AUTONOMA Y DEMOCRACIA Hctor Daz Polanco.

La diversidad cultural o tnica ha sido una constante desde los primeros conglomerados humanos, los cuales poseen pluralidad de normas, usos, costumbres, smbolos, cosmovisiones y lenguajes que componen los distintos sistemas culturales han provocado tensiones y conflictos a lo largo de los tiempos. La diversidad se devino un factor de conflicto y dificultades, surge entonces la otredad sociocultural como problema, sin dejar de mencionar que parte de la historia humana consiste en los esfuerzos e invenciones sociales para controlar, manejar o, en casos extremos, suprimir la diversidad cultural. Un hecho parece afirmarse: la diversidad sociocultural o tnica no puede ser suprimida, y debiramos acostumbrarnos a vivir con ella. La esperanza de que la mundializacin de las relaciones sociales y econmicas esfumara tambin la multiplicidad de identidades se ha demostrado como una ilusin. Fundndose en la preeminencia de la autonoma personal, los primeros liberales recusaron los valores de la tradicin en los que se sustentaban los sistemas culturales y sostuvieron la primaca absoluta del individuo frente a la comunidad. De ah su hostilidad ante cualquier derecho enarbolado en nombre de la costumbre y la cultura. Los derechos fundamentales slo podan tener una fuente: la individualidad. Es hasta el siglo XX que el liberalismo acepta reconocer un derecho de los pueblos a la libre determinacin, en la versin wilsoniana, asociado a la facultad de construir Estado-Naciones. A finales del siglo XX esa misma discusin se arreci la cuestin se centra en s ciertos grupos (etnias, comunidades regionales, nacionalidad, etctera deben ser considerados pueblos con derecho a la autodeterminacin; y en caso afirmativo cul sera el sentido y alcance de tal derecho.

La forma en que se dirima este litigio tendr un impacto crucial sobre el destino de las comunidades tnicas, determinando la manera en que estos grupos ejercen polticamente sus derechos colectivos, y consecuentemente tendr una influencia considerable sobre las posibilidades de que los derechos humanos de sus miembros, en sentido amplio sean respetados y ejercidos plenamente. En suman est en juego que puedan practicar sus prerrogativas ciudadanas en regmenes mnimamente democrticos: esto es, que puedan acogerse a una ciudadana diferenciada o ciudadana tnica