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Alexis Bellorín
TEMA 2
ORIGEN DE LA VIDA
Nuestro planeta ha tenido una historia muy dinámica y compleja, en la cual la
actividad de los seres vivos ha sido un factor muy importante desde épocas muy
remotas. En este tema se hará una breve revisión sobre algunas de las preguntas más
importantes acerca el origen y los primeros momentos de la vida en el planeta:
¿cuándo, dónde y cómo se originó la vida? ¿cómo fue su evolución temprana?
Esta larga historia del planeta Tierra es dividida en tres grandes Eónes: el Eón
Arqueano, que abarca desde la formación del sitema solar y del planeta, hace 4,6–4,5
mma., hasta hace 2,5 mma.; el Eón Proterozoico, o el Eón de la vida microscópica,
desde hace 2,5 hasta hace 0,542 mma.; y el Eón Fanerozoico, o el Eón de la vida
macroscópica, desde hace 0,542 mma. hasta el presente. Muchas veces se considera
informalmente un Eón adicional, el Hadeano, que cubre la parte inicial del Arqueano
(de 4,6 a 4 mma.) (Figura 1).
Figura 1. Escala de tiempo geológica del planeta Tierra, con algunos de los principales eventos
geológicos y biológicos resaltados.
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Figura 2. Representación artística de la nube de polvo y gas estelar en forma de disco que formó al
sistema solar. En el centro del disco se formó el sol, que capturó la mayor parte de la materia de la
nube (principalmente hidrógeno y helio). De: Ray, T. P. (2000). Fountains of Youth: Early Days in
the Life of a Star. Scientific American(August), 42-47.
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Figura 3. Etapa más avanzada. Ya se ha formado el sol y el calor producido por éste ha volatilizado la
mayor parte de los elementos livianos (los gases hidrógeno y helio) de la region cercana al sol. Así los
planetas que se formaron en esta región son planetas rocosos, como la Tierra, Venus, Mercurio, Marte,
en vez de planetas gaseosos como Júpiter o Saturno. De: Schilling, G. (1999). From a Swirl of Dust, a
Planet is Born. Science, 286: 66-68.
Este proceso de formación planetaria se conoce como acreción y aunque fue muy
rápido en términos astronómicos –probablemente en menos de 30 millones de años
los planetas adquirieron casi toda su masa– y fue mucho más intenso en las primeras
etapas del sistema solar, fue bastante ineficiente. Es decir, quedaron muchísimos
cuerpos menores, como los asteroides y cometas, orbitando entre los planetas, los
cuales eventualmente ‘aún’ los impactan (como el meteorito que extinguió los
dinosaurios hace 65 millones de años). Así mismo, muchas colisiones por sí solas
eran una fuente adicional de asteroides u otros objetos, dado que de ellas se liberaban
fragmentos de planetas al espacio. Tal es el caso de nuestra Luna.
Se estima que hace unos 4,51 mma. la Tierra fue impactada por un objeto del tamaño
de Marte o quizás más grande, y que esta explosión gigantesca, además de derretir
completamente al planeta, si es que ya no lo estaba, expulsó material terrestre al
espacio, el cual permaneció orbitando alrededor del planeta y finalmente se agregó
formando la Luna (Figura 4). Las consecuencias de este gran impacto y de la
presencia de la Luna son fundamentales para que nuestro planeta sea actualmente un
lugar habitable. Por ejemplo, el movimiento de rotación terrestre que produce el
régimen de días y noches se originó de este impacto. La presencia de la Luna,
además, hace que el eje de rotación terrestre sea estable y esté inclinado con relación
a la órbita terrestre, lo cual es fundamental para que existan las estaciones (primavera,
verano, otoño, invierno) y para la distribución del calor solar en la superficie del
planeta.
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Figura 4. Representación gráfica del gran impacto que formó a la Luna. Este hecho fortuito tuvo
grandes consecuencias para la evolución de la vida en la Tierra. De: Tyson, N. D., Liu, C., & Irion, R.
(2000). One Universe: At Home in the Cosmos. Washington D.C.: Joseph Henry Press.
La corteza terrestre para entonces presentaba una intensa actividad volcánica y de los
gases emanados por los volcanes se formó una atmósfera primitiva, compuesta
principalmente por vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2) y nitrógeno (N2),
con pequeñas cantidades hidrógeno (H2), metano (CH4), ácido clorhídrico (HCl) y
otros compuestos. El oxígeno libre (O2), que caracteriza a la atmósfera actual, estaba
ausente. Una atmósfera de ese tipo sería completamente tóxica para los seres humanos
y para la mayor parte de la vida multicelular actual que habita el planeta (Figura 5).
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Figura 5. Representación artística del la corteza terrestre durante el hadeano tardío, con volcanes, mares
de magma, lluvias de meteoritos. Al fondo se ve la Luna, también intensamente impactada por
meteoritos.
Rápidamente, hace 4,4 a 4,3 mma. las temperaturas en la superficie terrestre habrían
decrecido lo suficiente para que el vapor de agua de la atmósfera se condensara y se
depositara como agua líquida sobre la corteza, formando el océano primitivo. Sin
embargo, cada vez que el planeta era impactado por meteoritos de tamaño
considerable durante el período del bombardeo pesado hasta hace 3,8 mma., el océano
entero era llevado de nuevo al punto de ebullición o inclusive se evaporaba
completamente. Es decir, durante el bombardeo pesado el planeta era un lugar
sumamente violento y caliente. Si ya para entonces existían seres vivos, éstos debían
sobrevivir luego de estos eventos esterilizadores que suponía los impactos con
meteoritos.
Una vez que disminuyó la frecuencia del bombardeo, a partir de hace 3,8 mma., existe
mucho debate sobre las condiciones exactas del planeta. Lo más probable es que la
superficie de la Tierra se haya enfriado completamente, dado que el Sol de entonces
era mucho menos luminoso que el Sol actual (un 30% menos). Se calcula que las
temperaturas superficiales estaban en torno a unos –40 °C, y que el océano debía estar
congelado, al menos en su superficie. Muchos especialistas, no obstante, argumentan
que la atmósfera primitiva tenía una concentración suficiente de gases de efecto
invernadero, particularmente CO2 y metano, que evitaba el congelamiento global. Sin
embargo, las cantidades exactas de esos gases en la atmósfera del Arqueano es un
tema muy debatido y no hay evidencias de que sus concentraciones hayan sido
significativas (Figura 6).
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Figura 6. El supuesto océano primitivo del Arqueano, con sus costas habitadas por colonias de
microbios formado lo que se conoce como estromatolitos.
En todo caso, es probable que el fondo del océano no se haya congelado debido al
calor que escapaba del interior del planeta en los sistemas hidrotermales y de los
volcanes submarinos. Este calor habría mantenido una capa profunda de agua líquida
por debajo de la capa de hielo. Así mismo, es probable que en los continentes también
hubiera agua líquida cerca de los volcanes, debido al calor liberado por éstos. Por otra
parte, pese a que la frecuencia del bombardeó con meteoritos y cometas disminuyó
significativamente después de hace 3,8 mma., éstos no cesaron del todo (y aún no ha
cesado), de manera que cada evento de impacto puede haber elevado nuevamente la
temperatura global y dado lugar al agua líquida. Generalmente se piensa que la
presencia de agua en su estado líquido es uno de los requisitos fundamentales para
que haya ocurrido la evolución de seres vivos.
Estas teorías e hipótesis se pueden agrupar en dos grandes vertientes, que llamaremos
teoría de la ‘sopa prebiótica’ y la teoría ‘metabolista’.
7Biología de Organimos (033-1325) Prof. Alexis Bellorín
Figura 7. Modelo esquematizado de los eventos que se supone que ocurrieron en el origen de
la vida, de acuerdo a la concepción moderna de la sopa prebiótica. En realidad cada evento es
una hipótesis, algunas de las cuales tienen sustento experimental y otras no, sólo teórico.
Modificado de: Bada y Lazcano. 2002. Some Like It Hot, But Not the First Biomolecules.
Science 296: 1982-1983.
En 1953 se demostró que al menos el primer paso de esta teoría (la formación
de monómeros) podría haber ocurrido. Se trata del famoso experimento de
Stanley Miller y Harold Urey, quienes consiguieron la síntesis prebiótica de
varios aminoácidos a partir de una mezcla de gases simples (vapor de agua,
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Ahora bien, los siguientes pasos en esta teoría son mucho más difíciles de
demostrar. Por ejemplo, la acumulación de monómeros y formación de la sopa
prebiótica misma. Aunque Oparin correctamente predijo que en la ausencia de
oxígeno libre en la atmósfera los compuestos orgánicos no serían degradados
por oxidación como lo son en la atmósfera actual, había otras fuerzas
destructivas en el planeta primitivo, como la radiación ultravioleta (dado que
no había capa de ozono) y las altas temperaturas que existían durante la fase
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Figura 9. Uno de los modelos de cómo se originó la vida en la teoría metabolista. Modificado
de: Martin y Russell. 2003. On the origins of cells... Phil. Trans. R. Soc. Lond. B.
Los posibles signos de vida más antiguos datan de hace 3,8 a 3,5 mma., finalizando el
período de bombardeo pesado. Se trata de fósiles químicos, la relación de isótopos
pesados y livianos de carbono en rocas supuestamente sedimentarias de Groenlandia,
datadas de 3,8 mma., y de estromatolitos y microfósiles del grupo rocoso llamado
Warrawoona, en el Pilbara Craton, Australia occidental (Figura 10). Sin embargo, la
autenticidad de estas posibles evidencias ha sido cuestionada recientemente y existen
serias dudas de que representen realmente signos de vida.
Figura 10. Uno de los microfósiles de Apex Chert, Warrawoona, Australia, más antiguos (3,5 mma.).
Fósiles celulares más convincentes datan de hace 3,2 mma. Se trata de microfósiles de
organismos filamentosos parecidos a procariontes actuales (bacterias), colectados en
un sistema hidrotermal de hace 3,2 mma fosilizado en el Pilbara Craton. Para hace 2,7
mma. el registro fósil es aún más convincente, especialmente en el grupo rocoso
denominado Forstecue, de la formación Tumbiana, en Pilbara Craton, Australia. En
esta formación se han fósiles moleculares que indican que para la época
probablemente ya existían bacterias fotosintetizadoras similares a las cianobacterias
actuales, así como bacterias organótrofas e inclusive organismos eucariontes.
Además, esta formación también incluye una serie de estromatolitos, cuyo origen
biológico ha sido fuertemente apoyado en estudios recientes.
Para hace 2,1 mma. sí ya no quedan dudas que existía una biota primitiva formada por
organismos unicelulares y filamentosos similares a muchas de las bacterias actuales,
tal como lo muestran los microfósiles de la formación rocosa denominada Gunflint,
en Ontario, Canadá. Estos microfósiles son tan parecidos a bacterias que su
autenticidad es incontrovertible, de manera que son aceptados por todos los
especialistas como los fósiles celulares irrefutables más antiguos (Figura 11).
Posteriores a los fósiles de Gunflint, existen otras formaciones rocosas que contienen
fósiles celulares, los cuales aparecen mejor preservados a medida que nos acercamos
acercan al inicio del Eón Fanerozoico, hace 0,542 mma. Tal es caso de los fósiles de
hace 0,850 mma. de Bitter Spring, Australia.
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Figura 11. Microfósiles de varios períodos. Nótese que mientras más recientes, más parecidos a
cianobacterias actuales. Modificado de Schopf, J.W. 2000. Solution to Darwin’s dilemma: Discovery
of the missing Precambrian record of life. Proceedings of the National Academy of Science USA 97:
6947-6953. Schopf, J.W. 2006. Fossil evidence of Archaean life. Philosophical Transactions of the
Royal Society B 361: 869-885.
Veamos ahora qué nos dicen los datos moleculares, los cuales son otra fuente de
información valiosa para hacer inferencias sobre la evolución temprana de la vida, en
particular las secuencias de nucleótidos en ácidos nucleicos (ADN y ARN) y de
aminoácidos en proteínas.
Los estudios de este tipo nos muestran que desde el punto de vista evolutivo existen
tres grandes grupos de organismos, denominados Eubacterias, Arqueobacterias,
ambos procariontes, y Eucariontes, los cuales representan los linajes evolutivos más
grandes, antiguos e importantes. Es decir, el ‘árbol evolutivo universal de la vida’ es
un árbol compuesto de tres ramas principales, dos procariontes y una sola eucarionte.
Estos grupos son considerados como taxones con el rango de ‘dominios’, un rango
superior al de reinos.
Ahora bien, el orden de divergencia y la relaciones entre los tres dominios son muy
difícil de establecer con exactitud, debido a que su evolución ocurrió hace muchísimo
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)
Figura 12. Árbol evolutivo universal, donde se muestra la evolución de la vida a partir del último
ancestro común universal.
Las diferencias entre estos tres dominios son muy profundas y fundamentales,
principalmente desde el punto de vista genómico, de maquinaria molecular y también
celular. Muy brevemente se puede definir a las Eubacterias como los organismos
procariontes (formados por células sin núcleo) que poseen una envoltura celular
compuesta de peptidoglucano; a las Arqueobacterias como los organismos
procariontes con fosfolípidos de membrana en los que los ácidos grasos se unen al
glicerol 1–fosfato (G1P) mediante enlaces del tipo éter y sin peptidoglucano; y a los
Eucariontes como los organismos constituidos por células eucariontes (células con
núcleo verdadero: un compartimiento encerrado por un sistema complejo de doble
membrana perforado por poros nucleares donde está contenido la mayor parte del
DNA).
Estas diferencias serán revisadas con una mayor profundidad en los temas siguientes.
Lecturas complementarias:
Bada, J.L. 2004. How life began on Earth: a status report. Earth and Planetary Science
Letters 226: 1–5.
Gargaud, M. et al. H. 2006. From suns to life: a chronological approach to the history
of life on Earth. Springer, Dordrecht, THe Netherlands.
Nisbet, E.G. y Sleep, N. H. 2001. The habitat and nature of early life. Nature 409:
1083–1091.
Solomon, E.P., Berg, L.R. y Martin, D.W. 2001. Biología. McGraw Hill. Mexico DF,
Mexico. 1237 p.