Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Pero si hasta hace poco como militante del PRD trataba de construir
una democracia desde la izquierda, ahora anular el voto, ¿no fortalecerá
más a la derecha de lo que ya la ha fortalecido la alianza PRI-PAN (desde
1988); la impunidad y los poderes fácticos? ¿Por qué no seguir
perteneciendo a las fieles filas del voto duro por el PRD? ¿Por qué, como
tantos argumentan, no votar por el menos malo? Porque estoy convencida
de que la suma de los partidos parió un oligopolio de mafias políticas. Y de
ese oligopolio forma parte relevante el PRD. Las evidencias son muchas. El
PRD convirtió -como el resto de los partidos- el acceso a puestos de
elección popular no en el fortalecimiento de una democracia representativa
transparente, sino en el oscuro juego de pequeños intereses cuyo objetivo
es repartirse los espacios de poder para autoreproducirse. El artículo 41
constitucional establece que los partidos son entidades de interés público
cuyo fin es promover la participación del pueblo en la vida democrática.
Sin embargo, por la manera en que el PRD –como el resto de los partidos-
maneja sus finanzas; hace sus campañas internas; promueve el clientelismo
y el corporativismo; nombra a sus candidatos; y ejerce el poder que le da el
voto ciudadano en las urnas, está lejos, muy lejos de fortalecer la
representación ciudadana que es a quien se debe.
1. Rendición de cuentas,
2. Revocación de mandato,
3. Plebiscito y referéndum;
4. Candidaturas ciudadanas;
5. Transparencia a fondo en el uso de recursos públicos por gobiernos,
poderes republicanos, y organizaciones sociales;
6. Disminución sustantiva del financiamiento a campañas y a partidos;
7. Ley de partidos para lograr su efectiva ciudadanización;
8. Ratificación del Gabinete por el Senado de la República.