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FORMULAMOS DENUNCIA PENAL

Señor Fiscal General:

Roberto Carlos Aquilino Risso, D.N.I. N° 10.868.759,


domiciliado en Pizarro 125 Ba. Ciudadela de Comodoro Rivadavia; Carlos Alberto
Lorenzo, D.N.I. N° 12.568.788, domiciliado en Tte .Cnel de Roa 1427 de Playa
Unión- Rawson; Carlos Diaz, D.N.I. N° 21.556.337,domiciliado en Triunvirato 160
de Puerto Madryn y Marta Ethel Raso, D.N.I. N° 10.800.627,domiciliada en
Atahualpa Yupanqui 377 de Comodoro Rivadavia todos por derecho propio, y en
nuestro carácter de Diputados Provinciales por la Unión Cívica Radical,
constituyendo domicilio en la Habitación 103- Bloque UCR del Hotel Provincial
sito en la calle Mitre s/nº de la ciudad de Rawson, nos presentamos y
respetuosamente decimos:

I.- Objeto:

Venimos a formular denuncia por la posible comisión de delitos de


acción pública presuntamente perpetrados por autoridades del Banco del Chubut
S.A. en perjuicio de este último.
Las conductas que dieron lugar a un perjuicio millonario para el
Banco del Chubut S.A. podrían constituir la figura típica de estafa y defraudación
en perjuicio de una administración pública.
Solicitamos disponga el Sr. Fiscal General las medidas de
investigación preliminar y precautorias previstas en los arts. 268 y 267 del Código
de Procedimiento Penal, con la finalidad de formular posteriormente y dentro del
plazo establecido en el art. 269, la apertura de la investigación preparatoria.

II.- Los hechos que motivan esta denuncia:

Según hemos podido tomar conocimiento en función de nuestro


desempeño como diputados provinciales, por información publicada en la
prensa oral y escrita y por las manifestaciones de diversos funcionarios

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públicos, el Banco del Chubut pagó transferencias electrónicas y cheques
librados por la empresa comercial y pesquera Antonio Barillari S.A. por un total
de Dos Millones Trescientos Cincuenta y Dos Mil Pesos ($ 2.352.000), en un
breve lapso, acontecido en el mes de agosto de 2008.
La empresa pesquera mencionada disponía de una cuenta corriente
en el Banco del Chubut, nro. 1812078/3, abierta el 17 de agosto de 2001, que
desde su apertura y hasta el hecho que se denuncia jamás contó con
autorización para girar en descubierto.
Tampoco se trataba de una cuenta que registrara movimiento hasta
que se desencadenaron los hechos que motivan esta denuncia. Ni en un
sentido ni en otro, es decir, ni se libraban cheques contra dicha cuenta ni
tampoco se depositaban en ella sumas en efectivo ni cheques de terceros.
Se trataba de una cuenta virtualmente inactiva.
Súbitamente, sin que razones comerciales, financieras ni de ninguna
naturaleza lo justifiquen, funcionarios públicos del Banco del Chubut
permitieron de manera irregular –y hasta podría decirse compulsiva- el pago
de cheques en descubierto y transferencias sin acuerdo previo, hasta alcanzar
la suma de $ 2.352.000.
Constituirá materia de investigación la forma en que esto se
concretó, ya que los pagos de los cartulares debieron necesariamente ser
autorizados por funcionarios operativos, que a su vez debieron contar con la
venia formal o informal de las máximas autoridades de la entidad bancaria,
atento la exorbitancia y escala de los montos involucrados, que, es lícito
presumir, superaban las facultades resolutivas del personal de línea.
Es posible entonces que haya mediado un acto expreso, como
también puede haber ocurrido mediante autorizaciones verbales. Pero lo cierto
es que, de una u otra forma, la autorización existió, ya que de otro modo no
podría haberse efectivizado la disposición patrimonial a favor de la empresa en
su cuenta corriente, por la suma total ya mencionada de $ 2.352.000 en el mes
de agosto de 2008.
Esas autorizaciones fácticas para girar en descubierto importaron
tanto como conferir un empréstito a la firma mencionada, ya que por definición
y lo dispuesto en la ley del cheque, implica que la entidad bancaria debe
hacerse cargo de pagar los cheques que libre la empresa hasta ese monto,
disponga o no esta última de provisión de fondos en la cuenta.

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Por ello, si hubiesen existido autorizaciones expresas y formales,
será materia a dilucidar si fueron emitidas de conformidad con los circuitos
administrativos preestablecidos, con la intervención de los distintos estamentos
de la línea gerencial, desde la sucursal en donde se hallaba abierta la cuenta
corriente hasta el nivel central en que se adoptara la decisión.
No bien los funcionarios del Banco del Chubut autorizaron el giro en
descubierto, la empresa Antonio Barillari S.A. giró órdenes de pago y
transferencias electrónicas contra la referida cuenta corriente por un total de $
2.352.000, en un brevísimo lapso, hasta prácticamente agotar la autorización
conferida por las autoridades bancarias.
Como el Sr. Fiscal General podrá comprobar con las medidas
urgentes de investigación que la gravedad y entidad de esta denuncia torna de
rigor, las órdenes de pago en cuestión fueron emitidas por la empresa y
pagadas por el Banco del Chubut prácticamente sin mediar intervalo alguno.
Rápidamente, el Banco sufragó pagos de la empresa libradora de los
cheques, con fondos públicos administrados por la entidad financiera.
El siguiente es el detalle de las operaciones llevadas adelante:
Fecha Nro. cheque o Transf. Monto
Beneficiario
1) 4/8/08 4891414 $ 283.000 Barillari S.A.
2) 7/8/08 4891415 $ 117.000 Barillari S.A.
3) 12/8/08 4891416 $ 281.000 Barillari S.A.
4) 13/8/08 4891417 $ 350.000 Barilllari SA
5) 15/8/08 4891417 $ 65.500 Barillari S.A.
6) 15/8/08 4891419 $ 100.000 Barillari S.A.
7) 15/8/08 4891420 $ 200.000 Barillari S.A.
8) 15/8/08 4891421 $ 30.000 Barillari S.A.
9) 15/8/08 4891423 $ 20.000 Barillari S.A.
10) 15/8/08 4891424 $ 10.000 Barillari S.A.
11) 22/8/08 MEP a cta. 570-7294-8
HSBC $ 300.000 Barillari S.A.

12) 25/8/08 4891422 $ 15.500 Barillari S.A.


13) 25/8/08 MEP a cta. 570-7294-8
HSBC $ 300.000 Barillari S.A.

14) 26/8/08 MEP a cta. 0290-100318419-00


Bco. Patagonia $ 280.000 Barillari SA
TOTAL: $ 2.352.000.-

Se deja aclarado que “MEP” es una sigla que significa “medio


electrónico de pago” y consiste en una orden de transferencia desde una
cuenta bancaria a otra. Dicha orden la confiere el titular de la cuenta y por

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supuesto se concreta si y solo si la cuenta transfiriente tiene un saldo al menos
equivalente al de la orden o, en su defecto, si careciendo de dicho saldo, el
Banco (en este caso el Banco del Chubut) autoriza hacerse cargo de
suministrar los fondos.
Del detalle expuesto surge nítidamente que, luego de siete años en
que la cuenta de Antonio Barillari S.A. jamás tuvo libramiento sin fondos ni
prácticamente movimiento acreedor o deudor; en solo veintidós días contados
desde el 4 de agosto de 2008, el Banco del Chubut S.A. autorizó catorce
operaciones que implicaron despojarse de $ 2.352.000, girando en todos los
casos órdenes de pago desde la cuenta corriente sin fondos de Antonio
Barillari S.A., a favor de la propia empresa Antonio Barillari S.A., sea hacia
cuentas de esta empresa en otros bancos, sea pagando cheques en efectivo a
favor de esta empresa.
De tales operaciones, once fueron cheques librados por Antonio
Barillari S.A. contra la cuenta del Banco Chubut, y a favor de la propia Antonio
Barillari S.A. El total de esos libramientos importó pagar con fondos del Banco
Chubut la suma de $ 1.472.000 a favor de la propia libradora de los cheques,
Antonio Barillari S.A.
Las tres restantes consistieron en transferencias electrónicas,
efectuadas desde la cuenta corriente sin provisión de fondos que la empresa
tenía en el Banco Chubut, hacia cuentas de la misma empresa en otras
entidades bancarias.
De estas últimas dos fueron MEP hacia la cuenta corriente 570-7294-
8 que la firma tiene en el Banco HSBC, y totalizaron la suma de $ 600.000.
La tercera consistió en una MEP hacia la cuenta corriente 0290-
100318419-00 que la empresa tiene en el Banco Patagonia.
Este modus operandi autoriza a presumir que se trató de una
maniobra concertada entre, al menos, las autoridades bancarias y la empresa
beneficiaria de semejante e ilegal liberalidad de los funcionarios del Banco del
Chubut involucrados en el ardid; maniobra por la cual lisa y llanamente se
transfirieron nada menos que $ 2.352.000 a la firma aludida.
Quebrantando los procedimientos impuestos por las normas legales
y las reglamentaciones del Banco Central de la República Argentina, casi sin
solución de continuidad se concedió generosamente un inusitado y
desproporcionado giro en descubierto, se libraron los cheques tendientes a
disponer de esos fondos y se pagaron las coludidas órdenes de pago, además

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de transferirse ingentes sumas de dinero a cuentas corrientes que Antonio
Barillari S.A. poseía en otros bancos, tal el caso del HSBC y el Banco
Patagonia.
Afirmamos que la concesión de tal límite para girar en descubierto se
efectuó violando la reglamentación legal, por cuanto no se efectuó ponderación
alguno de riesgo crediticio –al menos no con la seriedad y profundidad que la
envergadura de la operación ameritaba-, ni se requirieron ni mucho menos
constituyeron las garantías reales suficientes para caucionar semejante
disposición de dineros del Banco.
Para verificar este extremo deberá requerirse legajo creditito del
cliente y determinar si la vinculación crediticia se efectuó conforme la
normativa establecida por el BCRA, con estados contables analizados, detalles
de ventas o facturación, flujos de fondos proyectados, evaluación del riesgo
crediticio, dictamen legal sobre estatutos, acreditación de personería,
manifestación de bienes de los socios, resolución de calificación crediticia
asignada, etc.
La única garantía que debió otorgar la beneficiaria de esta
exorbitante disposición patrimonial de fondos del público, fue una fianza
personal de tres personas físicas.
Esta garantía en modo alguno satisface los requerimientos del Banco
Central y mucho menos las que debe requerir un diligente hombre de
negocios, al que se le ha confiado la administración de un patrimonio ajeno. En
el presente caso, con el agravante de que ese patrimonio ajeno corresponde a
una entidad financiera en la cual el Estado Provincial detenta el 90% de la
participación accionaria, hallándose el 10% restante reservado para el régimen
de propiedad participada del personal, habiéndose integrado de este 10% solo
un 1%, encontrándose pendiente el 9% restante, con lo cual, en verdad, el
Estado Provincial cuenta con el 99% de la participación accionaria. Ello
refuerza aún más el carácter público de la entidad, más allá de su carácter de
sociedad anónima de la ley 19.550.
No exigir garantías reales a la empresa beneficiaria de semejante
disposición patrimonial evidencia una actitud dolosa de beneficiar
indebidamente a un tercero, la empresa, con casi 2 millones y medio de pesos,
que afectan directamente el patrimonio del Banco, a sabiendas de que ante un
incumplimiento en su devolución, no sería posible la recuperación del

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empréstito, no solo por la vía de la ejecución de la garantía del empréstito, sino
que tampoco mediante la ejecución de bienes de la empresa.
Mucho menos si se toma en consideración que los fiadores, Sres.
Ezequiel Roberto Muti, Mario Daniel Celasco y Marcelo Duarte, carecen de la
solvencia suficiente como para afrontar el pago de los $ 2.352.000 ya
dispuestos por el Banco a favor de la empresa, de sus intereses moratorios y
punitorios y de las costas que demandará la persecución judicial del cobro de
tales sumas.
Los nombrados carecen de bienes inmuebles y muebles registrables
a su nombre. Y la indagación efectuada con la consulta de la base de datos del
Banco Central de la República Argentina a la que se accede a través del sitio
web oficial de la institución www.bcra.gov.ar arroja que tampoco cuentan los
nombrados con cuentas bancarias de su titularidad.
Cabe consignar que esta información es de acceso irrestricto para
cualquier persona a tal base de datos pública, y de ello se sigue, con sumo
grado de certeza, que los funcionarios públicos involucrados en la maniobra
defraudatoria, no efectuaron evaluación alguna respecto de la solvencia de
estos “fiadores”.
Sin duda alguna, una actuación que vulneró normas legales y
criterios de sentido común en la administración de bienes de terceros por parte
de los funcionarios que autorizaron semejante disposición de fondos.
Los funcionarios públicos que autorizaron semejante disposición
patrimonial a favor de Antonio Barillari S.A., que además lo hicieron sin requerir
garantías reales a la empresa y que aceptaron fianzas de personas manifiesta
y ostensiblemente insolventes, han obrado defraudando los intereses que el
Banco puso en sus manos.
La maniobra empleada para disponer antirreglamentariamente de
fondos del Banco a favor de una empresa es tan burda, que en el contrato de
fianza ni siquiera se tomaron el trabajo de completar los domicilios que debían
constituir los fiadores, como el Sr. Fiscal General podrá comprobar en la
investigación a llevarse adelante.
Agrava aún más lo actuado, la circunstancia de dominio público de
que la empresa beneficiada, Antonio Barillari S.A., se encontraba con graves
dificultades económicas y financieras en el mismo momento en que los
funcionarios del Banco del Chubut la favorecían indolentemente con $
2.352.000.

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Estas dificultades no solo eran de dominio público, sino que el propio
Banco del Chubut había sido anoticiado por el Juzgado de Primera Instancia
en lo Laboral de Trelew, de la traba de embargos contra la empresa por sumas
multimillonarias, en los autos “Navarrete Jaramillo, Luisa y Otros c/ Flota
Amarilla S.A. y Antonio Barillari S.A. s/ cobro de haberes e indemn. de ley”,
Expte. n° 9.855/08; “Eggers Rosas, Fernando y Otros c/ Flota Amarilla S.A. y
Antonio Barillari S.A. s/ cobro de haberes e indemn. de ley”, Expte. n°
9.858/08; “Seguel, Marcelino y Otros c/ Flota Amarilla S.A. y Antonio Barillari
S.A. s/ cobro de haberes e indemn. de ley”, Expte. n° 9.860/08; “Velásquez,
Natalia Paola y Otros c/ Flota Amarilla S.A. y Antonio Barillari S.A. s/ cobro de
haberes e indemn. de ley”, Expte. n° 9.864/08; “López, Carlos Humberto c/
Flota Amarilla S.A. y Antonio Barillari S.A. s/ cobro de haberes e indemn. de
ley”, Expte. n° 9.870/08; “Castro, Froilán c/ Flota Amarilla S.A. y Antonio
Barillari S.A. s/ cobro de haberes e indemn. de ley”, Expte. n° 9.879/08;
“Sarmiento, Pedro Enrique c/ Flota Amarilla S.A. y Antonio Barillari S.A. s/
cobro de haberes e indemn. de ley”, Expte. n° 9.885/08; “Domínguez, Gabriel
Oscar c/ Flota Amarilla S.A. y Antonio Barillari S.A. s/ cobro de haberes e
indemn. de ley”, Expte. n° 9.886/08 y “Huemil, María Estela y Otros c/ Flota
Amarilla S.A. y Antonio Barillari S.A. s/ cobro de haberes e indemn. de ley”,
Expte. n° 9.894/08.
Los embargos así comunicados al Banco del Chubut en forma previa
a la liberalidad dolosa que tuvieron los funcionarios que autorizaron los pagos
en descubierto de la cuenta corriente de Antonio Barilllari S.A. a su propio favor
por $ 2.352.000, totalizaban más de $ 1.200.000.
Más allá de que semejante embargo en contra de la empresa,
comunicado al propio Banco del Chubut debió haber provocado que a ningún
funcionario directivo del Banco se atreviera a beneficiar a la empresa con un
préstamo de más de dos millones de pesos, mucho menos debió haber dado
lugar a que semejante disposición patrimonial tuviera lugar sin las debidas
garantías reales, aceptando en su lugar meras fianzas personales de tres
personas insolventes.
También los funcionarios públicos que se desempeñan en el Estado
Provincial, este último accionista mayoritario -casi exclusivo- del Banco
Chubut, conocían la situación de extrema precariedad financiera de la empresa
beneficiada por la prodigalidad de los funcionarios a cargo del Banco Chubut.
Por caso, quienes por entonces se desempeñaban como secretarios de Pesca

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y de Trabajo, ya que en dicho ámbito se llevaron a cabo reuniones tendientes a
destrabar las acciones judiciales que habían promovido los empleados de
Flota Amarilla S.A. contra esta empresa y Antonio Barillari S.A.
Del mismo modo, el Sr. Gobernador de la Provincia, Mario Das
Neves, conocía el estado patrimonial de Antonio Barillari S.A., ello según surge
de sus profusas manifestaciones públicas sobre el particular, entre las que
cabe citar los dichos manifestados en el programa televisivo Hora Clave,
conducido por el periodista Mariano Grondona, en su emisión del día 28 de
diciembre de 2008, emitido en ese entonces por el canal de noticias C5N de la
ciudad de Buenos Aires, oportunidad en la cual tildó a la empresa de
“coimera”; “evasora” y de recurrente incumplidora de leyes laborales y
pesqueras.
De similar tenor fueron las declaraciones vertidas por el Gobernador
Das Neves y funcionarios de su entorno a medios gráficos.
Así, puede leerse el diario El Chubut de fecha 27 de diciembre de
2008, que el Ministro Coordinador Pablo Korn y los Secretarios de Trabajo y
Pesca, Jerónimo García y Juan Berón, respectivamente, calificaron la actitud
de la empresa como de irresponsable, manifestando también allí que habían
exigido a las autoridades nacionales la quita de permisos pesqueros a la firma.
En esa misma nota, en un recuadro de pág. 2, el Ministro Korn
admite además lo que aquí denuncio: que se había permitido un giro en
descubierto superior a los dos millones de pesos a favor de la empresa.
En la portada del diario Crónica de Comodoro Rivadavia, de fecha 27
de diciembre de 2008, pueden leerse declaraciones del Gobernador Das
Neves sosteniendo que “no estamos de acuerdo con proteger a los
empresarios que hacen mal las cosas”.
Por su parte, el Intendente de Comodoro Rivadavia, Martín Buzzi,
consignó en declaraciones al diario El Patagónico de fecha 28 de diciembre de
2008, pág. 2, que consideraba “ejemplificadota la quita de los permisos a
Barillari”, acotando que a su juicio ello consistía en determinar “una clara señal
en contra de la impunidad”.
Por cierto que hay que gozar de impunidad, amparo y connivencia de
funcionarios venales para acceder a tan exorbitante financiamiento del Banco
del Chubut, sin garantías reales ni análisis de riesgo crediticio.
Claro que la actitud del Intendente Buzzi tampoco es clara en la
materia, por cuanto en forma contemporánea con la liberalidad que el Banco

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del Chubut tuvo con Antonio Barillari S.A., el hizo lo propio al concederle a la
misma empresa un préstamo de $ 220.000 mediante Resolución n° 1.959/08,
refrendada por los entonces Secretario de Producción y Promoción de las
Inversiones Eduardo Fabián Arzani y el Secretario de Economía y Finanzas
Alejandro Milton Jones.
En lo que evidentemente resulta una maniobra recurrente en el
relacionamiento financiero de los funcionarios públicos con esta empresa,
tampoco el préstamo concedido por Buzzi, Arzani y Jones con fondos del
erario municipal, mereció análisis de riesgo ni exigencia de constitución de
garantías reales, ello a pesar de que la Resolución que enmarcaba legalmente
la operatoria, Anexo II de la Resolución N° 1.201/08, así lo exigía.
Por supuesto que la empresa no devolvió el préstamo ni tampoco
llevó adelante el proyecto productivo de cría de centollas para el cual se
adjudicó el mismo.
No deja de llamar la atención entonces por qué razón, si todos los
funcionarios públicos nombrados manifestaban saber que la empresa era
incumplidora, evasora, “coimera” según calificación pública del gobernador
Das Neves, mereció semejante tratamiento de un Banco del cual el Estado
Provincial es el accionista mayoritario, siendo precisamente el gobernador el
representante legal de ese accionista según lo determina el art. 155 de la
Constitución del Chubut.
El desenlace de esta maniobra fue el de prever: la empresa libró
cheques sin provisión de fondos por la totalidad del monto autorizado por los
funcionarios involucrados ($ 2.352.000), libramientos que fueron pagados en
su totalidad con fondos del Banco del Chubut.
Ahora bien, cuando el Banco del Chubut procuró el recupero de
estos $ 2.352.000 la empresa beneficiaria no los restituyó.
El Banco fue despojado de $ 2.352.000 que, al día de la fecha, no
han sido recuperados ni serán recuperados jamás.
Afirmo esto porque los hechos demuestran esta verdad irrefutable: la
empresa obtuvo la apertura judicial de su concurso preventivo pocos días
después, específicamente el día 15 de diciembre de 2008, en autos “Antonio
Barillari S.A. s/ concurso preventivo”, Expte. n° 56.592, de trámite por ante el
Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial n° 16 de la Capital
Federal, Secretaría n° 32.

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Pero como los funcionarios involucrados incumplieron con su deber
de requerir y constituir una garantía real de la empresa beneficiada, el Banco
del Chubut deberá presentarse a verificar su crédito ante la sindicatura
concursal como un acreedor quirografario. Es decir, como un acreedor común,
como un proveedor más, quedando sujeta su suerte a las quitas y esperas que
eventualmente se acuerden; sin descartar además la posibilidad de un decreto
de quiebra, que sepulte definitivamente la posibilidad de, tan siquiera, una
recuperación parcial de los fondos ilegítimamente dispuestos en beneficio de la
firma.
Tampoco podrá existir recupero alguno de la ejecución de la fianza a
garantes manifiestamente insolventes. Incluso deberá investigarse si las
autoridades del Banco instruyeron al área legal para al menos promover
acciones judiciales contra estos últimos, más allá de la verificación del crédito
en el concurso preventivo.
De allí que la maniobra defraudatoria que aquí se denuncia ha
irrogado un incontrastable perjuicio al patrimonio del Banco del Chubut.
Además, debe tenerse presente que el concurso preventivo importa
la interrupción del devengamiento de intereses, con lo cual, y en aún
adscribiendo a la más optimista de las hipótesis, el Banco cobrará dentro de
muchos años y quita mediante, una ínfima parte del capital prestado, importe
que además sufrirá también la merma propia de la devaluación de la moneda
frente al tipo de cambio y su envilecimiento por efecto del proceso inflacionario.
Los funcionarios involucrados han cometido un acto defraudatorio,
pues dispusieron de una suma millonaria a favor de un tercero contrariando las
normas legales y sin adoptar recaudo alguno ni demandar la constitución de
las garantías reales correspondientes.
Nunca debió autorizarse semejante suma de descubierto. El Banco
del Chubut no favorece de ese modo y con semejante incremento porcentual
de descubierto (de la nada a nada menos que $ 2.352.000) a ningún
comerciante o empresario de nuestra Provincia.
Mucho menos debió hacerlo a favor de una empresa que como les
constaba a los funcionarios, soportaba graves riesgos financieros.
Y menos aún pudo hacerlo sin la constitución de garantías reales.
La prodigalidad de los funcionarios involucrados en este obrar solo
puede explicarse a la luz de una maniobra defraudatoria.

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Máxime cuando resulta también notorio que los funcionarios
bancarios han obrado de este modo por indicaciones del estamento de
funcionarios del mayor nivel político.
Es evidente que sin una decisión de rango político, sin un guiño o
indicación política, no hubiesen actuado como lo hicieron.
Ello surge también de las manifestaciones ya señaladas del Ministro
Korn, en la página 2 del diario El Chubut del día 27 de diciembre de 2008, de
las que se desprende claramente no solo que el Ministro estaba absolutamente
al tanto del descubierto, sino que también denota haber formado parte del
núcleo que tomó la determinación de autorizarlo.
Todo lo expuesto en modo alguno pudo haber pasado inadvertido
para la gerencia de auditoría del Banco, dependiente del comité de auditoría,
máximo estamento del control interno, en función de sus controles periódicos,
ni tampoco de la Comisión Fiscalizadora y de las verificaciones a que se halla
obligad y más aún dado el tiempo transcurrido, motivo por el cual deberían
requerirse las actuaciones que sobre el particular estos estamentos de control
pudieran haber llevado a cabo y, en caso de haber omitido tal fiscalización,
determinar también sus responsabilidad criminal.

III.- La calificación de la conducta de los funcionarios responsables de la


disposición de $ 2.352.000 del Banco del Chubut:

A esta altura del relato ninguna duda cabe en que las conductas
delictivas denunciadas encuadran en la figura típica de la defraudación en
perjuicio de una administración pública, conducta tipificada y reprimida con
pena de privativa de la libertad por los arts. 173 inc. 7° y 174 inc. 5° del Código
Penal.
No obstante, a tenor de las manifestaciones públicas de diversos
funcionarios públicos, en el sentido de adjudicar a la empresa el carácter de
“coimera”, debe también indagarse la eventual existencia de favores
económicos otorgados por la empresa beneficiaria a los funcionarios públicos
que autorizaron los giros en descubierto o bien instigaron su perpetración.
Lo obrado por los funcionarios en cuestión debe ser analizada a la
luz de consideraciones efectuadas por el Gobernador de la Provincia del
Chubut, quien –debe tenerse bien presente- es el representante legal y
máximo responsable del accionista que detenta el 90% del paquete accionario

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del Banco del Chubut según surge del art. 7° del Estatuto aprobado mediante
la ley 4.164.
Este funcionario, efectuó severas calificaciones respecto de Antonio
Barillari S.A., lo que provoca al menos perplejidad frente a la luz de los
sucesos cuya investigación criminal aquí solicito, y más aún al no encontrar
razonable que pueda encontrarse en desconocimiento del ilícito perpetrado.
Ciertamente, sus postreras declaraciones parecen más un reproche
de un partícipe que las que se corresponden con las altas responsabilidades
que dimanan de su investidura.
Esta idea cobra mayor vigor si se advierte que, siendo un funcionario
propenso a denunciar hechos que afectan al Banco del Chubut, no ha instado
denuncia penal alguna por estos hechos. Al menos no una que, según su
estilo, haya tomado estado público.
Por una parte el Gobernador Das Neves admitió conocer de qué
forma se comportaba la empresa beneficiada por esta maniobra, llegando a
manifestar que era “coimera”, evasora, que apelaba al fraude laboral e incluso
se manifestó por la quita de sus permisos pesqueros en todas las
jurisdicciones.
Si esto afirma la máxima autoridad del Estado Provincial, lícito
resulta cuestionarse también si, además de consistir lo obrado en una
maniobra defraudatoria en beneficio de un tercero (Antonio Barillari S.A.), no
importó algún tipo de beneficio impropio a favor de los perpetradores de la
defraudación, o si estos actuaron a instancias de funcionarios políticos de
primer nivel.
En tal sentido, resultan llamativos los términos que emplea el
Gobernador de la Provincia en la carta documento que remitiera a la empresa
en cuestión en enero de 2009, que en copia adjunto a esta presentación.
Tal misiva, fue remitida en copia por manos anónimas a este Bloque
de Diputados, tal vez en reconocimiento a la recurrente actitud que ha tenido
de presentar casos de posible corrupción pública ante el Ministerio Fiscal. La
adjunto en copia para el análisis y consideración del Sr. Fiscal General, quien
por cierto podrá disponer de las medidas de prueba correspondientes para
constatar su existencia y la autenticidad de su texto. Me permito sugerir que
puede requerirse copia de la misma al Correo Oficial, en el marco de esta
investigación criminal, que por ser tal permite requerir del Juez de Garantías la
orden correspondiente.

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La carta documento que en copia adjunto reviste singular
importancia para esta investigación, ya que en ella el Gobernador Das Neves
ratifica los dichos que vertiera en el programa Hora Clave de C5N del 28 de
diciembre de 2008, afirmando en la misiva que la empresa había incurrido en
reiterados incumplimientos en sus obligaciones fiscales para con la Dirección
General de Rentas de la Provincia, y que sobre ella pesaban numerosas
sanciones de la Secretaría de Trabajo.
Llamativamente, ninguna de las transferencias o libranzas
autorizadas por los funcionarios partícipes del hecho tuvieron como destino la
cancelación de las deudas fiscales y con la Secretaría de Trabajo por las
cuales se quejaba amargamente el Gobernador Das Neves.
Pero además, expresamente afirma que “Antonio Barillari S.A.
detenta la categoría de “evasor”, no paga impuestos, tiene gente en negro,
coimean y que además dejaron gente en la calle”.
Más aún, párrafos más adelante afirma el Gobernador que “el actuar
inescrupuloso en que se ha manejado no debió permitirse, salvo que exista
alguna connivencia con algún sector que permita esta práctica desleal, lo que
evidentemente está siendo analizado para accionar en la medida que las
circunstancias permitan dicha acción, y en todo acuerdo con la obligación de
denunciar que tengo, primero como representante del pueblo del Chubut y
luego como funcionario público”.
Como el Gobernador Das Neves no ha cumplimentado al día de la
fecha tal obligación que admite, de denunciar a los funcionarios públicos que
no debieron permitir este actuar “inescrupuloso” que ha permitido beneficiar
ilegalmente a la empresa que según el Gobernador es “coimera” con más de
dos millones de pesos, vengo a solicitar la investigación criminal de todos
estos hechos que, insisto, son señalados por el titular del Poder Ejecutivo
Provincial.
Si bien este último se pronuncia en la carta documento de marras
como si fuera un observador o cronista de la realidad y no el responsable de
que los funcionarios que de él dependen no cometan estos actos
“inescrupulosos”, no deja de ser relevante su admisión de que en la relación de
ciertos funcionarios públicos con la empresa Antonio Barillari S.A. ha existido
una connivencia que ha dado lugar a una importante defraudación en perjuicio
del patrimonio del Banco del Chubut, y, por qué no, una ventaja económica
para esos mismos funcionarios por cuanto la calificación de la empresa como

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“coimera” y la exorbitancia de las sumas con que se la favoreció desde el
funcionariado del Banco del Chubut así permiten presumirlo.
Las graves irregularidades que rodean a la disposición de $
2.352.000 a favor de la empresa, obligan a indagar si semejante laxitud se
corresponde con el señalamiento de bolsones de corrupción estatal que
confiesa como “obvio” el Sr. Das Neves en su carta documento.
Concretamente, lo obrado por quienes resulten autores de las
conductas aquí denunciadas, podría constituir, además de una defraudación
en perjuicio de una administración pública, la comisión de las figuras típicas del
delito de cohecho, contemplado en el art. 256 del Código Penal.

IV.- Documentación acompañada:

Acompaño con la denuncia las siguientes copias:


a) Certificación de la deuda de la cuenta corriente nro. 1812078/3 de Antonio
Barillari S.A. al 28 de noviembre de 2008, emitida por el Banco del Chubut
S.A. y que arroja una deuda de $ 2.583.283,04.
b) Contrato de cuenta corriente nro. 1812078/3 de fecha 17 de agosto de
2001.
c) Contrato de fianza celebrado entre el Banco del Chubut y Ezequiel Roberto
Muti, Mario Daniel Celasco y Marcelo Duarte, de fecha 19 de agosto de
2008.
d) Carta documento remitida por el Gobernador Mario Das Neves a la firma
Antonio Barillari S.A. en el mes de enero de 2009.
e) Resolución n° 1.959/08 del Poder Ejecutivo Municipal de la Municipalidad
de Comodoro Rivadavia, por la cual el Intendente Buzzi le concede a
Antonio Barillari S.A. un préstamo de $ 220.000, que incluye dos anexos,
uno con el proyecto y otro con el contrato de mutuo.
Asimismo, adjunto en original los siguientes ejemplares periodísticos:
a) Portada y página 2 del diario El Chubut de la ciudad de Trelew de fecha 27
de diciembre de 2008.
b) Portada y página 12 del diario Crónica de Comodoro Rivadavia de fecha 27
de diciembre de 2008.
c) Página 2 del diario El Patagónico de fecha 28 de diciembre de 2008.
Adjunto también en formato DVD la grabación del
programa Hora Clave emitida por el canal de noticias C5N de la ciudad de

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Buenos Aires, en donde el Gobernador Das Neves es entrevistado por el
periodista Mariano Grondona, durante la cual vierte las manifestaciones
que se han reseñado en esta denuncia.

V.- Petitorio:

Por todo lo hasta aquí expuesto del Sr. Fiscal General


solicitamos:
1°) Tenga por formulada denuncia penal.
2°) Practique las diligencias de averiguación preliminar previstas en el art.
268 del Código de Procedimiento Penal, especialmente aquellas tendientes
a determinar la identidad de los partícipes en las conductas que se
denuncian.
3°) Disponga con carácter urgente las medidas precautorias contempladas
en el art. 267 del Código de Procedimiento Penal, a fin de secuestrar todos
los elementos documentales relacionados con la disposición patrimonial
autorizada por el Banco del Chubut respecto de la cuenta corriente
1812078/3 de titularidad de Antonio Barillari S.A., requiriendo del Juez de
Garantías las correspondientes órdenes de allanamiento si ello resultara
necesario para asegurar el éxito de la requisa.
4°) Disponga la apertura de la investigación preparatoria dentro del plazo
establecido en el art. 269 del Código de Procedimiento Penal.

Proveer de conformidad será justicia.

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