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CAPÍTULO 5 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA

ELÉCTRICA PÚBLICA

GUÍA PARA LA REDACCIÓN


DE PROYECTOS DE URBANIZACIÓN

1. MEMORIA

1.1. ANTECEDENTES

E n este apartado se incluirán el objeto y la definición


concreta del trabajo, cuyo objeto será, por supuesto, el de suministrar y distribuir la ener-
gía eléctrica, bien por una carencia de este servicio bien por inexistencia del mismo.
También se incluirán la titularidad del encargo, los datos generales del emplazamiento,
condiciones urbanísticas, datos paisajísticos, aspectos medioambientales, resistividad y
tipo de terreno hasta una profundidad de dos metros, así como determinados datos
atmosféricos (ambiente industrial, salinos, etc.) y medioambientales (existencia de
masas arbóreas, topografía etc.).

1.1.1.- Consideraciones generales.


Actualmente está fuera de toda duda que existe una íntima conexión entre el desarrollo
energético del territorio en general y el desarrollo urbano así como entre el planeamien-
to territorial y los impactos ambientales.

Es en este aspecto, el de su carácter global en cuanto a la Ordenación General del Territo-


rio se refiere, donde la infraestructura eléctrica presenta unas ciertas deficiencias con
5.2 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

respecto a otras infraestructuras energéticas de suministro territorial. En efecto, es nece-


sario tener presente que el rendimiento medio de las redes de transporte de electricidad
como suministro energético alcanza un valor de solamente el 28 por 100 mientras que el
suministro del gas natural, por citar otro ejemplo de suministro territorial, puede alcanzar
valores superiores al 90 por 100 en cuanto al aprovechamiento de la energía primaria origi-
nal se refiere. Ello no es, por supuesto, más que un dato limitado y concreto pero constitu-
ye una cifra numérica válida para comenzar a explicitar los objetivos de este artículo.

A diferencia del gas natural, por insistir en el ejemplo anterior, y debido a su facilidad tanto
para transportar cargas grandes como pequeñas a largas distancias, la infraestructura
eléctrica de transporte necesaria se manifiesta visualmente en superficie mediante un
sinfín de líneas que crean una especie de malla que, en zonas secas, áridas y con escasa
vegetación tan frecuentes en nuestro país, producen un impacto sobre el paisaje difícil-
mente cuantificable pero real.

En efecto, desde un punto de vista estrictamente visual, los apoyos de las líneas aéreas de
alta tensión están formados por una estructura metálica de angulares montados en forma
de celosía con alturas que alcanzan corrientemente valores de 30 ó 40 m llegando en algu-
nos casos hasta los 60 m o más configurando unas siluetas que resultan, por lo menos, de
fuerte contraste con las líneas del paisaje natural. Además, los vanos entre torres que
pueden ser pequeños (separación entre apoyos menor de 300 m), vanos medios (separa-
ción entre apoyos comprendida entre 300 y 500 hasta 850 m) y los denominados grandes
vanos (con separación mayor de 850 m) al margen de las dificultades técnicas que su cálcu-
lo ofrece, producen un grave impacto estético debido, entre otras causas, tanto a los mate-
riales utilizados para su construcción así como al contraste que la forma parabólica del
conductor presenta.

Esta observación no debe considerarse como una limitación estricta de una energía, por
otra parte imprescindible, sino muestra de la necesidad de plantearse con más frecuen-
cia que la realizada hasta ahora respecto a la adecuación de los tendidos eléctricos sub-
terráneos a determinadas situaciones en lugar de adoptar sistemáticamente rígidamen-
te estrategias de transporte aéreo que, finalmente, resultan contraproducentes incluso a
nivel comercial debido al rechazo que la presencia de estas estructuras de apoyo origi-
nan entre los habitantes de los lugares que las líneas de transporte atraviesan.

1.1.2.- Estado actual.


En cuanto a la red general del territorio, las condiciones del espacio a urbanizar son favo-
rables ya que existe en las proximidades del sector una subestación, desde la cual se reali-
zará la conexión de la nueva red con la general de la Compañía Suministradora, ya que la
misma cuenta con capacidad para suministrar, mediante la correspondiente línea a 15 kV
de tensión, a la promoción residencial que nos ocupa. Sin embargo, los materiales que se
empleen para la realización de la red podrán recibir una tensión nominal de 20 kV. Desde
esta línea en alta se alimentarán el o los centros de transformación que sean necesarios
según cálculo.

El tendido de las líneas se realizará al igual que en los núcleos urbanos próximos siguiendo
las líneas de las aceras y debajo de estas según las figuras ya recogidas en este mismo
Capítulo y, para mantener los criterios preexistentes de la infraestructura eléctrica ya
ejecutada en sectores próximos, con una separación a las líneas de fachada de 1,20 m de
5.3 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

forma que sean fácilmente accesibles desde los viales inmediatos. Por otra parte y dado
que la subestación desde la cual se suministrará el conjunto del polígono se dispone en el
exterior del mismo no es necesario reservar la superficie destinada a la ubicación de este
elemento. Debido a que la promoción que nos ocupa es de nueva planta no es necesario
considerar otros datos ya que no existen otras instalaciones ni líneas eléctricas
procedentes de una planificación previa atravesando el mismo.

1.1.3.- Justificación del proyecto.


Se tratará de resolver las demandas eléctricas energéticas hasta un horizonte de quince
años vista considerando posibles unos altos niveles de consumo. Además se realizarán
las correspondientes previsiones no solamente en el aspecto del suministro eléctrico,
sino también procediendo a prever las necesidades que pueden presentar estas y las
restantes instalaciones, especialmente en cuanto a la coordinación con otras redes como
pueden ser la de alumbrado público y la de telegestión de la nueva infraestructura.
Particularmente interesante resulta, por ejemplo, la posibilidad de usar la red eléctrica
como soporte para la instalación de telemedida y contaje de otras redes tales como agua
y gas, además de controlar la red eléctrica con el fin de evitar posibles fraudes y consu-
mos indebidos.

Debido al tratamiento general de las diversas infraestructuras cuyo objeto final es no


solamente suministrar los sucesivos servicios sino también minimizar la agresión en
todos sus aspectos, se considera asimismo importante la consideración de eliminar los
posibles impactos ambientales causados tanto por los tendidos de las líneas, como por
los centros de transformación, por lo cual se adoptan como medidas obligadas el esta-
blecimiento subterráneo de los diversos circuitos así como la previsión de los Centros de
transformación en el interior de los edificios según la tipología en lonjas, es decir en plan-
ta baja. A este tratamiento contribuye favorablemente la circunstancia de no existencia
de accidentes topográficos que posibiliten soluciones de semienterrar estos mecanismos
en laderas o terraplenes próximos a las vías de comunicación. La pendiente media del
terreno alcanza un valor medio del 2 al 5 por 100 en dirección Sur sin que exista, por
tanto, obstáculo alguno que, en el aspecto topográfico, pueda plantear dificultades para
la realización de un tendido subterráneo máxime ya que no se ha detectado existencia
de capas subálveas de agua ni tampoco en profundidades menores a 1 m.

Completando este punto, haremos una referencia a la constitución geológica del suelo,
características del mismo, temperaturas aproximadas y, especialmente, a su posible
agresividad. La constitución del mismo es arcillosa y en cuanto a su resistividad térmica
lo asimilaremos a los denominados terrenos compactos húmedos con un valor de 100 °C
cm / W que se puede considerar un valor correcto para terrenos de esta composición en
la España húmeda. En todo caso y como ya se ha comentado anteriormente, la resisti-
vidad de los suelos puede variar en grandes proporciones debido, por ejemplo a la
sequedad, particularmente si se considera que los efectos de la desecación pueden sen-
tirse hasta dos metros de profundidad, cifra superior a la que se tiene prevista la dispo-
sición de los circuitos. La temperatura ambiente a 1 m de profundidad se considera de
25 °C como resultado de las prospecciones efectuadas al respecto.

1.1.4.- Características de la red.


Ciertamente el mayor condicionante responderá a la necesidad de suministrar, en las
debidas condiciones de seguridad la energía eléctrica según los preceptos reglamentarios
5.4 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

en cuanto a variaciones y caídas de tensión se refiere. La disposición de las líneas será


siempre del tipo subterráneo, tanto en media como en baja tensión, planteándose
inicialmente un tipo de disposición para la media tensión en anillo, bucle o en huso apoyado
(en función de la potencia demandada) y distribución radial para la baja tensión con entrada
y salida en cada Centro de Transformación. En ambos escalones de tensión los tendidos
se realizarán dentro de tubos enterrados con las arquetas de registro necesarias. Además,
ello se realizará de forma que, no solamente el suministro sea permanente sino también
que se prevean servicios de socorro en el caso de eventuales averías. Dada la disposición
de los edificios en bloques exentos, en principio se adoptará la posibilidad de ubicación en
lonja, con acceso directo desde los respectivos viales. Sólo en caso de imposibilidad de
esta solución se adoptará la disposición en sótano, dadas las facilidades de acceso de que
se dispone.

La protección respecto a una posible sobrecarga de las líneas se realizará por medio de
cortocircuitos fusibles situados en los Centros de Transformación. Se cuidará especial-
mente la toma de tierra en los distintos puntos críticos de las redes: en las líneas en MT se
pondrán a tierra la pantalla conductora, los elementos metálicos (flejes, herrajes, acceso-
rios, etc.) mediante electrodos de hierro sin galvanizar con protección catódica. Las líneas
de baja tensión también adoptarán electrodos de toma de tierra en hierro sin galvanizar,
poniéndose también a tierra el conductor neutro, tanto en las proximidades de los Centros
de Transformación, como a lo largo de la red. En cuanto a los Centros de Transformación
propiamente dichos, en los mismos se considerarán dos tipos de tierras independientes: la
tierra de masas (a la que se conectarán todos los elementos metálicos) y la tierra de neutro
(a la que se conectará el neutro del sistema en baja tensión a que antes hemos hecho refe-
rencia).

Finalmente indicaremos que las características de la energía responderán a una distri-


bución en trifásica a cuatro hilos y 220 / 380 V y en utilización, en monofásica a 220 V y
en trifásica a 380 V.

1.2. NORMATIVA APLICADA

D e una forma resumida (ya que existe una profusa


reglamentación referente a numerosos aspectos incluyendo temas tan variados como la
rehabilitación de minicentrales hidráulicas, de acometidas eléctricas y tarifación, verifica-
ciones eléctricas, etc., cuya inclusión desborda los limites de la presente publicación) la
reglamentación vigente que hace referencia a los aspectos planificatorios y técnicos de
la misma puede enumerarse como sigue:

• Decreto 3151/1968 de 28 de Noviembre por el que se aprueba el Reglamento Técni-


co de Líneas Eléctricas Aéreas de Alta tensión.
• Decreto 2413 / 1973 de 20 de Septiembre por el que se aprueba el Reglamento Elec-
trotécnico para Baja Tensión.
• Real Decreto 3275/1982 de 12 de Noviembre de 1982 y Orden Ministerial del 6 de
Julio de 1.984 por los que se aprueban el Reglamento sobre condiciones técnicas y
garantías de seguridad en Centrales Eléctricas, Subestaciones y Centros de Trans-
formación e Instrucciones Técnicas Complementarias.
• Real Decreto 2.949 / 82, de 15 de Octubre de 1982, por el que se aprueba el Regla-
mento sobre acometidas eléctricas.
5.5 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

• Real Decreto 1 / 1992 de 26 de Junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de


la Ley sobre Régimen de Suelo y Ordenación Urbana.
• Real Decreto 2.159/1978, de 23 de Junio, por el que se aprueba el Reglamento de
Planeamiento de la Ley sobre Régimen del suelo y Ordenación Urbana.

1.3. NECESIDADES

1.3.1.- Usos y necesidades del abastecimiento.


Se indicará cuales son los usos de la zona proyectada o del núcleo a suministrar, así
como las necesidades de energía eléctrica que tendrán los distintos edificios que se inte-
gran en el área. Todo ello será la base para justificar posteriormente no sólo el cálculo y
dimensionamiento de la red de suministro sino también los tipos de tendidos (aéreos,
enterrados), previsión de centros de transformación, etc.

1.3.1.1.- Determinación de la potencia total prevista.


El ámbito de estudio de esta publicación se enfoca hacia los planes de urbanización de
polígonos destinados principalmente a viviendas si bien con la inclusión de diversos usos,
ya que la planificación de zonas residenciales supone la casuística más completa en el
desarrollo y expansión de los núcleos urbanos, tanto en cuanto a frecuencia como en
cuanto a número de servicios complementarios. Aunque existen varias posibilidades de
realización para el cálculo de las líneas de distribución de energía eléctrica en el caso de
los polígonos residenciales (sea por densidad de potencia en W/m2 sea por potencia total
en kW), posiblemente la solución más fácilmente asimilable, especialmente cuando el Plan
de Ordenación haya definido con precisión los distintos usos del suelo, consiste en
establecer la expresión siguiente:

PT = P1 + P2 +P3 + P4 + P5 + P6 + P7

siendo:

PT = Potencia total, en kW, prevista en la zona de suministro considerado.


P1 = Potencia total, en kW, prevista para el uso de viviendas.
P2 = Potencia total, en kW, prevista para el uso de centros de enseñanza.
P3 = Potencia total, en kW, prevista para locales de usos públicos.
P4 = Potencia total, en kW, prevista para establecimientos hoteleros.
P5 = Potencia total, en kW, prevista para establecimientos deportivos.
P6 = Potencia, en kW, destinada a usos industriales.
P7 = Potencia total, en kW, correspondiente a la red de alumbrado público.

Es necesario partir del hecho de que en cada uno de estos apartados existen grandes
indeterminaciones en los datos urbanísticos de partida por lo cual lo habitual es que las
compañías suministradoras dispongan de cifras aproximadas con los que se rigen en
función de los valores empíricos obtenidos para las construcciones en cada zona
geográfica. En efecto estos datos pueden variar notablemente en función del desarrollo y
nivel de vida y de consumo, propio de la zona. Una sistemática razonable para establecer
las potencias totales de cálculo lo constituye el listado que a continuación se desarrolla.

• P1= Potencia total, en kW, prevista para el uso de viviendas.


5.6 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

El grado de electrificación mínimo, se establece reglamentariamente según el apartado


2.5 de la Instrucción MI-BT010 que lo determina en función de la superficie máxima en
m2 mediante los siguientes valores:

- Grado de electrificación Mínima (3.000 W) para una superficie máxima de 80 m2.


- Grado de electrificación Media (5.000 W) para una superficie máxima de 150 m2.
- Grado de electrificación Elevada (8.000 W) para una superficie máxima de 200 m2.

En lo que respecta al coeficiente de simultaneidad de un conjunto de viviendas el


Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión determina en su Instrucción 010 el coefi-
ciente de simultaneidad correspondiente a un edificio de viviendas pero no indica nada
de forma específica para conjuntos de edificios a efectos de coeficientes de simultanei-
dad en dicha Instrucción por lo cual existen empresas suministradoras que utilizan direc-
tamente los coeficientes contenidos en la MI-BT 010 mientras que otras adoptan indis-
tintamente la relación siguiente contenida en la Tabla 1 y 2.

TABLA 1.- COEFICIENTES DE SIMULTANEIDAD A ADOPTAR EN EDIFICIOS DE VIVIENDAS


Número de suministros Coeficientes de simultaneidad
De 1 a 4 Cs= 1
De 5 a 9 Cs= 0,8
De 10 a 14 Cs= 0,7
De 15 a 24 Cs= 0,6
De 25 a 44 Cs= 0,5
Más de 44 Cs= 0,4

TABLA 2.- POTENCIAS ELÉCTRICAS A PREVER EN FUNCIÓN DEL NÚMERO DE VIVIENDAS Y


SU GRADO DE ELECTRIFICACIÓN SEGÚN HOJA DE INTERPRETACIÓN N°14 DEL R.E.B.T.

N° de POTENCIA A PREVER EN kW. N° de POTENCIA A PREVER EN kW.


abonados SEGÚN EL GRADO DE ELECTRIFICACIÓN abonados SEGÚN EL GRADO DE ELECTRIFICACIÓN
Mínimo Medio Elevado Mínimo Medio Elevado
1 3 5 8 16 40,2 67 92,8
2 6 10 14,4 17 42 70 96,8
3 9 15 20,8 18 43,8 73 100,8
4 12 20 27,2 19 45,6 76 104,8
5 14,4 24 32,8 20 47,4 79 108,8
6 16,8 28 38,4 21 49,2 82 112,8
7 19,2 32 44 22 51 85 116,8
8 21,6 36 49,6 23 52,8 88 120,8
9 24 40 55,2 24 54,6 91 124,8
10 26,4 44 60,8 25 56,4 94 128,8
11 28,8 48 66,4 26 57,9 96,5 132
12 31,2 52 72 27 59,4 99 135,2
13 33,6 56 77,6 28 60,9 101,5 138,4
14 36 60 83,2 29 62,4 104 141,6
15 38,4 64 88,8 30 63,9 106,5 144,8
5.7 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Para obtener los valores correspondientes a un número de abonados superior al del cua-
dro anterior, bastará añadir por cada abonado más, 1,5 kW para la electrificación míni-
ma, 2,5 kW para la media y 3,2 kW para la elevada.

Si en un edificio se presentasen varios grupos de viviendas cada una con un diferente


nivel de electrificación, se tratará cada grupo como si fuese único y se sumarán los valo-
res resultantes de ellos para obtener la carga total.

En cuanto a los servicios generales del edificio, evidentemente la solución ideal consis-
te en disponer del estudio de cargas reales previstas pero como ello corresponde a un
programa que frecuentemente no se conoce con la debida antelación recomendamos
adoptar los valores siguientes:
- Iluminación de portales, escaleras, vestíbulos, etc.: 20 W/m2 si el alumbrado es fluo-
rescente y 40 W/m2 si es incandescente. Para la iluminación de aparcamientos es
suficiente 10 W/m2.
- Ascensores: 8 kW / unidad.
- Bombas de presión de agua: 1,5 a 3 kW por grupo.
- Ventiladores para extracción de aire en garajes: 1, 15 kW / unidad.

Así tendremos que para obtener la potencia unitaria de cada bloque, y siempre que estas
cifras se encuentren debidamente detalladas tendremos:

Pt = G x N x Cs + Psg + Ploc

siendo:
Pt = Potencia total demandada por el edificio (kW).
G= Grado de electrificación de viviendas (kW).
N= Número de viviendas del edificio.
Cs = Coeficiente de simultaneidad (según Tabla 1).
Psg = Potencia de Servicios Generales del Edificio (kW).
Ploc = Potencia de locales comerciales del edificio (kW).

Siendo también adecuado, en busca de la mayor simplificación posible, acudir a la Tabla


2 directamente en lugar de realizar la operación de G x N x Cs, siendo el valor de la Tabla
2 superior al obtenido según la expresión anterior.

P2= Potencia total, en kW, prevista para el uso de centros de enseñanza.


Se adoptará tanto para actividades docentes como guarderías el valor unitario de
200 a 500 W por plaza. Otros valores orientativos son los de 60 kW para grupos de
25 aulas, 250 kW para Facultades de Letras, y 1.000 kW para Facultades y
Escuelas Técnicas aunque estos datos son muy variables en función del programa
adoptado.

P3= Potencia total, en kW, previstos para locales de usos públicos.


Edificios comerciales y de oficinas 100 W/m2 y por planta con un mínimo por abonado
de 5 kW.

Locales de pública concurrencia tales como centros religiosos, salas de exposiciones


y centros culturales, cinematógrafos, etc., 50 W/m2. Para salas de cine puede
adoptarse el valor de 25 kW.
5.8 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Centros médicos o sociales 100 W/m2. Clínicas 125 W/m2 de planta pudiendo
adoptarse el valor general para este tipo de edificios de 100 a 200 kW.

P4= Potencia total, en kW, prevista para establecimientos hoteleros.


Cuando la capacidad sea superior a 50 plazas se considera 1 kW por plaza con un
mínimo de 100 kW y un mínimo de 25 kW para aquellos establecimientos cuya
capacidad sea inferior a 50 plazas.

P5= Potencia total, en kW, prevista para establecimientos deportivos.


Terrenos deportivos de 25 a 50 kW. Estadios de 50 a 100 kW. Piscinas, 50 kW.
Polideportivos sin piscina, 75 kW y polideportivos con piscina 300 kW.

P6 = Potencia, en kW, destinada a usos industriales.


Edificios destinados a concentración de industrias 125 W / m2 de planta. Parcelas no
especiales de polígonos industriales de 250 a 300 kW. También existe la posibilidad
de adoptar unas potencias empíricas medias correspondientes a valores en Potencias
Aparentes (como se sabe las Potencias Activas en kW se obtienen multiplicando las
Aparentes en kVA por 0,8 ó 0,85 como valor genérico del cos fi, siendo el valor de 0,85
un dato medio recomendable) en función de las distintas superficies de parcela
adoptada según la relación siguiente:

Para una superficie de parcela de 0,5 Ha: potencias de 30 a 100 kVA.


Para una superficie de parcela de 0,5 a 2 Ha: potencia de 250 kVA.
Para una superficie de parcela de 2 Ha: potencia de 630 a 1000 kVA.

P7= Potencia total, en kW, correspondiente a la red de alumbrado público.


Cuando la red de alumbrado público no se encuentre determinada se adoptará el valor
de 2 W/m2 de superficie de viales y espacios libres considerándose incluido en este
valor las necesidades de alumbrado decorativo. También se puede adoptar los
valores siguientes procedentes de la NTE-IER en función del número de luminarias
de igual potencia y potencia en vatios de las mismas (Tabla 3).

TABLA 3.- POTENCIA DEMANDADA POR LA RED DE ALUMBRADO PÚBLICO EN FUNCIÓN


DEL NÚMERO Y POTENCIA DE LAS LUMINARIAS INSTALADAS.
Número de luminarias de igual potencia Potencia de las lámparas en W
150 250 400
Potencia Pa en kW
10 3 5 8
20 6 9 15
30 9 14 22
40 11 18 29
50 14 23 36
60 17 27 44
70 19 32 51
80 22 36 58
90 25 41 65
100 27 45 72
120 33 54 87
Nota: Como valor medio general del factor de potencia se adoptará en todos los casos el valor de 0,85.
5.9 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

1.3.1.2.- Determinación del número de Centros de Transformación.


Una vez que se han obtenido las potencias de cada uno de los sectores del polígono en
cuestión en los que se han considerado los coeficientes de simultaneidad únicamente en
los edificios de viviendas y en la tabla referente a las luminarias de alumbrado público,
se procederá a calcular el número teórico de centros de transformación necesarios para
atender la demanda solicitada en cuanto a densidad de energía resultante. Ello se lleva
a cabo considerando los valores modulares establecidos con respecto a la potencia de
los transformadores existentes en función de la unidad de superficie de que se trate.

Naturalmente, en el caso de que existan diversas superficies con un aprovechamiento


urbanístico diferente se realizará el proceso de forma diferenciada para cada una de las
diversas zonas manteniendo el criterio de llevar a cabo el mismo proceso en función de
la densidad de potencia con respecto a las respectivas unidades de superficie. Para ello
existen diversas tablas (generalmente cada compañía suministradora posee la suya) en
función de determinados factores de simultaneidad que se fijan por el Reglamento de
Acometidas para los diversos escalones de tensión. Concretamente en dicho reglamen-
to y en el caso que nos ocupa, se indica que deben tenerse en cuenta los siguientes coe-
ficientes de simultaneidad:

- Abonados de baja tensión respecto a centros de transformación: 0,40.


- Centros de transformación respecto a red de media tensión: 0,80.

Llegados a este punto concreto recordemos el hecho de que cada empresa suministrado-
ra dispone de unas tablas propias en las cuales se recoge la sistemática de cálculo del
número teórico de centros de transformación en función de la densidad resultante y de los
valores de la potencia de los transformadores que habitualmente manejan las citadas
empresas. Y también que hay ciertas diferencias de método entre las diversas compañías.
Por ello es necesario mantener un contacto directo con los técnicos de las mismas para
definir concretamente los modelos a adoptar. Por otra parte, esas tablas y el desarrollo que
a continuación se indica no son los definitivos, ya que serán finalmente las potencias soli-
citadas por los edificios previstos y las distancias respectivas las que permitirán ubicar de
forma precisa estos importantes elementos. El guión que se indica en las líneas que siguen
constituye sin embargo una importante etapa para la planificación eléctrica del sector que
nos interesa.

La potencia y número de los Centros de Transformación se obtienen a partir de la densi-


dad de potencia o cociente entre la potencia total demandada real y la superficie servida,
considerando los valores modulares de potencia de transformadores. Esta potencia total
real demandada, tras la introducción del coeficiente de simultaneidad correspondiente a
las redes de baja tensión (0,40), (adoptaremos un valor arbitrario, por ejemplo, 2.207 Kw
para su mejor comprensión), queda como sigue:

PCT(kW) = 0,40 x PT(kW) = 0,40 x 2.207 kW = 882,80 kW

Conocida esta potencia procederemos a obtener la densidad eléctrica por km2 realizan-
do las equivalencias correspondientes recordando que 1 MW = 1.000 kW y que 1 km2
equivale a 100 Has.

También puede adoptarse directamente la tabla que a continuación se expone:


5.10 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Densidad (MW/km2) N° de C. de T.
1 P (kW) / 100
2,5 P (kW) / 250
6,4 P (kW) / 400
10 P (kW) / 630
> 10,4 P (kW) / 800

Tabla obtenida, excepto en el último caso, en función de las potencias en kVA normaliza-
das para los distintos transformadores existentes y habiendo establecido como valor de P
la potencia, en kW, correspondiente a cada una de las zonas. El valor así obtenido se limi-
ta a indicar una aproximación con respecto al número definitivo para el cual es necesario
proceder a la realización de unos cálculos más precisos según se indicará en los aparta-
dos siguientes. En cuanto a la previsión de locales para el emplazamiento de estos cen-
tros de transformación se tendrá en cuenta los preceptos recogidos en el artículo 17 del
Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.

También resulta muy práctico adoptar la tabla indicada en la NTE-IER (Norma


Tecnológica de la Edificación: Instalaciones de Electricidad. Red Exterior) la cual en sus
sucesivas etapas de cálculo recoge en su apartado 3 de una forma muy directa el
“Cálculo del número de Centros de Transformación, potencia y ubicación de los mismos”
según la tabla siguiente:

Densidad de Potencia Potencia de los transformadores Número de Centros


en kW/Ha en kVA de Transformación
Menos de 50 250 Pt/250
De 50 a 100 400 Pt/400
Mayor de 100 2 unidades de 400 Pt/600

1.4. DESCRIPCIÓN DE LA RED

La instalación de suministro y distribución de ener-


gía eléctrica a una área consta, básicamente, de los elementos siguientes:

- Conexión a la red existente.


- Red de distribución en alta y media tensión.
- Elementos de transformación de la tensión nominal de la red.
- Red de distribución en baja tensión.
- Red de alumbrado público.

Que se detallarán en los apartados que siguen excepto el referente a la red de alumbra-
do público la cual, por su importancia, será objeto de un capítulo exclusivo.

1.4.1.- Red de transporte de energía eléctrica de alta y media tensión.


Los alternadores de las centrales se construyen normalmente para 6.000 ó 10.000 voltios,
tensiones que no son adecuadas económicamente para transportar grandes potencias por
lo que deben ser elevadas mediante Estaciones de Transformación. Por ello y atendiendo
a su localización se consideran como “estaciones transformadoras en cabeza“ siendo del
tipo elevador de tensión con relaciones de transformación de, por ejemplo, 10 / 400 kV
5.11 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

constituyendo un valor medio obtenido en la Central de Generación el de 20 kV generán-


dose un aumento de la tensión de aproximadamente 1.000 V por cada kilómetro de longi-
tud de línea mediante el uso de los transformadores antes citados.

Desde las centrales generadoras de energía y a partir de este punto, comienzan las
denominadas líneas de transporte de primera categoría (765, 400 ó 380 y 220 kV). En ellas
se posibilita una etapa de transporte a Muy Alta Tensión, por lo que también se denominan
de esta forma, y al final de la misma se ubican las Subestaciones Transformadoras de
Distribución y Centros de Transformación Primarios en los cuales los correspondientes
transformadores posibilitan el paso de la muy alta tensión a la alta tensión.

Desde estas subestaciones y asimismo sobre torretas metálicas se produce un nuevo


escalón de transporte, las denominadas líneas de segunda categoría o de Alta Tensión de
Distribución (132,66, 45 y 30 kV) hasta las Estaciones Transformadoras de Distribución o
Subestaciones Secundarias las cuales pueden ser de tipo rural, suburbano o urbano en
función de su ubicación. Dado que estas tensiones suelen ser variables para las diferentes
empresas suministradoras son frecuentes ciertas oscilaciones en estos valores y,
concretamente las líneas de 132 kV, pueden incluirse en ciertos casos en el escalón
superior. En todo caso esta etapa configura una red normalmente mallada con líneas
fundamentalmente aéreas, y conexión a fuentes de suministro en varios puntos casi
siempre en doble circuito. Existe también la posibilidad de disponer de los llamados Centros
de Reparto, en los cuales no se produce modificación de la tensión sino que se limita a
derivar nuevas líneas en alta tensión y a ubicar los dispositivos de protección de las líneas
así constituidas.

En los largos recorridos de transporte se prevén mecanismos para evitar efectos


indeseables y, debido a esta circunstancia, se disponen condensadores en las
Subestaciones cuando resulte necesario elevar el factor de potencia en el tramo. Así son
de uso común dispositivos tales como los seccionadores que, en caso de avería de línea,
permiten una mayor rapidez en la localización de la misma así como para facilitar el
restablecimiento del servicio. Aunque la red de media tensión no posee la calidad y
cantidad de servicio que puede dar la red de A.T. el suministro es muy adecuado debido a
la posibilidad de disponer de enlaces con varias fuentes de suministro diferentes lo cual
permite restaurar el servicio con rapidez cuando se interrumpe por cortes en la fuente
principal.

El segundo nivel originado en las Subestaciones se suele denominar también como de alta
tensión de distribución (A.T.D.) y se procura que la misma sea del tipo mallada es decir con
conexión a las fuentes de suministro desde diversos puntos. Las líneas, como ya hemos
comentado, son normalmente aéreas pues en general discurren por zonas rurales e
industriales aunque no es raro que su existencia se precise también en las grandes
ciudades particularmente en las zonas periféricas de las mismas en cuyo caso las líneas
debieran realizarse siempre mediante tendidos subterráneos. En este escalón de
distribución son frecuentes la previsión de los denominados Centros de Reflexión, los
cuales reciben mediante el denominado “circuito cero” procedente de una Subestación
Transformadora, una alimentación en Alta Tensión careciendo de carga en explotación
normal pero que puede recibirla en caso de emergencia del suministro. Hasta estos puntos
5.12 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

los tendidos responden a lo que se denomina montaje poligonal en triángulo a diferencia


de la baja tensión pues en esta última transformación, el montaje realizado responde al de
“estrella” con la previsión del neutro.

Figura 1.-
Distintos
tipos de aco-
metidas en
alta
tensión a nú-
cleos
urbanos

En lo que respecta a la etapa afectada por la problemática urbana recogida en esta


publicación la distribución de energía (Figura 1) se realiza mediante una derivación en alta
tensión, previa conexión a la red existente sea en una subestación, sea en un centro de
reparto, pero en todo caso a través de espacios fácilmente accesibles desde donde se
vierte la producción de energía al núcleo o zona a suministrar. Todas estas instalaciones
(red de distribución en alta tensión sea aéreas o subterráneas, Subestaciones
Transformadoras de Distribución y Estaciones Transformadoras de Distribución son
5.13 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

propiedad de las empresas suministradoras aunque por su ubicación, se encuentran dentro


de los términos municipales siendo los Ayuntamientos y otros promotores los que realizan
las pertinentes solicitudes de nuevos suministros. Sin embargo la necesidad de una nueva
subestación o la ampliación de potencia de las existentes se decide en la empresa
suministradora tras realizar un cuidadoso estudio informatizado del aumento de las
demandas durante unos períodos de tiempo variables pero que alcanzan valores mínimos
de los últimos 5 años y un horizonte futuro similar.

Las instalaciones correspondientes a las Estaciones y Subestaciones Transformadoras de


Distribución son, posiblemente, las que han experimentado unas mayores mejoras en su
calidad técnica y lo que hace unos años exigía de grandes edificios y numeroso personal
hoy se resuelven en espacios notablemente menores y un acceso rodado con objeto de
permitir los medios de transporte pesado para los transformadores y aparellaje necesario
pero sin necesidad de personal permanente para la explotación aunque sí para las opera-
ciones de mantenimiento. De hecho, debido a estas continuas mejoras, resulta difícil hacer
previsiones espaciales para la ubicación de estas instalaciones ya que la adaptación y
especialización del aparellaje así como la progresiva disminución de la aparamenta propia-
mente dicha permite reducir notablemente las superficies totales necesarias. Por ejemplo
la posibilidad de disponer una instalación de E.T.D. de intemperie conlleva la exigencia de
disponer de 2.000 a 2.500 m2 mientras que esa misma instalación de tipo interior puede
resolverse en dimensiones 10 veces menores e incluso inferiores.

Figura 2.-
Esquema de
distribución
de energía
electrica me-
dia tensión,
según tipolo-
gía en anillo
5.14 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Las Estaciones Transformadoras de Distribución pueden además de reducir nuevamen-


te el nivel de tensión, originar las líneas denominadas de tercera categoría o Media
Tensión (25,20, 15,11, y 6 kV) desde las cuales parten los distintos circuitos finales e
incluso se puede suministrar directamente energía a determinados usuarios, general-
mente industriales. En estos últimos escalones de tensión las compañías suministrado-
ras utilizan diferentes valores para la distribución con cifras variables según las cuantifi-
cación de las demandas de los usuarios. Así tenemos que Iberdrola realiza casi todas
sus acometidas en M.T. a 13,2 y 25 kV. mientras que en el Centro y Sur de España una
tensión de distribución muy frecuente en este escalón lo constituye el valor de 20 kV.

Por otra parte la organización general de la red es de características bastante diferentes a


los escalones anteriores: las mismas son redes de distribución normalmente mallada o bien
radial y aérea aunque los trazados subterráneos sean relativamente frecuentes debido a
tratarse de distribuciones urbanas en numerosos casos. Dentro de esta red genérica existe
una variada tipología que fundamentalmente se debe a la improvisación y a la falta de
coordinación entre los equipos de urbanistas y los equipos técnicos de las empresas
suministradoras. Esta situación frecuentemente se traduce en la necesidad de realizar
disposiciones en las redes menos eficientes como por ejemplo las distribuciones en anillo
(Figura 2) constituida por una línea de distribución en alta tensión cerrada según esta
tipología e incluyendo un número máximo de 10 centros de transformación de los que
parten líneas de distribución ramificadas en baja tensión permitiendo tanto la necesidad de
suministros puntuales de cierta importancia como la adaptación del servicio a zonas de
edificación extensiva mediante líneas de distribución en baja tensión.

figura 3.-
Esquema de
distribución
de energía
eléctrica
media
tensión en
huso
(Máximo 6
líneas de
distribución
de alta
tensión).

La solución más idónea sin embargo lo constituye la distribución en redes en huso normal
(Figura 3), la cual está conformada por un máximo de seis líneas de distribución en alta o
5.15 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

media tensión conectadas por un extremo a una subestación o a un centro de reparto y, por
el otro, a un centro de reflexión mediante un circuito cero con un máximo de 10 centros de
transformación por cada línea de distribución en alta tensión, partiendo desde los centros
de transformación, las lineas de distribución en baja tensión. Una variante de esta
disposición lo constituyen las denominadas “redes en husos apoyados” (Figura 4)
constituidas por un máximo de seis líneas de distribución en alta tensión conectadas a dos
subestaciones o a dos centros de reparto enlazados entre sí por una línea de interconexión
y un máximo de diez centros de transformación desde los que parten de forma ramificada
las líneas de distribución en baja tensión. Esta disposición resulta particularmente indicada
cuando se prevean en un futuro próximo, ampliaciones de la red de distribución o
conexiones con otra red de suministro inmediatamente próxima.

En resumen y aunque las posibilidades al respecto son múltiples se puede simplificar la


exposición del proceso indicando que lo que se hace obligado para transportar la
electricidad es elevar la tensión, mediante su transformación en las oportunas estaciones
y en los puntos de producción, a valores muy superiores a los de utilización (440 kV, 380
kV, 220 kV...) en función de la potencia a transportar y de la lejanía del punto de consumo.
Posteriormente, y ya en las proximidades de estos últimos, se realizarán dos escalones de
transformación: una primera reducción a valores comprendidos entre 60, 44 y 30 e incluso
13,2 kV hasta acometer a los centros de transformación situados en los propios edificios o
en la proximidad de los mismos, lugares en donde se transformarán definitivamente en las
tensiones de utilización, es decir casi exclusivamente a 440 ó 380 V entre fases valores en
los cuales la tensión se encuentra en disposición de ser utilizada.

figura 4.-
Esquema de
distribución
de energía
eléctrica me-
dia tensión
en huso apo-
yado.
5.16 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Aunque no es frecuente, existe en este escalón la posibilidad de suministrar energía


directamente desde la red de media tensión a diversos usuarios industriales que por su
demanda de potencia o características de utilización (por ejemplo hornos eléctricos)
requieren que el suministro se realice a una tensión elevada. Otros tipos de suministros son
los que se demandan en función de una determinada potencia, del orden de 250 a 10.000
kVA (centrales telefónicas, grandes comercios y edificios públicos...). En estos casos lo
deseable es que la distribución se haga en doble circuito de forma que a cada abonado se
le faciliten dos alimentaciones distintas permitiendo que, en caso de fallo de una de ellas,
sea el propio abonado quien, con una maniobra de transferencia, tome servicio de la otra.

Concretando, el transporte de energía eléctrica se realiza en todo caso por medio de líneas
que pueden ser aéreas o subterráneas. Como norma general las líneas aéreas se utilizan
para grandes y medias tensiones y en aquellas zonas en las cuales la presencia de los
conductores desnudos no plantea peligro alguno para las personas aunque son
relativamente frecuentes los accidentes y choques en las líneas con aves de gran tamaño
e incluso, aunque muy excepcionalmente, con pequeños aviones. Al respecto diremos que
es evidente que resulta más económica y fácil la instalación aérea tanto por razones de
ejecución como de mantenimiento, particularmente cuando, como sucede con mucha
frecuencia en nuestra nación, el relieve por el cual transcurre la línea es accidentado. Pero
también debe especificarse asimismo que resulta más segura la instalación subterránea
de conductores y, por otra parte, cada día se manifiesta una mayor oposición por parte de
los habitantes de las zonas afectadas por el paso de líneas ante la intrusión visual que
suponen las elevadas estructuras metálicas que la disposición aérea exige.

En efecto, como es bien sabido, los conductores se soportan cada cierta distancia por
unos elementos resistentes denominados torres de apoyo, que permiten tanto sustentar
las cargas originadas como mantenerlos a las distancias de seguridad que se recogen
en los reglamentos correspondientes. Salvo en países como Suecia en los cuales el uso
de apoyos de madera se extiende a las altas tensiones la solución constructiva más
habitual en estos casos se basa, como hemos dicho anteriormente, en el uso de sopor-
tes de acero (para las tensiones de 30 kV o superiores) y los de hormigón (para 13,2,
15 ó 20 kV) ya que los postes de madera creosotados o con tratamientos de sales sola-
mente se usan en zonas rurales para 13,2 kV pues tienen la ventaja que debido a su
escaso peso pueden trasladarse por elementos al lugar de la instalación. El problema
principal que presentan los elementos metálicos es el de la oxidación, para lo cual es
práctica extendida la galvanización en caliente de los mismos o la pintura periódica del
material particularmente en la zona de los apoyos próxima al suelo. Las torres metálicas
empleadas están constituidas por armaduras triangulares con diversas disposiciones de
crucetas pudiendo unirse en dos torres para formar pórticos para grandes vanos con lo
que se logra una disminución de alturas pero exigiendo una franja de terreno más
ancha para la disposición de las mismas. Siempre que sean necesarios los dobles cir-
cuitos los conductores de cada uno de ellos se disponen en planos verticales constitu-
yendo los modelos existentes una serie de formatos normalizados por cada empresa
realizándose en estos casos la protección de la estructura metálica mediante galvaniza-
ción por inmersión.

En cuanto a los postes de hormigón, los mismos son los de empleo normal en líneas de
distribución de 13,2 kV pero también se emplean como hemos indicado en los escalones
de tensión inmediatamente superiores y, mediante este material se soluciona ciertamente
5.17 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

el problema de las revisiones así como la frecuente sustitución de las estructuras metálicas
en mal estado de conservación. Sin embargo plantean la dificultad de su colocación en
lugares poco accesibles y el característico impacto ambiental y visual que presentan estas
estructuras cuando son necesarios grandes vanos así como el transporte de energía
eléctrica a mayores tensiones. Esta circunstancia comienza a ser casi habitual en muchos
países europeos en líneas de tensión elevada en las que son frecuentes, por no decir
obligadas, las ocasiones en que es necesario adoptar tramos de varios centenares de
metros entre apoyos por lo cual muy posiblemente deban plantearse las compañías
eléctricas la necesidad de adoptar con mayor frecuencia soluciones mixtas, es decir, con
tramos enterrados y aéreos, y preferiblemente, con utilización de otros materiales como
por ejemplo, los denominados compuestos o la ya citada madera laminada, que permitan
hacer menos impactantes las soluciones metálicas habitualmente utilizadas.

En cuanto al trazado, tanto si se trata de líneas aéreas como subterráneas, el extendido


criterio general de que la “línea recta es el camino más corto entre dos
puntos”(fundamentalmente debido en las líneas aéreas a que los apoyos de ángulo son
cinco veces más caros que los rectos y, en cuanto a las subterráneas en las economías de
excavación) se encuentra con el inconveniente de que, por razones de mantenimiento, lo
preferible es que el trazado sea paralelo y próximo a las carreteras y caminos. De hecho
cada vez es más frecuente, pese al encarecimiento del acopio de apoyos que ello supone,
el desviar la línea aumentando el número de estos para aproximarla, en lo posible, a los
caminos existentes si bien respetando las distancias de servidumbres.

Respecto a los aisladores de los conductores en las líneas aéreas, los mismos pueden ser
rígidos o de suspensión aunque actualmente los primeros solamente se usan en los
escalones de tensión más bajos, concretamente los de 13,2 kV debido a que este sistema
obliga a limitar la longitud de los vanos no pudiéndose superar los 130 m aproximadamente.
En cuanto a los materiales constituyentes de los conductores aéreos normalmente se
emplean en las tensiones de 66, 45 y 30 kV los de aluminio-acero; con tensiones de 13,2
kV, también se usan los mismos materiales constitutivos si bien en las zonas costeras el
de “aldrey o almelec” (aleación de aluminio, magnesio y silicio) permite un mejor
mantenimiento en ambientes salinos. Sin embargo su suministro es más complejo y caro
por lo que también es frecuente mantener, pese a sus peores condiciones de trabajo, los
de aluminio-acero en estas líneas del perímetro costero. En todo caso y respecto a su
composición estricta, estos cables se ajustarán a las recomendaciones Unesa
correspondientes.

Los mismos se componen de un alma unifilar o cableada en acero galvanizado que ase-
gura la resistencia mecánica del cable. Normalmente se utiliza un único conductor por
fase si bien en muy altas tensiones es frecuente usar dos conductores por fase, según
la técnica de conductores en haces, con lo que se logra una significativa reducción de
pérdidas de potencia al disminuir la reactancia de la línea y el llamado “efecto corona”.
Estos conductores en haces no deben confundirse con los denominados de doble cir-
cuito que están constituidos por dos líneas de iguales características y tendidos parale-
los los cuales, por motivos de economía, se llevan sobre los mismos apoyos, a veces
durante decenas de kilómetros, para mantener la unidad de tendido y similitud de ten-
siones demandadas hasta que se separan y bifurcan posteriormente en la proximidad de
sus destinos concretos.
5.18 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

En lo referente a las líneas subterráneas, que en la escala que estudiamos son las más
recomendables, indicaremos que las líneas se configuran en doble circuito estando los
cables alojados en zanjas de 1,50 m de profundidad y protegidos con ladrillos testigos.
Aunque en el apartado de detalles constructivos comentaremos más detalladamente estas
características adelantamos que las redes están constituidas normalmente por cables
trifásicos con conductores de aluminio y protegidos mecánicamente con flejes de acero.
También adelantaremos que los cables empleados en estas redes son, normalmente, del
tipo papel impregnado de aislamiento estratificado según el tipo denominado de campo no
radial (1 sólo plomo hasta las tensiones de 15 kV) y de 15 a 30 kV de campo radial. También
existen para valores superiores los cables de campo radial 26/45 kV, esto es de los
denominados de tres plomos. La denominación de campo radial y campo no radial se
refiere a su distribución en el campo del aislamiento siendo del primer tipo cuando el campo
eléctrico que parte del conductor dispone de una distribución homogénea radial con las
líneas equipotenciales concéntricas al conductor y aislamiento. Mientras que el campo no
radial, particularmente en los cables multipolares, se produce cuando no se coloca pantalla
metálica rodeando a cada uno de los conductores.

Para las tensiones superiores 45, 66 kV, etc., se usan cables del tipo de aislamiento seco
tales como el Polietileno (PE), polietileno reticulado (PRC) o etileno propileno (EPR). Estos
son los más modernos pero también se usa los de papel impregnado de aceite a presión y
gas, los cuales han sido prácticamente abandonados en baja tensión pero no así en alta
tensión donde se continúan usando normalmente.

1.4.2.- Ubicación y problemática de los Centros de Transformación.


Un punto básico en las redes de distribución de energía y particularmente conflictivo bajo
el prisma de la problemática medioambiental lo constituyen las Estaciones y Centros de
Transformación de la energía eléctrica. La misión de los Centros de Transformación es la
de modificar el valor de la tensión (y por tanto de la intensidad de corriente) manteniendo el
valor de la potencia lo cual, gracias a las técnicas de ejecución de los mismos es un tema
en la actualidad perfectamente resuelto ya las grandes unidades alcanzan rendimientos en
esta operación próximos al 95 por 100 e incluso superiores. Hoy en día en los transforma-
dores de grandes potencias se llega a cifras del orden del 99 por 100 en las operaciones
de transformación de tensión por lo cual prácticamente no existe pérdida alguna en esta
modificación.

En el apartado anterior hemos hecho referencia a las estaciones de transformación ele-


vadoras de tensión ubicadas emplazadas junto a las centrales de energía pero, natural-
mente, las que más nos interesan en la etapa del transporte son las reductoras con rela-
ciones de transformación de, por ejemplo, 220 / 45 kV ó 132 / 15 kV (que se consideran
como suburbiales) e, incluso, las de relación 13,2 kV / 380 V por citar dos de las rela-
ciones más usadas por las compañías suministradoras de energía en el interior de las
áreas residenciales o para su ubicación dentro de los propios edificios.

A partir de estos dispositivos de transformación comienza la distribución de energía


mediante las líneas conocidas como en Baja Tensión (que examinaremos en el apartado
siguiente) las cuales terminan en los puntos de consumo y viviendas de los abonados
realizándose este suministro en dos grandes grupos: redes urbanas y redes rurales tanto
para el servicio de alumbrado público como para el resto de los servicios eléctricos
propiamente dicho. La problemática de los C. de T. está también cambiando desde el
5.19 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

aspecto técnico, hoy en día resuelto con creces, hacia los criterios de seguridad, acceso
de vehículos pesados y, particularmente, la problemática medioambiental los cuales están
adquiriendo progresivamente un mayor protagonismo.

Es digno de destacar que, a diferencia de las Subestaciones Transformadoras corres-


pondientes al escalón anterior las cuales disponen de una aparamenta normalmente ins-
talada en locales bien protegidos y al abrigo de inclemencias atmosféricas, el material
dispuesto en los centros de transformación no goza de una protección tan adecuada por
lo que es frecuente que se encuentre afectado por solicitaciones de todo tipo, pero par-
ticularmente climatológicas, bastante más agresivas que en el caso anterior. Bajo este
punto de vista por tanto, es preciso que el planificador sea consciente de la importancia
que para el suministro tiene la exposición directa a la intemperie, en sótanos húmedos y
que locales construidos sin las debidas condiciones iniciales para acoger los Centros de
Transformación, juegan un papel determinante en el envejecimiento prematuro del mate-
rial que los constituyen. Es por ello importante recordar que la previsión superficial de
espacios y parcelas amplios con este objeto resulta determinante.
Un dato de gran importancia en la técnica de la transformación de energía eléctrica resi-
de en la adecuación a la demanda de las potencias normalizadas de los transformado-
res así como su eventual duplicación dentro de una misma caseta o local. Dentro de que
este es un dato variable en función de las diversas compañías suministradoras las poten-
cias unitarias más habituales son las de 250 kVA, 400 kVA, 630 kVA, 800 kVA y 1260
kVA.

En cuanto a su ubicación los centros de transformación pueden ser en caseta (C.T.C) o


intemperie (C.T.I) existiendo también los denominados interiores (por su ubicación en el
interior de los edificios) así como los denominados compactos o prefabricados los cua-
les constan de módulos intercambiables presentando unas excelentes condiciones de
versatilidad y seguridad. Una clasificación sistemática de los mismos permite su agrupa-
ción en el listado siguiente:
LEYENDA

1.- Transformador de potencia. 1.- Centro en Caseta o Interiores (Figura


2.- Cuadro baja tensión. 5): pueden ser en lonja, en sótano,
3.- Línea alta tensión. subterráneo y prefabricado.
4.- Interruptor con fusibles. 2.- Centro de Intemperie (Figura 6):
5.- Recogida de aceite. sobre uno o dos postes y en el suelo.
6.- Ventilación con rejillas.
En general se puede establecer que,
entre los de intemperie, los que se dis-
ponen sobre postes en sus distintas ver-
siones son los adecuados para las
zonas rurales mientras que los interio-
res tienen su aplicación en los períme-
Figura 5.- tros urbanos, núcleos donde el estable-
Centro de cimiento de redes aéreas no se consi-
transforma- dera adecuada ni conveniente bajo nin-
ción de gún concepto. En los polígonos indus-
lonja. triales se suelen disponer los centros de
transformación en meseta los cuales se
montan sobre losas de hormigón y debi-
5.20 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

damente protegidos por unas mallas metálicas perimetralmente a las mismas con una
capacidad de hasta 1.000 kV respondiendo a una función puramente utilitaria encon-
trándose fuera del objeto de esta publicación por lo que no haremos referencia alguna al
respecto.

Los centros de transformación sobre un poste resultan adecuados para instalaciones de


MT/BT de una potencia de hasta 50 kVA sean monofásicos (25 kVA) o trifásicos (50 kVA)
mientras que los instalados sobre dos postes admiten potencias de hasta 250 kVA en
MT/BT según una escala de 50, 100 y 250 kVA siempre en trifásico. En estos casos el
transformador es normalmente único y en casos excepcionales pueden montarse de 400
kVA e incluso de 1000 kVA cuando la alimentación es a 30 kV.

En cuanto a los de caseta o interiores las potencias correspondientes a instalar


normalmente exceden de 250 kVA siendo su alimentación subterránea. Las potencias
unitarias son de 250 kVA, 400 kVA y 630 kVA aunque de forma excepcional existen los de
800 kVA, 1000 kVA y 1260 kVA. En estos centros de transformación de tipo interior el
número de transformadores es de dos como máximo aunque, excepcionalmente, pueden
darse casos de 3 elementos por lo que la gama de potencias más habitual es la de 1 x 250

Figura 6.-
Centro de
transforma-
ción intem-
perie
sobre dos
postes, apo-
yado.
(Transfor-
mador 250
kVA).

kVA como mínimo y 2 x 630 kVA como máximo (Figura 7).


Recientemente se aprecia en ese sector una gran evolución técnica ya que aunque siguen
siendo mayoritarias las realizaciones mediante materiales convencionales abiertos, es
decir los centros de transformación montados en celdas de obra civil, el incremento de
sistemas de aparamenta prefabricada bajo envolvente metálica resulta notable. En la
actualidad existen dos tipos de soluciones con la aplicación de esta tecnología: las celdas
modulares que por su flexibilidad y yuxtaposición de funciones son capaces de adaptarse
a cualquier tipo de demanda ya sea de distribución pública o industrial o bien las celdas
compactas en las que se agrupan varias funciones en el interior de una envolvente metáli-
ca única llena de gas SF6 (exafluoruro de azufre) a presión, sistema menos flexible que el
primero, pero con el que se logra disponer de un aislamiento integral.
5.21 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Figura 7.-
Centro de
transforma-
ción interio-
res

También diremos que se considera fundamentalmente en esta exposición como centro


usual de transformación los tradicionales en celdas de obra civil, es decir aquellos con tres
celdas de dimensiones respectivas 1,6 m (entrada y protección) 1,5 m (medida) y 2 m
(transformación) por ser el más extendido, pero también se hará referencia a las modernas
técnicas de transformación que están produciendo importantes mejoras en la tipología y
ocupación de estos elementos. Generalmente la instalación de tierra se saca por la celda
de entrada en su parte de separación con la segunda celda empleándose conductor de
cobre desnudo dependiendo las tensiones de alimentación y salida de su localización y
uso. Como meras indicaciones podemos resumir algunos datos indicando que las estacio-
nes de transformación situadas en el extrarradio de las ciudades reciben normalmente
tensiones de alimentación del orden de 220, 132, 110 y 66 kV con tensiones de salida de
45, 30 y 15 kV, mientras que las utilizadas en los propios centros de consumo se alimentan
con 45,30, y 15 kV proporcionando tensiones de salida de 440, 380 y 220 V si se destinan
a usos domésticos y de 6.000, 3.000 y 440 V si se destinan a usos industriales.

En cuanto a los centros de transformación de intemperie son los que, debido a su gran
sencillez y elemental configuración, resultan más adecuados no solamente para la alimen-
tación de las zonas rurales sino también para aquellas zonas no urbanizadas e incluso
industriales que exijan escasas potencias unitarias. Su alimentación es habitualmente
aérea y sus salidas en Baja Tensión pueden ser aéreas, subterráneas y mixtas oscilando
su potencia entre los valores de 25 y 250 kVA. Como ubicación preferente es deseable
hacerlo en espacios libres y abiertos, habitualmente en el exterior de las zonas a suminis-
trar aunque lo adecuado es que se dispongan en un lugar lo más centrado y próximo posi-
ble con respecto al baricentro de las cargas solicitadas. En cuanto a su disposición en el
terreno la misma puede ser en superficie, semienterrada o subterránea. En general puede
5.22 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

decirse que, razones de impacto visual aparte, el número de averías registradas en las
instalaciones enterradas, especialmente en regiones lluviosas, es superior a las instala-
ciones superficiales por lo cual estas últimas son las más habituales especialmente debido
a criterios utilitarios.

1.4.3.- Red de transporte y suministro en baja tensión.


El Reglamento de Baja Tensión actualmente vigente establece como límite para la dis-
tribución en Baja Tensión la cifra de 1.000 V de forma que para los valores inferiores a
esa cifra todos los sistemas eléctricos se consideran de B.T. En la práctica, y aunque
continúan existiendo extensas zonas en las cuales sigue implantado el denominado sis-
tema B1 con tensiones entre fases de 220 V y entre fase y neutro de 127 V, hoy en día
todas las instalaciones nuevas se ejecutan con el sistema B2 y tensiones entre fases 380
V y entre fase y neutro 220 V bien según las denominadas “redes cónicas”, bien según
las denominadas “redes cilíndricas”. Estas últimas son aquellas en las cuales los cables
son de la misma sección en toda su longitud mientras que las cónicas responden a una
disposición de conductores en los cuales los mismos son de secciones decrecientes en
el sentido descendente del transporte de la energía y a medida que nos alejamos del

Figura 8.-
Esquema de
red de distri-
bución lineal
de energía
eléctrica
(baja
tensión) con EDIFICIOS

secciones de-
crecientes.
Centro de Transformación.
Como norma general en zonas urbanas de escasa densidad como son las urbanizaciones
de viviendas unifamiliares o bloques de viviendas de pequeña altura las redes de baja ten-
sión se ejecutan siempre en forma radial y con secciones de conductores decrecientes
(Figura 8). Por el contrario en zonas de habitación más densas y, por supuesto en los cas-
cos urbanos, se proyectan con líneas principales de sección constante con objeto de per-
mitir la instalación de nuevos puntos de alimentación sin modificaciones importantes de la
red. Estas líneas principales se instalan a ambos lados de las calles de forma que las
arquetas de acometida a los edificios se puedan instalar mediante conexión directa a ellas
simplificándose en gran manera la ejecución de las mismas (Figura 9).

Figura 9.-
Esquema de
red de distri-
bución ma-
llada de
energía
eléctrica en
baja tensión.
5.23 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Evidentemente la solución radial se ajusta perfectamente al criterio generalizado de que


la solución de tendido más universal, en esta como en otras infraestructuras, responde a
la búsqueda del trazado más corto como solución al problema de la caída de tensión. Sin
embargo, el aumento paulatino de las mismas (actualmente se están realizando en
España distribuciones a 440 V de tensión entre fases) y las mejoras en la seguridad de
suministro que las soluciones malladas aportan nos hacen recomendar estas últimas
frente a las primeras. Esta distribución resulta particularmente válida cuando la organi-
zación urbana de los edificios es en forma de retícula ya que en estos casos la inclusión
de las redes eléctricas se realiza sin dificultad alguna.

Además y en función de la potencia demandada se puede hacer otra clasificación


pudiendo ser las líneas unipolares o tripolares, es decir, constituidos por uno o tres con-
ductores además del neutro. En cuanto al valor de la frecuencia, esta es de 50 Hz (c / s)
denominándose de cuatro hilos a los compuestos por tres fases y neutro; de tres hilos a
los compuestos por dos fases y neutro; y de dos hilos a aquellos constituidos por fase
más neutro. En cuanto a la naturaleza de los conductores pueden ser de aluminio o
cobre en función del diámetro y, ocasionalmente, del ambiente atmosférico donde tiene
lugar el tendido de la red aunque es norma general el uso del primer material. La pres-
cripción de efectuar las conexiones a tierra del neutro son exigidas reglamentariamente
solamente para las redes aéreas, pero es conveniente realizarlo para ambos tipos de
redes. Una norma prudencial es la de hacer la conexión del neutro en las redes cada 500
m como máximo y en los últimos 200 m de cada derivación.

En todos los casos un dato de diseño general de estas redes que reviste el mayor interés
es el de disponer aquellas cajas de seccionamiento y armarios de alimentación que permi-
tan interconectar alimentadores procedentes de redes distintas o de centros de transfor-
mación colindantes. Aunque de esta forma se pueden lograr más de una trayectoria o cami-
no en cuanto al flujo eléctrico se refiere con la consiguiente mejora de seguridad en el servi-
cio, existen compañías suministradoras que, por razones económicas, continúan exigien-
do la distribución radial en las redes de Baja Tensión no permitiendo la posibilidad de cone-
xiones fijas y permanentes entre líneas de alimentación procedentes de dos centros de
transformación diferentes. En cuanto a los armarios de corte y seccionamiento los mismos
se colocan en las cabeceras de las acometidas y derivaciones según distancias máximas
que pueden oscilar de 125 a 200 m. Asimismo, en los cambios de dirección, cruces de calles
o carreteras son necesarias las arquetas de registro según el detalle constructivo que
posteriormente especificaremos. Dichas arquetas debieran llevar sistemáticamente un
sumidero o, en todo caso, dejando un fondo con relleno de arena de río que permita el desa-
güe del agua que pueda entrar en ellas. Incidentalmente comentaremos que, pese a repre-
sentar un detalle constructivo referente a una arqueta del tipo tradicional (es decir, realiza-
da “in situ”) cada día se acude más a la disposición de arquetas prefabricadas por las venta-
jas de todo tipo que su utilización comporta.

La adecuación de los tendidos a la distribución aérea o enterrada es una de las primeras


cuestiones a plantear y, en todo caso, una de las más importantes siendo válidos los
comentarios antes indicados para las redes de Alta y Media tensión. Aunque este tema se
desarrollará en el artículo siguiente adelantamos que en la ausencia de edificios y, más
particularmente cuando se atraviesan terrenos cultivables o con aprovechamiento vegetal
intensivo la justificación de tendidos superficiales y aéreos es evidente ya que permite un
mejor aprovechamiento del uso agrícola de los mismos. Pero su impacto visual puede
5.24 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

hacerlos incompatibles en aquellos lugares, tan frecuentes en España, en los cuales la


belleza natural, paisajística o arquitectura histórica de los mismos debiera hacer obligado
el tendido enterrado de las líneas eléctricas.

En efecto, es frecuente que en las redes de baja tensión continúen realizándose instala-
ciones mediante cables trenzados y posados sobre apoyos o sobre las fachadas de los
edificios sin estar por ello sometidos a esfuerzos mecánicos sino simplemente a su pro-
pio peso. Este sistema de tendido de redes, si bien presenta problemas que se comen-
tarán seguidamente, es notablemente seguro y mucho más barato que los restantes sis-
temas lo cual económicamente y por razones de sencillez de ejecución justifica el que
esta tipología, estética y técnicamente poco aceptable, continúe usándose con profusión.

Aunque existen criterios técnico-económicos basados en la necesidad de acudir a la


canalización única en calles estrechas y doble en aquellas vías de mayor dimensión y,
concretamente en los casos en que exista doble circulación de vehículos y doble encin-
tado de aceras, lo cierto es que siempre es recomendable que toda alineación de edifi-
cios se encuentre rodeado perimetralmente por las líneas de suministro eléctrico debido
a la, proporcionalmente reducida superficie de ocupación de las mismas y ventajas de
acometida que esta disposición conlleva. Piénsese que la única justificación que puede
presentar la adopción de un trenzado de líneas en fachada lo constituye la indudable
mejora de suministro que la misma conlleva con respecto al edificio al que sirve.

1.4.4.- Relación con otras redes de servicios.


Terminaremos estas referencias a las líneas subterráneas en Media Tensión indicando
que no existe una reglamentación específica en lo referente a sus exigencias técnicas y
constructivas por lo cual hay que respetar los puntos que sean de aplicación en los regla-
mentos que al respecto hacen referencia. En todo caso de una forma general los puntos
básicos a recordar en el trazado de las redes son los siguientes:

- La canalización discurrirá en terrenos urbanizados y, preferiblemente, en las proxi-


midades de las carreteras y caminos públicos.
- Aunque los cables pueden ir directamente enterrados, lo deseable es que se ejecu-
ten entubados y, en todo caso, los cruces de calzada siempre irán siempre entuba-
dos y hormigonados.
- La instalación de los cables se realizará a una profundidad mínima de 80 cm.
- El cruce con líneas férreas se ejecutará siempre bajo tubo el cual se instalará siem-
pre a una profundidad mínima de 1,50 m bajo las traviesas.
- En el caso de cruzamiento o paralelismo con otros cables cuando vayan directa-
mente enterrados se respetará una sección mínima de 0,25 m.
- En el caso de cruzamiento o paralelismo con cables telefónicos o telegráficos, cuan-
do vayan directamente enterrados, se respetará una distancia mínima de 0,50 m.
- En el caso de cruzamiento con tuberías de agua o gas se respetará una distancia
mínima de 0,20 m cuando el cable se encuentre directamente enterrado. Siempre
es preferible que la disposición de los cables se realice en tubos perfectamente ali-
neados y, a ser posible, estancos.

Aunque la congestión existente bajo las aceras y calzadas, hace frecuentemente impracti-
cable la posibilidad de mantener las distancias reglamentarias, recordemos que en el
5.25 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

vigente Reglamento de Baja Tensión se recoge para los distintos tipos de conducciones de
infraestructura las condiciones de separación de los conductores de energía eléctrica en
dos casos principales: los cruzamientos en primer lugar y, a continuación, las proximida-
des y paralelismos con respecto a las infraestructuras más comunes. De forma resumida y
como mero recordatorio indicaremos los datos más significativos al respecto. En cuanto a
los cruzamientos tendremos que se cumplirá:

- Con otros conductores de energía eléctrica en Alta Tensión: la distancia entre ellos
deberá ser como mínimo de 0,25 m aunque puede disminuirse esta cifra si los con-
ductores de Alta y Baja se encuentran dispuestos en tubos y conductos constituidos
por materiales incombustibles como, por ejemplo, el hormigón.
- Con cables de telecomunicación: los conductores de Baja Tensión se dispondrán en
tubos o conductos de adecuada resistencia a una distancia mínima de 0,20 m.
- Con calles y carreteras: los conductores se colocarán en conductos que permitan
deslizar fácilmente los mismos a una profundidad mínima de 0,80 m.
- Bajo aguas permanentes: los conductores se dispondrán en el fondo del lecho.
- Con ferrocarriles: los cruzamientos se efectuarán en conductos a una profundidad
mínima de 1,30m con respecto a la cara inferior de la traviesa.
- Con canalizaciones de gas y agua: los conductores se mantendrán a una distancia
mínima de estas canalizaciones de 0,20 m.

En cuanto respecta a las separaciones de los conductores subterráneos, cualquiera que


sea su forma de instalación, los valores correspondientes vienen definidos por el
Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión el cual indica en este punto concreto los valo-
res siguientes:

- Con otros conductores de energía eléctrica: los conductores de Baja Tensión se


pueden instalar paralelamente a otros de Alta Tensión manteniendo entre ellos una
distancia no inferior a 0,25 m si bien esta distancia podrá disminuirse cuando alguno
de ellos se disponga por el interior de un tubo protector. La NTE-IER (Norma Tecnoló-
gica de la Edificación. Instalaciones de Electricidad: red exterior) propone en este últi-
mo caso el valor de 8 cm cifra ciertamente adecuada.

- Con cables de telecomunicación: los conductores de Baja Tensión se instalarán a


una distancia de 0,20 m si bien esta distancia puede disminuirse cuando dichos con-
ductores se establezcan por el interior de cables incombustibles como el hormigón.

- Con canalizaciones de gas y agua: las condiciones de separación son las mismas
que en el caso anterior pudiendo disminuirse debido a motivos especiales, y siem-
pre que los conductores se establezcan en el interior de tubos. En el caso del gas
deben tomarse además las medidas de renovación de aire y ventilación de los con-
ductos, galerías y registros correspondientes a los conductores con objeto de evitar
la posible acumulación de gases en los mismos.

De lo anterior se deduce que, pese a no ser demandas excesivamente exigentes en


cuanto a dimensiones se refiere, la ausencia prácticamente general en España de una
implantación racionalizada de las sucesivas infraestructuras plantea como solución dese-
able, la de instalar agrupadas en galerías subterráneas visitables las canalizaciones
eléctricas a media y baja tensión así como las telefónicas, de distribución de agua y gas,
además de, eventualmente, las de transmisión de información.
5.26 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

1.5. DIMENSIONAMIENTO

Una vez situados los Centros de Transformación en


función de las potencias consideradas se procede a proyectar los circuitos en baja ten-
sión que suministrarán, mediante los cables eléctricos, los puntos de consumo según las
modalidades de circuitos aéreos o subterráneos. Actualmente el mercado ofrece una
gran variedad de cables con cualidades específicas que difieren tanto en cuanto a las
características de los materiales conductores como en los aislamientos y en la construc-
ción y protecciones del cable propiamente dicho. Así, al margen de las consideraciones
de cálculo que a continuación se expondrán es siempre recomendable acudir a los
Servicios Técnicos de los diversos fabricantes para inquirir las ventajas y adecuación de
los distintos tipos para cada caso concreto pero, en todo caso, es obligado cumplir las
exigencias que al respecto plantea el Reglamento de Baja Tensión con objeto de efec-
tuar la selección técnicamente correcta de cualquier cable.

Para la determinación de la sección de los cables, sea en instalación subterránea o


aérea, se tratará de, por razones de economía, determinar la sección más pequeña de
entre las normalizadas que satisfaga diversas condiciones:

- Por una parte la red ha de ser capaz de soportar las intensidades requeridas y no
sobrepasar unas densidades máximas de corriente fijadas por el Reglamento de
Baja Tensión. Ello con objeto de que el calentamiento del cable por efecto Joule no
eleve la temperatura del conductor por encima del valor máximo que puede sopor-
tar sin daño en el aislamiento del cable en servicio permanente durante el tiempo
previsto de vida útil del mismo.
- Además, la red ha de ser capaz de, para esas intensidades requeridas que se pro-
ducen en el cable, no producir una caída de tensión superior al valor fijado por el
Reglamento de Baja Tensión de acuerdo con el servicio que ha de prestar la insta-
lación. En el caso del suministro eléctrico en general este valor es del 5 por 100 de
la tensión nominal, siendo del 3 por 100 para los circuitos de alumbrado, valor este
también fijado por el Reglamento de Baja Tensión. Hay calculistas que consideran
el valor constante del 4 por 100 en ambos casos hasta el punto más alejado de
entrega de energía.
- Por último que la intensidad de cortocircuito y el tiempo de desconexión previstos
no ocasionen una elevación transitoria de la temperatura del conductor del cable
superior a los límites que puede soportar sin sufrir daños permanentes.

Por supuesto, la mayor de las tres secciones anteriormente obtenidas será la que puede
cumplir todas las exigencias de la instalación de que se trate. Como ya se ha indicado el
método de cálculo es idéntico tanto para las redes aéreas como para las subterráneas y
la única diferencia estriba en que los valores máximos de densidad de corriente permiti-
dos por el R.E.B.T. para cada tipo y sección del cable son distintos para las redes aére-
as y subterráneas. En efecto, debido a las notables diferencias para la disipación del
calor que existen con respecto al cable según el mismo se encuentre tendido al aire o
enterrado, en este último caso es imprescindible tomar en consideración la naturaleza
del terreno que rodea al cable.

Por nuestra parte y en base a los razonamientos repetidamente expuestos con respecto a
la escasa deseabilidad de las líneas aéreas nos referiremos al cálculo de los circuitos sub-
5.27 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

terráneos que juzgamos imprescindibles para una actuación a nivel de los tiempos,
haciendo la salvedad de que cuando los circuitos son de cierta longitud, considerar que las
características físico-químicas de los terrenos atravesados son constantes, es ilusorio.

Así, la determinación de la sección impuesta por la caída de tensión máxima prevista


para la línea cuando trabaja a plena carga se realizará mediante las expresiones siguien-
tes:
PxL
- En distribución trifásica: s 
l x e xV
2 xPxL
- En distribución monofásica: s 
l x e xV
siendo:
s = Sección en mm2.
P = Potencia a transportar en vatios.
L = Longitud del tramo en m.
r = Conductibilidad del conductor (56 para el cobre y 35,7 el aluminio).
e = Caída de tensión admisible en el tramo, en voltios.
V = Tensión nominal de suministro en voltios.

Dado que las secciones de los conductores se encuentran normalizadas con valores de
1,5; 2,5; 4,6; 10; 16; 35; 50; 70; 95; 120; 150; 185; 240 y 300 mm2, al obtener “s” según
las fórmulas anteriores será necesario adoptar la sección normalizada de valor inmedia-
tamente superior al obtenido (salvo en el caso improbable de que coincidan) en el cál-
culo.

Una vez definida la sección, en función de la caída de tensión, se procederá a realizar una
posterior comprobación consistente en determinar si la intensidad de corriente que va a
circular por el mismo es admisible con la sección que se ha obtenido con el cálculo. Para
ello habrá que determinar en primer lugar la intensidad de corriente en régimen perma-
nente normal lo que se lleva a cabo mediante la aplicación de las siguientes fórmulas:

P
- En distribución trifásica: I 
3 x V x cos fi

P
- En distribución monofásica: I
V x cos fi

siendo:
I = Intensidad en amperios.
P = Potencia a transportar en vatios consumida por el receptor previsto.
V = Tensión nominal de suministro en voltios.
cos fi = Factor de potencia (se tomará siempre 0,9).

Conocida la intensidad se tratará de acudir a las tablas que, bajo normas UNE se han con-
feccionado, y en las que se establecen los valores máximos admisibles de las intensida-
des en función de la sección de los conductores sus características de aislamiento y su
agrupación. Este paso se conoce como la determinación de la sección por calentamiento.
El vigente Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, en la Instrucción Complementaria
MIE BT 007 fija las intensidades máximas admisibles en régimen permanente para los
cables aislados instalados enterrados.
5.28 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

A continuación se reproducen las tablas de intensidades máximas admisibles y los fac-


tores de corrección a considerar, tomados de la Instrucción MIE BT antes citada. Por
razones prácticas incluimos la solución más usualmente empleada unificándola en cobre
y aluminio, si bien en la MIE BT 007 se adoptan tablas diferentes para el cobre y el alu-
minio para los distintos tipos de aislamiento (policloruro de vinilo, goma butílica, etileno-
propileno, etc.).

TABLA 4.- INSTALACIÓN ENTERRADA (CABLE 0,6 / 1 KV): INTENSIDAD MÁXIMA ADMISIBLE
EN SERVICIO PERMANENTE PARA UN CABLE AISLADO CON POLIETILENO RETICULADO
(XLPE) Y CUBIERTO CON PVC.
Sección Intensidad en amperios
nominal Tres cables unipolares Un cable unipolar
mm2 Cobre Aluminio Cobre Aluminio
6 72 - 66 -
10 96 75 88 69
16 125 97 115 90
25 160 125 150 115
35 190 150 180 140
50 230 180 215 165
70 280 220 260 205
95 335 260 310 240
120 380 295 355 275
150 425 330 400 310
185 480 375 450 350
240 550 430 520 405
300 620 485 590 460
400 705 500 665 520

Ahora bien, para una intensidad determinada, el calentamiento del cable depende también
de sus posibilidades de refrigeración por lo que el reglamento y las normas antes citadas
incluyen unos factores de corrección de las intensidades máximas admisibles en servicio
permanente que determinan la carga real que puede soportar el cable en las condiciones
de instalación y medio ambiente presentes. La aplicación de estos coeficientes de correc-
ción supone la aceptación de unas condiciones que, evidentemente, son aleatorias y no
constantes en el tiempo de utilización por lo cual algunos de ellos son discutibles pero el
principio en que los mismos se basan es, sin embargo, fiable. No tener en cuenta esas con-
sideraciones haría que el cable trabaje, al menos ocasionalmente, muy recalentado lo que
reduce de forma manifiesta su vida útil y produce averías aparentemente inexplicables
pero que tienen muy frecuentemente su origen en un mal dimensionamiento.

Es evidente, por ello, que un conocimiento objetivo y lo más preciso posible de las con-
diciones ambientales y del terreno en que los circuitos se enclavan suponen, junto a la
precisa distribución de los cables y organización de las potencias previstas, unas premi-
sas indispensables para la adecuación entre los cálculos teóricos de las secciones y los
resultados prácticos del tendido de las redes.

No debe pensarse, sin embargo, que existe un sistema común de cálculo pues es
norma habitual que cada compañía suministradora realice unas tablas para su manejo
interno las cuales, si bien basadas en los textos normativos antes citados, presentan
5.29 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

pequeñas diferencias referidas, fundamentalmente, en las diversas organizaciones


constructivas de cables que consideran más idóneas. Estos cables, si bien su obtención
se basa en la normativa obligatoria, permiten simplificar y facilitar la uniformización tanto
de las líneas como de las acometidas aunque ello en cierto detrimento del preciso ajus-
te a los valores específicos de las potencias. Según el mismo criterio se recomienda
que tanto la línea como la acometida sean de la misma naturaleza, aérea o enterrada.

En el caso de Iberdrola, por citar un ejemplo de compañía eléctrica dotada de una conocida
capacitación técnica, se considera que los cables a emplear tanto en líneas como en aco-
metidas de Baja Tensión serán siempre unipolares y el conductor de aluminio dispondrá de
sección circular compacta. En cuanto a los cables pueden llevar un aislamiento, siempre ter-
moestable, tanto de polietileno reticulado (R) como de etilenopropileno (D) siendo la cubier-
ta de policloruro de vinilo PCV (V) para el aislamiento R y de policloropeno (N) para el aisla-
miento D. Respecto a las secciones tipo adoptadas las mismas responden a los valores de
1x25 mm2, 1x50 mm2, 1x95 mm2, 1x150 mm2, y 1x240 mm2, todos ellos usando el aluminio
como material conductor resultando las denominaciones y secciones siguientes:

• Cable RV de 1 x 25 mm2.
• Cable RV de 1 x 50 mm2.
• Cable RV de 1 x 95 mm2.
• Cable RV de 1 x 150 mm2.
• Cable RV de 1 x 240 mm2.

Las intensidades máximas admisibles de estos cables, en servicio permanente y corrien-


te alterna, cuando su instalación se ejecute enterrada, responden a la tabla siguiente:

TABLA 5.- INTENSIDADES MÁXIMAS ADMISIBLES


Sección nominal Intensidad
mm2 A
25 120
50 175
95 255
150 325
240 420

Cuando los cables vayan entubados en recorridos superiores a 15 m, se aplicará un coe-


ficiente de reducción de 0,80 a la intensidad admisible debido a la mayor dificultad que
en este caso se presenta para una adecuada disipación del calor generado en los cables.
Si se trata de conductos multitubulares, este factor de 0,80 deberá añadirse a los coefi-
cientes previstos para las agrupaciones de cables anteriormente citados. Además y
cuando por la misma zanja transcurra más de una línea trifásica o ternas separadas entre
sí por unos 7 cm, se aplicarán los siguientes coeficientes de reducción (Tabla 6):

TABLA 6.- FACTORES DE CORRECCIÓN SEGÚN EL NÚMERO DE CABLES O TERNOS DE CABLES


UNIPOLARES DISPUESTOS ENTERRADOS EN LA MISMA ZANJA.
N° de líneas en la zanja Coeficiente de reducción
2 0,85
3 0,75
4 0,70
5 0,60
5.30 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

En caso de instalarse cables o ternas en más de un plano horizontal, se aplicará un coefi-


ciente complementario sobre los valores anteriores por cada plano horizontal, suponiendo
una separación entre planos superior a los 10 cm.

Cuando la temperatura del terreno sea distinta de 25 °C se aplicarán los siguientes coe-
ficientes de corrección (Tabla 7):

TABLA 7.
FACTORES DE CORRECCIÓN PARA UNA TEMPERATURA AMBIENTE DISTINTA A LOS 25 °C.
Temperatura
del Terreno en °C 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Coeficiente de corrección 1,11 1,07 1,04 1,00 0,96 0,92 0,88 0,83 0,78

Un último factor, más discutible debido a las variaciones que los terrenos presentan en su
composición cuando los tendidos son de cierta longitud consiste en la aplicación de un
coeficiente corrector de la resistividad térmica del terreno cuando esta es diferente a 100
(°C cm/W) ya que es evidente la mayor o menor capacidad del terreno para evacuar el calor
generado por las pérdidas del cable. Los factores de corrección a aplicar por este concep-
to son los siguientes (Tabla 8):

TABLA 8.- FACTORES DE CORRECCIÓN CON UNA RESISTIVIDAD TÉRMICA DEL TERRENO
DISTINTA A 100 °C CM/W
Resistencia térmica 85 10 120 140 165 200 230 280
Factor de corrección 1,06 1,00 0,95 0,90 0,85 0,80 0,75 0,70

Como orientación la IEC 287 facilita los siguientes valores de la resistividad térmica del
suelo en función de su estado y de las condiciones atmosféricas (Tabla 9):

TABLA 9.- VALORES APROXIMADOS DE LA RESISTENCIA TÉRMICA DE LOS TERRENOS


Resistencia térmica del terreno (°C cm/W) Estado del suelo Condiciones atmosféricas
70 Muy húmedo Muy lluvioso
100 Húmedo Lluvia frecuente
200 Seco Lluvia escasa
300 Muy seco Muy poca lluvia

Finalmente es recomendable realizar la comprobación de determinar la sección en función


de la intensidad de cortocircuito y de su duración a lo que dedicaremos unos comentarios
ya que la aplicación de esta posibilidad es sencilla y su interés grande. En esencia se trata
de tener presente que las redes de transporte de energía deben contar con los elementos
de protección que interrumpan el paso de la corriente cuando se presenta una sobrecarga,
interrupción que se produce con algunas décimas de segundo de retraso sobre el instante
en que aparece el defecto para evitar cortes indeseados motivados, generalmente, por
sobrecargas transitorias provocadas por maniobras en la red. Por consiguiente, el cable ha
de ser capaz de soportar una sobreintensidad, durante ese pequeño intervalo de tiempo
que puede ser muy superior a la intensidad normal de servicio.

Como hemos visto anteriormente, se define como intensidad admisible de un cable aquella
que tiene un valor por debajo de la cual la corriente puede circular por dicho cable perma-
nentemente. También hemos visto como la intensidad admisible de un cable depende de la
5.31 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

sección, la temperatura ambiente y el tiempo de circulación. Cuando una intensidad supe-


rior a la admisible circula por un cable, pero lo hace durante un tiempo suficientemente peque-
ño como para no sobrepasar la temperatura admisible del cable, éste no se avería. Por ello,
para evitar el calentamiento excesivo y, por tanto, el deterioro del aislamiento de los cables,
estos se protegen mediante fusibles de alto poder de ruptura calibrados. La misión de estos
fusibles es la de no fundir cuando la intensidad es inferior a la admisible del cable que pro-
tegen y, naturalmente, fundir cuando esta intensidad es sobrepasada.

La Norma UNE 21145 «Guía sobre la aplicación de los límites de temperatura de corto-
circuito de los cables de tensión nominal no superior a 0,6 / 1 kV» considera un cortocir-
cuito como una sobrecarga de gran intensidad cuya duración no excede los de los cinco
segundos y, con esta limitación, establece una temperatura máxima en el conductor,
durante el cortocircuito que, para un cable aislado con XLPE, no debe exceder de los 250
°C. Existen fórmulas que permiten calcular la secciones de los cables capaces de sopor-
tar una determinada intensidad de cortocircuito (Icc) durante un tiempo (t) concreto en
segundos pero lo más práctico consiste en adoptar como protección de los cables los
fusibles con arreglo a los valores obtenidos de la tabla simplificada que a continuación
se indica.

Los fusibles recomendados son los siguientes:

TABLA 10.-
FUSIBLES RECOMENDADOS EN FUNCIÓN DE LAS SECCIONES DE CÁLCULO
Sección en mm2 Intensidad nominal del fusible en A.
25 80
50 125
95 200
150 250
240 315

El Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, obliga en el caso de las redes subterrá-


neas a la protección no solamente en origen de la instalación, sino también en el arran-
que de cada derivación siempre que exista una reducción de la intensidad admisible en
la derivación, bien debida a cambio de sección o a condiciones de la instalación. Esta
prescripción no se aplica a las redes aéreas, pero, lógicamente, es conveniente su apli-
cación.

Otro dato de interés es el de las secciones mínimas del neutro que se regirán por la tabla
siguiente (en el caso de líneas trifásicas en baja tensión):

- Secciones en aluminio hasta 16 mm2, misma sección de fase obtenida según cálculo.
- Secciones en cobre hasta 10 mm2, misma sección de fase obtenida según cálculo.
- Secciones en aluminio mayores a 16 mm2, mitad de la fase obtenida según cálculo.
- Secciones en cobre mayores de 10 mm2, mitad de la fase obtenida según cálculo.

Finalmente indicaremos mediante el cuadro elemental que se reproduce a continuación la


obtención directa del diámetro del tubo de protección, cuando la disposición de los circui-
tos responda a esta colocación como sistemáticamente recomendamos, en función de las
secciones de fase y neutro para aquellas secciones más usuales en las distribuciones en
baja tensión.
5.32 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

TABLA 11.- SECCIÓN DEL NEUTRO Y OBTENCIÓN DE TUBOS DE PROTECCIÓN EN FUNCIÓN


DE LA SECCIÓN DE LOS CONDUCTORES.
Sección S de los conductores Sección del neutro Diámetro del tubo
de fase (en mm2) (en mm2) de protección (en mm)
50 25 120
95 50 120
150 70 120
240 120 150

1.6. MATERIALES Y ELEMENTOS SINGULARES

1.6.1.- Centros de Transformación.


Aunque los elementos de que consta una estación transformadora no difieren esencial-
mente de un caso a otro en el caso más general un centro de transformación puede con-
llevar elementos que respondan a las siguientes funciones (Figura 10):

- Uno o varios transformadores.


- Las conexiones a la red de media tensión por un lado, y a la de baja tensión por otro.
- Una parte de maniobra en media tensión (conexión y desconexión de la red, sec-
cionamiento entre compañía y abonado, protección del transformador).
- Una parte de maniobra en baja tensión (conexión, desconexión y protección de las
salidas).
- Red de tierra y pararrayos.
- En su caso, un contador destinado a la medida de la energía.
- El edificio o local que contiene las funciones anteriores.
Figura 10.-
Esquema
simplificado y
componentes
de un centro
de transfor-
mación inte-
rior.

En todos los casos el elemento fundamental es, como es lógico, el transformador cuyo deva-
nado primero se alimenta por las líneas de llegada a la estación, mientras que el secundario
alimenta a su vez las líneas de salida. Así pues, en principio los únicos elementos imprescin-
dibles en una estación de este tipo son las líneas de llegada, los transformadores y las líneas
de salida. El dato fundamental sin embargo de los centros de transformación es que los
mismos tienen, como función esencial, el de variar (o transformar), las características de la
energía eléctrica, en el sentido de modificar el valor de la tensión aumentándolo o disminu-
yéndolo, e inversamente el de la intensidad de la corriente, manteniendo invariable el valor de
la potencia que, salvo las pérdidas que son siempre muy pequeñas, se transfiere íntegra-
mente del circuito primario (inductor) al circuito o circuitos secundarios (inducidos). En efecto,
una de las propiedades más útiles que poseen los circuitos de corriente alterna es la facilidad
y elevado rendimiento con que, mediante esta operación, se puede por medio de los transfor-
madores modificar los valores de las tensiones e intensidades de las corrientes. Operación,
5.33 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

por otra parte, de un gran rendimiento ya que, en función de la potencia, el valor logrado como
se ha comentado en diversas ocasiones, alcanza unos valores desde un 90 hasta más del 99
por 100 en las grandes unidades. La inclusión de estos elementos, resulta por tanto un factor
de optimización indispensable en las líneas de transmisión de energía eléctrica por cable, ya
que es en estos segundos componentes donde las pérdidas son importantes.

Aunque existen una larga serie de elementos que resultan imprescindibles para el funcio-
namiento de un transformador (interruptores, relés y aparatos de medida, seccionadores,
transformadores de intensidad, sistemas de telefonía y telemando, etc.), esos mecanismos
escapan a los objetivos de esta publicación por lo cual, en las líneas que siguen, nos limi-
taremos a referirnos a aquellos factores que por sus características pueden suponer una
cierta incidencia en los factores planificatorios y de ubicación.

Sin embargo, es importante observar como se ha comentado anteriormente que el trans-


formador puede ser intercalado en un circuito sin necesidad de modificar las características
de la energía, sino solamente con los fines de precaución y protección, constituyendo los
transformadores de aislamiento, condición que se obtiene separando metálicamente la pri-
mera parte de un circuito de la final, cuando exista la posibilidad accidental de ponerse en
contacto con elementos sometidos a una elevada diferencia de potencial.

En concepto y en la práctica, un transformador está constituido por dos series de bobinas


que se arrollan sobre un mismo núcleo de hierro. Las partes más importantes de un trans-
formador son como antes hemos adelantado, el circuito primario o inductor, que recibe la
energía necesaria de una red primaria o bien de máquinas sincrónicas generadoras; el cir-
cuito secundario o inducido, el cual a su vez, alimenta la red secundaria o las máquinas uti-
lizadoras de tensión, circuito, por tanto, diferente del primario; el circuito magnético, con-
feccionado con chapas de acero al silicio, aisladas entre sí mediante delgadas capas de
papel especial o barnices dieléctricos. El núcleo forma un circuito magnético cerrado en
cuyo interior circula un flujo de inducción, cuyo valor se modifica con el tiempo según las
variaciones que experimenta la corriente alterna inducida en el primario.

Establecidas estas bases elementales de funcionamiento de los transformadores, en la


práctica la construcción de estos mecanismos, especialmente los de gran potencia, es el
fruto de una técnica refinadísima para disminuir en lo posible las pérdidas producidas por
las corrientes parásitas en el núcleo magnético y por efecto Joule en los conductores cons-
titutivos del arrollamiento. Resultado de estas pérdidas es la producción de ruidos en la ope-
ración de transformación así como el desprendimiento de cierta cantidad de calor, que debe
ser transferida al exterior de la máquina para evitar elevaciones inadmisibles de la tempe-
ratura que puedan dañar y envejecer los aislamientos. Al aumentar la potencia de los trans-
formadores una refrigeración natural puede ser insuficiente y resultar necesario el uso de
atmósferas artificiales con sus inevitables secuelas de producción de ruidos, aumentos de
superficie y molestias en general por lo cual la ubicación de estos mecanismos debe reali-
zarse en lugares despejados, pero protegidos de la humedad, del sol y del viento, bien ven-
tilados y, preferiblemente, alejados de todo tipo de construcciones de carácter residencial.

Resumiendo, para dimensionar, diseñar y calcular debidamente un transformador necesita-


remos conocer además de las tensiones (primaria o de alta y secundaria o de baja) las poten-
cias demandadas así como la necesidad de alimentar una o varias acometidas. Este último
es el caso más habitual denominándose distribuciones del tipo radial-unitario.
5.34 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Los centros de transformación se encuentran sometidos a unos procesos de mejora muy


acelerados debido tanto al aumento de los consumos y elevadas potencias demandadas
como a la necesidad de mejorar tanto la seguridad de suministro como la de evitar daños
personales y problemas de contaminación ambiental. Según se ha comentado en aparta-
dos anteriores ello ha llevado a la realización, mediante elementos prefabricados, de
centros de transformación que se ejecutan en fábrica y pueden entregarse totalmente insta-
lados en cualquier lugar de la geografía española por alejado y accidentado que sea el lugar
de ubicación. Lógicamente la calidad de la instalación queda así garantizada por el propio
fabricante saliendo el equipo totalmente terminado de fábrica y dispuesto para su conexión
tanto a la red de Media como de Baja Tensión. Por ello, y a diferencia de los montajes
convencionales, el empleo de elementos o “celdas” prefabricadas favorece la normaliza-
ción de los centros de transformación, reducción del número de materiales y especializa-
ción del personal de explotación.

En efecto, en los montajes convencionales la calidad del trabajo es inevitablemente


variable por la dificultad que plantea un control estricto de la obra por lo que la simplifi-
cación y seguridad que producen las modernas tecnologías en la demanda espacial y
posibilidad de adaptación y crecimiento prácticamente frente a todo tipo de situaciones
hacen altamente recomendables estas técnicas de prefabricación de las que existen en
nuestro país excelentes soluciones para todo tipo de necesidades.

Su gran facilidad de utilización reside en que, mediante un reducido número de módulos indi-
viduales, las posibilidades de ensamble en un espacio común son innumerables, de forma
que, combinados, permiten obtener todos los esquemas que habitualmente se requieren en
instalaciones de abonados. Dado que las envolventes metálicas de cada módulo se encuen-
tran normalizadas, las obras auxiliares se reducen al mínimo por lo que las ventajas de con-
trol y facilidad de instalación son máximas pues las operaciones de montaje y desmontaje
son prácticamente inexistentes. Esta técnica realizada mediante soluciones de envolven-
tes prefabricadas en exterior (sean metálicas, de hormigón o poliester) presentan por otra
parte la posibilidad de hacer frente a posibles modificaciones de emplazamiento o, even-
tualmente, de ampliarse mediante módulos exteriores acoplados en paralelo de forma que
existe una correspondencia con los módulos de aparellaje que se alojan en el interior de los
mismos según vayan ampliándose las necesidades de demanda.

Una muestra de la extraordinaria versatilidad de esta técnica proviene de, a partir de los
módulos básicos individuales, lograr la posibilidad de formación de cualquier tipo de
Centro de Transformación que se desee. En la figura 11 se indica una posibilidad de con-
figurar un centro de transformación con doble alimentación a un transformador protegido
por un automático y dos desconectadores generales (uno para fuerza y otro para alum-
brado). Mediante este sistema se conocen previamente todos los datos dimensionales,
pesos, disposición y organización de los diversos elementos de forma que se puede
determinar con una total precisión las demandas de todo tipo, pero particularmente las
espaciales, que estos mecanismos demandan.

1.6.2.- Lineas aéreas: cables y conductores.


Como se ha indicado anteriormente en varias ocasiones, considerando como red base la
que dispone de tensiones de 380 e incluso 220 kV y sobre la que vierte la producción de
energía de las centrales sabemos que, fundamentalmente, existen cuatro niveles de
tensión en las redes de distribución. En las líneas que siguen terminaremos de definir las
5.35 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

características exigibles a estas redes por lo cual será obligada la repetición puntual de
conceptos ya vistos pero consideramos inevitable esta circunstancia para centrar debida-
mente el tema que nos ocupa en esta ocasión.
Figura 11.- ASPECTO EXTERIOR DE LOS MÓDULOS INDIVIDUALES
Esquema de
centro de
transforma-
ción configu-
rado median-
te módulos
prefabricados

De una forma simplificada puede indicarse que en el actual panorama técnico español y
aunque son previsibles importantes cambios de orientación en corto plazo tanto por razo-
nes técnicas como ambientales, la distribución de líneas en A.T.D. se ejecuta de forma
casi exclusivamente aéreas y en doble circuito.

Las líneas aéreas se emplean para el paso por terrenos no edificados y con tensiones ele-
vadas donde la presencia de conductores, sean desnudos o aislados, no representan peli-
gro alguno y los trazados pueden seguir la línea recta sin más impedimentos que los acci-
dentes naturales del terreno. Ya se ha comentado que, en igualdad de condiciones resulta
más económica la instalación aérea puesto que cualquier defecto puede detectarse sin nece-
sidad de proceder a ningún levantamiento de zanjas ni movimiento de tierras pero presen-
tan el inconveniente de que los conductores aéreos deben estar soportados cada cierta dis-
tancia por un elemento capaz de resistir el peso y las sobrecargas así como de mantenerlos
a las distancias mínimas entre ellos y el suelo que marca el Reglamento Electrotécnico de
Baja Tensión. Evidentemente cuanto mayor sea la distancia de separación entre soportes,
mayores son los esfuerzos que tienen que soportar estos por lo que los elementos emplea-
dos en este menester son materiales capaces de resistir grandes esfuerzos y, aunque el hor-
migón puede usarse ocasionalmente, los habitualmente elegidos son esencialmente, el hie-
rro y el acero.

En pequeñas tensiones el hormigón armado es un material frecuentemente empleado mien-


tras que en tensiones de mayor valor el acero es el material más comúnmente empleado. El
hormigón conlleva la ventaja de que su vida es ilimitada y el mantenimiento nulo pero pre-
senta el inconveniente de que, debido a su gran peso, constituyen elementos difíciles de
transportar por lo que su utilización puede ser prohibitiva en zonas muy alejadas de las vías
de comunicación circunstancia motivada entre otras cosas por la pequeña resistencia a la
flexión que posee el hormigón que hace problemático su transporte cuando el tamaño de las
piezas es grande.
5.36 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

La ventaja de los soportes de acero es que pueden transportarse por elementos hasta el
lugar concreto de la instalación y que su uso no presenta ninguna limitación por lo cual son
los generalmente empleados en líneas de tensiones elevadas si bien presenta el inconve-
niente de la oxidación cuando no se encuentran debidamente protegidos. Protección que
puede llevarse a cabo, como ya se ha comentado anteriormente por lo cual no insistiremos
más en este punto, galvanizando previamente en caliente los elementos o bien pintándo-
los debidamente si bien la renovación periódica de la pintura eleva considerablemente los
costos de mantenimiento. En cuanto a la disposición de los conductores en los soportes lo
habitual es que la misma responda a la tipología denominada en línea aunque existen otras
variantes como la denominada en triángulo dependiendo fundamentalmente la elección de
la tensión en servicio. En el caso de que existan dos líneas de iguales características que
deban ser paralelas durante una distancia considerable, resulta muy económico llevar las
mismas sobre apoyos comunes teniendo así las líneas y apoyos en doble circuito sistema
que resulta frecuente cuando se trata de tendidos en el exterior de núcleos urbanos.

Tanto los apoyos metálicos como las armaduras de los de hormigón se deben de conec-
tar a tierra mediante un conductor de hierro galvanizado en contacto con un electrodo
enterrado de forma similar al empleado en los Centros de Transformación. En efecto
debido a la necesidad de evitar los daños que se producirían en las líneas como conse-
cuencia de las descargas de origen atmosférico, es necesario instalar uno o varios con-
ductores de acero unidos eléctrica y mecánicamente a la parte más alta de los apoyos y
unidos a las tomas de tierra. A estos conductores se les denomina cables de tierra y su
necesidad es obviamente indispensable para la correcta ejecución de estas líneas some-
tidas a condiciones muy desfavorables de viento, lluvia y hielo. Otro aspecto de gran
importancia reside en el replanteo de apoyos en los cuales, manteniendo las distancias
que se indican por el Reglamento se pueden obtener vanos de diferentes longitudes
mediante la realización de cálculos no excesivamente sofisticados y que permiten variar
las distancias normalizadas existentes entre los diferentes apoyos.

El elemento más delicado de una línea


aérea es, sin duda, el aislador ya que el
más mínimo fallo en su calidad y proceso
de fabricación, montaje o uso dará origen
a una derivación de tensión que se trans-
mitirá al apoyo con el consiguiente peli-
gro para la red. En los tramos en baja en
los que la misma se dispone sobre las
fachadas se instalan unos tacos de fija-
ción y unas abrazaderas de distintas lon-
gitudes pero siempre sobresaliendo de
los paramentos de forma que se puedan
instalar los conductores debidamente
Figura 12.- separados de los paramentos, canalo-
Distintas nes, etc. Ciertamente estas medidas son
soluciones necesarias pero ello produce además de
para el deterioros en la fachada un aspecto exte-
tendido sub- rior muy desfavorable en cuanto a su
terráneo. adaptación al edificio propiamente dicho
se refiere. Por otra parte son necesarios
5.37 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

una serie de mecanismos como cajas de derivación y protección, registros, etc., sobresa-
liendo de la fachada de forma que la visualización de los diversos componentes es muy
desfavorable. Todo ello hace difícilmente justificable esta técnica en las zonas residencia-
les y, por supuesto, en cualquiera de aquellas áreas o construcciones de características
históricas en las cuales su adopción debiera estar rigurosamente prohibida. Las líneas
aéreas en B.T. están constituidas siempre por conductores aislados reunidos en haz, de
tensión nominal 0,6 / 1 kV con aislamiento de polietileno reticulado.

1.6.3.- Líneas subterráneas: cables y conductores.


Comenzaremos este apartado indicando que, contra lo que se cree, el proyecto de una
instalación de este tipo es mucho más sencillo que el de las líneas aéreas ya que no se
requieren ni soportes ni aisladores y, como los conductores no están sometidos a esfuer-
zos mecánicos importantes no son necesarios cálculos mecánicos, los cuales, si bien no
presentan problema matemático alguno suponen una complicación complementaria. Los
cálculos a realizar son únicamente eléctricos para obtener las secciones de los conducto-
res además de los correspon-
SIN RODADURA
Figura 13.- dientes a las determinaciones
Instalación de las distancias y profundida-
subterránea des de ubicación de los mismos
de cables para permitir la disipación del
hasta 24 kV calor generado por el efecto
sin y con Joule debido al paso de la
rodadura corriente. Pero, como veremos
superior de posteriormente, tanto por razo-
automóviles nes empíricas como prácticas
estas circunstancias se resuel-
ven de forma muy sencilla y rápi-
NOTAS: da basándose en los preceptos
- TUBOS DE HORMIGON CENTRIFUGADO O FIBROCEMENTO ø 15cm.
- CADA 25 m MAXIMO IRA UNA ARQUETA CIEGA reglamentarios.

BANDA Nº DE Nº ANCHURA “A” Las soluciones habituales


TUBOS TUBOS COLOCADOS TUBOS COLOCADOS
DE TUBOS TUBOS h EN UN PLANO AL TRESBOLILLO empleadas en este caso son
1 40 110 mmø 125 mmø 160 mmø 110 mmø 125 mmø 160 mmø
1 2 40
tradicionalmente dos (figura 12):
2 45 50 55 - - -
3 55 3 60 65 70 45 50 55 - Tendidos de los cables
2 5 55 4 70 75 80 45 50 55
5 85 90 95 60 65 70
directamente en zanja.
7 100 120 - 70 75 80 - Tendidos dentro de tubos
9 - - - 85 90 95
enterrados.

CON RODADURA
Como norma de diseño general
indicaremos que se puede afir-
mar rotundamente que la solu-
ción de tendido de cables direc-
tamente en zanjas no resulta
admisible en la actualidad ya que
en el caso de averías se debe pro-
ceder a levantar toda la conduc-
ción puesto que el cable instala-
do según esta técnica no es recu-
perable. Por ello la instalación de
cables en zanjas multitubulares resulta, actualmente, imprescindible sea cual sea la tensión
de transporte de la energía (figura 13).
5.38 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Las canalizaciones de media-alta tensión se tienden por debajo de las aceras a una pro-
fundidad mínima de 1,20 m si bien 95 cm es la distancia mínima imprescindible. La solu-
ción constructiva deseable es la de colocar los cables dentro de conducciones de fibro-
cemento o plástico embebidos y fijados en bloques de hormigón por el interior de los cua-
les pasarán los cables siendo siempre conveniente realizar la previsión de dejar uno o
dos tubos libres para posible paso de nuevos cables resultando necesario mantener en
los cruces de calzada una profundidad mínima de 1,20 m.

Las líneas se realizan en forma de bucle abierto y con líneas de igual sección en todo su
recorrido mediante varias líneas principales llamadas de trabajo, que entran y salen de
los centros de transformación destinados a la alimentación de los usuarios y una o dos
líneas de socorro que parten de las Estaciones o Subestaciones de Transformación los
cuales discurren por los centros de transformación finales de cada línea de trabajo pero
que normalmente no alimentan a ninguno de ellos. Estas líneas están formadas por
cables trifásicos con conductores de aluminio aislados con papel impregnado y protegi-
dos mecánicamente con flejes de acero conectados a los centros de transformación
mediante botellas terminales (en el caso de cables exteriores el aislamiento se consigue
por medio de aisladores de porcelana con un nivel de aislamiento adecuado a la tensión
de la línea).

En cuanto a la composición de los cables (figura 14) en M/A Tensión (que son funda-
mentalmente unipolares o tripolares) básicamente un cable estará compuesto de los ele-
mentos siguientes:

- Conductor o conductores, generalmente en aluminio semiduro aunque pueden


ejecutarse en cobre electrolítico recocido.
- Capa semiconductora, para uniformizar las superficies irregulares del conductor o de
la pantalla con objeto de mejorar el comportamiento del aislamiento bajo la acción del
campo eléctrico.
- Aislamiento, destinado a evitar el contacto entre el conductor y los elementos
metálicos exteriores o bien la tierra, bajo tres modalidades diferentes: papel
impregnado (incluyendo aceite a presión y gas), aislantes secos o polímeros y
aislantes especiales.
- Rellenos, para dar forma cilíndrica al conjunto (solamente en el caso de los cables
multipolares).
- Pantallas, con objeto de proteger mecánicamente el conjunto.
- Cubierta metálica o armadura, con objeto de proteger químicamente las armaduras y
pantallas así como el dar protección mecánica contra el rozamiento en los tendidos.
- Cubierta exterior: también con objeto de proteger los elementos anteriores, constituye
un elemento común para todos los cables aunque no sean previsibles esfuerzos
mecánicos ni se dispongan en ambientes o elementos agresivos.

El aislamiento es un componente que merece un comentario especial. De los citados


anteriormente el papel impregnado se encuentra en desuso en baja tensión pero sigue
siendo muy utilizada en las altas tensiones pues aunque se ha originado una marcada
tendencia a usar progresivamente el aislamiento seco lo cierto es que existe una cierta
preferencia por parte de las compañías eléctricas al uso del papel debido a su satisfactoria
experiencia de utilización durante muchos años. El papel se compone de celulosa y otros
materiales artificiales como vidrio, amianto y mica impregnados en resinas y aceites
5.39 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

minerales que impiden la entrada de humedad y todo ello recubierto normalmente con
plomo, que sirve de pantalla electrostática de conductor de corriente de retorno y protección
contra los agentes químicos, y unas piezas terminales que hacen que el conjunto sea
hermético. Actualmente, y como respuesta a los aislantes secos, se realizan papeles
especiales que pueden desplazarse en el interior del cable y resuelven perfectamente los
problemas de desniveles.

Figura 14.-
Tipos
básicos de
cables y
elementos
constituyen-
tes. CABLE UNIPOLAR, APANTALLADO: UN CONDUCTOR REDONDO (HILO O CUERDA).

L E Y E N D A
1 CONDUCTOR
2 CAPA SEMICONDUCTORA
3 AISLAMIENTO
4 PANTALLA
5 RELLENOS
6 ARMADURA
7 CUBIERTA

CABLE TRIIPOLAR CON ALMAS APANTALLADAS: TRES CONDUCTORES REDONDOS.

CABLE ARMADO TRIIPOLAR CON ALMAS APANTALLADAS: TRES CONDUCTORES REDONDOS.

En cuanto a los aislantes secos los mismos se pueden dividir por sus características en
plásticos o plastómeros y los derivados del caucho o similares denominados elastóme-
ros. Los plásticos son mezclas de resina sintética como material básico y en el que se
basan las propiedades dieléctricas si bien se incluyen una serie de aditivos que le dan
mejores propiedades mecánicas y químicas.

Por su comportamiento frente al calor los plásticos se dividen en dos grupos: los termo-
plásticos que se ablandan con el aumento de temperatura y perdiendo parte de sus pro-
piedades mecánicas, recuperando calor al enfriar y, en segundo lugar, los termoestables
que solamente se ablandan una vez resistiendo posteriormente elevadas temperaturas
hasta llegar a unos valores críticos en la que pierden definitivamente sus propiedades
mecánicas. En cuanto a los elastómeros, los mismos se estiran por acción mecánica
recuperando su forma al cesar la acción exterior propiedad que adquieren mediante vul-
canización. Además incluyen diversos aditivos como reblandecedores, aditivos de vul-
canización, antioxidantes, etc.
5.40 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Dentro de los aislantes secos los más corrientes son los siguientes: cloruro de polivinilo
(PVC), Polietileno Termoplástico modificado (PE). Polietileno Reticulado (XLPE, PRC), la
goma butílica (BR, IIK) y el Etileno-propileno (EPR).

Limitándonos al suministro en B.T. es evidente que un tema de la mayor importancia es el


correspondiente a los cables eléctricos aislados partiendo de la consideración de que en una
instalación fija en baja tensión puede utilizarse tanto cable rígido como flexible, siempre y
cuando se respeten las condiciones y exigencias que en cuanto a la elección e instalación
figuran tanto en las normas UNE correspondientes como en las normas particulares de cada
cable. En general y refiriéndonos a los destinados para instalaciones fijas y dentro de la gama
de tensiones 0,6/1 kV el aislamiento está constituido por XLPE, EPR Y PVC, con cubierta de
PVC siendo asimismo posible la adopción de aislamiento de XLPE sin cubierta según se
indica en las normas UNE 21.123 y 21.030, respectivamente.

Para la tensión normalizada preferente de Uo / U = 220 / 380 V (en la cual como se sabe,
se considera que la tensión simple Uo es la tensión entre fase y neutro de valor 220 V y la
tensión compuesta, U, entre fases adopta un valor de 380 V) los cables con nivel de aisla-
miento 1.000 V no presentan inconvenientes eléctricos aunque, en determinadas ocasio-
nes, puedan hacer correr riesgos a las personas encargadas del mantenimiento o ciertos
equipos integrados en los circuitos. Al referirnos a este nivel de aislamiento la denomina-
ción estricta es de 0,6 / 1 kV, es decir que han de ser capaces de soportar 0,6 kV de tensión
nominal a frecuencia industrial entre el conductor y tierra y 1 kV de tensión nominal también
a frecuencia industrial entre conductores.

En la instalación enterrada directamente solamente se pueden emplear cables de 1000


V no pudiéndose instalar directamente enterrado ningún cable de los tipos hasta 450/750
V. Para instalaciones fijas de cables al aire libre y al exterior también deben emplearse
cables de 1000 V aunque se pueden utilizar cables de 750 V de aislamiento pero con la
obligatoriedad de tratarse de cables con aislamiento y cubierta termoestable y garantía
de que la cubierta resiste la intemperie. Así están prohibidos los cables de PVC del tipo
armonizados y con tensiones hasta 450/750 V.

Lo cierto es que es necesario insistir en que toda distribución en el interior de los núcle-
os urbanos e independientemente del tamaño del mismo, debiera ejecutarse de forma
subterránea con trazados bajo las aceras ó, en todo caso, en zonas libres e incluso espa-
cios ajardinados mediante la solución denominada “en zanjas”. Además el proyecto de
una instalación subterránea de este tipo no requiere soportes ni aisladores y permite que
sus conductores no se encuentren sometidos a esfuerzos mecánicos importantes excep-
to el establecimiento de las distancias a las que deben tenderse entre sí los conductores
para que el calor generado por efecto Joule se disipe a través del terreno sin perjudicar
la instalación. Por otra parte, y a diferencia de los conductores aéreos, los mismos deben
disponerse siempre aislados pudiendo ser unipolares o tripolares según tenga una o las
tres fases en un mismo conductor.

Los cables utilizados tanto en líneas como en acometidas han de ser de una tensión nomi-
nal de 0,6 /1kV con aislamiento termoestable, de polietileno reticulado o etilenopropileno.
La cubierta suele ser de policloruro de vinilo o de policloropreno en función del aislamiento
exigido y el conductor, normalmente unipolar, de aluminio con sección circular compacta.
5.41 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

También existen circuitos en los cuales existe un cuarto conductor, generalmente de menor
sección destinado a neutro, que se emplea para las distribuciones a cuatro hilos.

Las zanjas, que deben sistemáticamente tenderse a ambos lados de las calles con objeto
de simplificar la ejecución de las acometidas, suelen ejecutarse con dimensiones entre 0,60
x 0,60 m en los casos habituales si bien son recomendables valores de profundidad mayo-
res siempre que se pueda. Así, por ejemplo, caso de ser necesario algún cruce de carrete-
ras el M.O.P.T.M.A. exige que se dispongan en esos puntos profundidades entre 1 y 1,5 m
en cuyo fondo se dispone un lecho de arena compactada de unos 15 cm sobre el que se
extienden las conducciones protegidas por el empleo de tubos o piezas especiales de hor-
migón en cuyo interior se alojan los cables. También es frecuente, e incluso lo consideramos
más recomendable, introducir los conductores en tubos de PVC de 140 mm de diámetro por
ser más ligeros y cómodos de usar. Los mismos se recubren con otra capa compactada de
arena o tierra natural y encima de esta se coloca una hilera de ladrillos con objeto de prote-
ger la misma y avisar de su presencia en caso de que posteriormente se realicen obras de
excavación evitándose posibles daños y accidentes. Es también medida de precaución la
previsión de colocar sobre el terreno natural compactado, una cinta de señalización de plás-
tico o similar medida cuya incidencia económica es prácticamente nula pero que permite
apercibirse de la existencia de la red con gran facilidad y que consideramos estrictamente
obligada (figura 15). Otra posibilidad consiste en los casos en que existan cruces de las zan-
jas con vías de comunicación o zonas de grandes cargas los conductores se protegen del
aplastamiento del terreno, además de mediante piezas como las anteriores con la inclusión
de un hormigonado de los espacios intermedios. (figura 16).

Figura 15.-
Conducción
en Baja
Tensión,
enterrada sin
reforzar.

1 Cable de aluminio para ten-


sión nominal 1000 V.
Número de fases igual a 3
para conducción trifásica e
igual a 1 para la monofási-
ca.
2 Aridos. Relleno de arena de
rio en espesor de 10 cm
para asiento de cables.
3 Ladrillo hueco sencillo.
4 Zahorra consolidada.
5 Hormigón en seco
6 Cinta de señalización de
Figura 16.- plástico.
7 Hormigón de 300 Kg.
Conducción 8 Tubo y piezas especiales de
en Baja PVC u hormigón (ø 140 mm).
9 Hormigón ciclópeo.
Tensión, 10 Firme asfáltico o similar.
reforzada y
enterrada.
5.42 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

Cada cierta distancia y siempre que se produzcan cambios de dirección, empalmes o


bifurcaciones se disponen arquetas visitables de registro (figura 16) normalmente en
fábrica de ladrillo con un desagüe en su fondo, que tienen por misión facilitar la inspec-
ción y las reparaciones (figuras 17 y 18). En todos los casos sean las redes aéreas o sub-
terráneas, el neutro se conecta a tierra a lo largo de la red cada 400 m y además, cada
200 m en las derivaciones. La protección de las inclemencias atmosféricas así como la
imposibilidad de que se produzcan contactos con los conductores hacen que la única
posibilidad de averías en los tendidos en zanjas se origine casi exclusivamente en los
empalmes por lo que existe una refinada tecnología para protegerlos mediante pastas
aislantes reforzadas con tuberías de fundición bien sea en forma de uniones simples o
derivaciones en forma de te o cruz.

1.6.4.- Reserva de espacios para los Centros de Transformación.


Llegados a este punto concreto recordemos el hecho de que cada empresa suministra-
dora dispone de unas tablas propias en las cuales se recoge la sistemática de cálculo del
número teórico de centros de transformación en función de la densidad resultante y de
los valores de la potencia de los transformadores que habitualmente manejan las citadas
empresas. Y también que hay ciertas diferencias de método entre las diversas compañí-
as. Por ello es necesario mantener un contacto directo con los técnicos de las mismas
para definir
Figura 17.-
Arqueta
registrable
para cables
entubados.

SECCIÓN PLANTA

Figura 18.-
Arqueta
registrable
de cambio
de sentido
para cables
entubados.

SECCIÓN PLANTA
5.43 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

concretamente los modelos a adoptar. Por otra parte, esas tablas y el desarrollo que a
continuación se indica no son los definitivos, ya que serán finalmente las potencias soli-
citadas por los edificios previstos y las distancias respectivas las que permitirán ubicar
de forma precisa estos importantes elementos. El guión que se indica en las líneas que
siguen constituye sin embargo una importante etapa para la planificación eléctrica del
sector que nos interesa.

La potencia y número de los Centros de Transformación se obtienen a partir de la den-


sidad de potencia o cociente entre la potencia total demandada real y la superficie servi-
da, considerando los valores modulares de potencia de transformadores. Esta potencia
total real demandada, tras la introducción del coeficiente de simultaneidad correspon-
diente a las redes de baja tensión (0,40) queda como sigue:

PCT (kW) = 0,40 x PT (kW)

Conocida esta potencia procederemos a obtener la densidad eléctrica por km2 realizan-
do las equivalencias correspondientes recordando que 1 MW = 1.000 kW y que 1 km2
equivale a 100 Has.

En cuanto a la reserva de espacios para los centros de transformación en exteriores las


dimensiones mínimas de los locales son muy variables en función de las tensiones, tipo
de obra civil, potencias demandadas e incluso, de la compañía suministradora. Por ello
y como mera orientación nos limitaremos a reproducir las facilitadas por la Norma
Tecnológica de la Edificación sobre centros de transformación en superficie (NTE-IET).
En cuanto a los subterráneos se deben suplementar esas superficies en los correspon-
dientes a los espacios de acceso. En resumen nos remitimos a las dimensiones de la
NTE antes indicada que recoge, sin incluir los espacios de acceso de materiales, los
datos siguientes (medidos en cm):

• Equipo transformador sencillo:


- Para tensiones menores a 20 kV: fondo 420, frente 540, altura 280.
- Para tensiones comprendidas entre 20 y 30 kV: fondo 480, frente 600, altura 360.

• Equipo transformador doble:


- Para tensiones menores de 20 kV: fondo 420, frente 600, altura 280.
- Para tensiones comprendidas entre 20 y 30 kV: fondo 480, frente 720, altura 360.

En cuanto a los centros tipo lonja son aquellos que se ubican sea en determinados espa-
cios urbanos generalmente en el interior de los edificios, sean estos de uso residencial u
otros, generalmente en planta baja o en planta de sótano debido a la obligatoriedad esta-
blecida al respecto por el Reglamento Electrotécnico en Baja Tensión el cual exige de un
local exclusivo para ubicar estos elementos en aquellos edificios que superen una deman-
da de potencia de 50 kVA. La alimentación de los mismos se realiza mediante líneas sub-
terráneas correspondiéndose su emplazamiento con zonas completamente urbanizadas
pudiendo estar constituidos por cualquiera de las soluciones antes indicadas. Aunque la
concepción de un centro de transformación MT/BT depende de una serie de parámetros
relacionados con la estructura de la red, la potencia demandada, las condiciones del entor-
no, etc., aquellos situados en el interior de los edificios presentan una diferencia funda-
mental con respecto a los exteriores, basada en la necesidad de considerar la importancia
5.44 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

de unas dimensiones de ocupación reducidas debido a la incidencia que supone cada m2


destinado a este uso. En base a esta circunstancia la previsión de elementos prefabrica-
dos en estos lugares parece que debiera considerarse cara al futuro como absolutamen-
te prioritaria.

Aunque específicos para cada Empresa suministradora, los requerimientos espaciales


habituales se basan en la recomendación UNESA correspondiente, y, concretamente
Iberdrola en cuanto a medidas mínimas se refiere, solicita las medidas siguientes (las
medidas indicadas se recogen en metros y las superficies serán lisas y libres, es decir,
sin pilares, columnas, retranqueos, etc.):

• Hasta 500 kW de potencia suministrada:


- Tensiones entre 10 y 20 kV:4, 00 x 5,00 de superficie libre y 3,50 de altura libre.
- Tensiones entre 20 y 30 kV: 4,50 x 6,00 de superficie libre y 4,00 de altura libre.

• De 500 a 1.000 kW de potencia suministrada:


- Tensiones entre 10 y 20 kV: 4,00 x 6,00 de superficie libre y 3,50 de altura libre.
- Tensiones entre 20 y 30 kV: 4,50 x 7.00 de superficie libre y 4,00 de altura libre.

• Más de 1.000 kW de potencia suministrada:


- Tensiones entre 10 y 20 kV: 4,00 x 7,00 de superficie libre y 3,50 de altura libre.
- Tensiones entre 20 y 30 kV: 4, 50 x 8, 00 de superficie libre y 4,00 de altura libre.

Como último comentario respecto a la planificación de los centros de transformación, es


necesario resaltar que cuando se presenta un aumento de potencia en una determinada
zona, es técnica recomendable bien porque las máquinas tengan una carga máxima infe-
rior a la nominal, bien porque exista la posibilidad de instalar máquinas de potencia supe-
rior a las existentes o espacio para acoger a una segunda máquina, la posibilidad de
aumentar sistemáticamente la potencia en el centro existente en lugar de proyectar un
nuevo centro de transformación. Es en este aspecto de la rehabilitación de las redes de
energía y más concretamente de los centros de transformación preexistentes, donde son
evidentes las posibilidades de integración de las nuevas maquinarias compactas prefa-
bricadas.

Recordemos que el Reglamento de Planeamiento actualmente vigente indica en su artí-


culo 53 apartado 6 que la red de distribución de energía eléctrica en el caso de Planes
de Urbanismo de uso predominantemente residencial “dispondrá de una red de distribu-
ción subterránea encontrándose los Centros de Transformación integrados en la edifica-
ción o que serán subterráneos”. Es sin embargo necesario tener presente que los C. de
T. subterráneos no deben situarse en los sinclinales de las redes de comunicación y pun-
tos bajos de la configuración territorial ya que estos elementos en zonas inundables pre-
sentan muchos problemas e interrupciones del suministro energético.
5.45 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

2. PLANOS

2.1. SIMBOLOGÍA

Indicaremos, a título orientativo, la simbología más


corrientemente utilizable en el grafiado de planos para reflejar una red de suministro de
electricidad. Al igual que en otros capítulos de la publicación se ha seguido la simbolo-
gía de las NTE-IER (Instalaciones de Electricidad: red exterior) y NTE-IET (Instalaciones
de Electricidad: centros de transformación).

TABLA 12.-
SÍMBOLOS UTILIZADOS EN REPRESENTACIÓN DE INSTALACIONES DE SUMINISTRO
Y DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Especificación. Aplicación

Conducción de UkV Para alimentación de los centros de transformación. Su tendido


distribución en N.S se realizará siguiendo la línea de aceras y debajo de éstas a una
alta tensión, ente- profundidad mínima de 0,80 m y separadas de la línea de facha-
rrada. Tipo S-U. da 1,00 m, como mínimo.
Aislamiento N.

Conducción refor- En líneas de distribución en alta tensión enterradas, situadas


zada de distribu- UkV bajo calzadas u otros espacios en los que se prevea paso de
N.S
ción en alta ten- vehículos pesados.
sión, enterrada.
Tipo S-U.
Aislamiento D-N.

Conducción refor- Para alimentación de los puntos de entrega, desde los centros de
220/330
zada en baja ten- transformación:
N.S.n
sión, enterrada. S Su tendido se realizará siguiendo la línea de aceras y debajo de
N n. éstas a una profundidad mínima de 0,60 m y separadas de la
línea de fachada 1,00 m, como mínimo.
- Conducción monofásica: en los tramos finales de redes radia-
les para uno o dos abonados.
- Conducción trifásica: en los restantes casos.

Conducción refor- En líneas de distribución de baja tensión enterradas, situadas


220/330
zada de distribu- N.S.n
bajo calzadas u otros espacios en los que se prevea paso de
ción en baja ten- vehículos pesados.
sión, enterrada. S - Conducción monofásica: en los tramos finales de redes radia-
D N n. les para uno o dos abonados.
- Conducción trifásica: en los restantes casos.

Línea de distribu- 220/330


En conjuntos de edificaciones unidas y con altura no superior a
ción en baja ten- S 5 plantas incluida la planta baja. Se dispondrá sobre las facha-
sión, aérea por das de los edificios a una altura del suelo no inferior a 2,50 m ni
fachada S. superior a 4,00 m.

Línea de distribu- En líneas de distribución en baja tensión aéreas por fachada


220/330
ción en baja ten- cuando ésta atraviese espacios libres de edificación.
S
sión, aérea y ten-
sada S.
5.46 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

TABLA 12.-

Conducción de Para alimentación de los puntos de luz del alumbrado público.


alumbrado S D N. Su tendido se realizará siguiendo la línea de aceras o en las
medianas de separación de calzada, debajo de aquellas a una
profundidad no inferior a 0,40 m y separadas de la línea de bor-
dillo 0,75 m.

Conducción refor- En líneas de alumbrado situadas bajo calzada u otros espacios


zada de alumbra- en los que se prevea paso de vehículos pesados.
do S D N.

Arqueta de En los cambios de dirección o en derivaciones de las líneas de


alumbrado. alumbrado.

Armario de aco- Para conexión de las líneas de distribución en baja tensión, con
metida instalado - las posteriores acometidas en urbanizaciones residenciales de
N. viviendas unifamiliares.
El número máximo de acometidas desde un mismo armario será
de 4.
En los restantes casos de acometidas a otros tipos de vivienda,
como solución alternativa a la caja general de protección.

Equipo transfor- De acuerdo con los criterios que se establecen en la NTE-IER:


mador sencillo. S - Instalaciones de electricidad. Red exterior.
U-I-N-I3-P.

Equipo transfor- De acuerdo con los criterios que se establecen en la NTE-IER:


mador doble. U-I- - Instalaciones de electricidad. Red exterior.
D
N-I3.

Línea de puesta a Para la conexión de las masas metálicas de celdas, transforma-


tierra de masas dor, cuadro de baja tensión, etc., con la instalación de puesta a
metálicas. tierra, determinada según la NTE-IEP: - Instalaciones de electri-
cidad. Puesta a tierra.

Línea de puesta a Para la puesta a tierra del neutro de las líneas de distribución en
tierra del neutro. baja tensión.
La puesta a tierra del neutro se hará separadamente de las de las
masas metálicas y a una distancia de éstas determinada según la
NTE-IEP: - Instalaciones de electricidad. Puesta a tierra.

2.2. RELACIÓN DE PLANOS

- Plano de situación: Tendrá por objeto la ubicación geográfica del trabajo y, en fun-
ción de la dimensión de la obra, la escala variará de forma que se aprecie la dis-
posición de la red en su totalidad. Para localizar el lugar se delimitará la obra
con un círculo o un rayado.

- Plano de emplazamiento: La escala de representación es más precisa que en el


plano de situación y se indicarán cuantos elementos singulares y accidentes topo-
gráficos existan en la zona afectada por la infraestructura proyectada. La escala
podrá variar entre 1:5.000 y 1:2.000. Se delimitará gráficamente la actuación de la
obra.

- Plano de estado actual: Se representan las construcciones, caminos, acequias, y


cuantos elementos y accidentes topográficos existan en la zona. La escala podrá
5.47 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

y cuantos elementos y accidentes topográficos existan en la zona. La escala podrá


variar entre 1:2.000 y 1:1.000. Se utilizará la cartografía existente debidamente
actualizada o el levantamiento topográfico directo del terreno para el desarrollo del
proyecto. Se situarán las redes de infraestructuras existentes, si es el caso, con
indicación de todos los servicios. Es muy deseable referirse a la cartografía muni-
cipal actualizada y en los trazados urbanos se representarán claramente las line-
as de las aceras y de los bordillos para fijar los límites y la ubicación de la canali-
zación futura.

Cuando la zona afectada se disponga al exterior del perímetro urbano, se indica-


rán las carreteras, ferrocarriles, conducciones y en general todos los elementos
singulares que constituyen puntos fijos para los planos de planta definitiva.

- Plano de planta de obras: Se utilizará el plano topográfico a escala 1:500 ó 1:1.000,


con una distancia entre curvas de nivel de un metro.

Se representará la red con indicación de las dimensiones y los diferentes elemen-


tos que integran cada tramo. Se indicará con particular detenimiento la estructura
de la red en baja tensión a partir de los Centros de Transformación, canalizacio-
nes y sus dimensiones, niveles y cotas de tendido, así como las distancias de pro-
tección en puntos singulares o con respecto a otras instalaciones. Todo ello con la
simbología que permita identificar sin dudas las lineas, circuitos, equipos de segu-
ridad, mando, etc.

- Plano de las obras especiales: Se incluyen en este plano aquellas obras necesarias
para implantar las conducciones de transporte y distribución, necesarias para
implantar la conducción pero que precisan una definición complementaria a la
estricta incluida en la sección tipo. Estos planos variarán dependiendo de la cons-
trucción de que se trate, tipo de terreno, técnicas utilizadas, etc.

Una enumeración, no exhaustiva puede ser la siguiente: tubo de protección, cruce


con carretera, cruce con ferrocarril, cruce con curso de agua, instalación en terre-
nos inestables, protecciones, lastrado de conducciones, bandas de señalización,
losas de hormigón, cruces y paralelismos con otras conducciones, etc.

Ademas de las anteriores, presenta particular importancia las referencias a los ele-
mentos constructivos, de la red tales como locales (Centros de Transformación,
armarios de contadores, de distribución y seccionamiento) ademas de los cuadros
de mando y protección.

- Planos de detalles de las obras y elementos complementarios: Los detalles más


generales de las conducciones deben de encontrarse en estos planos, también lla-
mados planos-tipo, que hacen referencia a elementos obligados y siempre repeti-
dos en las redes de distribución. Se representan si existen, y, en general, tantos
detalles como sean necesarios tanto para definir el trabajo y valorar el mismo con
toda precisión.

Las escalas serán las adecuadas en cada caso para ejecutar sin dificultades los
5.48 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

detalles que se han expuesto: habitualmente 1:20 y 1:10. Es digno de mención que
existen elementos muy específicos tales como postes, los cuales son facilitados
directamente como planos-tipo por las compañías suministradoras, Centros de
Transformación, armarios de acometida, conducciones de distribución sean norma-
les o reforzadas, arquetas, etc.

- Documentación de fin de obra: Una vez finalizada la ejecución de la red se deben de


elaborar una serie de documentos de fin de obra que recojan de una forma com-
pleta y actualizada el estado final de la misma.

Esta documentación será, por otra parte, de la mayor importancia para las posterio-
res labores de control y mantenimiento de la red, ya que uno de los graves problemas
detectados en estas últimas lo constituyen los problemas documentales motivados
por la no inclusión de las inevitables modificaciones en los planos definitivos. Es par-
ticularmente importante recoger el estado final y las eventuales interferencias con res-
pecto a las infraestructuras de abastecimiento de agua, gas y telefonía.

3. PLIEGO DE CONDICIONES TÉCNICAS

El Pliego de Condiciones Técnicas regirá en cada


una de las obras correspondientes mediante la “personalización” del mismo para cada
caso concreto. Es norma habitual que, además de las condiciones específicas conteni-
das en el Pliego, se haga referencia a todas aquellas Normas y Disposiciones Oficiales
que no se opongan a las condiciones específicas enumeradas anteriormente y que guar-
den relación con las obras del Proyecto de que se trate (Reglamentos Electrotécnicos de
Alta y Baja Tensión así como sus modificaciones posteriores, Normas Tecnológicas de
la Edificación, Instrucción de normas UNE de aplicación, etc.).

3.1. CARACTERÍSTICAS DE MATERIALES Y ELEMENTOS COMPLEMENTARIOS

Contendrá las condiciones de carácter general,


condiciones técnicas de materiales, tuberías, elementos complementarios que deban
cumplir en base a su idoneidad, puesta en servicio y prestaciones. Asimismo, se defini-
rán las particularidades tales como homologaciones, etc., relativas a estos materiales y
elementos que por criterios de diseño, durabilidad, económicos, o particulares, etc.,
deban cumplirse en el ámbito de la red de suministro. Deberán recogerse todos aquellos
elementos que hayan sido descritos en la memoria y reflejados en los planos de proyec-
to como unidades de obra o partidas que sean posteriormente medibles. Las leyendas y
textos serán eminentemente técnicos y se referirán a aquellos aspectos que conviene
examinar como documentación anexa, contemplando temas tan diversos como condi-
ciones de control, ejecución, seguridad, mantenimiento, etc.
5.49 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

3.2. NORMATIVA A CUMPLIR

En este caso debe señalarse cual es la normativa


que ha de cumplirse para que toda la red de suministro incluidos sus elementos com-
plementarios tenga garantizada la calidad, funcionalidad, durabilidad y rendimiento espe-
rados. En especial son las Normas UNE las que cubren esta exigencia. Si no se redac-
ta, por extenso, el contenido correspondiente debería, al menos, hacerse referencia al
número (y/o apartado) de la Norma a cumplir.

Complementando la normativa indicada en el párrafo 1.2, deberá tenerse presente en la


realización de los trabajos, la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo,
en todos aquellos aspectos que sean de aplicación en el contexto del trabajo a realizar.
También es recomendable la inclusión de las NTE que se indican a continuación:

• NTE- IEB: Instalaciones de Electricidad: Baja Tensión.


• NTE- IEE: Instalaciones de Electricidad: Alumbrado Exterior.
• NTE- IEP: Instalaciones de Electricidad: Puesta a Tierra.
• NTE- IET: Instalaciones de Electricidad: Centros de Transformación.
• NTE- IER: Instalaciones de Electricidad: Red Exterior.
• NTE- IEG: Instalaciones de Electricidad: Generales.

3.3. CONTROL DE CALIDAD

En este apartado deberían recogerse las condicio-


nes y partes a controlar de la red de suministro de energía eléctrica en los siguientes
aspectos:

- Control de materiales (recepción).


- Control de ejecución.
- Pruebas de servicio.

En todos los casos el criterio a seguir será el de indicar el hecho de que, para dar por buena
una instalación de este tipo resultan imprescindibles determinados controles específicos
en cada una de las etapas anteriores; fundamentalmente en las fases de tendido y cone-
xionado originando como consecuencia directa la existencia de anomalías que afectan no
solamente a la calidad del suministro propiamente dicho sino, y especialmente, a la segu-
ridad de la red y de los usuarios.

Este control debe ser realizado por personal muy especializado, si bien integrado y encua-
drado en la organización general del Control de Calidad de la Obra. En cuanto a los porcen-
tajes de control a aplicar, los mismos lógicamente variarán en función de la importancia de
los edificios a servir, pero es frecuente la recomendación de adoptar porcentajes variables
entre un 50 y un 70 por 100 del número de elementos o de longitud de las canalizaciones,
tanto en el tendido de las redes como en el utillaje eléctrico propiamente dicho.

Con un carácter muy limitado y meramente indicativo son frecuentes la aparición de ano-
malías como las que a continuación se indican:

- Falta de continuidad de los cables.


- Defectos de aislamiento de los cables.
5.50 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

- Errores en la identificación de los cables.


- Defectos de conexionado de los conductores.
- Carencias en la separación dimensional respecto a otras instalaciones y entre los
propios cables.
- Proceso de tendido.
- Fijación y estado final de los cables.
- Longitudes adecuadas de los conductores.
- Comprobación de las resistencias de tierra.
- Etc.

Completadas las actuaciones anteriores de forma satisfactoria se dará por finalizado el


suministro e instalación correspondiente, lo cual será certificado por el Director de la
Obra procediéndose seguidamente a la redacción y firma del Acta de Recepción
Provisional. En dicho Acta, si existen algunos reparos a la instalación, se harán constar
los mismos junto con un plazo de tiempo para que los mismos sean subsanados.

Estos reparos deberán ser tales que no impidan la correcta operación del equipamiento y su
explotación y uso normal. En caso de que no se presenten problemas de envergadura se
fijará un plazo de garantía de los equipos, materiales, obras e instalaciones incluidas en el
trabajo de, por ejemplo, un año a partir de la fecha de recepción provisional.

3.4. USO Y MANTENIMIENTO

Se indicarán las especificaciones relativas al uso,


conservación y mantenimiento que, de la red de suministro y elementos complementa-
rios -al menos los más importantes-, debe hacer Ayuntamiento o compañía encargada
de este cometido, con objeto de conseguir una mayor eficacia, rendimiento y durabilidad.

En el caso de la energía eléctrica existe una peculiaridad que merece un comentario espe-
cífico referente a la evolución de las anomalías las cuales suelen ser más frecuente en los
dos primeros meses de funcionamiento, en los cuales se producen los “picos” más altos
de los defectos de funcionamiento, particularmente cuando por razones de planificación
se produce de forma simultánea un volumen importante de conexionado en la red.

Las referencias al mantenimiento de la red y sus componentes se realizarán de forma espe-


cífica e indicando los correspondientes períodos de comprobación (anuales, bianuales,
quinquenales, etc.) para los diferentes elementos componentes (C. de T., armarios y cua-
dros de protección, cables y conductores, líneas de puestas a tierra, etc.) indicando los valo-
res límites en cuanto a tensiones, resistividades, etc. Todo ello con el suficiente detalle y en
las circunstancias climatológicas adecuadas (terrenos secos, tras episodios de descargas
eléctricas, etc.), de forma que se mantengan los valores y rendimientos iniciales de la red lo
cual redundará en una explotación eléctrica mucho más segura de la misma.

3.5. ESPECIFICACIONES DE MONTAJE

Se describe la ejecución de cada unidad de obra,


incluyendo la definición de las operaciones que comprende y las condiciones que debe-
rá cumplir, así como los ensayos precisos para comprobar los valores establecidos.
5.51 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

4. PRESUPUESTO

La oferta económica detallará los precios unitarios


de todos los componentes, equipos, módulos, materiales y obras así como aquellos ele-
mentos de infraestructura que se recogen en el correspondiente Proyecto, cuyo número
pueda ser objeto de consideración individualizada.

Como medida de prevención, los precios unitarios podrán venir afectados por un factor
de escala en función de las cantidades efectivamente contratadas, debiéndose declarar
expresamente su validez durante los primeros seis o doce meses (en función de la enver-
gadura del trabajo) una vez realizada la notificación de la adjudicación mediante una fór-
mula de revisión de precios aceptada por ambas partes. En los casos referentes a cana-
lizaciones, galerías y cámaras la oferta incluirá los “gastos de gestión”, entendiendo
como tales los motivados por la obtención de los permisos y autorizaciones.
Eventualmente, se considerarán incluidos en este apartado la compraventa, cesión o
donación de los terrenos necesarios para incorporar el suministro de energía eléctrica en
sus diversas modalidades (alta, media y baja tensión).

4.1. CRITERIOS APLICABLES DE MEDICIÓN Y VALORACIÓN

Deberán establecerse con claridad los criterios o


normas aplicables para medir las distintas unidades de obra o partidas (al menos las más
importantes o significativas). Asimismo, se deberán fijar las pautas que deberán aplicar-
se en la valoración a efectuar en cada partida. Estos criterios pueden ser los que figuran
en las Normas Tecnológicas.

4.2. MEDICIONES Y CUBICACIONES

Habrá que medir las unidades de obra (sencillas o


complejas) en las que intervienen todos los elementos materiales y elementos comple-
mentarios descritos -como partidas- en la memoria, reseñadas en los planos y especifi-
cadas en el Pliego de Condiciones Técnicas. En el caso de que ello sea necesario, las
mediciones correspondientes al Control de Calidad de la obra, se especificarán en el
Capitulo correspondiente. En la práctica profesional es frecuente refundir en un solo
documento el Estado de Mediciones y el Presupuesto propiamente dicho.

4.3. CONFECCIÓN DE PRECIOS

Se deberá confeccionar el precio unitario de cada


una de las Unidades de Obra en que se descompuesto el capítulo correspondiente de la
red de suministro eléctrico. Como norma general no se admitirán partidas alzadas corres-
pondiéndose los precios unitarios a los reales de obra. Si resulta imprescindible la inclu-
sión de P.A. serán de un valor mínimo con respecto a los anteriores.
5.52 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

4.4. APLICACIÓN DE PRECIOS

Se deberán aplicar los precios unitarios, anterior-


mente confeccionados, a todas las unidades de obra medidas previamente (y que deben
haber sido perfectamente definidas en la documentación del proyecto).

Como dato complementario recordaremos que en proyectos de urbanización para la


administración puede ser exigible que la aplicación de precios conlleve un cuadro de pre-
cios que contenga:

- Listado de precios unitarios de materiales y mano de obra.


- Listado de precios descompuestos.

4.5. PRESUPUESTO

Como resultado de la aplicación de precios a todas las


Unidades de Obra medidas y una vez sumadas todas ellas, se obtendrá el Presupuesto.

En el caso de que la red de suministro de energía eléctrica se incluya como un capitulo


más dentro del Proyecto de Urbanización, se comprobará que el coste del m2 de urba-
nización total es superior a los precios mínimos a efectos de visado marcados al respecto
por el Colegio Oficial de Arquitectos correspondiente.

En este caso se presentará un resumen final por capítulos que servirá de base para la
obtención de honorarios.
5.53 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA

5. BIBLIOGRAFÍA

- Instalaciones Urbanas: Tecnología e Infraestructura Territorial.


Pedro María Rubio Requena. Control Ambiental. Madrid 1979.

- Instalaciones Urbanas: Tomo III.1.- Infraestructura Energética y de Comunicaciones.


Luis Jesús Arizmendi Barnés. Editorial Bellisco. Madrid 1993

- Manual de Instalaciones de Distribución de Energía Eléctrica.


1ª Edición española de la 7ª alemana. Urmo S.A. Ediciones Bilbao 1983

- Instalaciones Eléctricas
(2 Tomos), 1ª Edición. Albert F. Spitta. Editorial Dossat, S.A. Madrid 1978.
- Manuales Técnicos de Iberdrola, S.A.:
• Guía de aplicación para la electrificación de polígonos.
• Guía de aplicación a la construcción de lineas y acometidas aéreas y subterráneas
de Baja Tensión.
• Guía de aplicación a la construcción de lineas y acometidas aéreas y subterráneas
de Alta Tensión hasta 24kV.
• Guía de aplicación a la construcción de Centros de Transformación.
- Redes Eléctricas
Victor Zopetti. Gustavo Gili, S.A. México.

- Esquemas de Electricidad.
Jean Barry. Ed. Marcombo, S.A. Barcelona 1985.

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