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ENSAYO

MORAL Y ÉTICA
Por: Francisco Romero M. / CI: 4507177
Activador Cultural / Anaco / septiembre 2006

La historia de la humanidad es la historia de la moral. Desde siempre, los seres


humanos han hecho actos buenos y actos malos. Cuando un individuo ejecuta
una buena acción puede, desde su interior, preguntarse si lo que ha hecho es
bueno o es malo, pero quien ejecuta una mala acción inconscientemente,
puede también considerar que el acto que ha realizado es bueno porque se
adapta a las costumbres del resto de la sociedad donde se desenvuelve.

Así cuando en tiempos remotos se ofrecían sacrificios, asesinando a personas


inocentes para alabanzas divinas, los crímenes eran aplaudidos y
considerados, por la mayoría de los individuos, como algo normal dentro de las
reglas de la tradición y las costumbres del pueblo. Otra cosa era la necesidad
de matar para defenderse de las invasiones de ejércitos, que asesinaban o
quemaban poblados enteros con el propósito de obtener beneficios a
expensas de los demás.

Estudios realizados sobre el tema, concluyen en que, desde la prehistoria, los


humanos se unieron como especie con el fin de sobrevivir y protegerse de las
amenazas de la naturaleza. Los primeros hombres y mujeres cazaban o
recolectaban, unidos en grupos, pero el hecho de compartir estrechaba aún
más los lazos de hermandad y compañerismo que los unía como familia
humana. Todo acto que hicieron, en favor de ellos mismos, era bueno aunque
mataran para sobrevivir. Pero la historia de la vida en el planeta ha sido la
historia de una lucha a muerte entre las diferentes especies por la
supervivencia, donde cada individuo, o ser vivo, actúa según sus reglas o
leyes biológicas, establecidas internamente en su código genético según sea
su especie.

La conducta moral del hombre prehistórico era la de asociarse en estrecha


ayuda mutua, cooperación, compañerismo y hermandad. Sus enemigos no
eran los de su misma especie. Los bienes eran sociales, es decir pertenecían a
todos. Los humanos eran libres y no conocían fronteras. Desconocían la
propiedad privada como tal, aunque no la propiedad individual, pues cada uno
de ellos pudo haber sido dueño de su herramienta favorita para cazar, o del
lugar donde dormía, pero con seguridad se afirma que compartían, con sus
semejantes, los bienes comunes producto del trabajo colectivo. En este tiempo
predominaba una sola moral, regla o costumbre dictada por su código
biológico, que los humanos consideraron eran las acciones correctas.

Los fenómenos naturales como el rayo, relámpagos, lluvias y truenos, llamaron


la atención del hombre. Pues si en la naturaleza los objetos, como las piedras,
permanecen estables hasta que una fuerza exterior los mueva, ¿Quién puede
hacer bulla y mover cosas allá arriba, además de prender y apagar las luces
todos los días? Los humanos creyeron que seres sobrenaturales, que no
habitaban la tierra, sino mas allá, eran los responsables de tales fenómenos. El
hombre primitivo sintió respeto por ellos y los adoró. Con el nacimiento de los
dioses, surge un conjunto de normas o reglas morales recogidas en un Código
Religioso, que anexado al Código Biológico, rige también el
comportamiento humano. Así que por violación a la moral religiosa, se
apedreaban a las mujeres, se quemaba a la gente en una hoguera, o
simplemente se les crucificaba.

En el siguiente paso de la evolución humana, se impuso la voluntad del más


fuerte y surgió un nuevo sistema que esclavizó al hombre, que lo maltrató y lo
llenó de rabia. Se conoce como el Sistema Esclavista, donde el hombre llegó
a odiar, a muerte, al mismo hombre o al compañero de su misma especie. La
esclavitud contradecía el código religioso, pero la clase dominante de
esclavistas la impuso como moral o reglas a seguir. Dentro de la moral romana,
por ejemplo, ver a los cristianos devorados por fieras era bueno, y recibían ese
castigo, por no aceptar a los dioses, que les imponía Roma, o por actuar
contrarios a las reglas imperiales.

El odio que los humanos sintieron, por sus opresores, se reflejó en el resto de
la sociedad originando la lucha de clases y la confusión, de cada individuo
dentro de ella, convirtió al humano en un ser individualista y en enemigo
de sus semejantes. Así que la Moral de asesinar, robar, violar, maltratar o
castigar al hombre, impuesta por los esclavistas, se convirtió en moral
dominante a seguir y se hizo costumbre, en las generaciones posteriores,
desconociendo éstas su origen.

Diferentes pueblos, que tuvieron distintas maneras de interpretar la concepción


del mundo, o que tuvieron diferentes formas de producir lo que la sociedad
necesitaba para su sustento, aunado además a determinadas condiciones
donde los poblados se desarrollaban, hombres y mujeres, por la fuerza, se
amoldaron a la moral de la clase dominante y perdieron la calidad de humano.
Así que lo que un pueblo creía que eran buenos actos, para otros con
cultura diferente, eran actos horrorosos.

La Moral se convirtió así en un conjunto de normas, o reglas impuestas


por la clase social dominante, transmitidas como costumbre, de
generación en generación, entre la misma clase social dominada. Pero la
Moral ha cambiado según los modos de producción de la sociedad. La clase
social que ha dominado sobre los medios de producción, como fuente de vida
para el sustento social, ha impuesto su moral y ha logrado que la clase
dominada, con su carga de necesidades, piense y actúe según los deseos de
la clase social que los domina.

Así, a través de las siguientes relaciones de producción o sistemas sociales,


las costumbres morales han atravesado la historia perdurando en el tiempo. Es
por eso que la filosofía de la moral dominante, en la sociedad actual, basada en
las relaciones de explotación de millones de seres humanos, para beneficio de
un puñado de capitalistas, tiene mucho en común o ha cambiado muy poco,
con relación a los anteriores sistemas de similar forma de producción y
explotación humana.

Es por eso que la moral es clasista, tal como la definieron los creadores del
Socialismo Científico, porque se relaciona con la forma de producción de la
sociedad. La moral propagada, en estas condiciones, no es la mas justa, ni es
la mas correcta, sino que sirve para resguardar, proteger y garantizar, en el
poder, a la clase social dominante. De allí que los sistemas de explotación, al
apropiarse de la fuerza del trabajo social, establecen las normas de los actos
humanos, que aunque sean realizados por los mismos individuos, no son
propios del individuo mismo sino que le son impuestos, desde afuera, por la
clase que los domina y explota.

Un ejemplo de ello es que, desde tiempos remotos hasta hoy, la misma mujer
se ha creído que su papel fundamental, dentro de la sociedad, es netamente
reproductora de la especie humana, o que es simplemente un objeto de placer
propiedad de los hombres.

Los estamentos legales, que se han hecho en el transcurso de la historia,


fueron hechos por los hombres para beneficio del hombre, como género con
moral dominante, apartando a la mujer a un segundo plano. Ninguna ley
protegió a la mujer sino que cercenó sus derechos y la condenó a permanecer
en un estado, de desigualdad e injusticia, al margen de la sociedad.

Eso mismo ha sucedido, a través de los tiempos, con los esclavos, los
campesinos, los obreros, y mas recientemente con los jóvenes, que obedecen
leyes, reglas y normas morales dictadas por la clase social, que ha controlado
los medios de producción y ha dominado a la sociedad, a través de medios de
comunicación, para beneficio de una sola clase social.

Así que en el transcurso de la historia, quienes han controlado el poder, en los


diferentes sistemas sociales, se han aprovechado de la ignorancia, de los
pueblos dominados, y los han explotado imponiendo la moral dominante. Con
este fin ha predominado la moral religiosa, como moral que ha dominado en los
anteriores Sistemas Sociales (Esclavismo, Feudalismo, Capitalismo); impuesta
para defender los sagrados intereses de quienes se han apropiado, y se siguen
apropiando, de los bienes sociales y del trabajo de todos, logrando transformar,
a los seres humanos, en una sociedad de esclavos psicológicos desadaptados,
de las buenas acciones humanas, y adaptados a la sumisión de una moral
contraria, llena de malas acciones, y de ejemplos que contradicen lo que
predican, pero que beneficia al pequeño grupo social que controla el poder.

Muchos enredos se han tejido sobre este tema, y los explotadores lo han
presentado, mas confuso aún, al imprimirle un origen religioso. Descifrar la
moral de los diferentes pueblos, a través de la historia, solo es posible con la
ciencia que estudia la Moral conocida como Ética, y los estudia como actos,
buenos o malos, del comportamiento humano según la costumbre, transmitidos
en el tiempo, de generación en generación a través de los diferentes sistemas
sociales.

Contraria a la moral, como conducta impuesta desde afuera que hace que el
individuo actúe de manera inconsciente, la Ética se considera como el
conjunto de valores internos que adquiere el ser humano cuando se eleva
estudiando y analizando, los diferentes tipos de moral y reflexionando
sobre ellas, tomando para sí, de manera consciente, las normas a seguir,
ya esclarecidas por la ciencia, bajo la óptica de la lógica y la razón. Las
sociedades han colapsado porque no son los valores éticos los que prevalecen.
Desde este punto de vista, la Ética es un conocimiento que se preocupa por
construir ciudadanos de ambos géneros. Su objetivo final, es lograr la mayor
suma de felicidad para la especie humana.

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