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Ministerio juvenil “Guerreros de luz”

Reflexiones juveniles

SUJECION EN LA IGLESIA

Bienvenido querido joven a un nuevo estudio sobre "conflictos de la juventud".En


esta oportunidad quisiera que opinemos juntos y por supuesto escuchemos el
consejo de nuestro manual de vida, la Biblia, sobre la iglesia, específicamente sobre
tu iglesia o congregación donde te reúnes para adorar y alabar a Dios. Me parece
oír tu voz: ¿Mi iglesia?, mejor ni hablar, cambiemos de tema, tu no sabes lo que es
y lo que pasa en mi iglesia.

Pero no tengo opción, algún día creo que terminaré apartándome, no sé." ¿Es ese
tu razonamiento?, no me parece extraño, ese razonamiento fue el mío durante
algún tiempo y no me condujo a nada, más que un conformismo chato y
desgastante que por cierto me traían muchas dudas sobre mi futuro respecto a lo
congregacional. Por eso consideró útil traer este tema a nuestra mesa de charla.

Para entrar de lleno, quisiera hacerte una pregunta: ¿Qué significa tu iglesia para
ti? : un punto de encuentro con tus amigos, un lugar de asistencia obligada por tus
padres, un ambiente sano donde te encuentras seguro/a porque te asusta la
corrupción del medio ambiente exterior, una costumbre que te han inculcado y no
sabes hacer otra cosa, un lugar donde eres reconocido porque afuera no eres nadie,
un lugar donde cada uno expone sus dones y el tuyo es un "adorno" más en esa
vidriera, o una reunión de hipócritas y entonces sólo vas para molestar?, o ¿no será
la iglesia una oportunidad ideal para manifestar tu rebeldía hacia tus padres y así
cobrarte antiguas deudas con ellos, o al contrario una forma de mantener contentos
a tus padres para luego sacar provecho de eso?, tal vez la iglesia sea el lugar
donde te sentís realizado ya que en tu casa tu esposa/o te desprecia en cambio en
la iglesia todos te reconocen y valoran tu don y tus servicios, o peor aún es un
lugar del cual te avergüenzas por su hipocresía y no te atreves a llevar a uno sólo
de tus amigos, ¿será un lugar donde recibes críticas en vez de aliento, piedras en
lugar de puentes, miradas serias en lugar de miradas compasivas, un dedo
señalador en lugar de una mano extendida?, o quizás sólo ocupas un lugar en tu
banco, pero ningún lugar en las oraciones de algún hermano, tal vez ni siquiera
notan cuando estás ausente y de ahí deduces que tampoco notarán cuando estés
presente, tal vez necesitaste que se reparen grietas en tu vida y con gran
desilusión te enteraste que eran más importantes las grietas de las paredes o el
techo que las de tu vida y llegaste a la conclusión: "aquí vale más un ladrillo que un
alma".

No sé cuál será tu experiencia respecto a la vida de iglesia pero permíteme decirte:


Cristo pagó por esa iglesia tuya, sí, Cristo pagó con su sangre y es el Dueño aún.
Aunque no parezca. Él quiso que allí nacieses espiritualmente y Él tiene un plan
para ti, te lo repito Él tiene un plan para ti una vez más: ¡¡¡ÉL TIENE UN PLAN PARA
TI!!!, y ningún hombre lo puede frustrar. ¿Lo crees?. Como en los demás asuntos
de la vida cristiana verás que también éste es un asunto de fe.

En alguna oportunidad te dije que gran parte de los temas fueron seleccionados
como producto de mi propia experiencia de joven y creo comprender tu rebeldía
interna cuando hablamos de éste tema que te toca tan de cerca. Tenemos que ser
sinceros y confesar que a ningún ser humano existente sobre el planeta tierra le
gusta obedecer y sujetarse a una estructura preestablecida. Y mucho más al joven.
Somos rebeldes por naturaleza, tendemos a ir en contra de todo principio expuesto
y marcar nuestro propio estilo de vida, aún dentro de la iglesia.
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Pero éste estilo de vida, que si bien es normal como lo es también normal la
rebeldía innata del joven, puede ser muy nocivo para la salud de cualquier
congregación si se da rienda suelta y no se sujeta esa rebeldía natural por el
control del Espíritu sobrenatural que mora en nosotros. El Espíritu Santo, pero, por
otro lado puede ser muy útil para tu congregación tus fuerzas e impulso juvenil si
está bien canalizado y contenido.

Así como en San Juan 15 se nos dice que el estilo de vida del pámpano es la
dependencia, en 1ra de Pedro encontramos que el estilo de vida del siervo es la
sujeción. Por ejemplo en 2:13 leemos: "someteos a toda institución humana", en
versículo 18: "criados estad sujetos a vuestros amos", en 3:1 "mujeres estad
sujetas a vuestros maridos", también 5:5 dice: "igualmente, jóvenes estad sujetos
a los ancianos; y todos sumisos unos con otros". Antes de pasar a otro pasaje
análogo de Efesios, veamos lo que anticipa Pedro en el capítulo 1:22 respecto a
este tema de la sujeción: "Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a
la verdad, MEDIANTE EL ESPÍRITU, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a
otros entrañablemente, de corazón puro".

Y en Efesios 4:2 leemos: "...con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con


paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en
el vínculo de la paz", versículo 31: "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira,
gritería, maledicencia y toda malicia, antes sed benignos unos con otros." y
llegamos al versículo 21: "someteos unos a otros en el temor de Dios", en el 22 las
casadas, en 6:1 los hijos a los padres, en el versículo 5 los siervos a los amos, y
concluye el versículo 10: "por lo demás hermanos, fortaleceos en el Señor y en el
poder de su fuerza".

Es que se precisa de la fuerza y el poder sobrenatural de Dios para vivir en este


estilo de vida sujeta y esa fuerza viene de un ser sobrenatural que habita dentro
del creyente y que es el Espíritu santo. Eso es lo que nos quiere enseñar el apóstol
Pedro y Pablo al dedicar casi el 50% de sus cartas a motivar a los lectores a que
vivan en el poder del Espíritu para luego y solamente luego exhortarles a que se
sujeten.

Tal vez, querido joven estás comenzando a entender porqué nos cuesta tanto
sujetarnos a nuestros ancianos. ¿No será que es porque no vivimos sujetos a Dios
por su Espíritu?. Soy consiente que existe un gran bache generacional en varias
iglesias y que la ausencia de ancianos maduros que le hayan perdido el miedo a lo
nuevo y que con una postura comprensiva y un conocimiento serio de los principios
escritúrales acepten los cambios propuestos por el joven siempre y cuando no
atente contra alguna doctrina bíblica, ha logrado que muchos de nuestros jóvenes
se hayan ido tras vientos de doctrinas extrañas o se hayan apartado cansados de
escuchar ante sus propuestas, negativas caprichosas sin sustento bíblico.

Pero aún esto no es excusa para tomar tales decisiones, lo único que lograrás es
añadirte un problema más con una decisión apresurada. Y también, para ser
imparcial, cabe mencionar que existe una gran carencia de jóvenes que sepan
"entender a sus ancianos". Quizás ellos no tuvieron la oportunidad que tú tuviste de
conocer modelos de líderes con los que te has formado, o lo que es peor han
crecido bajo la sombra de líderes que los han deformado y hoy son lo que se les ha
inculcado.

Tal vez no pudieron estudiar en un seminario bíblico como tú, además, los cambios
de una generación a otra son normales y no es fácil entrar en el cambio.
Seguramente te sucederá lo mismo a ti con tus hijos o los miembros de la iglesia
que pastorees en el futuro y entonces dirás: ¡Ah, cómo entiendo ahora a aquellos
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líderes que antes criticaba!. Tanto de una punta del ovillo como de la otra, se
necesita del control del Espíritu para llegar a un feliz término y una convivencia
saludable en la congregación. Pero antes de continuar, quisiera que por un
momento, dirijamos nuestra mirada joven hacia el futuro, hacia el futuro de esa
iglesia en la cual hoy tu te congregas, y pienses por unos instantes en tu hijo.

Aquel hijo que nacerá de tu matrimonio, y que tu y tu esposa con el mayor esmero
criarás en el temor del Señor y que por su puesto desearás que asista a la escuela
dominical y se realice como creyente.

A ese hijo o hija, ¿Qué iglesia le dejamos?. Cuando él crezca, te recriminará a ti por
el lugar donde crece espiritualmente, y tu le dirás: Hijo, me cansé de trabajar por
la iglesia y me dediqué a murmurar o a ocuparme de mi trabajo, lo siento mucho
hijo."Sabes, no existe la iglesia perfecta ni el anciano perfecto ni el líder que nunca
falla, deja la crítica y ponte a trabajar en lo que esté al alcance de tus manos, la
obra del Señor es mucho más que los ministerios que se realizan desde un púlpito o
en el ámbito congregacional, evangeliza en tu barrio, discípula, estudia la Biblia,
asiste a encuentros juveniles cristianos sanos, sométete en todo a tus líderes en lo
que entiendes y en lo que no, intenta hablar con ellos, tal vez te sorprenderás al
descubrir que también él tiene sus conflictos, oren juntos, exhórtale como a un
padre, y principalmente no seas un leño más que encienda el fuego de la
murmuración que ha desbastado tantas congregaciones, no critiques a tus
ancianos, compréndelos, habla y si no entienden, espera por la fe que Dios
comience con sus milagros.

Ningún hombre sobre la tierra podrá jamás anular la obra de Dios para tu vida, y
recuerda lo que te dije al principio: ¡Dios tiene un plan para ti!.

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