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Suplemento especial de
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ALGO SOBRE EL PARO que aman sus mismas costumbres. Suelen acercárseles a compar- que sus metas no podían alcanzarse bajo la hegemonía ni del
AGRARIO DE ESTOS DÍAS tir un costillar. Y, generosos, les tiran unos pesos de más para Estado capitalista ni del capitalismo. Que su verdadera liberación
tenerlos contentos. En la tierra del oligarca, gauchos y patrones dependía de su lucha contra el sistema que la explotaba. Que el
iempre suelo citar una frase de Borges, que tam- suelen confundirse. Los oligarcas se definen, orgullosos, como peronismo había obliterado esa explotación de clase por medio de
III
amigos era el triunfo de una clase sobre otra. Que Videla! Recuerdo a un buen tipo que creía en estos deseaban. Fue lamentable, pero esa obstinación, ese
él, Sabato, llamó correctamente “desposeídos” a artilugios ideológicos para apoyar a Videla y pro- odio militar, oligárquico, eclesiástico y de las clases
los “trabajadores”. Porque, en efecto, lo que poner el pacto cívico-.militar: “Cuidado, José, no altas arrojaron a las armas a una juventud que no lo
caracteriza al trabajador es eso: es un desposeído. se equivoque. Videla es la línea blanda, la línea habría hecho de haber regresado Perón en 1964. Lo
¿De qué está desposeído el desposeído? El despo- liberal. Los nacionalistas, los Vilas, los Saint-Jean, impidió Illia, presionado, sin duda, por todo el esta-
seído desposee de capital. El poseedor lo tiene. El los Capellini, son la línea nacionalistas. Son más blishment argentino, que no quería otra vez a la
desposeído sólo tiene una posesión: su fuerza de asesinos”. “Pero, Gerardo (así se llamaba, lo juro), negrada en el poder. El odio de clase en la Argenti-
trabajo. El poseedor se la compra y lo pone a tra- son lo mismo.” “No son lo mismo. Hay diferen- na es un odio racista. Civilización y barbarie.
bajar para él. Esta “dualidad” puede ser calificada cias. Tenues, de acuerdo. Pero, José, es por esas Educados contra negros brutos. Durante esos
de trágica, pero Marx evitó hacerlo así. A esa diferencias que todavía estamos vivos.” Como años escuché a muchos estudiantes (sobre todo de
“dualidad trágica” la llamó, con mayor precisión argumentación era fuerte. abogacía) pedir el voto calificado. Esta situación
“lucha de clases”. Que es la que se da entre los produce la muerte de Aramburu, ¿es una vengan-
poseedores y los desposeídos. LEGITIMIDAD E ILEGITIMIDAD za o es un arreglo de cuentas con uno de los sím-
DE LA VIOLENCIA bolos más poderosos de la Argentina intransigen-
1955: LA LUCHA DE El caso es que se viene el liberalismo con todo. te, gorila, que impediría hasta morir el regreso de
CLASES AL DESNUDO Y procede a desmantelar todo el aparato estatal Perón? Además, ¿quién lo mató? Aramburu bus-
Lo que había ocurrido en la Argentina en sep- peronista. ¿Saben algo? Igual que ahora. Todo lo caba ser el líder de una salida negociada. ¿En serio
tiembre de 1955 era un hecho de clase. Era la que están haciendo los gorilas de hoy, con el lum- quería eso? Si lo quería, desvariaba. Él, justamen-
resolución de una situación de clase. Los desposeí- penaje de las radios, el ímpetu golpista de La te, sobre quien pesaba la Carta del General Valle,
dos, que se sentían protegidos por un Estado que Nación y la pluma incisiva del fiscal del Gobierno que tiene el tono acusatorio, catilinario de la de
los nucleaba a través de sindicatos creados para (que tendrá su lugar en la Historia, que lo busca Walsh, ¿prenda de paz? La guerrilla, en la Argenti-
ellos, que habían recibido notables mejoras de ese con pasión, por estas notas desestabilizantes) Joa- na, se valida por 18 años de proscripciones, de
Estado y sabían, por los relatos de sus padres, que quín Morales Solá, junto a dinosaurios como represión, de marchas militares, de Onganía
los Estados anteriores los habían explotado y esta- Grondona, o aventureros como los que se han entrando en carroza a la Sociedad Rural, de las
fado, sentían que habían perdido a ese Estado que metido en las páginas del diario de los ganaderos, Universidades avasalladas, del catolicismo cursi-
los cuidaba, que estaba del lado de ellos, a ese polí- del campo, de los consorcios internacionales y de llista del general del labio leporino, ¡de la consa-
tico que les hablaba y los hacía sentir, sin duda los intereses de Estados Unidos para la región, de gración del país a la Virgen de Luján!, de eleccio-
alguna (porque esto es indudable), no sometidos a la los panfletos como Perfil lleno de conversos como nes prohibitivas para el peronismo, ¡de la elección
arbitrariedad patronal, no carentes de derechos, no Sarlo, Sebreli y hasta el educado y amable Kovad- como Presidente de la República del general
material descartable, sino argentinos de primera, loff es atacar a un Gobierno que osa retener las Levingston, un torpe con cara de perro, que venía
tuvieran la piel que tuviesen, y, sobre todo, si la superganancias del campo y que cometió el error de Estados Unidos, y a quien conocimos por tele-
tenían tirando a oscura, ellos eran, bajo el Estado garrafal de no distinguir entre pequeños y grandes visión!, de la abominación del líder al que el pue-
peronista, ciudadanos argentinos y no negros de propietarios y no retenerles a éstos o retenerles blo reclamaba, por la masacre de José León Suá-
mierda, ni maltratados peones, ni siquiera peones menos, y esa clase media rubia, elegante, que sale rez, por el asesinato de Felipe Vallese, por las
que debían tolerar la generosidad del patrón, por- a cacerolear, mientras apuesta a la división del detenciones de Ongaro, por las prohibiciones de
que no necesitaban ya a los patrones buenos que peronismo y a que Duhalde derrote a este gobier- las películas que queríamos ver, ¿qué éramos, idio-
habían pintado Hernández y Güiraldes, sino que no que jode una y otra vez con los derechos tas?, ¿niños de la Acción Católica?, prohibieron
tenían un gran patrón, El Estado Nacional, que humanos, gobierno al que califican de montone- una película metafísica, ontológica, desesperada,
los trataba bien, no sólo igual que a los otros, los ro, revanchista y subversivo, al que odian con un trágica, por una escena en que el protagonista
oligarcas, sino mejor, todo eso, los desposeídos, esa odio que traspasa límites que uno no se explica y tenía un tristísimo coito anal con su amante, una
noche de septiembre veintitrés de 1955, sabían que se acrecienta con los abrazos impolíticos de película inmensa de Bernardo Bertolucci con una
que acababan de perderlo y que se les venían enci- Cristina a Hebe de Bonafini, busca lo mismo. actuación memorable de Brando, ¿y por qué no
ma años duros, de injurias, de revanchas, de pérdi- Nota: Hebe ha cometido errores serios como elo- podíamos ver eso?, porque se formaban Comisio-
da de derechos. Los otros, en cambio, la oligar- giar a la ETA o alegrarse con lo de las Torres nes de Calificación de Películas integradas por
quía, los cultos (a los que el régimen peronista, Gemelas o viajar a Irán o andar con ese freak de viejas de la oligarquía, frígidas, idiotas, chupaci-
todos lo saben, no había sabido tratar, aunque Schoklender. Hebe, nosotros los respetamos. Y rios, por abogados cursillistas, por tipos de Dios,
habría que ver qué hubiera ocurrido si se les acer- todos los desaparecidos merecen nuestro apoyo y Familia y Propiedad, por reprimidos, por neuróti-
caba, qué hubiera ocurrido si Perón les tendía una nuestro dolor, pero los mocos que se mandaron cos que si veían una teta veían al Maligno, estába-
mano a Martínez Estrada o a Borges o a Bioy o a son inaceptables. Son mis compañeros y merecen mos hartos, no dábamos más, y apareció la guerri-
Victoria o a Sabato), los radicales, la clase media, mi piedad y hasta mi amor porque no debieron lla, y todos la recibieron bien, y nadie lloró dema-
los socialistas, los comunistas, la parte “racional” morir así. Pero ojo: su lucha fue la mía hasta cier- siado la muerte de Aramburu, y, para colmo,
de la sociedad, la parte “democrática”, los que to momento. Y no estoy diciendo esto ahora. Yo Onganía declara la pena de muerte, que lee un
estaban con la “libertad”, festejaban. Pero ésta no ya pensaba y discutía esto en los setenta. Hebe, si locutor odiado por todos, cuyo nombre olvidé, y
era “una trágica dualidad” que incomprensible- usted quiere compartir los ideales de los que aparecen los curas del Tercer Mundo, y el Ejérci-
mente escindía al pueblo argentino. Así se habla mataron a Rucci a dos días de que Perón asumiera to, que es el que gobierna, se desgasta cada vez
cuando no se quiere hablar claro. O cuando no se con más del 60 por ciento, perdonemé, pero yo más, y Perón les dice: sigan dándole duro, mucha-
sabe un pito de algunas cuestiones. El ’55 fue la no. Si usted comparte los ideales de los que asalta- chos, y los militares no aflojan. Bien, hasta ahí,
expresión desnuda de la lucha de clases en la ron la Guarnición de Azul permitiéndole a Perón, agredidos, silenciados, proscriptos, la guerrilla,
Argentina. Los poseedores asaltaron un Estado que calzándose su uniforme de milico, de teniente como parte de la furia y la negación de todo un
protegía a los desposeídos. Así lo sintieron los des- general, descabezar a Bidegain, perdonemé, pero pueblo por dictaduras oligárquicas, militares y
poseídos de entonces. Y si algún sabio de la Revo- yo no. Si usted comparte la voladura del microci- católicas, como parte de ese pueblo, insisto, no como
lución hubiera ido a decirles que lloraban a un ne de la policía, que fue una masacre que doloro- vanguardia, se podía legitimar. El 11 de marzo
gobierno que no representaba sus verdaderos inte- samente contribuyó a planear Rodolfo Walsh, yo, gana Cámpora y se acabó la violencia. Todo lo
reses históricos, no habría salido del barrio tal que admiro a Walsh como no admiro a ningún demás, no. Ya llegaremos a estos temas que trata-
como entró. Sólo algo más deteriorado. Y si hubie- otro escritor argentino, perdonemé, pero no. Si remos con extremo cuidado. Con espíritu abierto.
ra insistido en decirles que lloraban a un demago- usted cree en los que asaltaron la guarnición de Pero yo pienso exactamente lo que pensaba en los
go, a un dictador, le habrían explicado que eso lo Monte Chingolo, jactándose Santucho (que setenta. La violencia solo si es parte de un gran
tenían muy claro. Que Perón era un demagogo con luego, pero tarde, se arrepintió) de ser la “opera- movimiento popular. Sola, aislada, sin amarras
ellos (porque les daba cosas, les hablaba lindo, y hasta ción miliciana más importante desde el Monca- con las masas (Repito: sin amarras con las masas),
les ofrecía vacaciones y abogados que los defendieran da”, perdonemé, pero yo no. Ni ahora ni en esa no, nunca. Así, sólo sirve a los propósitos de la dere-
de los patrones) y que, para conseguirles todo eso, época. Discutimos con ardor. No con los conduc- cha violenta, justifica su contraataque que toma
tenía que ser un dictador con los oligarcas, porque si tores, porque eran inhallables, sino con los mili- como blanco a los perejiles porque los heroicos mili-
no, no hay modo. tantes de superficie. La violencia se legitima hasta cianos están en la clandestinidad y las conducciones
Descabezado Lonardi, quien dura muy poco, la llegada de Cámpora al poder, porque es la violen- fuera del país. Y si quieren odiarme, háganlo. Pero
asume el ultraliberal y ferviente gorila Eugenio cia que el pueblo debe (debe) ejercer contra un régi- no voy a cambiar este punto de vista. Todos los
Aramburu. Así, la revolución del ’55 sigue el men dictatorial. El pueblo tiene el derecho constitu- desaparecidos son mis compañeros. También los
derrotero de los cuartelazos en la Argentina. Los cional de alzarse contra la tiranía. Y Aramburu que eligieron los fierros: no debieron morir así,
dan los nacionalistas y los copan los liberales. había sido el artífice, el disparador de la tiranía, el como bestias, torturados, humillados, empalados,
Luego de Uriburu viene Justo. Luego de Lonardi, que dormía cuando Valle le manda su carta. Yo masacrados, arrojados vivos de los aviones. Pero
Aramburu. Luego de Pedro Pablo Ramírez viene odio la violencia. Sólo trato de entenderla. Soy no compartí ni comparto la modalidad de la
Rawson, pero ahí se produjo otra cosa: Perón, y el incapaz de matar a nadie. Ni nunca tuve un arma lucha que llevaron a cabo. Desde el 11 de marzo,
movimiento obrero que ya lo respaldaba, frenan el en mis manos. Pero los gobiernos torpemente dic- la violencia sin masas, sin bases, solitaria, con uni-
golpe liberal el 17 de octubre. En enero del ’76 el tatoriales que prohibieron neurótica, paranoica- formes (después del 24 de marzo) y rangos milita-
peligrosísimo y ultranacionalista brigadier Capelli- mente, al peronismo, los que no dejaron retornar res, sólo servía a la contrainsurgencia, que, por lo
ni se levanta en armas, pero los liberales, con Vide- a Perón en 1964, recogieron los vientos que sem- demás, aniquiló a la guerrilla con relativa senci-
la a la cabeza, lo frenan: todavía no, brigadier. Lo braron. Recogieron la nacionalización del estu- llez, y se ensañó con toda la población (del centro
PRÓXIMO de Capellini les servirá luego a los militantes del diantado, el surgimiento de las guerrillas, el Cor- a la izquierda) bajo el pretexto que toda acción
DOMINGO Partido Comunista para amenazar con su presen- dobazo. Ahí, la guerrilla podía argumentar que no miliciana de los luchadores solitarios le entregaba.
cia: apoyemos a Videla, porque detrás de él se había modo de arrancarles a los militares el regre-
Ideología del viene el golpe de Capellini, el golpe de los nacio- so de Perón que todo el pueblo, todos los despo- Colaboración especial:
golpe de 1955 (II) nalistas, que será más cruento. ¡Más cruento que seídos, todos los que amaron ese gobierno popular Germán Ferrari - Virginia Feinmann