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Equipo de Trabajo
Andrea Aravena R., Jefa del Departamento Estudios y Evaluación
Francesca Camelio L., Investigadora Área Políticas Públicas y Evaluación
M. Teresa Chamorro G., Investigadora Área Estudios Cuantitativos
Talia Leibovitz L., Investigadora Área Publicaciones y Ediciones
Alberto Moreno P., Investigador Área Estudios Cualitativos
M. Gabriela Evans E., Secretaria
Santiago, Chile
Septiembre de 2006
2
INDICE
Página
PRESENTACIÓN ............................................................................................................2
CONCLUSIONES................................................................................................................24
3
PRESENTACIÓN
El presente informe ha sido elaborado por el Dpto. de Estudios del Instituto Nacional de la
Juventud, en el marco del Programa Observatorio de Juventud, a partir de la última
Encuesta de Caracterización Socioeconómica, del Censo del año 2002 y de la IV Encuesta
Nacional de Juventud.
Así, a través de la re-edición de este material utilizado por el Instituto en diversas fuentes
anteriores (Segundo Informe Nacional de Juventud, resultados de la IV Encuesta Nacional
de Juventud, etc.), se ha querido reposicionar un conjunto de antecedentes y estadísticas
que sustentan la necesidad de tomar medidas urgentes en materia de sexualidad juvenil
adolescente. Especialmente cuando las jóvenes más afectadas por los embarazos no
programados son aquellas de más escasos recursos.
4
1. TENDENCIAS SOCIODEMOGRÁFICAS GENERALES
Según los datos arrojados por la encuesta CASEN el año 2003, el total de la población
joven es de 3.862.718 personas, de las cuales un 49,73% son mujeres y un 50,27% son
hombres, lo que indica una distribución homogénea de la población juvenil en términos de
sexo. Sin embargo, se pueden observar ciertas variaciones en la distribución por sexo a
nivel de las zonas rurales o urbanas, o de las regiones del país.
Como muestra el índice de masculinidad 1 total de la población joven, hay más hombres que
mujeres, a diferencia de lo que ocurre en la población total nacional donde las mujeres
superan en número a la población de hombres. En la distribución por regiones del índice de
masculinidad destacan la VI y la XII región por ser las que presentan mayor cantidad de
hombres respecto a la población femenina. Inversa es la situación que se presenta en la II y
VIII región donde la cantidad de mujeres es superior a la hombres.
Estos subtramos se han definido de acuerdo al supuesto de que las actividades que realizan
los jóvenes, ya sea laborales o educacionales, van a generar diferencias dentro de la
1
Número de hombres por cada 100 mujeres.
5
población que va de los 15 a los 29 años. Por ejemplo, según CASEN 2003 la mayoría de
los jóvenes de entre 15 y 18 años (85%) se encuentra estudiando en algún establecimiento
educacional, cifra que disminuye significativamente al pasar al tramo de edad que va de los
19 a 24 años (33%).
45%
42% 41%
40% 40% 40% 40% 40% 39%
35%
32% 33% 32% 32%
31% 31% 30%
30% 29% 29% 29%
28% 27% 29%
26%
25% 15 - 18 años
19 - 24 años
20% 25 - 29 años
15%
10%
5%
0%
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003
Chile no sólo es una sociedad en proceso de envejecimiento, sino que además, presenta
importantes transformaciones en la configuración de las familias y hogares, cambios que se
verifican especialmente en los hogares jóvenes.
6
Cambios en el estado civil jefe de hogar joven (15 -29 años) Cambios en el estado civil jefe de hogar adulto (30 y + años)
80% 80%
74%
70% 68%
70%
59%
60% 60%
20% 20%
14%
12% 13% 12% 11%
9% 9%
10% 10% 6% 7% 6%
2% 3%
0% 0%
1990 2003 1990 2003
30%
25%
20%
15 - 29 años
15%
30 y + años
10%
5%
0%
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2003
7
2. TENDENCIAS EN SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA ADOLESCENTE
Esta visión tradicional considera a la familia el pilar de la sociedad, asume que siempre los
hijos son deseados, condena las relaciones sexuales fuera del matrimonio, considera que
los padres son los únicos encargados de la educación sexual de los hijos, se opone a la
anticoncepción artificial, a la anticoncepción de emergencia, el aborto terapéutico, y al uso
de condones como método preventivo del VIH.
Pese a esto, la mayoría de las personas apoya la anticoncepción y en los últimos años se ha
incrementado el uso de condones, se ha trabajado el tema de la violencia intra familiar y
sexual, se ha legislado acerca del VIH/SIDA. Además diferentes organizaciones han
trabajado en la promoción de los derechos sexuales y reproductivos.
De todas formas, este escenario impide a muchas personas tomar decisiones informadas
que les permitan alcanzar el pleno bienestar físico, psicológico y social en el plano sexual y
reproductivo y decidir su futuro en libertad. Los jóvenes, las mujeres, los excluidos
socialmente y quienes presentan una orientación sexual diferente son los grupos
particularmente afectados por esta situación.
8
A continuación se presenta una revisión de las prácticas sexuales de los jóvenes, -
especialmente en los adolescentes de 15 –19 años- a partir de la información disponible, y
se entrega información complementaria aportada por la OMS.
25%
23%
21%
20%
16%
15%
12%
10% 10%
8%
6%
5%
3%
0% 1% 1% 0%
0%
8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19
Edad en años
2
Trayectorias Sexuales, Vínculos y Contextos en la Generación que Hace Su Entrada en la Sexualidad Activa en Democracia, Irma
Palma,. Publicado en revista Observatorio de Juventud, Nº10, Junio, 2006. INJUV.
9
impulsiva” (26%) por necesidad física, curiosidad o presión generalmente con un
trabajador sexual y “ocasionalmente” (26%), de forma espontánea, usualmente sin
anticoncepción con alguna amistad o acompañante casual.
Según estimaciones de la OMS entre un 5 – 15% de las mujeres jóvenes reportan un
experiencia sexual forzada o coercitiva. También se sabe que se dan presiones que inhiben
a mujeres jóvenes de negociar cuando tener sexo o el uso de anticonceptivos tales como
miedo a perder la pareja, enojar a la pareja o arriesgar la relación.
Según los estudios chilenos de comportamiento sexual 3 las prácticas en las generaciones
jóvenes tienen a repertorios sexuales más amplios. Mujeres y hombres tienen una diferencia
relativa en prácticas: ellas, un leve mayor predominio de exclusividad de sexo vaginal y
ellos, un mayor nivel de sexo anal, y niveles relativamente similares de sexo oral...
Personas que han tenido más de una pareja sexual presentan repertorios sexuales más
amplios.
Según los datos del INJUV, en el año 2003 la mayor parte de las y los jóvenes sexualmente
activos tiene sexo con su pareja habitual (ver tabla 2), sin embargo, los datos sugieren que
para este grupo de edad las relaciones sexuales con la pareja habitual tienden a hacerse
menos frecuentes en comparación con datos obtenidos de mediciones anteriores (ver
gráfico 2). Según la OMS 4 muchos adolescentes sexualmente activos reportan haber tenido
sexo con más de una pareja sexual, especialmente los hombres. Según un estudio un 15%
de las estudiantes secundarias de Buenos Aires reportaron dos o más parejas. Por otro lado,
varios estudios sugieren que existe una asociación entre el consumo de alcohol y conducta
sexual de riesgo como el sexo casual lo cual complejiza aun más el fenómeno en cuestión.
Según la IV encuesta INJUV más de la mitad de los adolescentes sexualmente activos tiene
sexo al menos una vez al mes (ver tabla 3).
3
Encuesta Nacional de Comportamiento Sexual, 2000.CONASIDA.
4
OMS (2000). Progress in Reproductive Health Research Nº 53. http://www.who.int/reproductive-
health/hrp/progress/
10
Tabla 3: Frecuencia del sexo adolescente
INJUV 2003
%
Varias veces en la semana 19%
Una vez en la semana 22%
Una vez al mes 13%
Menos de una vez al mes 12%
No he tenido relaciones
sexuales en los últimos seis 31%
meses
No contesta 3%
Total 100%
Pese a lo anterior, los datos del INJUV sugieren que la población adolescente podría estar
usando menos los métodos de protección, tal como sugiere el aumento del no uso de
anticonceptivo en la última relación sexual (ver gráfico 3). Esta cifra sube a más de la mitad
cuando el último encuentro sexual se dio con un amigo, pareja casual, u otra persona. Esto
sugiere que el sexo no planificado es especialmente riesgoso.
31%
24%
5
Encuesta Nacional de Comportamiento Sexual, 2000.CONASIDA
11
El uso de método anticonceptivo presenta
significativas diferencias por nivel Gráfico 4: No uso método anticonceptivo en la última relación
sexual 15 -19 años - INJUV 2003
socioeconómico. Mientras más se baja en la
escala social menor es su uso (ver gráfico 4). 53%
46%
La IV encuesta de juventud no permitió 42%
determinar en forma exacta porque no se usó
anticonceptivo en la última relación sexual.
Algunas de las razones expuestas fueron: No te
gusta usar ninguno de los métodos
18%
anticonceptivos (25%), No te atreviste a
sugerirlo (15%) y tu pareja no quería usar
ningún método anticonceptivo (7%).
Fuentes de información
Los encargados de salud son rara vez citados como fuentes de información importante. Sin
embargo según la IV encuesta de juventud un 58% de los adolescentes ha consultado un
profesional de la salud en los últimos meses. La mayoría es atendido por un médico general
o un dentista. Y la mayor parte de las atenciones ocurre en un consultorio (38%), consulta
privada (26%), hospital público (24%) o clínica u hospital privado (18%).
Por ultimo, de acuerdo a la OMS 6 la mayor parte de los jóvenes califica como inadecuada
la educación sexual en los colegios. Muchos dicen que los profesores se concentran en
6
OMS (2000). Ob.Cit.
12
desincentivar la actividad sexual sin resaltar los riesgos o enseñar conductas sexuales
seguras.
Según la OMS la gente joven parece preferiría obtener información de distintos aspectos
de la sexualidad de diferentes fuentes. En general los jóvenes demandan un enfoque más
explícito en la sexualidad en currículo escolares. Muchos prefieren a encargados de salud
más que a sus profesores o padres como fuentes de información. De todas formas, la VI
encuesta INJUV sugiere que las instituciones en que más confían los adolescentes son: La
Familia (96%), Universidades (85%), Escuelas o Liceos (82%) y Hospitales, Postas y
Consultorios (70%).
En las encuestas del INJUV los adolescentes Gráfico 3: Condiciones para una relación sexual entre los jóvenes
demuestran poseer pocas restricciones 15 -19 años, INJUV 2003
Por otro lado, en general los jóvenes están bien informados, pero el conocimiento profundo
no es adecuado y creencias equivocadas están ampliamente extendidas. Estudios de caso de
la OMS muestran que en adolescentes se dan una serie de creencias que los llevan a
subestimar sus riesgos, tales como:
13
- Algunos creen que la mujer es la responsable de transmitir las ITS o el VIH-SIDA.
- Algunos jóvenes han indicado que el VIH puede ser prevenido con una buena
higiene personal, otros que estas infecciones se transmiten al compartir utensilios o
el baño con personas infectadas.
De acuerdo a este organismo, respecto de las relaciones sexuales los jóvenes aceptan dobles
estándares y restricciones impuestas en las mujeres. En general, los hombres tienen más
probabilidades que las mujeres de considerar la actividad sexual prematrimonial aceptable,
y ambos sexos consideran el sexo prematrimonial más aceptable para los hombres que las
mujeres. En muchos casos se considera que los hombres necesitan experiencia sexual y
muchas parejas mientras que las mujeres no.
14
P o rce ntaje d e jó ve n es q ue tien e h ijos
60%
4 1%
3 7%
34 %
3 0%
22 % 21 %
7%
La fecundidad adolescente de Chile es de 44/1000 del grupo de 15-19 años, una de las tasas
más bajas de América Latina y el Caribe, al mismo tiempo que significativamente más alta
que la de países desarrollados.
Tasa de fecundidad por edad de la madre años 1983, 1993 y 2003
160,0
140,0
120,0
100,0
1983
80,0 1993
2003
60,0
40,0
20,0
0,0
15 - 19* 20 - 24 25 - 29 30 - 34 35 - 39 40 - 44 45 - 49*
1983 59,1 137,6 129,3 88,9 48,6 16,1 2,0
1993 63,9 122,6 124,3 94,1 51,2 14,5 1,1
2003 54,7 94,0 100,6 88,6 51,7 14,9 0,8
15
En el año 2000, el 16% de los nacidos vivos tenían una madre de menos de 20 años (INE,
2000), y en el período intercensal que comprenden los años 1992 y 2002, el promedio de
hijos de este grupo aumentó de 0.15 a 0.20, y disminuyó en el grupo de mujeres de 20 años
y más.
El Censo 2002, contabilizó a 77.291 a mujeres entre 15 y 19 años que eran madres, lo que
equivale al 15% del total de mujeres de ese grupo de edad (INJUV, 2005). Una cifra nada
despreciable. Otro dato de la misma fuente indica que un 7% de los adolescentes tienen un
hijo lo cual aumenta la magnitud del problema, pues este dato incluye a los varones.
Viuda
Separada 2%
1%
Casada
Anulada 17%
0%
Soltera Conviviente
54% 26%
16
Jóvenes de 15 -19 años según estado civil
Casada Conviviente Soltera Anulada Separada Viuda Total
13,035 19,746 41,968 50 1,047 1,445 77,291
Madre 17% 26% 54% 0% 1% 2% 100%
72% 75% 9% 77% 77% 95% 15%
4,973 6,505 414,709 15 308 70 426,580
No
madre 1% 2% 97% 0% 0% 0% 100%
28% 25% 91% 23% 23% 5% 85%
18,008 26,251 456,677 65 1,355 1,515 503,871
Total 4% 5% 91% 0% 0% 0% 100%
100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%
17
Distribución regional de mujeres 15 - 29 años que son madres
REGIÓN N° % (fila)
Región de Atacama III 1,751 20.2 %
Región Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo XI 567 18.8 %
Región de Antofagasta II 2,940 18.6 %
Región de Los Lagos X 6,268 18.4 %
Región de Coquimbo IV 3,544 17.6 %
Región de La Araucanía IX 4,838 16.6 %
Región de Tarapacá I 2,392 16.5 %
Región del Maule VII 4,642 15.3 %
Región de Valparaíso V 7,814 15.1 %
Región del General Bernardo O'Higgins VI 3,784 14.8 %
Región Metropolitana de Santiago RM 29,471 14.7 %
Región del BíoBío VIII 8,673 13.3 %
Región de Magallanes y de La Antártica Chilena XII 607 13.2 %
TOTAL 77,291 15.3 %
Ninguna
9%
Otra
4%
Evangélica
21%
Católica
66%
18
Nivel educacional de madres adolescentes
En forma consistente con su edad, la mayor parte de las madres adolescentes ha completado
niveles de la enseñanza secundaria (43,997 casos) y solamente básica (30,778 casos) (ver
tabla siguiente).
El nivel educacional parece tener una relación moderada con la presencia de embarazo
adolescente, como puede apreciarse en el siguiente gráfico, la frecuencia de relativa de
madres es el doble en el nivel más bajo de educación que en total (ver gráfico siguiente).
64%
88% 85%
90%
95% No es madre
Es madre
36%
12% 15%
10%
5%
19
Maternidad adolescente según nivel socioeconómico
En primer lugar, al observar los porcentajes de columna se aprecia claramente que a menor
nivel socioeconómico, mayor es el peso del embarazo adolescente. El peso relativo de las
madres en el estrato más pobre es casi 8 veces más grande que en las jóvenes del nivel
socioeconómico más alto.
En segundo lugar, al observar los porcentajes columna que la mayor cantidad de madres
adolescentes (un 48%) se concentra en el estrato socioeconómico D. Si sumamos los
porcentajes fila entre los dos estratos mas pobres, alcanzan a un 77% de las madres
adolescentes. (ver tabla siguiente).
Esta distribución sugiere que el embarazo adolescente esta íntimamente ligado a la pobreza
relativa de los hogares, es decir, las adolescentes embarazadas provienen especialmente de
hogares que tienen como jefe a una persona con pocos años de educación y bajos ingresos.
Esto además nos da una clara idea algunas de las características básicas de la población
objetivo que debiera una campaña nacional de prevención del embarazo adolescente.
20
Diversos estudios dan cuenta de que el fenómeno de la maternidad entre los 15 y 18 años
presenta un fuerte impacto negativo que coarta el acceso a la educación. Los datos de la
encuesta revelan que sólo la cuarta parte de las madres adolescentes se encuentran
estudiando, en contraste del 78% de las que no son madres.
Maternidad o embarazo como motivo para no estudiar
en mujeres jóvenes de 14 a 17 años
50%
40%
39%
30%
20% 21%
18%
12%
10%
0%
1990 1994 1998 2003
Año
78%
54%
Estudiando
En quehaceres de su
hogar
20%
7%
Es madre No es madre
21
Motivos para no estudiar jóvenes de 14 a 17
años 1994 y 2003
12%
Problemas de rendimiento
7%
13%
No le interesa
11% 2003
1994
14%
Trabaja o busca trabajo
29%
15%
Dificultad económica
20%
Estudios del INJUV (Asesorías para el Desarrollo, 2002) 7 sugieren que hay adolescentes
que abandonan el colegio por este motivo que no lo ven como un problema sino un
sacrificio. En este caso el abandono del colegio se presenta como una opción autónoma.
Dicho estudio también presenta evidencia que el embarazo y maternidad en esta etapa
constituyen en algunos casos una realización personal para la joven, es decir, corresponden
a un proyecto de vida.
La actividad que se encuentran realizando las madres adolescentes sugiere que el tener un
hijo posee un profundo impacto en las posibilidades de acceso a la educación. Solo un 20%
de ellas se encuentra estudiando, una cifra bastante baja si consideramos que en este
segmento de edad se espera que el joven esté asistiendo a algún establecimiento
educacional. En contraste un 54% se encuentra realizando quehaceres del hogar.
7
Procesos de Deserción en la Enseñanza Media: factores expulsores y protectores. Asesorías para el
Desarrollo/INJUV, 2002.
22
Acceso al mercado del trabajo de mujeres adolescentes entre 15 y 19 años
Situación Tiene Usted Hijos Total
Si No
Trabajando 16% 8% 9%
Buscando trabajo 18% 15% 15%
Total 34% 23% 23%
Por otro lado, si bien las madre adolescentes tienen dos veces más probabilidades de
encontrarse trabajando que las no madres, el cuidado del niño, se convierte en el
impedimento más común para acceder al trabajo. De hecho, los datos disponibles muestran
que el 51% de las madres adolescentes esgrimen el no tener con quien dejar a su hijo como
la razón por la cual no tiene trabajo, en contraste con las no madres cuyas razones de
exclusión laboral versa sobre la imposibilidad de compatibilizar estudios y trabajo (54%).
Los datos disponibles en el INJUV 8 muestran que, si bien la mayoría de las madres
adolescentes posee algún sistema de salud previsional (78%), presentan un déficit en el
acceso respecto de las adolescentes que no son madres (84%). La mayoría de estas mujeres
se concentra en el sistema publico FONASA (66%) y sólo un 6% en alguna isapre. El
porcentaje de madres que no está protegida por alguno de los sistemas de previsión
asciende al 22% del total de madres adolescentes.
En forma consistente con su acceso a estos sistemas, más de la mitad de las madres
adolescentes (54%) considera que no tiene posibilidades económicas de acceder a la salud
que requiere. Esta percepción baja a un 38% en el caso de aquellas adolescentes que no son
madres.
8
IV Encuesta Nacional de Juventud. INJUV, 2003.
23
Conclusión
A partir de lo anterior, no queda más que confirmar la evidencia de los cambios en los
patrones sexuales de las generaciones más jóvenes. Los datos sugieren un distanciamiento
de ésta de las generaciones anteriores, ya sea en el plano estructural como sujetivo.
Disminución de la edad de iniciación sexual, liberalización moral de la sexualidad, altas
tasas de maternidad y paternidad adolescente, aumento (aunque insuficiente) de uso de
métodos anticonceptivos, redefinición de patrones de pareja, liberalización de las prácticas
sexuales, son sólo algunos de estas transformaciones que no dejan ajenos a ningún actor
social.
Dentro de los cambios descritos anteriormente, es importante destacar que existen fuertes
diferencias socioeconómicas en la distribución de los riesgos relacionados a la sexualidad y
reproducción. Son efectivamente las y los jóvenes pertenecientes a los primeros quintiles de
distribución del ingreso quienes presentan menores tasas de uso de preservativos u otros
métodos anticonceptivos, presentan mayores tasas de embarazos adolescentes, muestran
una iniciación sexual más temprana, entre otros, por lo que se evidencia una mayor
vulnerabilidad de estos individuos por sobre sus congéneres con mayores recursos.
Los datos anteriormente presentados dan luces acerca de los criterios de focalización a
seguir y el tipo de contenidos que debieran tener las consecuentes campañas de prevención
de embarazos adolescentes y de educación sexual que han de ser implementadas en el
futuro. Esperamos que esta información sea relevante a la hora de tomar estas decisiones.
24
ANEXO: DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS EN CHILE
El Estado chileno ha suscrito una serie de acuerdos internacionales respecto de los derechos
sexuales y reproductivos con el objetivo de orientar políticas públicas y acciones en la
materia. Estos derechos se basan en los derechos humanos previamente reconocidos por las
leyes nacionales y documentos internacionales de derechos humanos, e incluyen el derecho
de todas las personas, libres de coerción, discriminación y violencia a:
El ejercicio de estos derechos por parte de las personas persigue el pleno bienestar físico,
psicológico y social en el plano sexual y reproductivo de acuerdo a las definiciones de
salud sexual y reproductiva de la OMS.
9
www.who.org 2004
10
Situación de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, ICMER, CORSAPS 2003
25