David Darío Espinosa Peña PUBLICIDAD

Análisis del Espacio en el Anuncio Publicitario

En un medio gráfico como diario, revista, el medio elegido es importante y el
equilibrio y la estética también es importante, pero alcanzar el objetivo de transmitir
eficazmente el mensaje publicitario es fundamental.

El anuncio debe tener una identidad con el producto y una estructura

identificable para cuando se repite.

Debemos recordar que las leyes de Brandt y de Strach nos dicen en resumidas
cuentas que: La mitad superior del cartel es idónea para colocar lo que debe atraer la
atención y lo que debe recordarse, el cuadrante superior derecho es idóneo para captar la
atención, y el cuadrante superior izquierdo es el mensaje que deberá grabarse en la
mente del consumidor.

Me gustaría hablar un poco de ese mensaje de cómo surgió la relación que hay
entre el consumidor y el mensaje, conllevado en la imagen y el texto, o en otras palabras
el surgimiento de la idiomatización en la imagen.

Se dice que este comienza con fines nemotécnicos, esto es, como “Ayuda de la
memoria”. Los encontramos en los mensajes de las tribus norteamericanas como los
cheyennes y los navajos, que utilizan figuras para registrar hechos o narrar un
acontecimiento. Ya que por naturaleza y origen es una técnica manual de fines
lingüísticos. El dibujo pronto se ve comprometido a desarrollar un sistema efectivo de
escritura. Al fin y al cabo, escribir implica dibujar letras. Con estas intenciones, empezó
el uso sistémico de las imágenes: primero como pictogramas que pronto devinieron en
ideogramas y terminaron fungiendo de signos. A su vez, éstos se diferenciaban entre sí y
se tuvieron los simbólicos, los silábicos y los fonéticos o letras. Inicialmente, el ser
humano tuvo que ver con estos sistemas complicados por su gran número de
componentes y las dificultades de su lectura. Así fue como surgió la división de trabajo
entre los productores de los textos y los interpretes de los mismos.

El ser humano sigue viviendo entre las informaciones aníconas, que son aquellas
que requieren un aprendizaje de su decodificación, y las icónicas, que son reconocidas
por cualquier persona, y entre estas últimas prefiere la pluralidad icónica: lo fotográfico
como ramificación de la pintura naturalista; lo pictórico buscado hoy por pocos
aficionados; y lo gráfico del dibujo o, lo que es lo mismo, la figura esquemática.
Fotografía, pintura y dibujo se contraponen entre sí en lo icónico y se complementan
mutuamente en lo socio-cultural. Por añadidura, la escritura se traduce en imágenes y
éstas en textos.