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A la Comunidad Universitaria:
Los vertiginosos avances del conocimiento, el incremento de
postulantes a la educación terciaria, así como los modelos de desarrollo
imperantes desde mediados del siglo XX, han generado un crecimiento
de la oferta educativa de la educación superior chilena con un alto grado
de diversificación y heterogeneidad. Asimismo, los cambios originados
en esta nueva sociedad del conocimiento, asociados a las nuevas
tecnologías, le demandan a las universidades desafíos en el corto plazo
para enfrentar en forma exitosa estos nuevos escenarios. Este contexto
ha generado de forma creciente una preocupación del Estado para
mejorar y asegurar la calidad de las universidades, creando, para tal
efecto, mecanismos de regulación que permitan garantizar a los
usuarios, y al público en general, el cumplimiento de estándares
mínimos de calidad respecto de los servicios que se entregan.
En el caso particular de nuestra universidad, con una historia
breve que data de hace sólo quince años, esta situación se ha
caracterizado en estos últimos años, de acuerdo a indicadores
disponibles, por una disminución de su valoración por parte de la
opinión pública. Con un modelo de gestión excesivamente centralizado,
caracterizado por un estilo personalista y de toma de decisiones que, en
muchas ocasiones, han ido alejando a la Universidad de la misión que el
Estado le encomendara.
Por ello, creemos que se debe iniciar una nueva etapa en la vida
de nuestra Universidad, donde la gestión sea de carácter más
descentralizada, más corporativa, más transparente, no sólo en la
gestión sino que también en la información, con cuerpos colegiados más
resolutivos que asesores y Facultades con una mayor autonomía de
gestión y de operación. Con una estructura más ágil y liviana, que nos
permita responder en forma eficiente a las amenazas referidas a la
creciente competencia y a un mundo productivo, cultural y científico-
tecnológico en constante cambio. No obstante, la Universidad debe ser
capaz de cumplir su misión sin necesidad de delegar la gestión
administrativa-docente en terceros
Estos aspectos relativos a la gestión, así como otros de carácter
transversal en la vida universitaria, son evidencias indesmentibles
respecto que el modelo de gestión debe ser revisado y modificado en
profundidad.
La actual situación que vive la Universidad, producto del particular
estilo de gestión impulsado por la administración anterior, la sitúa en un
escenario de una elevada complejidad en lo financiero, administrativo y
académico. Ello implica una simultaneidad de tareas que deberemos
abordar para recuperar la normalidad y enfrentar, apropiadamente con
elementos acordes a nuestra realidad, el proceso de acreditación de
nuestra Universidad.
Esta elección es una invitación y una oportunidad a definir nuestro
propio destino y el de la Universidad de acuerdo a nuestro genuino
compromiso con la educación pública. Asimismo, es una oportunidad
para pensar, evaluar y generar una mirada de futuro realista
enfrentando los desafíos con una nueva actitud en pos de nuevos
horizontes.
Los antecedentes planteados precedentemente, los anhelos de la
mayor parte de la comunidad, conjuntamente con los informes de
evaluación institucional emanados de la CNAP y la CNA, así como todos
los informes emitidos por la Contraloría General de la República, nos
impulsan a plantear los siguientes principios y ejes de desarrollo
institucional que guiarán nuestro Programa Rectorial para los próximos
cuatro años en pos de la recuperación de la institución y de su rol como
Universidad Tecnológica en el contexto universitario nacional:
1. Participación
Claustro triestamental
Estatuto orgánico
1. De las personas:
A. Estamento Académico
B. Estamento No Académico
C. Estamento Estudiantil
5. investigación y postgrado
A. Estamento Académico
1.1 Objetivo:
B. Estamento No Académico
1.2 Objetivo
o Corregir las deficiencias existentes en la carrera no
académica.
C. Estamento Estudiantil
1.3 Objetivos:
o Formar en valores
o Cambiar el paradigma en la relación estudiantes y autoridades
académicas
o Anticipar la solución de problemas estudiantiles
Desarrollo Estudiantil
2.1 Objetivos:
o Democratizar la institucionalidad universitaria.
o Descentralizar la gestión universitaria.
o Reestablecer el equilibrio financiero de la Corporación.
o Establecer un sistema de evaluación de la gestión institucional.
4.1 Objetivos:
o Discutir, socializar y materializar el modelo educativo de la
UTEM
o Descentralizar la administración curricular.
o Valorar y fortalecer la docencia como pilar fundamental.
o Incorporar a los planes de estudio actividades curriculares
de formación transversal.
o Desarrollar un programa de perfeccionamiento, para los
académicos, adecuados a su ámbito de acción en ciencias de
la educación.
Cambiando el paradigma educativo
En el ámbito de la función formadora que la Universidad debe
desarrollar, es necesario que la comunidad universitaria en su conjunto
conozca y sea parte del modelo educativo que sustenta la UTEM. Para
tal efecto, nos proponemos trabajar y socializar un Modelo Educativo
que refleje de forma acabada las exigencias que los nuevos escenarios
imponen a la formación de profesionales en el mundo de hoy. Asimismo,
el modelo debe explicitarse definiendo un enfoque que sea característico
de nuestra Universidad y para nuestros alumnos. Debe, entre otros,
permitir estructuras curriculares de mayor flexibilidad y salidas
intermedias, definición de perfiles de egreso que sean el resultado de
procesos de autoevaluación con opiniones externas y de ex alumnos, la
incorporación de créditos transferibles en el contexto de las
universidades chilenas, así como la internacionalización que apunte a
facilitar la movilidad estudiantil y académica (Proyecto Alfa Tuning
América Latina). También debe analizarse el rol y la forma en que la
Universidad incorporará las TIC’s en el proceso formativo, de modo que
contribuya y se adecue al actual avance tecnológico.
En suma, el Modelo Educativo debe reflejar la impronta que como
Universidad Tecnológica Metropolitana deseamos plasmar en la
formación de los profesionales que formamos, con mallas curriculares
que permitan una formación que facilite una adecuada inserción en un
mundo laboral cada vez más complejo y dinámico, con exigencias
medioambientales y con campos profesionales que han ido perdiendo las
delimitaciones tradicionales, razón por la cual nuestros estudiantes
deben estar preparados para enfrentar estos desafíos.
Las materias señaladas precedentemente, demandan un
perfeccionamiento continuo de los académicos y la formación de equipos
multidisciplinarios para abordar en forma apropiada estas arduas tareas.
Tal como lo expresáramos en materias de descentralización,
impulsaremos un plan que permita en el corto plazo llevar a nivel de las
Facultades la administración curricular, con el doble propósito, por una
parte de otorgarle a la Dirección de Docencia el rol para el que ha sido
concebida en las Universidades, es decir, preocuparse en forma
prioritaria por el desarrollo y mejoramiento de la docencia en la
Universidad y, por otra parte, lograr agilizar los procesos de
administración curricular al situarlos en las Unidades Operacionales de
base como son las Facultades.
El crecimiento exponencial de los conocimientos y de la
información científica y tecnológica así como el acelerado crecimiento en
el acceso a la información disponible en las diversas fuentes, nos insta a
estar atentos a esta dinámica y proponer una revisión y actualización
de contenidos y metodologías empleados en la docencia que
impartimos en nuestra Universidad, teniendo siempre como telón de
fondo el modelo educativo que sustentará la UTEM. En virtud de lo cual
impulsaremos redefinición de las unidades de apoyo de la VRAC, para
establecer una Unidad Técnica Educativa, de carácter profesional con el
propósito de apoyar en forma permanente a las Facultades en su tarea
central de la formación de profesionales de nuestra Universidad.
La docencia de pregrado se ha caracterizado por no contar
con una dirección de docencia que desarrolle, apoye y promueva la
innovación en currículo, metodología y evaluación. En este contexto, no
basta con realizar cursos que apoyen la utilización de nuevas
tecnologías, sino que éstos deben ser respaldados por cursos de
perfeccionamiento y actualización en didáctica y evaluación, situados en
el contexto del modelo educativo.
Asimismo, es necesario contar con un sistema de información que
permita mantener actualizados indicadores, que se constituyan en
herramientas para la toma de decisiones orientadas a mejorar no sólo la
gestión curricular sino que también la acción en el aula, hechos que
deben tener una repercusión positiva en la acreditación. En este
contexto implementaremos un programa de apoyo al rendimiento
académico de los alumnos, estableciendo un plan concertado con los
Departamentos de las diferentes Facultades. Lo anterior exige una
planificación y gestión académica rigurosa, de forma tal que con una
mirada prospectiva hacia la acreditación, estar en disposición de
demostrar mediante evidencias la actividad que decimos realizar. Para
tal efecto, impulsaremos el diseño e implementación de un sistema de
garantís de calidad de los programas de pregrado
Reflexiones Finales
No cabe duda que la UTEM, desde sus raíces históricas como IPS
ha efectuado una contribución al desarrollo nacional. Sin embargo, hoy
en día nos encontramos en un escenario de aflicción frente al futuro y
vemos que previo a pensar en cómo contribuir con un proyecto
universitario a los requerimientos de la sociedad chilena, debemos antes
que todo pensar en cómo rescatar la Universidad del deterioro en que se
encuentra.
Hacia el exterior, no hemos sido capaces de generar una visión de
futuro creíble para el país.