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INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO

SOCIAL
HOSPITAL GENERAL REGIONAL NO. 46
Subdirección de Enseñanza
Internado de Pregrado

Técnicas de Estudio

Norma Alejandra Vázquez Cárdenas


Interno de Pregrado

Guadalajara, Jal. 13 Enero 2002


Justificación
¿Porqué un curso de técnicas de estudio?

El nivel de conocimiento que nuestra competitiva sociedad


nos exige, es cada vez más elevado, esto ejerce una gran
presión sobre el alumno, cada vez más consciente, de que una
buena preparación es vital para su futura vida laboral y
profesional.

Es necesario tener en cuenta que cerca del 50% de la


población estudiantil de occidente fracasa en sus estudios.
Varias son las causas de este preocupante problema, pero
estudios e investigaciones han demostrado que un elevado
porcentaje de alumnos tienen problemas de aprendizaje por
carecer de hábitos de estudio correctos.

Es por ello, que surge la necesidad de crear un curso de


técnicas de estudio para enseñar al alumno a programar su
tiempo de trabajo, a organizar su material, a leer y a tomar
apuntes correctamente, a resumir y memorizar lo aprendido.

Objetivos
1. Que el lector sepa cómo adquirir el hábito del estudio.
2. Que comprenda la necesidad de dominar las técnicas de
estudio para alcanzar calidad en el trabajo en menos
tiempo.
3. Que adquiera conocimientos acerca de las estrategias de
estudio más actuales.
4. Que pueda poner en práctica estos conocimientos.
5. Que cada vez que se siente a estudiar siga un método
adecuado y logre el máximo rendimiento, que con mayor
probabilidad le asegurará el ÉXITO.
Introducción
A algunos les puede sorprender el hecho de que hay que
aprender a estudiar, pero en realidad eso es lo que hay que
hacer. Probablemente el error se encuentra en la propia
definición de “estudiar”, sinónimo para muchos de memorizar
sin comprender. Sin embargo, esto no es estudiar. Estudiar es
un trabajo profesional por un lado y por otro es un arte. Un arte
entendido como el dominio de una serie de destrezas,
habilidades y técnicas, que se aprenden con el ejercicio y que
permiten la consecución del objetivo propuesto, en este caso el
estudio. Es el proceso que realiza el estudiante para aprender
cosas nuevas.

Hasta aquí parece sencillo pero lo más complicado debería


ser aprender a estudiar de manera eficaz, esto significa con el
mínimo esfuerzo y el máximo resultado.

Desde el punto de vista del desarrollo cultural y humano, el


fin esencial del estudio, es la formación integral de la persona,
capacitándola para llevar una vida con plenitud, tanto a nivel
individual como colectivo, una existencia activa, consciente.

Lo importante no es la cantidad de estudio, sino la calidad


del mismo. Saber estudiar, significa saber cómo hay que pensar,
observar, concentrarse, organizar y analizar, en suma ser
mentalmente eficiente.

A simple vista parece ser una ligereza incorporar un tema


llamado Técnicas de Aprendizaje, pero no lo es, pues todos
debemos aprender a estudiar. Aún más ahora, que cada vez los
conocimientos sobre los misterios del aprendizaje se van
incrementando y la ciencia nos proporciona mejores
herramientas para aprender más, utilizando menor tiempo y
recordándolo con mayor rapidez y por mucho tiempo.

En tus manos está finalmente, el éxito. El éxito que


obtengas en estas líneas, en tu carrera, en tu vida, dependerá de
lo que hagas con el conocimiento que recibirás. Aquel que se
motive a llevar este curso, hablará muy bien de él, pues se trata
de una persona inteligente que se preocupa por aprender y en
este caso: Aprender a estudiar.

Será una herramienta para el estudio.


Las técnicas de estudio son una vía a través de la cual el
estudiante desarrolla unas mejores capacidades para aprender,
lo cual implicaría un aumento en el rendimiento escolar.

Ayudan al alumno a aprender a estudiar, en definitiva, son


estrategias que enseñan al estudiante a aprender. Mediante
estas técnicas el estudiante aprende un método que, a través de
su práctica, le permitirá obtener un máximo provecho de su
estudio.

¿Qué se pretende? Que el alumno aprenda a estudiar.


¿Cómo? Enseñándole qué pasos debe seguir para extraer la
información necesaria de un texto. Enseñándole cómo planificar
una sesión de estudio. Enseñándole cómo afrontar un examen.

Cosas necesarias para estudiar


Sólo son tres las cosas necesarias para estudiar:

• Poder Estudiar
• Querer Estudiar
• Saber Estudiar

Poder se refiere a poseer las capacidades mínimas de


inteligencia y de aptitudes. Querer, significa, tener motivación
suficiente para el esfuerzo que supone el estudio. Y Saber, se
refiere a dominar las técnicas de estudio y los hábitos necesarios
para hacer más eficaz el trabajo de estudio.

Por tanto, la actividad del estudio se integra en dos


aspectos básicos: hábitos y métodos de estudio. Es necesario
tener en cuenta que el estudio es una destreza técnica y no hay
destreza si no hay entrenamiento que le dé soporte.
Hábitos de Estudio
Si nos hacemos la pregunta de cuándo estudiamos,
probablemente la mayoría contestará: “un día antes del
examen”, otros dirán “en la semana de exámenes”, pocos dirán
“con frecuencia”. Así también contestarán: “cuando me van a
preguntar”. Todo ello refleja la falta de hábitos de estudio.
Otra pregunta que debemos hacernos es: ¿Dónde estudio?,
unos contestarán: “En la recámara”, otros dirán que en la sala,
biblioteca, etc. El lugar es muy importante para estudiar.

El estudio debe ser un hábito. Hábito significa una


conducta que se repite. Por lo tanto el estudio debe ser diario.
Es necesario estudiar todos los días, un nato, pero todos los días.

Dónde y Cuándo Estudiar

En una habitación que dispongas para ello, sin malos


olores, bien aireada y ventilada, ni con mucho calor ni con frío,
sin molestias de ruidos, ni otro tipo de distracciones (televisión,
cuarto de juegos de los hermanos, radio, etc.). De ser un lugar
austero de estímulos sensoriales. No en la cama, pues si no
lucharemos no tanto para entender el tema sino para no
quedarse dormido. El estudiar en la cama provoca una actitud
pasiva, provoca sopor.

Ten una mesa de trabajo amplia, en la que puedas tener


encima todo el material que vas a necesitar, sin otros objetos de
distracción como revistas, juegos, adornos móviles, etc.

La luz que sea preferiblemente natural y si no es así que


sea blanca o azul y que proceda del lado contrario a la mano con
la que escribes (a un zurdo la luz tendrá que provenirle de la
derecha).

Tanto la mesa como la silla deberán estar en consonancia


con tu altura, ser cómodas pero no en exceso. La silla tiene que
tener respaldo y ser dura. La excesiva comodidad te llevará a
rendir menos e incluso a dejar de estudiar, pero con la
incomodidad ocurrirá lo mismo.
Debes cuidar mucho la postura. Con el tronco estirado y la
espalda apoyada en el respaldo de la silla. A una distancia
alrededor de 30 cm. del libro o apunte y si es posible que estén
inclinados, esto hace que la vista y los ojos no se cansen tan
pronto.

Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a


estudiar, no titubees e intenta mentalizarte de que ese es el
trabajo que tienes que hacer y es mejor hacerlo con alegría y
distensión que enfadados y sin ganas.

Es muy importante que antes de ponerte a estudiar hagas


una reflexión sobre todo lo que vas a necesitar y lo coloques o
en la mesa o al alcance de la mano (diccionarios, libros de
consulta, bolígrafos, reglas, enciclopedias, etc).

También es muy importante que sepas que es lo que vas a


hacer cada día y tenerlo todo planificado (pero con flexibilidad).
Por eso es muy conveniente que hagas un horario de estudio
diario pero que tiene que ser realista, teniendo en cuenta tus
capacidades, realizable y factible y también flexible y preparado
para los imprevistos, donde no solo esté reflejado el tiempo de
estudio sino también el tiempo de ocio y descanso. Recuerda
que cada 50 minutos debes descansar 10 minutos. (No
prolongues ni un minuto los periodos de descanso que te fijes).

Establecer un horario nos ayuda a crear un hábito de


estudio diario y evita que perdamos tiempo innecesario. Es
importante que lo organicemos bien en función de una serie de
cuestiones porque si no fuera así acabaría no funcionándonos.
Hay que aceptar que el primer horario que confeccionemos no
siempre será el que finalmente utilicemos porque es su uso, el
que decidirá su funcionalidad. También en función de nuevas
asignaturas lo podremos reorganizar.

A la hora de hacer tu horario piensa cual es el mejor


momento para estudiar, según tus condiciones, y siempre
empieza por las asignaturas más fáciles para pasar
posteriormente a las más difíciles y terminar con otras también
fáciles.
Las horas de ocio también son importantes, no te olvides
de ellas. Nunca debes dormir menos de 6 horas, es fundamental
para luego rendir bien.

Pensamiento analítico
El pensamiento analítico le dará soporte al sentido de
comprensión. Debemos sentarnos a estudiar analizando, y
analizar significa descomponer un todo en partes.

El pensamiento analítico es un proceso en que se registran


tres aspectos esenciales:

1. Leer para separar las ideas que integran un tema.

2. Jerarquizar ideas: Significa otorgar a cada idea un valor


determinado. Qué es lo más importante, un ejemplo o la
introducción. Si la idea que localizamos tiene valor, la
escribiremos y haremos la sinopsis.

3. Sinopsis, o cuadro sinóptico: es la forma material de


reproducir el pensamiento analítico.

Por lo tanto:
• Leer
Saldrá un Cuadro
• Separar ideas sinóptico
• Valorarlas Gráfico

El cuadro sinóptico es un diagrama de ideas, se elabora de


izquierda a derecha, lo más importante se escribe a la izquierda,
y de ahí hacia la derecha. No es una figura geométrica. Se
utilizan flechas entre cada categoría. Se compone de cinco
categorías de ideas diferentes:

• Idea General: Es la idea esencial, es única.


• Ideas principales: Son las ideas que desarrollan la idea
general, explican de manera directa la idea general. Peden
ser los subtítulos.
• Ideas complementarias: Es la explicación de la idea
principal, la complementan.
• Detalles: No influyen en la comprensión profunda, puede
ser un acontecimiento, nombres, etc.
• Subdetalles: Como fechas importantes, cantidades,
ejemplos, etc.

A continuación veremos un esquema de un cuadro


sinóptico.
Idea Principal Ideas Detalles Subdetalles
complementarias
Idea General

Síntesis
Significa reducir un concepto a su expresión mínima. Para
ello es necesario seleccionar una palabra que represente un
concepto. A esta palabra se le llamará palabra clave. A
diferencia con el cuadro sinóptico en la síntesis la expresión
material de ella es el diagrama de palabras clave. Aquí se
utilizarán las flechas, significa que en lugar de tomar ideas
tomadas textualmente del escrito, utilizaremos una palabra, la
más importante que explique todo un concepto. Significa
entonces que en un diagrama de ideas, habrá menos escritura.

A continuación un esquema de un diagrama de palabras


clave.

Palabra
Palabra clave clave

Palabra
clave
Palabra
clave

Al sentarnos a estudiar, siempre habrá que elegir cuál es el


gráfico que me acompañará en el estudio: Cuadro sinóptico o un
Diagrama de palabras clave. Pero siempre será necesario tener
un gráfico que soporte el proceso de comprensión visualizado en
una página.
Etapas de Métodos de Estudio
La palabra método etimológicamente es sinónimo de la
palabra camino. Por lo tanto seguir un método significa, seguir
un camino. Se divide en seis etapas:

1. Prelectura: Es una lectura ágil, breve y en corto


tiempo, no debe de llevar más de 4 ó 5 minutos. Se trata
de que en esta prelectura incorporemos información
previa que tenemos del tema. Se trata de poner énfasis
en los títulos y subtítulos, con el objetivo de ver que
tan largo es el tema y cuánto tiempo nos llevará en
estudiarlo. Es necesario poner énfasis en todos los
componentes gráficos: mapas, fotos, láminas, y en lo
subrayado y destacado por el autor. Aquí en esta
lectura tomaremos decisiones sobre la forma de gráfico
que utilizaremos: cuadro sinóptico o un diagrama de
palabras clave.

2. Lectura Analítica: Es una lectura profunda, se hará


pensando. El tiempo que le dedicaremos será ilimitado.
Iremos leyendo, analizando y realizando el gráfico que
elegimos hacer.

3. Lectura de Revisión: Significa volver a leer el tema


(segunda lectura), con la finalidad de corrección del
gráfico (cuadro sinóptico o diagrama de palabras clave),
se irá checando el tema con el gráfico. Iremos quitando
palabras, o lo completaremos.

4. Repetición activa: En este momento cerraremos el


texto, sólo nos quedaremos con el cuadro o gráfico que
elaboramos. Y en voz alta trataremos de reconstruir el
tema de estudio, con nuestras propias palabras. Aquí
veremos si nos sabemos el tema. Verificaremos lo
estudiado.

5. Memorización: Significa habilidad de memorizar


estrictamente el cuadro sinóptico o diagrama de palabras
claves. Aquí podremos aplicar reglas mnemotécnicas.
Posteriormente trataré más acerca de la memoria.

6. Lectura de repaso: es un repaso, pero ahora sin


consultar el cuadro sinóptico o diagrama. Es necesario
decirlo en voz alta. El primer repaso fija la información si
se realiza en las primeras 8 horas después de haber
estudiado.

Por tanto, cada vez que nos sentemos a estudiar,


deberemos de seguir de hoy en adelante estas seis etapas.

La memoria
Uno de los temas que más interés tiene en las Técnicas de
Estudio, es La Memoria. Es evidente que en todo proceso de
estudio la memoria es uno de los elementos fundamentales. Pero
lo importante es entender la memoria correctamente.

"La memoria funciona como un gran archivador. Ubicar la


información en el lugar correspondiente implica agilizar el
proceso de selección y recuperación del material".

La memoria y el proceso memorístico está formado por


tres fases:

• Registrar
• Retener
• Rememorar

Nuestra memoria es como un gran armario o archivador en


el que es evidente que encontraremos mejor las cosas si las
tenemos ordenadas de una forma lógica.

Registrar: En esta fase adquirimos el contacto con los


elementos que posteriormente memorizaremos. Sería la primera
lectura. Para tener más claros estos conceptos que leemos
usamos el subrayado, los esquemas, los resúmenes o fichas.
Pero es fundamental que lo que leamos y escribamos lo
hagamos de una forma ordenada, lógica y comprendiendo lo que
se lee.

Retener: Cuanta más atención prestemos a lo que


intentemos memorizar, más fácil nos será retenerlo. Esta es una
premisa básica dentro del proceso de la memorización: La
Atención. Por esta razón el interés y la motivación ante lo que
estamos leyendo y pretendemos memorizar es algo básico. Es
fundamental la concentración: aislarnos de ruidos, olores,
gente que pasa por la habitación, de la televisión e incluso en
ciertas ocasiones de la música. No es recomendable estudiar
con música cuya letra conocemos, esto nos distraerá. Para
retener las cosas, releer los textos solo con lo subrayado, releer
la fichas o anotaciones y, por supuesto, releer los temas.

Rememorar: Este es, el proceso más importante y el que


a todos más nos interesa. El recordar aquello que hemos
memorizado. Para ello, la manera de haberlo retenido (ordenado,
con lógica, con notas, subrayados, esqemas) va a ser
fundamental y también el interés que hayamos puesto en ello. A
veces intentamos recordar algo que sabemos claramente que lo
hemos estudiado, pero como no lo hicimos de la manera correcta
y con la lógica necesaria nos es imposible rememorarlo.

Dentro del tema de la memoria, tenemos la memoria a


corto plazo y la memoria a largo plazo. En un principio cuando
empezamos a estudiar, la información pasa a la memoria a corto
plazo, pero lo que tenemos que pretender es "enviarla" a la
memoria a largo plazo, que es la que pervive y la que
necesitamos a la hora de los exámenes o pruebas. Para que la
información pase a la memoria a largo plazo es necesario la
repetición, la concentración, el orden y la lógica y sobre todo el
interés por esos contenidos que queremos memorizar. Lo que si
es evidente es que se recuerda mejor lo que previamente hemos
escrito (no todo al completo) o que previamente hemos
clasificado. Por eso se insiste tanto en lo del subrayado, los
resúmenes, los esquemas y las fichas.

Un tema de 30 páginas de historia se puede resumir en una


ficha señalando en ella solo los apartados o puntos clave del
tema y luego al mirar simplemente esa ficha, si ya lo hemos
estudiado, la mente irá soltando todos los contenidos de esos
apartados ella sola.

Se insiste mucho en la lógica, orden e intención, pero es


que realmente son las piezas claves de la memoria.

Las reglas nemotécnicas o trucos para recordar:

Las reglas nemotécnicas son un conjunto de truquillos, casi


siempre lingüísticos, para facilitar la memorización. Se basan en
que recordamos mejor aquello que nos es conocido o aquello
que nosotros mismos hemos creado. Por ejemplo: La primera
línea de la tabla periódica de los elementos químicos:

Litio-Berilio-Boro-Carbono-Nitrógeno-Oxígeno-Fluor-Neón

Si tenemos que memorizar esta serie, un buen método


sería confeccionar una frase con la primera o primeras letras de
cada uno de estos elementos: "La BBC no funciona". Esta podría
ser una de las posibilidades para acordarnos de estos ocho
elementos. Fijaros que he utilizado la L de Litio (La), la B de
Berilio y Boro, la C de Carbono (BBC) , la N de Nitrógeno y la O
de Oxígeno (no), la F de Fluor y la N de Neón (funciona).

Nueve reflexiones sobre el estudio


1. La imagen es la clave del recuerdo

Las imágenes nos llaman y nos seducen, luego es lógico


que sean mejor recordadas que las palabras, los sonidos o los
olores. El truco, en lo que se refiere al estudio, es traducir los
conceptos abstractos a imágenes. Algunos lo hacen con
facilidad, a otros le cuesta horrores. Pero en todos se puede
incrementar esta facultad natural. Acostúmbrese a usar
esquemas.

2. ¡Atención a la atención!
No estamos atentos. Excepto que un perro nos muestre los
dientes y gruña terroríficamente, no solemos atender con los
cinco sentidos. Y lo peor es que no nos damos cuenta; nuestra
"desatención" nos pasa desapercibida. Todo ello tiene un
remedio, tan sencillo como difícil: prestar atención con todos los
sentidos. "Observar con atención equivale a recordar con
claridad" (Edgard Allan Poe. "Los Crímenes de la calle Morgue)

3. ¡No hay aprendizaje sin actividad!

Cuanto más activo, menos olvido. Se trata de "actividad"


mental, no física. Incrementar la actividad -en situación de
"alumno"- puede ser la cuadratura del círculo. Cuando uno está
como alumno no tiene muchas oportunidades de ser activo; de
ahí que en un clase el que más aprende suele ser el que menos
lo necesita... el maestro. El alumno está en una especie de
jaula. No debe moverse, no debe hablar ¿cómo entonces
incrementar la actividad? La respuesta es única: tomando
notas. Al hacerlo uno se mantiene despierto y sigue el proceso
del pensamiento que expone el profesor.

4. La toma de notas es un test de inteligencia

Cuánto más tonto, más detallados serán los apuntes


tomados en clase. Notas extensas = cabeza hueca. Las "notas"
deben ser breves e incompletas. Se trata de utilizar esas pocas
palabras registradas como estímulos para recordar todo el
pensamiento expuesto. Luego, ya más tranquilos, podemos
completarlos agregando todo lo que la memoria nos
proporciona.

Al principio tomar notas de esta manera es preocupante.


Uno tiene miedo de registrar demasiado poco. Sin embargo la
experiencia repetida va mostrando "cuánto" y "qué" anotar. El
que no se arriesga no aprende. Una persona "inteligente" no es
aquella que "no comete errores", sino alguien que aprende de
sus errores.

5. ¡El repaso es la clave del examen!


Notas breves incitan a repasarlas para completarlas (lo
ideal, dentro de las 24 horas siguientes). Y ésta es otra cualidad
de las notas breves... que no pueden dejarse sin completar.

Sólo el repaso consolida lo comprendido. El repaso


elimina gran parte de las singularidades caprichosas de la
memoria; más debe hacerse con método, sujetarlo a un
calendario. Una vez escuchado un tema el primer repaso debe
ser pronto. Los siguientes se van espaciando conforme a una
progresión casi geométrica. Resumiendo, el primero al finalizar
la clase; luego a las 24 horas, a la semana, al mes, a los seis
meses.

Los expertos aseguran que con estos cinco repasos los


temas quedan "almacenados" de por vida. De todas maneras
aún no se ha conocido el alumno que los haga. En la práctica
podemos reducirlos a las 24 horas, y al mes. El resultado no será
tan completo, pero se mantienen los mínimos requeridos para
cualquier examen universitario.

6. Escribir para pensar mejor

Si alguien quiere aprender... que escriba. Cuando se realiza


la operación tan sencilla como poco practicada de poner por
escrito nuestro pensamiento, algo pasa. Uno se permite decir
muchas tonterías cuando habla; al leerlas "saltan" a la vista. Al
hablar, las frases quedan inconclusas. Al escribir tenemos que
terminar lo dicho. Hay que ajustarse a una disciplina: poner una
palabra detrás de la otra. No se trata de hacer literatura. Escribir
sencillo para pensar con claridad

Escribir es "regar" la planta del pensamiento reflexivo. Una


herramienta esencial, si se desea "aprender" toda la vida.

7. Para sobrevivir en la universidad ¡sea esquemático!

Un consejo que dan algunos estudiosos, y es cierto. Pero no


sólo para la universidad; vale para cualquier actividad donde se
manejen ideas y donde haya que tomar decisiones. En este
contexto "ser esquemático" no significa nada malo. Quiere decir:
"¡Haga muchos esquemas!". No se trata de reducir la
complejidad de la vida, sino de eliminar todas las palabras
sobrantes.

8. Quien se autoexamina, ¡APRUEBA!

Un estudiante eficaz es autosuficiente: no necesita del


examen para enterarse si realmente conoce el tema. De allí que,
intuitivamente o por método, dedica gran parte de su esfuerzo a
elaborar exámenes privados. Un estudiante eficaz se
autoexamina antes de que lo hagan los demás. Por otro lado,
crear un cuestionario es una excelente forma de repasar. Otra
posibilidad es contar lo que sabemos a alguien que nos pida
ayuda. Intentar transmitir lo que se sabe es la mejor manera de
reflexionar sobre ello.

9. Duplicar el tiempo

Todos los habitantes de las ciudades tenemos poco tiempo.


Las actividades se suceden sin interrupción. Y cuando nos queda
algo, la industria del ocio se lo lleva todo. El tiempo es un bien
escaso; más aún que el dinero. El dinero va y viene, el tiempo
sólo se va. Recordemos: a los hábitos solo se los puede cambiar
construyendo nuevos hábitos. Y para ello se necesita tiempo.

El Olvido y el Repaso
Facilitan el olvido:
•Memorizar sin comprender.
•Falta de atención y concentración.
•Falta de repasos o mala distribución de los repasos.
•No conectar lo aprendido con lo que sabemos.
•No utilizar lo aprendido.
•Exceso de nerviosismo que hace que nos bloqueemos.
•Poco interés en lo que aprendemos.

La solución para contrarrestar el olvido consiste en una


buena planificación de repasos. Aprender un tema nuevo lleva
su tiempo, en cambio realizar un repaso cuando tenemos
reciente la información es una actividad breve. Sin embargo, si
no efectuamos los repasos olvidaremos la mayor parte de la
información y tendremos que aprender prácticamente de nuevo.

Aprender a Subrayar
Cada uno tiene un modo distinto de subrayar: hay algunos
que prefieren tener colorear el libro con múltiples colores y otros,
en cambio, optan por destacar una o dos palabras en cada
página de texto. Pero como regla general, se subrayan las ideas
principales y si acaso las secundarias. Los ejemplos no, aunque
los entiendas bien.

El subrayado tiene el objetivo de resaltar las ideas para que


así puedas aprendértelas. Su fin es comprender el texto antes de
esquematizarlo para su posterior memorización.

Pasos para poder subrayar bien

Lee el texto entero, para tener una visión general. Pon una
marca leve por la zona donde no entiendas y resuelve tus dudas
preguntando o con un diccionario o enciclopedia. Aunque esto la
mayoría de las veces lleve tiempo a veces una de esas palabras
puede ser la clave de la comprensión del texto.

Ahora lee por párrafos y busca sus ideas principales o


palabras clave. Respecto a las ideas secundarias, subráyalas en
un color menos llamativo, más apagado. Éstas también son
imprescindibles para llegar a comprender la idea principal.

La mayoría de las veces los estudiantes optan por utilizar el


llamado "bicolor", rojo y azul, con el que se subrayan las ideas
según su relevancia.

Aprender a tomar apuntes


Antes de empezar, los apuntes deben seguir los siguientes
requisitos:

1.-Contener las ideas principales de la explicación:


2.- Se ve el orden lógico de las ideas
3.- Limpieza
4.- Claridad en la letra, subrayados, etc.
5.- Orden
6.- Brevedad

La toma de apuntes es más difícil de lo que parece. Por eso


requiere un entrenamiento concreto y práctica. La concentración
es algo fundamental. Una buena idea para facilitar la toma de
apuntes es que sepamos de que va a tratar el tema que nos van
a exponer. Por eso, si es posible, sería conveniente echarle un
vistazo al tema el día anterior para saber por donde irán las
cosas.

Por otra parte, tu actitud ante el profesor y el tema deberá


ser positiva. No tengas prejuicios y no te dejes llevar por los
estados de ánimo, ni por las simpatías o antipatías. Concéntrate
en lo que haces. Controla tu atención. No divagues.
Es necesario concentrar la atención en:
• Captar la lógica de lo que expone el profesor.
• Comparar lo que dice con lo que ya sabes.
• Busca la utilidad para ti de lo que explica.

Relajación
En sólo unos minutos de relajación se pueden eliminar más
fatiga y ansiedad que en horas de sueño.

La técnica de contracción -relajación (relajación progresiva)


(Jakobson). Consta de cuatro tiempos:
1.- Tensar el músculo al máximo, aproximadamente durante
cuatro segundos.
2.- Tomar conciencia de la tensión de dicho músculo.
3.- Destensar el músculo al máximo, aproximadamente ocho
segundos.
4.- Tomar conciencia de la agradable sensación de relajación que
se está produciendo.

Se comienza contrayendo y relajando los dedos de los pies,


las pantorrillas, abdomen, estómago, espalda, hombros, pecho,
cuello y mandíbula; dientes, ojos, labios, nariz, frente, y termina
con los brazos: puño, antebrazo y brazo. Luego, se tensan y
destensan todos a la vez.

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