Você está na página 1de 8

En los últimos 15 años en Puebla se expidieron decretos expropiatorios en los

que el “interés público” pretendió y en muchos casos logró transformar tierras

ejidales y de pequeños propietarios en terrenos para la instalación y ampliación

de empresas extranjeras, y el desarrollo de plazas comerciales, exclusivos

conjuntos residenciales, universidades privadas y grandes vialidades.

Algunos casos ilustrativos: la expropiación de tierra de los ejidos de San

Bernardino Tlaxcalancingo, Santiago Momoxpan, San Andrés Cholula, Trinidad

Chuatenco y de los avecindados de la colonia Ampliación Concepción

Guadalupe se destinaron, además de la especulación, para la construcción de

la Vía Atlixcáyotl y el corredor universitario, comercial y residencial Angelópolis-

La Vista.

Y no es para menos. Las expropiaciones de la tierra tuvieron como constante el

despojo y el conflicto: los decretos expropiatorios entran en vigor sin haber

sido concertados con la población directamente afectada, siendo los

campesinos los últimos en enterarse de que en sus tierras se establecerían, por

ejemplo, una “reserva territorial para el reordenamiento de la ciudad de

Puebla”; en muchos de los casos, la población fue forzada a vender y las

indemnizaciones recibidas estuvieron por abajo del valor real de sus terrenos.

Las movilizaciones, los amparos, las denuncias interpuestas ante la Comisión

Nacional de Derechos Humanos, las cartas solicitando la intervención de la

presidencia de la República no fueron suficientes para detener las

expropiaciones. El “interés público” por el desarrollo urbanoindustrial

prevaleció sobre el interés de seguir siendo ejidatario, pequeño propietario o

avecindado.
Desde 1995, las tierras ejidales cercanas y colindantes a la zona de

Ángelopolis, están ya bajo el Procede. Así lo señalan las denuncias penales

ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra el mandatario Mario

Marín Torres, tres ex gobernadores y funcionarios estatales y federales.

Campesinos demandaron a Mario Marín, Bartlett, Piña Olaya y Morales Flores a

Ex funcionarios estatales y federales con un acto imposible de ser ignorado. La

prensa nacional y local documentó como más de 400 ejidatarios en

manifestación cerraron el martes 6 de marzo la lateral de la avenida Reforma,

frente a la sede de la Procuraduría Federal de la República (PGR) donde

acudieron para interponer una denuncia penal contra quienes acusan de haber

falsificado documentos en la década pasada con el fin de despojarlos de 200

hectáreas de terreno, con el pretexto de que serían usadas para fines públicos,

aunque al final fueron para la construcción de la exclusiva zona residencial La

Vista Country Club.

Al tiempo que más de mil hectáreas eran expropiadas para crear las reservas

territoriales Atlixcáyotl y Quetzalcóatl, las tierras ejidales aledañas eran

codiciadas por especuladores, los cuales seguramente contaban con

información sobre los planes que el gobierno tenía guardado para esta zona,

hoy la zona de Angelópolis.

La percepción de los ejidatarios sobre esta situación era de perder lo menos

que se pudiera, y en su opinión, cuando el gobierno quiere algo lo obtiene por

la "buena o por la mala". En este caso, ante la constante presión de agentes

externos quienes les decían que si no vendían de todos modos el gobierno les

quitaría estas tierras, muchos decidieron vender, aunque fuera a precios bajos.
Aprovechando la reforma al Artículo 27 constitucional, el gobierno de Puebla

logró que dentro del programa del PROCEDE, los ejidatarios firmaran la

aceptación del dominio pleno para así poder vender sus tierras. Muchos de

estos ejidatarios sí recibieron el pago por sus tierras, con un precio alrededor

de los 20 pesos el metro cuadrado.

Más de la mitad de la expansión de las ciudades mexicanas ha tenido lugar en

estas tierras de forma que actualmente en la periferia urbana a nivel nacional

existen tres millones de hectáreas ejidales consideradas por el gobierno federal

como disponibles para la urbanización y por ende sujetas a intentos de

expropiación o especulación.

El Programa de Desarrollo Urbano de Piña Olaya y de Bartlett evidenció los

intereses estatales de utilizar todas las leyes posibles para liberar las tierras

ejidales e incorporarlas al mercado comercial de tierras y de inversión privada.

Esta nueva función del ejido ocasionó, un fenómeno de especulación en las

tierras alrededor de las reservas territoriales, incluyendo el ejido de

Tonantzintla. Entre 1960 y 1985 el gobierno de Puebla expropió 10,885.082 m2

de suelo ejidal por las que pagó $4.44 (nuevos) pesos en promedio por metro

cuadrado. Asimismo, más de la mitad de las nuevas superficies urbanas

construidas hasta 1990 se situaron sobre zonas de protección agrícola y

ecológica.

"Esta ocupación se ha logrado a base de violar y manipular ciertos programas

estatales, con la cooperación de los gobiernos municipales, y a costa del

malbaratamiento de las tierras y el deterioro en las condiciones de los

habitantes de las zonas rurales y semirurales del estado", se lee en el capitulo

V.
Según el documento de AGA, Expediente 272.2/4685 Expropiación,

272.2/4685. Secretaría de la Reforma Agraria, Archivo Central. Expropiación

ejidal. Año de 1994. Asunto: Local, 1987, f. 10, el 18 de junio de 1987 por

decreto del gobernador del estado de Puebla, Mariano Piña Olaya, y con

anuencia del presidente Carlos Salinas se solicitaba por causa de utilidad

pública la superficie de 7-57-43 hectáreas de terrenos ejidales del poblado de

Santa María Tonantzintla, destinadas a la construcción de una parte de la

super-carretera de Puebla-Atlixco (RAN, Coordinación Agraria Num. 482,

Expropiación de terrenos ejidales, 1990 y 1987, f. 1 y 4).

Para construir dicha carretera se debían expropiar los ejidos de San Andrés

Cholula, Cacalotepec y Tlaxcalancingo, del municipio de San Andrés Cholula; el

de Santa Martha Hidalgo del municipio de Santa Isabel Cholula; y Santa Ana

Acozautla de Santa Clara Ocoyucan.

A la fecha, ejidatarios de Tonantzintla dicen contar con un peritaje en el cual se

confirma que Marín Torres, en su calidad de secretario de Gobernación, dio por

válida una asamblea ilegal de ejidatarios mediante la cual las autoridades

locales les lograron arrebatar los terrenos.

El abogado Rubén Morales, representante legal de los ejidatarios de la reserva

territorial de Atlixcayotl, informó que además de Marín Torres -quien al

momento de los hechos se desempeñaba como subsecretario de Gobierno y

después como secretario de Gobierno de la entidad- la querella implica a los ex

gobernadores de Puebla Manuel Bartlett Díaz, Mariano Piña Olaya y Melquiades

Morales Flores.
Declaró también que en 1993 el gobierno federal dio una participación

presupuestal en efectivo al gobierno poblano por 6 mil 700 millones de pesos

"Autoridades hicieron mil promesas y nunca cumplieron.

Agregó que en 1993 los ejidatarios fueron despojados de sus pertenencias "con

lujo de violencia" por agentes de la policía del estado, "argumentándonos que

sacarnos del terreno era orden del gobernador y del secretario y subsecretario

de Gobernación".

En el decreto por medio del cual el gobierno estatal expropió mil 81 hectáreas

a cientos de campesinos cholultecas bajo el argumento de “causa de utilidad

pública”, y que dio origen a la Reserva Territorial Atlixcáyotl–Quetzalcóalt no se

menciona en ninguna parte que esa extensión de terreno se le daría uso

comercial alguno; sin embargo, hoy, más de un centenar de empresas y

fraccionamientos comerciales están asentados en mil 50 hectáreas, restando

sólo 30 de áreas verdes.

De acuerdo un análisis de los documentos que crearon el Programa Subregional

de Desarrollo Urbano de los municipios de Cuautlancingo, Puebla, San Andrés y

San Pedro Cholula, se han hecho cuatro modificaciones a este programa las

cuales dieron paso a las instalación de cadenas comerciales, fraccionamientos

de lujo, hospitales exclusivos e instituciones de educación privada.

Todos esos cambios fueron promovidos por el gobierno del estado y fueron

avalados por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), con excepción del

cuarto, que fue iniciado por la administración de Mario Marín Torres y hasta

ahora rechazado por la dependencia federal, pues están en riesgo las últimas

30 hectáreas de áreas verdes, de las más de 100 que alguna vez existieron.
La primera modificación se realizó el 19 de noviembre de 1997, durante el

gobierno de Manuel Bartlett Díaz. El cambio consistió en incrementar la

densidad del uso habitacional de la reserva. Se hizo la primera

“descentralización comercial”, que no estaba prevista originalmente; se decidió

incluir a los sectores privado y social a invertir y se dieron una serie de

estímulos fiscales para fomentar el crecimiento económico de la zona.

La segunda modificación –también llamada actualización–, se efectuó el 18 de

diciembre de 1998, también durante el gobierno de Manuel Barttlet. Ahí se

agregaron nuevas superficies a la reserva, en total 200 hectáreas más. Se

hicieron modificaciones para vialidades; se buscó que el ordenamiento

territorial y ecológico se realizara de manera sustentable.

También se reforzaron las facilidades fiscales y administrativas para la

instalación de comercios, viviendas y servicios, así como también se dieron

más apoyos para incluir otras áreas comerciales.

La Sedesol dio su visto bueno e incluyo el planteamiento del Programa de

Desarrollo Regional Angelópolis.

La tercera modificación fue el 14 de junio del año 2000, ya en el gobierno de

Melquiades Morales Flores. Para entonces ya el 80 por ciento de la superficie

de la reserva estaba completamente urbanizada, por lo que se hizo una nueva

petición a la Sedesol federal para que autorizara la creación de nuevos

espacios comerciales.

Con la tercera modificación se elevó la plusvalía de la zona y los predios

comenzaron a comercializarse en dólares, no en pesos mexicanos, hasta

alcanzar el costo actual que oscila entre 350 y 500 dólares por metro cuadrado.
La riqueza comercial de la zona agudizó el conflicto entre los municipios de

Puebla y San Andrés Cholula, que había iniciado cinco años atrás durante el

gobierno panista de Gabriel Hinojosa Rivero, quien entonces reclamó para la

capital del estado la poderosa zona comercial.

La aparición de Angelópolis, Palmas Plaza, la Torre Milenio, más de 10 agencias

automotrices, el Hospital Ángeles, Plaza Masaryk, Valle Fantástico, Sport City y

decenas de comercios más, llevaron al agotamiento de más de 60 hectáreas

del Parque Metropolitano.

Nombre del alumno

Teresita de Jesus Torres Velasco

ID 129297

Nombre del Profesor

Doctor Moises Romero Beristain

Trabajo

Caso Angelopolis

Materia
Administrativo II

Fecha

4 Marzo 2009

Você também pode gostar