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Estudio de caso:
Inicios de la metalurgia en los Balcanes Centrales
Trabajo de investigación
Programa de Doctorado de Prehistoria
1
2
Índice
Introducción 5
El conocimiento y las herramientas para la solución de problemas 9
Conocimiento y problemas científicos 9
Lenguaje – escritura – prensa – multimedia 10
Internet 12
Arqueología y revolución informática 17
Aplicabilidad y Aplicación 17
La construcción informática del conocimiento arqueológico 21
La construcción social del conocimiento arqueológico: DIA-spora 26
El proyecto DIA-spora 27
¿Qué es la Arqueología Distributiva e Interactiva? 29
Las plataformas sincronizadas de las actividades investigadoras 31
La Plataforma Archivista 33
La Plataforma Analítica 35
La plataforma para el debate 36
Acceso a DIA-spora 38
DIA-spora como base del conocimiento arqueológico 39
El problema arqueológico 43
Estudio de caso: El lugar de la metalurgia inicial en la sociedad
prehistórica de los Balcanes Centrales 47
Secuencia cronológica 48
Delimitación, Geografía, clima, recursos
y comunicaciones naturales de los Balcanes Centrales 49
Estado de la cuestión 54
“Las futuras investigaciones aportarán nuevos datos
para nuestro conocimiento sobre ... “ 63
3
Inicio de la metalurgia del cobre en los Balcanes centrales:
condiciones y consecuencias 64
Condiciones previas para la metalurgia inicial
en los Balcanes Centrales 64
A. Condiciones naturales 64
B. Conocimientos tecnológicos 66
Primera minería de cobre 69
A. Tecnología de extracción 69
B. Cronología de la primera minería de
cobre en los Balcanes Centrales 73
Producción metalúrgica 74
Consecuencias del inicio de la metalurgia de cobre
en los Balcanes Centrales 83
Hábitat y habitación 84
Prácticas funerarias 89
Conclusión. Una vez más: DIA-spora 92
Índice de figuras 100
Bibliografía 101
Anexo 107
4
Introducción
5
que archivaban los libros impresos eran siempre más grandes que las que
guardaban los manuscritos, y los mismos libros impresos se repetían en casi todos
los lugares que visitábamos.
6
descriptiva, forman el marco de mis intereses estrictamente arqueológicos, tanto
en este trabajo, como en mis investigaciones en general.
7
consecuentemente la centralización, otorgan el poder del control sobre el
conocimiento, y su manipulación. El fuego final que causa la destrucción de una
biblioteca única, apunta a la vulnerabilidad del saber depositado en un libro, al
peligro de su pérdida definitiva.
Los caminos por los cuales viajaban los curiosos de la época medieval en
busca del conocimiento en las grandes bibliotecas y academias, eran largos y los
viajes eran difíciles y peligrosos. Los caudales de las líneas en la red informática
son seguros y más rápidos que los caminos polvorientos de la Edad media; tan
rápidos que se acercan a la sensación de simultaneidad. Aunque una información
en la red ocupa un lugar físico, parece que está (y realmente puede estar) en el
mismo instante en todos los lugares. Esta “omnipresencia” proporciona que todas
las aportaciones a la construcción del conocimiento, realizadas en cualquier lugar
físico, estén al instante incluidas y procesadas en el sistema cognitivo.
8
El conocimiento y las herramientas para la solución
de problemas
9
de la misma filosofía y han llegado a ser un fundamento de la tecnología digital -
el código binario.
Fue largo el camino desde la torre de Babel hasta aquí, hasta la mini torre de
Mac o PC que tenemos por debajo del escritorio.
10
ya implica la existencia del lenguaje plenamente moderno en los contornos de
50.000/35.000 B.P. (Mithen 1996: 684). Durante decenas de miles de años el
lenguaje fue la base y la única herramienta de la construcción de las instituciones
sociales, decisiva para la adquisición del conocimiento y para el comportamiento
normativo (Goody 1985: 19). El conocimiento científico no es posible sin el
lenguaje: sólo con el lenguaje desarrollado podemos proponer las hipótesis fuera
de nosotros (Popper 1984: 25) y de esta manera interactuar con el saber.
11
llano”, para que no se disturbara el orden de las cosas (Burke 2002: 27). Sin
embargo, el carácter informativo y masivo del texto impreso y multiplicado fue
aprovechado tan temprano como en el año 1493, cuando la carta de Cristóbal
Colón que informaba sobre sus descubrimientos fue multiplicada y distribuida por
Barcelona antes de su llegada al puerto.1 Así, a parte de la tarea de depositar,
proteger y divulgar (más o menos ampliamente) el conocimiento, el soporte
impreso se convierte en el medio principal de la divulgación de las informaciones
y de la comunicación pública.
Internet
1
http://www.nyu.edu/classes/stephens/Collier's%20page.htm
12
2001 (Anexo, Tablas 1 y 2)2, veremos que la producción editorial, tanto de los
títulos publicados como de los ejemplares imprimados oscila, pero muestra una
tendencia general de crecimiento. Sin embargo, en algunos campos, como por
ejemplo en el campo de la historia3, el número de títulos experimenta una ligera
caída a partir del año 1998 y una caída todavía más drástica en cuanto a números
de ejemplares desde el mismo año. Aunque las estadísticas citadas pueden tener
varias lecturas sociales, demográficas o económicas, parece que la fecha
hipotética del cambio del soporte del conocimiento está todavía muy lejana. La
institución del Libro es una fase en el proceso de la metamorfosis cognitiva, y ya
ha sustituido por el camino las previas instituciones del conocimiento: a la de
manuscritos y a la de la memoria oral, si bien nunca hemos dejado de escribir a
mano y transmitir / recibir el conocimiento por vía oral (contar cuentos a los
niños, escuchar / dar conferencias, clases, llamar al 010 para obtener información,
etc.). Dejando atrás la fase de la linealidad del conocimiento que se adquiría a
través del libro y la escritura, la metamorfosis cognitiva está llegando a la fase de
la inteligencia simultánea, donde los medios principales de adquisición del
conocimiento son el oído y la visión no-alfabética (Simone 2000: 37). El vehículo
de estos cambios en la construcción del conocimiento es el entorno multimedia y
el entorno de redes informáticas. Los conceptos son los nudos en una red de
interrelaciones sistemáticas en la que las leyes y los principios teóricos
constituyen los hilos (Hempel 1985: 139).
2
IneBase, Estadística de la Producción Editorial,
http://www.ine.es/daco/daco42/cultocio/prodedit.htm
3
grupo nº 25 según la clasificación de UNESCO
13
ordenador y sus programas envejecen más rápido que cualquier otro producto
conocido hasta ahora. En su exposición en la conferencia CAA 98 en Barcelona
Vicente Lull ha expresado varias preocupaciones que apuntan a este campo
pantanoso (Lull 1999). Como consecuencia de la competencia comercial, las
escuelas, las bibliotecas universitarias y la administración tienen que actualizar su
equipo informático y las redes cada 2-3 años, desviando así fondos para la
investigación y la educación. El coste de ser informatizado todavía es muy alto,
aunque mucho más barato que hace 10 años. Una buena parte del mundo se
quedaría totalmente sin recursos informáticos si no tuviera programas “piratas” y
ordenadores hechos de las piezas que nadie quiso comprar. Sin embargo, los así
equipados también tienen acceso a toda la información a la cual pueden acceder
aquellos con equipos supersónicos e igual como ellos pueden agregar sus
contenidos a Internet. El conocimiento debería venir de todas las fuentes posibles
y llegar a todos los que lo necesitan. Con el libro, el problema de accesibilidad no
fue nada menos drástico. No son pocas las universidades en el mundo que no
pueden mantener al día sus bibliotecas y hemerotecas, porque no pueden comprar
libros que en promedio valen como 3 salarios docentes. Sin embargo, Internet
ofrece soluciones muy eficaces y accesibles para la amortización de este
problema, por los segmentos específicos y en general, a pesar del precio que suma
el coste de 20 libros y los gastos que suponen las instalaciones de la red interna y
el acceso a la red externa. Las estadísticas también demuestran que ya no se trata
de unos cuantos privilegiados usuarios de Internet y pocos recursos tecnológicos.
Por supuesto, todavía se trata tan sólo del 8,5% de la población global la que
utiliza Internet.
4
datos: Telefónica
14
Inglaterra, por ejemplo, mantienen la proporción de 33 millones de usuarios
registrados y 13 millones de usuarios activos por una población de 59,6 millones
de habitantes. Rumania, con 22.4 millones de habitantes, tiene 630,000 usuarios
conectados a Internet5. Según los datos de http://cyberatlas.internet.com/, la
población mundial de usuarios de Internet sube en estos momentos a 533
millones6 y la estimación para el año 2005 es de 945 millones7.
5
datos: European Survey of the Info. Society. Para las estadísticas completas ver
el Anexo 1, Tabla 3 en este volumen.
6
datos: Computer Industry Almanac
7
datos: Computer Industry Almanac
15
investigaciones sobre los protocolos y lenguajes para la dinamización de la
construcción del conocimiento.
16
Arqueología y revolución informática
Aplicabilidad y Aplicación
Reilly y Rahtz (1992: 1) consideran que “todas las posturas citadas son en
mayor o menor medida verdaderas, según la tradición arqueológica del propio
arqueólogo”. Pero, los conceptos cuya noción se puede reconocer en las
cuestiones de Reilly y Rahtz son igualmente relevantes para todos los arqueólogos
y arqueólogas, o para la arqueología en general, independientemente de la
tradición teórica particular. En torno de las posibilidades reales de la tecnología
informática se establecen los ámbitos de su inclusión en el proceso arqueológico.
Algunas escuelas primarán un ámbito sobre algún otro, pero todas coincidirán en
la mayoría de las necesidades prácticas que la informática les puede apoyar. La
17
aplicación de la tecnología informática es posible en todos los ámbitos
metodológicos y las fases cognitivas que implican apoyo en el depósito, la
manipulación y la adquisición de datos, apoyo gráfico, apoyo analítico o apoyo en
las comunicaciones.
18
Los avances en la producción de hardware y en la programación del
software han influido plenamente a la dinámica de la aplicación de la informática
en distintos ámbitos del método arqueológico desde los años 50 del siglo XX. Se
han sucedido varias “fases”: exploración (60as), implementación (70as),
explotación (80as) y en los noventas, la fase de información (Reilly y Rahtz
1992: 3). Este paso concordado se puede ilustrar, por ejemplo, a través de los
títulos de los artículos publicados en los volúmenes de las conferencias anuales de
CAA (Computer Applications and Quantitative Methods in Archaeology8), que
reflejan con más o menos fidelidad la imagen de la aplicación de la tecnología
informática en la investigación arqueológica en general. Las reuniones anuales de
CAA surgieron de las reuniones regulares de un pequeño grupo de especialistas y
entusiastas de los métodos informáticos británicos en el año 1973. Hasta el 1992,
las reuniones se celebraron en universidades británicas mientras el número de
participantes internacionales crecía regularmente. Desde el año 1992, cuando se
celebró la primera reunión fuera del Reino Unido, en la Universidad de Aarhus,
Dinamarca, las reuniones anuales de CAA están cada año organizadas por una
universidad europea distinta9. El análisis estadístico de las publicaciones anuales
de las reuniones de CAA entre los años 1973 y 1997 muestra un crecimiento
general de las contribuciones (Scollar 1999: 5, Fig. 1). Scollar establece 9
categorías de contribuciones como unidades de análisis de la dinámica de centros
de interés de las conferencias:
1. Estadísticas
2. Bases de datos y documentación de yacimientos
3. Procesamiento de la imagen y gráficos, CAD y realidad virtual,
4. Educación, publicación y Web
5. SIG (Sistema de Información Geográfica)
6. Prospección arqueológica
7. Simulación e inteligencia artificial
8
http://caa.leidenuniv.nl/proceedings/proceedings_contents.htm
9
http://caa.leidenuniv.nl/about_caa.htm
19
8. Reconocimiento de patrones
9. Otros.
Las primeras dos categorías, las estadísticas y las bases de datos, dominaban
en las primeras décadas (46% del total de los artículos en 25 años), y están
siempre presentes en el programa de las reuniones, aunque desde mediados de los
años 80 en considerablemente menor medida (Scollar 1999: 6). Este es un período
en que se empieza a centrar la atención en otras aplicaciones de la tecnología
informática, con el apoyo de una caída de los precios de los equipos y de los
avances en las prestaciones gráficas de los ordenadores. El SIG fue la novedad en
los últimos años de la década de los 80, y sigue con una representación importante
en la década de los 90. La simulación y la Inteligencia artificial tuvieron su pico
en el año 88, pero desde entonces el número de las ponencias y artículos
dedicados a este tema disminuye (Scollar 1999: 7-8, Figs. 7 y 9). Sin embargo, el
hábito y la disposición de los arqueólogos y las arqueólogas a una comunicación
abierta, son todavía muy bajos. Lo ilustra el hecho que de los 350 suscritos a la
lista Archcomp-L10, a quienes fue enviado un cuestionario informal sobre la
aceptabilidad de los métodos informáticos y sus consecuencias en arqueología,
respondieron sólo 8 participantes (Scollar 1999: 9). Los intentos de establecer la
comunicación del pensamiento crítico a través de listas electrónicas de discusión,
naufragaron en el archipiélago de anuncios para publicaciones, reuniones etc.
Parece que el 9% del total de contribuciones que pertenece a los artículos sobre
temas de educación, publicación y Web, representa un buen porcentaje, teniendo
en cuenta las fechas tardías de las tecnologías correspondientes. Sin embargo, las
temas sobre Web se establecieron en los congresos de CAA desde los años 90,
tratando sobre todo sus virtudes en el dominio de publicación de textos e
imágenes, y muy raramente tratando la comunicación entre los arqueólogos y las
posibilidades que nos plantea la tecnología de la información.
10
Lista dedicada a cuestiones de arqueología computacional, a la comunicación
entre expertos.
20
La construcción informática del conocimiento arqueológico
21
artículo, o será comunicado en una conferencia, pero el documento permanecerá
en el disco duro del ordenador del investigador, igual como se quedaba en el cajón
la documentación tradicional de sus investigaciones pre-informáticas, lejos de la
vista de otros investigadores interesados por el tema. Las tablas y gráficos
obtenidos por ordenador, publicadas en forma de imagen en un libro, son
documentos muertos, diseñados para soportar la interpretación actual del autor.
Este sigue siendo un caso muy frecuente, y tenemos todavía la ocasión de leer
libros que editan el resultado del procesamiento digital de los datos relativos a una
investigación11. La interpretación del autor permanece su única aportación al
conocimiento arqueológico, sin duda una aportación importante, pero sin el
carácter de “verdad” definitiva, porque toda novedad puede falsar la teoría
existente y hasta entonces válida (Popper 1984: 41).
11
Ver por ejemplo Binford (2001).
22
expectativas, el uso de las posibilidades tecnológicas y de los paradigmas
epistemológicos de Internet, hasta ahora es en una mayoría de los casos
decepcionante. Eso no quiere decir que todo el contenido que se puede encontrar
en WWW es de poca calidad, sino que los objetivos establecidos por los autores
de las páginas publicadas no están ajustados al nuevo medio. Internet se está
utilizando casi exclusivamente para la presentación de informaciones dirigidas al
usuario pasivo y necesariamente paciente. El contenido está fragmentado y
disperso y es difícil encontrar una información determinada, y es definitivamente
imposible llegar a un conocimiento que represente un estado de la cuestión en
aquel mismo momento. Los intentos de desarrollo de los buscadores y portales de
recursos arqueológicos en Internet12, aunque han acumulado un buen número de
enlaces verificados, no cumplen con el objetivo de reunir la información dispersa.
Estos portales sirven como directorios que clasifican el contenido estático, puerta
de enlace con las presentaciones particulares, textos on-line, con home pages de
autores diversos. Las trayectorias de la búsqueda de información están
caracterizadas por muchas idas con expectativas y vueltas con decepción, por
muchas conexiones a los servidores particulares a una velocidad escandalosa, por
mucha información caducada, enlaces rotos etc. Ocurre frecuentemente que los
enlaces nos llevan a otros directorios de enlaces y así, hasta llegar a un número
reducido de páginas que realmente contienen información arqueológica. Los datos
arqueológicos no estructurados en Internet forman parte de la Web de superficie.
12
como, por ejemplo ARGE 3.0 - http://odur.let.rug.nl/~arge/
13
Archaeological Data Service
14
Birmingham, Bradford, Glasgow, Kent at Canterbery, Leicester, Newcastle,
Oxford y York
23
Irlanda del Norte. El objetivo declarado por ADS es recoger, describir, catalogar,
proteger y facilitar el soporte al usuario para los recursos digitales, creados como
producto de la investigación arqueológica. La vulnerabilidad de los datos sobre la
evidencia primaria destruida es la razón por la que hay que facilitar el acceso a los
datos “con el fin de examinar, valorar y entonces reanalizar y reinterpretar los
datos y las hipótesis resultantes”15. Está previsto que el catálogo, como lo
denominan los autores, contenga colecciones de documentos de tipos variados,
teniendo en vista los más frecuentes formatos de la documentación arqueológica.
El ADS presta a los usuarios servicios de gestión, hospedaje y mantenimiento de
sus datos, incentivando la agregación de las colecciones al sistema. Ahora ya se
puede reconocer un cierto relajamiento del ambiente, viendo que el contenido del
catálogo crece y que el interés por el proyecto esta aumentando.16
Uno de los proyectos en los cuales el ADS tiene el papel del asociado
principal es el proyecto ARENA17, apoyado por la Unión Europea a través del
programa Cultura 2000 y con seis países asociados: Polonia, Rumania,
Dinamarca, Islandia, Noruega y Reino Unido. Este proyecto está dirigido en
primer lugar a los archivistas profesionales que trabajan con datos arqueológicos
digitales, pero espera tener más adelante relevancia para la comunidad académica.
El objetivo final del proyecto es la “difusión de los archivos arqueológicos
importantes y de los datos de patrimonio cultural para la investigación académica
15 http://ads.ahds.ac.uk/project/general.html
16 En el marzo 2001 las páginas de ADS tenían 92929 visitas únicas según los
datos publicados en el informe anual para el año 2001
(http://ads.ahds.ac.uk/project/annrpts/2001.html)
17 Archaeological Records of Europe - Networked Access
24
y el uso público”.18 La iniciativa está inspirada en la fragilidad de los datos
digitales y en la necesidad urgente de conservarlos. El estado del mantenimiento y
protección de los medios de conservación de los datos en arqueología no está en
un nivel alto. 51% de los datos se guarda en los discos duros y los disquetes, y
47% de los datos digitales no tiene ninguna protección (antihumedad,
electroestática, antimagnética etc.). Varias actividades están previstas por el
proyecto ARENA con el fin de la preservación y promoción de los datos digitales
sobre el patrimonio cultural. A parte de las actividades en el desarrollo de los
estándares, me parece importante destacar la noción de la interoperabilidad en el
nivel Europeo, y por supuesto las actividades en la aplicación de los varios
lenguajes y protocolos que facilitan el acceso ínteroperable a los datos
distribuidos.19
18 http://ads.ahds.ac.uk/arena/arebaactivity2,html
19 http://ads.ahds.ac.uk/arena/arenaactivity4.html
25
La construcción social del conocimiento arqueológico:
DIA-spora20
20
Distributive Interactive Archaeology – synchronized platforms of research
activities
26
los datos, ahora en su mayoría digitales. De la fase III la arqueología se distingue
por la propia actitud de los arqueólogos hacia el conocimiento arqueológico. Si
buscamos el soporte para la construcción colectiva del conocimiento, es altamente
probable que lo encontraremos en la tecnología informática e Internet.
El proyecto DIA-spora
27
en marcos de referencia dinámicos (dynamc frames of reference). El flujo
dinámico e interactivo de las referencias o, en otras palabras, de las unidades del
conocimiento previo, está en la definición de la arqueología reflexiva (Hodder
1999: 178).
PROBLEMA ARQUEOLOGICO
Descripción Esbozo
de teorías
Valorización
Distribución de datos
SOLUCIÓN DE PROBLEMA
Fig. 1. – Estructura del sistema del proceso del
razonamiento y del procesamiento de datos
28
de las actividades investigadoras, o DIA-spora, como epígrafe del titulo en inglés
(Distributive Interactive Archaeology – synchronized platforms of research
activities).
Cd
Cd Cd
Cd
Cd
Cd
Cd
Cd
Cd
Cd
Cd
Cd
29
de los documentos en todos los formatos digitales - distribuidos en los servidores
en los nodos de la Red - con los usuarios finales, a través de los protocolos
interoperables. El usuario final puede utilizar el conocimiento y transformarlo
agregando sus documentos y sus datos relacionados.
30
arqueológicos en Internet, y en la digitalización de los datos y de los procesos
analíticos. DIA-spora propone soluciones para la superación de las
incompatibilidades.
31
las plataformas. Su fondo común es un sistema de bases de datos relacionadas, un
sistema de reglas explicativas y protocolos de comunicación.
32
vez, DIA-spora es un conjunto informático distributivo, que apoya y gestiona el
proceso de la solución del problema arqueológico.
La Plataforma Archivista
A B C
33
donde quiere guardar sus datos – en las bases de datos de DIA-spora (Fig. 3, A)23,
o en el servidor propio (Fig. 3, B). Así el usuario accede a la creación
directamente a través de la plataforma archivista, con la posibilidad de utilizarla
como el medio (interfase) para la introducción de datos y documentos.
Pero, en todos los casos, las bases de datos y los documentos quedan
independientes y autónomos, aunque unidos en un sistema constructivo. Un de los
aspectos importantes en su estructuración es el seguimiento automático del origen
de los datos. Los datos siempre contienen firma electrónica, que informa sobre el
autor y © de la entrada y se copia automáticamente en el apartado recursos de la
firma electrónica del nuevo documento donde han sido utilizados. De esta manera,
se crea un mecanismo de protección de los derechos de autor, pero igualmente de
la protección del público (tanto científico como general), que corrobora la
responsabilidad de los autores por la información que han suscrito bajo su firma.
23
El Almacenamiento de bases de datos en el servidor de DIA-spora es un servicio
opcional, consecuencia de los convenios establecidos.
34
de forma automática la base de metadatos que garantiza a los usuarios la
relevancia de los resultados de la búsqueda. La evaluación está segmentada, y
puede ser aceptada o negada por el usuario, parcialmente o en conjunto, como
relevante para la búsqueda.
La Plataforma Analítica
35
operadores en el proceso de solución del problema específico (Barceló 1996:
132). Sin embargo, para construir una base de conocimiento, se necesita algo más
que los datos. En cierto sentido, podríamos considerar que la plataforma analítica
es una base de datos que contiene conceptos.
DEBATE
Problema específico
Comunicaciones en simposios
Flujo de datos
Hipótesis
Solución de problema
36
El sistema de comunicación y la publicación en la plataforma de debate da
fondo a la Academia, que recrea las categorías de comunicación del mundo
académico tradicional. En la Academia se celebran los Simposios, mesas
redondas, talleres, foros de discusión, conferencias temáticas, o reuniones
operativas, ya sea en los círculos abiertos o cerrados. El debate corriente genera el
flujo de hipótesis, igual como de sugerencias de métodos, de documentos y de
datos, relevantes para las posibles conclusiones. El investigador, con sus datos,
hipótesis y argumentos, que son automáticamente estructurados por los RDF y
agregados en la base de datos, contribuye a la creación del conocimiento y al
incremento de los potenciales cognitivos de DIA-spora. A la vez, el investigador
está capacitado para disponer del cuerpo entero de la información distribuida, lo
que le permite reflexionar sobre sus hipótesis.
24
Comunicación en este caso comprende varios tipos de contenido comunicado:
hipótesis, estudios, datos sobre excavaciones, datos sobre análisis, experiencias
en las aplicaciones de las tecnologías, argumentación de criterios, etc., etc.
37
sistema de comunicaciones propuesto en la plataforma de debate tiene como
objetivo dinamizar el discurso arqueológico y dinamizar la construcción colectiva
del conocimiento.
Acceso a DIA-spora
38
estructurado de apertura pública de los datos, con el objetivo de maximizar el
potencial cognitivo del sistema. Sin embargo, a través de los filtros de los usuarios
se pueden configurar grupos de datos o áreas con el acceso restringido a los
usuarios con permisos particulares. Esta es una solución que puede ser uno de los
requisitos principales para la contribución de ciertos proyectos de investigación en
desarrollo. El uso de los recursos facilitados por DIA-spora, con la contribución
limitada del usuario en el sistema, debe ser el resultado del convenio entre DIA-
spora y el proyecto en particular.
39
Estos son los componentes clásicos de las bases de datos referenciales, pero,
DIA-spora es más que un simple conjunto de datos. Las bases referenciales
normalmente no se utilizan para “solucionar” problemas, sino para extraer unos
datos específicos: el usuario consulta la información. Diferentemente, usando
DIA-spora, estamos tratando de solucionar problemas científicos, es decir, no
extraemos unidades de datos, sino que introducimos las soluciones posibles del
problema, para extraer las unidades de sentido.
40
o Conocimiento de la estructura del sistema
41
pensamientos, o la gente, o el arte, o los esfuerzos) no hay que UNIFICAR-lo.
Bastaría con la búsqueda de la solución idónea para que los sistemas unidos de
“habla” diferente puedan comunicar utilizando el mismo lenguaje. Este objetivo
merece el esfuerzo.
42
El problema arqueológico
43
de cada época. Sin embargo, el objeto físico sigue siendo la principal fuente de
datos para la investigación arqueológica.
El problema arqueológico del presente trabajo es la siguiente afirmación
teórica:
44
otros subsistemas-, pero sin explicarse en qué se sostiene su relevancia para el
Sistema Cultural (Fig. 5). Así, la importancia de la metalurgia no es nada más que
una afirmación arbitraria (Shanks y Teilley 1987: 34), apoyada entre otras
presuposiciones en la teoría que un cambio de artefacto significa un cambio
social.
Mientras para un enfoque de la prehistoria europea, la aparición de la
tecnología metalúrgica tiene “un enorme interés por sus implicaciones en el
desarrollo social”, y representa un estímulo del cambio social en extensas áreas
(Champion, Gamble, Shennan y Whitle 1996: 204), para otro los efectos del metal
están considerados como más simbólicos que reales; para los autores seguidores
de este enfoque, el cobre fue más un medio de manifestación que de
transformación del mundo material (Sherrat 1998: 172). Sin embargo, este efecto
leve se sitúa en el ámbito de las aplicaciones prácticas y directas: por ejemplo, se
niega la influencia de la metalurgia en la deforestación. En este caso, si miramos
desde el punto de vista del uso directo de la herramienta de cobre para cortar el
árbol, Sherrat tiene razón. Si consideramos que el proceso de extracción y el
tratamiento del metal, emplean fuego de alto nivel térmico como medio principal,
veremos que la producción metalúrgica (intensiva) tenía que influir en el consumo
elevado de combustible, y consecuentemente, en la deforestación.
Los enfoques del período de la transición entre el Neolítico y el Eneolítico
en los Balcanes Centrales, igual como en varias otras partes de Europa,
conceptualizan sus teorías alrededor de, o en la línea de dicha afirmación
(Garasanin 1958, Tasic 1967, Jovanovic 1979 y 1990), considerando a la
tecnología metalúrgica como el actor decisivo para el cambio social y/o histórico.
Sin embargo, aunque sus interpretaciones están fundadas en un amplio registro
arqueológico, no se ha conseguido corroborar la hipotética relación directa entre
la tecnología metalúrgica y las consecuencias propuestas; la correlación se asume
sin fisuras.
Además, los caminos de la propagación de la tecnología metalúrgica
construidos en el marco de la teoría difusionista presuponen determinadas
direcciones de las influencias culturales (Renfrew 1973: 183-187, Fig. 37), lo que
45
se refleja en las analogías en el estilo del mobiliario cultural, y sirve de operador
básico para los estudios de identidad y el seguimiento de las migraciones humanas
(Childe 1929, 1950; Milojcic 1949; Garasanin 1973, 1979; Tasic 1967, 1983,
1995).
Las consecuencias sociales adjudicadas sistemáticamente a la metalurgia, o
su rotunda negación, merecen una evaluación más detenida y una explicación más
justificada de la relación artefacto-sociedad. Sin embargo, en el presente trabajo
no se trata de un intento de refutación de la afirmación cambio de artefacto =
cambio social, sino de un intento de construcción del marco para su evaluación
crítica. El caso de la vigente relación causal “introducción de la metalurgia =
transición entre Neolítico y Eneolítico”, será establecido en la escena de los
Balcanes Centrales, donde la explotación del cobre, según los datos (Jovanovic
1971) presenta fechas muy tempranas (Renfrew 1973: 190).
¿Cómo se refleja el efecto de la tecnología metalúrgica en la variabilidad
social, y cómo en el registro arqueológico? ¿Cuáles son las pautas para la solución
de dichos problemas?
Situaremos en primer lugar el problema en un marco cronológico y en un
contexto geográfico. A continuación, presentaremos un estado de la cuestión a
través de una retrospectiva histórica; este nos aportará varias premisas para la
evaluación crítica. Siguiendo la teoría de la solución de problemas anteriormente
mencionada, trataremos de proponer los operadores para la solución del problema
arqueológico que surge de la afirmación:
cambio de artefacto = cambio social.
46
Estudio de caso:
47
propios recursos y sus propias experiencias y, según algunos autores, causó
cambios profundos en la sociedad prehistórica de la región (Jovanovic 1990).
Secuencia cronológica
48
producción, otras condiciones tecnológicas y la organización correspondiente,
fueron también necesarias. La inversión de trabajo en la producción en serie
indica que la necesidad de objetos metálicos fue socialmente aceptada y que su
producción y consumo ya formaban parte de la economía general. Esta situación
es consecuencia de los ajustes graduales entre un invento y la realidad socio-
económica, resultado de un proceso, a partir del cual comienza otra fase de
desarrollo de la metalurgia y otros procesos sociales.
49
cuando las relaciones de los fenómenos arqueológicos nos sugieran tal excursión.
Las razones de la elección de esta región, y no otra, como unidad de análisis,
descansan sobre todo en los indicios arqueológicos, así como en la predisposición
geológica y natural de esta área para un desarrollo autóctono de la explotación del
cobre y de las actividades metalúrgicas que pueden haber permitido cambios
estructurales en el periodo del Neolítico Final y el principio del Eneolítico.
50
unas diferencias considerables en cuanto clima, vegetación, recursos naturales, así
como en el comportamiento y las costumbres de sus habitantes. En su libro
Península Balcánica. Fundamentos de Antropogeografía Jovan Cvijic (1966)
define dos grupos de características geográficas de los Balcanes Centrales: Las
características geográficas de conexión e integración y las características de
aislamiento y separación (Mapa 2).
51
Plano Póntico. Los caudales de los grandes ríos de su frontera del
Norte (Danubio, Sava, Tisa y Drava) alcanzan el centro de Europa,
y, por el otro lado, el mar Adriático y el mar Jónico son estrechos y
fáciles para la navegación.
52
Pindski han surgido por fruncimiento en la época del Terciario y movimientos
posteriores. La estructura (contenido) geológica de estas cuatro formaciones es
distinta, lo que queda reflejado en las diferencias de relieve.
53
natural de los Balcanes Centrales está distribuido actualmente entre cinco
entidades geopolíticas (desde el oeste de la zona): Bosnia y Herzegovina, Serbia,
Macedonia (hasta hace poco Yugoslavia), Bulgaria y Rumania. El eje de
gravitación de la zona y su límite marcado por cadenas altas y macizos
montañosos, es el territorio en el que centra sus investigaciones la arqueología de
Serbia, que antes de los recientes cambios históricos estaba integrada en las
investigaciones de una unión política más amplia.
Estado de la cuestión
Las ultimas décadas del siglo XIX en las regiones central y occidental de
la Península Balcánica, fueron marcadas por el despertar del interés vivido para
las investigaciones arqueológicas de los países yugoslavos27: unos, todavía
súbditos de la corona Austro-Húngara; y los otros, agitados por el proceso de
descomposición del dominio del Imperio Otomano. Las universidades austriacas
tuvieron un papel fundamental en esta fase de investigaciones tempranas. Su
influencia instructiva se vio reflejada en primer lugar en las actividades de sus
investigadores en dichas regiones, que dieron lugar a las primeras publicaciones
sobre la antigüedad balcánica, en alemán. La formación de los expertos locales -
pioneros y fundadores de la arqueología moderna en Eslovenia, Croacia, Bosnia y
Herzegovina y Serbia – en las universidades austriacas fue aún más decisiva para
el futuro de la arqueología regional.
27
Nos referimos a los países eslavos del sur (“yugo-eslavos” en las lenguas eslavas
de la región), que se corresponden con los que conformarían mas tarde el
estado de Yugoslavia.
54
precisaron subdivisiones de las 3 Edades. Los operadores permanecieron iguales,
permitiendo contestar nada más que a las cuestiones “qué” y “cuando”. Este
marco condicionaba los métodos de adquisición de datos y su presentación.
55
sobre todo en la producción cerámica, indicaron que se trataba de un periodo con
una evolución interna, pero todavía no había sido admitida su larga duración.
56
>objeto< X (pertenece) >al conjunto< Y
>objeto< X (es igual / parecido) >al objeto< Z
>objeto< Z (pertenece) >al conjunto< M
>conjunto< M (es igual) >a la fecha< 10
>conjunto< M (pertenece) >a la cultura< G
entonces:
El objeto X pertenece a la cultura G y su fecha es 10, lo que vale también para
el conjunto Y.
Una de las figuras clave para los estudios posteriores fue Vladimir
Milojcic, formado en Belgrado, y después de la 2ª Guerra Mundial, profesor de
arqueología prehistórica en la Universidad de Heidelberg, Alemania. En su libro
Chronologie der jüngeren Steinzeit Mittel- und Südosteuropas (Cronología del
Neolítico reciente en Europa Central y del Sur) (1949), Milojcic aportó nuevos
fundamentos metodológicos y sistematizó el conocimiento sobre un largo periodo
- desde el Neolítico antiguo hasta la Edad del Bronce – de la zona del norte de
Croacia y de Serbia. Esta síntesis fue punto de partida para todos los estudios de la
arqueología prehistórica posterior en los países yugoslavos, base de la formación
de generaciones de prehistoriadores. Milojcic representó un enlace clave entre las
arqueologías de Yugoslavia y Alemania.
57
Edad del Bronce”, y a las culturas atribuidas a este periodo dedica un capitulo
particular (Garasanin 1959: 20-53).
Esta opinión suya no fue aceptada por otros autores de la época. Los
mismos argumentos arbitrarios que han servido a Garasanin para dedicar un
capítulo entero al “periodo transicional”, para Benac (1962) significaron una
condición suficiente para hablar de un periodo disgregado del Neolítico y de la
Edad del Bronce y abogar por la ampliación de la teoría de las 3 Edades con una
fase más:
“Es importante destacar que este [periodo] no es, bajo ningún concepto,
solo una fase transicional, sea vinculada con el periodo más antiguo –
Neolitico – o con el más reciente – Edad del Bronce. Parece, al
31
El subrayado es mío.
58
contrario, que este es el periodo en el cual han ocurrido acontecimientos
decisivos, condicionados en gran medida por la utilización de cobre, y
que realmente hay que tratarlo como un periodo prehistórico
separado...” (Benac 1962: 131)32
32
El subrayado es mío
59
citados, Tasic considera como elemento clave de la distinción, el desarrollo de la
tecnología del cobre. En la dinámica de este proceso encuentra apoyo para su
división terminológica: en el “Eneolítico” la tecnología del cobre no tiene la
importancia de una producción substancial porque los objetos de cobre no tienen
el carácter de medios de producción; en la “Edad del Cobre” esta situación
cambia, pero no por adaptación social sino por causa de la llegada de nuevos
pobladores, para los cuales la metalurgia tenia importancia en la producción de
herramientas y armas. Partiendo del subtítulo “Periodización del Eneolítico”,
confunde un poco encontrar mas adelante, que el término Eneolítico está
empleado sólo para la primera fase del “Eneolítico”. La “Edad del Cobre
Antiguo” y la “Edad del Cobre Desarrollada” son la segunda y la tercera fase, y la
“Transición a la Edad del Bronce” es la cuarta fase de la periodización del
Eneolítico según Tasic (1967:72). A las cuatro fases él aplica las fechas absolutas
en base de “algunas fechas clave, obtenidas a base del método estratigráfico, de
los análisis C14 y de la tipología comparativa”: la fase I comienza cca. 3500 a.C.;
las fases II y III duran entre cca. 3100 y 2600 a.C; la fase IV acaba cca del año
2200 a.C. (Tasic 1967: 86).
60
objetos cerámicos hallados en los
depósitos en las venas del pozo, (Fig. 7),
situaron la primera explotación del cobre
en el periodo Vinča Tordos II - Vinča
Pločnik I, del Neolítico Final de la región
(Jovanovic 1982: 89). Estos datos abrieron
la cuestión del carácter eneolítico del
neolítico final, o la de la “eneolitización”
de las últimas culturas neolíticas (Tasic
1995: 10). Los resultados de las
investigaciones de Rudna Glava ampliaron
nuestros conocimientos sobre las técnicas
mineras, las herramientas y los útiles para
la extracción de la mina y sobre las
tecnologías de procesamiento de la mina.
Se hicieron todos los análisis
correspondientes y accesibles, y el
Fig. 7. – Rudna Glava, material del
fenómeno de gran importancia para los
pozo, datado en el Neolítico final.
acontecimientos se pudo considerar como
auténtico y muy antiguo. Sin embargo, el
desarrollo auténtico de la tecnología matalúrgica en la fase que por la
nomenclatura vigente pertenece al Neolítico final, todavía no ha sido razón
suficiente para que se abandonase la teoría de las 3 Edades, sobretodo porque su
importancia fue subjetivamente valorada y argumentada, tanto por unos como
autores como por otros.
61
transicional”. Este proceso de adaptación es denominado por Brukner proceso de
“metalización” de las culturas eneolíticas, distinguidas tanto del Neolítico como
de la Edad de Bronce (Brukner, Jovanovic, Tasic 1974: 113-114). El volumen III
de la obra de referencia Prehistoria de los países yugoslavos” (Tasic, Dimitrijevic
y Jovanovic, 1979), está dedicado al periodo Eneolítico. Los inicios de la
explotación de las minas y de la tecnología metalúrgica están representados en
este volumen, mientras que el contexto al que pertenecen estos fenómenos, siendo
todavía neolítico, está tratado en el volumen II, correspondiente al periodo
Neolítico.
62
La naturaleza del proceso y el resultado cognitivo de estas investigaciones
implica un modelo específico de publicación y selección de los datos “propios”,
que se creen más justificativos para la interpretación propuesta.
63
Inicio de la metalurgia del cobre en los Balcanes
centrales: condiciones y consecuencias
A. Condiciones naturales
33
Término general para varios minerales de hierro (Mohen 1992: 42).
64
donde el cuerpo principal de la mina llega al contacto con elementos atmosféricos,
comienza el proceso de oxidación de los minerales sulfurosos y la formación de
óxidos, hidróxidos e hidroxicarbonatos, como por ejemplo malaquita y azurita.
Por la reducción de las sales del cobre en estos estratos superficiales, se forma el
cobre nativo (Craddock 1995: 28).
65
Si a esta abundante disposición de cobre en los Balcanes Centrales, y a sus
características físicas, añadimos la pobre vegetación que cubre las zonas de los
mismos florecimientos de la mina, podemos concluir que el encuentro de los
humanos con el cobre en la prehistoria no podía ser casual. Fue un resultado
lógico de su relación con el entorno natural, de la explotación de la cuarcita que
en algunas ocasiones acompañaba a los óxidos del cobre, y de la prospección de
canteras nuevas. Los análisis de la malaquita, de la azurita y del cobre nativo de la
zona, comparados con la composición de los artefactos de la metalurgia inicial,
revelan una fuerte correlación (Krajnovic y Jankovic 1995: 26) y confirman que la
gente que habitaba los Balcanes Centrales a principios del quinto milenio ya
conocía y utilizaba estos recursos locales.
B. Conocimientos tecnológicos
66
Son múltiples las pruebas que confirman que el hombre prehistórico, no sólo sabía
cuales eran y para qué le podían servir los materiales de su entorno inmediato,
sino que también era consciente de que estos no estaban distribuidos igualmente
por todo el mundo. El hombre sabía apreciar el valor de los materiales raros que
llegaban desde otras partes del mundo, algunas veces muy lejanas. Igual como
sabía por donde se movían los animales que cazaba, donde comían y donde iban a
beber el agua, sabía donde podía encontrar un tipo particular de piedra. La
necesidad de unos materiales sobrepasaba las cantidades que era posible recoger
simplemente de la superficie en un rincón del paisaje, así que la técnica de
extracción de las piedras se dominó muy temprano.
En el espacio de los Balcanes Centrales, hasta hace poco tiempo, no había
pruebas de una extracción organizada de piedra, aunque el material arqueológico
indicaba que para la mayor parte de su producción fue utilizada la materia prima
local. La mina del ópalo en Krivo Polje cerca de Kragujevac (44º06’N 20º32’E),
ha confirmado la hipótesis de la técnica minera local, desarrollada en el periodo
del Neolítico Antiguo (Jovanovic 1995: 29). En la mina de Krivo Polje, a parte del
ópalo, fueron explotados la calcita, el ágata y el jaspe. Se excavaron fosas
ovaladas poco profundas en el lugar donde las vetas de la mina surgían en la
superficie. Sin embargo, no se formaron canales continuos, y los pozos fueron
abandonados cuando la vena de la mina se sumerge en la profundidad. Las
cantidades de fragmentos de calcita y de ópalo halladas en la misma localidad,
representan el desecho del tratamiento previo de los soportes para la elaboración
posterior de las formas deseadas. Por tanto, está confirmado que el conocimiento
de las técnicas mineras que eran necesarias para la explotación del cobre, tuvo un
desarrollo local “desde la primera aparición de la agricultura y de los
asentamientos sedentarios” (Jovanovic 1995: 31).
Otro conocimiento que condicionaba el desarrollo de la extracción y el
tratamiento del cobre era el conocimiento pirotécnico. En los Balcanes Centrales
se maneja este arte desde fechas muy tempranas, como en el caso de Lepenski Vir
(VII milenio a.C.). El suelo de las casas trapezoides de este asentamiento en la
orilla derecha del Danubio en la zona de Puerta de Hierro, fue cubierto con una
67
capa de mortero de cal (Srejovic 1960). Para preparar este material, fue necesario
exponer la caliza al fuego y “apagarla” con agua. La cal viva se mezcla con la
arena y se vierte en la superficie deseada. Al enfriarse, este material se vuelve
extraordinariamente duro. Este ejemplo es interesante sobre todo porque presenta
la característica de la transformación del material, el cambio de su estado y de su
forma mediante el fuego, a diferencia del proceso pirotécnico de la producción
cerámica, donde el fuego sólo endurece el material ya formado.
Recuadro nº 1
68
4. La información publicada (por ejemplo) en el año 1995 (Jovanovic 1995)
es nueva para toda la sociedad científica (o para aquellos quienes tuvieron
la ocasión de tener en las manos uno de los mil ejemplares de las Actas),
pero en realidad era conocida por un público reducido de la pequeña
revista del museo local en el idioma local en el año 1990, como mínimo 5
años después del hallazgo. Todos los que investigaban sobre este tema
mientras tanto, no tuvieron constancia de esta información, así que sus
interpretaciones publicadas, que por su parte pueden llevar una fecha
posterior del año 1995, estarán basadas en un conocimiento incompleto.
A. Tecnología de extracción
69
En la época de la explotación de la mina de Rudna Glava ya se habían
desarrollado los conocimientos mineralógicos. Los mineros sabían exactamente
qué era lo que buscaban, y sabían distinguir la localidad idónea para su uso.
Además, parece que tenían unos criterios de rentabilidad y de productividad
establecidos ya en esta fase temprana. Esta hipótesis descansa en el encuentro de
las vetas intactas que contenía la mina con bajo porcentaje de cobre, en la
proximidad inmediata de otras vetas agotadas hasta el fondo (Jovanovic 1982:
62).
Para preparar la veta de mineral
para su uso, los mineros abrían una
plataforma de acceso en el terreno
fuertemente inclinado, limpiando la
capa superficial de la tierra y las
piedras (Fig. 9). Las plataformas
variaban de tamaño y forma, puesto
Fig. 9. – Rudna Glava,
que se adaptaban a la morfología de la plataforma de acceso
roca que rodea a la veta del mineral. Al
levantar la capa de la mina derramada a la superficie, que no se caracterizaba por
su alta consistencia, la excavación continuaba en pozos profundos, estrechos, con
el material duro y denso. El ancho de las vetas no permitía la actividad de dos
personas a la vez. La extracción se realizaba a través del efecto térmico,
salpicando el fuego vivo con agua fresca que se suministraba en jarras cerámicas
(Fig. 10). El cambio brusco de temperatura hacía que las rocas se quebraran. Los
picos de asta de ciervo u otras herramientas de madera servían para liberar las
rocas quebradas de su entorno duro. El minero trabajaba pisando la superficie que
excavaba, rompiendo el material utilizando el mazo sostenido a un lazo,
balanceándolo como un péndulo cuando tenia que romper las paredes del pozo, o
moviéndolo verticalmente cuando rompía la mina en el fondo.
En el fondo del pozo la mina fue desmenuzada y así transportada a la
superficie. Los desechos del pozo activo eran vertidos en el pozo anteriormente
agotado y abandonado. El transporte desde la mina del material recogido hacia la
70
superficie es la parte del proceso menos
documentada. Se supone que para ello los
excavadores empleaban sacos de cuero o
cestos, y que se precisaba la contribución de
más que una persona para este trabajo
(Jovanovic 1982:64).
Una parte de las herramientas y del
equipamiento utilizado en el proceso de
extracción del mineral fueron fabricados en el
mismo yacimiento minero. En el lecho del río
Saska, cerca de Rudna Glava se recogieron
guijarros de garbos, un tipo de roca eruptiva
utilizada para la fabricación de percutores y
cuñas (Fig. 12), y preparados para su uso en
las plataformas de acceso. Este tipo de mazos
de piedra fue la herramienta básica y de
utilización masiva en la minería prehistórica
en toda Europa y todo el mundo (Jovanovic
1982: 77; Craddock 1995: 37-46). La poca
cantidad de picos de asta de ciervo
encontrados en la mina sugiere que para la
excavación fueron empleadas con más
frecuencia herramientas elaboradas en madera,
que se podía recoger en los alrededores
inmediatos. En Rudna Glava también se Fig. 10. – Rudna Glava, los
recipientes cerámicos de los
fabricaron sacos de cuero, según el hallazgo pozos mineros.
de una aguja curvada hecha de hueso
(Jovanovic 1999: 188).
El hallazgo de un depósito de 30 kg en la mina de malaquita y azurita en el
fondo de un pozo en Rudna Glava, ha servido para el experimento de fundición
del mineral. Este experimento realizado por R.Tylecote de la Universidad de
71
Fig. 11. – Reconstrucción de los mazos mineros (Según Creddock 1995: 42, fig. 2.12)
72
sobre las prospecciones de estas y otras zonas de ricos afloramientos de mineral
de cobre.
73
Bronce fueron una consecuencia de la difusión, o más bien de la
importación de la “cultura” del Próximo Oriente y del Egeo.
La primera indicación para la atribución de las obras mineras en Rudna
Glava al período del Neolítico reciente, fueron las piezas cerámicas halladas en las
plataformas de acceso y en el relleno de los pozos mineros. Tipológicamente,
estos objetos se pueden asignar a la cultura de Vinča, o más concretamente en la
fase Gradac de esta cultura, que M. Garasanin (1984: 61) ubica entre las fases
Vinča Tordos II y Vinča Pločnik I (Jovanovic 1990: 60). La fase Gradac marca
claramente el viraje tipológico que separa a la cultura de Vinča antigua de su
variedad reciente. Por la ubicación del centro de la manifestación más explícita de
la fase Gradac en la cuenca de Morava del sur, y su escasa influencia hacia el
norte, en el área “clásica” de la cultura de Vinča, Jovanovic introduce en su
esquema nuevos criterios de división del territorio cultural. El nuevo esquema
establece la provincia metalúrgica en el sur, representada por la fase Gradac, y la
provincia agrícola en el norte, representada por la fase Vinča Pločnik (Jovanovic
1990: 58). Las fechas de la primera minería de cobre en los Balcanes Centrales,
por lo tanto, fueron establecidas indirectamente “según los términos
correspondientes para la fase Gradac” (Jovanovic 1990: 58). Una fecha C14
obtenida del yacimiento Rudna Glava es 4.270±105, que después de la
calibración, ubica el principio de la minería de cobre en los Balcanes Centrales en
el principio del quinto milenio a.C. (Jovanovic 1990: 58).
Recuadro nº 2
74
2. La descripción del proceso tecnológico es bastante consecuente, aunque
en algunos detalles varía con respecto de las pruebas materiales (por
ejemplo, la existencia de la aguja para la fabricación de los sacos de cuero
in situ, está por primera vez mencionada más de 25 años después de que
se acabaron las excavaciones en Rudna Glava), y en los detalles que cada
autor creía importante destacar.
Producción metalúrgica
75
que pudieran indicar las actividades de la primera metalurgia. Podemos suponer,
según el estilo de publicación de varios yacimientos del Neolítico Reciente
excavados hasta los años 60-70 del siglo XX, que los datos que podrían completar
la imagen de la metalurgia prehistórica están perdidos para siempre, o en el mejor
caso están enterrados en las profundidades de la documentación y en cajas de
material arqueológico en el almacén de algún museo.
76
y consecuentemente faltan los datos sobre la producción pre-metalúrgica en los
Balcanes Centrales. La mención de las piezas de malaquita en los contextos del
Neolítico Antiguo en Lepenski Vir IIIa, Zmajevac y Divostin I (Glumac y
Tringham 1990: 558 [citado en: Sljivar y Jacanovic 1997: 190]) no son más que
una constatación del fenómeno. Las investigaciones arqueológicas que siguieron
en las últimas décadas del siglo XX, eran orientadas a la detección de las intensas
actividades metalúrgicas que anunciaban los hallazgos de minería datada en el
principio del quinto milenio, esto es, en la época del Neolítico Reciente. Sin
embargo, el número de objetos de cobre atribuibles a estas fechas tempranas no ha
aumentado considerablemente. Groso modo, se trata de pequeñas cantidades de
piezas de joyería menuda, sobre todo de colgantes y cuentas (Vinča, Divostin,
Grivac, Velika Gradina Uzice, Stapari, Selevac, Gomolava, Gornja Tuzla,
Belovode) y de alguna pulsera (Gomolava, Pločnik, Stapari, Divostin). Pequeños
instrumentos, como agujas, leznas y anzuelos, fueron descubiertos en el
asentamiento Gornja Tuzla, y el único hallazgo de herramientas pesadas proviene
de 4 depósitos en el yacimiento Pločnik (Jovanovic 1979 y 1982; Glumac 1983 y
1988; Bogdanovic 1990; Jacanovic y Sljivar 1997).
El asentamiento Belovode, ubicado en la proximidad de Rudna Glava, entre
los ríos Mlava y Morava, presenta una ocupación que duró desde las primeras
fases de la cultura de Vinča, hasta el final de la fase Gradac de la misma cultura.
Gran cantidad de malaquita fue descubierta en todos los estratos de este
asentamiento, pero sin pruebas de una actividad metalúrgica. Los investigadores
adscriben los minerales de las fases antiguas del asentamiento a una actividad pre-
metalúrgica, mientras el nivel de fase Gradac, que corresponde a la época de los
trabajos mineros en Rudna Glava, está definida como fase metalúrgica (Jacanovic
y Sljivar 1997: 192). Sin embargo, esta definición se deriva a partir de los
hallazgos superficiales, en la periferia del yacimiento, de unas hachas de cobre
que no provienen de la excavación, es decir, a partir de pruebas indirectas e
inseguras.
Si por proceso metalúrgico entendemos exclusivamente la metalurgia
extractiva (Mohen 1992: 73), podríamos excluir de la consideración una gran
77
parte de la serie de colgantes y cuentas, porque éstas fueron elaboradas a partir de
piezas de malaquita por tratamiento físico (Glumac 1988: 458; Jacanovic y Sljivar
1997). En varios asentamientos se ha descubierto gran cantidad de malaquita
(Stapari, Grivac, Divostin, Selevac, Medvednjak, Belovode). Estos minerales no
eran utilizados exclusivamente para la producción de pigmentos, cuentas y
colgantes, sino que existen pruebas contundentes, según los análisis de
laboratorio, de su tratamiento térmico para la extracción de cobre puro (Glumac
1988: 457). Como resultado seguro de un proceso metalúrgico tenemos las piezas
de herramientas macizas y una pulsera en 4 fosas de depósito en el asentamiento
Pločnik. De las 35 piezas del depósito, 24 eran cinceles y 10 hachas (Fig. 13), y
según los estudios estratigráficos del yacimiento, se atribuyen a la fase Gradac de
la cultura de Vinča (Sljivar 1996). Las excavaciones del asentamiento prehistórico
en Pločnik siguen dando nuevos datos y descubriendo nuevas situaciones, pero
todavía no hay indicación alguna sobre las instalaciones metalúrgicas (Sljivar y
Kuzmanovic-Cvetkovic 1997 y 1998).
78
La reconstrucción experimental del proceso metalúrgico que se podía llevar
a cabo utilizando los carbonatos de cobre procedentes de Rudna Glava (Tylecot
1982), todavía no ha tenido una confirmación en el material arqueológico. Sin
embargo, según los escasos datos sobre la producción metalúrgica de los
asentamientos de los Balcanes Centrales, Jovanovic propuso una división
cronológica más. Esta vez se trata de la división interna de la fase Gradac de la
cultura de Vinča en tres fases consecutivas que corresponden a las fases de
desarrollo de la metalurgia de cobre (1994: 11):
La fase Gradac I corresponde a la fase inicial de la minería y la
metalurgia elemental (Rudna Glava, Selevac V-VIII, Supska nivel 5,
Crnokalacka Bara, Predionica);
La fase Gradac II corresponde al periodo del crecimiento del
procesamiento de la malaquita dirigiendo gradualmente la metalurgia
de cobre hacia la producción de herramientas macizas y armas
(Divostin Iib, Supska niveles 3-4, Predionica, Valač);
La fase Gradac III sería representada por la producción masiva de
artefactos macizos de cobre (Pločnik, Predionica).
Como podemos ver a partir de los nombres de los yacimientos vinculados a
ciertas fases de Gradac34, en su fase III los fenómenos descritos por B.Jovanovic
se están limitando a las regiones del sur de la zona de los Balcanes Centrales y
reduciendo en su número, dejando espacio a una nueva manifestación cultural,
que en la literatura arqueológica consta como la del Eneolítico Temprano de la
zona. Se trata de la cultura Bubanj-Hum, que en el sentido “más extenso”,
pertenece al complejo cultural Bubanj-Salcuta-Krivodol (Tasic 1979b; 1995). Sin
embargo, la producción de los artefactos de cobre sigue su desarrollo en el sentido
delineado por las fases de Gradac. Los hallazgos apuntan a la conclusión que el
área alrededor de la cuna balcánica de la minería de cobre en este periodo también
tiene primacía en la producción metalúrgica en los Balcanes Centrales. A
34
Ciertamente, considerada así, con su propia dinámica territorial, y dividida en
sus propios fases, la “fase Gradac” como la denominaba Garasanin, deja de ser
sólo una fase y se convierte en un “grupo” o en una “cultura”, aunque hasta la
fecha nadie ha planteado este tema.
79
diferencia del período anterior, ahora los asentamientos abandonan los valles y
suben a las montañas, a posiciones bien protegidas (Tasic 1979: 98).
80
Nemenikuce) y de un número de yacimientos desconocidos, proviene una serie de
hallazgos casuales de herramientas macizas de cobre, sobre todo de hachas-piolets
y cinceles, guardada en el Museo Nacional de Belgrado (Vukmanovic y Radojcic
1995: 73-80, cat. nº 121-139). Todos estos objetos metálicos, aunque se trata de
una gran cantidad de artefactos no estratificados, sugieren una actividad notable
de los talleres metalúrgicos de la zona este y central de los Balcanes Centrales.
Sin embargo, tampoco tenemos pruebas firmes sobre cómo era organizado el
oficio metalúrgico, ni tampoco cómo era el proceso de la producción, porque en el
registro arqueológico faltan las instalaciones metalúrgicas.
En el sur de la zona adscrita a la cultura Bubanj-Hum, se nota la ausencia de
escorias y otros restos de la reducción de minerales metálicos, y una disminución
de la cantidad de artefactos de cobre. En el mismo yacimiento epónimo Bubanj,
fueron encontrados una lesna y varios fragmentos de agujas, mientras del
asentamiento Hisar provienen una lesna con mango de hueso y varias piezas de
cobre amorfo (ACIC 1979: 107. Estos datos pueden ser consecuencia de la
desigualdad en la cobertura territorial de las investigaciones, pero también podrían
corroborar la hipótesis sobre la existencia de un centro metalúrgico en la zona
central y occidental de los Balcanes Centrales, que suministrara los objetos
metálicos a las “periferias” o, mejor dicho, a los asentamientos cuya función en el
sistema social era otra.35
Una consecuencia más de la desigual cobertura territorial de las
investigaciones arqueológicas, es la poca información que existe sobre los
fenómenos contemporáneos a los anteriormente descritos, en el oeste de los
Balcanes Centrales. Todavía no se conocen los productos de cobre de la zona
occidental de los Balcanes Centrales, aunque existen indicaciones firmes que en
sus asentamientos de las colinas también se desarrolló la actividad metalúrgica.
Un ejemplo que podría servir de apoyo para esta hipótesis es el asentamiento
eneolítico en la colina Bodnjik, donde han sido hallados trozos de cobre amorfo y
un molde lítico no acabado diseñado para una hacha pequeña (Fig. 15), dentro de
35
Según Tasic (1979: 109-110) el nordeste sería zona metalúrgica, mientras que
el sur de los Balcanes Centrales sería una zona dedicada a la agricultura.
81
un edificio estipulado como taller (Palavestra, Bogdanovic y Starovic 1993, 1995,
1996).
Recuadro nº 3
82
hipótesis están esbozadas frecuentemente en forma de afirmaciones
abstractas, sin ninguna justificación material, tipo: “Son numerosos los
hallazgos de herramientas de cobre diversas...” (Sljivar y Jacanovic 1997:
193), añadiendo en nota a pie una referencia a otro artículo que tendrá a
su vez una afirmación parecida.
83
fundación de los asentamientos permanentes a lo largo del Neolítico Antiguo de
las zonas balcánico-danubienses, era un acontecimiento igual al principio del uso
de los metales por su importancia económica y social” (Jovanovic 1979: 27), es
aceptable si tenemos en cuenta la importancia tecnológica de los metales a largo
plazo. Efectivamente, sin cobre y otros metales no podríamos contar hoy en día
con las tecnologías informáticas, o no deberíamos temer las armas de destrucción
masiva y el calentamiento del Planeta.
Sin embargo, las consecuencias sociales y económicas inmediatas, las
consecuencias que debían surgir directamente de la naturaleza del uso de la nueva
tecnología y del nuevo material en el V y IV milenio a.C., aunque no se pueden
negar categóricamente, no encuentran una explicación adecuada en la
interpretación actual. Aunque se han logrado avances significativos en la
investigación de los fenómenos vinculados a la metalurgia, el conocimiento sobre
su influencia e importancia real en la vida social de las poblaciones prehistóricas
de los Balcanes Centrales todavía no está científicamente valorada. ¿Cuáles
fueron los cambios ocurridos en los milenios V y IV a.C? El hecho de que con la
introducción de metal en la base reproductiva de la economía de este periodo se
obtuvo un valor perpetuo y acumulativo (Jovanovic 1979: 39), todavía no supone
la certeza de que éste influyera en el cambio de las relaciones de producción en la
sociedad.
Hábitat y habitación
84
corresponde a la fase Gradac del desarrollo de la cultura de Vinča, y durante la
fase Vinča-Pločnik, aparece un nuevo tipo de asentamiento, posicionado en las
colinas que dominan sobre su alrededor y que muestra otras ventajas estratégicas;
son los casos de Gradac y Valač. Otra novedad que aporta este periodo son los
asentamientos de un solo nivel de población (Garasanin 1979: 154). Los poblados
conocidos de los periodos anteriores permanecen en uso paralelamente con estas
nuevas formas. Todavía son pocas las pruebas de la fortificación de los pueblos.
Sin embargo, las trincheras defensivas que fueron vinculadas a los estratos de la
cultura de Vinča Reciente en los yacimientos en Vinča, en Jakovo Kormadin y en
Gradac, así como las palizadas en el yacimiento Valač, nos permiten confirmar
esta práctica (Garasanin 1979: 154).
Las casas de los poblados de la cultura de Vinča fueron ordenadas en filas
paralelas, y a veces, como fue el caso en el poblado en Divostin, colocadas casi
tocando unas con otras (Bogdanovic 1990: 99). La planta rectangular de las casas
fue mantenida desde el principio de la cultura, aunque las cabañas semi cavadas
de planta circular fueron construidas en la fase más temprana.
Hacia las fases más recientes se nota una tendencia hacia el aumento de
tamaño de los edificios y la estructuración de los interiores de las casas. En
Divostin la superficie de los edificios alcanza 114 m2 (Bogdanovic 1990: 99). Los
edificios del periodo del V milenio a.C. fueron construidos sólidamente, con
suelos bien preparados sobre una estructura de vigas de madera, y las paredes de
palos recubiertos con arcilla. La división interna separaba espacios para varias
actividades económicas y productivas. Las fosas-almacenes y los grandes
recipientes cerámicos para almacenamiento de los alimentos se situaban dentro de
la casa, cavados en el suelo u ordenados a lo largo de las paredes. Los hornos y
hogares también ocupaban una o varias habitaciones de la casa. En algunas casas
fueron descubiertas unas filas de pesas cerámicas que pertenecían a telares
verticales. También fueron descubiertas zonas en el interior donde posiblemente
fueron desarrolladas las actividades metalúrgicas, como indican los hallazgos de
Selevac (Bailey 2000: 162).
85
Fig. 16. – Planta de la casa 14 de Divostin, fase II (16,2x6,4 m)
(en: Bailey 2000: 164, Figure 5.6)
86
asentamientos en Kovilovo, Krivelj, Bubanj, Humska Cuka, Gradac, Gadimlje, e
Hisar pertenecen a este tipo y frecuentemente fueron protegidos por palizadas o
trincheras. Las casas fueron más pequeñas y de menos duración que las del
periodo anterior (Tasic 1979: 100). La existencia de asentamientos pequeños en
las montañas, con rastros escasos de actividades humanas, está confirmada en
varias zonas de los Balcanes Centrales (Nikolic 1998: 107). El yacimiento de
Beligovo nos proporciona datos sobre este tipo de asentamientos. Se trata de una
casa solitaria de unos 25 m2, edificada en madera sobre un fundamento de piedra,
en el altiplano de una colina rodeada de prados, y de montañas medianas y altas.
Por el escaso inventario descubierto dentro y alrededor del edificio, los
investigadores de este yacimiento han concluido que el asentamiento fue utilizado
en la temporada de verano, cuando los pastores subían con su ganado a las
montañas (Nikolic 1998).
En la zona noroccidental de los Balcanes Centrales, donde se acaba la Gran
Llanura Panónica y empiezan a subir las montañas hacia el sur, en la región
denominada Podgorina, tenemos constancia de una situación diferente. Sabemos
que en la época del Neolítico reciente esta región fue intensivamente aprovechada
por los poblados de la cultura de Vinča, siguiendo el patrón típico para este
período (Trbuhovic y Vasiljevic 1983). Lamentablemente, todavía no se han
llevado a cabo unas excavaciones sistemáticas en Podgorina, así que la mayor
parte de la información sobre este período proviene de la recolección superficial
de material en las prospecciones arqueológicas. Las excavaciones en el altiplano
de la colina Bodnjik han revelado nuevas informaciones sobre los hábitos de
asentamiento en el Eneolítico temprano de la zona (Palavestra, Bogdanovic,
Starovic 1993 y 1995). La colina sube abruptamente de la orilla derecha del río
Ub, está bien protegida por tres lados y domina sobre el terreno: una posición
típica para los asentamientos del Eneolítico temprano. Sin embargo, en lugar de
casas de pequeñas dimensiones y poca duración, se ha descubierto un edificio de
grandes dimensiones (14 x 8 m), que por la calidad de la construcción y la
distribución interna mostraba las características típicas del Neolítico final de los
Balcanes Centrales, con ciertas diferencias. La parte central del edificio era
87
ampliamente abierta hacia el sur, con
el techo apoyado en postes de madera.
El suelo de este patio fue revestido con
placas de piedra. Un horno pequeño
fue construido en el centro de este
patio cubierto, mientras otro horno,
más grande, fue incorporado a un
banco elevado junto a la pared norte de
la cabaña. El fuego de este último
horno era alimentado y manipulado
desde el exterior de la cabaña, donde el
terreno era algo más bajo que el nivel
del piso. Aquí se encontraba una gran
concentración de carbones y ceniza.
Ambos hornos fueron fundados con
piedra y repetidas veces reparados. Al
lado del horno grande se encontraron Fig. 17. – Planta de la cabaña en
restos de cobre y el molde lítico Bodnjik
anteriormente mencionado.
Desde el patio se entraba en las habitaciones laterales. El suelo de estos
cuartos era de una construcción sólida, de arcilla compactada, reforzada con fuego
sobre una estructura de vigas de madera. El suelo de la cabaña fue reparado en
varias ocasiones. En el lado opuesto al horno, todavía en el recinto del patio, se
excavaron dos fosas de almacenamiento, alrededor de las cuales se hallaba una
concentración más intensa de restos de producción lítica. Este espacio fue
protegido del viento del norte por una ligera pantalla hecha de ramas, paja y lodo.
De los restos faunísticos, a parte de huesos de ovejas, puercos, ciervo rojo y
algunos pájaros diminutos, son interesantes los restos de un bóvido adulto, en los
cuales se puede observar artrosis causada por el uso de este animal para trabajos
duros.
88
La prospección geomagnética del terreno ha mostrado que el edificio
descubierto era único en el altiplano, pero que en una parte más baja, hacia el sur,
yace otro objeto aun más grande.36 Otras prospecciones llevadas a cabo en los
alrededores inmediatos de Bodnjik ubicaron las posiciones de los recursos del
material lítico y de arcilla utilizadas para la producción de los artefactos y
recipientes cerámicos encontrados en la cabaña.
Las excavaciones descubrieron sólo una pequeña parte del conjunto, pero
según los datos disponibles, aquí se podría tratar de una aldea de larga duración,
con actividades sustanciales y económicas variadas. Este tipo de aldea del
Eneolítico Temprano se podría considerar como una continuación del proceso de
segmentación de poblado que tuvo lugar en las últimas fases del Neolítico Final.
Prácticas funerarias
Los datos sobre las prácticas funerarias para el periodo del V y IV milenio
a.C. en los Balcanes Centrales son escasos, o mejor dicho, prácticamente no
existen. Los hallazgos de los restos de los esqueletos humanos en varias
profundidades del yacimiento Vinča, perturbados por la dinámica de la
construcción, seguramente pertenecen a sepulturas dentro del asentamiento, que
seguían la tradición funeraria de los periodos más antiguos de la prehistoria. Es
cierto que este ritual fue practicado en los poblados sucesivos en este lugar y en
las fases tardías de la cultura de Vinča, es decir en la fase Vinča Pločnik
(Garasanin 1979: 159). Debido a la situación de estos hallazgos, no se conoce
ningún dato que pudiera servir para el análisis arqueológico. Es sorprendente que
ningún otro asentamiento de la cultura de Vinča investigado en los Balcanes
Centrales contiene sepulturas.
Esta situación se explica relativamente por la confirmación de la existencia
de necrópolis separadas, aunque en el territorio entero de los Balcanes Centrales y
en la parte panónica del territorio de la cultura de Vinča, hasta la fecha fueron
36
Datos inéditos de una investigación llevada a cabo por el equipo formado por
expertos del Instituto de minería y Geología en Belgrado, además del Dr.
Aleksandar Palavestra y yo mismo.
89
descubiertas sólo 2 necrópolis: Batos, cerca de Zrenjanin, con 18 tumbas; y
Gomolava, en la orilla izquierda del río Sava, con 23 tumbas. Para la necrópolis
de Batos, sabemos que se trata de individuos inhumados en posición fetal, y que
una de las tumbas contenía dos individuos. Son mencionados unos conjuntos de
cerámica, sin una explicación más concreta de su relación con las tumbas
particulares (Garasanin 1979: 160).
Los difuntos de la necrópolis de Gomolava también fueron enterrados en
posición fetal, sin orientación regular alguna. Los ajuares cerámicos indican que la
necrópolis pertenece al periodo del Neolítico Final, es decir a la fase Vinča
Pločnik II, a la cual también pertenecía el pequeño asentamiento en el mismo
yacimiento (Garasanin 1979: 160; Tasic 1995: 123).
Nuestro conocimiento sobre las prácticas funerarias en el periodo del
Eneolítico Temprano es una tabula rasa. No se ha encontrado en todo el espacio
de los Balcanes Centrales ni una sola tumba de este período, así que no
disponemos de una referencia relevante para la análisis de las relaciones sociales
en las comunidades de la época (Tasic, Dimitrijevic, Jovanovic 1979: 444).
Recuadro nº 4
90
cuantificados y relacionados. Una mayoría de las publicaciones e
informes no contienen este tipo de documentación.
91
Conclusión. Una vez más: DIA-spora
37
Ver, en este sentido, la última obra de Binford (2001).
92
arqueológica sea accesible en el sentido más amplio y sin retrasos, en tiempo real.
La extensión de los derechos de autor sobre el material arqueológico a largo
plazo, crea el ambiente de la creación del conocimiento sobre la base de recursos
privilegiados, favorables en primer lugar para el conocimiento individual. Los
datos arqueológicos son permanentemente adquiridos en las instancias personales
y/o institucionales, pero el resultado de esta adquisición no es acumulativo para el
conocimiento arqueológico en su totalidad (Trigger 1989: 16). En el proceso de
formación del conocimiento contribuyen sólo las interpretaciones de los datos
seleccionados, así que las investigaciones procedentes de estas fuentes
interpretativas frecuentemente cuentan con un conocimiento incompleto
(Recuadro 1: 4).
93
de los problemas arqueológicos. Es más: queremos proponer un campo para la
cooperación e intercambio donde las arqueólogas y los arqueólogos puedan
libremente reutilizar el trabajo previo en alguna manera útil para el avance del
estado de la cuestión, como proponía Stallman para la liberación informática
(Woolley 1992: 31), o más bien para la liberalización de la investigación
informática. Igual como en su caso, un problema fundamental es la cuestión del
copyright que muchos arqueólogos extienden a sus datos. En este caso, los
esfuerzos se dirigen a la obstaculización de todos los otros, en lugar de en la
aceleración de uno mismo (Wooley 1992: 32). El copyright en las investigaciones
informáticas trae buenas cantidades de dinero a través de la comercialización de
tecnologías. El beneficio único de las investigaciones arqueológicas es el
conocimiento y este beneficio debería ser colectivo.
94
inevitables los ensayos sobre la deshumanización del razonamiento. Sin embargo,
creemos que no pasará mucho tiempo antes de poder hablar de los sistemas
inteligentes sin tanto riesgo. Aunque nuestra propuesta parte del nivel 0, es decir
de la estructuración básica de marcos de referencia dinámicos, es seguro que este
primer paso no debería ser también el último.
95
información arqueológica tradicional desde los libros a diáspora (o DIA-spora) a
través de filtros para la descripción de recursos.
96
arqueológico. La posibilidad de indicar contradicciones entre las informaciones e
inconsistencia entre los conceptos, debería ser también de gran utilidad.
97
definición clara de la sociedad misma en su estado inicial, y en su estado final. La
interpretación arqueológica de este período no proporciona suficientes fuentes
para los análisis sociales. Es necesario cuantificar los datos y establecer las
relaciones conceptuales. No tenemos ninguna idea sobre la población de aquella
época, debido a una falta casi absoluta de necrópolis y otro tipo de restos
funerarios. Por lo tanto, debemos tener en cuenta este defecto y encontrar la
posibilidad de la lectura social a partir de otras manifestaciones. La cuantificación
de los datos facilita su operabilidad y comparabilidad objetiva. Las
investigaciones deberían dirigirse a esclarecer el perfil social de las poblaciones
de los Balcanes Centrales del V y IV milenio a.C., y acelerarse a través de la
construcción dinámica y colectiva del conocimiento.
Así, el siguiente paso guiado por las líneas que nos sugiere este trabajo, será
el estudio comparativo de los inicios de la metalurgia en los Balcanes Centrales y
la Península Ibérica. Esta comparación, que constituirá el tema de mi tesis
doctoral, puede ayudarnos a entender los fenómenos sociales atribuidos al uso de
una tecnología, y evaluar la afirmación: cambio de artefacto = cambio social. En
este sentido, ya se ha realizado un trabajo relevante en la investigación de este
problema arqueológico en la Península Ibérica y los marcos de referencia que se
pueden establecer a partir de este conocimiento, pueden representar un buen punto
de partida para la investigación del inicio de la metalurgia en los Balcanes
Centrales.
98
publicación digital de la documentación de varios proyectos de investigación de la
zona de los Balcanes Centrales.
99
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