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I]L CASO DE LOS EXPLORADORf'S

DE CAvERNAS

Año ;13(X)
SLrprema Corte de Nervgar-th
-
Los acusaclos fueron procesados por homici-
dio. El tribunal del Condado de Stowfield los
declaró culpables y fucron condellados a la hor'-
ca. Los aludidos apelan ante esta Corte' Los he-
clros aparecen con suficiente detalle en la rela-
ción del señor Presiderlte.

P re s i cl e nt a T rt t e ¡t e Los c u¿rtro acusados


n nl'.
son nriembros de l¿r Socieciad Espelcológica.
que es una organización de aficionados a la ex-
ploración de caverllas' A principios de mavo de
4299, en cornpañía de Roger Whetmore, en
aquel entonces miembro tantbién de la Socle-
dacl, penetraron en el interior de una caverna de
piedra caliza, del tipo que se encuetrtra en llt
Plataforma Central de este Commonlvealth. obreros, ingenieros, geólogos y otros experto\.
Cuando se hallaban ya lejos de la entrada de la Las tareas de remoción fueron varias veces
caverna, tuvo lugar una avalancha. La únicu fnrstradas por nuevas avalanchas. En una de
abertura conocida de la caverna fue cor-npleta- ellas perecieron diez obreros ocupados en des-
rnente bloqueada por pesados cantos. Al descu- pejar la entrada. Los fondos de la Sociedad Es-
brir su situacrón, los exploradores se ubicaron peleológica se agotaron rápidamente con los
en las cercanías de la entrada obstruida para trabajos de rescate y se gastó la suma de ocho-
aguardar que alguna partida de rescate removle- cientos mil frelares parte obtenidos me-
ra los escombros que les rmpedían salir de su -en
diante suscripciones populares, en parte vota-
prisión subterránea. Al no volver Whetmore y dos por resolución legislativa- antes de poder
los acusados a sus casas, el secretario de la So- rescatar a los atrapados. El éxito fue finalmente
ciedad fue notificado por las familias de aqué- alcanzado el trigésimo segundo día a contar de
llos. Los exploradores habían dejado indicacio- la entrada de los exploradores en la caverna.
nes en la sede central de la Sociedad acerca de la Como se sabía que los exploradores habían
ubicación de Ia caverna que se proponían visi- llevado consigo sólo escasas provisiones, y
tar. Una partida de rescate fue enviada de inme- como también era sabido que la caverna no con-
diato al lugar indicado. tenía sustancia animal ni vegetal que permitiera
La tarea del rescate, empero, resultó de ex- subsistir, desde un principio se previó la angus-
traordinaria dificultad. Se hizo menester engro- tiosa posibilidad de que los prisioneros perecie-
sar las fuerzas de la partida originaria con repe- ran por inanición antes de que se hiciere viable
tidos envíos de hombres y máquinas, cuyo un acceso a ellos. Recién el vigésimo primer día
transporte a la lejana y aislada región en la que se supo que aquéllos habían llevado consigo a la
se hallaba la caverna fue realizado a elevado caverna un equipo inalámbrico portátil con el
costo. Se instaló un enorme campamento de que se podía tanto transmitir como recibir men-

l0 ll
srr.lcr. l)e irttttcrlilttrt sc itt:tltlti ttr cl clttlpittttetr- Josc ¿r ¡.uto de ellos los restantes podrían sobrc-
to rjc re rcrrtt'Lrtt ecltrillt'l sirlrilar ¡'se estableciti r ivir clicz clías nl¿is. Ningurro dc los nlédicos se
conlLrrriclciótt oral con los intilrttltt¿tcltls e r¡llo- nlostl'ri dispLresto a responder. Whetnrore ¡lre-
piclieron qtle se les itltbrtttltra qué guntó entorrces si había algún juez u tttro fulr-
r¿rdtlre
'. É.stos
ticrtt¡ro insLrrnir'ía srr Iiberaci(llt. l-os itlr:eltieros cionario público en el campanrento que qr.risiera
a cargo iJcl proy'e cto corl(estaron clLre hltrían lll- c()ntestar aquella pregunta. Nadie se rnostró
tu lrclr lcl lltL'nos die z clíils,1' sierlt¡rt'.'tltlc' tl{'r t)cll- dispuesto a hacerlo. Whetlnore inquirió si había
rricratr nucvas avalatlchas. Los exlllor.lciorcs algún rninistro religioso o sacerdote que quisie-
llrcgilnl¡rot.r. entonces, si había algúrl rrróclictl ra contestar a su pregunta, y' no pudo encontrilrsc
ll|csdnlc ¡ se les ptlso ell coll-lutlicitcitill cotl ttnlt ninguno. Después de ello no se recibie.ron ulte--
conlisirín,.1c' ellos, a cluienes deset'ii-lit':t'trll stt liores mensajes desde la caverna y se prcsumió
condicirin 1' clieron cttcnta dc las racitltlL's (ltle ( errcineanle n te, se_t ú n pudo c ontprobarse m¿is

habíali llevado consigo. Por Liltinlo. ler st;licita- tarde) que las pilas del equipo inalánrbrico dc
ron opi rt i ón nrerdica accrc a dr' l a probab il idird dc' los exploradores se h¿rbían a_gotado. C--u¿rnclo los
seguir subsisticndo sitr ali¡tlclltos cittr¿tlrtt- dtcz prisioneros fueron finalmente rescataclos. se
dírs nlhs. El iefe dc la colltisitin de rllúdicos le s supo que el día vigésimo tercero a contar de su
inlorrló que había ntu)' poca. elltr¿rda a la caverna. Wlretmore había .'\ido lsc-
El cqLripo in¿tlánrbrico dc-l interior dc Li cltver- sinado y conritltr por sus coril¡rulreros.
na se nri-u'rtuvo silenciostl clttrante las srguictltcs De las declaraciones de los acusados, acepta-
ocho horas. Al restablecerse la comttnicación, das por el jurado, surge que fue Whetnrore el
los exploradores pidieron hablar nuevatnellte printero en proponer que alguno de los explora-
corr los rnédicos. El jef-e de la comisión se accr- dores sirr iera dc alimento a los denlis. Tanr-
có al aparato. y Whetnrore , hablando por sí i'en biéll fue Whetnrore el prinr,--r'o en proponer qlle
lepresentación de los otros. preguntó si conlién- se echaran sueiles, a cu),o fin crhibitl a los ¿tcu-

ll
sados un par de dados que casualmente llevaba Lueco del rescate de los acusados y después
consigo. Los acusados se resistieron en un prin- qLre éstos pasaron una temporada en un hospital
cipio a adoptar un procedimiento tan desespera- Jonde fueron objeto de un tratanriento por des-
do, pero después de las conversaciottes por el nLrtrición y shock. se los sometió a proceso por
aparato inalámbrico, arriba relatadas, termina' homicidio en la persona de Roger Whetmore.
ron por aceptar el plan propuesto por Whetmo- En eljuicio oral, una vez concluida la prueba
re. Después de discuttr largamente los proble- testimonial, el portavoz del jurado, de profesión
mas matemáticos involucrados, se arribó, por abogado, preguntó al juez si el jurado no podría
fin, a un acuerdo sobre el método para resolver emitir un "veredicto especial", dejando al juez
la cuestión mediante el uso de los dados. la determinación de la culpabilidad de los reos,
Sin embargo, antes de que se arrojaran los sobre la base de los hechos que resultaren pro-
dados, Whetmore declaró que se retiraba del bados. Luego de alguna discusión, tanto el fis-
acuerdo, pues reflexionando mejor había deci- cal como el abogado defensor dieron su confor-
dido esperar otra semana más antes de recurrir a midad a tal procedimiento que fue adoptado por
tan terrible y odioso temperamento. Los otros el Tribunal. En un extenso "veredicto especial,'
lo acusaron de violación de lo convenido y pro- el jurado decidió que los hechos ocurrieron tal
cedieron a arrojar los dados. Cuando le tocó a como los acabo de relatar, y decidió, además,
Whetmore, uno de los acusados echó los dados que si sobre la base de estos hechos los acusados
por é1, pidiéndosele a Whetmore hiciera las ob- eran culpables del crimen que se les imputaba,
jeciones que tuviere en cuanto a la corrección entonces debía condenárselos. Sobre la base de
de la tirada. Declaró no tener ninguna objeción. tal veredicto el juez decidió que los acusados
El tiro le resultó adverso, siendo luego privado eran culpables de homicidio en la persona de
de la vida y comido por sus compañeros. Roger Whetmore. En consecuencia, los senten-
ció a ser ahorcados, pues Ia ley de nuestro Com-

l4 l5
cott F:n casos conro el presente la clenrencia ele-
nr()n\\'eitlth llo llcrnlitc discreción irlguna ti va aparece ad nr i rab
te adecu ¿rda ¡ranr
le llre ll
l'cspecto a la ¡lctta a inrptlnet'se a aqttel
delito' -- LL

rritigar los lrgoles dc la le1'. r, propongo a nris


I)isuelto cl .iurado' sus trlieml'rros suscribieroll
,'olegas que sigiinros el ejenrplo deljLrrado y dcl
una cotrltttlicaciórl aljefe del Poder Ejecutivo' juez inf'erior haciéndonos solidanos con la peti-
pe ticioníuldole qtte cotttl.ttttara la
peltu de tntter-
dirigió ción que ellos han dirigido aljefe del Poder Eje-
te por lade seis rneses cle prisión' EljLrez
Ejecutlvo' cutil'o. Todo hace suponer que estls peticiones
runa conrttllicación simil¿rr al Poder
con de clemencia serárr resueltas favorablemente,
Aún no se lta adoptado resolrrción alguna proviniendo, como provienen. de personas que
a estas peticiones, y parece que
el Po-
respecto
han estudiado el caso v teniendo oportunidad de
,Jer:EjecLrtivo está aguardando lluestra decisión
compenetrarse cabalmente con todas sus cir-
err el presente recurso'
jurado "v cunstancias. Es altamente improbable que el
Pienscl que en este inusitado caso el
de ser Poder EjecLrtivo pudiera denegar esas peticio-
el juez siguieron un camino que, ade más
que- nes. sin darle al asunto una consideración por lo
¡uito u atinaclo, era el único canrino que les
le- rrenos tan arnplia como la que recibió en la ins-
elaba abierto con arreglo a las disposiciottes
bien conoci- tancia inferior, cuyas audiencias duraron tres
gale s. El lenguaie de nuestra lev es
de meses. Enrpero, tal exanren del caso (que vir'-
áo: "Quienc¡uiera privare intencionalnlente
lxllerte" tualnrente equivalclría a una reaperlura del jLri-
la t'ida ¿l otro, será castigado cott la
ex- cio) sería difícilmente cornpatible con la íttdolc
N.C.S.A. (n. s') l2-A. Esta ley no pcrtnite
por más de las funciones del Ejecutivo, tal como usual-
cepción alguna aplicable a este caso'
mente se las concibe. Creo por lo tanto que po-
qu€ nuestras sinlpatías nos induzcan a tomar
en
es- clemos asnmir que alguna forma de clemettciu
cuenta la trágica situación en que se hallaron
sc acordará a estos acusados. Si así ocun'iere. se
tos hombres.

la
II
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harír justicia, sin menoscabo de Ia letra ni del es- ,,rden jurídico de este Comnlonwealth no pre-
píritu de nuestra ley y sin ofrecer estírnulo a su te nde ya realizar la justicia.
trans_sresión. Personalmente no creo que nuestro derecho
haga necesaria la nronstruosa conclusión de que
Mittistro Foster. Me choca que el presidente cstos hombres son asesinos. Creo, porel contra-
de la Corte, en un esfuerzo por eludir los graves rio, que los declara inoce¡ttes de todo crinren.
inconvenientes de este trágico caso, haya adop- Apoyo esta conclusión en dos fundamentos in-
tado y propuesto a sus colegas una solución a la dependientes que bastan, cualquiera de ellos,
vez tan sórdida y tan obvia. Creo que en este para justificar la absolución de los acusados.
caso está en juicio algo más que el destino de es-
El prirnero de estos fuudamentos se basa en
tos infortunados exploradores; está en juicio el una premisa que puede despertar oposición si
derecho de nuestro Commonwealth. Si esta no es analizada sin perjuicio. Sostengo que todo
Corte llega a declarar que de acuerdo con nues- el derecho positivo de este Commonwealth, in-
tro derecho estos hombres han cometido un cri- cluyendo todas sus leyes y todos sus preceden-
rnen. entonces nuestro derecho mismo resultará
tes, es inaplicable a este caso, y que el mismo se
conde¡lado ante el tribunal del sentido común, halla regido por lo que los antigr.ros autores de Eu-
cualquiera sea la suerte final de los individuos ropa y América llamaban "el derecho natural".
implicados en este recurso de apelación. Pues Esta conclusión se basa en la proposición de
nuestra afirmación de que el derecho que como que nuestro derecho positivo presupone la posi-
jueces sostenemos y enunciamos nos arrastra a
bilidad de la coexistencia de los hombres en so-
una conclusión que nos avergüenzay de Ia que ciedad. Al surgir una situación en la cual tal
sólo podemos librar¡ros apelando a excepciones coexistencia de los hombres se hace imposible,
diferidas al capricho personal del Poder Ejecu- entonces ha dejado de existir una condición im-
tivo, equivale, pienso, a la admisión de que el plícita en todos nuestros precedentes y en todas

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nrrestras leves. Cuando esta coltcliciótt clesitpa- ¡n crllnún tlc.jl rlc. ser ver(l¿l(lcl'a. c()nto obr ia-
rcce, en nri ct¡riniórt. clesaltitrt'c:c ctln elllt ttlcla ll nrente sucecliri cn esta exlnrtrrdinaria sitLl¿rcitill.
frrerza de rrttestro orden prtsitivcl. Nt¡ cst¿lnl()s .'n que l¿r conservacicill dc la r iclir sólo se hiz-r¡
¿rc'rstttrlbr¿tdos a aplicar la nlltxitrla CcssQttrc l.osible cluitando otril. ct'ttonces lus prerrrisls hli-
t'tttiottc lcgis, t'as.sctt i¡ts't le.r al conjttnto clc \rcas subvaccntcs a lodo llue stro orclcn jurírlico
rlLlcstro derecho ¡rositivo. ntas creo qtte éste es iricrden su selltickr y srr fuc:rza.
un caso en el cual la nlíxittta clebe aplicilrse Si los trágicos acontccir-l-licnt0s dc- e Stc ccso
La proposición de cirre todo derecho positir tl htrbieran succdido unl nlilla rllis irll¿i cle los lí-
trstií busado en la posibilidad de la coexistellcta rrites territori itlcs dc n uc- sl ro Cornn ¡onu,e¿r I t ll.
rJelos llornbres sltL'na extr¿rñante ltte. no llorquc rrrclie pretenclería aplicarlei nuestr¿r lel'. 8".,.r-
la verdad que coutiene sea cxtrañ¿t. sino sittlple- nocenros c¡ue la iurisdicción tic:ne lrascs tcn'ito-
nlcnte porque es ulta veld¿td tarl obvia v otlttiprc'- rialcs. La razón de se r de eslc principio no cs
sente quc rare vez tcttctttos ocasiórl cle erpresat'le nada obvia y r¿lr¿ls veces se examina. Entienclo
en pala[rras. Como cl rrire' qtle ft'\l]ir¿tllros. estii que cste principio se apo)'a en lü ¡tresunción cle
en nLlestftr circultstanci¿t clc- nl¿tllctlt tal qtte ttos quc sólo es practicable rplicar un orden jurídico
olvidanlos cluc existe h¿tstn que. de repclltt', llos Linico a '"rn grupo de hor¡bres si cllos habitan
vrrnlos privados cle ellu. CrralesqLriera seall los clentro de lr¡s límites cle un ¿irea dacl¿r de la sullsr-
ob.jctivos qLre persigan Ias clistintas ranlas de l'icie terrestre. La prenrisa de que los hollbres
nueslr() dereclto re sult¿r clartt a la reflexión clLie rleban coexistir c'n un qrulpo. subvace pucs, al
todas cllas estiin enca¡linadas lracia la iinalidad ¡rrincipio territorial, conlo al derccho todo. Ahora
.le l'acilitar y rnejorar la coexistellcia clc los bien. sosten-so que un clso puede ser sustraído
honrbrcs y rcgulur en fonna r¿izonable v equita- de l¿ ftrerza de un orden-jrrrídico, lro sólo en sen-
tii,¿r las relacione s cle stt vida en cotntin. Cualldo tido geogriifico sino tanlbién rnoral. Si arende-
ll suposición cle que lr:s hombres pLrede n vivir rnos a lr¡s propósitos ciel derecho y,dcl gobierno.

l0 2l
Lo que aquellos honrbres hicieron fue hecho
y a las premis¿ls subyacentes a nuestro derecho
en cumplimiento de un contrato aceptado por
positivo, nos percatanros de que cttando aque-
todos ellos y originariamente propuesto por el
llos hombres tom¿rroll su funesta decisión' se
jurídico propio Whetmore. Desde que era obvio que su
hallaban tan remotos de nuestro orden
inusitada situación hizo inaplicables los princi-
como si hubieran estado mil millas más allá
de
pios usuales que regulan la conducta entre los
nuestras fronteras. Hasta en un sentido físico
stt
hombres, se vieron en la necesidad de trazar, como
prisión subterránea estaba separada de nuestros
quien dice, una nueva cafta de gobiemo, apropia-
tribunales y ujierías por una sólida cortina de
da a las circunstancias en que se hallaban.
roca que pudo despejarse sólo tras un extraordi-
Ya desde antiguo se ha reconocido que el
nario gasto de tiemPo Y esfuerzos'
principio último de toda ley o gobierno debe
Llego. por ello, a la conclusión de que en el
buscarse en la noción de un contrato o conve-
momento en que Roger Whetmore perdió su vida
nio. Pensadores antiguos, especialmente del
a manos de estos acusados, todos ellos -para período que va desde I 600 a | 900, solían funda-
usar el arcaico lenguaje de los autores del siglo
mentar el gobierno mismo en un supuesto Con-
XIX- se encontraban no en un "estado de so-
trato Social. Los escépticos hicieron hincapié
ciedad civil", sino en "estado de naturaleza"'
en que tal teoría contradecía los hechos históri-
Tal cosa tiene como consecuencia que el dere-
cos conocidos, y que no existía evidencia cien-
cho a ellos aplicable no sea el derecho sanciona-
tífica para apoyar la noción de que gobierno al-
do y establecido por este Commonwealth' sino
guno se hubiera jamás fundado de la manera
el que se deriva de aquellos principios adecua-
supuesta por aquella teoría. Replicaron los mo-
dos a su condición. No vacilo en decir que bajo
ralistas que aunque tal hipótesis fuera una fic-
aquellos principios no son culpables de crimen
ción desde el punto de vista histórico, la noción
alguno.
de contrato o convenio proveía la única iustifi-

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cación ética en que basar los poderes del gobier- Si. pues. uuestros verclLrgos tie nen el pode r
de poner fin a la r ida de los honibres: si nue.stros
no, podc'res que inclut'elr el de privar de la vida.
Los poderes clel gobierno sólo pueden ¡ustifi- ol'iciales de.justicia tienen el poder de lanzar ¿t
carse moralntente sobre la prestrposición de tra- inquilirros morosos; si nuestros a_selttes de poli-
tarse de poderes que hombres razonables collven- cía tienen el poder de an'estar a ebrios escanda-

drían y aceptadan en caso de confrontarse colr la losos, tales poderes hallan su justificación rno-

necesidad de tener que volt'er a constitLlir algún ral cn aquel convenio originario de nuestros
orden para hacer posible la vida en común. antepasados. Si nosotros no podemos encontrar
Alortunad¿rmente, nuestro Commonwealth fuente más elevada para ltuestro orden jurídico.
no tiene que embarcarse en estas perple¡idades ¿.qué fuente más elevada era de esperar que ha-
que torturaban a los antiguos. Conocemos en llaran aquellos hambrientos infortunados para
calidad de l'erdad histórica que nuestro gobier- el orden que ellos misnros adoptaron?
no se fundó sobre un contrato o acuerdo volun- Estoy convencido de que esta línea de argu-
tario entre los hombres. Las pruebas arqueoló- mentación que acabo de exponer no admite re-
gicas son concluyentes elt el sentido de que en el futación racional alguna. Advierto que posible-
período subsiguiente a la Gran Espiral, los so- mente será recibida con cierta inquietud por
bre vivientes de aquella hecatombe se reunieron
parte de muchos que lean esta opinión, pues se
voluntariamente y trazaron uttacartade gobiemo' inclinarían a sospechar que algún sofisma debe
Alrtoles sofistas han planteado la cuestión acerca ocultarse tras una demostración que lleva a tan-
del poder de aquellos remotos contratantes de tas conclusiones poco familiares. El origen de

obligar a generaciones futuras, pero sigue sien- esta inquietud es, sin embargo, fácil de identifi-

do un hecho que nuestro gobierno desciende en car. Las condiciones usuales de la existencia
línea ininterrumpida de aquella caña originaria. humana nos inclinan a ver en la vida de los hom-
bres un valor absoluto, que bajo ninguna condi-

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L+
cada mil millas de carretera de cuatro nranos. Y
ción ha cle sacrificarse. Hay tlucho de ficticio
no obstapte, deliberada y conscientemcnte asu-
en esta concepciótt, aun cuando se aplique a las
mimos y paganros ese costo, sobre l¿r base de la
relaciones ordinarias de la sociedad. Tenemos
suposición de que los valores creados para los
un ejemplo de ello en el mismísimo caso que
que sobreviven compensan la pérdida. Si tales
nos ocupa. Diez obreros murieron en el proceso
cosas pueden afirmarse de una sociedad que
de despejar la roca de la abertura de la caverna'
funciona sobre la superficie de la tierra de una
y los funciona-
¿,Acaso no sabían los ingenieros manera normal y ordinaria, ¿qué diremos del
rios públicos que dirigieron los esfuerzos del
supuesto valor absoluto de la vida humana en
rescate que las operaciones adoptadas eran peli-
situación desesperada en que se hallaban estos
grosas e involucraban un serio riesgo para las
acusados y su compañero Whetmore?
vidas de los operarios que las ejecutaban? Si fue
Con esto concluye la exposición del primer
justo, pues, que aquellas diez vidas se sacrifica-
fundamento de mi voto. Mi segundo fundamen-
ran para salvar la vida de cinco exploradores
to presupone el rechazo por vía de hipótesis de
atrapados, ¿a qué título, entonces, se nos dice
todas las premisas con las cuales he trabajado
que estuvo mal que aquellos exploradores lle-
hasta ahora. Concedo a los fines de la argumen-
varan adelante un convenio que salvaría cuatro
tación que estoy equivocado al afirmar que la
vida a costa de una sola?
situación de estos hombres los sustrajo de los
Cualquier camino, cualquier túnel' cualquier
efectos de nuestro derecho positivo, y doy por
edificio que proyectamos involucra un riesgo
sentado que nuestra Recopilación de Leyes te-
para la vida humana. Tomando estos proyectos
nía el poder de penetrar quinientos pies de roca
en conjunto, podemos calcular con alguna pre-
e imponerse a aquellos hombres hambrientos,
cisión cuántas vidas humanas costará la ejecu-
acurrucados en su prisión subterránea.
ción de ellos; las estadísticas pueden informar-
nos acerca del costo medio en vidas humanas de

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'\r.,r'u bit'tt. es perfectalllt'nte claro. por stl- csta Cc)rte. ¿runquc e-l caso estaba encualir:1!r,
nítidlrnente por la expresión literal de la drsptr-
f i.risto. qtte estos honrbl'cs hlttl corllctitlo ull act()
que viola eltcxto literalclt-'la le1'que dice quc sición. En rrtra oporlurtidad. en f:eltlcr c/ Ncagts,

c¡r.ricn "inte tlcionltlnrctrte plivare de ll r idu a esta Corte se vio obligada a irrterpretar uua lev
otro'' c's uti tse sitio. I)cro ttllo de los tt'ozos tllli: en la qrrc la palaLrra "no" había sido transpuesta

antiguos de sabiclrrrí¿t lurídica llos dice qtte ttn de su posicirirr ¡rrcvista en la sección final y rnás

honrbrc pttecle r iol¿tr la letra de la ler', sin I iolar irn¡rortante de la ley. t,sta transposición había
-foda ocurrido e n todas las publicaciones de la ley.
la lcl' ntisn-t¿r. proposición del derecho po-
sitivo, yr' contettidil erl ttlla ley. ya ell un prcce- por aparcnte equivocación de los redactores e
derrte iucliciitl. durbe ittter'¡rretitrse cll forma rltzo- informantes de la 1e1,. Nadie pudo comprobar el
nable. a la luz de propósitcl evidente. Es ésta
sLr origen de este error, pero cl hecho era que to-
tuna verd¿rd tan eleniental que no es necesal'io nrando el contenido de la ley en su conjunto. el

seguir dilucidindola. I-os cjemplos de su apli- error saltaba a la vista, ya que el sentido literal
caciórl soll irlttttllte I-ables ;" se enctlentran en to- de la cláusula f inal la volvía inconsistente con
das las ramas del orden jurídico. todo lo que la precedía y con el objeto de la dis-
En Cotntnon¡vcahlt c/ SÍat'ntora se cottdenó posición, tal como surgía de sus considerandos.
al procesado por apliclción de utta ordenanza Esta Corte se negó a aceptar una interpretación
qLre consideraba delito el est¿tcionar el automó- literal de la ley, 1' rectificó su texto introducien-
vil en ciertcls lugares por ntás de dos horas. El clo la palabra "no" en el lugar donde evidente-

acusado había intentado sacar su coche, pero mente debía figurar.

lle impedido de hacerlo porque las calles se ha- La disposición que ahora debemos interpre-
llaban obstruidas por una demostración política tar jamás ha sido aplicada literalmente. Cientos

en la que no tomó pafte y que no pudo razona- de años atrás se estableció que matar en defensa

blenlente prever. La sentencia fue revocada por propia es excusable. Nada hay en la letra de la

28 :Y
le1' que sugiera esta excepción. Se han hecho Cuando la razón de ser cle la def-ensa propil
varias tentativas paracollciliar la aceptación ju- es explicada de esta rnanera. se hace notorio que
risprudencial de la def'ensa propia con las pala- precisamente el rnisl.lro razonamiento es aplica-
bras de la disposición legal, pero, en rli opinión, ble al caso de autos. Si. en lo futuro, cualquier
todas son sofismas ingeniosos. La verdad es quc grupo de hontbres se hallare alguna vez en las
la excepción en favor de la defensa propia no mismas circunstancias trágicas de estos acusa-
puede reconciliarse con las palabras de la ley' dos, podenros estar seguros de que su decisión
sino sólo con su propósito. ante la alternativa de vil,ir o perecer no estará
La verdadera reconciliación de la excusa de controlada por el contenido de nuestro Código
def'ensa propia con la ley que define como deli- Penal. Por ende, si leemos esta ley inteligente-
to el matar a otro, se halla en el siguiente razo- mente, se hace claro que ella no es aplicable al
namiento. Uno de los principales objetivos de presente caso. La eliminación de esta situación
toda legislación penal es el de motivar a los de los efectos de la ley se justif ica precisamente
hombres a no cometer crímenes. Ahora bien, es por las mismas consideraciones aplicadas por
evidente que si se declarara que la ley califica la nuestros colegas l'lace cientos de años al caso de
defensa propiacomo asesinato, tal reglano podría la defensa propia.
operar de una manera preventiva. Un hombre Hay gente que ponen el grito en el cielo, ale-
ctrya vida es amenazadarechazará a su agresor, gando usurpación judicial, en cada caso en que
sin importarle lo que la ley diga. Atendiendo, un tribunal, después de haber analizado los fi-
pues, al propósito principal de la legislación cri- nes de una ley, da a sus palabras un sentido que
minal, podemos declarar con certeza que esta no es inmediatamente obvio para el lector dis-
ley no se concibió con la intención de que fuera traído que no ha estudiado la disposición con
aplicada a los casos de defensa propia. detenimiento y que no ha examinado los objeti-
vos que ella busca alcanzar. Permítaseme decir

30 -''' I
e nfirticantcnte que acepto sin reseri'a Ia prertttslt Por ello coltcluvo qtre cLralqLricra sea el pLrnto

cle c¡u.. c'sta Corte se halla obligirda por las le I es


de r.'ista desde el cual se e ncare este caso. los acu-
saclos son ilroce-lrtes de haber ase sinaclo a Roger
cle nuestro Commonu'ealth ¡' qLre ejerct' strs po-
clcres ell strbordinación a la volulttad clebida-
\\'hctnrore. r, que la scnte¡tcilr debe ser rer oc¿rda.
nrente e rpresada de Cárllara de Reprcsctltatr-
l¿r
,l'Í ittistro Tattirtg: En el ctsenrpeño dc- ntis
tcs. La línea de razonanliellto qLle acabo de
debcre s conro juez de esta Corte, comúnme lllc
lplicar no ¡rlantea el problerra de la fidelidad a
he sido capaz de disociar los aspectos e motivos
lrrs disposiciones legisladas, si bien puede qttr-
e intelectuales de mis reacciones. y de clecidirel
zJrsllegar a plantear el problerltit cle la distinción
caso sub-exanren exclLrsivilrrente sobre la base
entre la fidelidad irtteligerltc y tto ittteligente.
de cstos t'rltirnos. Al abocal'rne a e ste caso trici-
Ningún superic.rr desea ttn cri¿tdo que citrezca de
co, hallo enrpero c¡ue rlis rccLrrsos habitLralt-'s nrc
la cirpacidad de lcer entre líneas. La sirvienta
laltan. En el aspecto e motivo rre ve'o diviclido cn-
nrás cstúpida se da cltelrta de la intencicill de su
tre sinrpatía para con estos honlbres 1' un senti-
patl'ona, cuando se le ordena "pclar la sopa ¡r es-
pun.|ar las papas". Tarnbién sabe qtte, cuitlldo el
rniento de repulsión y disgusto por el acto llolts-
truoso que cometieron. Tenía la esperanza de
señor le ordena "dejar caer todo y venir corric-tl-
llecar a poder apartar estas erriociolles contradic-
clo", éste no ha considerado la posibilidad de
tori¿rs como imelevantes, y, decidir el c¿rso sobre la
qr-rc ella en ese momento esté sacando al niño
base de un¿r demostración lógica v coltvinceute
del recipiente de desagr,ie. Por cic-rto qtle telle-
del re sLrltado que nuestra lev exige. Desgraciada-
rlros el derecho cle esperar por lo menos el tllis-
rnente, tal camino no se me ha abterto.
nro quítnium de inteligencia por parte de los ma-
Al analizar el voto que acaba de enritir nli co-
gistrados. La corrección de obvios errol'es tr
lega Foster, encuentro que se halla plagado de
omisiones legislativas no significa suplantar la
contraclicciones y falacias. Ernpecenros colt su
voluntad del legislador, sino hacerla efectiva.

ll 33
canzó la edad de 2 I años, época en la cual se ha-
primera proposición: aquellos honlbres llo esta-
llaba, por hipótesis, sustraído a los efectos de
ban sujetos a nuestra ley porque no se encol'ltra-
nuestro ordenjurídico, o sólo cuando fue resca-
b¿rn en un "estado de sociedad civil", sino en un
tado de la caverna y volvió a estar sometido a lo
"estado de naturaleza". No veo claramente el
que mi colega llama "derecho positivo"'l Estas
porqué de ello; si es por el grosor de Ia capa pé-
dificultades pueden parecernos caprichosas y,
trea que los encerraba, o porque estaban ham-
no obstante, sólo sirven para revelar la natura-
brientos, o porque habían establecido "una ttue-
leza caprichosa de la doctrina que les ha dado
va carta de gobierno" con arreglo a la cual
origen.
usuales reglas jurídicas debían suplantarse por
Mas uo es necesario se_9uir explorando estas
r-rn tiro de dados. Otras dificultades irruntpen.
sutilezas para demostrar Io abst¡rdo de la posi-
Suponiendo que aquellos hombres hayan pasa-
ción de nii colega. El señor ministro Foster y yo
do de la jurisdicción de nuestra ley a la de la "ley
somosjueces designados para un tribunal del
de la naturaleza", Len qué momento ocurrió eso?
Commonwealth de Newgarth, con irnperium
¿Fue cuando la entrada a la caverna se bloqueó para aplicar la ley de este Commonrvealth. Ése
por las rocas, o cuando la amenaza de morir por
es el alcance de nuestro juramento.
inanición llegó a un cierto grado indefinido de ¿En virtud
de qué autoridad nos convertiríamos en tribunal
intensidad, o cuando se acordó la tirada de los
de la Naturaleza? Si aquellos hombres realmen-
dados? Estas imprecisiones en Ia doctrina pro-
te se encontraban bajo la ley de la Naturaleza,
puesta por mi colega son aptas para producir re- ¿de
dónde, pues, nos viene la competencia para esta-
ales dificultades. Supóngase, por ejemplo, que
blecer y aplicar aquella ley? Por cierto, nosotros
uno de aquellos hombres hubiera cumplido 2l
no nos encontramos en estado de Naturaleza.
años mientras estaba atrapado en el interior de
Miremos ahora el contenido de este código
la montaña. ¿En qué momento podemos consi-
de la naturaleza que nuestro colega nos propone
derar que llegó a la mayoría de edad: cuando al-

35
que adoptenros collto Propio Y qLle ¿tpliqttemos srcril'icurlo. los htrlticra llatado a tiros ¡tar-a sal-
al cüso pfe sentc. ¡Qué cridigo tn¿is deshilvatladt'r t'ar su propia r ida. Los l.¡rzonallielltrts cle nri co-
v oclioso es éste! Es un código en el ctral cl de- leua aplicados ¿t csr()s hcchos harían cle \\'hcr-
rccho de los contratos es nl¿is fundanletital que nrore un ascsin(). y¿r quL' la cxcusa ch_- dcl-r'nsa
el dc'l honriciclio. Es un código bi¡o e-l cttal urr propia debería serlc negadu. S i sus at¿tcültte s ac-
hombre puede autorizar vilidarrtetlte a sus con- trraban ccln dereclrcl nrientras procura[;an pri-
gL<ne res a conlerse su plopio cuerpo. Más aúll. varlo de la vida, e ntotlces \\'hetlnol'e ciertamen-
segt'rn las reglas de esle cócligo. tal cotrvenit'r, te llo hubiel'a podido excus¿lrse rn¡.is cle ltt c¡r-rc
un¿l ve zconcertado sc hace irrevocable, ¡' si ttlta puede hacerlo un prisionero ccrndenado que
de las partes intc'nta reVilcarlo, las otras puecl!^n mata al verdugo qLle. ell curnplinriento de la lcy,.
tornar la ley en sus propias manos y ejecutar el le cst¿i a.itrstando la soga al cue lltr.
contrato por rrtedio de la violencia; porque, si Tod¿rs estas consideraciones me lracc'n irnpo-
bien uli colega silencia convenientementc el sible aceptar la prinrc.ra parte de los argutnentos
efecto del desistimiento de Whetntore, tales la dc mi colega. No pucdo aceptar ni su corrceptt-r
necesaria inrplicación de su argumento. de c¡ue aquellos honrbres sc encontraban bajo
Los principios que rni colega expotte contie- un códi_rro de la Naturaleza que esta Corte de-
nen otras irlplicaciones que no pueden tolerarse. biera aplicarles. ni puc'do hornolosar las dispo-
Arguy'e que cuando los ¿tcusados se abalanza- siciones odiosas qLre ól qLricre introducir en estc
ron sobre Whetmore y lo mataron (no sabemos cridigo. Lle_ro ahora a la scgunda parte dcl voto
cómo, quizás golpeándolo con piedras) sólo es- de nri colega, en la cual intenta probar que los
taban ejercitando los derechos que les conl'ería acusados no violaron las prescnpciones del N.
su couvenio. Supongamos, empero, que Whet- C. S. A. (n. s.), párrafo l2-A. Aquí el razona-
more hubiera ocultado entre sus ropas Lln revól- rnlento, en \/ez de ser claro, se tne presenta ne-
ver y que, al ver que los acusados estaban por buloso v arnbiguo, si bien nti colegu parece no

-16 37
advertir las dificultades inherentes en su de- al estudiar este caso. Si bien "Conunctnw,eaLtlt
mostración. c/ Parn"' parece generalmente haber sido omi-
El núcleo del argumento de mi colega puede tido en los textos y en las decisiones subsiguien-
expresarse en los siguientes términos: Ninguna tes, apoya sin ambigüedades la interpretación
ley, sea cual fuere su letra, deberá aplicarse de que mi colega ha aplicado a la excusa de defen-
una manera que contradiga su propósito. uno sa propla.
de los propósitos de cualquier ley penal es pre- Ahora permítaseme, empero, bosquejar bre-
venir. La aplicación a los peculiares hechos de vemente las dudas que me asaltan cuando exa-
este caso de una ley que hace del matar a otro un mino más de cerca la demostración de mi cole-
delito contradiría sus propósitos, ya que es im- ga. Es cierto que una ley debe aplicarse a la luz
posible creer que el contenido de un código cri- de su propósito, y que tuto de los propósitos de
minal operaría de manera preventiva respecto la legislación penal es reconocidamente la pre-
de hombres enfrentados con una alternativa de vención. La dificultad consiste en que también
vida o muerte. El razonamiento mediante el otros propósitos se adscriben a la ley penal. Se
cual esta excepción se introduce en la ley es, ha dicho que uno de sus objetivos es proveer un
como observa mi colega, el mismo que se aplica escape ordenado a la instintiva necesidad humana
a los efectos de crear una excusa para la defensa de retribució n. " C omntottw, e a lt h c/ S c a¡t e " . T am-
propia. bién se ha dicho que su objetivo es rehabilitar al
A primera vista esta demostración parece en delincuente. " Connton¡vealth c/ Makeover" . Aun
verdad muy convincente. La interpretación de otras teorías se han propuesto. Suponiendo que
mi colega acerca del fundamento de la excusa debamos interpretar una ley a la luz de su propó-
de defensa propia halla efectivamente apoyo en sito, ¿qué hacer cuando sus propósitos se hallan
una decisión de esta Corte, " Comntottv+'ealth c/ discutidos?
Parry", un precedente con el que me encontré

38 39
Una dificultad sinrilar de'riva del hecho de gía a los hechos cle este caso. Estos llonrbres no
qLre si bie n Lr ittterpretación que da nri colc-ga a sólo actuarolr "ilttelrcionalntente", sino tam-
la e xctrsa de la de f'ensa ¡rropia está avalacla por bién con gran dcliberación y después cle haber
p|cccclentes. tarrbién hav otros criterios reVes- discutido durallte horas sobre lo qLre haríarr. De
ticlos cle autoridad que asignatt a dicha exctlsa nLle\1o nos encolttrantos frL'ltte a ull c¡lnlillo bi_
una diferente fttnclatrellt¿tción. En efecto, antes furcado: una de las argumerrtaciones ¡.los Ileva
tttottvettltlt c/ Parrt", iu'
cie haber leíclo "Co¡¡r en Luta direccicin y la otra en ulta exactal.ncltte
rniis había oído rnencionar la explicaciórt dada opuesta. Lo desconcertante de este caso resulta
por rni cole-ua. La doctrilta qtte se ensL-ñ¿l ell de la inconrpatibilidad de una de las funclame n-
nuestras facultades de derecho. aprendida de taciones. involucrada en un precedeltte, \,irtual-
rnemoria por geltetaciones de estttdiantes. se nrente ignorado. de esta Corte, con otra funcla-
e xpre sa de la sigLriente mallera: La ley referente nlentación que forma parte de la tradición
al honricidio exige r:tt acto "itrtencional". El horrl- jurídica enseñada en nuestr¿ls f acultacies, pero
bre que actúa repeliendo una amenaza agreslva Ia que, en cuanto yo sepa, nunca ha siclo aclopta-

a su propia vida no actúa "intetlcionaltrle trte", da en decisión.judicial algurra.


sino que responde a utt it-llpulso hondamellte en- Reconozco la relevanci¿r de los precedelltes
laizaclo en la naturaleza humana. Sospecho qtre citados por rli colega y que hacen referellcia al
drfícilrnente habrá un abo-gado en este Com- "no" traspuesto V al acLrsado que excedió el
monwealth que no esté familiarizado con esta tiempo de estacionamiento. Pcro ¿qué harelt.los
argu metttación, especialmente porque este pttn- con uno de los rnojones de nuestr:r jurispruclen-
to es un gran favorito de los "bar examitrers". cia, que rni colega nuevamente pasa por alto en
Ahora bien. esta farniliar fundanlentación de silencio? Se trata de "Contntontt,ealth c/ Vut-
la excusa de defensa propia que acabo de expo- jeart" . Si bien la transcripción de este caso re-
ner, obviamente no podrá aplicarse por allalo- sulta algo oscura, de todas maneras surge eue al

40 AI
-t
acusado se lo procesó por haber hurt¿rdo un pan, podido present¿rr. Me doy cuenta de que esta ob-
alegando aquél conro defensa que se hallaba en servación sólo reduce la distinción a una cLres-
condiciones que se aproximaban a la inanición' tión de grado, y no la destruye del todo. Es cier-
La Corte se negó a aceptar tal defensa. Si el tamente verdad que el elemento de prevención
hambre no puede justificar el hurto de comida sería menor en este caso de lo que norrnalmente
natural, ¿,cómo podrá justificar el hecho de ma- fluye de la aplicación de la ley criminal.
tar y comerse a un hombre? Por otra parte, si Hay otra dificultad más en la propuesta de mi
contemplamos el asunto en términos de preven- colega Foster de introducir una excepción en la
ción, ¿,es probable que un hombre quiera pere- ley para favorecer este caso, si bien esta dificul-
cer de hambre para evitar ser encarcelado por el tad ni siquiera llega a insinuarse en su voto.
hufto de un pedazo de pan? Las demostraciones ¿Cuál deberá ser el alcance de esta excepción?
de mi colega nos obligarían a fallar en contra de Aquí los hombres echaron suertes y la víctima
"Cottttttonvt'ectlth c/ Valieart" y muchos otros misma originariamente participó en el conve-
precedentes que han sido edificados sobre este nio. ¿Qué deberí¿rmos decidir si Whetmore des-
caso. de un principio se hubiera negado a participar
Pero aun así, me resulta difícil negar todo en el plan? ¿Habría que permitir que una mayo-
efecto preventivo a la decisión que declara a es- ría lo obligase? O, supóngase que ningún plan
tos hombres culpables de asesinato. El estigma se hubiera adoptado y que los otros simplemen-
de la palabra "asesino" es tal que creo suma- te hubiesen conspirado para privar a Whetmore
mente probable que si estos hombres hubieran de la vida, justificando su acto diciendo que él
sabido que la ley calificaba su acto como asesi- se hallaba en la condición más débil. O que se
nato, hubieran esperado por lo menos unos días hubiera seguido otro plan de selección, basado
antes de llevar a cabo su plan. Durante este en una justificación distinta de la aquí adoptada,
tiempo alguna solución inesperada se hubiera v. gr.: si los otros, siendo ateos, hubieran insis-

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ti(lo e n que \\'lrctnr()rc dcbí¿l ttrorir prlr ser e I s i tLracitin crr l;r c¡ue trn¿ l ínea de l'az()n¿ulicnt() ( )¡.t-

único qttc crcílr en utl¿ r'icla e-n el nlis allá F-sto-s ginariarlcnte in¿rclecuada ha llcclr(io it sitnci()niu.-

os podrían rtttr Ii pI ic Irlsc, l'o v a L'rlt st¿ttl- sc prtr r,íu dc preccderrte. ck' lliocltt (luL' L.stlUnos
e.j c-nr ¡rI I i)r-'

tr's han siclt-r suge riclos ll¿tra rcvclal'c-l tc¡llblaclc- luutorizarlos e incluso obligados ir :t¡rliclrr'la'l
ral cle ocultas difictrltad.'s cltte el t'ltzotlLttllie ntt-r Cuallto nths e'xar.nint) esle caqo v picnso crr ú1.
de mi colcga enclcrril, rniis prol'undantente nle ahisnra. i\Íi ntc.ntr: cluc-
¡\l rellexionilr lllL' d()\i ciclllttric¡lte ctlc'nta de cla enlazad¿r en las nlallas cle l¿s rccles que estor

quc'cluiziis eslé tle clicindottrc- lt Lrtt ¡-rt'oble ttra cltte lurr<t.janclo pirra salVarnle. Encucntro 6¡rre to¡ln
pro-
iirrrllis rolvr-rá a strrgir. (lL's(lt'(ltrc cs llotlo cr-rnsideración relcvante para la dccisicin de cstr'
bithlc c¡tt.: grtt¡lo itl::tttto cler lrotltbt'c's sc vca cle caso halla su contrapartidaen otrac¡Lre llcvacn c1i-

nue\'() llcvuclo a colttct('r,.'l ritlicstrtr llcclrt' qtte lección opue sta. i\fi colc-ga Foster llo nrc hl litci-
itqttí nos ()ctlllit. Pero ittttttlttt' tttvi.irlttlltls llt ltb- Irtado. ni vtl llisnro pucclo cltcontrar por ptlll)lir
soltttit certezl de cltlc tlitigtitl c¿tso silrlilur r rllr't'- cuenta. ftirnrull algurra ca¡raz de rcstilr cr lrr:.
rílt ll prcscntilrse. lt¡s e.ietttl'rlt-rs tltrc ltc clado ¡ro- colrtracliccioncs quc rlc todos laclirs lric ¿lcoslu.t.
ncn de triit¡ti1ir'strl la attsellcilt tlc ttlclo priuctptt't He dado a e'ste c¿rso lrr nrc'ior der nli crpaciclacl
nrcitrnll )' coh(-re ntú e n la t'cgla tltte nti colcglt intele'ctr¡¿rl. Casi no hc cirtrtlidtt dcsdt-'c¡Lrt_. cl
pr()p()ne. ¿,No debe colltt'olal'ser la solitlcz- dc- trn rrrisllo llegó a ltos()tros. Cr¡alrckt nt!' sirltlo in-
principitr por l;ts cotlclusiotlcs t¡ue él inrplicl' clinircio a aceptar el ¡r¡¡¡11e cle vista dt'llli coicg¿
sin haccr ltretlcills a las corltittgt'ltcias cle litis
re I'-ostcr, lne dctir'ne la inrprcsitirr clc qrrc sLts ;rr!u-

l'u,.uras'l [itnp.'ro. si así ftrere. ¿,1lol qtré tall ii l]le- nrt:l.ltos no son ilttelectuillnlcnte srilidOs V sc
nutlit cliscutin.los cl.l csta Corte la cucrtiórl cle la aproxnnan a meras racionalizacionrrs. Ptlr. otr¿r
parte. cuanclo ¡lc ilrclincr ir confirr.ltar el fullt, rc-
¡rrobabiliilad dc tene r qLre lt¡rliclu't'n trcasiolles
futurirs r-in princi¡liil c¡tre lt soltrción clelcitstl que currido, me chocl Io abstrrdo de condenlr a
tcncntos ftcnte li nosotro\ rc:clattra'l ¿.L's ósta una rnuerte ¿l dstos lrol.ltbres r_-Ll;rndo sus vidas h¿ur

A1
++ a-'
caso de que su sentencia fuere confirmacla. En
sido salvadas al costo de las vidas de diez herol- nuestro slstenta de gobierno éste es un proble_
que el
cos obreros. No pLredo dejar de lanrentar ma para el Poder Ejecutivo, no para nosotros.
señor Fiscal haya creído adecuado acus¿rr por Por ello, desapruebo aquel pasaje en el voto del
asesinato. Si tuviérarnos una disposición en Presidente de la Corte, donde, efectivamente,
la
nuestras leyes declarando un crimen el comer da instrucciones al Jefe del poder Ejecutivo res_
carne humalla, ello hubiera constituido una acu- pecto de lo que éste debe hacer en este caso e in_
sación más apropiada. A thlta de otro cargo ajus- sinúa algunos resultados indeseables que serían
a los hechos de este caso me parece que
hu-
taclo la consecuencia de no acatar aquellas instruc_
biera sido rlás prudente no iniciar proceso'
No
ciones. Esto es una confusión de funciones gu_
sido
obstante, y por deseracia, estos hombres harl bemamentales el Poder Judicial debería ser
acusados y sentenciados, y a taízde ello nos
ve- -y en tal confusión.
el último en incurrir Deseo
mos envueltos en este desgraciado astlnto' destacar que si yo fuera el Jefe del poder Eiecu_
Como he sido totalmente incapaz de resolver tivo iría más lejos en el camino de la clemenc¡a
las dudas que me acosan respecto de la solución de lo que las peticiones a él dirigidas proponen.
legal de este asunto, siento tener que anuncilr Yo concedería a estos hombres un perdón total,
la
un paso que, creo, carece de precedentes en ya que creo que han sufrido bastante porcualquier
historia de este Tribunal. Rettuncio a participar ofensa que pudieran haber cometido.
euiero
en la decisión de este caso' que se entienda que esta observación la hago en
mi calidad de ciudadano privado, que con moti_
Minisrro Keen: Quisiera empezar por dejar a
vo de su cargo ha llegado a obtener un conoci_
un lado dos cuestiones que no son de la compe- miento íntimo de los hechos de este caso. En el
tencia de esta Corte. desempeño de mis deberes como juez, no me in_
La primera de ellas es si procede o no conce- cumbe dirigir peticiones al poder Eiecutivo. ni
der a los acusados clemencia ejecutiva en el

47
46
hacer "(lulcnc¡tricra privarc illtcrrcirrntrlnlclltr)
torral' en ctlenta lo qne éste pueda o tro rle i¿t
la cltre debelii r ida ¿r otro sclli castiglrtlo con l¿i lll-lcrtü". No n.,e
oara an'ibar a nli propia clecisicirl'
cle e stc cubc si llo st¡ll()ltcr rl uL. ct-ttl{.lu iu- olts¡.1.r.¿¡11 ;1 5 i
cstiu'enterarnt:nte suiadit por el del'eclto ¡ 1

plc.jLricios. dcsr.oso clc crIracr cI n¿rtul.ul rll.rticlr_.


Conllrtottrvealth.
tttl clc cstas pal u br-as. cor.lccde ri i lr rrie.cl i ¡.tru r.lic n rr:
La sesunda cuestitill qtre desecl de.¡irr a
hontbres hi- rlue cstos itcusadrts "itri r ar.orr i lt teltc i ttn;.rl lucn lc
laclo cs la de decidir si lo qLre estos
cieron fue "justo" o "injr'rsto"' "malo" o ''bue- de la r ida'' a Roscr \\'lte tlnore-.

no". También ésta es Llna cLlestióll irrelevante ¿.De clórrdc pues sLlfsen todas l¿rs dii'icLrltaclcs
jtlt'z' pllcs r-lelcaso v lu nccesicl¿rcl cle tantas
para el desempeño de nti curgo colllo Plii:in.rs ric clir_
pciones de mo- cusitin acL-rca dc- lcl clLle dcbcríe \er t¿il.l o[.ir io ]
Le jurado aplicar, no tnis cotrce
el derecho del país' Al poner esta
ralidacl, sino
Las dificultudL-s. cLi¿tlclllie r.a sc¿r lii 1'rrr.tna tol,trr.
podré se- rach ba-f o la cLral aqLrél :e prc:cntc. c'on\.ct.!,cir
cr.restión a un lado, creo que también
prlniera todas ¡.r',a¡', u¡tl fuenlc únicl. cpc c: cl ll.licli:o
guranlellte descartar sin conletltaf lo la
voto de nti colega cn distiltsuil'Ios asltcctos.jLrríclicos rle los ¡nrtn-
! n,ri. poética porción clel
en los le s en estc c¿r.o. Para dccirlo li_ca r iian¿rrnclttc.
Foste r. El elenlento de f¿rntasía encerr¿rdo
sido suficien- a rnis cole-eus no lc.s ,'trst¿i cl hcclro rl¡ qire la let
argumentos allí clesarroll¿rcios' [ta
ir a' c'n al- csclita exi-ja la ccllrde na de estos ilci):aJrrs. r\ rní
tenlellte pllesto en claro pof la telttül
gu,t, n',.,.1i,in solelnne ' cle rni colc-ga Tatting' de tlrnrpoco llequsta. pcr() a ciil'cnrilci.r cir lnis co_
le uas, ¡'o rcspeto Ias oblis;rciollcs rlc r!i] clrs(;
tomar aquellos argur.netltos ell serlo
para ser qLlc nte exige clescartar dc ¡lli nlentc las prclc_
La sola cuestióll qtlÜ se llos presenta
del sell- rLrtclas 1;ersorrale s cuando ntc toe ir intcrpre tar r
clecidida es si estos acusados -detttro
tido cle N.C'S.A. (l'{ S ), I l-A-
privaron itttett- a¡;licar la lcr cle estc Conlnroltrvcltlth.
Whetnlore' El \4 i colt-.ga F<tster no adnlite.
cionalmc'nte de l¿i vida a Roger llor sLr[)Llcsti].
esti irrr¡tulstdo por
texto exacto de la disposición es el
siguiente: Quú una avcr.\itjn personlrl

48 :19
li:ieia lu lel esciitlt. Etl vezde cllo se embarcaell Judicial. por un lado, con cl L.jccLrtivo v l_csi._
ilr línca coltc¡cida cle argutlielltacióu. segútr la Iativo por el otro. No hace ftrlta r rtlr cr ¿r cllLlrl jc_
e irirl l¿r Cortc ltLtccle desc¿rt1ar ele xpreso
lengua- rar aquí Ios fhctores qrre contribu\,cron u aqur,llrr
jc dc una ler'. ctraltdo al-co, no contenido en la vergonzosa lucha por el pocL.r.
llL-ro podünto\
l¡r' rlisnra. llanladtl stl "pl'optisito". sirve para mencionar que inclur,.'rrtn el car¿ictcr
l)oco fc_
!rr'tifical el resttltaclo que la Corte considera presentativo de la Cárlar-a. debiclo a la clir isitt:r
r,,lccuado. Siclldo L<stA ulla vieja disputa entre del país en distritos electorales quc
)u lto l.J¡_
,;,i: colegas y )'o. nle gustaría' antes de discutir pondían a la distribucirin de la población. rl
,r
i:r particular aplicación del argttmento a los he- fuerte personalidad 1, arlplia popLrlariclad ,.lc
t:iros cle este caso. clc'cir algo acerca del fondo quien era entonces Prcsidcnte cle la Corte. Besr¡
histórico de e ste tct'na de colltroversla y sus observar que henlos dejaclo atrás aqLrellos clílrs r
iin¡rlicaciottes para cl derecho )' el gobierno en que en I u_9ar de la entonces reinante impreci si óri
.:,:ttet'al. tenernos ahor¿r un principio de netos per.fi les: itr
Hr-rbo époclt cll este Commonrvealth en la supremacía del Poder Legislatiro en nllc:tl.{l
i¡,.rc los.iueccs. dc ltccho. legislaron con gran li- srstema gubernamental. De tal principio f-lLr-r r
b¡rt¿rcl. )' toclos ll()st)tl-os s¿rbemos qLle en aquella la obligación del Poder Juclicial de aplicar ficl
,-i¡oca alguttas clc llttestr¿rs leyes fueron prácti- mente Ia ley escrita y de interpretar esta lev clu
ciirrente reelaboradas por el Poder Judicial' Fue acuerdo a su llano sentido sin reterencia a nue \_
ósta un¿r época ell qlle los principios aceptados tros deseos personales y a nuestras conceDcio_
cle la ciencia política no describirán con mayor nes individuales de justicia. No me incunlbc i,r
prccisión la jerarqtría v función de los distintos cuestión de si el principio qLre prohíbe al pctlcr.
lroderes clcl Estacl¡. Todos collocemos la trági- Judicial la revisión de las leyes es aclecuaclo t,
'J;r consecuetlcia de aquella imprecisión, 1a cor- equi vocado, deseable o inde seable I rlel.tnls,]r ru
rl guerra civil que surgió del conflicto delPoder obserr¡o que este principio se ha conr,cr-ticlo cn

50 -51
tlcl (lt¡e sc nrc ntlol'nl¿rriL si le gu\ti! tlt los
una tiicita Pf"'llli\il itlbvace llte ¿t la ttlt¿tliclacl L-l cl'ccto
ot'tlc tt .i
tr rítl i c c, I tt bc rtl ¿rnl,-' lltlt I i'ltlc v o hc .i tt ritdr I tril'r.nini)< rle llr l..r a¡-.lictrdt,s lrl e aso c¡rrc dc'ltcr.ti
rtrlLr. l'L'solVL-f.
atl trl i tl i

\lls si lrien cl ¡llirrcillio clc- llt srtl-rt'cttlacílt dc'l [:-l ¡rloccso dc lrr lclirnrra.jLrdicial rilc]uic're
I'orler. I-cgislativo ha sitlo accptaclo cn tetlr'ílr ll'c\ lt¿l\os. [:l plinte ro e ollsiste en atiivin¿u.al-
"lll.o¡.r1i¡i1,,'' ll
rlcsclc liact- ce lltcllitrds cle allt-rs' tlil et Ia tclleci- SLirt tinico que l¿r lr-v siryc. L-.sttt
,,l¡cl rle llr tllrtlicitin ¡lrrlie siorral v la flterzlr crl los se hacc itLlltquc n i una sola lcv enlrc cicnto ticne

hábitos {'i ¡os clcl llctrsrttltietitt). quc- nlLlchos Lle tal ¡rlr¡¡'11'1ri1,r rinico. \ irunqLrL- los ctr.ictir os dc
pa-
Ios rrragistraclos ltúll no se hall aconloclacltl al casitoclas las leves son dilele ntc'rncr,tc intcrprt--
pcl rcsirinticlo I nttevo ol(lcll les inlpotte'
qrrc' e trrclos 1-ror los riistilltos grupos ilc sLrs tlelcnsr¡re r.

\li colega Foste r e\ tlno clc irqucl ilrtlpo' stl ll.lll- El secullclo pas() cs cie scLrtrrir quL' nll (lttc tltític().
ncra cle nlarle.iar las leyes cs exactal.llente la c1e llurnaclo "c'l legisluclor"'. e n Ia l¡rrsc¡ tlr i(tu!'l ilnl-
grrrario "l)l'ol)(i\if.l". ollritió alg.r o cle jti rrril iu-
Lurluez clcl siglo cuarelltx.
grll)a () inrpt'rl'ccci<ilt L'lt \u ol.r¿t. l.t¡ego .igur- l¿r
Todos estatnos falrliliarizados col.l el proceso
nredi¿urte el cual los jueccs l'efornlall las dispo- ¡tarte final -r'rnlis ¡'rlucc-rrtcla cle ll tirr"L'u. o s¡'¡. ll--
siciones legislaclas que no sotl de stt agt'aclo' ttit' lrt lttgtrna ¿tsí crc¿rrla. Qtrrttl L'riit litt iL'tttlttttt.
CLralquicrit que ltaya scgtrido los votos dcl seilor l-a tfición de rli colegli Irosttr [)()r.r'ncont!-ilr
Juez Fostcr habri tenido oporttrnidad de verifi- ItgLt.ierir. cll lts lr-\ c\ ¡lc hlre e llcltsiti rt' r!llo (le

ciil la aplicación cle aquel proceso en cada Ltlla los crrclttos ltal'railo. l)r'r¡' ¡¡'. ;trIt()t lll!|i!ur),lL-er-
cle las raur¿rs del derecho. Persotr¿rlnlente estoll clt de ttn llonlltrr' (lt.tr' sa conliti r.rn prrr ilc liiltatos.
('urndo sc lc preluntr'i si lr hahít ::Lrslirclo. rcpli-
tau l'alliliarizedo con el método que, en caso de
cualquie r incapacidad de Illi colegll, cstoy con- cti cpre: ll ¡lirr-tc riLre- rtriis lc ltlbilr lrgr¿tl¡r,_lo ct.iut
vr,'nciclo que podría escribirle Ltn voto a stl satis- !os uuu.icros. .-\sí cs colnt, ¡lli c(-)lcga sicntL' rc\-

facción. sin colrtarcotr suget'etlcia a[guna' sirlvo ¡rr-cto tl..' lils laYcs: cLtilllt{ts nil.is;r{trjcr.,rs e ontic-

52 53
te y viven ntás felices si se hallan protesidos
no le
nen ntíts le agradan. En resumidas cuent¿rs: contra agresiones violentas. Teniendo presente
gustan las leYes. que las r'íctimas de asesinatos son. a ntenucjo,
No se podría desear ttn tnejor ejernplo para gente desagradable. quizás aeregaríanros la su-
el que
ilustrar ese proce so cle colt-tl¿rr lagunas qr're gerencia de qLre la elirrinación de personas in-
tenentos clelante de nosotros Mi colega
plensa
dese¿rbles no es una función qlle se adecue a la
qLre cortoce exactamente lo que se buscó
al de-
que
iniciativa privada, sino que debe ser un rnot.lo-
clararel asesinato un crimen, y esto fue algo polio estatal. Todo lo cual me hace pensar en Lln
ya
él denomina "prevención"' El colegaTatting abogado que en una oportutlidad sostut,o ante
ha puesto de manifiesto lo tnucho que
se omite
esta Cofie que una ley sobre ejercicio de la r¡e-
difi-
.n .ru interpretación. Pero yo pienso que la
dicina era una cosa buena, ya que abarataría las
cultad late más profundamente' Pongo graude- prinras de seguros de vida al elevarel ltil'el cle Ia
mente en duda qtle una ley que califica
el asesi-
salud _eeneral. Lo obvio puede sobreexplicarse.
"propósito"
nato de crimen realmente tenga un Si no conocemos el propósito del l2-A, ¿cómo
en alguno de los sentidos ordinarios del
térmi-
podemos lle_sar a decir que tiene una "laguna"?
con-
no. Antes que nada, tal ley refleja la honda
y ¿Cómo podemos pensar qué pensaban sus pro-
vicción humana de que el asesinato es injusto mulgadores, acerca del asesinato de un hombre
que algo debe hacerse con el hombre que lo co-
para comérselo? Mi colega Tattirrg ha puesto de
mete. Si se nos obligara a ser más específicos manifiesto una repulsión comprensible, aunque
nos refu-
acerca de la cuestión, probablemente quizás algo exagerada. hacia el canibalisrno.
giaríamos en las teorías más sofisticaclas de los
¿Cómo saber si sus antepasados no sentían la
criminólogos' teorías que ciertamente no esta-
misma repulsión, en grado aun más elevado?
ban en la mente de aquellos que promulgaron Los antropólogos dicen que el terror hacia un
que
nuestra ley. También podríamos observar acto prohibido puede incrementarse por el he-
los hombres h¿rcen su trabajo más eficientemen-

5-5
.,7
de la
clto de qLlc cll razóll clc las ctlndiciotles rlr.leel \ ercla(L.ro l'undarncnto cle la excepcitiit
r icla rribill los hotllbres se sie ntatt tllíls tctrtltclos reside en el lrecho de clLrc- un honlbre que actLia
e I iltcesto' lllis sc- ell de fensa plopia lto iictúa ''iltiencionalt.nentc".
a realizal.ltt: así octrrl'iti cou
llos cLlVas rL'-
Vct'allle llte satrciottaclo etttrc aclue l' que los llisnros estudiantes hln aprobado srr-s
tttits probable'
li-tciottes cotlltrnitarias Io hacíatl exánleltes por repetir llr QUe sus I)rofr.s()rL.s lLrs
Cie rtatlre Irte el per'íodo subsigLticrtte a la Gratl habían dicho. Estas últinras obser.r,aciolrcs po_
Espiral ullo que llel aba irnplícitas tetltactt'r-
Lrra clrían, por supuesto. ser clescartaclas conlo irrc_
por aqr'rella
n". 1..r,,.iu la antropolrlgia Quizír fuc levalttes por la sirlple r¿rzóll cle c¡uc hasta ahor¿t
exprd-
ntistlla raztitr qtte lltlcstfos alltt'pas¿dos los ¡rrof-esores v Ios e-rantinaclores no han reci_
tatl autplil e itt-
silrort stl prohibicitin cll fortna bido potestad algLrna para dictar nucstras le1,es.
cliscrirl"rinada. Todas ristas soll' llor cieLto' cotr- Pero Ia verdade la di1-icultad cala rtrirs honclo.
queclit e stablccido e S tltlc' lli Lo que pasa con la lev pasa coll la exce:pcitin:
icturas. pcro lo qtre
lllos cr-rál es e I
t,o ni ,-t'ti colega Foster col')oce la crrestión no e stí en el propó.srro conjerural clc
"proprisito" clel pirrrafo I2-A' la regla, sino en su ukattt'tt. Ahora bien. cl al-
las qtre acalra-
Conside racrtltle-c sit-llilares a cance de la excepción e n favor de l¿r defensa
a l¡ cx-
ntos clc csbozar soll tattlbiótt aplicables propia. tal como ha sido aplicada por esta Conc,
cc¡lciilttetrt.ar.orclclltcleft.nsirpropi.t.qr"rejtregit es claro: se aplica a los casos cn que ulta p¿rrte

Ltn pa¡rc1 tan prcponderallte


en el raz-otlalillcllt() resiste una arneltaza agresiva a su propia vida.
Es' por clerto'
de ntis colegas Foster ,v Tatting' Es, por ende, demasiaclo evidente que el prescn-

vcrclacl cn (--(¡tttt¡tt¡tl,tt'ttlth t/ Pttrn' utr."tl[ri-


c1ttt- te caso no cae dentro del ámbito de la excep_
te r cl i crtr rn" j ust ifi có e sta exce pc i óll' asutrtie tldt'r ción, desde que es obvio que Whetntore ningu-
prÚ-
qtte el propósito clc lu legislación llerrul cs na amenaza diri,eió a la vida de estos acusados.
qtle generllclo-
t'e nir. Tallibién pLrede ser cicrto El desaliño esencial del intento cle rni colega
ltarr aprcrrdido
t)!-s de e stLtclialtle s ilc' tie rcclto Foster, que ha querido cubrir su reformulación

56 51
que tas excepciones judiciales
a la larea causarl
sur-
de la ley escrita coll tlll aire de legitirnidad' más perjuicio que las sentencias
rigurosas. Los
I voto delco-
g. trágton.t.nte a la superficie en e casos n-qurosos quizír tengan
inclusive un cierto
Ie ga fatting. Etr dicho voto
eljuez Tatting bata- valor nioral al hacer ver al pueblo
su propia res_
lla fier¿rmente para hacer cotlpatible el
vago ponsabilidad frenre a la ley, que
en últin.,a i,lrrun-
sentido
moralismo de su colega con su propio cia es su propia creación, y
al recordarl.,
El resultado de lu. no
de fideliclad hacia la lev esciita' exrste principio de
-sracia pc.rsonal qr. pr.áu
esta lucha iólo pudtl ser el que
efectil'anrente mendar las equivocaciones de "n_
sus ,apra."nrrn,"r.
cornpleto fracaso en el desempeño Es mís, iré nrás Iejos aún y
ocurrió diré iue Ios prrn_
-un puede apliclr una
cle la función jLrdicial' No se cipios por rní expuestos no sólo
son los m¿ís s¿r_
tietnpo re-
ley tal como está escrita y al nrismo nos en el ¡nornento actual,
.sino que hubiéramos
l'ormularla. según los propios deseos' heredado de nttestros ilnfen;rs;rd^. ,,n *^i^-
Ahora bien, sé que la línea de razonamlento tema jurídic". r,
;l:,"ff :::: ;:ilJll,i ill
que acabo de desarrollar en este voto no resulta- servado desde un "r";
principio. por ejemplo, con
los
rií aceptable para qttienes sólo conternplan respecto a la excusa cle la defensa
propia, si
y hacen caso
efectos inmediatos de una decisión nuestro tribunales se hubieran
hecho iuerte, en
alcance que
omiso de las implicaciotres de lergo la letra de la ley, el resLrltado,
sin duda alguna,
el Poder Jucticial se arrogue la
po- hubiera sido una reforma legislativa.
significa que tal it¡r_
testad de crear excepciones a la
ley' Una deci- ma hubiera atraído la colaboración
de hombres
la literatura
sión rigurosa jamás es popular' En de ciencia y psicólogos, y la
regulación resul_
sus astutas manio-
se ha festejado a jueces por tante hubiera llegado a tener bases comprensibles
destinado a
bras para invento, algún subterfugio y racionales, en vez del menjunje
de verbalis_
sus derechos
priuor a alguno de los litigantes de ntos y distinciones metafísicas
que ha emergido
equívo-
ln .uro, en que la opinión pública creía del tratamiento udicial y prof-eioral
.j

cado que se los hiciera prer"alecer' Pero yo creo

-59
58
hltl lltll' cierta- cavcnt¿l
Flstas observitcl()nL-s l-inales se --si lire Lrniluteral rl lriJatct.ai. \ sl n()
nrellte . 1'uera cle los clcbt'l't-s citr tl e tttttillillllc,llto pucclr. cons iclcr.ur.sc c1 rrc \\' itct r rrt )1.r, l.c \.or (j rt n¡t
n.lc itttp()llecstc caso. pet'o las illclttVtl aqLll clcs- of e r'1a ¿rnte s dc clLrc' sc hLrbicr-a itctrra(lo clt busc u
dc qLte
.1. q,,e estov holicl¿lll'lclltc convencido la nrisnr;r.
los
nris colegas llo advit'ftcll strficientetlenle (',QLlé ti!.ne n qUe \ e r toillrs e sas c()sas con cl
sobre lit l Hl ploblcrrru
peligros irlrplícitos ell las coltcepcitlnes casct quc e nl'rcntunros conro lirn_
Foster' cionurios públicos
,..t'tugirtr.turu por llis que abtlga el colega e's rlLré clcbcnros hacer corr
qtte llr setltctlciu
C.,,,.1u) tr clt cl sclltid() clc estos acusaclos. i.ts¡a r's Llnil cucstia)n cle s¿rbiclu_
ctlndenatclrilt clerbe se r colrfirtrulda' ría ¡tráctica. lr a¡tlicirrsc cn ull contexto. no cle
tcttría ¿rbstr¿rct¿r. sino clc r.ealiclaclcs IlLrnr¿rnas. Si
'lt irtl \ol'l)l'tsi'I lrc scgui-
Ilitti,trt' Htttttlt " Coll se' r'e e I cilso a la luz cle cstas cttnsiclel.aciones.

clo los torturaclos taciocillios


a los que este sirtt- crco que se c()nvlertc en ulto de los m¿is licile s
ple caso ha clado pie Jarrlás ceso de
adtlirar la c}re.jantiis h¿rya tr¿u.n jtado tnte e st¡ f,orte.
utra oscu-
hlbiliclad con que tltis colegas echan Janlis nle ha sicit-l posible lracer r.er a nris co_
lececiot'u c()rtil)a de lcuilli:nlos sohre
cullqtricr legas qLre el gobic.rno cs ull ilst-lnto huntano,
su solucióll' He-
1,
¿rsultto qtle: se les presctita pal'a que los holnbre s son _gobeuri-rclos r.lcr
¡r,..rr ¡tala_
sobre la
lutos escuchado esta tarcJe clisertaciones blas sobre el papel o por.tcorílrs ahstractas. slrro
nl-
clistirrción entre clerccho positivo -v derecho por otros honlbres. Son gobcrnacirts bien cuan_
de la
tural, sobre la letra de la ley y el propósito do sus gobL'rnante s üntiet.ldcn los stntintierrtos y,
y funcio-
ley. sobre las funciones jucliciales las concepciones de las ntasas. Son mal gobenla_
judicial y la
nes ejecutivas, sobre la legislación dcls cuando este entenclinlicnto f'alta.
legisiación legislativa' N{i única desilusión ha De' todas las ranlas dcl gobierno el poder Ju_
de la
,iio qu. naclie ha1'a hecho cuestióu acerca clici¿l es el expLtesto a percler el contacto
l-n¿ís
etl la
natr',ral.r"iurídica del conveltitl celcbrado con el honlbre común. Las r¿rzones para ello son,

60 ól
que las le_eulación formal de los asuntos huntallos. l-e i, r
pol' stllluesto. bxstallrc obvias' Mientras
fretrtc a ltna situaciótt en tér- prenso que el ánrbito quc- realrnelrte neccsitl ,-lr
',,,'rr,,r'r"raaiotlatl llosotros tal regulación se halla qranclcurente sobrL.L:\ij_
rlinc-ls cle tttros pocos rasgos salientes'
ell peclueños fragmentos cual- rnado. Hay, por supuesto. ultas cuiuttas l.r,t,ii,\
rie stnetlLtzat'llos
clLre se nos presenta' Ambas de jue-so funclanrentales que tcnclr¿in q,,. l',.:..,,.
quier sittraciótl
tarse para que sea posible seguir adelante urn e j
p"r,., co¡ltl'atan iüogaclos paraque analicen ¡'di-
jueces y abogados complten unos .¡uego. Incluirí¿r entre estas reglas las quc rcr:ir,_
seqLlelt. Los
de descu- rnentan las elecciones, e I llontbranliento cle ir,s
col-ltra otros para ver qrtién es capaz
y dtsttn- funcionarios pt'iblicos v el término de cluracr,,:r
brir el rna-vor número de dificultades
Cada una de sus cargos. Concedo que aquí es esencial ,.;r ,.:
ciones en ltn solo coniunto cle hechos'
reales o tma- ha¡,a límites a la discreción. adherencia a ir,s
dc las partes trata cle hullar casos'
formas. escrúpr-rlos referentes a lo clLrc cae \ r(.)
gittarios. para poller etr aprietos las demostra-
difi cul- que no cae ba-jo Ia re-sla.
ci ones de la contrarta Para escitpar a estas
la situación' Pero fuera de esos canlpos ,c_
tirrlcs. se inventan e introducen' en
Ctratldo un conjunto
-), cie otros :l1r_
meJantes- creo que todos los funcionarios
cl i stinc i one s adicion¡'rlc-s'
blicos, incluidos los jLreces. cunrplirían ntr,.lor.
clc hechos ha sido cxptresto a tal tipo de trata-
vida y todo su tarea si trataralt a las fornt¿ts y a Ios coltcc¡ri.,.
nricnto cl tiettlpct suficiente, toda la
y sólo nos queda un pu- abstractos como instruntentos. Creo quc, clcir..:_
e ljtrgo han saliclo de él
ramos tomar conto modelo al buen aclntinislr-r_
ñetltt dc Polro.
dor, que acomoda los procedirnientos princi¡ti,- .
cloy clerlalnellte cuent¿l de que donde
illc 1,
al caso que tiene eutre manos, seleccionancio
havl re glas ,v principios abstractos' los aboga- -rr
entre las forrnas disponible s las rnás aclccu¡rri.,s
ills podrítn h¿rcer distinciones' Hasta cierto
para llecar ¿rl resultirdo conr cnierrtc.
puntc eI tipo cle cosas que he estado describien-
cualquier
dg s-s utt trlal necesario inseparable de

o! 6-l
cles c¡Lrc nris colcsas. ett sLr púclico tlcctlro. hittl
l-ltlllrist-¡hriltvclttlr.iittlcc:tclllót()tl()dcgt'- crc'íclo collvL'tticttte ltitsar pof alto. autrtlltc' son
lltrL'\tl'il llt-
trirt rro c\ (ll.lc t1()\ ll!-rlllitc clcsllaclrlrr tr.rn lrgLtilatnelttc col.lscicl'lte s cle cll¡ts colllo vo.
htrt clittl ilt crrtl r't'icicrlciir
r scrltrtlo ctltllúrl ,\1i
cl.lllle f()' rlllce s Lu ¡rlintcnt cle éstas t: s qtte úste caso ha des-
lclll."itill lr cstit t'ilosirlílt ticne '
pcltaclo Lln cnonle intcrós público. tlll'lto aqtlí
('reo clLlc c\ stilo colt la 1-rctlc'ttLt-
rttiis pl'olirncllts corno elr el extran.iero. Casi todos ltls diarios y
cltre llodctrrtl:
e itrtt tlttc tlichlr filtr:t-rt'ílr tlos 'la' rci'istus lran publicado artícttlos sobre é1, los ccr-
llc r
lni.ttltL:ll er I I 1'l c r i tt I I i cllrd
c tc rtc i al llilra mi-Ill tc
Irrnrnistas hatr sttnrinistr¿rclo a sus lectores infor-
l.a,/t)llablc arlll()l]li.t c()|l
t]|.lcSlfil\ llccl()l}e \ eIl r]lll-t rnación confidencial sobre c'l próxirno paso dcl
\o-
Ios selrtiniiclltos itc¡trclltrs qLlc \c ll'tll'll1
dt
centeltares de cartas al editor hatt sido
nir-titltrs ft lltle \trlt tltltofldatl
\{ás gtltrierrros liltti -uobierrto:
publicadas. Una de las cadenas míts grancles clc
httll¿llltl cittl\lldil
siclo ilcrt'ocatlos' r' llllts tlriscria drarios hizo una encuesta de opinión pública so-
clltl'c cohcr-
por lii lalt¡r de e stil collcordalrcia bre el terna: "¿,Qué piensa Ud. qtre la Corte Su-
por tltro t;'tcttlr cttal-
rtantcs ¡' gotret'nltcltls' qlle prema debería hacer con los exploradores de ca-
historia Una
q,,i.t" q,o pu"a" discernirsc en la vernas'1" Alrcdedor de un novent¿l por clento
strficie rlte entrc la
ve z rltlc se illtr()cltlcc ttlla cLtñll opinó que los ¿rcusados debían ser perdonados cr
clirigcrl str r icla jr'rLídt-
n-t".,r,i.1 ptrcblo v ltls clttt castigados cor.l urta especie de pena simbólicr'
lltlestra socie(la(l sc
ca. política v cctltrótrlica' Es. ¡lres. pcrlectantente claro, cuiil e s el sentir
rri el Dclecho de la tia-
r icrt.' lrblrio. Y clltiltlces de la opinión pública frente al caso. Lo htrbic<ra-
de Keerr a la
turaleza de Fostcr' lli la fidelidilcl rnos podido saber. cienamente, sin la encuesta'
de rlada'
letra cle lx l¡'1' tlos sct'r'ir'án sobre la base del sentido común, o incluso ob-
ill
Ahtlrlr trie tl. apltcatrclo cstas collci: pciollcs
conro ya he cli- servando que cn est¿r Corte hay, en apariencia,
cllso clrle llos oclrpi't' sr¡ solttción' cuatro hombres y medio. o el noventa por cien-
cl.r,-.r. sc hacc llerlectamel.lte
fácil' Para (lcmos-
to, que pilnicipan de la opinión común.
e sto tetldrc cltlc düf
cabicla I ciertlls rcalida-
trar

6-5
6:+
ler,' rodea al juicio de un caso como éste con ga-
Esto revela no sólo lo que deberí¿ttnos hacer'
rantías elaboradas, destinadas a asegurar el co-
sino lo que tenemos que hacer si deseamos pre-
nocimiento de la verdad y qLre toda conside-
servar entre nosotros y la opinión pública una
racióu racional relevante para las cuestiones clel
arrnoltí¿r decente y razonable' Declarar a estos
caso ha sido tonlada en cuenta. Formularán la
honrbres inocentes no requiere que nos compli-
advertencia de que todas estas garantías se esfu-
qllemos en ningún subterfugio o trampa poco
marían si se permitiera que una opinión de ma-
digna. No es necesario adoptar nirrgún principio
sas, formada fuera de esta estrllctura, influvera
de interpretación de la ley que sea inconsistente
de algún modo sobre nuestra decisión.
con las anteriores prácticas de esta Corte' Cier-
Pero contemplemos sin prejuicios algunas de
tamente ningún lego pensará que al absolver a
las realidades de la administración de lluesrro
estos hombres nosotros forzaríamos la ley nlás
derecho penal. Cuando un hombre es acusado
de lo que nuestros predecesores lo hicieron al
de algún crimen existe, hablando en términos
crear la excusa de la defensa propia' Si fuera
generales, cuatro vías por Ias cuales puede elu-
menester una demostración más detallada del
dir Ia pena. LIna de ellas es que eljuez determine
método para reconciliar nuestra decisión con la
que bajo la lev aplicable no ha cometido crinten
disposición legal, me bastaría con adherirme a los
alguno. Ésta es, por supuesto, una determina-
argumentos desarrollados en la segunda y lllenos
ción que suele tener lugar en una atmósfera más
visionaria parte del voto de mi colega Foster'
bien formal y abstracta. Pero miremos las otras
Sé, por supuesto, que mis colegas se horrorl-
tres vías por las cuales puede escapar al castigo.
zarán ante mi sugestión de que esta Corte tolne
Ellas son: I ) la decisión del Fiscal de no pedir el
en cuenta la opinión pública. Dirán que la opt-
procesamiento; 2) un veredicto absolutorio del
nión pública es emocional y caprichosa, que se
jurado; 3) un indulto o una conmutación de la
basa en verdades a medias y que escucha a tes-
pena por parte del Poder Ejecutivo.
tisos no sometidos a repreguntas' Dirán que la ¿Puede al-

66 67
guie lt prctcltdel'c¡Ll.'cstlts ilt-e isii)llr'\ \e t()lll¡ll ci¿r fortuittr clc clLrc el ¡rresidente dcljrrrldo c:ra
dcntro cle la rígida r lilt'ttlltl üstl Llcttlra clc r'e Slli ¿rbosaclo. SLrs co¡lociltric¡ltos le perrlitierorr icie ar

c¡rrc ¡rrcvictrcrt cl r()fcs clc lt.'e lto. ctclLtr ctl.i,' Lrnir 1'órnrLrla ve lbal pol' la quc el .juraclo pudo

f¿tctot'es e lllocic)ttalcs ) Pe r\()llillL'\- r rlrtutllizltli clLrclir sus responsabilidadcs usuales.


cFle t()cltts llts lirrtrras dc la lc'r':criilt ttbst'rr ¿ttllts. N,li cole_sa Tattinc cxpresa su clisgusto con el

Ert el cltstl dcl itrraclo triltllll()5 sitl dtrtla tl'-' Fisciil porcpre éste no deciclió el c¿so por sí, abs-
quc sLts clcliberacioncs sc llli.tll[cllslll clclltr() (lcl teniéndose cle solicitar el procesarnicnto. Es,
¿inrbito cle lo.itrr'ídic¿lllle lltc rcler'¿tlltc. prlro ll() tricto coltro rni distinguido colega es en obeclcccr
hitce titlta cltle nos eltgltñclt'ttrs ll()\Lrtl'()\ llli\l1l()\ las exi_tencias cle la teoría jurídica, se rnuestra
accrc¿l dcl éxito de tal tettt¿ttiva. Ntlrtlrultllclttrl l'ro obsi¿nte satisf'echo con que el destino de es-

e I caso qtte tlos ()cupa. cotl todt¡s sus prtlblcttlits tos hornbres sc decida fuera del tribunal, por cl
hubiera iclo clit'cctatlle ntc rl iLr¡'ado. Si esto ht¡- F-iscal 1, sobre la base del sentido conrún. El pre-

biese ocurrido, podcntos tcllcr la segLrridacl dt: siclelrte de la Corte. por otr¿l parte, desea que Ia
que habría habiclo ulla ilLlsoltlcirin o. ¡rtll'lt) lllc- rntervencióll del sentido cornún quede para el
nos, Lln¿l división qLre hubiera itrpeciiclo trtta final. si bien. igualque Tatting, no quiere ¡rarti-
conclena. Si sc hubicr¿ dado illstruccioncs itl ¡tt- clpar personallnente en ello.
rado en el scntidtt dc que el hanlbre de ltls actt- Esto rne lleva a la parte fi¡lal de mis obserr,¿r-
saclos y c'l convenio llo soll de fensas colllra cl ciclnes, que se ref'erirír ¿r la clemencia ejecutiva.
cargo de asesinato, con tocla probabilidltci el ve- Antes de discutir este tópico directanlente, qui-
redicto habría hecho caso ontist-l cle tal illstt'Ltc- siera haccr una alusión a la encuesta de la opi-
ción y torcido la letra de la ley mucho niás clc lo nión pública. Corno 1'a he dicho. elnoventa por
que nosotros estatíatl-los janrás telltados de Il¿t- ciento desea que la Corte Suprema deje a estos
ccrlo. Por cierto lit única razón qtre inrpidió c¡ttc hombres en entera libertad o les aplique una
tal cosa ocurrie ra en cste caso. fite la circunstltll- pena nriis o menos nominal. El diez por ciento

68 69
restante constitu)'e un grupo de cornposición corneter una in.justicia y simultáneanteltte pre-
rnlry r¿rra, de opiniones sumamente curlosas y sen'a el respeto por la 1e1,. Puede nuestro Presi-
divergentes. Uno de los expertos de ttuestra uni- dente tener Ia seguridad de que si esto preserva
versidad ha realizado un estudio de este grupo y la moral de al,quien, será la suya propia y no la
ha descubierto que sus colttponentes se subsu- del público, que nada sabe de sus distinciones.
men bajo ciertos tipos o patrones. Un núnlero Menciono esto porque deseo llamar de nuevo la
considerable de ellos son suscriptores de perió- atención sobre el peli_ero de extraviarnos de Ios
dicos muy poco serios, de limitada circulación, esqllemas de lluestros propios pensirmientos,
que han dado a sus lectores una versión defor- olvidando que estos esquemas a menudo no
mada de los heclros del caso. Otros creen que proyectan Ia más ligera sombra sobre el mundo
"espeleólo-so" significa "caníbal" y que la an- extenor.
tropofagia es un objetivo de la Sociedad. Pero lo Llego ahora al hecho más crucial de este
que quiero subrayar es, empero, lo siguiente: st caso, hecho conocido por todos nosotros en esta
bien casi todas las variantes y rnatices concebi- Corte, si bien mis cole_eas han considerado con-
bles de opinión se hallan presentados en este veniente ocultarlo bajo sus togas. Consiste en la
grupo. no hubo. que )'o sepa. siquiera uno. ni probabilidad angustiosa de qr"re si la decisión se
aquí ni en el grupo ntayoritario del noventa por deja al Jefe del Ejecutivo, éste se negará a per-
ciento, que dijera: "Creo que sería buetlo que la donar a estos hombres o a conmutar sLls conde-
Corte condenara a estos hombres a ser ahorca- nas. Como todos sabemos, el Jef-e del Poder
dos y que luego viniera otro poder del Estado y Ejecutivo es un hombre de edad avanzada y de
los perdonara". Y, ello no obstante, es esta la so- conceptos muy rígidos. El clamor público suele
lución que en mayor o menor grado ha domina- tener sobre él Lrn efecto contrario al deseado.
do nuestras discusiones y la que nuestro Presi- Como he dicho a mis colegas, ocuffe que la so-
dente nos propone como una r'ía que nos evitará brina de mi esposa es amiga futima de su secre-

70 /l
r'ía illdirecta. pcro, crco. cliclra dc tdnci¿t. Sospccho qLre tantbién explica el proce_
taria. Por e st¿r
nt it- n to nt/i_rico cle I colega Foster que le pcr.rli
conf iallza. he llegaclo ¿r sltbel cluc estii l'irtllc-
cl i
tti
nrente deternlinado a llo e ollllltltlt¡' llt \L'lrtL'llclil
renlovef todt Lut¿r bibliotcca de textos jLrrírJrcos
clarados cttlpablcs de cle ellci¡na cle- los honlbros cle cstos acusaclcrs.
si estos honrbres soll de
Tarnbic<n ex¡rlica por t1ué lli le_galista colega
h¿rber violado la ley.
Kee ll ha inlitado al gracioso cle las conreclias an_
Nadie lamenta más que YO te ner qrlc apoval'-
tigLras. cillrie ltdo al otro cxtrctro clcl escenarro
me elr materia tan importante sobre infortrla-
para dirigir alsunas palabras al pocler Ejecutrvo
ción que poclría calil-icarse de chisrnogr'út'ica' Si
"en nlr capaciclad de ciud¿tdano particr.rlar". (po_
se rle dejara lracer. esto llo pltsaría, Iltles vo
acloptaría el meclio práctico de rettnirttt'rs colr el dría obsclvur. inicialrnente. qLte el cotrsejo del
EjecLrtiYo para examirlar cl cilso jtrrltillllL'lltL' coll CiLrdaclano par.ticular Keen serú publicado en

é1, areriguar cuáles soll stls ptllltos de vistil y' las colecciones de l¿llos cle esta Corte, a costa

c¡uizá, elaborar con él ttll programa conrúrl ¡lara


de Ios contl'ibLr1'entes).
encarar la sittración. Pero, por suptlesto, nris co- Debo conf'esar qlle cLlanto ntiis viejo nte polt-
niás y, rrrás rle intriga la ltegatir.,a cJe los hom_
legas ni siquicra escuclrarían Lllla propLle sta ltsl ' _gr'r

Sus escrúptrlos por obtener directarrlcl'ltc- ll brcs a a¡tlicar su sentido cor-nún a Ios pr.oblcntas

infonnación exacta, no impide. elrpero, clue estLíl'l dcl Derecho 1, del gotrienlo, ) este cuso ver.cla_

slrmalnente preocupados por lo que han sabido rleranrclrtc tri_uico ha ahondado ¡ni cjescsDeran_
indirectamente. El conocinliento de los hechos za v desal icnto. Sólo clc'searía podc.r colr r encer

que acabo de relatar, explica por qué el Presr- a rnis colegas de Ia sabiclLrría cle Ios principios

dente de la Corte. ordinariamente un nlcldelo de c¡rc lre aplicado elt la función


-judicial descle que
la asuiní. La verdad es que, ct_uno si se tratara oe
circunspección, consideró cotlveniente agltar
¡¡n tristc cen'arse el círculo, hallé clernel.ltos sl_
su toga ante el rostro del Ejecutivo y alnenazar-
lo con la excomunión si no connrutaba la sen- nrilarcs ¿r los de este asultto crr el primer caso

'72 l3
Tribunal de Prirnera
oLle me tocó como Jtrez del Cu¿rndo cor¡enzó el juicio, el caso me pare-

Instancia del Conclado de Fanleigh' ció en un principio surnamente complicado.


a un lni-
Una secta religiosa había expulsado Los abogados plantearon legión de problemas
los jurídicos. HLrbo intrincadas cuestiones acerca
nistro quien, segúrn dijeron' había adoptado.
rival' El
puntosie vista y prácticas de ttna secta de la adrnisibilidad de las pruebas, y, en rela-
*inir,ro difundió una nota en la que formulaba ción con la demanda contra la asociación, se
había ex-
cargos contra las autoriclades que lo presentaron al gunos problernas di fíci les
la iglesta -res-
pulsado. Ciertos miembros legos de pecto de la cuestión que si el ministro había sido
la cual se
anunclaron una reunión pública etr un intruso o alguien autorizado a participar de la
igle-sia' El
propotrían explicar la posición de la reunión. Como nol'icio en la ma_sistratura, an-
dijeron
ininistro asistió a esta reunión Algutros helaba aplicar mis collocimientos adquiridos en
que había entrado sigilosamente y disfrazado; la facultad y empecé a estudiar de cerca estas
él declaróque había entrado abiertamel'lte como cuestiones, a leer las fuentes revestidas de auto-
mallera' cuan- ridad y a preparar considerandos bien docu-
miembro del público' De cualquier
do entpezaron los discursos' los interrumpió mentados. A medida que estudiaba el caso me
en de-
con ciertas preguntas sobre cuestiones vi crecientemente envuelto en sus perplejidades
fensa de sus propios pulltos de
vista' Fue asalta- jurídicas y comencé a aproximarme a un estado
y recibió una sirnilar al de mt colega Tatttng en el presente
do por los miembros de la reunión
lesioues'
bu.na tunda, que le causó, entre otras caso. Pero, de repente, vi con claridad que todos

la fracturade la mandíbula' Demarldó por daños estos problernas paradójicos realmente nada te-
de la
y perjuicios a la asociación patrocinante nían que ver con el caso, y lo empecé a exanri-
izadas' quie-
reunión y a diezpersonas i ndividual nara a la luz del sentido común.
nes, alegó' fueron sus atacantes' De inmediato el caso cobró nuevas perspec-
tivas, y vi que lo que correspondía hacer era ins-

14 75
tlr dc los tle tltlrnrlitclos ,\llol'tr. lrcint¿r allos rl¿is t¿lrclL,. ct.lrcilts a un
trrrir urr vere clicto it i¿tl
Ir.c¿rl ¿rntbicioso v a urr prcsiclc,ntc clc,.jrrraclo le_
por l'alla de pt'trebit.
gaIistir. L.ltft'cnto un caso clLlL' suscita
A esLa conclttsióll nte- llcr'¿trtttl las sigtticllle s ¡tnrblcrnlrs
quc cll e I fondo son rnuv scnre.jirrrlcs u ltts r¡Lrc-
consitl--racirltres. l-a riña ell qtl(. cl ¿tclr)r llrc lc-
ac¡ucl cltro cAso L.ltcerr¿rb¿r. El nlrrnclo no
sionaclo había sido rlll üsl-llll() tltttl'c¡ltltttstl' ct'rtl llarece
clllbiar rntrcho. srilo c¡uc cn erslc cls() llo se tratit
lulrunls per\ollas qtlc lrat;tbiul clt: lle gar lll cctl-
dc Lln 1¡rllo por quinientos r-r sciscientos f re:lare s.
trtt I tlttrtillto. lllit-ntrll\ (ltre t)lr¿ts illtcntatr¡tr
cle
snro rlue est¿i cn -juego Ia vicla cle cuatro holn_
s¡rlir cic: él:con algtrtros tltte golpr'ltlriill ¿tl ltctrlr'
br-c's. que va han sufr-ido nrás lon.nclltos v hunti_
rnientras qtle otroc' llllafe ntclllclltc tri-ttaball cle
llacioncs que los que lu nrut or
proteccrl(). Hulriera lle r atlo \e lll¿ltl¿ls cl rle sctt- l)uttc.le llr,rotr<¡s
soportaríx cn nril años. Lle go a la conclusión cle:
l-.rir la vcrdad clel asrrtltt-1. Dc'ciclí cltlc nt) llabía
que est()s acusados son illocentcs dclcrinlen ob_
nlanclíbrtla rotll qtle itltp0rtitra titlltcl ¡l C-ltltll-
.jc'to cle la acusación. y de qLre la sentencia cjebe
nrolt$'calth. (Po[ otra Pltllc^ las lcsiol]e\ cltl llii-
fe \roc¿lrsc.
nistro habí¿n cttrltclt't sin tlcsl'icttrarlo r sin ttillgritr
desutc'clrtt para stls f¿rctrlt¿rclcs ttorlllltlt's)' Atle-
,\,litti-rtrr¡ Tattirtg; El presidcnte de la Corte,
I lte -
n.l¿is. se tt1í la ctltlvicciirn c['qtrt: cll sl"xll plrrtt'e
nie ha ¡treuunt¿rdo si, después de habe r oído las
tor rt.tist.tlt'l había cltrs¿tdt'r slt dcsgt'licia' L-'l ctllltl-
clos o¡riniones quc acaban dc emitirsc, dcsccr
cíir lo cnldeado dc las llltsitlrles cl.l [orn(] Llc csla
reexantinar la ¡rosicicllr pre viantentc acloptacla
cuestitill. y lrubiera llotliclo f¿iciltlrt'rlte e llc()lltrlil
por mí. Quiero expresar que clespués cJe h¿be r
otro escellario llara cx¡'rresar stts pttlllos ilc r istit
escuchado dichas opiniones, nti convicción de
Mi fallo fue amplianlülltc ilprobarlo por lli que no debo participar e n la decisiórl rle esrc
prenst ¡' el público. que no 1lt-rclírrtt tolct'lir los
caso se ha robustecido collsiderablemente.
puntos cle vist¿r v lirs priicticit\ tltle el niilllstrtr
expulsaclo intentaba dcfe'rlclcr.

/() 17
pareja el voto
Hallánclose dividiclo en lorma
la selltenciaconde-
de los niiembros cle laCorte'
natoria clel tribunal a quo es CONFIRN'ÍADA'
de la sentencla tenga
Se ordena que la ejecución
la
lugar el 2 de abril de 4300 a las 6 de
"iern.s Pú-
*ioo"", oportunidad en la que el Verdugo
del caso a col-
Uti.o pro."<'terá con la diligencia
cuello hasta
ga, u.odu uno de los acusados del
que mttera.

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