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La anemia puede definirse como la disminución de los glóbulos rojos de la

sangre o de su contenido de hemoglobina por debajo de los parámetros normales.

Los glóbulos rojos, por medio de una proteína compleja denominada


hemoglobina y constituida por hierro y
una porción proteica, la globina, son los
encargados de captar y transportar el
oxígeno a todos los tejidos del cuerpo.
Para producirlos en cantidad suficiente,
el organismo necesita un adecuado
aporte nutricional de ciertas vitaminas y
hierro. Se considera que una persona
está anémica cuando la cantidad de
glóbulos rojos o la hemoglobina que
éstos contienen son inferiores a los
parámetros normales.

La cantidad de glóbulos rojos se regula no tanto por su período de vida –que es


de aproximadamente 120 días- como por su producción. La misma es realizada por la
médula ósea, en un proceso muy complejo que requiere de un adecuado aporte
nutricional de ciertas vitaminas y de hierro. También participan de este proceso los
riñones, segregando una hormona llamada Eritropoyetina que envía las señales a la
médula para la producción de nuevos glóbulos rojos.

En condiciones normales, el organismo produce y destruye glóbulos en forma


equilibrada.
Cuando ese aporte nutricional de hierro es insuficiente, la médula no está en
condiciones de producir el número adecuado de glóbulos rojos, o los que elabora
carecen de la cantidad necesaria de hemoglobina.

Los chicos con mayor riesgo de anemia ferropénica son: los menores de 2 años
de edad, ya que en este período el crecimiento es muy acelerado (el bebe triplica su peso
corporal durante el primer año), y al mismo tiempo la alimentación que reciben no
suele aportarles la cantidad de hierro que necesitan; también lo son los adolescentes,
porque en este período aumenta el crecimiento en forma considerable y las chicas,
debido a las pérdidas de sangre por las menstruaciones.
Si bien hay diversos tipos de anemia, que se identifican por sus causas, la de mayor
frecuencia en el mundo y en la infancia es la denominada ferropénica (o anemia por
déficit de hierro).
El médico puede ordenar diversas pruebas o procedimientos para determinar el tipo y
gravedad de la anemia que tenga el paciente. Por lo general, la primera prueba que se
usa para diagnosticar la anemia es un hemograma. El hemograma (cuadro hemático)
sirve para conocer varias cosas sobre la sangre de una persona, por ejemplo:
• La concentración de hemoglobina. La hemoglobina es la proteína rica en hierro
que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y que transporta el oxígeno por el
cuerpo. Los valores normales de hemoglobina entre la población general están
entre 11 g/dL y
15 g/dL. Si la concentración de hemoglobina es baja, la persona tiene anemia.
• El hematocrito. El hematocrito mide el porcentaje de la sangre que está
compuesto por glóbulos rojos. Los valores normales del hematocrito entre la
población general están entre 32% y 43%. Un hematocrito bajo es otro signo de
anemia.
Transferrina NORMAL

HIERRO DISMINUIDO A MENOS DE 30 MG/DL

FeS DISMINUIDA

IST DISMINUIDO

Ferritina DISMINUIDO

CTFH ALTA

PPZ ALTA

Estos valores normales pueden ser más bajos en ciertas poblaciones raciales y étnicas.
El hemograma (cuadro hemático) también determina:
• El número de glóbulos rojos en la sangre. Si la cifra de glóbulos rojos es
demasiado baja, la persona tiene anemia. Las cifras bajas de glóbulos rojos se
observan por lo general con una concentración baja de hemoglobina, con un
hematocrito bajo o con ambas cosas.
• El número de glóbulos blancos en la sangre. Los glóbulos blancos participan en
la lucha contra las infecciones.
• El número de plaquetas en la sangre. Las plaquetas son pequeños fragmentos de
células que intervienen en la coagulación de la sangre.
• El tamaño de los glóbulos rojos. El volumen corpuscular medio mide el tamaño
de los glóbulos rojos. En la anemia ferropénica (anemia por deficiencia de
hierro), los glóbulos rojos son, por lo general, más pequeños que lo normal. Esto
se conoce como microcitosis.
Si los resultados del hemograma (cuadro hemático) confirman que el paciente tiene
anemia, el médico puede pedirle que se haga pruebas adicionales para averiguar la causa
y gravedad de la misma, y para determinar el tratamiento correcto. Entre estas pruebas
pueden estar:
• Electroforesis de hemoglobina. Esta prueba evalúa los diferentes tipos de
hemoglobina que hay en la sangre. La electroforesis de hemoglobina se usa para
diagnosticar tipos de anemia causados por la presencia de hemoglobina anormal
en los glóbulos rojos.
• Recuento de reticulocitos. Los reticulocitos son glóbulos rojos jóvenes. Esta
prueba mide la cantidad de glóbulos rojos nuevos que hay en la sangre. Se usa
para determinar si la médula ósea está produciendo glóbulos rojos a la velocidad
adecuada. Un recuento mayor que el normal indica por lo general que ha habido
una pérdida de sangre o que los glóbulos
rojos se han destruido antes de terminar su
vida normal de 120 días. Un recuento
menor que el normal indica una
disminución en la producción de glóbulos
rojos en la médula ósea. Las personas que
tienen anemia perniciosa (anemia por
deficiencia de vitamina B12) tienen
concentraciones bajas de reticulocitos.
Para determinar la concentración de hierro en la
sangre y el cuerpo se pueden usar varias pruebas,
como el hierro sérico, la ferritina sérica, la
concentración de transferrina y la capacidad total de fijación del hierro. Como la anemia
tiene muchas causas, el médico puede solicitar pruebas para enfermedades como la
insuficiencia renal (insuficiencia de los riñones), el envenenamiento por plomo en niños
y algunas deficiencias de vitaminas (B12, ácido fólico).

La mayoría de los síntomas de la anemia se presentan como consecuencia de la


disminución de oxígeno en las células o "hipoxia". Dado que los glóbulos rojos, a través
de la hemoglobina, transportan oxígeno, la disminución en la producción o cantidad de
estas células produce "hipoxia". Muchos de los síntomas no se presentan si la anemia es
leve, debido a que generalmente el cuerpo puede compensar los cambios graduales en la
hemoglobina.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la anemia. Sin embargo,
cada niño puede experimentarlos en forma diferente. Los síntomas pueden incluir, entre
otros, los siguientes:
• Dolor de pecho - angina
• Shortness de la respiración
• Piel pálida
• Entumecimiento o frialdad en sus
extremidades
• Problemas cognoscitivos
• Calambres de la pierna
• Shortness de la respiración y del dolor
de cabeza, especialmente mientras que
ejercita
• Insomnio
• Palidez anormal o pérdida de color en
la piel
• Aceleración de la frecuencia cardíaca (taquicardia)
• Dificultad respiratoria (disnea)
• Falta de energía, o cansancio injustificado (fatiga)
• Mareos o vértigo, especialmente cuando se está de pie
• Dolores de cabeza
• Irritabilidad
• Ciclos menstruales irregulares
• Ausencia o retraso de la menstruación (amenorrea)
• Llagas o inflamación en la lengua (glositis)
• Ictericia o color amarillento de la piel, los ojos y la boca
• Aumento del tamaño del bazo o del hígado (esplenomegalia, hepatomegalia)
• Retraso o retardo del crecimiento y el desarrollo
• Cicatrización lenta de heridas y tejidos
Los síntomas de la anemia pueden parecerse a los de otros trastornos de la sangre o
problemas médicos. Debido a que la anemia es a menudo un síntoma asociado a otra
enfermedad, es importante que el médico de su hijo esté informado de los síntomas que
se manifiestan en el niño. Siempre consulte al médico de su hijo para obtener un
diagnóstico.

Es una afección en la cual los glóbulos rojos no están suministrando el oxígeno


adecuado a los tejidos corporales. Existen muchos tipos y causas de anemia. La anemia
ferropénica es una disminución en el
número de glóbulos rojos provocada por
escasez de hierro
La anemia ferropénica es la forma más
común de anemia. Aproximadamente el
20% de las mujeres, el 50% de las
mujeres embarazadas y el 3% de los
hombres presentan deficiencia de hierro,
un componente esencial de la
hemoglobina, el pigmento que transporta
el oxígeno en la sangre. El hierro se
obtiene normalmente a través de los
alimentos de la dieta y por el reciclaje de
hierro de glóbulos rojos envejecidos. Sin
éste, la sangre no puede transportar
oxígeno de manera efectiva y el oxígeno es necesario para el funcionamiento normal de
todas las células del cuerpo.
Las causas de deficiencia de hierro son: muy poco hierro en la dieta, poca absorción
corporal de hierro y pérdida de sangre (incluyendo el sangrado menstrual abundante).
Este problema también puede estar relacionado con la intoxicación con plomo en niños.
La anemia se desarrolla lentamente después de agotadas las reservas normales de hierro
en el organismo y en la médula ósea. En general, las mujeres tienen reservas más
pequeñas de hierro que los hombres y tienen más pérdida a través de la menstruación, lo
que las deja en mayor riesgo de padecer anemia que los hombres.
En los hombres y en las mujeres posmenopáusicas, la anemia generalmente es
provocada por sangrado gastrointestinal asociado con úlceras, el uso de aspirina o
medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINES) o a algunos tipos de cáncer
(esófago, estómago, colon).
La enfermedad celíaca puede causar anemia ferropénica.
Entre los grupos de alto riesgo están:
• Mujeres en edad de procrear que presentan pérdidas de sangre por la
menstruación
• Mujeres embarazadas o lactantes que tienen un aumento de los requerimientos
de hierro
• Bebés, niños y adolescentes en fases de crecimiento rápido
• Personas con una ingesta deficiente en hierro en la dieta
Los factores de riesgo relacionados con pérdidas de sangre son: úlcera péptica, uso
prolongado de aspirina y cáncer de colon.
Síntomas
1. Color pálido de la piel
2. Fatiga
3. Irritabilidad
4. Debilidad
5. Dificultad respiratoria
6. Dolor en la lengua
7. Uñas quebradizas
8. Antojos alimentarios inusuales (llamados pica)
9. Disminución del apetito (especialmente en niños)
10. Dolor de cabeza frontal
11. Coloración azul en la esclerótica (parte blanca de los ojos)
Nota: es posible que no se presenten síntomas si la anemia es leve.
Signos y exámenes
• Hematocrito y hemoglobina bajos (mediciones de glóbulos rojos)
• Glóbulos rojos pequeños
• Ferritina sérica baja
• Nivel de hierro sérico bajo
• Capacidad total de fijación del hierro (TIBC) alta en la sangre
• Sangre en las heces (visible o microscópica)
Tratamiento
Se debe identificar la causa de la deficiencia, particularmente en pacientes mayores
quienes son más susceptibles al cáncer intestinal.
Hay disponibilidad de suplementos orales de hierro (sulfato ferroso). El hierro se
absorbe mejor con el estómago vacío, pero muchas personas no lo toleran así y pueden
necesitar tomarlo con alimentos. La leche y los antiácidos pueden interferir con la
absorción del hierro y no deben tomarse simultáneamente con los suplementos del
mismo. La vitamina C puede aumentar la absorción y es esencial en la producción de
hemoglobina.
El hierro suplementario es necesario durante el embarazo y la lactancia, ya que el
consumo normal en la dieta rara vez es suficiente para suministrar la cantidad requerida.
El hematocrito debe normalizarse después de 2 meses de terapia con hierro, pero debe
Tabla XVIII
Indices diagnósticos en anemia
ferropénica
Hemoglobina Varón Adulto < 13.5 g/dl
Mujer adulta < 11.5 g/dl

MCV < 82 fl

MCH 29.5 +/- 2.5 PG

MCHC 32.5 +/- 2.5 g/dl

Ferritina* Varón < g/L


Mujer postmenopáusica < 10 g/L
Mujer premenopáusica < 5 g/L

Hierro sérico* Varón < 14 mo1/L


Mujer

TIBC* > 75 mo1/L

Receptor de
8.7-28.1 nmo1
transferrina*

continuarse por otros 6 a 12 meses para reponer las reservas corporales, contenidas en
su mayoría en la médula ósea.
El hierro intravenoso o intramuscular está disponible para pacientes que no pueden
tolerar las formas orales.
Los alimentos ricos en hierro incluyen las uvas pasas, las carnes (el hígado es la fuente
más alta), pescados, aves, huevos (yema), legumbres (arvejas y fríjoles) y pan integral.
Expectativas (pronóstico)
Se espera un resultado bueno con el tratamiento. En la mayoría de los casos los conteos
sanguíneos volverán a su normalidad en 2 meses.
Complicaciones
Por lo general no hay complicaciones; sin embargo, la anemia ferropénica puede
recurrir, por lo que se recomienda un seguimiento regular. Los niños con este trastorno
pueden ser más susceptibles a las infecciones.
Situaciones que requieren asistencia médica Volver al comienzo
Se debe consultar con el médico si se desarrollan síntomas que sugieren este trastorno o
si se nota sangre en las heces.
Prevención
La dieta de todas las personas debe incluir cantidades adecuadas de hierro. Las carnes
rojas, el hígado y la yema de huevo son fuentes importantes de hierro en la dieta. La
harina, el pan y algunos cereales están fortificados con hierro. Si la dieta es deficiente
en hierro (situación poco común en los Estados Unidos), se deben tomar suplementos de
éste.
Durante períodos en que se requiere mayor consumo, como el embarazo y la lactancia,
debe aumentarse el consumo en la dieta o tomar suplementos de hierro

Definición
Es un trastorno sanguíneo caracterizado por anemia, con glóbulos rojos que son más
grandes de lo normal, y es una afección que usualmente resulta de una deficiencia de
ácido fólico o de vitamina B-12.
Causas, incidencia y factores de riesgo
Las deficiencias de vitamina B-12 y ácido fólico son las causas más comunes de la
anemia megaloblástica. Otras causas son leucemia, mielofibrosis, mieloma múltiple,
ciertos trastornos hereditarios, medicamentos que afectan la síntesis del ADN como los
fármacos para quimioterapia y el consumo excesivo de alcohol, entre otras. Los factores
de riesgo están relacionados con las causas. (Ver también anemia perniciosa).
Síntomas
• Pérdida del apetito
• Diarrea
• Hormigueo y entumecimiento de manos y pies
• Palidez de la piel
• Cansancio
• Dolores de cabeza
• Úlceras en la boca y en la lengua
• Cambio en el color de la piel
Signos y exámenes
La evaluación del funcionamiento del sistema nervioso puede mostrar reflejos
anormales, disminución del sentido de posición y del sentido de vibración si la anemia
está relacionada con deficiencia de vitamina B-12.
Los exámenes abarcan:
• Conteo sanguíneo completo que muestra anemia con glóbulos rojos grandes
• Examen de médula ósea
• Nivel de B12 en suero
• Examen de Schilling que
puede identificar una
absorción insuficiente
como la causa de la
deficiencia de vitamina B12
• Folato en suero
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es
descubrir la causa de la anemia y
éste depende de la causa. Las
anemias relacionadas con
deficiencias vitamínicas se abordan
por separado.
Expectativas (pronóstico)
Con tratamiento, se espera un buen pronóstico.
Complicaciones
Las complicaciones varían con la
causa de la anemia.
Situaciones que requieren
asistencia médica
Se debe consultar al médico si se
desarrollan síntomas.
Prevención
El consumo adecuado de vitamina B-12 y ácido fólico es beneficioso.

Es un tipo de anemia megaloblástica , es causada por la carencia de factor intrínseco,


una sustancia que se requiere para absorber la vitamina B12 del tracto gastrointestinal.
Esta vitamina, a su vez, es necesaria para la formación de los glóbulos rojos.
La anemia es una afección en la cual los glóbulos rojos no están suministrando el
oxígeno adecuado a los tejidos corporales. Existen muchos tipos y causas de anemia.

El factor intrínseco es una proteína que ayuda al cuerpo en la absorción de la vitamina


B12 y cuando las secreciones gástricas no tienen suficiente factor intrínseco, esta
vitamina no se absorbe bien, ocasionando así la anemia perniciosa y otros problemas
relacionados con bajos niveles de dicha vitamina.
La vitamina B12 es necesaria para que las células nerviosas y sanguíneas funcionen de
manera apropiada, de tal manera que su deficiencia puede ocasionar una amplia
variedad de síntomas, incluyendo fatiga, dificultad para respirar, sensación de
hormigueo, dificultad para caminar y diarrea.
Otras causas de los bajos niveles de factor intrínseco (y por lo tanto de anemia
perniciosa) incluyen mucosa gástrica atrófica, autoinmunidad contra las células
parietales gástricas y autoinmunidad contra el factor intrínseco.
La ausencia del factor intrínseco, producido por las células en el interior del estómago,
en sí es la causa más común de deficiencia de la vitamina B12. En adultos, la
incapacidad de producir factor intrínseco puede ser el resultado de gastritis crónica o de
una gastrectomía. El inicio de la
enfermedad es lento y
puede tomar décadas.
En muy raras ocasiones, bebés y
niños nacen sin la capacidad de
producir factor intrínseco en
forma efectiva. Esta forma de
anemia perniciosa congénita se
hereda como un trastorno
autosómico recesivo (se necesita
un gen defectuoso de cada padre
para adquirirlo). Sin embargo,
con mucha frecuencia, la anemia
perniciosa y otras formas de
anemia megaloblástica en los niños son el resultado de otras causas de deficiencia de
vitamina B12 u otras deficiencias vitamínicas.
Aunque se puede presentar una forma juvenil de la enfermedad en los niños, la anemia
perniciosa por lo general no aparece antes de los 30 años de edad y el promedio de edad
en el momento del diagnóstico es de 60 años. En efecto, un estudio reciente reveló que
casi el 2 por ciento de los individuos mayores de 60 años sufrían de anemia perniciosa.
Además, las mujeres estaban levemente más afectadas que los hombres. La enfermedad
puede afectar a todos los grupos raciales, pero la incidencia es mayor entre personas con
descendencia escandinava o europea nórdica.
Los factores de riesgo son: antecedentes familiares de anemia perniciosa, ascendencia
escandinava o de europea nórdica y antecedentes de enfermedades endocrinas
autoinmunes. La anemia perniciosa se observa en asociación con algunas enfermedades
endocrinas autoinmunes, tales como diabetes tipo 1 , hipoparatiroidismo , enfermedad
de Addison , hipopituitarismo , disfunción testicular, enfermedad de Graves , tiroiditis
crónica , miastenia grave , amenorrea secundaria y vitiligo .
Además de la anemia perniciosa, otras causas de deficiencia de vitamina B12 incluyen:
• Nutrición (vegetarianos estrictos sin suplemento de B12, dieta pobre en el bebé
o mala nutrición de la madre durante el embarazo)
• Infección (parásitos intestinales, infestación de bacterias)
• Enfermedad gastrointestinal (gastrectomía, enfermedad celíaca o esprue,
enfermedad de Crohn)
• Medicamentos (colchicina, neomicina, tratamiento para la tuberculosis con
ácido paraaminosalicílico)
• Trastornos metabólicos (aciduria metilmalónica, homocistinuria)

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