Al caminar por los alrededores de mi casa, en ciudad de Fortaleza, en un
día de domingo, me encontré con una pequeña pancarta, muy usada en el publicidad popular en mi ciudad, de más o menos 1m², conteniendo el siguiente texto: Aquí en este rincón, fui asaltado, les pido que si usted ha encontrado algo mío. Se ponga en contacto, después tenía el nombre completo del hombre, teléfono también y concluyó con estas palabras, “Que Dios los bendiga!”
Y ante mis idiosincrasias de este ocurrido, surgió, el trabajo Pertença;
que desde el principio se relaciona con el espacio urbano, por haber nacido de un caminar en un domingo por las calles del barrio donde vivo. Con él, tengo la intención inicial de pensar y cuestionar las relaciones de la memoria colectiva u oficial. En mi propuesta, la memoria individual, aparecerán superpuestas en la oficial, por pensar en el espacio público, como metáfora de la historia oficial. Haciendo así, un trance de la memoria.
Según el sociólogo Maurice Halbwachs , para nuestra memoria
aprovecharse de la dos otros. No lo es suficiente llegar sus testimonios, debe haber puntos de contacto entre ellas. Para que cuando recuerden lo que las otras personas nos traen, se puedan reconstruir algo sobre una base común. Este aspecto, implica el hecho de que usted vea lo que el otro ha vivido, generando, a partir de ahí, la activación de un determinado fragmento de vida, por medio de un acontecimiento vivido por otro. Y que tocó precisamente en esta confrontación con los recuerdos existentes. Sin similitud, no hay memoria, por lo tanto, la idea de Pertença. La memoria es nuestro mundo subterráneo que siempre está siendo activado, por medio de los olores, sitios, imágenes, colores, sonidos y silencio. Es un cuerpo sensorial, listo para alumbrar.
En Pertença, la memoria viene en un rato silencioso, pero en otro viene
en grito. Silencioso porque se sucede en tono confesional, como un secreto, un transeúnte que comparten conmigo sus experiencias en un lugar determinado de la ciudad. Grita, porque lo que fue de carácter personal, serán compartidos con los demás a través del espacio público. Así, el trabajo se sumerge en un tiempo fuera del tiempo.
Para la realización de este proyecto, he recogido testimonios de personas
sobre alguno acontecimiento que le marcó la memoria, con relación a algún lugar específico de la ciudad. A partir de ahí, hacia las pequeñas pancartas y luego se pone en el lugar determinado. En ellas, contiene frases (pequeñas narraciones) que hacen mención de estas vivencias personales, recuerdos habladas en tono de Confesión. Por otra parte, en alguna ocasión puedo desarrollar recuerdos de ficción tomando como base las observaciones que hago de la interacción entre las personas y el espacio urbano.
En el desarrollo de este trabajo en algunas ciudades, como Fortaleza y
en Recife, miré y pensé mucho acerca de la relación espacial y temporal con nuestros recuerdos, entonces miré con los recuerdos recibidos, en grande mayoría de las memorias individuales están más vinculadas con un lugar que con una fecha. En el arte contemporáneo, como habla la curadora Katia Canton, ocurre un verdadero desplazamiento de las estructuras de la temporalidad, el corte, la yuxtaposición de mezcla, la superposición y la repetición. Creando otras maneras de producir historias y crear significados.
En un proceso de traer para la superficie lo que es “inútil”, lo que queda
fuera, algo que la historia oficial no sabe qué hacer, tengo un grande deseo de no dejar nada perderse. Como en el pensamiento del filósofo Walter Benjamin, con la idea de otra narración, destacando la idea de otra manera de narración, un cuento en las ruinas de la narración, una transmisión entre las piezas de una tradición en las migas, una renovación del problema de la memoria.
Júnior Pimenta, es artista visual y editor de la revista y sitio Reticências...
crítica de arte ( www.reticenciascritica.com ) Vive y trabaja en Fortaleza- Brasil. Para conocer más la producción del artista. (www.juniorpimenta.multiply.com )