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ELÉCTRICA PÚBLICA
1. MEMORIA
1.1. ANTECEDENTES
A diferencia del gas natural, por insistir en el ejemplo anterior, y debido a su facilidad tanto
para transportar cargas grandes como pequeñas a largas distancias, la infraestructura
eléctrica de transporte necesaria se manifiesta visualmente en superficie mediante un
sinfín de líneas que crean una especie de malla que, en zonas secas, áridas y con escasa
vegetación tan frecuentes en nuestro país, producen un impacto sobre el paisaje difícil-
mente cuantificable pero real.
En efecto, desde un punto de vista estrictamente visual, los apoyos de las líneas aéreas de
alta tensión están formados por una estructura metálica de angulares montados en forma
de celosía con alturas que alcanzan corrientemente valores de 30 ó 40 m llegando en algu-
nos casos hasta los 60 m o más configurando unas siluetas que resultan, por lo menos, de
fuerte contraste con las líneas del paisaje natural. Además, los vanos entre torres que
pueden ser pequeños (separación entre apoyos menor de 300 m), vanos medios (separa-
ción entre apoyos comprendida entre 300 y 500 hasta 850 m) y los denominados grandes
vanos (con separación mayor de 850 m) al margen de las dificultades técnicas que su cálcu-
lo ofrece, producen un grave impacto estético debido, entre otras causas, tanto a los mate-
riales utilizados para su construcción así como al contraste que la forma parabólica del
conductor presenta.
Esta observación no debe considerarse como una limitación estricta de una energía, por
otra parte imprescindible, sino muestra de la necesidad de plantearse con más frecuen-
cia que la realizada hasta ahora respecto a la adecuación de los tendidos eléctricos sub-
terráneos a determinadas situaciones en lugar de adoptar sistemáticamente rígidamen-
te estrategias de transporte aéreo que, finalmente, resultan contraproducentes incluso a
nivel comercial debido al rechazo que la presencia de estas estructuras de apoyo origi-
nan entre los habitantes de los lugares que las líneas de transporte atraviesan.
El tendido de las líneas se realizará al igual que en los núcleos urbanos próximos siguiendo
las líneas de las aceras y debajo de estas según las figuras ya recogidas en este mismo
Capítulo y, para mantener los criterios preexistentes de la infraestructura eléctrica ya
ejecutada en sectores próximos, con una separación a las líneas de fachada de 1,20 m de
5.3 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
forma que sean fácilmente accesibles desde los viales inmediatos. Por otra parte y dado
que la subestación desde la cual se suministrará el conjunto del polígono se dispone en el
exterior del mismo no es necesario reservar la superficie destinada a la ubicación de este
elemento. Debido a que la promoción que nos ocupa es de nueva planta no es necesario
considerar otros datos ya que no existen otras instalaciones ni líneas eléctricas
procedentes de una planificación previa atravesando el mismo.
Completando este punto, haremos una referencia a la constitución geológica del suelo,
características del mismo, temperaturas aproximadas y, especialmente, a su posible
agresividad. La constitución del mismo es arcillosa y en cuanto a su resistividad térmica
lo asimilaremos a los denominados terrenos compactos húmedos con un valor de 100 °C
cm / W que se puede considerar un valor correcto para terrenos de esta composición en
la España húmeda. En todo caso y como ya se ha comentado anteriormente, la resisti-
vidad de los suelos puede variar en grandes proporciones debido, por ejemplo a la
sequedad, particularmente si se considera que los efectos de la desecación pueden sen-
tirse hasta dos metros de profundidad, cifra superior a la que se tiene prevista la dispo-
sición de los circuitos. La temperatura ambiente a 1 m de profundidad se considera de
25 °C como resultado de las prospecciones efectuadas al respecto.
La protección respecto a una posible sobrecarga de las líneas se realizará por medio de
cortocircuitos fusibles situados en los Centros de Transformación. Se cuidará especial-
mente la toma de tierra en los distintos puntos críticos de las redes: en las líneas en MT se
pondrán a tierra la pantalla conductora, los elementos metálicos (flejes, herrajes, acceso-
rios, etc.) mediante electrodos de hierro sin galvanizar con protección catódica. Las líneas
de baja tensión también adoptarán electrodos de toma de tierra en hierro sin galvanizar,
poniéndose también a tierra el conductor neutro, tanto en las proximidades de los Centros
de Transformación, como a lo largo de la red. En cuanto a los Centros de Transformación
propiamente dichos, en los mismos se considerarán dos tipos de tierras independientes: la
tierra de masas (a la que se conectarán todos los elementos metálicos) y la tierra de neutro
(a la que se conectará el neutro del sistema en baja tensión a que antes hemos hecho refe-
rencia).
1.3. NECESIDADES
PT = P1 + P2 +P3 + P4 + P5 + P6 + P7
siendo:
Es necesario partir del hecho de que en cada uno de estos apartados existen grandes
indeterminaciones en los datos urbanísticos de partida por lo cual lo habitual es que las
compañías suministradoras dispongan de cifras aproximadas con los que se rigen en
función de los valores empíricos obtenidos para las construcciones en cada zona
geográfica. En efecto estos datos pueden variar notablemente en función del desarrollo y
nivel de vida y de consumo, propio de la zona. Una sistemática razonable para establecer
las potencias totales de cálculo lo constituye el listado que a continuación se desarrolla.
Para obtener los valores correspondientes a un número de abonados superior al del cua-
dro anterior, bastará añadir por cada abonado más, 1,5 kW para la electrificación míni-
ma, 2,5 kW para la media y 3,2 kW para la elevada.
En cuanto a los servicios generales del edificio, evidentemente la solución ideal consis-
te en disponer del estudio de cargas reales previstas pero como ello corresponde a un
programa que frecuentemente no se conoce con la debida antelación recomendamos
adoptar los valores siguientes:
- Iluminación de portales, escaleras, vestíbulos, etc.: 20 W/m2 si el alumbrado es fluo-
rescente y 40 W/m2 si es incandescente. Para la iluminación de aparcamientos es
suficiente 10 W/m2.
- Ascensores: 8 kW / unidad.
- Bombas de presión de agua: 1,5 a 3 kW por grupo.
- Ventiladores para extracción de aire en garajes: 1, 15 kW / unidad.
Así tendremos que para obtener la potencia unitaria de cada bloque, y siempre que estas
cifras se encuentren debidamente detalladas tendremos:
Pt = G x N x Cs + Psg + Ploc
siendo:
Pt = Potencia total demandada por el edificio (kW).
G= Grado de electrificación de viviendas (kW).
N= Número de viviendas del edificio.
Cs = Coeficiente de simultaneidad (según Tabla 1).
Psg = Potencia de Servicios Generales del Edificio (kW).
Ploc = Potencia de locales comerciales del edificio (kW).
Centros médicos o sociales 100 W/m2. Clínicas 125 W/m2 de planta pudiendo
adoptarse el valor general para este tipo de edificios de 100 a 200 kW.
Llegados a este punto concreto recordemos el hecho de que cada empresa suministrado-
ra dispone de unas tablas propias en las cuales se recoge la sistemática de cálculo del
número teórico de centros de transformación en función de la densidad resultante y de los
valores de la potencia de los transformadores que habitualmente manejan las citadas
empresas. Y también que hay ciertas diferencias de método entre las diversas compañías.
Por ello es necesario mantener un contacto directo con los técnicos de las mismas para
definir concretamente los modelos a adoptar. Por otra parte, esas tablas y el desarrollo que
a continuación se indica no son los definitivos, ya que serán finalmente las potencias soli-
citadas por los edificios previstos y las distancias respectivas las que permitirán ubicar de
forma precisa estos importantes elementos. El guión que se indica en las líneas que siguen
constituye sin embargo una importante etapa para la planificación eléctrica del sector que
nos interesa.
Conocida esta potencia procederemos a obtener la densidad eléctrica por km2 realizan-
do las equivalencias correspondientes recordando que 1 MW = 1.000 kW y que 1 km2
equivale a 100 Has.
Densidad (MW/km2) N° de C. de T.
1 P (kW) / 100
2,5 P (kW) / 250
6,4 P (kW) / 400
10 P (kW) / 630
> 10,4 P (kW) / 800
Tabla obtenida, excepto en el último caso, en función de las potencias en kVA normaliza-
das para los distintos transformadores existentes y habiendo establecido como valor de P
la potencia, en kW, correspondiente a cada una de las zonas. El valor así obtenido se limi-
ta a indicar una aproximación con respecto al número definitivo para el cual es necesario
proceder a la realización de unos cálculos más precisos según se indicará en los aparta-
dos siguientes. En cuanto a la previsión de locales para el emplazamiento de estos cen-
tros de transformación se tendrá en cuenta los preceptos recogidos en el artículo 17 del
Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.
Que se detallarán en los apartados que siguen excepto el referente a la red de alumbra-
do público la cual, por su importancia, será objeto de un capítulo exclusivo.
Desde las centrales generadoras de energía y a partir de este punto, comienzan las
denominadas líneas de transporte de primera categoría (765, 400 ó 380 y 220 kV). En ellas
se posibilita una etapa de transporte a Muy Alta Tensión, por lo que también se denominan
de esta forma, y al final de la misma se ubican las Subestaciones Transformadoras de
Distribución y Centros de Transformación Primarios en los cuales los correspondientes
transformadores posibilitan el paso de la muy alta tensión a la alta tensión.
El segundo nivel originado en las Subestaciones se suele denominar también como de alta
tensión de distribución (A.T.D.) y se procura que la misma sea del tipo mallada es decir con
conexión a las fuentes de suministro desde diversos puntos. Las líneas, como ya hemos
comentado, son normalmente aéreas pues en general discurren por zonas rurales e
industriales aunque no es raro que su existencia se precise también en las grandes
ciudades particularmente en las zonas periféricas de las mismas en cuyo caso las líneas
debieran realizarse siempre mediante tendidos subterráneos. En este escalón de
distribución son frecuentes la previsión de los denominados Centros de Reflexión, los
cuales reciben mediante el denominado “circuito cero” procedente de una Subestación
Transformadora, una alimentación en Alta Tensión careciendo de carga en explotación
normal pero que puede recibirla en caso de emergencia del suministro. Hasta estos puntos
5.12 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
Figura 1.-
Distintos
tipos de aco-
metidas en
alta
tensión a nú-
cleos
urbanos
Figura 2.-
Esquema de
distribución
de energía
electrica me-
dia tensión,
según tipolo-
gía en anillo
5.14 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
figura 3.-
Esquema de
distribución
de energía
eléctrica
media
tensión en
huso
(Máximo 6
líneas de
distribución
de alta
tensión).
La solución más idónea sin embargo lo constituye la distribución en redes en huso normal
(Figura 3), la cual está conformada por un máximo de seis líneas de distribución en alta o
5.15 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
media tensión conectadas por un extremo a una subestación o a un centro de reparto y, por
el otro, a un centro de reflexión mediante un circuito cero con un máximo de 10 centros de
transformación por cada línea de distribución en alta tensión, partiendo desde los centros
de transformación, las lineas de distribución en baja tensión. Una variante de esta
disposición lo constituyen las denominadas “redes en husos apoyados” (Figura 4)
constituidas por un máximo de seis líneas de distribución en alta tensión conectadas a dos
subestaciones o a dos centros de reparto enlazados entre sí por una línea de interconexión
y un máximo de diez centros de transformación desde los que parten de forma ramificada
las líneas de distribución en baja tensión. Esta disposición resulta particularmente indicada
cuando se prevean en un futuro próximo, ampliaciones de la red de distribución o
conexiones con otra red de suministro inmediatamente próxima.
figura 4.-
Esquema de
distribución
de energía
eléctrica me-
dia tensión
en huso apo-
yado.
5.16 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
Concretando, el transporte de energía eléctrica se realiza en todo caso por medio de líneas
que pueden ser aéreas o subterráneas. Como norma general las líneas aéreas se utilizan
para grandes y medias tensiones y en aquellas zonas en las cuales la presencia de los
conductores desnudos no plantea peligro alguno para las personas aunque son
relativamente frecuentes los accidentes y choques en las líneas con aves de gran tamaño
e incluso, aunque muy excepcionalmente, con pequeños aviones. Al respecto diremos que
es evidente que resulta más económica y fácil la instalación aérea tanto por razones de
ejecución como de mantenimiento, particularmente cuando, como sucede con mucha
frecuencia en nuestra nación, el relieve por el cual transcurre la línea es accidentado. Pero
también debe especificarse asimismo que resulta más segura la instalación subterránea
de conductores y, por otra parte, cada día se manifiesta una mayor oposición por parte de
los habitantes de las zonas afectadas por el paso de líneas ante la intrusión visual que
suponen las elevadas estructuras metálicas que la disposición aérea exige.
En efecto, como es bien sabido, los conductores se soportan cada cierta distancia por
unos elementos resistentes denominados torres de apoyo, que permiten tanto sustentar
las cargas originadas como mantenerlos a las distancias de seguridad que se recogen
en los reglamentos correspondientes. Salvo en países como Suecia en los cuales el uso
de apoyos de madera se extiende a las altas tensiones la solución constructiva más
habitual en estos casos se basa, como hemos dicho anteriormente, en el uso de sopor-
tes de acero (para las tensiones de 30 kV o superiores) y los de hormigón (para 13,2,
15 ó 20 kV) ya que los postes de madera creosotados o con tratamientos de sales sola-
mente se usan en zonas rurales para 13,2 kV pues tienen la ventaja que debido a su
escaso peso pueden trasladarse por elementos al lugar de la instalación. El problema
principal que presentan los elementos metálicos es el de la oxidación, para lo cual es
práctica extendida la galvanización en caliente de los mismos o la pintura periódica del
material particularmente en la zona de los apoyos próxima al suelo. Las torres metálicas
empleadas están constituidas por armaduras triangulares con diversas disposiciones de
crucetas pudiendo unirse en dos torres para formar pórticos para grandes vanos con lo
que se logra una disminución de alturas pero exigiendo una franja de terreno más
ancha para la disposición de las mismas. Siempre que sean necesarios los dobles cir-
cuitos los conductores de cada uno de ellos se disponen en planos verticales constitu-
yendo los modelos existentes una serie de formatos normalizados por cada empresa
realizándose en estos casos la protección de la estructura metálica mediante galvaniza-
ción por inmersión.
En cuanto a los postes de hormigón, los mismos son los de empleo normal en líneas de
distribución de 13,2 kV pero también se emplean como hemos indicado en los escalones
de tensión inmediatamente superiores y, mediante este material se soluciona ciertamente
5.17 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
el problema de las revisiones así como la frecuente sustitución de las estructuras metálicas
en mal estado de conservación. Sin embargo plantean la dificultad de su colocación en
lugares poco accesibles y el característico impacto ambiental y visual que presentan estas
estructuras cuando son necesarios grandes vanos así como el transporte de energía
eléctrica a mayores tensiones. Esta circunstancia comienza a ser casi habitual en muchos
países europeos en líneas de tensión elevada en las que son frecuentes, por no decir
obligadas, las ocasiones en que es necesario adoptar tramos de varios centenares de
metros entre apoyos por lo cual muy posiblemente deban plantearse las compañías
eléctricas la necesidad de adoptar con mayor frecuencia soluciones mixtas, es decir, con
tramos enterrados y aéreos, y preferiblemente, con utilización de otros materiales como
por ejemplo, los denominados compuestos o la ya citada madera laminada, que permitan
hacer menos impactantes las soluciones metálicas habitualmente utilizadas.
Respecto a los aisladores de los conductores en las líneas aéreas, los mismos pueden ser
rígidos o de suspensión aunque actualmente los primeros solamente se usan en los
escalones de tensión más bajos, concretamente los de 13,2 kV debido a que este sistema
obliga a limitar la longitud de los vanos no pudiéndose superar los 130 m aproximadamente.
En cuanto a los materiales constituyentes de los conductores aéreos normalmente se
emplean en las tensiones de 66, 45 y 30 kV los de aluminio-acero; con tensiones de 13,2
kV, también se usan los mismos materiales constitutivos si bien en las zonas costeras el
de “aldrey o almelec” (aleación de aluminio, magnesio y silicio) permite un mejor
mantenimiento en ambientes salinos. Sin embargo su suministro es más complejo y caro
por lo que también es frecuente mantener, pese a sus peores condiciones de trabajo, los
de aluminio-acero en estas líneas del perímetro costero. En todo caso y respecto a su
composición estricta, estos cables se ajustarán a las recomendaciones Unesa
correspondientes.
Los mismos se componen de un alma unifilar o cableada en acero galvanizado que ase-
gura la resistencia mecánica del cable. Normalmente se utiliza un único conductor por
fase si bien en muy altas tensiones es frecuente usar dos conductores por fase, según
la técnica de conductores en haces, con lo que se logra una significativa reducción de
pérdidas de potencia al disminuir la reactancia de la línea y el llamado “efecto corona”.
Estos conductores en haces no deben confundirse con los denominados de doble cir-
cuito que están constituidos por dos líneas de iguales características y tendidos parale-
los los cuales, por motivos de economía, se llevan sobre los mismos apoyos, a veces
durante decenas de kilómetros, para mantener la unidad de tendido y similitud de ten-
siones demandadas hasta que se separan y bifurcan posteriormente en la proximidad de
sus destinos concretos.
5.18 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
En lo referente a las líneas subterráneas, que en la escala que estudiamos son las más
recomendables, indicaremos que las líneas se configuran en doble circuito estando los
cables alojados en zanjas de 1,50 m de profundidad y protegidos con ladrillos testigos.
Aunque en el apartado de detalles constructivos comentaremos más detalladamente estas
características adelantamos que las redes están constituidas normalmente por cables
trifásicos con conductores de aluminio y protegidos mecánicamente con flejes de acero.
También adelantaremos que los cables empleados en estas redes son, normalmente, del
tipo papel impregnado de aislamiento estratificado según el tipo denominado de campo no
radial (1 sólo plomo hasta las tensiones de 15 kV) y de 15 a 30 kV de campo radial. También
existen para valores superiores los cables de campo radial 26/45 kV, esto es de los
denominados de tres plomos. La denominación de campo radial y campo no radial se
refiere a su distribución en el campo del aislamiento siendo del primer tipo cuando el campo
eléctrico que parte del conductor dispone de una distribución homogénea radial con las
líneas equipotenciales concéntricas al conductor y aislamiento. Mientras que el campo no
radial, particularmente en los cables multipolares, se produce cuando no se coloca pantalla
metálica rodeando a cada uno de los conductores.
Para las tensiones superiores 45, 66 kV, etc., se usan cables del tipo de aislamiento seco
tales como el Polietileno (PE), polietileno reticulado (PRC) o etileno propileno (EPR). Estos
son los más modernos pero también se usa los de papel impregnado de aceite a presión y
gas, los cuales han sido prácticamente abandonados en baja tensión pero no así en alta
tensión donde se continúan usando normalmente.
aspecto técnico, hoy en día resuelto con creces, hacia los criterios de seguridad, acceso
de vehículos pesados y, particularmente, la problemática medioambiental los cuales están
adquiriendo progresivamente un mayor protagonismo.
damente protegidos por unas mallas metálicas perimetralmente a las mismas con una
capacidad de hasta 1.000 kV respondiendo a una función puramente utilitaria encon-
trándose fuera del objeto de esta publicación por lo que no haremos referencia alguna al
respecto.
Figura 6.-
Centro de
transforma-
ción intem-
perie
sobre dos
postes, apo-
yado.
(Transfor-
mador 250
kVA).
Figura 7.-
Centro de
transforma-
ción interio-
res
En cuanto a los centros de transformación de intemperie son los que, debido a su gran
sencillez y elemental configuración, resultan más adecuados no solamente para la alimen-
tación de las zonas rurales sino también para aquellas zonas no urbanizadas e incluso
industriales que exijan escasas potencias unitarias. Su alimentación es habitualmente
aérea y sus salidas en Baja Tensión pueden ser aéreas, subterráneas y mixtas oscilando
su potencia entre los valores de 25 y 250 kVA. Como ubicación preferente es deseable
hacerlo en espacios libres y abiertos, habitualmente en el exterior de las zonas a suminis-
trar aunque lo adecuado es que se dispongan en un lugar lo más centrado y próximo posi-
ble con respecto al baricentro de las cargas solicitadas. En cuanto a su disposición en el
terreno la misma puede ser en superficie, semienterrada o subterránea. En general puede
5.22 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
decirse que, razones de impacto visual aparte, el número de averías registradas en las
instalaciones enterradas, especialmente en regiones lluviosas, es superior a las instala-
ciones superficiales por lo cual estas últimas son las más habituales especialmente debido
a criterios utilitarios.
Figura 8.-
Esquema de
red de distri-
bución lineal
de energía
eléctrica
(baja
tensión) con EDIFICIOS
secciones de-
crecientes.
Centro de Transformación.
Como norma general en zonas urbanas de escasa densidad como son las urbanizaciones
de viviendas unifamiliares o bloques de viviendas de pequeña altura las redes de baja ten-
sión se ejecutan siempre en forma radial y con secciones de conductores decrecientes
(Figura 8). Por el contrario en zonas de habitación más densas y, por supuesto en los cas-
cos urbanos, se proyectan con líneas principales de sección constante con objeto de per-
mitir la instalación de nuevos puntos de alimentación sin modificaciones importantes de la
red. Estas líneas principales se instalan a ambos lados de las calles de forma que las
arquetas de acometida a los edificios se puedan instalar mediante conexión directa a ellas
simplificándose en gran manera la ejecución de las mismas (Figura 9).
Figura 9.-
Esquema de
red de distri-
bución ma-
llada de
energía
eléctrica en
baja tensión.
5.23 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
En todos los casos un dato de diseño general de estas redes que reviste el mayor interés
es el de disponer aquellas cajas de seccionamiento y armarios de alimentación que permi-
tan interconectar alimentadores procedentes de redes distintas o de centros de transfor-
mación colindantes. Aunque de esta forma se pueden lograr más de una trayectoria o cami-
no en cuanto al flujo eléctrico se refiere con la consiguiente mejora de seguridad en el servi-
cio, existen compañías suministradoras que, por razones económicas, continúan exigien-
do la distribución radial en las redes de Baja Tensión no permitiendo la posibilidad de cone-
xiones fijas y permanentes entre líneas de alimentación procedentes de dos centros de
transformación diferentes. En cuanto a los armarios de corte y seccionamiento los mismos
se colocan en las cabeceras de las acometidas y derivaciones según distancias máximas
que pueden oscilar de 125 a 200 m. Asimismo, en los cambios de dirección, cruces de calles
o carreteras son necesarias las arquetas de registro según el detalle constructivo que
posteriormente especificaremos. Dichas arquetas debieran llevar sistemáticamente un
sumidero o, en todo caso, dejando un fondo con relleno de arena de río que permita el desa-
güe del agua que pueda entrar en ellas. Incidentalmente comentaremos que, pese a repre-
sentar un detalle constructivo referente a una arqueta del tipo tradicional (es decir, realiza-
da “in situ”) cada día se acude más a la disposición de arquetas prefabricadas por las venta-
jas de todo tipo que su utilización comporta.
En efecto, es frecuente que en las redes de baja tensión continúen realizándose instala-
ciones mediante cables trenzados y posados sobre apoyos o sobre las fachadas de los
edificios sin estar por ello sometidos a esfuerzos mecánicos sino simplemente a su pro-
pio peso. Este sistema de tendido de redes, si bien presenta problemas que se comen-
tarán seguidamente, es notablemente seguro y mucho más barato que los restantes sis-
temas lo cual económicamente y por razones de sencillez de ejecución justifica el que
esta tipología, estética y técnicamente poco aceptable, continúe usándose con profusión.
Aunque la congestión existente bajo las aceras y calzadas, hace frecuentemente impracti-
cable la posibilidad de mantener las distancias reglamentarias, recordemos que en el
5.25 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
vigente Reglamento de Baja Tensión se recoge para los distintos tipos de conducciones de
infraestructura las condiciones de separación de los conductores de energía eléctrica en
dos casos principales: los cruzamientos en primer lugar y, a continuación, las proximida-
des y paralelismos con respecto a las infraestructuras más comunes. De forma resumida y
como mero recordatorio indicaremos los datos más significativos al respecto. En cuanto a
los cruzamientos tendremos que se cumplirá:
- Con otros conductores de energía eléctrica en Alta Tensión: la distancia entre ellos
deberá ser como mínimo de 0,25 m aunque puede disminuirse esta cifra si los con-
ductores de Alta y Baja se encuentran dispuestos en tubos y conductos constituidos
por materiales incombustibles como, por ejemplo, el hormigón.
- Con cables de telecomunicación: los conductores de Baja Tensión se dispondrán en
tubos o conductos de adecuada resistencia a una distancia mínima de 0,20 m.
- Con calles y carreteras: los conductores se colocarán en conductos que permitan
deslizar fácilmente los mismos a una profundidad mínima de 0,80 m.
- Bajo aguas permanentes: los conductores se dispondrán en el fondo del lecho.
- Con ferrocarriles: los cruzamientos se efectuarán en conductos a una profundidad
mínima de 1,30m con respecto a la cara inferior de la traviesa.
- Con canalizaciones de gas y agua: los conductores se mantendrán a una distancia
mínima de estas canalizaciones de 0,20 m.
- Con canalizaciones de gas y agua: las condiciones de separación son las mismas
que en el caso anterior pudiendo disminuirse debido a motivos especiales, y siem-
pre que los conductores se establezcan en el interior de tubos. En el caso del gas
deben tomarse además las medidas de renovación de aire y ventilación de los con-
ductos, galerías y registros correspondientes a los conductores con objeto de evitar
la posible acumulación de gases en los mismos.
1.5. DIMENSIONAMIENTO
- Por una parte la red ha de ser capaz de soportar las intensidades requeridas y no
sobrepasar unas densidades máximas de corriente fijadas por el Reglamento de
Baja Tensión. Ello con objeto de que el calentamiento del cable por efecto Joule no
eleve la temperatura del conductor por encima del valor máximo que puede sopor-
tar sin daño en el aislamiento del cable en servicio permanente durante el tiempo
previsto de vida útil del mismo.
- Además, la red ha de ser capaz de, para esas intensidades requeridas que se pro-
ducen en el cable, no producir una caída de tensión superior al valor fijado por el
Reglamento de Baja Tensión de acuerdo con el servicio que ha de prestar la insta-
lación. En el caso del suministro eléctrico en general este valor es del 5 por 100 de
la tensión nominal, siendo del 3 por 100 para los circuitos de alumbrado, valor este
también fijado por el Reglamento de Baja Tensión. Hay calculistas que consideran
el valor constante del 4 por 100 en ambos casos hasta el punto más alejado de
entrega de energía.
- Por último que la intensidad de cortocircuito y el tiempo de desconexión previstos
no ocasionen una elevación transitoria de la temperatura del conductor del cable
superior a los límites que puede soportar sin sufrir daños permanentes.
Por supuesto, la mayor de las tres secciones anteriormente obtenidas será la que puede
cumplir todas las exigencias de la instalación de que se trate. Como ya se ha indicado el
método de cálculo es idéntico tanto para las redes aéreas como para las subterráneas y
la única diferencia estriba en que los valores máximos de densidad de corriente permiti-
dos por el R.E.B.T. para cada tipo y sección del cable son distintos para las redes aére-
as y subterráneas. En efecto, debido a las notables diferencias para la disipación del
calor que existen con respecto al cable según el mismo se encuentre tendido al aire o
enterrado, en este último caso es imprescindible tomar en consideración la naturaleza
del terreno que rodea al cable.
Por nuestra parte y en base a los razonamientos repetidamente expuestos con respecto a
la escasa deseabilidad de las líneas aéreas nos referiremos al cálculo de los circuitos sub-
5.27 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
terráneos que juzgamos imprescindibles para una actuación a nivel de los tiempos,
haciendo la salvedad de que cuando los circuitos son de cierta longitud, considerar que las
características físico-químicas de los terrenos atravesados son constantes, es ilusorio.
Dado que las secciones de los conductores se encuentran normalizadas con valores de
1,5; 2,5; 4,6; 10; 16; 35; 50; 70; 95; 120; 150; 185; 240 y 300 mm2, al obtener “s” según
las fórmulas anteriores será necesario adoptar la sección normalizada de valor inmedia-
tamente superior al obtenido (salvo en el caso improbable de que coincidan) en el cál-
culo.
Una vez definida la sección, en función de la caída de tensión, se procederá a realizar una
posterior comprobación consistente en determinar si la intensidad de corriente que va a
circular por el mismo es admisible con la sección que se ha obtenido con el cálculo. Para
ello habrá que determinar en primer lugar la intensidad de corriente en régimen perma-
nente normal lo que se lleva a cabo mediante la aplicación de las siguientes fórmulas:
P
- En distribución trifásica: I
3 x V x cos fi
P
- En distribución monofásica: I
V x cos fi
siendo:
I = Intensidad en amperios.
P = Potencia a transportar en vatios consumida por el receptor previsto.
V = Tensión nominal de suministro en voltios.
cos fi = Factor de potencia (se tomará siempre 0,9).
Conocida la intensidad se tratará de acudir a las tablas que, bajo normas UNE se han con-
feccionado, y en las que se establecen los valores máximos admisibles de las intensida-
des en función de la sección de los conductores sus características de aislamiento y su
agrupación. Este paso se conoce como la determinación de la sección por calentamiento.
El vigente Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, en la Instrucción Complementaria
MIE BT 007 fija las intensidades máximas admisibles en régimen permanente para los
cables aislados instalados enterrados.
5.28 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
TABLA 4.- INSTALACIÓN ENTERRADA (CABLE 0,6 / 1 KV): INTENSIDAD MÁXIMA ADMISIBLE
EN SERVICIO PERMANENTE PARA UN CABLE AISLADO CON POLIETILENO RETICULADO
(XLPE) Y CUBIERTO CON PVC.
Sección Intensidad en amperios
nominal Tres cables unipolares Un cable unipolar
mm2 Cobre Aluminio Cobre Aluminio
6 72 - 66 -
10 96 75 88 69
16 125 97 115 90
25 160 125 150 115
35 190 150 180 140
50 230 180 215 165
70 280 220 260 205
95 335 260 310 240
120 380 295 355 275
150 425 330 400 310
185 480 375 450 350
240 550 430 520 405
300 620 485 590 460
400 705 500 665 520
Ahora bien, para una intensidad determinada, el calentamiento del cable depende también
de sus posibilidades de refrigeración por lo que el reglamento y las normas antes citadas
incluyen unos factores de corrección de las intensidades máximas admisibles en servicio
permanente que determinan la carga real que puede soportar el cable en las condiciones
de instalación y medio ambiente presentes. La aplicación de estos coeficientes de correc-
ción supone la aceptación de unas condiciones que, evidentemente, son aleatorias y no
constantes en el tiempo de utilización por lo cual algunos de ellos son discutibles pero el
principio en que los mismos se basan es, sin embargo, fiable. No tener en cuenta esas con-
sideraciones haría que el cable trabaje, al menos ocasionalmente, muy recalentado lo que
reduce de forma manifiesta su vida útil y produce averías aparentemente inexplicables
pero que tienen muy frecuentemente su origen en un mal dimensionamiento.
Es evidente, por ello, que un conocimiento objetivo y lo más preciso posible de las con-
diciones ambientales y del terreno en que los circuitos se enclavan suponen, junto a la
precisa distribución de los cables y organización de las potencias previstas, unas premi-
sas indispensables para la adecuación entre los cálculos teóricos de las secciones y los
resultados prácticos del tendido de las redes.
No debe pensarse, sin embargo, que existe un sistema común de cálculo pues es
norma habitual que cada compañía suministradora realice unas tablas para su manejo
interno las cuales, si bien basadas en los textos normativos antes citados, presentan
5.29 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
En el caso de Iberdrola, por citar un ejemplo de compañía eléctrica dotada de una conocida
capacitación técnica, se considera que los cables a emplear tanto en líneas como en aco-
metidas de Baja Tensión serán siempre unipolares y el conductor de aluminio dispondrá de
sección circular compacta. En cuanto a los cables pueden llevar un aislamiento, siempre ter-
moestable, tanto de polietileno reticulado (R) como de etilenopropileno (D) siendo la cubier-
ta de policloruro de vinilo PCV (V) para el aislamiento R y de policloropeno (N) para el aisla-
miento D. Respecto a las secciones tipo adoptadas las mismas responden a los valores de
1x25 mm2, 1x50 mm2, 1x95 mm2, 1x150 mm2, y 1x240 mm2, todos ellos usando el aluminio
como material conductor resultando las denominaciones y secciones siguientes:
• Cable RV de 1 x 25 mm2.
• Cable RV de 1 x 50 mm2.
• Cable RV de 1 x 95 mm2.
• Cable RV de 1 x 150 mm2.
• Cable RV de 1 x 240 mm2.
Cuando la temperatura del terreno sea distinta de 25 °C se aplicarán los siguientes coe-
ficientes de corrección (Tabla 7):
TABLA 7.
FACTORES DE CORRECCIÓN PARA UNA TEMPERATURA AMBIENTE DISTINTA A LOS 25 °C.
Temperatura
del Terreno en °C 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Coeficiente de corrección 1,11 1,07 1,04 1,00 0,96 0,92 0,88 0,83 0,78
Un último factor, más discutible debido a las variaciones que los terrenos presentan en su
composición cuando los tendidos son de cierta longitud consiste en la aplicación de un
coeficiente corrector de la resistividad térmica del terreno cuando esta es diferente a 100
(°C cm/W) ya que es evidente la mayor o menor capacidad del terreno para evacuar el calor
generado por las pérdidas del cable. Los factores de corrección a aplicar por este concep-
to son los siguientes (Tabla 8):
TABLA 8.- FACTORES DE CORRECCIÓN CON UNA RESISTIVIDAD TÉRMICA DEL TERRENO
DISTINTA A 100 °C CM/W
Resistencia térmica 85 10 120 140 165 200 230 280
Factor de corrección 1,06 1,00 0,95 0,90 0,85 0,80 0,75 0,70
Como orientación la IEC 287 facilita los siguientes valores de la resistividad térmica del
suelo en función de su estado y de las condiciones atmosféricas (Tabla 9):
Como hemos visto anteriormente, se define como intensidad admisible de un cable aquella
que tiene un valor por debajo de la cual la corriente puede circular por dicho cable perma-
nentemente. También hemos visto como la intensidad admisible de un cable depende de la
5.31 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
La Norma UNE 21145 «Guía sobre la aplicación de los límites de temperatura de corto-
circuito de los cables de tensión nominal no superior a 0,6 / 1 kV» considera un cortocir-
cuito como una sobrecarga de gran intensidad cuya duración no excede los de los cinco
segundos y, con esta limitación, establece una temperatura máxima en el conductor,
durante el cortocircuito que, para un cable aislado con XLPE, no debe exceder de los 250
°C. Existen fórmulas que permiten calcular la secciones de los cables capaces de sopor-
tar una determinada intensidad de cortocircuito (Icc) durante un tiempo (t) concreto en
segundos pero lo más práctico consiste en adoptar como protección de los cables los
fusibles con arreglo a los valores obtenidos de la tabla simplificada que a continuación
se indica.
TABLA 10.-
FUSIBLES RECOMENDADOS EN FUNCIÓN DE LAS SECCIONES DE CÁLCULO
Sección en mm2 Intensidad nominal del fusible en A.
25 80
50 125
95 200
150 250
240 315
Otro dato de interés es el de las secciones mínimas del neutro que se regirán por la tabla
siguiente (en el caso de líneas trifásicas en baja tensión):
- Secciones en aluminio hasta 16 mm2, misma sección de fase obtenida según cálculo.
- Secciones en cobre hasta 10 mm2, misma sección de fase obtenida según cálculo.
- Secciones en aluminio mayores a 16 mm2, mitad de la fase obtenida según cálculo.
- Secciones en cobre mayores de 10 mm2, mitad de la fase obtenida según cálculo.
En todos los casos el elemento fundamental es, como es lógico, el transformador cuyo deva-
nado primero se alimenta por las líneas de llegada a la estación, mientras que el secundario
alimenta a su vez las líneas de salida. Así pues, en principio los únicos elementos imprescin-
dibles en una estación de este tipo son las líneas de llegada, los transformadores y las líneas
de salida. El dato fundamental sin embargo de los centros de transformación es que los
mismos tienen, como función esencial, el de variar (o transformar), las características de la
energía eléctrica, en el sentido de modificar el valor de la tensión aumentándolo o disminu-
yéndolo, e inversamente el de la intensidad de la corriente, manteniendo invariable el valor de
la potencia que, salvo las pérdidas que son siempre muy pequeñas, se transfiere íntegra-
mente del circuito primario (inductor) al circuito o circuitos secundarios (inducidos). En efecto,
una de las propiedades más útiles que poseen los circuitos de corriente alterna es la facilidad
y elevado rendimiento con que, mediante esta operación, se puede por medio de los transfor-
madores modificar los valores de las tensiones e intensidades de las corrientes. Operación,
5.33 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
por otra parte, de un gran rendimiento ya que, en función de la potencia, el valor logrado como
se ha comentado en diversas ocasiones, alcanza unos valores desde un 90 hasta más del 99
por 100 en las grandes unidades. La inclusión de estos elementos, resulta por tanto un factor
de optimización indispensable en las líneas de transmisión de energía eléctrica por cable, ya
que es en estos segundos componentes donde las pérdidas son importantes.
Aunque existen una larga serie de elementos que resultan imprescindibles para el funcio-
namiento de un transformador (interruptores, relés y aparatos de medida, seccionadores,
transformadores de intensidad, sistemas de telefonía y telemando, etc.), esos mecanismos
escapan a los objetivos de esta publicación por lo cual, en las líneas que siguen, nos limi-
taremos a referirnos a aquellos factores que por sus características pueden suponer una
cierta incidencia en los factores planificatorios y de ubicación.
Su gran facilidad de utilización reside en que, mediante un reducido número de módulos indi-
viduales, las posibilidades de ensamble en un espacio común son innumerables, de forma
que, combinados, permiten obtener todos los esquemas que habitualmente se requieren en
instalaciones de abonados. Dado que las envolventes metálicas de cada módulo se encuen-
tran normalizadas, las obras auxiliares se reducen al mínimo por lo que las ventajas de con-
trol y facilidad de instalación son máximas pues las operaciones de montaje y desmontaje
son prácticamente inexistentes. Esta técnica realizada mediante soluciones de envolven-
tes prefabricadas en exterior (sean metálicas, de hormigón o poliester) presentan por otra
parte la posibilidad de hacer frente a posibles modificaciones de emplazamiento o, even-
tualmente, de ampliarse mediante módulos exteriores acoplados en paralelo de forma que
existe una correspondencia con los módulos de aparellaje que se alojan en el interior de los
mismos según vayan ampliándose las necesidades de demanda.
Una muestra de la extraordinaria versatilidad de esta técnica proviene de, a partir de los
módulos básicos individuales, lograr la posibilidad de formación de cualquier tipo de
Centro de Transformación que se desee. En la figura 11 se indica una posibilidad de con-
figurar un centro de transformación con doble alimentación a un transformador protegido
por un automático y dos desconectadores generales (uno para fuerza y otro para alum-
brado). Mediante este sistema se conocen previamente todos los datos dimensionales,
pesos, disposición y organización de los diversos elementos de forma que se puede
determinar con una total precisión las demandas de todo tipo, pero particularmente las
espaciales, que estos mecanismos demandan.
características exigibles a estas redes por lo cual será obligada la repetición puntual de
conceptos ya vistos pero consideramos inevitable esta circunstancia para centrar debida-
mente el tema que nos ocupa en esta ocasión.
Figura 11.- ASPECTO EXTERIOR DE LOS MÓDULOS INDIVIDUALES
Esquema de
centro de
transforma-
ción configu-
rado median-
te módulos
prefabricados
De una forma simplificada puede indicarse que en el actual panorama técnico español y
aunque son previsibles importantes cambios de orientación en corto plazo tanto por razo-
nes técnicas como ambientales, la distribución de líneas en A.T.D. se ejecuta de forma
casi exclusivamente aéreas y en doble circuito.
Las líneas aéreas se emplean para el paso por terrenos no edificados y con tensiones ele-
vadas donde la presencia de conductores, sean desnudos o aislados, no representan peli-
gro alguno y los trazados pueden seguir la línea recta sin más impedimentos que los acci-
dentes naturales del terreno. Ya se ha comentado que, en igualdad de condiciones resulta
más económica la instalación aérea puesto que cualquier defecto puede detectarse sin nece-
sidad de proceder a ningún levantamiento de zanjas ni movimiento de tierras pero presen-
tan el inconveniente de que los conductores aéreos deben estar soportados cada cierta dis-
tancia por un elemento capaz de resistir el peso y las sobrecargas así como de mantenerlos
a las distancias mínimas entre ellos y el suelo que marca el Reglamento Electrotécnico de
Baja Tensión. Evidentemente cuanto mayor sea la distancia de separación entre soportes,
mayores son los esfuerzos que tienen que soportar estos por lo que los elementos emplea-
dos en este menester son materiales capaces de resistir grandes esfuerzos y, aunque el hor-
migón puede usarse ocasionalmente, los habitualmente elegidos son esencialmente, el hie-
rro y el acero.
La ventaja de los soportes de acero es que pueden transportarse por elementos hasta el
lugar concreto de la instalación y que su uso no presenta ninguna limitación por lo cual son
los generalmente empleados en líneas de tensiones elevadas si bien presenta el inconve-
niente de la oxidación cuando no se encuentran debidamente protegidos. Protección que
puede llevarse a cabo, como ya se ha comentado anteriormente por lo cual no insistiremos
más en este punto, galvanizando previamente en caliente los elementos o bien pintándo-
los debidamente si bien la renovación periódica de la pintura eleva considerablemente los
costos de mantenimiento. En cuanto a la disposición de los conductores en los soportes lo
habitual es que la misma responda a la tipología denominada en línea aunque existen otras
variantes como la denominada en triángulo dependiendo fundamentalmente la elección de
la tensión en servicio. En el caso de que existan dos líneas de iguales características que
deban ser paralelas durante una distancia considerable, resulta muy económico llevar las
mismas sobre apoyos comunes teniendo así las líneas y apoyos en doble circuito sistema
que resulta frecuente cuando se trata de tendidos en el exterior de núcleos urbanos.
Tanto los apoyos metálicos como las armaduras de los de hormigón se deben de conec-
tar a tierra mediante un conductor de hierro galvanizado en contacto con un electrodo
enterrado de forma similar al empleado en los Centros de Transformación. En efecto
debido a la necesidad de evitar los daños que se producirían en las líneas como conse-
cuencia de las descargas de origen atmosférico, es necesario instalar uno o varios con-
ductores de acero unidos eléctrica y mecánicamente a la parte más alta de los apoyos y
unidos a las tomas de tierra. A estos conductores se les denomina cables de tierra y su
necesidad es obviamente indispensable para la correcta ejecución de estas líneas some-
tidas a condiciones muy desfavorables de viento, lluvia y hielo. Otro aspecto de gran
importancia reside en el replanteo de apoyos en los cuales, manteniendo las distancias
que se indican por el Reglamento se pueden obtener vanos de diferentes longitudes
mediante la realización de cálculos no excesivamente sofisticados y que permiten variar
las distancias normalizadas existentes entre los diferentes apoyos.
una serie de mecanismos como cajas de derivación y protección, registros, etc., sobresa-
liendo de la fachada de forma que la visualización de los diversos componentes es muy
desfavorable. Todo ello hace difícilmente justificable esta técnica en las zonas residencia-
les y, por supuesto, en cualquiera de aquellas áreas o construcciones de características
históricas en las cuales su adopción debiera estar rigurosamente prohibida. Las líneas
aéreas en B.T. están constituidas siempre por conductores aislados reunidos en haz, de
tensión nominal 0,6 / 1 kV con aislamiento de polietileno reticulado.
CON RODADURA
Como norma de diseño general
indicaremos que se puede afir-
mar rotundamente que la solu-
ción de tendido de cables direc-
tamente en zanjas no resulta
admisible en la actualidad ya que
en el caso de averías se debe pro-
ceder a levantar toda la conduc-
ción puesto que el cable instala-
do según esta técnica no es recu-
perable. Por ello la instalación de
cables en zanjas multitubulares resulta, actualmente, imprescindible sea cual sea la tensión
de transporte de la energía (figura 13).
5.38 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
Las canalizaciones de media-alta tensión se tienden por debajo de las aceras a una pro-
fundidad mínima de 1,20 m si bien 95 cm es la distancia mínima imprescindible. La solu-
ción constructiva deseable es la de colocar los cables dentro de conducciones de fibro-
cemento o plástico embebidos y fijados en bloques de hormigón por el interior de los cua-
les pasarán los cables siendo siempre conveniente realizar la previsión de dejar uno o
dos tubos libres para posible paso de nuevos cables resultando necesario mantener en
los cruces de calzada una profundidad mínima de 1,20 m.
Las líneas se realizan en forma de bucle abierto y con líneas de igual sección en todo su
recorrido mediante varias líneas principales llamadas de trabajo, que entran y salen de
los centros de transformación destinados a la alimentación de los usuarios y una o dos
líneas de socorro que parten de las Estaciones o Subestaciones de Transformación los
cuales discurren por los centros de transformación finales de cada línea de trabajo pero
que normalmente no alimentan a ninguno de ellos. Estas líneas están formadas por
cables trifásicos con conductores de aluminio aislados con papel impregnado y protegi-
dos mecánicamente con flejes de acero conectados a los centros de transformación
mediante botellas terminales (en el caso de cables exteriores el aislamiento se consigue
por medio de aisladores de porcelana con un nivel de aislamiento adecuado a la tensión
de la línea).
En cuanto a la composición de los cables (figura 14) en M/A Tensión (que son funda-
mentalmente unipolares o tripolares) básicamente un cable estará compuesto de los ele-
mentos siguientes:
minerales que impiden la entrada de humedad y todo ello recubierto normalmente con
plomo, que sirve de pantalla electrostática de conductor de corriente de retorno y protección
contra los agentes químicos, y unas piezas terminales que hacen que el conjunto sea
hermético. Actualmente, y como respuesta a los aislantes secos, se realizan papeles
especiales que pueden desplazarse en el interior del cable y resuelven perfectamente los
problemas de desniveles.
Figura 14.-
Tipos
básicos de
cables y
elementos
constituyen-
tes. CABLE UNIPOLAR, APANTALLADO: UN CONDUCTOR REDONDO (HILO O CUERDA).
L E Y E N D A
1 CONDUCTOR
2 CAPA SEMICONDUCTORA
3 AISLAMIENTO
4 PANTALLA
5 RELLENOS
6 ARMADURA
7 CUBIERTA
En cuanto a los aislantes secos los mismos se pueden dividir por sus características en
plásticos o plastómeros y los derivados del caucho o similares denominados elastóme-
ros. Los plásticos son mezclas de resina sintética como material básico y en el que se
basan las propiedades dieléctricas si bien se incluyen una serie de aditivos que le dan
mejores propiedades mecánicas y químicas.
Por su comportamiento frente al calor los plásticos se dividen en dos grupos: los termo-
plásticos que se ablandan con el aumento de temperatura y perdiendo parte de sus pro-
piedades mecánicas, recuperando calor al enfriar y, en segundo lugar, los termoestables
que solamente se ablandan una vez resistiendo posteriormente elevadas temperaturas
hasta llegar a unos valores críticos en la que pierden definitivamente sus propiedades
mecánicas. En cuanto a los elastómeros, los mismos se estiran por acción mecánica
recuperando su forma al cesar la acción exterior propiedad que adquieren mediante vul-
canización. Además incluyen diversos aditivos como reblandecedores, aditivos de vul-
canización, antioxidantes, etc.
5.40 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
Dentro de los aislantes secos los más corrientes son los siguientes: cloruro de polivinilo
(PVC), Polietileno Termoplástico modificado (PE). Polietileno Reticulado (XLPE, PRC), la
goma butílica (BR, IIK) y el Etileno-propileno (EPR).
Para la tensión normalizada preferente de Uo / U = 220 / 380 V (en la cual como se sabe,
se considera que la tensión simple Uo es la tensión entre fase y neutro de valor 220 V y la
tensión compuesta, U, entre fases adopta un valor de 380 V) los cables con nivel de aisla-
miento 1.000 V no presentan inconvenientes eléctricos aunque, en determinadas ocasio-
nes, puedan hacer correr riesgos a las personas encargadas del mantenimiento o ciertos
equipos integrados en los circuitos. Al referirnos a este nivel de aislamiento la denomina-
ción estricta es de 0,6 / 1 kV, es decir que han de ser capaces de soportar 0,6 kV de tensión
nominal a frecuencia industrial entre el conductor y tierra y 1 kV de tensión nominal también
a frecuencia industrial entre conductores.
Lo cierto es que es necesario insistir en que toda distribución en el interior de los núcle-
os urbanos e independientemente del tamaño del mismo, debiera ejecutarse de forma
subterránea con trazados bajo las aceras ó, en todo caso, en zonas libres e incluso espa-
cios ajardinados mediante la solución denominada “en zanjas”. Además el proyecto de
una instalación subterránea de este tipo no requiere soportes ni aisladores y permite que
sus conductores no se encuentren sometidos a esfuerzos mecánicos importantes excep-
to el establecimiento de las distancias a las que deben tenderse entre sí los conductores
para que el calor generado por efecto Joule se disipe a través del terreno sin perjudicar
la instalación. Por otra parte, y a diferencia de los conductores aéreos, los mismos deben
disponerse siempre aislados pudiendo ser unipolares o tripolares según tenga una o las
tres fases en un mismo conductor.
Los cables utilizados tanto en líneas como en acometidas han de ser de una tensión nomi-
nal de 0,6 /1kV con aislamiento termoestable, de polietileno reticulado o etilenopropileno.
La cubierta suele ser de policloruro de vinilo o de policloropreno en función del aislamiento
exigido y el conductor, normalmente unipolar, de aluminio con sección circular compacta.
5.41 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
También existen circuitos en los cuales existe un cuarto conductor, generalmente de menor
sección destinado a neutro, que se emplea para las distribuciones a cuatro hilos.
Las zanjas, que deben sistemáticamente tenderse a ambos lados de las calles con objeto
de simplificar la ejecución de las acometidas, suelen ejecutarse con dimensiones entre 0,60
x 0,60 m en los casos habituales si bien son recomendables valores de profundidad mayo-
res siempre que se pueda. Así, por ejemplo, caso de ser necesario algún cruce de carrete-
ras el M.O.P.T.M.A. exige que se dispongan en esos puntos profundidades entre 1 y 1,5 m
en cuyo fondo se dispone un lecho de arena compactada de unos 15 cm sobre el que se
extienden las conducciones protegidas por el empleo de tubos o piezas especiales de hor-
migón en cuyo interior se alojan los cables. También es frecuente, e incluso lo consideramos
más recomendable, introducir los conductores en tubos de PVC de 140 mm de diámetro por
ser más ligeros y cómodos de usar. Los mismos se recubren con otra capa compactada de
arena o tierra natural y encima de esta se coloca una hilera de ladrillos con objeto de prote-
ger la misma y avisar de su presencia en caso de que posteriormente se realicen obras de
excavación evitándose posibles daños y accidentes. Es también medida de precaución la
previsión de colocar sobre el terreno natural compactado, una cinta de señalización de plás-
tico o similar medida cuya incidencia económica es prácticamente nula pero que permite
apercibirse de la existencia de la red con gran facilidad y que consideramos estrictamente
obligada (figura 15). Otra posibilidad consiste en los casos en que existan cruces de las zan-
jas con vías de comunicación o zonas de grandes cargas los conductores se protegen del
aplastamiento del terreno, además de mediante piezas como las anteriores con la inclusión
de un hormigonado de los espacios intermedios. (figura 16).
Figura 15.-
Conducción
en Baja
Tensión,
enterrada sin
reforzar.
SECCIÓN PLANTA
Figura 18.-
Arqueta
registrable
de cambio
de sentido
para cables
entubados.
SECCIÓN PLANTA
5.43 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
concretamente los modelos a adoptar. Por otra parte, esas tablas y el desarrollo que a
continuación se indica no son los definitivos, ya que serán finalmente las potencias soli-
citadas por los edificios previstos y las distancias respectivas las que permitirán ubicar
de forma precisa estos importantes elementos. El guión que se indica en las líneas que
siguen constituye sin embargo una importante etapa para la planificación eléctrica del
sector que nos interesa.
Conocida esta potencia procederemos a obtener la densidad eléctrica por km2 realizan-
do las equivalencias correspondientes recordando que 1 MW = 1.000 kW y que 1 km2
equivale a 100 Has.
En cuanto a los centros tipo lonja son aquellos que se ubican sea en determinados espa-
cios urbanos generalmente en el interior de los edificios, sean estos de uso residencial u
otros, generalmente en planta baja o en planta de sótano debido a la obligatoriedad esta-
blecida al respecto por el Reglamento Electrotécnico en Baja Tensión el cual exige de un
local exclusivo para ubicar estos elementos en aquellos edificios que superen una deman-
da de potencia de 50 kVA. La alimentación de los mismos se realiza mediante líneas sub-
terráneas correspondiéndose su emplazamiento con zonas completamente urbanizadas
pudiendo estar constituidos por cualquiera de las soluciones antes indicadas. Aunque la
concepción de un centro de transformación MT/BT depende de una serie de parámetros
relacionados con la estructura de la red, la potencia demandada, las condiciones del entor-
no, etc., aquellos situados en el interior de los edificios presentan una diferencia funda-
mental con respecto a los exteriores, basada en la necesidad de considerar la importancia
5.44 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
2. PLANOS
2.1. SIMBOLOGÍA
TABLA 12.-
SÍMBOLOS UTILIZADOS EN REPRESENTACIÓN DE INSTALACIONES DE SUMINISTRO
Y DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA
Especificación. Aplicación
Conducción refor- Para alimentación de los puntos de entrega, desde los centros de
220/330
zada en baja ten- transformación:
N.S.n
sión, enterrada. S Su tendido se realizará siguiendo la línea de aceras y debajo de
N n. éstas a una profundidad mínima de 0,60 m y separadas de la
línea de fachada 1,00 m, como mínimo.
- Conducción monofásica: en los tramos finales de redes radia-
les para uno o dos abonados.
- Conducción trifásica: en los restantes casos.
TABLA 12.-
Armario de aco- Para conexión de las líneas de distribución en baja tensión, con
metida instalado - las posteriores acometidas en urbanizaciones residenciales de
N. viviendas unifamiliares.
El número máximo de acometidas desde un mismo armario será
de 4.
En los restantes casos de acometidas a otros tipos de vivienda,
como solución alternativa a la caja general de protección.
Línea de puesta a Para la puesta a tierra del neutro de las líneas de distribución en
tierra del neutro. baja tensión.
La puesta a tierra del neutro se hará separadamente de las de las
masas metálicas y a una distancia de éstas determinada según la
NTE-IEP: - Instalaciones de electricidad. Puesta a tierra.
- Plano de situación: Tendrá por objeto la ubicación geográfica del trabajo y, en fun-
ción de la dimensión de la obra, la escala variará de forma que se aprecie la dis-
posición de la red en su totalidad. Para localizar el lugar se delimitará la obra
con un círculo o un rayado.
- Plano de las obras especiales: Se incluyen en este plano aquellas obras necesarias
para implantar las conducciones de transporte y distribución, necesarias para
implantar la conducción pero que precisan una definición complementaria a la
estricta incluida en la sección tipo. Estos planos variarán dependiendo de la cons-
trucción de que se trate, tipo de terreno, técnicas utilizadas, etc.
Ademas de las anteriores, presenta particular importancia las referencias a los ele-
mentos constructivos, de la red tales como locales (Centros de Transformación,
armarios de contadores, de distribución y seccionamiento) ademas de los cuadros
de mando y protección.
Las escalas serán las adecuadas en cada caso para ejecutar sin dificultades los
5.48 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
detalles que se han expuesto: habitualmente 1:20 y 1:10. Es digno de mención que
existen elementos muy específicos tales como postes, los cuales son facilitados
directamente como planos-tipo por las compañías suministradoras, Centros de
Transformación, armarios de acometida, conducciones de distribución sean norma-
les o reforzadas, arquetas, etc.
Esta documentación será, por otra parte, de la mayor importancia para las posterio-
res labores de control y mantenimiento de la red, ya que uno de los graves problemas
detectados en estas últimas lo constituyen los problemas documentales motivados
por la no inclusión de las inevitables modificaciones en los planos definitivos. Es par-
ticularmente importante recoger el estado final y las eventuales interferencias con res-
pecto a las infraestructuras de abastecimiento de agua, gas y telefonía.
En todos los casos el criterio a seguir será el de indicar el hecho de que, para dar por buena
una instalación de este tipo resultan imprescindibles determinados controles específicos
en cada una de las etapas anteriores; fundamentalmente en las fases de tendido y cone-
xionado originando como consecuencia directa la existencia de anomalías que afectan no
solamente a la calidad del suministro propiamente dicho sino, y especialmente, a la segu-
ridad de la red y de los usuarios.
Este control debe ser realizado por personal muy especializado, si bien integrado y encua-
drado en la organización general del Control de Calidad de la Obra. En cuanto a los porcen-
tajes de control a aplicar, los mismos lógicamente variarán en función de la importancia de
los edificios a servir, pero es frecuente la recomendación de adoptar porcentajes variables
entre un 50 y un 70 por 100 del número de elementos o de longitud de las canalizaciones,
tanto en el tendido de las redes como en el utillaje eléctrico propiamente dicho.
Con un carácter muy limitado y meramente indicativo son frecuentes la aparición de ano-
malías como las que a continuación se indican:
Estos reparos deberán ser tales que no impidan la correcta operación del equipamiento y su
explotación y uso normal. En caso de que no se presenten problemas de envergadura se
fijará un plazo de garantía de los equipos, materiales, obras e instalaciones incluidas en el
trabajo de, por ejemplo, un año a partir de la fecha de recepción provisional.
En el caso de la energía eléctrica existe una peculiaridad que merece un comentario espe-
cífico referente a la evolución de las anomalías las cuales suelen ser más frecuente en los
dos primeros meses de funcionamiento, en los cuales se producen los “picos” más altos
de los defectos de funcionamiento, particularmente cuando por razones de planificación
se produce de forma simultánea un volumen importante de conexionado en la red.
4. PRESUPUESTO
Como medida de prevención, los precios unitarios podrán venir afectados por un factor
de escala en función de las cantidades efectivamente contratadas, debiéndose declarar
expresamente su validez durante los primeros seis o doce meses (en función de la enver-
gadura del trabajo) una vez realizada la notificación de la adjudicación mediante una fór-
mula de revisión de precios aceptada por ambas partes. En los casos referentes a cana-
lizaciones, galerías y cámaras la oferta incluirá los “gastos de gestión”, entendiendo
como tales los motivados por la obtención de los permisos y autorizaciones.
Eventualmente, se considerarán incluidos en este apartado la compraventa, cesión o
donación de los terrenos necesarios para incorporar el suministro de energía eléctrica en
sus diversas modalidades (alta, media y baja tensión).
4.5. PRESUPUESTO
En este caso se presentará un resumen final por capítulos que servirá de base para la
obtención de honorarios.
5.53 DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA PÚBLICA
5. BIBLIOGRAFÍA
- Instalaciones Eléctricas
(2 Tomos), 1ª Edición. Albert F. Spitta. Editorial Dossat, S.A. Madrid 1978.
- Manuales Técnicos de Iberdrola, S.A.:
• Guía de aplicación para la electrificación de polígonos.
• Guía de aplicación a la construcción de lineas y acometidas aéreas y subterráneas
de Baja Tensión.
• Guía de aplicación a la construcción de lineas y acometidas aéreas y subterráneas
de Alta Tensión hasta 24kV.
• Guía de aplicación a la construcción de Centros de Transformación.
- Redes Eléctricas
Victor Zopetti. Gustavo Gili, S.A. México.
- Esquemas de Electricidad.
Jean Barry. Ed. Marcombo, S.A. Barcelona 1985.