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Nacionalidad México
Infancia y adolescencia
Siqueiros nació en la Ciudad de México[2] en 1896. Su padre era el abogado Cipriano Alfaro
y su madre Teresa Siqueiros. Su padre lo llevó a vivir a Irapuato, Guanajuato, donde realizó
sus primeros estudios bajo la vigilancia de sus abuelos Antonio y Eusebia Alfaro, quiénes
dejaron honda huella en su formación. Al morir su abuela, Siqueiros y sus hermanos se
mudaron a la Ciudad de México donde fueron internados en escuelas maristas. Más tarde,
en 1911 ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria y por las noches asistía a la Academia
de San Carlos. En 1911, cuando sólo tenía quince años de edad, Siqueiros se vio
involucrado en una huelga estudiantil en la Academia de San Carlos de Bellas Artes que
protestaba contra el método de enseñanza de la escuela y urgía la destitución del director.
Sus protestas con el tiempo llevaron al establecimiento de una «academia al aire libre» en
Santa Anita.[3]
antes de viajar a Europa en 1919. Primero en París, absorbió la influencia del cubismo,
intrigado en particular con Cézanne y el uso de grandes bloques de color intenso. Estando
allí, conoció a Diego Rivera, otro pintor mexicano de «los tres grandes» justo al comienzo
de una carrera legendaria en el muralismo, y viajó con él por Italia estudiando a los grandes
[3]
pintores al fresco del Renacimiento.
Aunque muchos han señalado que la carrera artística de Siqueiros se vio con frecuencia
«interrumpida» por la política, el propio Siqueiros creía que las dos estaban
inextricablemente unidas. En 1921 Siqueiros publicó en Barcelona, España la revista "Vida
Americana" donde publicó un manifiesto titulado "Tres llamados a los artistas plásticos de
América" en el que escribe sobre las propuestas artísticas que tenía pensadas y que creía
convenientes para América. Para entonces, Siqueiros ya había estado expuesto al marxismo
y visto la vida cotidiana de los pobres. En Una nueva dirección para la nueva generación de
pintores y escultores americanos pidió una «renovación espiritual» al tiempo que el regreso
de las virtudes de la pintura clásica mientras infundía este estilo con «nuevos valores» que
reconocían la «máquina moderna» y los «aspectos contemporáneos de la vida cotidiana».[4]
El manifiesto también reivindicaba que un «espíritu constructivo» es esencial para un arte
con sentido, que se alza por encima de la mera decoración o temas falsos o fantásticos. A
través de este estilo, Siqueiros tenía la esperanza de crear un estilo que enlazara el arte
nacional con el universal. En su obra así como en su escritura, Siqueiros buscaba un
realismo social que aclamara a los pueblos proletarios de México y el mundo al mismo
tiempo que evitaba los clichés del «primitivismo» y el «indianismo» a la moda.[4]
En 1922, Siqueiros regresó a Ciudad de México para trabajar como muralista para el
gobierno revolucionario de Obregón. El entonces Secretario de Educación Pública, José
Vasconcelos, se impuso la misión de educar a las masas a través del arte público y contrató
a decenas de artistas y escritores para erigir una cultura mexicana moderna. Siqueiros,
Rivera y José Orozco trabajaron juntos con Vasconcelos, quien apoyó el movimiento
muralista encargándoles murales para edificios destacados en Ciudad de México. Aún así,
los artistas trabajando en la Preparatoria se dieron cuenta de que muchas de sus primeras
obras carecían de la naturaleza «pública» visionada en su ideología. En 1923 Siqueiros
ayudó a fundar el Sindicato de Pintores, Escultores y Grabadores Mexicanos
Revolucionarios, que afrontaba el problema de amplio acceso público a través del periódico
sindical, El Machete. Ese año, el periódico publicó -«para los proletarios del mundo»- un
manifiesto, que Siqueiros ayudó a redactar, sobre la necesidad de un arte «colectivo», que
serviría como «propaganda ideológica» para educar a las masas y derrotar a los burgueses,
a los individualistas, etcétera.
Poco después, Siqueiros pintó su famoso mural Entierro de un trabajador (1923) en el
hueco de la escalera del Colegio Chico. El fresco representa a mujeres indígenas
lamentándose sobre un ataúd, decorado con una hoz y un martillo.[5] Pero conforme el
sindicato se fue haciendo más crítico con el gobierno revolucionario, que no había instituido
las reformas prometidas, sus miembros se enfrentaron a nuevas amenazas de ver cortados
los fondos que financiaban su arte y el periódico. Se produjo una disputa interna en el
sindicato sobre si dejar de publicar El Machete o perder el apoyo financiero a los murales,
lo que dejó a Siqueiros en primer plano, pues Rivera abandonó en protesta por la decisión
de mantener la política por encima de las oportunidades artísticas. A pesar de ser
despedido de su puesto «docente» bajo el Departamento de Educación en 1925, Siqueiros
permaneció hondamente implicado en actividades laborales, en el sindicato así como en el
Partido Comunista Mexicano, hasta que fue encarcelado y con el tiempo padeció el exilio a
David Alfaro Siqueiros 3
Comunismo y rebelión
• Durante la Guerra Civil Española de 1936-1939, luchó como voluntario.
• Estuvo presente en Egipto en 1956, cuando Gamal Abdel Nasser nacionalizó el Canal de
Suez.
• En México fue militante del Partido Comunista Mexicano hasta su muerte.
• El 24 de mayo de 1940 intentó asesinar a León Trotsky. Siqueiros con la complicidad de
Shelton Harte, guardaespaldas de Trotsky, perpetró en la casa de Coyoacán acompañado
de veinte hombres. Realizaron más de cien disparos, sin embargo los guardaespaldas
fieles a Trotsky repelieron la agresión evitando que hubiera heridos.[7]
Madurez artística
Debido al atentado contra León Trotsky, se exilió en
Chile durante 1941. En Chillán pintó "Muerte al
invasor". En 1944 emigró a Cuba donde pintó "Alegoría
de la igualdad racial en Cuba".
En 1946 Siqueiros regresa a la Ciudad de México y
pinta en la ex aduana de Santo Domingo, hoy Secretaria
de Educación Pública su mural "Patricios y Patricidas".
En su casa realizó el mural "Cuauhtémoc contra el
mito" y más tarde pintó en el Palacio de Bellas Artes el
Mural en San Miguel Allende
tríptico "Nueva Democracia" En 1947 realizó el famoso
lienzo titulado "Nuestra imagen actual".
Obra
Su obra se enmarca en el grupo de pintores y muralistas mexicanos, junto a Diego Rivera y
José Clemente Orozco. Estos muralistas expresionistas mexicanos anticiparon las
tendencias neorrepresentativas o neoicónicas que se dieron hacia 1960.
Sus frescos en exteriores se dedicaron a temas revolucionarios y sociales, para inspirar a
las clases bajas.
Estilo
Su forma de pintar es esquemática. Siqueiros intentaba encontrar un dinamismo en la
figura para crear movimiento. Siempre buscaba teorías para experimentar en ellas.
Una de las formas en las que Siqueiros creaba movimiento era pintar con diversas lineas, a
modo de boceto. Normalmente, estos trazos son negros y gruesos.
En el Porfirismo a la Revolución, Siqueiros puso a prueba una de sus teorías donde tuvo que
pintar a los guerrilleros en una pared transversal de modo que desde el centro, se viera un
grupo como si solo fuese una pared y no tres.
Son pinturas llenas de color, representan figuras con emociones intensas, como en El
martírio de Cuauhtémoc.
David Alfaro Siqueiros 6
Murales
El edificio Tecpan aloja actualmente el mural
"Cuauhtémoc contra el mito" de 1944. Esta constituye
la primera obra plástica mixta del autor en la que
combina pinturas modernas y soportes de madera,
masonite además de esculturas hechas por Luis Arenal.
A través de la perspectiva tridimensional Siqueiros
intenta recrear el movimiento de las figuras. A la
derecha y en primer plano está Cuauhtémoc enpuñando
las armas oponiéndose a la destrucción de su
Mural "Las fechas de la historia" en la
civilización a manos de los conquistadores españoles,
Universidad Nacional Autónoma de
estos últimos son interpretados como centauros cuyas México.
fuerzas son la religión y las armas de fuego (arriba e
izquierda). Debajo de las patas del caballo está la cabeza de un indigena decapitado y de
frente aparece Quetzalcóatl como símbolo de desarrollo milenario del México prehispánico.
Al centro, Moctezuma II implora desconcertado a los dioses que le expliquen por que el
supuesto regreso de Quetzalcóatl (en la figura de Córtes) implicó la caída de su imperio,
apreciándose al fondo los templos incendiados.
Referencias
[1] Aclaraciones de Raquel Tibol a nota sobre Siqueiros (http:/ / www. jornada. unam. mx/ 2008/ 07/ 21/ index.
php?section=opinion& article=002a2cor) La Jornada, 21 de julio de 2008.
[2] El verdadero Origen de Siqueiros; lo que hay de cierto tras el mito del Coronelazo (http:/ / www. gentesur.
com. mx/ articulos. php?id_sec=7& id_art=308) Gente sur, 15 de octubre de 2005.
[3] Philip Stein, Siqueiros (New York: International Publishers, 1994), 14-16.
[4] David Alfaro Siqueiros (trad. al inglés por Sylvia Calles), Art and Revolution (Londres: Lawrence and Wishart,
1975), 21.
[5] Laurance P. Hurlburt, The Mexican Muralists in the United States (Albuquerque, N.M.: University of New
Mexico Press, 1989), 203.
[6] Ruth Green Harris, “Art That Is Now Being Shown In the Galleries,” The New York Times, 7 Dec. 1930.
[7] Abierto, atentado contra Trotsky (http:/ / www. cnnexpansion. com/ actualidad/ 2007/ 6/ 27/
abierto-atentado-contra-trotsky) CNN Expansión, 27 de Junio de 2007.
Bibliografía
• Azcárate Ristori y otros, Historia del Arte, Ediciones Anaya, S.A., Madrid, 1986. ISBN
84-207-1408-9
Véase también
• José Clemente Orozco
• Diego Rivera
• Tecpan
• Sala de Arte Público Siqueiros
David Alfaro Siqueiros 7
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