Você está na página 1de 2

Politica y Religion (Una humilde contribucin a la critica de Manuel Gonzales Prada)

Donde el estado profesa una religin y la favorece con perjuicio de las otras, el individuo queda sacrificado a los intereses de una colectividad, y tiene que reaccionar con energas proporcionadas a las fuerzas opresoras. El catolicismo ha dominado tanto las conciencias, se ha ingerido tanto en la formacin de la sociedad civil, que al emprender una reforma radical nos encontramos frente a frente de la iglesia para cerrar el paso en nombre de un dogma, de un canon o de un derecho consuetudinario

Queramos oponer la justicia y la solidaridad al rgimen inicuamente egosta del capital, y la misma Iglesia nos dir que no invoquemos la justicia sino la caridad, que el pauperismo se resuelve con la limosna o sopa de los conventos, y que al no resolverse, al proletariado le cumple resignarse y esperar la retribucin en el otro mundo.

Donde asoma un tirano, cuenta con dos armas: la espada del militar y la cruz del sacerdote

Toda religin naciente se muestra revolucionaria y progresista, as en el orden moral como en el poltico y el social; toda religin triunfante se declara eminentemente conservadora y estacionaria: de oprimida se vuelve opresora, de popular y libre se hace aristocrtica y oficial.

Mas cuando surge una verdadera conmocion social, el Poder religioso y el Poder civil se unen y se auxilian, con el fin de mantener la sujecin del individuo.

Hoy, salvo el socialismo catlico (doble falsificacin del catolicismo y del socialismo), todos los partidos avanzados reconocen que el progreso entrana la SECULARIZACION de la vida, y engloban en el mismo ataque a la Iglesia y al Estado. La formula concreta de la emancipacin social, el lema que los verdaderos revolucionarios escriben hoy en su bandera, es la frase de Blanqui (quien es Blanqui?): NI Dios ni amo. Bakounine descarga tantos golpes en la Iglesia como en el Estado, y afirma (revirtiendo el aforismo de Voltaire: que si dios no existiera, seria necesario inventarlo) que Si Dios existiera seria necesario abolirle.

El catolicismo encierra un perenne amenaza a la civilizacin moderna, una latente revolucin a la inversa, un poder que incesantemente se afana por rehacer la historia con el fin de borrar los rastros de la Revolucin Francesa, suprimir la Reforma, anular el renacimiento y sumergir a la Humanidad en la penumbra de la Edad Media. Es el enemigo, el rbol de sombra mortfera, el manzanillo de las almas. Si quisiramos palpar el resultado de su accin sobre los pueblos, no necesitaramos alejarnos mucho: el progreso intelectual y moral de las naciones sudamericanas se mide por la dosis de catolicismo que han logrado eliminar de sus leyes y costumbres.

Você também pode gostar