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Es nuestro deber honrar al Espíritu Santo amándole por ser nuestro Dios y dejarnos
dócilmente guiar por Él en nuestras vidas. San Pablo nos lo recuerda diciendo: "¿No
saben ustedes que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?"(1
Cor 3, 16).
Conscientes de que el Espíritu Santo esta siempre con nosotros, mientras vivamos en
estado de gracia santificante, debemos pedirle con frecuencia la luz y fortaleza
necesarias para llevar una vida santa y salvar nuestra alma.
LA PALABRA DE DIOS
" A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común.
Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otros carismas de
curaciones, en el unico Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía, a otro,
discernimiento de espíritus; a otro diversidad de lenguas; a otro don de
interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu,
distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad" (1Cor 12, 7-11).
ORACIONES
Amén
CONSAGRACIÓN
Dios Espíritu Santo, infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de
María, tu esposa inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar
escogido, el Sagrado Corazón de Jesús, como un sacrificio en tu honor, fuego
consumidor, con firme resolución ahora más que nunca de oír tu voz y cumplir en todas
las cosas tu santísima y adorable voluntad.
Bendito Espíritu de Santo Temor, penetra lo mas intimo de mi corazón para que yo
pueda siempre recordar tu presencia. Hazme huir del pecado y concédeme
profundo respeto para con Dios y ante los demás, creados a imagen de Dios.
Oración.
Supremo consolador,
Huésped del alma, dulzor,
Refrigerio en los rigores,
Dulce tregua en la fatiga,
Templanza que ardor mitiga,
Consuelo en nuestros dolores.
Bríndales la concesión
De tu septiforme don
A la grey que en Ti confía,
Úngelos con la virtud,
Dales éxito y salud,
Y perdurable alegría.
Amén. ¡Aleluya!
¡Oh Dios! Tu has instruido los corazones de tus fieles enviándoles la luz de tu
Espíritu Santo. Concédenos, por el mismo Espíritu, valorar rectamente las cosas y
disfrutar siempre de su ayuda. Por Cristo Nuestro Señor. R. Amen