En un principio la educación estaba reservada solo para unos cuantos,
y éstos como es de pensarse eran aquellos que tenían mejores condiciones económicas. La población educativa pertenecía a un nivel socioeconómico similar, lo que la convertía en una población homogénea. Con el paso del tiempo la educación formal se hizo accesible para todos los estratos sociales y con esto, la población educativa se convirtió en heterogénea.
Ahora bien, la evaluación siempre ha sido un proceso imprescindible
de nuestro quehacer como docentes y debe realizarse en función del grupo; también otro aspecto a considerar en la evaluación es el contexto sociocultural. Existen pruebas para efectuar la evaluación. Algunas por ejemplo, son las de selección de alumnos las cuales están destinadas a evaluar habilidades intelectuales y no contenidos (conocimientos) como comúnmente se cree; están conformadas por preguntas de un nivel de dificultad medio, porque en el caso de las preguntas fáciles y difíciles al responderse o no por una totalidad, son de nula utilidad. Su objetivo principal es ver en los candidatos a un lugar en determinada institución escolar sus alcances en el futuro. Sin embargo, si nuestro propósito es conocer si se cumplieron los objetivos curriculares debemos recurrir a la aplicación de pruebas de aprovechamiento, a diferencia de las de selección, éstas evalúan los contenidos, es decir los conocimientos (qué tanto aprendió el alumno); su estructura está conformada por preguntas fáciles, difíciles y de dificultad media porque aquí no nos interesa saber las capacidades sino el aprovechamiento escolar, es una retrospectiva a lo que se ha logrado. En conclusión, podemos decir que las pruebas para la evaluación tienen sentido en función del propósito que persiguen, sin antes olvidar que la validez y confiabilidad son dos cualidades que debe tener cualquier prueba, para obtener resultados apegados a una realidad más próxima. El EXANI-I, II Y III son pruebas de evaluación para la selección de alumnos, también existen algunas destinadas no solo a la evaluación de alumnos sino también a la evaluación del sistema educativo. Cabe resaltar que la prueba pierde validez y confiabilidad cuando ésta no está ajustada al contexto sociocultural donde se aplica, pues factores como la economía, cultura, lengua, etc. convierten a una población en diferente a las demás, las condiciones no son las mismas.
A nivel mundial, la prueba de evaluación más común es la de PISA, la
cual evalúa la formación académica del alumno y de este modo evalúa la funcionalidad del modelo educativo en cada país. Lo más criticable a esta prueba es que no se ajusta al contexto sociocultural del país en el que se aplica, pues en el caso de México y de todos los países somos evaluados de acuerdo a parámetros de países desarrollados como Estados Unidos e Inglaterra, en los cuales la inversión económica que se le da a la educación rebasa el 8% del PIB, mientras que en México es de tan solo 3%; además es obvio que no vivimos las mismas condiciones y no contamos con la infraestructura suficiente.
Para finalizar, es necesario crear en México pruebas que evalúen el
desempeño educativo de los alumnos de acuerdo a nuestro contexto, para lograr una objetividad. Para eso es necesario tomar en cuenta no solo el criterio del profesor sino también del alumno, alumnos, padres de familia y sociedad en general.