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I. Introducción.-
1
H.L.A. Hart. The Concept of Law. (Oxford: Oxford University Press, 1994).
2
Dario Melossi. El Estado del Control Social. (Madrid: Siglo XXI editores, 1994).
2
ejemplo, lo concibe como un instrumento que está en poder del Estado con el fin de
beneficiar a una clase social en perjuicio de otra. De este modo, en la formulación
clásica, el derecho es ideología, esto es, un elemento con el cual se ejerce
dominación de una clase sobre otra. Otros autores han concebido al derecho como
un instrumento de una particular forma de producción, esto es, el derecho aparece
así como un instrumento del capital para su reproducción.3 Alan Stone lo ha
presentado de la siguiente manera: “ el derecho capitalista (ejemplificado en la ley
de contratos) refuerza una ideología que abraza el individualismo, la autonomía
privada y el interés egoista pero que, al mismo tiempo, afirma la mutua obligación
y obediencia a la autoridad externa”.4 Como se verá más adelante, la concepción
marxista del derecho, al menos en alguna de sus vertientes, conduce a su
eliminación una vez se supere el estado capitalista de la sociedad actual, lo que ha
llevado a algun autor a sostener que en el marxismo no existe una teoría del
derecho sino una teoría contra el derecho.5 Sin embargo, a partir de un análisis del
carácter productivo de la ley, otros autores, como E.P.Thompson y Alan Hunt,
encuentran que el derecho no sólo es dominación sino también constitución de
identidades.
Lo que caracteriza a estas diferentes concepciones del derecho es su
concepción instrumental y la ubicación del poder soberano. En las teorías liberales
del derecho así como en las marxistas, el poder de producción normativo se
encuentra en el Estado, ya sea legislador o jueces, en tanto que en la sociedad civil
se ubica el espacio de la libertad. De este manera se entiende en estas tradiciones
que existe una contradicción entre derecho y libertad. Así, la libertad es controlada
3
Michael Tigar. Law and the rise of Capitalism. 2a ed. (New York: Monthly Review Press, 1999).
4
Alan Stone. “The Place of Law in the Marxian Structure-Superstructure archetype”. 19 Law and
Society Review, No. 1 (1985). 39-67.
5
Boaventura de Sousa. “Popular Justice, Dual Power, and Socialist Strategy”. En Bob Fine et al.
eds. Capitalism and the Rule of Law. (London: Hutchinson, 1979).
3
a través del derecho, pero es inconcebible que los sujetos se constituyan y sean
controlados a través del uso de su libertad.
En Michel Foucault encontramos una concepción diferente del derecho.
Basados en Vigilar y Castigar, podríamos decir que en Foucault se encuentra una
concepción del derecho como práctica de disciplinamiento de los sujetos. Sin
embargo, una interpretación tal mostraría a Foucault muy cercano al discurso
marxista tradicional, en el cual el derecho es un instrumento de dominación de una
clase sobre la otra. Pero en otras obras, como Historia de la Sexualidad y el texto
sobre la mentalidad de gobierno,φ se dá una diferente concepción del derecho. Esto
es, para Foucault el poder deja de ser simplemente negativo y en su lugar el pasa a
una concepción del poder como positivo, esto es, como constitutivo de
identidades.6 Para algunos autores, en Foucault, como en algunos Marxistas, se dá
un rechazo de la ley para dar paso a las disciplinas, pero para otros la ley se
enmarca en una mentalidad de gobierno por la cual el poder controla poblaciones
a través del uso de su libertad. 7 En este texto se analizarán las concepciones que
Foucault tiene del derecho en estas dos obras y se dará cuenta de la polémica
existente acerca de este punto.
Alan Hunt y Gary Wickman, por ejemplo, consideran que en Foucault se
pasa de una concepción puramente disciplinar del derecho, en donde los sujetos
eran sometidos a practicas disciplinares desde las instituciones para ser
En este punto conviene aclarar que traduzco governmentality como mentalidad de gobierno y no
como gobernabilidad o actividades de gobierno por razones que se derivan de la concepción de
Foucault sore el tipo de control que se ejerce en la época moderna.
6
Mark Brewer. “Foucault, Power, and Institutions”. Political Studies (1999), XLVII, 345-359.
7
En una conferencia dictada en el año 2001, Peter Fitzpatrick mostró como en Foucault se dá un
análisis del poder soberano en término similares a aquellos de Carl Schmitt. Es decir, el poder
soberano produce el derecho desde el afuera del derecho, señalando precisamente que no hay un
afuera del derecho. Para Fitzpatrick el biopoder involucrado en la mentalidad de gobierno tiene
preeminencia sobre la soberanía y la ley. Ver Peter Fitzpatrick. Bare sovereignty: Homo Sacer and the
Insistence of Law. Conferencia dictada en Amherst College, Diciembre 2001. Ver también Giorgio
Agamben. Homo Sacer. Il potere sovrano e la nuda vita. ( Torino: Einaudi, 1995).
4
11
Lo correcto sería decir gubernamentalizado, pero una expresión tal conduciría a confusión,
dejando de lado que governmentality es una mentalidad de gobierno.
12
Por ejemplo el caso de Hawaii que Sally Merry explica en su libro Colonzing Hawaii y en Sally
Engle Merry. “Rights, religion and community: Approaches to Violence against women in the
context of globalization”. Law and Society Review Vol. 35 No. 1 (2001).
6
libertad son objeto de la norma, en tanto los anormales serían objeto de tecnologías
del yo que los someterían a disciplinamiento.
La norma instituye así un juicio impersonal y si se quiere democratico sobre
los sujetos. Ya no es un soberano alejado de los sujetos el que se encarga de
determinar qué es lo prohibido y qué lo permitido. Ahora de lo que se trata es del
control y del gobierno de sujetos que son libres e iguales y por tanto que gozan con
la capacidad de gobernar y gobernarse. Esto significa que la ley deja de ser la ley
del Estado y pasa a convertirse en una ley social, o sea, en una ley producida por y
para la sociedad. Para Valverde y Rose esto no significa que el derecho haya
cedido su lugar a lo normativo, pues esto significaría aceptar que existe algo
llamado LA ley o EL derecho. Por el contrario, el derecho es producto de una serie
de prácticas destinadas a producir el discurso legal. El derecho no es solo lo que la
ley dice que es, sino también lo que los jueces y los abogados y los sujetos en sus
prácticas cotidianas dicen que el derecho es.13 Analizar el complejo legal implica
entonces estudiar el papel jugado por los mecanismos legales, las arenas legales,
los funcionarios, las formas de razonamiento legal en las estrategias de regulación.
El análisis no es entonces acerca de la ley como tal, sino acerca de la forma en que
un problema se convierte en un problema legal y como esta conversión es solo
parte de una estrategia de gobierno y de regulación de los sujetos. En Foucault,
entonces se rompe la tradicional división entre Estado y Sociedad Civil propia de
los análisis modernos sobre el Estado, para dar paso a una interrelación entre
sociedad y Estado, al menos en cuanto al control de aquellos que se desvían de la
norma. Desde este punto de vista el derecho –en tanto forma de control producida
por el Estado- es una forma de intervención del Estado en los espacios de libertad
que sólo existen en la sociedad civil, pero a la vez son las practicas las que
13
Austin Sarat. “…the law is All Over”: Power, Resistance and the Legal Consciousness of the
Welfare Poor”. En Yale Journal of Law and the Humanitie 2 (2): 343-379.
7
14
Barbara Hudson. “Punishment and Governance” Social and Legal Studies No. 7 Vol. 4. P. 554-
559
8
toda forma de poder que intenta prevenir ciertas acciones a través de la amenaza
de sanciones legales o sociales. Tadross distingue entre la acción individual de la
ley y lo que hace la mentalidad de gobierno que dirige sus acciones hacia los
individuos.
Para Hudson, la diferencia entre la disciplina y la mentalidad de gobierno se
da en el hecho de que el regimen disciplinario intenta alterar el comportamiento
individual y la motivación, en tanto el regimen actuarial –normativo- altera las
estructuras físicas y sociales en las que los individuos se mueven. El movimiento
desde la normalización (cerrando la brecha entre distribución y norma) y la
acomodación (respondiendo a las variaciones en la distribución) incrementa la
eficiencia del poder porque cambiar a la gente es dificil y caro. Hoy en día, por
tanto, la tendencia es hacia un gobierno desde la distancia. La contracción del
Estado refleja así la desaparición de lo social.15 A diferencia de Hunt y Wickman,
Victor Tadross considera que en Foucault no se da una identificación entre lo
jurídico y la ley. Para este autor lo juridico en Foucault es una representación del
poder antes que una representación de la ley. El derecho y la ley operan en lo que
Foucault llama el bio-poder.
Tadross aclara que Foucault no esta tratando de contestar a la pregunta de
qué es el derecho, como lo creen Boaventura Santos y Hunt, sino que él usa el
término juridico para referirse a relaciones de poder de tipo Austiniano. La ley no
es la única forma en la que el poder jurídico se manifiesta. Si esto es cierto,
entonces las relaciones entre el derecho y otras formas de poder tienen que ser
analizadas. El poder y no la ley simplemente es lo que en Foucault adquiere un
carácter Austiniano de reglas más sanción. El poder jurídico ve al sujeto como
transgresor y lo disciplina para socializarlo, en tanto el poder normativo domina
15
Debe tenerse en cuenta que lo social es producido desde el Estado.
9
toda su vida para constituirlo como sujeto normal. El poder en Foucault es por eso
un biopoder que es productivo, que constituye sujetos. El poder austiniano –
propio de una soberanía jurídica- ha sido reemplazado por un biopoder que posee
dos matrices, una el poder disciplinar y otra las técnicas de gobierno. Mientras la
primera actúa sobre los individuos, la segunda actúa sobre grupos de individuos
que son o pueden ser considerados en riesgo o de riesgo.16
Para Tadross, la ley actúa así como un mecanismo de conexión entre lo
disciplinar y la mentalidad de gobierno. Así, aquéllas pueden intervenir en éstas y
a través de esa conexión enmascara la necesidad de estas formas de poder de
legitimarse a sí mismas. La historia de la ley penal muestra que el modelo
austiniano ha venido siendo complementado con un modelo disciplinar, pues las
técnicas de intervención sobre el sujeto, mostradas por Foucault en Vigilar y
Castigar, dependen de una transgresión del sujeto que lo haga susceptible de un
ejercicio de autoridad. Pero la disciplina no tiene sólo el fin de castigo, más bien
este es reemplazado en sus funciones tradicionales y pasa a cumplir una función
de transformación –disciplinamiento- de la vida del individuo y de su propio
grupo.
De acuerdo con Tadross, en Historia de la Sexualidad, Foucault parece
identificar la ley con lo jurídico, pero lo que se da más bien es una referencia al
código y a la red de relaciones de poder. En Foucault se da la ley, la red de
relaciones de poder y el código por el que el poder se presenta. Lo que Foucault
llama juridico es ese complejo de poder entre la ley y las diversas relaciones de
poder existentes. En la época moderna esa relación varía y toma una forma más
disciplinar y de gobierno, sin que por ello la ley desaparezca. Para Tadross la
mejor expresión de lo jurídico, tal y como lo entiende Foucault, se da en la obra de
16
Victor Tadross. Between Governance and Discipline. The Law and Michel Foucault. Oxford
Journal of Legal Studies. 18:1 Spring 1998.
10
John Stuart Mill. Para lo juridico, la serie de los actos señala el campo en el que el
poder se ejercita. Actuar contra el poder jurídico no significa otra cosa que cruzar
el límite establecido por ese poder. No hay resistencia sino transgresión. Para
Foucault, al contrario que para Mill, no hay espacios libres en los que ocurran
acciones espontaneas y naturales. El espacio libre de poder esta sobredeterminado
por el poder disciplinar, el cual eventualmente coloniza los tradicionales lugares
del poder jurídico.
Los Estados ganaron aceptación porque se presentaron como agencias de
regulación, arbitraje y demarcación como un modo de introducir orden en medio
de los poderes existentes con anterioridad. La forma en que el poder fue
codificado en el Estado llevó a lo que Deleuze y Guatari llaman un “ensamblaje de
captura”, cuyo mecanismo más importante es la ley. La ley se impuso no por la
amenaza de violencia sino por su poder unificador de otros poderes previamente
existentes.
La representación simbólica de la ley fue el monopolio de la violencia
ejercida por el soberano cuando una trangresión se hubiese presentado. Esta
manifestación simbólica de la ley se dio a través de dos modos de producción de
verdad y que ayudaba a legitimar la forma en que actualmente opera la ley. El
primer modo fue el de la investigación y la confesión por medio de la cual el
investigado aporta el mismo la verdad de sí mismo al proceso. La segunda parte
era el castigo espectacular, con el cual no sólo se obtenía la confesión sino que
además se ratificaba el poder del soberano. De este modo la ley comenzó a ser
identificada con el poder jurídico y así ésta fue vista como el derecho del soberano
al ejercicio de la fuerza antes que un mecanismo de dirección política.
Con el fin de entender el desarrollo del derecho moderno, Tadross presenta
las diferencias entre la forma jurídica de poder y la forma disciplinar:
11
17
Por dispositif Foucault entiende el sistema de relaciones que pueden ser establecidas entre un
ensamblaje heterogéneo de discursos y de relaciones de poder.
12
18
Michael E. Tigar y Madeleine Levy. Law and the Rise of Capitalism. (New York: Monthly
Review, 2001). 2a ed.
14
23
High Collins. Marxism and Law. (Oxford: Clarendon Press, 1982).
24
Pashukanis. Supra n. 20, p. 9.
25
Pashukanis. Supra n. 20, p. 11.
16
26
Ronnie Warrington. “Pashukanis and the Commodity Form Theory”. En David Sugarman (ed).
Legality, Ideology and the State. (London: Academic Press, 1983). P. 43-67.
27
Sobre la relevancia del Estado con respecto a la Economía ver Karl Polanyi. The Great
Transformation.
28
Warrington. Supra n. 23. P. 53.
17
teoría la ley no es otra cosa que la respuesta refleja –a la Pavlov- de las fuerzas
económicas. A pesar de que este tipo de análisis desmitificó a la ley como una
forma ideológica en las sociedades capitalistas, también ha creado dificultades en
la comprensión de la ley por parte de la teoría marxista. La ley como objeto de
análisis desaparece, y así el marxismo no ofrece una teoría del derecho sino más
bien una teoría contra el derecho.29
De este modo, el marxismo estaba en medio de una discusión que hacía de
la ley un mero instrumento de dominación (Renner) o la otra cara del intercambio
de la mercancía en el capitalismo (Pashukanis). De cualquier manera, la
especificidad del derecho en la sociedad moderna y su carácter productivo era
irremediablemente perdido. Debido a esto, no existe forma de saber desde un
punto de vista marxista el preciso significado funcional del derecho.30
La revisión de la teoría marxista del derecho y del Estado se centró
alrededor de dos teorías: una estructuralista, basada en la obra de Louis Althuser,
y otra culturalista, basada en la obra de E.P. Thompson. Estas dos perspectivas
han tratado de responder al modelo economicista presente en Renner y
Pashukanis, respondiendo a la vez a la pregunta por la relación existente ente las
estructuras externas y la ley.31
Uno de los más importantes aportes de las teorías estructuralistas es el
reconocimiento de la autonomía del derecho. La ley es concebida de este modo
como dependiente/independiente de la economía en un cierto sentido. Desde esta
perspectiva se entiende que el derecho y la ley no son sólo mecanismos de
represión y de dominación, pues en la ley se encuentran verdaderos derechos que
los movimientos sociales usan en su favor con el fin de avanzar sus agendas. El
29
Spitzer. Supra n. 21.
30
Spitzer. Supra n. 21. P. 107.
31
Esta discusión recuerda la reciente –desde los años 1980s- reintroducción de las instituciones en
las teorias del nuevo institucionalismo. Ver Koblen y Sckopol.
18
32
Nikos Poulantzas. Estado, poder y Socialismo. (Mexico: Siglo XXI Editores: 1980).
33
Ver Maureen Cain. “Gramsci, the State and the Place of Law”. En David Sugarman (ed). Supra
n. 24 P. 95-117.
34
Negri. Supra n. 19. Giovanni Arrighi. The three hegemonies of modern capitalism.
35
Karl Klare. “Law-making as praxis”. Telos 40. 123-135. (1979).
19
discusión marxista acerca del derecho: cómo puede la ley inhibir y promover la
transformación de la sociedad?36
Desde el punto de vista de una reconceptualización del papel de la ley bajo
el capitalismo, debe decirse con Paul Beirne que el derecho moderno es la creación
del Estado y a la vez el Estado es creación del derecho. Así no se puede decir que
los derechos están en contra del Estado necesariamente, sino que en ocasiones lo
están y en otras se desarrollan a través de éste. Una de las consecuencias mas
importantes de esta concepción es que los derechos no son vistos como una
concesión del Estado a los sujetos, pero a la vez, se reconoce que ellos pueden ser
protegidos también a través del uso del Estado, o como lo ha dicho Tigar, a través
del ejercicio de una jurisprudencia de insurgencia.
La ley es así también práctica y consciencia. El derecho se concibe de este
modo como parte del poder hegemónico del Estado. Al no ser más un instrumento
en manos de una clase en contra de otra y al no concebirse más al Estado como el
comité ejecutivo de las clases dominantes, el papel del derecho en la sociedad
capitalista moderna se entiende de una mejor manera. El derecho y la ley son
hegemónicos no solo frente al proletariado sino también frente a las clases
dominantes. Dicho de otra manera, en la producción de los sujetos se producen los
sujetos dominantes y a los sujetos dominados.
Esta nueva concepción del marxismo, producto de la discusión acerca de los
límites de las teorías existentes y no como resultado de un cierto progreso en el
conocimiento de la sociedad, ha llevado a que se analice con mayor precision el
carácter hegemónico del derecho o, como ha sido llamado desde Gramsci,
dominación por consentimiento.37 Al contrario de la visión tradicional, esta
36
Spitzer. Supra. n 21. P. 110.
37
Colin Sumner. Reading Ideologies: an investigation into the Marxist Theory of Ideology and Law.
(London: Academic Press, 1979).
20
38
Sumner. Supra n, 35. P. 265.
21