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Para que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las
relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y
posteriormente amigos y maestros. Es además indispensable el modelo y ejemplo que estas
personas significativas muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice
y lo que se hace.
Recordemos que una persona valiosa, es una persona que posee valores interiores y que
vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces, lo que valen sus valores y la manera en
como los vive.
Ya en el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más allá de "mi libertad", "mi
comodidad o bienestar" y se traducirán estos valores en solidaridad, honestidad, libertad de
otros, paz, etc.
La libertad: La libertad parece ser el bien más preciado que posee el hombre. Libertad de
conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el interior, libertad de
expresión, para poder difundir nuestras ideas y promover el debate y la discusión abierta,
libertad de reunión como garantía para asociarme con aquellos que comparten ideales y
trabajar por los mismos, libertad para elegir responsable y pacíficamente a nuestros
gobernantes.
La paz: Es quizás prioridad esencial de nuestro mundo, un mundo que ha sufrido dos
grandes guerras, con consecuencias devastadoras para los pueblos y las personas, un
mundo que todavía se enfrenta a un sinnúmero de conflictos locales y regionales.
Una persona con altos valores morales promoverá el respeto al hombre, la cooperación y
comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar
común
Virtudes teologales
En la teología católica, se llaman virtudes teologales a los hábitos que Dios infunde en la
inteligencia y en la voluntad para ordenar las acciones del hombre a Dios mismo.
Tradicionalmente se cuentan tres: la Fe, la Esperanza y la Caridad. Junto a éstas, suele
citarse como complemento en el ámbito de las llamadas virtudes infusas las virtudes
cardinales.
Virtudes Cardinales
Definición de Virtud: “Cualidad personal que se considera buena y correcta. Actuar con
amabilidad y consideración por los sentimientos y pensamientos de otros. Hacer del mundo
un lugar más agradable en el que estar con la actitud de comenzando por uno. Ayudar sin
entorpecer el trabajo o proyectos de otros”. En definitiva Virtud es una propensión y
facilidad para conocer y obrar el bien, se llaman cardinales las que son el principio y el
fundamento de las demás virtudes. Las Virtudes Cardinales, también llamadas virtudes
morales, reciben ese nombre por que en latín cardinales! cardinalis cardo, gozne, el gozne
de una puerta, en conclusión todas las virtudes giran en torno a ellas. Las Virtudes
cardinales, son hábitos que se adquieren con el ejercicio y la repetición y que la habilitan
para la realización de una vida correcta y buena. Mediante estas virtudes nuestras
facultades apetitivas se inclinan hacia lo conveniente y conforme al juicio de la razón. La
repetición de los actos provoca la aparición de hábitos. Cuando estos hábitos predisponen
al hombre adecuadamente para el cumplimiento del bien reciben el nombre de virtudes y en
caso contrario de vicios. La moral llama a un trabajo ascético (se dice de la persona que se
dedica a la práctica y ejercicio de la perfección espiritual y lleva una vida modesta y
sobria) sobre las pasiones, para dominarlas al juicio de la razón, de modo tal que ellas nos
ayuden para la mejor consecución de nuestros fines. Estas virtudes son cuatro:
Prudencia: Consiste en actuar con reflexión y precaución para evitar posibles daños,
dispone la razón practica para discernir el bien y elegir los medios justos para realizarlos.
Es el valor que nos ayuda con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la
vida, nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras
palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier
circunstancia. Este valor se forja por la manera en que se conduce el hombre
ordinariamente. Ante una situación problemática se debe antes que nada reflexionar y
conservar la calma, en todo momento, pues si nos damos cuenta y reflexionamos, la
mayoría de los malos aciertos en la vida, ocurren por una mala decisión.
Justicia: Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Para ello precisamente se
necesita la guía de la prudencia. La justicia no existe sin la misericordia, la caridad o el
amor. La justicia es principio fundamental de la existencia y coexistencia de los hombres,
como asimismo de las comunidades humanas, de las sociedades y los pueblos. A lo largo de
los siglos, la justicia ha ido teniendo definición según las distintas relaciones y aspectos.
De aquí el concepto de justicia conmutativa, distributiva, legal y social. Todo ello es
testimonio de cómo la justicia tiene una significación fundamental en el orden moral entre
los hombres, en las relaciones sociales e internacionales. Puede decirse que el sentido mismo
de la existencia del hombre sobre la tierra está vinculado a la justicia, definir
correctamente "cuánto se debe" a cada uno por parte de todos y, al mismo tiempo, a todos
por parte de cada uno, "lo que se debe" (debitum) al hombre de parte del hombre en los
diferentes sistemas y relaciones, definirlo y, sobre todo, llevarlo a cabo.
Para organizar con justicia el conjunto de la vida social en sus aspectos varios, es
necesario que el hombre viva en un contexto de justicia y, más aún, que cada uno sea justo
y actúe con justicia respecto de los cercanos y de los lejanos, de la comunidad, de la
sociedad de que es miembro. La justicia es la base de la posibilidad real de ser bueno; en
esto se apoya la elevada categoría de la prudencia. La justicia protege y garantiza los
derechos y deberes fundamentales, observa y juzga las condiciones que afectan a los
diversos sectores de la sociedad, vigila y guía la disparidad de oportunidades económicas y
orienta las circunstancias sociales de modo que favorezcan la convivencia pacífica de los
pueblos.