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Dinámicas y actividades de convivencia.

Título: EL LUGAR HERMENÉUTICO: ¿DÓNDE NOS SITUAMOS? NUEVO


MODO DE VER.
Tipo: Actividades de reflexión.

Saber mirar el mundo en que vivimos, este mundo occidental que, por
deformación visual, no sabemos relativizar y situar en su justa dimensión:
la situación mundial, el abismo de desigualdad entre el Norte y el Sur;
reconocer nuestro lugar hermenético propio, nuestro “modo de mirar”, y
el de Jesús de Nazaret.

El objetivo de esta dinámica, que consideramos esencial para toda


la convivencia, es ofrecer un primer espacio de reflexión sobre la
situación mundial, poniendo especial énfasis en el marco conceptual
desde el que analizamos la realidad. Se trataría, en último término,
de responder a preguntas como las siguientes: ¿Dónde nos situamos
para hacer esta reflexión? ¿Desde dónde se hace cooperación?
¿Cuál es nuestro lugar epistemológico, hermenéutico,
interpretativo? Buscamos, de alguna manera, reforzar nuestro
hábito de “pensar globalmente”.

Para ello intentamos fortalecer una serie de conocimientos: ser


conscientes de la “planetarización objetiva”, de la interdependencia
Objetivo de todos los problemas que afectan a la justicia, a la paz, a la 21
ecología...; constatar la “labilidad” de las fronteras geográficas en lo
que respecta a esos grandes problemas; descubrir la
“planetarización subjetiva”: imposibilidad de resolver los
problemas si no es a escala universal.

En esta dinámica, pues, pretendemos detenernos en una doble y


sencilla reflexión:
A) ¿Desde dónde miramos el mundo? ¿Cómo nos situamos en él?
¿Cuál es nuestro lugar hermenéutico, epistemológico?
B) ¿Cuáles son algunas de las claves culturales necesarias para
luchar contra la pobreza? Más allá de los aspectos económicos,
políticos o de cambio estructural -¡y sin negarlos!- nos fijaremos un
poco en la infraestructura cultural de la sociedad que subyace a la
pobreza
Asumimos el punto de vista cultural-moral, el del necesario cambio en
nuestros sistemas de valores.
Educación de la mirada. La mirada “marginal”: nuevo “modo
de ver”.
La lucha por la justicia y la solidaridad con todos,
especialmente con los empobrecidos y marginados.
Hacia una ética mundial.

Temas que
se tratan

Jesús de Nazaret, persona solidaria, generosa e inclusiva.


Moral de “ojos abiertos” a las necesidades de los demás, que
se deja “contaminar” por los valores de Jesús: compartir,
servir e igualarse.
Descripció
ny
Desarrollo Comenzaremos explicando qué entendemos por
hermenéutica. Según el diccionario de la Real
Academia Española de la Lengua, hermenéutica es “el
arte de interpretar textos, y especialmente textos
sagrados”. Leer cualquier texto, no sólo un texto
sagrado, es interpretar; ahora bien, lo que se dice de un
texto, a fortiori, se puede decir del mundo; leer el mundo
es interpretarlo; según el punto de vista del que lee, del
que mira, un texto, el mundo, se captará de una
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determinada manera; al fin y al cabo, no es más que lo
afirmado por el viejo refrán: “todo es del color del cristal
con que se mira”.
1ª ACTIVIDAD: FRASE EVANGÉLICA.
Se le pregunta al alumnado por el significado de la
frase que ya se encuentra inserta en el montaje en
power point. Tras la lluvia de respuestas, la comentamos.
Una frase evangélica expresa el significado de “Lugar
hermenéutico” con particular fuerza: “La lámpara de tu
cuerpo es tu ojo”(Mt 6, 22); de alguna manera, el ojo
del que mira ilumina la realidad observada; en la mirada
está ya presente una forma concreta de ver la realidad.
Esto es lo que queremos expresar al referirnos al lugar
hermenéutico. No “ve” igual nuestras bellas costas
mediterráneas un turista alemán que goza del sol y del
mar que un subsahariano a bordo de una patera; y, sin
embargo, ambos “ven” la misma realidad, la costa.

2ª ACTIVIDAD: GRÁFICO Nº 1: PREOCUPACIONES


DE LA HUMANIDAD (comentario introductorio y
explicativo).

Se proyecta la trasparencia del montaje o se le entrega la


fotocopia que se adjunta abajo.

En 1972 apareció el famoso I Informe al Club de Roma de Meadows


and Meadows, “Los Límites del Crecimiento” (D.H. MEADOWS (1972).
En la primera gráfica de aquel famoso informe (cfr. Gráfico 1 en el
montaje inserto en el disco adicional) se representan las preocupaciones
fundamentales de la gente agrupándolas según un doble criterio: a)
ámbito espacial (problemas familiares, empresariales, nacionales,
mundiales), b) alcance temporal (a corto plazo: una o dos semanas; a
medio plazo: varios años; a largo plazo: la duración de la propia vida o
de la vida de los hijos). Combinando ambos criterios se obtiene un
gráfico en el que cada punto representa millones de personas del
planeta.
Ocurre que el nivel de preocupaciones de la mayoría de
la humanidad (piénsese sobre todo en las poblaciones
excluidas del tercer mundo, ¡pero no sólo!) abarca
solamente a la propia familia en el espacio y a las
próximas semanas en el tiempo. Es natural: su principal
cuestión son sus condiciones de supervivencia para los
próximos días o semanas. A medida que se amplía el 21
horizonte espacio-temporal de esas perspectivas,
disminuye el número de personas que están realmente
preocupadas por los problemas de ese ámbito más vasto.
Quizás se encuentren todavía muchos que se inquietan
por los problemas de la propia nación a un plazo medio
de unos años o incluso de algunos lustros. Pero ¿cuántas
personas en nuestro entorno incluyen en su ámbito de
preocupaciones vitales lo que va a ocurrir a la
humanidad en su conjunto en los próximos cien años y
que ya ha empezado a fraguarse en la actualidad? Pocas:
por eso el gráfico se hace menos denso conforme
abarcamos ámbitos del espacio y plazos en el tiempo
más amplias. Cada vez más, debemos constatar con
satisfacción: por eso se puede decir que avanza la citada
“moral planetaria”. Pero no ciertamente los políticos,
cuyas perspectivas no se extienden por la lógica misma
del sistema más allá de la duración de su mandato
electoral...
El drama está en que ahí -en ese largo plazo y a nivel
mundial-, es donde se plantean los más graves
problemas que atañen a la humanidad: los problemas de
su supervivencia. Y cabe preguntarse qué puede ocurrir
cuando la inmensa mayoría de la población de los países
“satisfechos” vive de hecho despreocupada de los más
graves problemas de la humanidad. Esta es, pues,
nuestra primera pregunta: ¿Dónde nos situamos? ¿Desde
dónde observamos e interpretamos el mundo? ¿Cuál es
nuestro lugar hermenéutico?

3ª ACTIVIDAD: LOS SIETE MAPAS DEL MUNDO ( cfr.


montaje en power point adjunto).

Podemos comenzamos la actividad sobre los países


empobrecidos realizando con los alumnos un ejercicio de
reflexión sobre el mapa del mundo. Les entregamos un
folio a cada alumno. Les pedimos algo ¡tan sencillo!
como que pinten el mapa del mundo. La experiencia año
tras año se repite. Alumnos que se olvidan de zonas del
mundo, continentes totalmente deformados, hemisferios
desiguales y... en el centro del papel España...
¿Casualidad? Desgraciadamente no.

Todos tenemos interiorizado un imaginario del 21


mundo. Aunque sabemos perfectamente que la tierra es
una esfera, normalmente la imagen interna que de ella
tenemos es plana, la de una proyección sobre dos
dimensiones; una imagen siempre distorsionada, por el
simple hecho de que no hay proyección posible
totalmente adecuada de una esfera sobre un plano.
No todas las proyecciones son igualmente
deformes. La clásica y famosa proyección de MERCATOR
(para uso de los navegantes de finales del siglo XVI) ha
sido mejorada por otras -como las muy conocidas de
ARNO PETERS o de ECKERT IV- más respetuosas con las
proporciones de las distintas masas terrestres (Mapas 3.1
y 3.2).
Mapa 3.1.- La proyección de Mercator
Mapa 3.2.- La proyección de Peters / Eckert
Por otro lado, curiosamente, los mapas reales y
mentales que solemos manejar tienen en su centro -¡no
podía ser menos!- a nuestro continente. Todos tenemos
la tendencia natural y espontánea a percibir el mundo
desde nuestro lugar vital (o hermenéutico): “somos el
centro del mundo”. Pero, como es obvio, si el mundo es
redondo nadie ocupa el centro.
Ahora bien, sin entrar a detenernos en los motivos que puedan
llevar a que analicemos el mundo desde esta perspectiva, debemos
centrarnos en las consecuencias que este hecho provoca en nosotros.

Creemos que lo normal en este mundo es vivir como vivimos en


los “países desarrollados”, que los mayores problemas que pueden
acontecer son los de esta sociedad que está aquejada de la crisis del
estado del bienestar y que temas como el hambre, empobrecimiento,
miseria e injusticias son colaterales. Nos es difícil concebir a cuánta
gente afectan, puesto que nuestra experiencia diaria, en el centro del
universo, apenas si nos los hace tangibles. Es una realidad que no vemos
y inconscientemente creemos que, como no la vemos, no existe. Pero,
como es obvio, si el mundo es redondo nadie ocupa el centro, y lo que
es aún más grave no todos los problemas acontecen por igual.
Todos los mapas que hemos manejado desde
nuestra infancia inducen en nosotros una imagen
“eurocentrada” del planeta (Véase Mapa 3.1).
Mapa 3.3. El mundo visto desde Europa: una
visión familiar.
Para empezar, que Europa sea un continente es 21
algo tan irreal que sólo se comprende porque fueron los
europeos quienes “decidieron” que hay cinco
continentes; a lo suma, Europa es una península del gran
continente euroasiático. Teóricamente “sabemos” que
Europa “no está en el centro” y que el mismo valor tiene
una representación en donde América ocupe el centro
(Mapa 3.4; formato, por cierto, generalizado en aquel
continente), pero psicológicamente nuestros
planteamientos son siempre, casi inevitablemente,
eurocentrados.
Mapa 3.4. La visión estadounidense del
mundo: ¿y si América estuviera en el centro?
No solamente no tiene sentido hablar de un
hipotético lugar central del mundo, en un planeta
esférico, sino que, y esto va más adentro en nuestras
percepciones inconscientes del mismo, ...en nuestro
lugar hermenéutico imaginario, ni el norte está arriba ni
el sur está abajo. Arriba (= supra, en latín; de ahí a
superior sólo va un paso) y abajo (=infra, en latín; de ahí
a inferior sólo va un paso). Nuestros antípodas, cuando
miran “hacia arriba”, ...ven el cielo, ¡no nuestros pies!
(Mapa 3.3).

Mapa 3.5. ¿Cómo ven el mundo nuestros


antípodas?
Su “arriba” no es nuestro “arriba”; su cielo
estrellando no es nuestro cielo estrellado. Norte y sur son
referencias convencionales del planeta tierra, derivadas
en último término de unas determinadas propiedades
magnéticas del globo terráqueo. Igual valor tiene una
representación del planeta con el norte hacia arriba, que
con el norte hacia abajo. Olvidamos con demasiada
facilidad que el universo carece de puntos cardinales; en
él hablar de “arriba y abajo” no tiene menor sentido, ya
que no hay en él lugar fijo alguno a partir del cual
determinarlos.
Pero además, en el imaginario individual y social
dominante, la visión del mundo suele ser “geográfica”:
tenemos la percepción de la importancia de los distintos
países y continentes en función de su territorio, de su
21
superficie. Se impone una corrección de ese punto de
vista habitual: el mundo es la gente, y deberíamos
percibir los países y continentes en su justa dimensión,
...la de la población que los habita. En el mapa 3.6 se
respetan esas proporciones. Su contemplación -que
corrige nuestras percepciones habituales con otra más
acorde con la realidad “humana” del planeta- nos obliga
a “resituarnos”, a “ubicarnos” en un lugar existencial
más adecuado.
Mapa 3.6.- Países del mundo según su población
Pero una corrección de nuestras imágenes
habitualmente deformadas del planeta debería también
conducirnos a contemplarlo como radicalmente
“desigual”. La representación de la “copa de champán”
del PNUD ( Fifura 3.8.) puede ser enriquecida con un
mapa representativo de los países y continentes en
proporción a la distribución del Producto Nacional Bruto,
es decir, de la riqueza (Cfr. Mapa nº 3.7). Conviene
observar (“contemplar”, mejor) ambos mapas
simultáneamente y dejarse impactar por su contraste. La
constatación que se impone de forma abrumadora es la
del “abismo de la desigualdad”, la de la concentración
gigantesca de la riqueza, la de que la inmensa mayoría
de la gente de nuestro planeta es pobre.
Mapa 3.7.- Países del mundo según su riqueza
Esta contemplación simultánea de ambos mapas y, sobre
todo, su interiorización como lugar habitual desde donde nos
“ubicamos” en nuestro imaginario personal y social, lleva
consigo un replanteamiento de muchas de nuestras
perspectivas habituales y de nuestros juicios de valor. Es lo
que hemos pretendido expresar con la expresión “lugar
hermenéutico”. No se trata de adoptar una visión “generosa”,
“solidaria”... Se trata simplemente de “ser reales”, de
constatar que el mundo “es así”, ...y de que es mejor saberlo,
para no convertirnos en “marcianos en nuestro propio
planeta”. No ver el mundo así es simplemente “equivocarse
de planeta”, cometer un error esencial sobre la realidad en la
que vivimos. Adoptar un lugar hermenéutico correcto,
ponernos en nuestro sitio, ensanchar la visión del mundo es
simplemente verlo tal cual es. Es el punto de partida
imprescindible para cualquier planteamiento de lucha contra 21
la pobreza. Es, de alguna manera, un giro copernicano cultural
y hermenéutico

.
El lugar hermenéutico, el “desde dónde” (desde qué
intereses, con qué prioridades, con qué destinatarios
privilegiados) condiciona la tarea intelectual, docente e
investigadora. Tenemos la persuasión de la inevitabilidad
de adoptar visiones globales y de enfocar los asuntos
desde la óptica de los intereses de las mayorías
empobrecidas.
Estas son, pues, las preguntas que hemos de ir respondiendo:

1. ¿Cuál es nuestro "Lugar hermenéutico"? ¿Cómo


andamos de localismo, cortoplacismo, economicismo?
2. ¿Desde dónde vemos el mundo? ¿Dónde nos
situamos? ¿Cuáles son nuestros condicionantes? ¿Cuál
es nuestro "modo de mirar"? ¿Y el de Jesús de
Nazaret?

Podremos finalizar realizando el cuestionario 3.10. o leyendo


una historia suiza ( Anexo 3.11.) y con algunas pistas que nos
interrogan sobre nuestra mirada, para que pongamos la
mirada en Él, y pidamos la gracia de unos ojos que sean
“lugar” de vida y no de muerte ( cfr. Anexo 3.9.).
Podría proyectarse, en una sola sesión, el montaje completo
“El lugar hermenéutico” haciendo uso del cañón de vídeo
sobre una superficie grande y blanca. El diálogo con el grupo
Consejos:
se motivaría intercalando las cuestiones que plantean las
actividades arriba expuestas en medio de la reflexión teórica
que subyace en toda la exposición.

-¿Cuál es nuestro "Lugar hermenéutico"? ¿Cómo


andamos de localismo, cortoplacismo, economicismo?
Evaluación -¿Desde dónde vemos el mundo? ¿Dónde nos situamos?
o examen: ¿Cuáles son nuestros condicionantes? ¿Cuál es nuestro
"modo de mirar"? ¿Y el de Jesús de Nazaret?

5 minutos para la motivación y explicación previa de la


actividad; 5 minutos para la contemplación del cuadro; 5
Tiempo: minutos para poner por escrito esta contemplación; entre 10 y
15 minutos para la puesta en común en el gran grupo. Total:
25-30 minutos.
Organizaci En asamblea y , a nivel personal y comunitario, el dibujo del
ón: mapa y el cuestionario Norte-Sur.
Lugar: Interior.
Fichas fotocopiadas de la Folios en blanco para
actividades anexas para el dibujar el mapamundi.
21
alumno.
Materiales Portátil, cañón de vídeo y Biblia: Lc 16, 19-31, Lc 13,
: pantalla (recomendable). 10-17.
Montaje seleccionado:”El lugar
hermenético” ( cfr. disco
adicional).

-Atendiendo a las características geográficas o culturales


propias de la ciudad en que se celebre la convivencia, podrían
destacarse, para dar un mayor verosimilitud, los “lugares
hermenéticos” de la zona: torres, espadañas, montes,
Variantes: castillos…Ayudan a reconocer nuestra propia perspectiva de la
realidad.
- Pueden escogerse, si se considera oportunas, las actividades
complementarias de los anexos: “El mapa del mundo al
revés”,”Rey por un día”, canción “Cómo la vida”, de Hanna,
“Carta a un habitante del futuro”, “El banquete mundial”…
Para
profundiza Proponemos la lectura de este texto muy inspirado de L. de
r:
Sebastián que supone un “giro hermenéutico”:

“...he elegido tomar parte intencionalmente y ver las cosas y


los asuntos humanos desde el punto de vista de los pobres...
aunque yo no sea uno de ellos. Esto me da una visión de las
cosas totalmente diferente ...de quienes miran
al mundo desde el balcón de los ricos... He decidido poner mi
talento, el mucho o poco que Dios me ha dado, mis energías
intelectuales, mi pluma y mi voz al servicio, un modesto,
tímido y lejano servicio, de todos ellos”. L. DE SEBASTIÁN
(2000), p. 16.
La hermenéutica de nuestros análisis debe permitir ensanchar
nuestra visión del mundo para enfrentarnos a él de una forma
diferente a la que estamos acostumbrados. Hoy, más que
nunca, hemos de acostumbrarnos a realizar los análisis bajo
una perspectiva global y planetaria. Perspectiva que nos
presenta a un mundo diferente al que creemos, al que la
rutina diaria nos ha habituado a considerar como normal.
Perspectiva que nos permita ver la interdependencia que
existe entre todos los problemas que afectan a la justicia, la
paz, la ecología así como la labilidad de las fronteras
geográficas como un reto Norte- Sur. Pero además la
planetarización debe facilitar el que asumamos que nuestra
realidad no es, ni mucho menos, la realidad cotidiana que
viven tres cuartas partes de la población mundial y si esto es
así, nuestra realidad, lo que nos parece normal, desde la
perspectiva de la planetarización debería pasar a considerarse
anormal. Deberíamos aprender a mirar el mundo con los
ojos de los excluidos, de los pobres, de las mayorías.
Desde esa perspectiva deberán buscarse soluciones a los
problemas globales, soluciones que pasan por esfuerzos 21
globales pues es la comunidad humana la que se encuentra
en juego.

Lectura y comentario de la parábola del rico comilón y el


pobre Lázaro ( Lc 16, 19-31), el relato de la mujer encorvada
que con la mirada de Jesús recuperó su verdadera talla ( Lc
13, 10-17) y de las fuentes bibliográfica abajo indicadas.

Fuente: José J. Romero Rodríguez – ETEA (Córdoba): “El


lugar hermenéutico”.
AA VV: Evangelizar en los colegios. I Encuentro Fundación
SAFA-Fundación Loyola. Granada, 4 y 5 de julio de 2000: págs..
13-18.

Emma Martínez Ocaña: “Los ojos”, en Cuando la


palabra se hace cuerpo… en cuerpo de mujer.
Narcea. Madrid, 2007. Págs. 47-63.

GRÁFICO Nº 1: PREOCUPACIONES DE LA HUMANIDAD.


21
Espacio

Tiempo
3.1. Mapa de Mercator.

21

Fuente: Sience & Vie, pág.56


3.2. MAPA DE PETERS.

21

Fuente: Peters (1979) Our Geographical View of the World


3.3. El mundo visto desde Europa
(...una visión familiar ).

21
3.4. La visión estadounidense del mundo.

21

3.5. ¿Cómo ven el mundo nuestros antípodas?


Los neozelandeses ¿lo ven así...?
21

3.6. Países del mundo según su población.


21

3.7.- Países del mundo según su riqueza.


21

3.8. El mundo en que vivimos... La “copa de champán” - PNUD


– 1992.
21

3.9. Anexo.
21

3.10. EJERCICIO NORTE - SUR: ¿DE ACUERDO O EN


DESACUERDO?1
1
Numerar en la columna de la derecha: de 0 a 5 (5=muy de acuerdo;
0=nada de acuerdo)

AFIRMACIÓN ¿DE
ACUERDO
?

1. Para solucionar el problema del hambre, en los países pobres


deberán producir más alimentos, porque la cantidad actual
resulta insuficiente. Pero es difícil aumentar la producción
alimentaria mundial debido a la escasez de tierras de cultivo.
2. Una de las causas más importantes de la miseria de los
países pobres es el enorme gasto en armamento que
realizan; pero si estos países no comrparan armas a las
grandes potencias industriales, muchas fábricas de Europa y
EE.UU. tendrían que cerrar y el paro aumentaría.
3. Los países occidentales han crecido más porque son
superiores tecnológicamente. En otros países de África o Asia
sus habitantes no han mejorado porque, por razones
religiosas o culturales, no han querido desarrollarse.
4. La ayuda financiera y material que los países desarrollados
mandan a los países más atrasados aumenta la pobreza de
éstos, que se han acostumbrado a vivir de lo que les dan sin
trabajar.
5. Gran parte de la ayuda al desarrollo nunca llega a los países 21
pobres. Se queda en manos de los especuladores, de los
intermediarios o de los gobiernos corruptos de los propios
países pobres.
6. El principal problema de los países pobres es el exceso de
población. Por ello hay que obligarles a una política dura de
regulación de natalidad.
7. Sin los recursos materiales -minerales, fuentes de energía,
productos agrarios...- del Tercer Mundo no serían posibles el
desarrollo económico, la industrialización masiva y el
bienestar de los países del Norte.
8. Siempre ha habido ricos y pobres, porque hay razas que son
superiores a otras, que son más listas y saben hacer mejor las
cosas.
9. Los países del Norte ya tenemos suficientes problemas
económicos. Por tanto, los intereses de los países del Sur son
secundarios.
10.Hay que evitar que los habitantes de los países africanos
(musulmanes, negros...) y de los países del Este (polacos,
rusos...) lleguen a nuestro país y ocupen los trabajos que aquí
nos faltan. Hacen falta leyes duras de inmigración.
11.Los niveles de consumo de los países occidentales provocan
la miseria de las ¾ partes de la población mundial; pero si
todos los países del mundo consumieran lo que los países
ricos, los recursos del planeta se agotarían en pocos años.
12.Muchos proyectos de ayuda al Tercer Mundo han fracasado
porque sus habitantes no han sabido asimilar los
conocimientos proporcionados por los expertos occidentales;
el problema del desarrollo es un problema de nivel cultural y
adiestramento técnico.
13.El principal problema ecológico del planeta no es el efecto
invernadero o la capa de ozono sino el hambre y la miseria de
la mayor parte de los seres humanos.

Pedro Sáez (1995).- El Sur en el Aula. Tomado de: Leandro Sequeiros (1997).- Educar para la
solidaridad. Ed. Octaedro.pp. 154-155.

3.11. Anexo : HISTORIA SUIZA.

La escena se desarrolla en Suiza.


Me aseguran que es auténtica.
Pues bien, en un restaurante autoservicio, una señora honorable de 75 ajos
escoge una taza de sopa y va a instalarse en una mesa.
“¡Diantre!", exclama, "olvidé el pan".
Se levanta, toma su pan, vuelve a su sitio ...y se encuentra a un Negro
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instalado en la mesa delante de la sopa.
Más aún, ...se la está tomando.
"Caramba, dice la señora, no está mal. Pero seguro que se trata de un pobre
hombre. No voy a decirle nada, pero desde luego no voy a dejar que se la
tome él solo..."
Entonces la señora toma una cuchara, se sienta frente al Negro y, sin decir
ni media palabra, se pone también a comer de la misma taza de sopa. Y el
hombre y la mujer comen juntos, uno tras otro, en silencio.
Luego el Negro se levanta.
Va a buscar un confortable plato de spaghettis a la bolonesa, y lo coloca
delante de la amable señora. ¡Con dos tenedores!
Y ambos se ponen a comer, siempre en silencio, uno tras otro.
Por fin se separan.
"Adiós", dice la dama pacíficamente.
"Adiós", responde el Negro, con una dulce mirada. Da la impresión de un
hombre que está contento de haber podido ayudar a su prójimo...
As¡ pues, el Negro se va, y la señora lo sigue con la mirada. Al momento se
da cuenta de que le falta el bolso. “¡Al ladrón, al negro!” grita impotente.
De pronto la señora ve, sobre la mesa de al lado, ...una taza de sopa que
parecía haber sido olvidada por alguien... y en la silla un bolso idéntico al
suyo.
[Sacado del diario "La Suisse" y reproducido en Forum du
Développement, O.N.U., nº 111, septiembre 1985]

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