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HISTORIA DE LA ASTROLOGIA éSe puede creer?. 2Es posible que el destino de los De CMe OM UMC CMV OL ence elec puedan descifrarlo?. De otra parte, icomo definir la astrologia? . i eC CC MCC Cm Co ee MC Pe ue M CUM MM Mat Mol sus hechos més conflictivos. Su exposicién historica nos Cee Me CoC CMe Me MC MCU or MME a iu (eld modernos pasando por la Edad Media, el Renacimiento, el = BC Mea Me CM eon OLR ems CML Segunda Guerra Mundial. PUR Ca eae UTR CORUM CCL © tensos) entre la astrologia, la religion y la ciencia, al autor traza el balance de todos los argumentos que se pueden PCC ace MCC clr mee cel oa ee MC Me LO CMe ema re) CCC CMC Cate Re CMe CRC Reem Lae EC recomienda prudencia frente a ciertos hechos. A nuestro amigo Roland Villeneuve en homenaje de reconocimiento. HISTORIA DE LA ASTROLOGIA NOMBRE DE LA EDICION EN FRANCES. HISTOIRE DE L’ASTROLOGIE COPYRIGHT BY GERARD &C, VERVIERS TRADUCCION: JUAN GRATACOS CARATULA: OSCAR CERVANTES SUPERVISION EDITORIAL: PATRICIO TAPIA ta. EDICION COPYRIGHT © 1975, POR CROMOGRAF S.A. Todos los derechos de este libro son propiedad artistica y literaria registrada de acuerdo a la Ley para todos los paises de habla espafiola, no pudiéndose reproducir ninguna de sus partes sin Previo permiso escrito de CROMOGRAF S.A. IMPRESO POR @ CROMOGRAF S.A. Coronel 2207 y Cafiar — Guayaquil — Ecuador Sensible al interés que existe por los estudios esotéricos, ARIEL presenta una seleccién de los interesantes y documentados libros acerca de Parapsicologia, Ocultismo, Yoga, Metafisica, Espiritismo, Meditacion Trascendental y otras disciplinas de similar jerarquia. Y junto a tales estudios, respaldados por las firmas de humanistas, cientificos, maestros y religiosos de la talla de Hermes Trismegisto, Rudolf Steiner, Eliphas Levi, Leo Talamonti, incluye obras mundialmente celebradas como clasicos del género, tales como Popol Vuh, El Kybalion, Diccionario del Ocultismo, la Psiquis y lo Mistico, entre otros. : Ha primado en ARIEL un sentido muy amplio y ecléctico para la seleccion de obras y autores, con el fin de ofrecer el mds variado panorama de los conocimientos del esoterismo en el presente siglo, sin sujetarse a la parcial vision de alguna escuela filoséfica. INTRODUCCION iA FAVOR O EN CONTRA? Aparentemente todo el mundo sabe, --o cree saber— lo que es la astrologfa, este misterioso atributo de hombres tocados con un sombrero puntiagudo constelado de estrellas. Interrogado, el hombre de la calle sin duda daria la siguiente respuesta: la astrologia pretende brindar el conocimiento de medios que, permitiendo al adivino establecer una relacién directa entre los astros y el destino humano (tanto individual como colectivamente), ledenla posibilidad de conocer el porvenir con una rigurosa exactitud. A decir verdad, dos son las actitudes que surgen espontdneamente del ptiblico respecto de la astrologia. La primera podria ser ilustrada con la frase popular, utilizada por todos los hdbiles mercaderes de horéscopos: ‘El destino estd escrito en las estrellas y los planetas”’. {nnumerables seres viven asf en un fatalismo casi total, susceptibles de formulas mas o menos elaboradas: en la parte inferior de la escala, los humildes que se precipitan con ingenuidad sobre los horéscopos de su periddico con la esperanza de encontrar finalmente el anuncio de los acontecimientos agradables (grandes 0 pequefios) que enfrentar4n;y en un nivel mas elaborado, el hombre de negocios que acude a consultar su astr6logo en cada ocasién que va a emprender una operacién de gran envergadura. En vispera de un acontecimiento capital de la vida afectiva (un matrimonio, por ejemplo) serin numerosos los hombres y mujeres que anhelaran saber, sin grandes riesgos de error, si ésta importante decision “estara no colocada bajo el signo adecuado”. Este fatalismo ingenuo es, como toda actitud humana, susceptible de asumir dos actitudes opuestas (que en todo caso pueden coexistir). Cuando los desgraciados hombres 0 mujeres suefian con todos los acontecimientos desagradables u horrorosos susceptibles de acontecerles,sin que puedan hacer gran cosa por evitarlos, el fatalismo engendra en sus hogares una amargura resignada; en represalia gno serfa también posible anticipar todos los acontecimientos agradables que puede brindar a sus clientes £1 artista de “‘la lectura en los astros’? Se replicarid que 1a. confianza popular, deslimbrada por las pr dieuonee= astrologicas no es sino un fenémeno particular del mundo contempordneo occidental, y que seha; incrementado vertiginosamente en las masas gracias al desarrollo de la gran prensa. Hace una decena de affos, un universitario francés que realizaba un viaje por la India se sorprendidé al ver en las grandes ciudades las oficinas de correos, las grandes empresas: etc., casi vacfas a determinadas horas del dia y en cambio repletas a otras horas, sin que el horario de trabajo o descanso tuviera nada que ver. ,La raz6n?. Una gran parte de los Indios sigue metddicamente la tabla detallada que aparece cada mafiana en su periéddico— con las horas favorables y desfavorables para todos los perfodos del dia. Pero, en oposicién a la actitud cien por ciento favorable (y sin el menor discernimiento) a la astrologia, sigue una accién a la inversa igualmente convincente. En el mundo contempordneo el progreso de instruccién popular ha logrado una difusién publica bastante grande (pero no siempre profunda) del ideal racionalista. Toda doctrina, toda ideologia, todo sistema tiene sus maestros, sus adeptos calificados. y asf la gran masa de seguidores, no siempre bien infonmados, pero que se proclaman voluntarios portadores de nobles ideales de los que han recibido un eco mds o menos directo. En el siglo pasado, Gustavo Flaubert, en su curioso “Diccionario de ideas recibidas”’, se divirtio maliciosamente fichando los modelos en que transcurrfa la conversacién en los salones de la pequefia y mediana burgues{a provinciana francesa de 1840, y escribid: “ASTRONOMIA : Hermosa Ciencia. Tan sdlo es util para la marina. Para todo propdosito, hay que reirse de la astrologia”. Pero todo el problema se reduce a: {Es normal, es justo, reirse siempre de los astrologos?. La negacién burlona y sistemdtica, ,tendrd siempre la razon forzosamente? . Es muy facil refrse de ingenuos que, en plena “‘era atémica”, continian escribiendo a los grandes observatorios mundiales para solicitar sus horéscopos. (1) Por lo tanto, se es forzosamente un retrégrado aferrado por las supersticiones medioevales si se cree en la astrologia bien fundamentada, en sus formas nobles? . (1) El hecho es rigurosamente exacto. si Tos sabids auténticés evifan voluntafiamente sus colegas sus creencias en la astrologia por temor de pasar por timadores por ingenuos o por iluminados (en el sentido mds familiar y perorativo del término): jno convendria escrutar las cosas mds profundamente? . PLAN DE TRABAJO. iEs justo que esta astrologia de la que todo el mundo habla con tanto entusiasmo sea elevada a las nubes o sistematicamente denigrada? . ;Seré posible esforzarnos por contestar con toda la precision objetiva posible? . No es sino en el dominio de las ideologfas polfticas donde las personas se baten voluntariamente sin saber siempre exactamente lo que significan los calificativos pertinentes (“facismo”...“‘comunismo” .. .““democratico”, etc.) que enarbolan o rechazan.:. De allf la necesidad imperiosa, en primer término, de precisar los que pueden ser los verdaderos objetivos y métodos de la astrologia, luego preguntarnos sobre las probables fuentes profundas de esta milenaria creencia del determinismo astrologico. En efecto, siempre es provechoso estudiar en profundidad las fuentes mds fidelignas (sociolégicas y sicolégicas) en que se basan las grandes creencias humanas —y sus doctrinas, sistemas, disciplinas, artes fundadas sobre ellas. Asf podremos esperar una mejor comprension de ht verdadera apariencia de la previsiOn astrolégica. La segunda parte brindard, a lo largo de_ sus diversos capftulos, una oposicién historica, Jo mds alerta que sea posible, que nos transportara desde los astrélogos de la antigitedad y los orientales hasta sus sucesores occidentales actuales. La ultima parte estara consagrada al espinoso problema de los vfinculos (fraternales 0 de oposicién) entre Ia astrologia, la religion y la ciencia. Asf, enfrentando los ataques de los adversarios (desde diversos dngulos) podremos lograr finalmente una s{ntesis y tentar extraer nuestra propia respuesta a esta gran interrogante: ,cudnto vale entonces la astrologia? . ,Es ella una sobreviviente de viejas actitudes supersticiosas 0, por el contrario mantiene (a condicion de separarla evidentemente de sus falsificaciones abiertamente grotescas) su valor para los hombres de fines del siglo veinte? . Dejamos por consiguiente al lector la libertad de obtener su propia conclusion después de haber puesto los ojos sobre la documentaci6n histérica de los problemas. near

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