De igual manera, a trabajadores
vacunación del contacto, de salud expuestos por accidente de trabajo a por-
se manejará con una tadores de HbsAg+ así como a recién nacidos de
inyección de madres portadoras se les administrará simultánea-
gammaglobulina mente inmunoglobulina hiperinmune antihepati-
polivalente intramuscular tis B, en zonas anatómicas diferentes.
dentro de los seis días
siguientes a la exposición, Hepatitis A
con el fin de atenuar el En caso de brote de hepatitis A en colecti-
cuadro. vidades cerradas, se aconseja una dosis de in-
munoglobulina intramuscular a las personas no
inmunizadas, como una medida efectiva para el control del brote. Si el con-
tacto no ha sido mayor a 72 horas se indica, además, una primera dosis de
vacuna anti HVA, aplicada en lugares anatómicos diferentes. Los niños que
viajan a zonas de alta endemicidad deben vacunarse previamente.
Enfermedad meningocóccica
La medida epidemiológica indicada es la quimioprofilaxis. En contactos
domiciliarios o en comunidades cerradas se indicará la vacunación de los
contactos de edades superiores a los dos años de edad, siempre y cuando el
serotipo circulante, causal del brote, esté incluido en el preparado vacunal
disponibles, (A, C, Y o W-135). En nuestro país, los serotipos de meningo-
coco que son más frecuentemente recuperados corresponden a los serotipos
B y C, por lo que se insiste en que la medida básica es la quimioprofilaxis.
Esta vacuna no esta incluida en el PAI.
Varicela
En contactos domiciliarios estrechos o colectividades cerradas, la vacu-
nación de niños y adultos carentes de inmunidad previa, en el transcurso de
72 horas a cinco días postexposición, ha mostrado un alto grado de protec-
ción, evitando o atenuando la enfermedad. La inmunoprofilaxis con gam-
maglobulina antivaricela zóster sólo está indicada para personas susceptibles
con riesgo de padecer formas graves, que hayan mantenido contacto signifi-
cativo con casos. Ante no consecución de gammaglobulina específica, se
puede usar gammaglobulina estándar a dosis de 500 mg/K IV.
Tétanos
En zonas de alto riesgo de tétanos el esquema recomendado es la aplica-
ción de cinco dosis a las mujeres entre 10 y 49 años de edad con el objetivo
de prevenir el tétanos neonatal: día 0, en un mes, a los seis meses de la
segunda dosis, al año de la tercera y al año de la cuarta dosis, con lo que se
considera se protege de por vida a la madre. En caso de heridas la prevención
se hará de acuerdo con su estado inmune: si está bien vacunado -más de tres
dosis- en los cinco años previos, no vacunarlo; si fue vacunado hace más de
cinco años, aplicar un refuerzo, si no ha sido vacunado o lo fue en forma
incompleta, se debe vacunar siguiendo el esquema para su edad; en los no
vacunados o en los vacunados hace más de diez años, debe adicionarse la
aplicación de la antitoxina tetánica: si es de origen humano la dosis es de
250 a 500 UI vía intramuscular y si es de origen equino 1.500 a 3.000 UI vía
intramuscular. Los dos productos (vacuna y antitoxina) se deben aplicar en
sitios diferentes y utilizando jeringas independientes. Ante no consecución
de inmunoglobulina antitetánica se aplicará gammaglobulina estándar 500
mg/kg IV en dosis única.
Anexo 2
La cadena de frío
La cadena de frío es el pilar fundamental del programa ampliado de
inmunizaciones, principio básico que nos ayuda a cumplir el principal obje-
tivo del programa que es reducir la morbimortalidad de las enfermedades
más comunes de la infancia (poliomielitis, sarampión, difteria, tétanos, tos
ferina, tuberculosis, hepatitis B, enfermedades invasivas producidas por el
Haemophilus influenzae tipo b...). El correcto funcionamiento de la cadena de
frío puede marcar la diferencia entre vacunar a la población con vacunas
efectivas o completamente inútiles; esta diferencia, como puede verse, signi-
fica miles de vidas.
Todos y cada uno de los pasos del proceso que va desde la producción hasta
la aplicación de una vacuna exigen una máxima atención. Dentro de este proceso,
la cadena de frío adquiere una especial preponderancia, que va más allá de los
simples elementos que permiten mantener una temperatura y que involucre el
manejo y manipulación de los productos que deben llegar al destino final, el
usuario, con toda su capacidad inmunogénica. Por estas razones, las normas que
a continuación se expresan deberán tener la más puntual observación.
Los asuntos fundamentales que debe solucionar la cadena de frío son el
almacenamiento, el transporte, la distribución y el suministro de las vacu-
nas, para asegurar la calidad y potencia inmunológica de las vacunas utiliza-
das, de lo cual depende el éxito o el fracaso del proceso de vacunación.
Las vacunas empleadas en el PAI son productos delicados, de compleja
preparación y muy sensibles a cualquier alteración externa. Si éstas se expo-
nen a temperaturas altas, unas disminuirán su capacidad inmunológica, otras
quedarán totalmente inutilizadas. Algunas vacunas son más sensibles al ca-
lor que otras. Estos productos requieren mantenerse dentro de rangos de
temperatura constantes de refrigeración o congelación con el propósito de
asegurar su calidad.
La cadena de frío es la suma de eslabones de tipo logístico que intervie-
nen en la manipulación, transporte, almacenamiento y distribución de los
productos biológicos. Recorre todos los puntos críticos que existen desde la
producción hasta llegar a su destino final o lugar de aplicación de las vacu-
nas al usuario.
1. Definición
Se define como cadena de frío al sistema usado para mantener y distri-
buir en buenas condiciones las vacunas desde su fabricación hasta el mo-
mento de su aplicación a la población objeto, en óptimas condiciones de
conservación con el fin de cumplir con la eficacia y la eficiencia del progra-
ma ampliado de inmunizaciones. Incluye una serie de eslabones de almace-
namiento y transporte, cada uno de los cuales está diseñado para mantener
la vacuna a temperatura correcta hasta que se aplica al usuario. Siguiendo
esta dirección se presenta el esquema que brinda la visión general de toda la
cadena de frío y ubica cada eslabón por ente territorial responsable del cui-
dado de la vacuna. La exposición de las vacunas a altas temperaturas, en
ocasiones sucesivas, tiene un efecto acumulativo en la potencia de las vacu-
nas, la cual una vez perdida, no puede recuperarse.
2. Importancia de la cadena de frío
• Es necesario que las vacunas del PAI sean conservadas con todo su
poder inmunológico y para esto, deben ser cuidadosamente manipu-
ladas y transportadas
• La cadena de frío es la unión de eslabones de tipo logístico que intervie-
nen en la manipulación y el transporte de los productos biológicos. Se
inicia en el laboratorio productor, pasa por todos los puntos críticos de
conservación, almacenamiento y transporte que se suceden hasta llegar
al lugar de aplicación: las personas
• El almacenamiento, conservación y transporte de los productos biológi-
cos dentro de los rangos de temperatura adecuados para garantizar la
entrega de un biológico en las mejores condiciones inmunogénicas a la
población susceptible, representa un aspecto vital para el éxito del pro-
grama ampliado de inmunizaciones (PAI)
• La cadena de frío constituye el soporte básico del PAI y es de fundamen-
tal importancia darle toda la atención que el caso amerita
• La pérdida de potencia por fallas en la cadena de frío es acumulativa. Por
esta razón debemos saber transportar y almacenar las vacunas
• La cadena comienza con el fabricante de la vacuna cuyos procesos deben
estar certificados en BPM (buenas prácticas de manufactura) según la
Organización Internacional de Patrón de Medidas y debe cumplir los
requerimientos dados por la OMS; una vez se asegura la calidad de la
vacuna por el fabricante, se lleva hasta el aeropuerto de la ciudad origen
para ser transportada hacia el aeropuerto de la ciudad destino. Puesta la
vacuna en el aeropuerto de la ciudad destino se transporta hasta el cuar-
to frío ubicado en el almacén nacional de biológicos, para realizar un
posterior transporte hacia cada uno de los equipos destinados para el
almacenamiento en los centros de acopio de los almacenes departamen-
tales a través de los adecuados elementos de transporte y de allí se tras-
ladará hasta cada uno de los servicios de vacunación de los municipios
del departamento o distrito, almacenando el biológico en los equipos
apropiados para tal fin.
3. Competencias por nivel de intervención en cadena de frío
Corresponde a la organización técnicoadministrativa del sistema de sa-
lud. A cada nivel le corresponde almacenar vacunas dentro de equipos ade-
cuados, durante un tiempo y con una temperatura que están claramente
definidos; asimismo, se requiere contar adicionalmente con una serie de equi-
pos que permiten el cumplimiento de las funciones correspondientes para
el mantenimiento de la cadena de frío.
4.2.1 Equipos
Son todos aquellos elementos que permiten el transporte, el almace-
namiento continuo y refrigeración de los biológicos y la medición de la
temperatura.
Para el almacenamiento continuo se tienen los refrigeradores y cuartos
fríos que almacenan permanentemente los biológicos, mientras que los equi-
pos de transporte incluyen las cajas térmicas y termos, los cuales se emplean
en todos los casos donde sea necesario el traslado de biológicos.
Los equipos de almacenamiento y transporte están considerados en el
documento de referencia publicado por la OMS, PIS 2.000 y, por tanto, se
debe exigir el uso de estos equipos en todos los eslabones de la cadena de
1 PIS, 2000 SECTION E3, Refrigerators and freezers for storing vaccines and freezing icepacks
2 PIS, 2000 SECTION E1, Cold rooms for bulk storage of vaccines.
3 PIS, 2000 SECTION E4, Cold boxes and vaccines.carriers.
4 www.unep.org/ozone/docs/Montreal-Protocol-Booklet-sp.doc
4.2.1.1 Especificaciones técnicas
4.2.1.1.1 Maquinaria
Las condensadoras del cuarto frío de conservación (2°C a 8°C), deben
utilizar compresores semiherméticos de firmas con respaldo por garantía en
el país, deberá incluir eliminador de vibración en la tubería de descarga,
recipiente de líquido a la salida del serpentín condensador, acumulador de
succión antes de la entrada al compresor, en la línea de líquido deberá insta-
larse un filtro secador largo soldable con una mirilla, indicador de humedad
y colores de referencia, una válvula solenoide para apagado por pump down,
además se controlarán las presiones de succión y descarga a través de sendos
presostatos ajustables (del tipo dual o independientes), las líneas de con-
ducción eléctrica de la condensadora deberán estar protegidas por coraza
flexible de diámetro acorde con calibre y número de conductores y termina-
ciones roscadas en las cajas de inspección.
El aislamiento térmico de la tubería de succión será preferiblemente en
cañuela de poliuretano densidad 35 kg/m3 preformada en moldes de cierre
escalonado (estilo machimbre) y remate con cinta foil de espesor, según sea
el diámetro de la tubería a aislar. Si se emplea polímero de celda cerrada
(rubatex), ésta deberá protegerse de las condiciones ambientales, aplicar
adhesivo polimérico en cada área de contacto con otro tramo, utilizar el
diámetro apropiado para la tubería aislada, no utilizar cinta adhesiva negra
para reparación alguna de este aislamiento. Disponer de espacio suficiente
entre condensadoras y en altura para permitir labores de mantenimiento y
mejorar la temperatura de condensación. Conectar de forma permanente
manómetros de carátula para refrigeración con glicerina para realizar medi-
ciones diarias de presión de succión y descarga. El refrigerante utilizado no
será del tipo CFC, como se había mencionado se toma la consideración ac-
tual de la OMS y se emplea el refrigerante del tipo HFC en su ejemplar R134a.
Disponer de un equipo completo de refrigeración (condensadora y eva-
porador con tubería independiente) como respaldo con 100% de la carga
térmica del cuarto frío que entra en funcionamiento por mantenimiento
del otro equipo, por planificación anterior, alternación periódica o en caso
de falla del equipo principal, y la transferencia al equipo de respaldo será de
modo automático a través de un secuenciador electrónico o electromecáni-
co. El cambio de equipo de respaldo a equipo principal será semanal con el
5 Esta cortina evita la salida del aire frío del cuarto y la consiguiente entrada de aire caliente y
húmedo. La humedad contenida en el aire se condensa al pasar por el evaporador, formando una
capa de escarcha que termina obstruyéndolo. Al no circular el aire del evaporador la temperatura
del cuarto frío sube y el refrigerante líquido que pasa por el evaporador no se evapora, regresando
en estado líquido al compresor ocasionando daños.
• Deben contar con registradora de temperatura
• El tanque de combustible de la planta de emergencia debe ser suficiente
para permitir su funcionamiento durante cinco días
• En caso de tener cuarto frío a -20°C, siempre debe tener antecámara
• Se debe disponer de un área de embalaje de biológicos con sus bancadas
y aire acondicionado
• Nunca utilizar la antecámara como área de embalaje de vacunas
• Antes de iniciar un proyecto de construcción de cuartos fríos para el PAI
se debe solicitar la asesoría técnica a la OPS para la preparación de las
especificaciones y cálculo del tamaño de los cuartos
• Siempre que se instale un cuarto frío de este tipo, se debe contar con la
interventoría de un ingeniero especializado en cuartos para almacena-
miento de vacuna
• No se deben congelar paquetes fríos en el cuarto frío a -20°C, se debe
contar con congeladores horizontales independientes
• Permiten almacenar grandes volúmenes de biológicos, por lo cual se
justifica disponer de ellos en el nivel nacional. El nivel departamental
debe tener cuartos fríos positivos sólo si la población es mayor de dos
millones de habitantes y cuarto frío negativo si su población supera los
cinco millones de habitantes
• Deben ser manejados por personal capacitado.
Congelador: aparato utilizado en la conservación de vacunas que requieren
temperaturas de congelación (entre -15°C y -25°C), Se utiliza para la con-
gelación de los paquetes fríos empleados en las cajas térmicas y los termos.
Deben existir en los centros de acopio nacional, departamental, distrital y en
aquellos sitios donde se requieran cantidades mayores de vacuna para su
distribución.
Refrigerador de pared de hielo: este refrigerador ha sido diseñado y fabri-
cado con el fin único de almacenar inmunobiologicos. Sus paredes son
de hielo, por lo que funciona como una caja fría. Es importante recor-
dar que se requieren ocho horas para cargar y congelar la pared de hielo.
Su evaporador está adosado a las paredes internas del refrigerador en
4.2.1.5 Termos
Recipiente plástico de pequeñas dimensiones, aislado con poliuretano. Se
utiliza para transporte de pequeñas cantidades de biológico hacia centros, pues-
tos de salud e IPS, en el mismo nivel. Son indicados para cumplir con actividades
de vacunación institucional y extramural. Según el tipo y calidad del termo y las
condiciones ambientales, la conservación de las vacunas se da por un lapso de
hasta 26 horas aproximadamente. Deben ser certificados por la OPS/OMS.
• Vida fría de los termos
La definición dada por el Product Information Sheets version 2.000 de
la OMS dice que la vida fría de un termo en es el intervalo en horas, entre el
momento en el cual el punto más frío en la carga pasa desde -3°C hasta que
la temperatura del punto más caliente alcanza +10°C, a temperatura am-
biente dada (usualmente 43°C).
Se define como vida fría de un termo el tiempo, en horas, que se demora
en subir la temperatura del inmunobiológico desde que se colocó en el ter-
mo (temperatura a la que estaba en el refrigerador), usualmente 2°C, hasta
que el primer sensor de temperatura colocado en el inmunobiológico llega a
10°C (no confundir este dato con la temperatura de conservación del in-
munobiológico que es de +2°C a +8°C) esta prueba se realiza en laborato-
rio a temperatura ambiente de 32°C y 43°C permitiendo la comparación
de los termos y establecer cuál tiene más duración.
Por motivos de seguridad en campo el termo no será utilizado más allá
del dato en horas a 43°C, aunque la temperatura ambiente de la región sea
menor.
Cuando el termo es abierto, por ejemplo en una jornada de vacunación
en una vereda este tiempo disminuye en un factor de 0.625 aproximada-
mente. En el caso de un termo que tiene 36 horas de vida fría sin aperturas
a 43°C sólo tendrá 22.5 horas con 16 aperturas de dos minutos a 43° C.
Esta vida fría depende de factores como:
• Tipo del aislante del termo
• Espesor del aislante
• Cantidad y peso de paquetes fríos utilizados
• Correcta distribución de los paquetes fríos
• La temperatura del ambiente exterior
• Cantidad de incidencia de radiación en la zona que se utilice
• Velocidad del viento
• Tipos de aislamiento térmico
• Poliuretano.
De color amarillo, su máxima resistencia al paso del calor lo da con
una densidad de 35kg/m3, bien inyectado su superficie exterior (piel) pre-
senta una superficie lisa que no permite el paso de humedad y la formación
de hongos.
• Poliestireno (icopor).
De color blanco formado por bolitas que se pegan por presión y calor, sólo
tiene la mitad de coeficiente térmico del poliuretano, deja pasar más calor.
Por ser porosa su estructura acumula humedad en las paredes y permite
la proliferación de hongos y bacterias. No se recomienda su uso para el
transporte de inmunobiológicos.
Tabla 2.1
Vida fría de los termos
Tabla 2.2
Vida fría de las cajas térmicas
4.3. Procedimientos
Todo proceso de transporte, almacenamiento y aplicación del biológico
a la población objeto debe estar acompañado de los pasos a seguir en situa-
ciones normales y frente a emergencias, de tal manera que se garantice la
cadena de frío en todos los eslabones mencionados. Se debe contar por
escrito y socializado con un plan de contingencia en caso de emergencias
con la respectiva lista de personas responsables y datos para su rápida loca-
lización, además se requiere de convenios con otras empresas que faciliten el
servicio de transporte, almacenamiento o aplicación si fuera el caso en las
condiciones apropiadas para los biológicos.
5.1.1 Áreas
• Recepción
• Oficina de despacho
• Área de refrigeradores y congeladores
• Área de empaque
• Área de papelería
• Área de almacenamiento de jeringas y termos
• Servicio sanitario
• Área de planta eléctrica y tanque de combustible
• Área de parqueo.
5.1.2 Ventajas
• El jefe del programa tiene el control y la disponibilidad de todos sus
elementos
• Facilidad para la recepción de los insumos por los municipios
• Menores costos de distribución.
Se refiere al manejo de los equipos y elementos de uso más común en los
niveles nacional, departamental, distrital y local.
6 Nota: ninguna vacuna pierde su potencia por un calentamiento instantáneo, la pérdida de po-
tencia se da por la acumulación de calor a través del tiempo.
5.4 Mantenimiento
La limpieza y aseo de la nevera se debe efectuar cada mes, aunque, de-
pendiendo del espesor de la capa de hielo (no debe superar 0.5 cm) que se
forme en el evaporador, la frecuencia puede variar.
Antes de proceder a realizar el aseo, se deben guardar los biológicos en
un termo o caja térmica bien rodeados de paquetes fríos de acuerdo con las
normas de cadena de frío. Se desconecta el refrigerador y se efectúa el aseo
con una tela de material suave, agua y jabón no abrasivo, para la desinfección
se utiliza cualquier desinfectante que no contenga hipoclorito. El hielo del
congelador no se debe remover con objetos cortopunzantes, sino esperar
hasta que se descongele por sí solo. Se debe secar todo el interior, organizar
la zona de congelación y la parte inferior de la zona de almacenamiento, de
acuerdo con las normas. Se ubica a su vez el termómetro y se conecta la
nevera a la corriente eléctrica. Sólo cuando el refrigerador haya alcanzado
una temperatura adecuada (dentro del rango de +2°C a +8°C), se introdu-
cen nuevamente las vacunas.
• Revisión de las empaquetaduras de las puertas
Periódicamente se debe revisar las condiciones de sellado y hermeticidad
que ofrecen los empaques de la puerta de la refrigeradora.
Una forma sencilla de efectuar esto es hacer lo siguiente:
Coloque una tira de papel entre el marco del gabinete frigorífico y el
borde de la puerta de modo que quede atrapado por el empaque, luego
cierre la puerta. Hale lentamente el papel, si este sale con facilidad o se cae,
es un indicador de que la empaquetadura no está sellada correctamente.
Esta operación debe efectuarse alrededor de todo el marco del gabinete,
especialmente en las esquinas del gabinete frigorífico.
Si este resultado (R) se multiplica por el factor 0.5 nos dará el volumen
neto en litros:
(R) * 0.5
Ejemplo:
Para una nevera con las siguientes medidas: 65 cm de ancho, 45 cm de
profundidad y 60 cm de altura, la capacidad de almacenamiento en litros es
de 87.75 litros:
(65 x 45 x 60) / 1000 = 175.5 litros
175.5 * 0.5 = 87.75 Litros
En los equipos de frío se utiliza solo parte del espacio disponible así:
Tabla 2.3
Utilización del espacio en los equipos de frío
dos y darle prioridad a estos durante los próximos cinco días. Cuando se
dispone de un remanente de biológico del pedido anterior, no debe mezclar-
se con los nuevos envíos; debe procurarse utilizarlos a la mayor brevedad o
considerar, si es del caso la posibilidad de desecharlos.
Un refrigerador destinado para conservar vacunas debe ser de uso exclu-
sivo de éstas y no para guardar alimentos ni bebidas. El almacenamiento de
estos productos propicia las aperturas frecuentes de la puerta, además de las
posibles fuentes de contaminación para los productos biológicos. Si este es
el caso del refrigerador a su cuidado no almacene vacunas en este equipo.
7.1 Manipulación y transporte de vacunas
7.1.1 Vacunas que deben congelarse
Debe recordar que las vacunas de tipo viral como la VOP, antisarampio-
nosa, antiamarílica y SR, entre otras, para ser conservadas debidamente por
tiempos prolongados, deben mantenerse de acuerdo con las normas estable-
cidas entre -15°C y -25°C, en aquellos sitios que garanticen esta tempera-
tura. Variaciones constantes de temperatura o superiores a las indicadas,
pueden resultar en una disminución paulatina de su potencia.
Con respecto a la vacuna BCG desecada al vacío o liofilizada, que se haya
expuesto a bajas temperaturas, mientras no haya signos visibles de deterioro,
podrá ser utilizada sin inconvenientes. No podría ocurrir lo mismo cuando
la vacuna BCG viene en presentación líquida ya que deberá mantenerse a
temperaturas entre +2°C y +8°C. Sin embargo, por seguridad y con el fin
de evitar graves problemas en el futuro, se sugiere seguir los instructivos
indicados por el laboratorio productor, ya que estos son en última instancia
los autorizados a recomendar las temperaturas de conservación que requiere
cada producto biológico que elaboran.
Pueden o deben congelarse:
• Fiebre amarilla
• Polio oral
• Varicela
• Sarampión
• Sarampión-rubéola.
7.1.2 Vacunas que no deben congelarse
Por otro lado, existen vacunas que nunca deben congelarse (DPT, HB, HIB,
TT, TD) debiéndose conservarse durante todo el tiempo a temperaturas entre
+2°C y +8°C. Cuando estas vacunas son empacadas en una caja térmica,
termo o cualquier recipiente de vacunas con buen aislante, sin las debidas
precauciones, existe el peligro de que se congelen.
Para evitar que estas vacunas se congelen al empacarlas en las cajas térmi-
cas, se recomienda efectuar las siguientes acciones prácticas:
• Tenga en cuenta que la temperatura del congelador de una nevera o de
los cuartos fríos de congelación puede variar entre -5°C hasta -25°C,
por lo cual todos los paquetes que salgan de estos equipos están muy
fríos para su uso con vacunas bacterianas
• Retire los paquetes del congelador y colóquelos sobre un lugar lim-
pio a temperatura ambiente. Déjelos reposar un tiempo prudencial
(5 a 10 minutos) hasta que la temperatura llegue al punto de conge-
lación 0°C. Se puede determinar este tiempo colocando un paquete
frío congelado sobre una lámina o tapa de icopor en la mesa y colo-
cando el sensor del termómetro entre el paquete y el icopor y mi-
diendo el tiempo que dura en llegar la temperatura a 0°C. Si no
disponemos de un termómetro, se puede utilizar una indicación vi-
sual que consiste en esperar hasta que se derrita en forma natural la
capa de escarcha que se ha formado sobre el paquete. Este procedi-
miento permite que los paquetes fríos pierdan la temperatura inicial
y la temperatura dentro del termo no baje de 0°C.
Una vez se cumplan las condiciones óptimas anteriormente menciona-
das, se colocan los paquetes en el interior del termo y se procede a colocar
las vacunas dentro de él.
Nota: Hay que tener en cuenta que uno o dos paquetes fríos no bastan,
las vacunas deben estar completamente rodeadas de paquetes fríos.
No deben congelarse:
• BCG
• Cólera
• DTP, TD, TD
• Haemophilus influenzae B
• Heptitis B
• Hepatitis A
• Influenza
• Meningocóccica
• Neumocócica
• VIP (poliomelitis tipo salk)
• Antirrábica.
mos críticos del PAI se transportarán de manera exclusiva, por ninguna razón
se permitirá mezclar con elementos de otros programas como insecticidas,
reactivos, medicamentos u otras mercancías.
• Nivel departamental
El almacén departamental se encarga de distribuir los insumos del PAI a las
DLS de cada uno de los municipios del departamento o a quien haga sus veces.
14. Emergencias
En casos de emergencias por fallas del sistema o cortes de electricidad, los
paquetes fríos y botellas con agua permitirán mantener una temperatura acepta-
ble, por un tiempo prudencial, y dependerá de la calidad y diseño del refrigera-
dor. Se recomienda esperar una hora y, si el daño continúa, los biológicos serán
ubicados en los termos y cajas térmicas, con la precaución de cambiar periódica-
mente los paquetes fríos; si el daño no es reparado en seis horas, se procede a
buscar otro establecimiento que garantice la cadena de frío.
14.1 Interrupción de la cadena de frío
No siempre resulta evidente la interrupción de la cadena de frío, por lo que
es imprescindible disponer de dispositivos automáticos electrónicos que por
medios gráficos (u otros) muestren los accidentes sufridos por la instalación que
pueda trascender en perjuicios de la calidad de las vacunas almacenadas.
Si hay alteración de la cadena del frío, congelación o descongelación
accidental, se valorarán:
• Duración de la interrupción
• En caso de emergencia, por fallas del sistema o cortes de electricidad, los
paquetes fríos y botellas con agua permitirán mantener una temperatura
aceptable hasta por seis horas en climas cálidos y doce horas en climas fríos
• Aspecto físico de las vacunas
• Tipo de vacunas afectadas (consultar termoestabilidad).
14.2 Plan de contingencia
Con el fin de garantizar que los biológicos del PAI entregados a las insti-
tuciones de salud se conserven en un rango adecuado de temperatura y que
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INSTITUCION NOMBMRE
Ministerio de la Protección Social Lorenza Ospina Rodríguez
Pagina
1. Introducción ............................................................................................ 423
2. Metodología ............................................................................................ 423
3. Justificación ............................................................................................. 424
4. Epidemiología ......................................................................................... 425
5. Objetivos .................................................................................................. 428
5.1 Objetivo general .............................................................................. 428
5.2 Objetivos específicos ..................................................................... 428
6. Definición ...................................................................................................... 428
7. Factores de riesgo en el momento del parto .................................. 428
7.1 Biológicos ........................................................................................ 428
7.2 Sicosociales ...................................................................................... 430
7.3 Del medio ........................................................................................ 430
7.4 Comportamentales ......................................................................... 430
8. Factores protectores en el momento del parto ............................. 431
9. Población objeto ..................................................................................... 431
10. Características de la atención ............................................................. 431
10.1Admisión de la gestante en trabajo de parto ........................... 431
10.1.1 Elaboración de la historia clínica completa ......................... 432
10.1.2 Examen físico ............................................................................. 432
licitud de exámenes paraclínicos......................................................... 432
Pagina
10.1.4 Identificación de factores de riesgo y condiciones
patológicas .................................................................................. 433
10.2 Atención del primer periodo del parto ..................................... 437
10.3 Atención del segundo periodo del parto .................................. 442
10.3.1 Pinzamiento del cordón umbilical .......................................... 443
10.4 Atención del alumbramiento ....................................................... 444
10.5 Atención del puerperio inmediato ............................................. 446
10.6 Atención durante el puerperio mediato .................................... 447
10.7 Atención para la salida de la madre y su neonato ................... 447
11. Procedimientos de salud pública ....................................................... 448
12. Garantía de la calidad ........................................................................... 449
13. Cuadro nivel de evidencia .................................................................... 449
14. Flujograma ..................................................................................................... 452
Anexos ...................................................................................................................... 453
Bibliografía ...................................................................................................... 459
Tablas y Gráficos
Tabla 1. Grados de recomendación y niveles de evidencia .................... 424
Tabla 2. Razón ajustada de mortalidad materna .................................... 426
Tabla 3. Razones de mortalidad materna (por 100.000 nacidos vivos) . 426
Tabla 4. Distribución de muertes maternas, según principales causas 427
Tabla 5. Factores de riesgo para mortalidad materna ........................... 428
Tabla 6. Pinzamiento del cordón umbilical ............................................. 443
1. Introducción
La actualización de la Guía para la atención del parto contribuirá a la dis-
minución de la mortalidad materna y perinatal. Este documento se convierte en
una herramienta importante para la atención de las maternas en el país.
Los revisores declaran no tener conflicto de intereses frente a las reco-
mendaciones generadas. Estas recomendaciones son acciones terapéuticas y
diagnósticas que se sabe y se cree ejercen una influencia favorable en la evo-
lución de los pacientes. Se sugiere revisar esta norma periódicamente como
quiera que los avances en terapéutica puedan modificar las recomendaciones
presentes y, entonces, tener una vigencia temporal de tres a cinco años
2. Metodología
Se investigó en las bases de datos de la librería COCHRANE, en el registro
de experimentos del grupo de embarazo y parto de COCHRANE, el registro
central de experimentos controlados de COCHRANE, en las bases de datos
MEDLINE (acceso a través de PubMed y Gateway), Biblioteca Virtual en Sa-
lud sexual y Reproductiva del Centro Latinoamericano de Perinatología y
Desarrollo Humano (CLAP) y Nacional Guideline Clearinghouse, y se hizo
búsqueda manual de referencias de artículos y textos.
Las preguntas de investigación fueron enviadas con anterioridad a la
coordinación del proyecto para su consideración y análisis. Estas preguntas
incluían dos cuestiones comprehensivas acerca de cuáles prácticas durante el
trabajo de parto y el parto eran benéficas y cuáles no lo eran o podrían ser
dañinas, de acuerdo con la evidencia científica actual. Cada una de las posibles
prácticas o políticas constituía una pregunta clínica para contestar.
No se hizo restricción de idioma, pero se dio prioridad a los artículos
publicados en inglés, francés, castellano y portugués. Tampoco se hizo res-
tricción de año de publicación; sin embargo, si se encontraba una revisión
sistemática o meta-análisis de buena calidad se revisaban las bases de datos
para los años posteriores al año de la revisión del meta-análisis.
Las palabras de búsqueda incluyeron: "delivery", "delivery and guideli-
nes", "delivery and partogram", "delivery, obstetrics (MESH)", combinacio-
nes de este término MESH con los anteriores y con otras prácticas durante el
trabajo de parto ("enema", "episiotomy", "aggressive or expectant manage-
ment", "analgesia", "caesarean section", "amniotomy", "support", "sha-
ving", "policies", "intervention", "operative delivery"), ejemplo: "delivery,
obstetrics (mesh) and practices", "childbirth or delivery and EBM", " Child-
birth or delivery, obstetrics and EBM", "childbirth or delivery, obstetrics and
evidence based medicine"; en la base del CLAP se utilizó además el texto
"formas de cuidado".
Tabla 1
Grados de recomendación y niveles de evidencia
3. Justificación
La atención institucional del parto es una medida de primer orden para
disminuir de manera significativa la morbimortalidad materna y perinatal.
4. Epidemiología
La OMS estima que en el mundo mueren aproximadamente 585.000
mujeres al año por complicaciones del embarazo, parto y puerperio. Cerca
del 99% de estas muertes ocurren en los países en vías de desarrollo. Las tasas
más altas de mortalidad se observan en África, Asia, América Latina y el Caribe.
La muerte de una madre tiene repercusiones emocionales y económicas
importantes en la familia y la comunidad, además las consecuencias sociales
y económicas son profundas, ya que la muerte de la madre reduce la super-
vivencia del recién nacido, disminuye el desempeño escolar de los niños
sobrevivientes y representa una pérdida de la productividad económica y de
los ingresos familiares (1).
En nuestro país, las tres primeras causas de muerte en mujeres en edad
fértil (MEF) son: muertes violentas (8.878 casos) para una tasa de 12,9 por
100.000 MEF; accidentes de tránsito (805 casos) con una tasa de 8 por
100.000 MEF; y complicaciones en el embarazo, parto y puerperio (722
casos) para una tasa de 7,1 por 100.000 MEF (2).
En Colombia, mueren cada año entre 700 y 1.000 mujeres por causa de
complicaciones durante el embarazo, parto y puerperio temprano. De acuerdo
con los datos de Martha I. Saboyá, ajustando por omisión de los datos, las
razones de mortalidad materna en Colombia presentan un patrón irregular
entre 1987 y 2001 (Tabla 2). Sin embargo, hay diferencias afectadas, entre
otros, por la modificación del certificado de defunción en 1997 en el cual se
incluyeron variables para registrar el antecedente materno en mujeres entre
los 10 y 49 años. Durante los años 1996 y 1997 se observó un aumento en
la razón de mortalidad materna que no se explica por el cambio en el certi-
ficado de defunción, ya que este cambio tuvo efecto hasta 1998.
La mortalidad materna en Colombia muestra diferencias según las regiones.
Sin embargo, en general, siguen las tendencias nacionales en el tiempo (Tabla 3).
Tabla 2
Razón ajustada de mortalidad materna
(por 100.000 nacidos vivos) en Colombia 1987-2001
Fuente: Saboyá MI. Mortalidad materna en Colombia una aproximación ecológica, 2005.
Tabla 3
Razones de mortalidad materna (por 100.000 nacidos vivos)
por regiones en Colombia 1987-2001
Fuente: Saboyá MI. Mortalidad materna en Colombia una aproximación ecológica, 2005.
Tabla 4
Distribución de muertes maternas, según principales causas
Colombia 1990-1997
Durante los cinco años anteriores, 87% de las gestantes tuvieron aten-
ción prenatal por médico, 7% por enfermera y 6% no tuvieron control
prenatal. El control prenatal es más frecuente en zonas urbanas en Bogotá,
Medellín y Cali. Cerca del 71% de las gestantes hicieron su primer control
prenatal cuando tenían menos de cuatro meses de embarazo. En los cinco
años que precedieron a la encuesta el porcentaje de madres que no recibie-
ron atención prenatal fue: 9,9% en la región Atlántica, 8,8% en la Pacífica,
6,5% en la región central, 5,9% en Orinoquia y Amazonia, 3,5% en la
región oriental y 2% en Bogotá (5).
En el estudio de casos y controles del grupo de investigación Gineco-CES
se estudiaron 33 casos y 128 controles. De los casos, 25 (75,7%) fueron
muertes obstétricas directas y 5 (24,3%) muertes obstétricas indirectas. Cerca
del 78.8% de las muertes ocurrieron en el [M6] período posparto, 9,1% de
las muertes ocurrieron durante el embarazo, 6,1% en el período intraparto
y 6,1% en el postaborto. Para las 33 muertes maternas se presentaron facto-
res políticos, como violencia social, que impidieron la adecuada atención
prenatal en 24,2%. Cerca del 42% no tuvo un adecuado cuidado del parto
ni existían recursos adecuados para resolver el problema en el nivel de refe-
rencia que fueron atendidos. De este estudio se obtuvieron los siguientes
factores de riesgo con significancia estadística para mortalidad materna (Ta-
bla 5).
Solo en 39,4% existían normas y protocolos disponibles y apropia-
dos en este nivel de referencia y 54,5% del personal estaba entrenado para
su tratamiento.
Tabla 5
Factores de riesgo para mortalidad materna
5. Objetivos
5.1 Objetivo general
Ofrecer el marco conceptual y técnico-científico para la atención racio-
nal del parto, de esta manera, disminuir los riesgos de enfermedad y muerte
de la mujer gestante y del producto del embarazo, optimizando el pronósti-
co de los mismos a través de la oportuna y adecuada atención intrahospita-
laria del parto.
6. Definición
Conjunto de actividades, procedimientos e intervenciones, para la
asistencia de las mujeres gestantes en los procesos fisiológicos y dinámi-
cos del trabajo de parto, expulsión del feto vivo o muerto, con 20 o más
semanas de gestación, alumbramiento y puerperio inmediato. La gesta-
ción comprendida entre la semana 20 y la semana 24 debe ser asistida
en forma individualizada por los distintos procesos inherentes al traba-
jo de parto, de acuerdo con los recursos institucionales requeridos y la
disponibilidad de un equipo multidisciplinario.
7.1 Biológicos
• Gestante adolescente (< 19 años)
• Gestante mayor (> 35 años)
• Gran multiparta (más de cuatro partos)
• Historia obstétrica adversa (aborto, muerte fetal, muerte perinatal, dia-
betes gestacional, preeclampsia-eclampsia, anomalías congénitas)
• Primípara inmunológica
• Antecedente de cirugía uterina (cesárea previa o miomectomía)
• Edad gestacional no confiable o no confirmada
• Edad gestacional pretérmino o prolongado
• Paraclínicos o ecografías con hallazgos anormales
• Anemia
• Fiebre
• Cefalea y epigastralgia
• Hipertensión arterial
• Edema o anasarca
• Disnea
• Altura uterina mayor de 35 cm o menor de 30 cm
• Embarazo múltiple
• Taquicardia o bradicardia fetal
• Distocia de presentación
• Prolapso de cordón
• Distocias de partes blandas y óseas
• Presencia de condilomas
• Sangrado genital
• Ruptura de membranas
• Líquido amniótico meconiado.
7.2 Sicosociales
• Inicio tardío del control prenatal
• Falta de apoyo social, familiar o del compañero
• Tensión emocional
• Alteraciones de la esfera mental
• Dificultades para el acceso a los servicios de salud
• Ausencia de control prenatal
• Vivir en el área rural
• No estar afilada al sistema general de seguridad social.
7.4 Comportamentales
• Alcoholismo
• Drogadicción
• Tabaquismo.
9. Población objeto
Las beneficiarias de esta Guía son todas las mujeres gestantes que se
encuentran en trabajo de parto afiliadas a los regímenes contributivo y sub-
sidiado. Los contenidos de la norma son válidos para todas las gestantes en
trabajo de parto.
10.1.1.2 Antecedentes
• Personales: patológicos, quirúrgicos, alérgicos, ginecológicos, obstétri-
cos y farmacológicos
• Familiares.
3. Gestaciones >
= 41 semanas
Toda mujer con gestación de 41 semanas o más, se debe remitir u hospitalizar para
inducción de rutina del trabajo de parto. Determinar siempre la edad gestacional por medio de
una FUR confiable o una ecografía de primer trimestre. Una revisión sistemática inves-
tigó si la ecografía rutinaria temprana reduce la cantidad de mujeres que
requieran la inducción del parto debida a embarazo prolongado; si el emba-
razo prolongado puede ser prevenido aconsejando a las mujeres a estimular
los pezones desde las 39 semanas hasta el parto y si la inducción rutinaria
del parto reduce la morbimortalidad perinatal. Se incluyeron 26 investiga-
ciones clínicas aleatorizadas. Cuatro estudios trataron acerca de la ecografía
rutinaria, dos de la estimulación de los pezones, diecinueve acerca de la
inducción rutinaria versus selectiva y uno acerca del monitoreo fetal. La
ecografía rutinaria temprana reduce la incidencia de embarazo postérmino;
la estimulación de los pezones no modifica la incidencia de embarazo de
postérmino. La inducción rutinaria del parto podría reducir la mortalidad
perinatal en 62% (RR: 0.38 IC95%: 0.14-1.08). Este beneficio se observa
cuando la inducción se realiza luego de las 41 semanas de gestación. La induc-
ción rutinaria del parto no tiene efecto en la incidencia de cesárea. (A1) (9).
4. Preeclampsia y eclampsia
Aunque se suministra una guía particular (Guía de atención de las com-
plicaciones hipertensivas asociadas con el embarazo), se incluyen aquí las
principales recomendaciones que se deben tener en cuenta en un servicio de
admisiones o de urgencias:
Se debe iniciar terapia con sulfato de magnesio a las gestantes con diagnóstico de pree-
clampsia. La terapia con sulfato de magnesio para mujeres con preeclampsia
reduce el riesgo de eclampsia y muerte materna. El estudio MAGPIE, que
incluyó a 10.141 mujeres con preeclampsia reclutadas en 175 hospitales de
33 países, demostró que las mujeres con preeclampsia que recibieron sulfato
de magnesio tuvieron un riesgo de eclampsia 58% menor que el de las mu-
jeres asignadas a placebo (IC 95%: 40-71); la mortalidad materna también
fue más baja entre las mujeres asignadas a sulfato de magnesio (RR: 0.55,
IC95%: 0.26-1.14). No hubo una clara diferencia en el riesgo de muerte
del niño (RR: 1.02, IC99% 0.92-1.14). No hubo efectos deletéreos sobre
la madre ni el recién nacido en el corto término (A1) (10).
Se debe iniciar terapia con sulfato de magnesio a las gestantes con eclamp-
sia. La terapia con sulfato de magnesio para mujeres con eclampsia es más
efectiva que otros agentes anticonvulsivantes para prevenir la recurrencia de
convulsiones. Una revisión sistemática incluyó tres experimentos clínicos
controlados (ECC) donde se comparó el sulfato de magnesio versus diaze-
pam para la atención de mujeres con eclampsia. Las variables de resultado
fueron muerte y morbilidad grave en la madre. Se concluyó que el sulfato de
magnesio se asocia con una reducción importante de la recurrencia de las
convulsiones, cuando se lo compara con el diazepam. Asimismo, también se
observó una tendencia a la reducción de la mortalidad (A1) (11)..
La dosis de sulfato de magnesio es un bolo de 4 g en 2 minutos y luego
una infusión de 1 g por hora. La dosis puede aumentarse hasta 2 g por hora
de acuerdo con la respuesta.
parto debe tener la capacidad de atención para el RN. Por lo tanto, el prestador que contrate la
atención de partos de igual manera contratará la atención del neonato; por su parte, las
administradoras deberán exigir la prestación integral de los dos componentes.
No se debe realizar de forma rutinaria presión fúndica para acelerar el expulsivo (Ma-
niobra de Kristeller).
La atención del recién nacido debe hacerse de acuerdo con la Guía para
la atención del recién nacido.
Se debe permitir inmediatamente el contacto piel a piel de la madre con
el recién nacido. Una revisión que incluyó 17 estudios encontró efectos po-
sitivos y estadísticamente significativos del contacto temprano piel a piel
sobre la lactancia materna uno y tres meses después del parto, y sobre la
duración de la lactancia. También se encontraron efectos positivos sobre
afecto, caricias y apego maternos (A1) (25).
En caso de mortinato, remitir con la placenta a patología para estudio
anatomopatológico. Dependiendo de la edad fetal se procederá a realizar
necropsia, tomar muestras y remitir. Se debe consultar con patología. Tam-
bién, se debe brindar apoyo psicológico permanente a la madre.
Nota: Los criterios para pinzamiento precoz prevalecen sobre los de pinzamiento diferido cuando
coexisten como indicaciones.
10.4 Atención del alumbramiento
En la actualidad, en medios hospitalarios se debe realizar manejo activo
del alumbramiento en vez del manejo expectante. El manejo expectante del
tercer período del trabajo de parto consiste en permitir que la placenta sea
expulsada espontáneamente o ayudada por la gravedad o la estimulación del
pezón. Los signos clínicos para valorar un desprendimiento espontáneo de
la placenta son: contracción del fondo uterino; formación del globo de se-
guridad; expulsión súbita de sangre; descenso de la pinza indicadora (des-
censo del cordón umbilical); reaparición de contracciones dolorosas;
palpación de la placenta en la vagina; signo del pescador (al ejercer tracción
del cordón se observa el descenso del fondo uterino si no ha ocurrido
el desprendimiento) y signo del pistón (tracción cefálica del segmento
para valorar el ascenso del cordón cuando no ha ocurrido el despren-
dimiento).
El manejo activo consiste en lo siguiente:
a. Dentro de un minuto del nacimiento se palpa el abdomen para descartar
la presencia de otro feto y se administra un medicamento uterotónico:
ocitocina o ergometrina si no hay contraindicaciones tales como hiper-
tensión, preeclampsia o eclampsia.
b. En la mayoría de los estudios se hace pinzamiento temprano del
cordón para realizar el resto del protocolo. El cordón se pinza cerca
del periné.
c. Esperar una contracción uterina fuerte (usualmente dos a tres minutos
después del parto).
d. Aplicar tracción controlada del cordón para obtener lentamente el
parto de la placenta, mientras que se estabiliza el útero aplicando con-
tratracción por encima del pubis para prevenir la inversión uterina.
e. Si la placenta no desciende, detener la tracción y esperar la siguiente
contracción.
f. Tan pronto como ocurra el parto de la placenta hacer masaje uterino
hasta que esté bien contraído.
Una revisión sistemática analizó los efectos del manejo activo versus el ma-
nejo expectante sobre la pérdida sanguínea, la hemorragia posparto y otras com-
plicaciones maternas y perinatales del tercer período del parto. Se incluyeron
cinco ECC que comparaban el manejo activo del tercer período del parto con el
manejo expectante. En instituciones hospitalarias de maternidad el manejo acti-
vo se asoció con reducción de los riesgos de pérdida sanguínea materna (diferen-
cia promedio ponderada -79.33 mL (IC95%: -94.29 a -64.37); hemorragia
posparto de más de 500 mL (RR: 0.38, IC95%: 0.32 a 0.46) y de tercer
período prolongado (diferencia promedio ponderada -9.77 minutes, IC 95%: -
10.00 a -9.53). El manejo activo se asoció con un aumento del riesgo de náuseas
maternas (RR 1.83, IC 95%: 1.51 a 2.23), vómito y presión arterial aumentada
(probablemente debido al uso de ergometrina). No hubo ventajas o desventajas
aparentes para el recién nacido. Se concluye que el manejo activo es superior al
manejo expectante en términos de pérdida sanguínea, hemorragia posparto y
otras complicaciones serias del tercer período del parto. Sin embargo, el manejo
activo se asoció con el aumento del riesgo de efectos colaterales como náuseas y
vómito e hipertensión, cuando se usó ergometrina. El manejo activo debe ser de
elección en un medio hospitalario. Las implicaciones son menos claras para
otros escenarios incluyendo la práctica domiciliaria (26).
Al visualizar la placenta, se toma con las dos manos, se inicia un movi-
miento de rotación para enrollar las membranas y favorecer su expulsión
completa. Debe revisarse la placenta tanto por su cara materna (observar su
integridad) como por su cara fetal (presencia de infartos, quistes, etcétera.).
También debe verificarse la integridad de las membranas, el aspecto del cor-
dón umbilical, su inserción y el número de vasos (lo normal, dos arterias y
una vena). Ante la duda de que haya alumbramiento incompleto, debe pro-
cederse a la revisión uterina y extracción manual de los restos retenidos.
Después del alumbramiento se continúa con una infusión I.V. de 5 a10
unidades de oxitocina diluidas en 500 ó 1.000 cc de cristaloides para preve-
nir la hemorragia posparto por atonía uterina. Se considera normal una
pérdida de 500 cc de sangre luego del parto vaginal normal.
Si la madre lo ha elegido, se puede proceder a aplicar el DIU posparto. Éste
debe aplicarse antes de hacer las suturas perineales; si no es posible, se hará
dentro de las primeras 48 horas del posparto. La aplicación del DIU posparto
debe ser hecha por personal experto con entrenamiento específico.
Suturar los desgarros de cuello o perineales o la episiotomía en forma
anatómica por planos sin dejar espacios muertos o hemorragia activa. Se
recomienda el uso de suturas de sintéticas absorbibles en lugar de catgut
para reparar las lesiones perineales. Una revisión sistemática incluyó 7 ECC
que compararon la utilización de materiales sintéticos versus el catgut para
la reparación del periné. Se analizaron las siguientes variables de desenlace:
dolor, cantidad de analgesia utilizada, grado de dispareunia, remoción del
material de sutura, necesidad de resuturar la herida y dehiscencia. Los resul-
tados de esta revisión muestran que el uso de ácido poliglicólico para la
reparación del periné luego del nacimiento está asociado con menor dolor y
dispareunia. Asimismo, el uso de ácido poliglicólico está asociado con au-
mento en la necesidad de remoción del material. Los materiales sintéticos
absorbibles deben ser usados para reparar el periné aunque exista un aumen-
to de la necesidad de remoción de la sutura en el posparto (A1) (27).
No se recomienda la revisión uterina de rutina. Se recomienda la revisión
restrictiva de la revisión uterina (sospecha de retención de restos placentarios o
de membranas, hemorragia posparto, corioamnionitis, parto pretérmino).
Anexos
Anexo 1 (29-31)
Como información adicional, a continuación se transcribe, con peque-
ñas modificaciones, un listado de acciones y procedimientos que se conside-
ran beneficiosos durante el trabajo de parto y el parto, de acuerdo con
evidencia obtenida con estudios clínicos aleatorizados.
d. Parto
• Apoyo físico, emocional y psicológico durante el trabajo de parto y parto
• Apoyo continuo para la mujer durante el trabajo de parto y parto
• Agentes para reducir la acidez gástrica antes de la anestesia general
• Complementar el monitoreo de la frecuencia cardíaca fetal en el trabajo
de parto con la evaluación del estado ácido-base fetal
• Ocitócicos para el tratamiento de la hemorragia posparto
• Ocitócicos profilácticos en el alumbramiento
• Manejo activo versus expectante durante el alumbramiento.
Anexo 2 (29-31)
Como información adicional, a continuación se transcribe, con peque-
ñas modificaciones, un listado de acciones y procedimientos que se conside-
ran inefectivos o incluso perjudiciales durante el trabajo de parto y el parto,
de acuerdo con evidencia obtenida con estudios clínicos aleatorizados.
b. Parto
• Enema de rutina en el trabajo de parto
• Rasurado púbico de rutina en la preparación del parto
• Monitoreo electrónico fetal sin evaluación de pH fetal de cuero cabellu-
do durante el trabajo de parto
• Amnioinfusión profiláctica intraparto para el oligoamnios
Posición decúbito dorsal (supina) en el segundo período del parto
• Uso rutinario de la posición de litotomía en el segundo período del
parto
• Episiotomía rutinaria
• Ergometrina en lugar de ocitocina profiláctica en el tercer período
del parto.
Anexo 3 (8)
Otras recomendaciones durante el trabajo de parto
1. Aliente a la usuaria para que cuente con apoyo de una persona de su
elección durante el trabajo de parto. Proporcione al acompañante un
asiento al lado de la mujer.
2. Si la mujer ha asistido a cursos de parto sin dolor o psicoprofilaxis,
aliéntela a aplicar las técnicas aprendidas.
3. Explique a la usuaria todos los procedimientos, solicite la autorización
correspondiente y explique los hallazgos.
4. Cree una atmósfera de apoyo y aliento para el parto, con respecto a los
deseos de la mujer.
5. Aliente a la mujer para que se lave, se bañe o duche al inicio del trabajo
de parto. Lave las áreas vulvar y perineal antes de cada examen. Lávese las
manos con jabón antes y después de cada examen. Asegure la limpieza
de las áreas destinadas al trabajo de parto y el parto.
6. Aliente a la mujer para que se mueva libremente. Manifieste su apoyo
por la posición que la mujer elige para el trabajo de parto y el parto
(deambulación, sentada, cuclillas, etc.)
7. La mujer puede comer y beber durante el trabajo de parto.
8. Enséñele a la mujer técnicas respiratorias para el trabajo del parto y el
parto. Aliéntela a que exhale con mayor lentitud que la habitual y a que
se relaje con cada respiración.
9. Si la mujer está muy afectada por el dolor ofrezca soporte físico, sugiera
cambios de posición o movilización, fomente el uso de técnicas respira-
torias y, si fuere necesario, administre analgesia.
Anexo 4 (1)
Áreas prioritarias para crear o fortalecer marcos jurídicos e
institucionales para prestar servicios integrales de salud materna
Acciones nacionales y municipales que promuevan: a) políticas y leyes que
protejan los derechos humanos de la mujer, incluido el acceso a la salud, la
nutrición, la planificación familiar y la educación; b) el compromiso financiero
de asegurar los recursos humanos y materiales indispensables; c) la atención de
las necesidades de la población en los sistemas de salud; d) la integración de la
atención de salud reproductiva, e) el uso de indicadores de resultado (mortali-
dad) y de procesos para vigilar la adecuación de los servicios de salud materna.
Poner a disposición servicios de salud materna de calidad por medio de: a) la
atención integrada de la salud reproductiva que incluya la atención prenatal y post-
natal, la planificación familiar y el diagnóstico y el tratamiento de las infecciones de
transmisión sexual; b) la atención calificada del parto; c) redes de cuidados obsté-
tricos de emergencia, d) acceso geográfico y cultural a la atención obstétrica.
Aumento de la demanda del público de servicios de alta calidad, asequibles y
accesibles al facilitar: a) la promoción y educación en salud generalizadas; b) la
capacidad y la participación de la comunidad en materia de salud de las gestan-
tes, c) comités de mortalidad materna activos al nivel nacional, subnacional y
municipal.
Construcción de alianzas con el fin de fomentar la salud materna a escala
internacional, regional, nacional y local que: a) se dediquen a la coordinación,
colaboración y cooperación, b) vigoricen el fortalecimiento de la capacidad y c)
promuevan la sostenibilidad.
Asegurar el apoyo financiero y la sostenibilidad económica de la atención de
salud materna mediante: a) la elaboración de una metodología para evaluar el
impacto económico de la reducción de la mortalidad materna en América Latina
y el Caribe, b) la concepción de un modelo de cuentas nacionales de salud repro-
ductiva con el fin de cuantificar las necesidades financieras e identificar los fondos
disponibles para la salud reproductiva, c) el uso de estos datos para reanimar las
negociaciones con los gobiernos sobre el financiamiento de un conjunto sostenible
de servicios de salud reproductiva, d) la captación de recursos financieros públicos
para sufragar las necesidades de salud reproductiva de las poblaciones más pobres.
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31. Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano. Organiza-
ción Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud. Boletín
de salud perinatal 1998; 17:3 -7.
Guía 9
Guía para la atención
del recién nacido
Santiago Currea
Revisor
Juan Carlos Bustos
Revisor
Carlos Agudelo Calderón
Director del proyecto
Rodrigo Pardo
Coordinador
Hernando Gaitán
Coordinador
Pío Iván Gómez
Coordinador
Análida Elizabeth Pinilla
Coordinadora
Juan Carlos Bustos
Coordinador
Claudia Liliana Sánchez
Asistente de investigación
Francy Pineda
Asistente de investigación
Lista de participantes en la socialización
INSTITUCION NOMBMRE
Ministerio de la Protección Social Martha Velandia
Página
1. Introducción ............................................................................................ 469
2. Metodología ............................................................................................ 469
3. Justificación ............................................................................................. 470
4. Definición ................................................................................................ 471
5. Objetivo .................................................................................................... 471
6. Población objeto ..................................................................................... 471
7. Características del servicio .................................................................. 472
8. Adaptación neonatal inmediata en sala de partos ........................ 472
8.1 Limpieza de las vías aéreas .......................................................... 472
8.2 Secar al recién nacido ................................................................... 472
8.3 Estimular al recién nacido ........................................................... 472
8.4 Observar respiración o llanto, color y tono muscular .......... 473
8.5 Realizar el pinzamiento del cordón umbilical ........................ 473
8.6 Contacto piel a piel con la madre ............................................. 473
8.7 Recuperar secreciones de la boca............................................... 473
8.8 Valorar APGAR en primer minuto ............................................... 473
8.8.1 Valoración del APGAR ......................................................... 474
8.9 Presentar al recién nacido a la madre ....................................... 474
8.10 Colocar al recién nacido bajo fuente de calor ......................... 474
8.11 Evaluar sexo y realizar examen físico completo ...................... 474
8.12 Identificar al recién nacido .......................................................... 474
8.13 Realizar profilaxis ocular ............................................................. 474
8.14 Valorar APGAR a los cinco minutos ............................................ 474
8.15 Tomar medidas antropométricas ................................................ 474
8.16 Limpiar al recién nacido y vestirlo ............................................ 475
Página
9. Registrar los datos en la historia clínica ........................................ 475
10. Guía para la formulación del diagnóstico neonatal inmediato ........ 475
11. Guía para el pinzamiento del cordón umbilical ............................ 476
11.1 Pinzamiento habitual .................................................................. 477
11.2 Pinzamiento inmediato .............................................................. 477
11.3 Pinzamiento precoz ..................................................................... 477
11.4 Pinzamiento diferido .................................................................. 478
12. Tomar sangre del segmento placentario del cordón ..................... 478
13. Cuidados durante las primeras cuatro horas de vida ................... 479
13.1 Atención del recién nacido por el médico .............................. 479
13.2 Indicaciones para la atención del recién nacido
por enfermería .............................................................................. 480
13.3 Cuidados mediatos ...................................................................... 480
13.4 Consulta médica de control del recién nacido ...................... 481
14. Cuadro de nivel de evidencia .............................................................. 482
15. Flujograma............................................................................................... 483
Anexos............................................................................................................... 486
Bibliografía ...................................................................................................... 496
Tablas y Gráficas
Tabla 1. Grados de recomendación y niveles de evidencia .................... 470
Tabla 2. Valoración del APGAR ...................................................................... 473
Tabla 3. Condiciones clínicas que indican el tipo de pinzamiento ..... 476
Tabla 4. Cuadro nivel de evidencia ............................................................. 482
1. Introducción
La atención del recién nacido está representada en el conjunto de activida-
des, cuidados, intervenciones y procedimientos dirigidos a los niños en el proce-
so del nacimiento e inmediatamente después de nacer, en procura del bienestar
general del recién nacido, reduciendo eventuales riesgos de desequilibrios, daños,
complicaciones, secuelas, tanto como el riesgo de morir.
Este conjunto de recomendaciones, basadas en la evidencia, permitirán a
los diferentes usuarios información acerca del manejo del recién nacido.
Cada paciente debe ser evaluado en particular y el clínico definirá si requiere
de evaluación y tratamiento por otros especialistas
Los revisores declaran no tener conflicto de intereses frente a las reco-
mendaciones generadas. Estas recomendaciones son acciones terapéuticas y
diagnósticas que se sabe y se cree ejercen una influencia favorable en la evo-
lución de los pacientes. Se sugiere revisar esta Guía en forma periódica como
quiera que los avances en terapéutica puedan modificar las recomendaciones
presentes y, entonces, tener una vigencia temporal de 3 a 5 años.
2. Metodología
Se elaboró una estrategia participativa que incluyó la realización de bús-
quedas sistemáticas, analizando su validación externa (generalización de re-
sultados) mediante el trabajo colaborativo de un grupo de expertos
provenientes de establecimientos de la red pública, sociedades científicas,
comisiones nacionales, del mundo académico y sector privado. Para la cons-
trucción de la guía se consultaron las siguientes fuentes electrónicas de in-
formación biomédica: MEDLINE® (desde su aparición hasta junio de 2005),
LILACS® (desde su aparición hasta - junio de 2005), El COCHRANE Contro-
lled Trials Register (CCTR, Número 1, 2000). Asimismo, la búsqueda se
complementó con una búsqueda manual en artículos de revisión recupera-
dos de revisiones sistemáticas, narrativas y los consensos de la OPS. Para
minimizar los sesgos de publicación, se adelantaron averiguaciones con au-
toridades académicas en busca de información no publicada. Se realizó un
análisis cualitativo de la información ponderado por la calidad metodológi-
ca tanto de las fuentes primarias como del soporte bibliográfico de revisio-
nes y consensos, para elaborar las conclusiones. Para esta actualización se
utilizó la metodología de clasificación de la evidencia en niveles de evidencia
y grados de recomendación utilizada (Tabla 1) (10).
Tabla 1
Grados de recomendación y niveles de evidencia
3. Justificación
La tasa de natalidad en Colombia se ha reducido del 28 por mil
nacidos vivos a 21.25 por mil nacidos vivos desde los años ochenta hasta
el presente quinquenio.
La mortalidad de menores de un año en Colombia (2002 - 2004) se ha
estimado en 26.4 por mil nacidos vivos. En este grupo de población la
mortalidad neonatal aporta cerca de 60% de los decesos.
La mortalidad en menores de 5 años para el mismo período se ha tasado
en 28 por mil nacidos vivos, de los cuales 94,2% ocurren en menores de un
año y de ellos cerca de 60% ocurren en el período neonatal.
4. Definición
La atención del recién nacido está representada en el conjunto de activi-
dades, cuidados, intervenciones y procedimientos dirigidos a las niñas y ni-
ños en el proceso del nacimiento e inmediatamente después de nacer, en
procura del bienestar general del recién nacido
La mayoría de las complicaciones del período neonatal son prevenibles,
controlables o tratables, y están asociadas con la salud de la mujer, la calidad
de la atención de la gestación, del parto y del período neonatal.
5. Objetivo
Brindar fundamento conceptual, normativo y de orientación para apo-
yar, conducir o inducir el proceso de adaptación a la vida extrauterina, me-
diante afirmación y consolidación de las condiciones favorables presentes, y
la prevención, detección y control de problemas en forma temprana, con el
fin de lograr un recién nacido sano, reducir así las múltiples secuelas disca-
pacitantes en la niñez y las altas tasas de morbilidad y mortalidad tanto
perinatal como neonatal e infantil.
6. Población objeto
La población objetivo de esta Guía son todos los recién nacidos afilia-
dos a los regímenes contributivo y subsidiado, recomendándose su aplica-
ción para todos los recién nacidos en el territorio colombiano.
táctil adicional puede proveer otra forma para estimular la respiración. Los
métodos seguros y apropiados para proporcionar estimulación táctil inclu-
yen palmadas o golpecitos en las plantas de los pies o frotar suavemente la
espalda, tronco o extremidades del recién nacido. Si el recién nacido perma-
nece en apnea a pesar de las maniobras de estimulación se debe iniciar inme-
diatamente ventilación con presión positiva.
8.4 Observar respiración o llanto, color y tono muscular
8.5 Realizar el pinzamiento del cordón umbilical según especifica-
ciones que se indicarán más adelante
8.6 Contacto piel a piel con la madre si las condiciones clínicas son
óptimas
8.7 Recuperar secreciones de la boca
8.8 Valorar el APGAR en el primer minuto, con énfasis en esfuerzo
respiratorio, frecuencia cardíaca y color (50, 51).
Estos puntajes no se deben emplear para dictaminar las acciones apro-
piadas de reanimación, como tampoco se deben retrasar las intervencio-
nes para recién nacidos deprimidos hasta la valoración de un minuto.
8.8.1 Valoración del APGAR (50, 51)
Tabla 2
Valoración del APGAR
3. DX prenatal __________________________________________________
5. DX neonatal inmediato
6. DX de riesgo
Habitual________ Aumentado__________
Tabla 3
Condiciones clínicas que indican el tipo de pinzamiento
15. Flujogramas
Atención neonatal inmediata y mediata
Guías de promoción de la salud y prevención de enfermedades en la salud pública
484
Programa de Apoyo a la R eforma de Salud/PARS • Ministerio de la Protección Social
Reforma
485
2.3 Manejo del recién nacido con retardo del crecimiento intrauterino
(pequeño para la edad gestacional)
Verificar en la historia materna las posibles causas del retardo del creci-
miento intrauterino, tales como toxemia, diabetes insulino dependiente con
o sin componente vascular, hipertensión, cardiopatía, neumopatía crónica,
desnutrición, infección, tabaquismo, alcoholismo, consumo de sustancias
psicoactivas y consumo de medicamentos.
Apoyar, conducir o inducir la adaptación neonatal inmediata, según sea
el caso, previniendo y tratando prontamente la asfixia neonatal; evitar la
hipotermia; evaluar la edad gestacional; practicar examen físico minucioso
en busca de signos que sugieran malformaciones congénitas o infección in-
trauterina
• Estabilización acidobásica
• Estabilización hemodinámica (balance de TA y PVC)
• Estabilización vigilada y asistencia metabólica por el riesgo severo de
hipoglicemia)
• Estabilización respiratoria, ofreciendo apoyo ventilatorio precoz con másca-
ra, presión positivo continua a las vías aéreas, o ventilación mecánica según
sea el caso, teniendo en cuenta el riesgo severo de membrana hialina
• Evaluar la edad gestacional y practicar examen físico minucioso en busca de
signos que sugieran malformaciones congénitas o infección intrauterina
En este tipo de pacientes hay contraindicación para el uso de betamimé-
ticos por el riesgo de obstrucción funcional al tracto de salida.
2.7 Manejo del recién nacido hijo de madre isoinmunizada grave (zonas
II-III de Liley) sin tratamiento antenatal
La atención del hijo de madre isoinmunizada grave incluye las siguientes
actividades:
• Pinzamiento inmediato del cordón por el riesgo de paso masivo de anti-
cuerpos
• Secado exhaustivo
2.8 Manejo del recién nacido hijo de madre con placenta sangrante
(abruptio placenta previa)
La atención del recién nacido hijo de madre
Toda intervención a un
con placenta sangrante incluye las siguientes
recién nacido tiene riesgo,
actividades:
pondere su verdadero
• Pinzamiento inmediato del cordón ante el beneficio antes de
riesgo de sangrado fetal-neonatal. Es preci- proceder y pondere su
so la recolección de alicuota para autotrans- riesgo inherente una vez
fusión (30cc en jeringa heparinizada) del que ha procedido.
muñón placentario del cordón.
Si el sangrado placentario ha sido muy abundante, deberá privilegiarse la
recolección de la alicuota para autotransfusión sobre la recolección de
las muestras de laboratorio
• Estabilización acidobásica
• Secado exhaustivo
• Toma de alicuota sanguínea de muñón umbilical proximal a la placenta,
si el remanente hemático placentario lo permite, para proceso de labora-
torio completo. Se solicitarán: cuadro hemático (debe incluir plaquetas,
hemoclasificación y sedimentación), proteinemia, relación antígeno/an-
ticuerpo, glicemia, Na, K, Ca, P, CPK MB, tiempo y concentración de
protrombina, tiempo parcial de tromboplastina, fibrinógeno y gases ar-
teriales. Deben tenerse preparados frascos secos, con heparina y con ci-
trato (pruebas de coagulación)
• Estabilización hemodinámica. Si se estima estado de choque, se debe
utilizar la alicuota obtenida para autotransfusión. Complementar la in-
fusión con cristaloides según seguimiento de TA y de PVC
• Estabilización respiratoria. Es necesario hacer una cuidadosa evaluación
de necesidad de asistencia o control respiratorios, según la edad gesta-
cional y condiciones clínicas.
2.9 Manejo del recién nacido hijo de madre con ruptura prematura
de membranas con más de 24 horas de sucedida
La atención del recién nacido hijo de madre con ruptura prematura de
membranas incluye las siguientes actividades:
• Pinzamiento diferido del cordón hasta obtener ausencia de palpitación
arterial, reducción de ingurgitación venosa y reperfusión de piel
• Simultáneo secado exhaustivo
• En el neonato con ruptura de membranas con más de 24 horas de suce-
dida hay restricción para la cateterización umbilical, la cual se practicará
sólo si se considera indispensable, previa asepsia y antisepsia del muñón
umbilical y de la piel periumbilical
• Estabilización acidobásica
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