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DESAYUNO EN TIFFANYS (Truman Capote) Siempre me siento atrado por los lugares en donde he vivido, por las casas

y los barrios. Por ejemplo, hay un edificio de roja piedra arenisca en la zona de las Setenta Este donde, durante los primeros aos de la guerra, tuve mi primer apartamento neoyorquino... Jams se me ocurri, en aquellos tiempos, escribir sobre Holly Golightly, y probablemente tampoco se me hubiese ocurrido ahora de no haber sido por la conversacin que tuve con Joe Bell, que reaviv de nuevo todos los recuerdos que guardaba de ella. Holly Golightly era una de las inquilinas del viejo edificio Ella segua subiendo la escalera, lleg a su piso, y la luz del rellano ilumin la mezcolanza de colores de su pelo cortado a lo chico, con franjas leonadas, mechas de rubio albino y rubio amarillo. Era una noche calurosa, casi de verano, y Holly llevaba un fresco vestido negro, sandalias negras, collar de perlas. Pese a su distinguida delgadez, tena un aspecto casi tan saludable como un anuncio de cereales para el desayuno, una pulcritud de jabn al limn, una pueblerina intensificacin del rosa en las mejillas. Tena la boca grande, la nariz respingosa. Unas gafas oscuras le ocultaban los ojos. Era una cara que ya haba dejado atrs la infancia, pero que an no era de mujer. Pens que poda tener entre diecisis y treinta aos; result finalmente que le faltaban dos tmidos meses para cumplir los diecinueve.

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