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II
1. INTRODUCCIÓN
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PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA
MAYOR
ALTA perturbación
MENOR
BAJA
NO RESILIENTE
T* TIEMPO TIEMPO
CONFIABILIDAD EQUIDAD
NÚMERO DE BENEFICIARIOS
PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA
MENOR ALTA
MAYOR
Nivel de tolerancia
BAJA
ESTABILIDAD ADAPTABILIDAD
PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA
PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA
BAJA
BAJA
TIEMPO TIEMPO
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3. E L CICLO DE EVALUACIÓN
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Sistemas de manejo a
evaluar Unidad de análisis
Escala espacial
DE REFERENCIA Escala temporal
Contexto socioambiental
ALTERNATIVO
Á R E A S D E E V A L U A C I Ó N
AMBIENTAL ECONÓMICA SOCIAL
CRITERIOS DE
DIAGNÓSTICO
I N D I C A D O R E S
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Paso 1
Determinación del
objeto de estudio
tiempo T1
Paso 1
tiempo T2
Paso 6 Paso 2
Conclusiones y Determinación de
recomendaciones los puntos críticos
del sistema
Paso 5 Paso 3
Presentación e Selección de
integración de indicadores
resultados estratégicos
Paso 4
Medición y monitoreo
de indicadores
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1
En muchos casos estos criterios de diagnóstico pueden aplicarse a más de un área. Por
ejemplo, el criterio eficiencia es importante tanto en el área ambiental (es decir, eficiencia
energética y productiva) como en el área económica (eficiencia económica).
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µ
Rendimiento; eficiencia energética A
Produc-
tividad
y beneficios
Evolución del empleo Demanda o desplazamiento de trabajo E
Participación Implicación de los beneficiarios en las distintas fases del proyecto S
Grado de dependencia en insumos externos críticos A
Autodependencia
Autosuficiencia
(autogestión)
Nivel de autofinanciamiento E
Reconocimiento de los derechos de propiedad (individuales o colectivos) S
Uso de conocimientos y habilidades locales S
Control
Poder de decisión sobre aspectos críticos del funcionamiento del S
sistema
Organización Tipo, estructura, proceso de toma de decisiones S
Nota: El cuadro presenta un esquema muy general de indicadores con fines ilustrativos. No todos los indicadores son
necesariamente relevantes para cualquier sistema de manejo; asimismo, pueden existir indicadores importantes
para proyectos específicos no incluidos en el cuadro. Como se discute en el texto, existen tres áreas de
evaluación que deben ser exploradas: ambiental (A), económica (E) y social (S).
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4. Una vez que se tengan claros los diferentes criterios de diagnóstico que
se han de utilizar, se deriva una lista de indicadores para cada criterio
seleccionado. Este procedimiento asegura que exista un vínculo entre
indicadores, criterios de diagnóstico, puntos críticos y atributos de
sustentabilidad (véase la Ilustración 2.3, p. 22). Con esto se evitan las
listas interminables de indicadores y los indicadores espurios.
5. Finalmente, teniendo la lista general de posibles indicadores
ambientales, económicos y sociales, es importante hacer una última
selección con el propósito de generar el conjunto de indicadores
estratégicos con los que se va a trabajar. Para esto habrá que
seleccionar, para los distintos criterios de diagnóstico, los indicadores
verdaderamente integradores, fáciles de medir, confiables y que incluyan
las otras propiedades expuestas en el apartado anterior.
Para un análisis a mayor profundidad de la importancia y de los tipos de
indicadores más comúnmente utilizados, el lector puede apoyarse en el
MESMIS (Masera et al., 1999). Asimismo, en los capítulos subsiguientes se
describen ejemplos de indicadores escogidos para cada estudio de caso.
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(e) las encuestas (por ejemplo, para determinar el costo oportunidad del
trabajo familiar); (f) las entrevistas formales e informales, y (g) las técnicas
grupales.
El objeto o escala de medición determinará el tipo de indicador más
adecuado para la evaluación. Dentro del MESMIS estas escalas de medición
incluyen generalmente la parcela, la unidad productiva, la comunidad y la
cuenca o región. Para cada escala se pueden identificar indicadores tanto en
el área ambiental, como en la económica y social. Sin embargo, en el caso
de ésta última, los esfuerzos normalmente se concentran en la determinación
de indicadores a nivel de unidad productiva, comunidad o región. En
cualquiera de los casos se debe tratar de lograr una representación estadística
aceptable. El tipo de monitoreo necesario para obtener información válida
por indicador dependerá del sistema de manejo y del problema bajo estudio.
Para ciertos indicadores ambientales, como el comportamiento de la
humedad edáfica, será necesario un monitoreo continuo a lo largo del ciclo
de cultivo. En otros caso, la toma de información una vez al año puede ser
suficiente.
La selección final de la intensidad y del tipo de métodos utilizados para
la medición de indicadores dependerá de los recursos humanos y
económicos disponibles para la evaluación. Sin embargo, deben evitarse
esquemas muy simples basados únicamente en la recopilación de
información indirecta. En este caso, es mejor simplemente posponer la
evaluación.
En los diferentes estudios de caso presentados en este libro se podrán
apreciar algunas de las técnicas utilizadas para la medición de indicadores
particulares. Asimismo, el MESMIS (Masera et al., 1999) presenta algunas de
las técnicas más comúnmente utilizadas.
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Diversidad (núm.
Conservación de
Distribución de
Demanda de
de especies)
organización
Rendimiento
los ingresos
Sistema de manejo
inversión
Costo de
recursos
Ingresos
Nivel de
trabajo
Granos básicos
Maíz y frijol
Granos básicos
Valor no deseado (bajo, alto, etc.) Valor deseado (alto, bajo, etc.)
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Ingreso
100
50
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Costo de 0 Rendimiento
inversión
Equidad Diversidad
Tradicional
Innovador
Autogestión Óptimo
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4. CONCLUSIONES
Promover el manejo sustentable de los recursos naturales es una tarea
impostergable que requiere de nuevos enfoques y estrategias. El paradigma
productivista, basado en una concepción reduccionista de la naturaleza y la
sociedad que ha dominado la investigación y el desarrollo de alternativas de
manejo en la agricultura y en el sector forestal, se ha mostrado cada vez más
inapropiado para hacer frente a la compleja problemática actual.
Dejando de lado la discusión puramente retórica, el concepto de
sustentabilidad permite articular una visión alternativa sobre el manejo de
recursos naturales, basada en la premisa de que es necesario actuar de
manera sistémica, interdisciplinaria y participativa. Este concepto nos obliga
también a reflexionar de manera profunda sobre la relación entre medio
ambiente, economía y sociedad. Parafraseando a Rolando García (1992),
“no se trata de aprender más cosas sino de pensar de otra manera”. Sin
embargo, resta mucho trabajo y esfuerzo para que el concepto de
sustentabilidad se integre efectivamente en el proceso de diseño, adopción y
difusión de diferentes sistemas y estrategias de manejo de recursos naturales.
Un punto clave para lograr este objetivo es desarrollar marcos de
evaluación que hagan explícitas las ventajas y desventajas ambientales,
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5. B I B L I O G R A F Í A
Altieri, M.A. 1987. Diez tesis sobre el medio ambiente en América Latina.
Ecología 2, núm. 1: 1.
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