El método llamado de “Formación Experiencial” pretende ser una herramienta que ayude a la maduración personal, grupal, social y de fe. Por eso, cada encuentro tiene que estar en función de estos objetivos. Este método trata de crear las condiciones para que los jóvenes y adultos, en este caso, puedan crecer y madurar a partir de sus propias experiencias de vida, profundizar en ellas e iluminarlas desde la fe. Cada encuentro considera un OBJETIVO concreto y alcanzable en dicho encuentro, que se desarrolla a través de los siguientes pasos:
1. Motivamos, tratamos de despertar interés por el tema. 2. Compartimos nuestras experiencias. 3. tratamos de entender lo que vivimos. 4. Profundizamos esas experiencias de vida. 5. Iluminamos lo que vivimos con la Palabra de Dios y lo celebramos.
Trataremos de explicar cada paso del método:
1. Motivación Trata de despertar el interés de los participantes, sobre la experiencia que se desea tratar en el encuentro. Busca crear interrogantes siguiendo el principio de que nadie está en condiciones de escuchar una respuesta si no se ha hecho una pregunta. La motivación debe ser una actividad breve, no más de 15 minutos, que procura centrar la atención del grupo y despertar el interés. Es importante que la actividad de motivación no entregue respuestas sobre el tema, porque esto es parte de los pasos siguientes.
La motivación debe estar relacionada con el objetivo del encuentro, pero al mismo tiempo no debe entrar en la experiencia personal ya que ese es el paso siguiente. La motivación debe cerrarse bien. Por ejemplo, no basta escuchar una canción y pasar al paso siguiente; es necesario comentar qué dice el autor, qué se pregunta y si el grupo comparte las inquietudes del autor.
2. Compartir Es el momento en que los participantes comparten su experiencia personal acerca del tema. Se trata de que cada uno pueda aprender de lo que vive y para eso es importante darnos cuenta de lo que vivimos, sentimos, pensamos y hacemos, como primer paso para comprendernos mejor a nosotros mismos y comprender el mundo en que vivimos.
Por ejemplo, si se trata del tema de “La solidaridad”, creemos que es mejor preguntarse: ¿Qué experiencias tengo de solidaridad?, que preguntarse: ¿Qué es la solidaridad? En el primer caso estamos describiendo nuestras experiencias; en el segundo, estamos abriendo paso a una reflexión abstracta que luego será difícil aterrizar en algo concreto.
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3. Comprensión Cuando reflexionamos sobre nuestras experiencias personales, es frecuente que haya aspectos de nuestra vida que no percibimos bien, elementos que no tomamos en cuenta o que escapan a nuestra conciencia. Por eso este paso es un análisis de las experiencias para profundizar en ellas, para comprenderlas, buscando las causas de lo que nos sucede y ampliando la mirada más allá de nosotros mismos. Es importante que el análisis mantenga continuidad con el paso anterior; que la profundización que se sigue en el análisis sea sobre la experiencia que se describió en el momento anterior. Sin embargo, el análisis debe ser un avance de la reflexión y no un volver a describir la experiencia con otras preguntas. Hay explicaciones de nuestras experiencias que provienen de lo que aprendimos en la familia o por las costumbres y valores que compartimos por ser hombres o mujeres, por ser jóvenes, por la situación económica, política o cultural que vivimos.
4. Profundización Son aportes a la reflexión. Se trata de proporcionar elementos que puedan ser útiles para comprender mejor lo que se vive. Esta profundización cambia de lugar si se profundiza en la experiencia de vida o en la experiencia de fe. Cuando se trata de profundización en el tema bíblico, forma un solo bloque con el discernimiento cristiano, que abarca también le celebración de lo que vivimos. El Guía debe compartir los aportes en forma respetuosa, y para eso se recomienda: - Prepararlos previamente (puede ser como fichas o rotafolios) - Ser breves, claros, sencillos - Ofrecerlos como un aporte a la reflexión, no como una corrección a lo que los participantes dicen - Que no sean una clase expositiva
5. Iluminación Es el momento de iluminar desde la fe las experiencias profundizadas en los pasos anteriores. Se trata de descubrir la acción liberadora de Dios en nuestras vidas y en la historia; de recibir la palabra de Dios y responder a la invitación que nos hace para un cambio de vida, de actitudes, dejándonos llevar por la fuerza del Espíritu que nos impulsa a un compromiso. Este momento nos debe llevar a un mejor seguimiento de Jesús y de su mensaje.
Tres son los elementos a tener en cuenta: - Anuncio de la Palabra - Discernimiento personal y comunitario - Celebración y compromiso A veces es necesario un breve aporte bíblico, explicando el contexto de la lectura para facilitar su comprensión. Conviene también tener presente para la celebración un signo central que recoja el sentido de la experiencia vivida en el encuentro.
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1. El pan de la comunidad
Introducción
Saludo, bienvenida, acogida. Crear un clima de libertad y alegría que ayude a compartir la amistad y la fe.
A. Motivación
El Animador presenta la lámina de una comunidad compartiendo el pan, la Palabra de Dios, el mate, etc.
‐¿Qué representa esta lámina? ‐¿Qué título le pondrían ustedes?
B. Compartir
a) El Animador invita a cada uno a cerrar fuertemente los brazos cruzados sobre el pecho. En esa posición, pensar un momento: ¿A qué personas estoy “cerrado/a” en este momento? ¿A quiénes, personas o grupos, les estoy negando mi amistad, mi afecto, mi perdón, mi comprensión?
b) Después de un momento para tener presentes a las personas a las cuales les hemos cerrado el corazón, compartimos de a dos las siguientes preguntas:
¿Qué hemos sentido al haber realizado esta reflexión? ¿Qué ha significado para nosotros tomar conciencia de que estamos cerrados/as ante determinadas personas o grupos? ¿Qué nos llevó a cerrarnos a esas personas, a esos grupos? ¿Qué necesitaríamos para abrir nuevamente nuestro corazón?
c) Puesta en común: Cada pareja cuenta libre y espontáneamente lo que han conversado. Cantamos juntos: “Zamba de perdón” (u otro canto apropiado). Evangelizar con símbolos El Pan
C. Comprensión
El Animador presenta un afiche con las siguientes citas bíblicas y explica que estos son “consejos evangélicos” que recibían las primitivas comunidades cristianas para vivir de acuerdo a la propuesta de Jesús:
o “No más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo” (Ef. 5, 25) o “Que el amor sea sincero. Aborrezcan al mal y cuiden todo lo bueno” (Rom. 12, 9) “Con los creyentes necesitados compartan con ellos” (Rom. 12, 13) o “Nosotros los fuertes en la fe debemos cargar las debilidades de los que no tienen esa fuerza” (Rom. 15, 1) o “El amor es paciente, servicial y sin envidia. No quieres aparentar ni hacerse el importante” (1Cor. 13, 4) o “Ayúdense mutuamente a llevar las cargas y así cumplirán la ley del Mesías Jesús” (Gál. 6, 2) o “La Ley de Dios está en una sola frase: `Ama a tu prójimo como a ti mismo´” (Gál. 5, 14) o “Sean humildes, amables, pacientes y sopórtense unos a otros con amor; mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu” (Ef. 4, 2‐3) o “En cualquier circunstancia recurran a la oración y a la súplica, junto a la acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios” (Fil. 4, 6) o “Perdónense unos a otros como el Señor los perdonó a ustedes” (Col. 3, 13)
Se dividen en grupos de 5 o 6 participantes y cada grupo recibe una ficha con los consejos. Después de leerlos, cada grupo tratará de ver:
- ¿Cuáles nos parecen más difíciles de cumplir y están más ausentes de nuestras vidas? - ¿Cuáles nos parecen más urgentes para nosotros? - ¿Cuáles ya estamos viviendo y tenemos que profundizar?
Para los primeros, preparar una oración de pedido de perdón; para los segundos, una oración de pedido de ayuda al Señor; para los terceros, una oración de acción de gracias. Durante la puesta en común, el Animador sobre el afiche de los “consejos”, señala con un signo color rojo los consejos más difíciles y más ausentes en nuestras experiencias. Al terminar de expresarse todos los grupos, hacen las oraciones de pedido de perdón. Cantan todos juntos una canción penitencial.
El animador señala con un signo de color azul los consejos que nos parecen más urgentes. Al terminar de expresarse todos los grupos, hacen las oraciones de pedido de ayuda al Señor. Cantan todos juntos un canto al Espíritu Santo.
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El animador señala con un signo de color verde los consejos que ya estamos viendo. Después de que se han expresado todos los grupos, hacen las oraciones de acción de gracias. Cantan todos juntos un canto de alabanza.
D. Profundización
Se entrega a cada participante una copia del tema: La Comunidad, pan para el mundo (Primera Parte, 3º tema, punto b).
Cada participante lee individualmente el apunte. Luego, comparten en los mismos grupos en los que trabajaron anteriormente. Concluida esta tarea, cada grupo dibuja una tarjeta, y escribe en ella algunas frases sobre la reflexión que ha realizado el grupo.
E. Iluminación y Celebración
El Animador: Recibamos la Palabra del Señor. Mientras tenemos la Biblia en nuestras manos rezamos el siguiente salmo. Después de cada estrofa repetimos:
Tu Palabra, Señor, es la verdad y la luz de mis ojos.
Mi alma tiene sed de Dios del Dios de vida; Mi corazón ansía tu Palabra y mis oídos están atentos a la Palabra de tu boca.
Desde el fondo de nuestro corazón te suplicamos: Háblanos, Señor, porque estamos sedientos de verdad y sólo Tú tienes Palabras de vida eterna. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Cantamos todos juntos un canto a la Palabra de Dios…
Escuchemos ahora la proclamación del Evangelio de Mateo 18, 15‐20. - ¿Cuál es el problema comunitario que hay de trasfondo en este texto? (Es el problema de los hermanos que pecan en la comunidad, ya sea que ofenden a los demás o dividen la comunidad). - ¿Cuáles son los tres grandes consejos que da Mateo a su comunidad para superar ese problema? (v. 15‐17: la corrección fraterna; v. 18: el perdón de unos a otros; v. 19: la oración en común). - ¿Por qué pueden los hermanos vivir unidos en la comunidad? (v. 20: Porque Cristo resucitado está en medio y Él es quién posibilita para todos una vida fraternal).
Cantamos juntos el canto…
Recibimos la imagen de Jesús y de María y las colocamos sobre una alfombrita en el suelo. Nos ubicamos rodeando las imágenes. Colocamos el cartel de la comunidad que motivó nuestra reflexión al comienzo del encuentro.
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El animador invita a leer las tarjetas con la reflexión de cada grupo.
Rezamos tomados de las manos la oración de la comunidad: Padrenuestro…
Al comenzar nuestro encuentro nos pusimos con los brazos cruzados sobre el pecho, signo de nuestro corazón cerrado a los hermanos… Pero la Palabra del Señor y la reflexión comunitaria nos piden que abramos el corazón; por eso los invito, como signo de conversión, a abrir los brazos y el corazón y darnos el abrazo de la Paz, deseándonos unos a otros la paz, la fraternidad, el perdón y la solidaridad…
Para concluir nuestro encuentro vamos a pedir la bendición de Dios. A cada invocación vamos a responder: Amén.
El Dios que nos llamó, nos confirme en su seguimiento, en la alegría y en la paz. El Señor que nos convocó para ser su comunidad, nos haga sentir su presencia, su protección y su cuidado. Y hasta que volvamos a encontrarnos, el Dios de la paz, nos conduzca de la mano.
Nos despedimos cantando todos juntos…
2. ¡Qué linda la gente que tiene memoria!
Introducción
Animador: Queridos hermanos, bienvenidos a esta celebración comunitaria en que compartiremos el pan de nuestra vida; el pan de la Palabra y el pan de la fraternidad. Iniciamos nuestra celebración: En el nombre el Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A. Motivación
Recibimos algunos “souvenirs”: de fiestas de 15 años, de primeras comuniones, de casamientos… etc.
‐¿Para qué son los “souvenirs”? ‐¿Por qué nos gusta regalar estos recuerdos de algunas ocasiones? ‐¿Qué dicen las tarjetas que acompañan estos recuerdos?
B. Compartir
Compartimos de dos en dos:
¿Qué cosas recordamos que nos contaron nuestros abuelos, o nuestros padres, sobre su infancia, el tiempo en que ellos y ellas eran jóvenes? Evangelizar con símbolos El Pan
¿Qué enseñanzas de fe recibimos de ellos y que se nos han grabado en la memoria?
¿Qué rezos o cantos religiosos nos enseñaron? ¿Qué tradiciones trataron de inculcarnos? ¿Qué le contamos nosotros a nuestros hijos y nietos?
El animador deja que todos se expresen, tratando de evitar que algunos puedan monopolizar la conversación.
C. Comprensión
Escuchemos la lectura de un relato:
“Virginia, una mujer pobre, se casó con Esteban y tuvieron varios hijos. Las grandes dificultades económicas obligaron a Esteban a viajar lejos, a la cosecha de frutas. Durante más de un año, Virginia recibió cartas y dinero que Esteban le mandaba y, aunque ella no sabía escribir, contestaba a su marido con la ayuda de una vecina, contándole de su vida, de su dolor de estar lejos, de cómo iban creciendo los hijos.
Un día Virginia se enteró que Esteban estaba enfermo y pidió a su comunidad ayuda económica y que se hiciera cargo de sus hijos para poder ir a verlo y cuidarlo. Durante más de un mes Virginia cuidó a Esteban, que falleció recordando a sus hijos y pidiéndole a la esposa que les enseñara a ser buenos, honestos y trabajadores.
Virginia guardó siempre en su corazón las palabras de su marido y se las comunicó a sus hijos entregándoles además, como recuerdo del papá, las cartas que había conservado de él.”
Después de haber leído el relato lo analizan entre todos:
- ¿Quiénes son los personajes de este relato? - ¿Cuál es la situación que han vivido? - ¿Qué importancia tiene para Virginia las últimas palabras de su esposo? - ¿Qué regala a sus hijos? - ¿Qué importancia tiene para Virginia y sus hijos el “hacer memoria del papá”? - ¿Por qué es importante recordar enseñanzas del pasado? - ¿Qué pasaría si cada generación perdiera la memoria y no tuviera más historia?
D. Profundización
Se entrega a cada participante una copia del tema: El pan de la memoria (Primera Parte, 3º tema, punto g).
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Cada participante lee individualmente el apunte. Luego, subraya las frases que le resultan más difíciles y anotan sus dificultades y las aclaran entre todos. También se comparten reflexiones de fe.
E. Iluminación y Celebración
Coloquemos el Libro de la Palabra de Dios sobre nuestro corazón (los que no tienen Biblia pueden poner la mano en el corazón). A cada invocación vamos a responder: Háblanos, Señor, al corazón.
(Uno de los participantes levanta la Biblia en alto, delante del grupo, mientras el animador dice, señalando la Biblia levantada:)
- Quiero mostrarles el rostro de Dios Padre el Creador. Quiero mostrar el camino de Jesús el Salvador y del Espíritu Santo quiero que escuchen la voz. Soy la Palabra de Pueblo, soy la Palabra de Dios… - Para el pobre soy consuelo, defiendo su dignidad; en el cansancio doy fuerzas y en la opresión, libertad; en el dolor y en la lucha, yo les ofrezco mi luz: Soy la Palabra de Vida, la Palabra de Jesús.
Proclamamos ahora el Evangelio de Lucas 22, 14‐20. Reconstruimos la Palabra escuchada:
- ¿Quiénes están reunidos? - ¿Qué palabras pronuncia Jesús? - ¿En qué momento de la vida de Jesús ubicamos el relato de la última cena? - ¿Qué sentimos al escucharlo?
Colocamos sobre una alfombrita en el suelo la imagen de Jesús, la Palabra de Dios y una lámina de la última cena; pan y vino.
Nos sentamos en el suelo alrededor de estos signos y hacemos un momento de oración personal sobre lo que hemos reflexionado. El Señor Jesús quiso dejarnos algo para llenar nuestra memoria como pueblo: el memorial de su entrega, de su proyecto de servicio y amor, y lo hizo con un gesto sencillo: compartió pan y vino. Los cristianos somos la gente que “hace memoria” de todo lo que enseñó, vivió y realizó el Señor Jesús.
Vamos a rezar todos juntos. A cada invocación vamos a responder: Del Cuerpo y de la Sangre de Jesús resucitado, nosotros sacamos fuerzas para vivir como hermanos.
- Hacemos memoria de tu entrega, Señor Jesús, y te pedimos que alimentes nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra solidaridad… - Hacemos memoria de tus palabras de vida Señor Jesús y te pedimos que nos ayudes a entender cada vez con más profundidad lo que celebramos en cada Eucaristía… Evangelizar con símbolos El Pan
- Hacemos memoria de tu última Cena, Señor Jesús, y te pedimos que nos ayudes para que la celebración de cada Misa alimente nuestro compromiso por hacer presente en el mundo el Reino de Dios.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Concluimos nuestro encuentro compartiendo un poco de pan y una copa de vino, mientras cantamos todos juntos…
3. ¡Por un pedazo de pan!
Introducción
Animador: Queridos hermanos, bienvenidos a esta celebración comunitaria en que compartiremos el pan de nuestra vida; el pan de la Palabra y el pan de la fraternidad. Iniciamos nuestra celebración: En el nombre el Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A. Motivación
Se lee o canta: “POR UN PEDAZO DE PAN” (P. Zezinho)
1. Por un pedazo de pan y por un poco de vino yo he visto a más de un hermano abandonar el camino. Por un pedazo de pan y un poco de vino yo también vi a mucha gente encontrar nuevamente un camino de amor. Yo también vi a mucha gente encontrar nuevamente el camino de Dios.
Estribillo: Por un pedazo de pan y un poco de vino Dios se nos hizo manjar, se nos hizo camino; por un pedazo de pan, por un pedazo de pan… (bis)
2. Al no tener vino y pan y por faltarle comida yo he visto a más de un hermano amargado en la vida. Y por no dar de su pan, y por no dar de su vino yo he visto a más de un creyente perder de repente el sentido moral; y al camino volverá si comparte su pan con justicia e igualdad.
3. Por un pedazo de pan y un poco de vino yo he visto a más de un hermano volverse un hombre mezquino. Por un pedazo de pan y por un poco de vino vive la gente en conflicto, niega a Jesucristo, por no compartir; y la mitad de los hombres se muere de hambre por no repartir.
- ¿Qué es lo que ha visto en su vida el autor de este canto? - ¿Compartimos sus puntos de vista?
B. Compartir
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De a dos reflexionamos lo siguiente:
¿Alguien nos pide pan alguna vez? ¿Qué hacemos? ¿Qué sentimos si no damos? Un verso del Martín Fierro dice: “Sangra mucho el corazón del que tiene que pedir…” ¿Por qué se siente que sangra el corazón? ¿Alguna vez tuvimos que pedir prestado: dinero, ropa, comida? ¿Qué sentimos al pedir?
Espontáneamente, los que desean cuentan sus experiencias.
C. Comprensión
Se entrega a cada participante una copia del siguiente texto y, divididos en pequeños grupos, se reflexiona:
UN PEDAZO DE PAN
“En un pedazo de pan está la tierra que fue sembrada; la noche calma que dio serenidad al campo; la semilla que tuvo que morir para volverse planta; el sol ardiente que hizo germinar y crecer al trigo; el agua generosa que posibilitó la vida y el viento que meció las largas espigas.
En un pedazo de pan están las manos, el alma, el corazón y las esperanzas del campesino que trabajó su tierra; el sudor bendito de quien cuidó la siembra; las manos de la mujer que lo amasaron y el hambre de los hijos y las hijas que lo esperan en la mesa… El pedazo de pan es blanco pero en él está el negro carbón que calentó el horno; el rojo del fuego que hizo de la masa un pan; el azul del cielo que cubrió la tierra, la casa y el hambre de la gente…
El pedazo de pan es pequeño pero en él está todo lo que hace falta ser y hacer, construir y tener para ser personas, para ser hijos de Dios, para vivir con dignidad. El pedazo de pan es débil pero en él está presente el mundo entero: el hambre y la muerte de millones de seres humanos que carecen de pan, la avaricia de los pocos que acaparan, la insensibilidad de quienes no sufren por los que tienen hambre, ni se indignan por los que acaparan, la solidaridad de quienes lo comparten, la voz y la sangre de los profetas que denuncian a quienes lo acaparan.
Un pedazo de pan tiene la sal del sudor de todos los trabajadores: de los que tienen trabajo y de los que lloran porque no lo encuentran, el agua de las lágrimas de los pobres, el calor de las manos que lo prepararon y el de las manos que lo comparten; la sonrisa del niño y el agradecimiento del anciano que lo comen. EL pedazo de pan puede ser partido y ofrecido con generosidad, o puede ser colocado atrás de las vitrinas del privilegio y la injusticia.
Todo el Reino de Dios se concentra en un pedazo de pan que es: vida cuando mata el hambre, remedio cuando levanta las fuerzas, premio cuando es conseguido con el Evangelizar con símbolos El Pan
trabajo digno, gesto de amor cuando se comparte, garantía de futuro cuando se distribuye con igualdad, esperanza de quien lucha para que no falte en ninguna mesa, presencia de Jesús cuando se bendice, se comparte y se hace Eucaristía, en el seno de una comunidad que es pan de vida para el mundo, sacramento del Reino en medio de la historia.”
Reflexionamos juntos:
- ¿Qué nos llama la atención de este texto? ¿Qué denuncias hace el autor a partir del pedazo de pan? - ¿Qué situación social, política, económica y religiosa revela esta descripción de un pedazo de pan? - ¿Qué compromisos nos está pidiendo un pedazo de pan?
D. Profundización
Divididos en dos grandes grupos, reflexionan sobre los temas de la primera parte:
Grupo 1: El pan de las lágrimas (3º tema, reflexión, a). Grupo 2: La falta de pan es pecado (3º tema, reflexión, a).
Cada grupo prepara una representación de lo que profundizó para compartir con el otro grupo, en el momento de la celebración.
E. Iluminación y Celebración
Recibimos la Palabra del Señor, con panes y velas encendidas. Mientras todos levantamos nuestra Biblia decimos después de cada aclamación: Aliméntanos, Señor, con el pan de tu Palabra.
- Señor Jesús, que amaste a los pobres y pequeños, háblanos y danos de ese fuego que despierta para la solidaridad, y libera para trabajar por la justicia. - Tú, que te hospedaste en casa de Marta, María y Lázaro, y compartiste con ellos el pan de tu Palabra y recibiste de ellos el pan del alimento, abre la puerta de nuestra comunidad; pasa, siéntate a nuestra mesa y compártenos tu Palabra que salva, perdona y resucita. - Tú, que llamaste a Zaqueo y compartiste su amistad y su mesa; conviértenos como a él para que podamos reconocer nuestros pecados de injusticia, insensibilidad o corrupción, y también puedas decir de nosotros: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”.
Ahora vamos a escuchar la proclamación del Evangelio de Mateo 25, 31‐41. Reflexionamos juntos esta página evangélica:
- ¿Cómo será el juicio final de cada persona y el de las naciones? Evangelizar con símbolos El Pan
- ¿Con quiénes se identifica Jesús? - ¿Cómo ilumina esta Palabra de Dios lo que hoy hemos reflexionado?
Colocamos los trozos de pan que han acompañado nuestra reflexión junto a la imagen de Jesús y de María y de la Palabra de Dios.
Realizamos las representaciones preparadas por cada grupo luego de la reflexión. Compartimos el pan. Como compromiso, rezamos juntos el testimonio de vida de un hombre ejemplar que no fue cristiano: Mahatma Gandhi. Su religión era hindú, pero este propósito escrito por él, nos demuestra que era realmente un hombre del Reino:
“Humildemente me esforzaré: En amar y decir la verdad. En ser honrado y puro. En no poseer nada que no sea necesario y en ganarme la vida con el trabajo. En no tener jamás miedo. En respetar las creencias de los demás. En ser un hermano para todos mis hermanos.”
Oración final: A ti sea dada toda gloria, Dios, fuente de vida y de verdad. Palabra de vida que nos llamas a compartir y trabajar por la justicia; camino de igualdad y solidaridad que denuncia nuestros egoísmos personales, comunitarios y sociales; perdónanos, fortalécenos y quédate siempre a nuestro lado; y hasta que volvamos a encontrarnos, danos la paz y llévanos de tu mano. Amén.
Cantamos todos juntos…
4. ¡Felices los que comparten su pan!
Introducción
Animador: Queridos hermanos, bienvenidos a esta celebración comunitaria en que compartiremos el pan de nuestra vida; el pan de la Palabra y el pan de la fraternidad. Iniciamos nuestra celebración: En el nombre el Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A. Motivación
El animador invita a hacer el siguiente ejercicio de expresión corporal:
- Expresar con las manos, con los gestos, que una persona es mezquina. - Expresar que una persona es generosa. - Expresar que una persona es avara. - Expresar que una persona es solidaria. Evangelizar con símbolos El Pan
- Expresar que una persona es alegre. - Expresar que una persona es ambiciosa. - ¿Cómo nos hemos sentidos haciendo este ejercicio? - Ante actitudes de egoísmo ¿cuáles son los gestos que más se repiten?
B. Compartir
De a dos participantes, contamos experiencias de solidaridad con personas muy humildes:
¿Qué hemos sentido en esos momentos? ¿Qué sentimos cuando nos niegan la solidaridad en un momento de apuro o necesidad?
Quienes desean ponen en común sus experiencias y los sentimientos experimentados en distintas situaciones.
C. Comprensión
El animador coloca un afiche en el pizarrón con la palabra SOLIDARIDAD escrita verticalmente e invita a hacer un acróstico, con palabras o frases breves que comiencen con esa letra y nos hablen de generosidad, de compartir, y que expresen nuestros sentimientos.
S O L I D A R I D A D
- ¿Qué cambios necesitamos hacer nosotros para vivir esto que aquí hemos escrito? - ¿Qué nuevos pasos deben dar nuestras comunidades para crecer en la solidaridad?
D. Iluminación
Recibimos la Palabra de Dios. Junto con la imagen de Jesús. A cada pregunta vamos a responder: Queremos, porque es pan de vida eterna.
Evangelizar con símbolos El Pan
- ¿Quieren aceptar hoy la Palabra de Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro, que quiere que los bienes de la Creación alimenten a todos sus hijos e hijas? - ¿Quieren escuchar la Palabra del Señor, aceptar sus exigencias de conversión, para hacer un mundo donde no haya ricos y pobres, sino todos hermanos y hermanas? - ¿Quieren recibir las lecciones de amor, igualdad, de servicio y de verdad que la Palabra nos enseña, y trabajar por una sociedad más justa?
Ahora vamos a escuchar la proclamación del Evangelio según Lucas 16, 19‐31.
- ¿Qué personajes aparecen? - ¿Cómo vive el rico? ¿Cómo vive Lázaro? - ¿Qué pasó luego de la muerte de los dos? - ¿Quién está con Lázaro? - ¿Qué respuesta da Abraham al rio atormentado? - ¿Qué le pide el rico a Abraham para sus cinco hermanos que aún están vivos? - El rico ha fallecido y sus cinco hermanos forman una familia de seis miembros. Si tenemos en cuenta que el 7 es el número del Reino, de la plenitud, del Proyecto de Dios, ¿qué tendrían que haber hecho estos 6 hermanos para ser 7 y entrar en el Proyecto de Dios? (Deberían haber sentado a Lázaro a su mesa). - ¿Cuál es la enseñanza de esta parábola de Jesús?
E. Profundización y Celebración
Se dividen en tres grupos. Cada grupo recibe un texto de los Padres de la Iglesia. Lo leen, analizan y responden:
Grupo 1: “Das pan al que tiene hambre; pero más valdría que nadie tuviera hambre y que no dieras nada a nadie. Vistes al desnudo; pero ojalá estuviera cubierta la desnudez de todos los pobres y no tuvieras que dar al vestido. Todos estos deberes de solidaridad están fundados sobre tristes necesidades. Haz desaparecer a los desdichados y ya no habrá más obras de misericordia” San Agustín.
Grupo 2: “No le das al pobre lo que es tuyo, sino que le devuelves lo que es suyo, porque lo que es común y dado por Dios para el uso de todos, te lo apropias tú solo. La tierra es de todos. No solamente de los ricos. Cuando das al pobre devuelves una cosa que le debes, no un regalo” San Ambrosio.
Grupo 3: “Nunca digas: yo gasto lo que es mío, gozo de lo que es mío. No, no es tuyo lo que tienes, sino que es ajeno… Estos bienes no te pertenecen: pertenecen en común a ti y a tu prójimo, como son comunes el cielo y la tierra y todo el resto” San Juan Crisóstomo.
Evangelizar con símbolos El Pan
Cada grupo pone en común sus reflexiones (las oraciones se harán en la Celebración). Al finalizar, quienes lo desean expresan cuál ha sido la enseñanza más profunda que han recibido en este encuentro.
Colocamos los signos que acompañaron nuestro encuentro: las imágenes de Jesús y María, la Biblia, las carteleras, los apuntes…
Cantamos todos juntos un canto de alabanza a Dios Creador. Compartimos nuestras oraciones.
Rezamos el Padrenuestro.
El animador concluye con esta oración:
“Hermanos: EL Señor nos bendiga y nos proteja y nos dé un corazón grande y generoso donde todos encuentren acogida. Amén. Nos dé oídos abiertos a los clamores del pueblo; manos generosas para dar y recibir. Amén. Él nos fortalezca en la lucha por un mundo nuevo. Amén.
Y hasta que volvamos a encontrarnos, el Señor guíe nuestros pasos por los senderos de la paz. Amén.”
Nos despedimos cantando todos juntos…
5. El pan nuestro de cada día
Introducción
Animador: Queridos hermanos, bienvenidos a esta celebración comunitaria en que compartiremos el pan de nuestra vida; el pan de la Palabra y el pan de la fraternidad. Iniciamos nuestra celebración: En el nombre el Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A. Motivación
El animador invita a darse la espalda entre todos y, dándose la espalda, rezar el Padrenuestro.
- ¿Cómo nos hemos sentido haciendo este ejercicio?
B. Compartir
En cuchicheo, vamos a compartir:
¿Quién me enseñó a rezar el Padrenuestro? Evangelizar con símbolos El Pan
¿Cuándo y en qué ocasiones me gusta rezar el Padrenuestro? Cuando rezo a Dios: ¿Cómo lo llamo más frecuentemente: Señor, Todopoderoso, Dios Santo, Padre Santo, Padre Dios, Dios eterno, Papá…?
El animador coloca un afiche dividido en tres partes y los va llenando a medida que se responden las preguntas.
¿Quién me enseñó a rezar el ¿Cuándo rezo el ¿Cómo lo llamo a Dios? Padrenuestro? Padrenuestro?
C. Comprensión
Juego educativo: EL PADRENUESTRO Se dividen en grupos pequeños (5 o 6 participantes). Se entrega a cada grupo el siguiente juego educativo: Tablero e instrucciones del juego; juego de 20 tarjetas y un dado; cada jugador debe buscar una ficha que lo identifique.
INSTRUCCIONES:
- Comienza tirando el dado el jugador más viejo del grupo y continúa luego por su derecha. - Se avanza sobre el tablero tantos casilleros cuantos puntos marca el dado. - Al caer en una casilla marcada, se cumplen las indicaciones dadas en las presentes Instrucciones. Las casillas sin marcar son lugares de espera. - En caso de que surja alguna dificultad no prevista en estas instrucciones, la resuelve democráticamente el grupo.
Casilla 2: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Evangelizar con símbolos El Pan
Casilla 4: Se somete a juicio del grupo: “¿Soy solidario o insolidario?” (Si el grupo dice “solidario”, avanza tres casilleros; si el grupo dice “insolidario”, retrocede al punto de partida). Casilla 6: Paga prenda que le impone el grupo. Casilla 11: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 13: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 15: Paga prenda que le impone el grupo. Casilla 18: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 21: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 24: Por trabajar en la comunidad tira otra vez el dado. Casilla 26: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 28: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 31: Por no saber compartir pierde una vuelta. Casilla 33: Hace un discurso al grupo para que vivan en la solidaridad. Casilla 36: Paga prenda que le impone el grupo. Casilla 38: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. Casilla 40: Por acaparar bienes retrocede 10 lugares. Casilla 42: Saca tarjeta y responde, luego completa el grupo. El primero que llega al final, es muy solidario e invita a todos a avanzar hasta el final del camino y rezan el Padrenuestro tomados de la mano.
Tarjetas: No hace falta que se pongan en orden.
1. ¿Por qué en el Padrenuestro no decimos “Padre mío”? 2. ¿Qué pedimos cuando decimos: “Danos hoy nuestra pan de cada día”? 3. ¿Qué entiendo cuando rezo: “Venga a nosotros tu Reino”? 4. ¿Cómo entiendo la petición: “Que se haga tu Voluntad así en la tierra como en el cielo”? 5. ¿Qué entiendo cuando rezo: “Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”? 6. ¿Qué pedimos cuando rezamos: “No nos dejes caer en la tentación”? 7. ¿Quién enseñó a rezar el Padrenuestro y por qué? 8. ¿Recuerdas las ocasiones en que Jesús rezaba? Cuenta… 9. ¿Por qué decimos que el Padrenuestro es la oración de la comunidad cristiana? 10. ¿Cuándo podemos llamar a Dios “Padre nuestro”? 11. ¿Por qué pedimos el pan nuestro y no el pan mío? 12. ¿Por qué pedimos el pan de cada día y no el pan asegurado para siempre? 13. ¿Qué pedimos cuando decimos “Líbranos del mal”? 14. ¿Podrías nombrar tres grandes antivalores que se oponen al Reino de Dios? 15. Yo rezo el Padrenuestro porque… 16. Me gusta rezar el Padrenuestro porque… 17. Lo que más me llega al corazón del Padrenuestro es… 18. Quiero pedir para mi comunidad hoy… 19. Rezando el Padrenuestro en el grupo siento que… 20. EL Padrenuestro es una invitación a la solidaridad porque…
Evangelizar con símbolos El Pan
Tablero
Salida 1 2 3 4 5 6 7 8 9
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40 41 42 43 Llegada
D. Iluminación
Recibimos el libro Santo de la Palabra junto con una lámina de Jesús y sus discípulos. (Sugerimos la lámina donde Jesús toma con una mano a Dios Padre y con la otra mano a sus discípulos).
Mientras un hermano o hermana la levanta en alto, extendemos nuestra mano hacia ella y a cada invocación respondemos: “Venga a nosotros tu Reino y hágase tu voluntad”.
- Que tu Palabra nos dé la gracia de amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente, con toda nuestra vida… - Que tu Palabra nos abra a los hermanos, para que nos amemos como Jesús nos amó… - Que tu Palabra abra caminos de solidaridad, servicio y fraternidad en nuestro mundo enfermo de egoísmo…
Ahora vamos a proclamar del Evangelio de Mateo 6, 9‐15 y Lucas 11, 1‐4
A la luz de esta Palabra, reflexionemos un poco:
- ¿Qué está haciendo Jesús? (Lc. 11, 1‐4) - ¿Qué le piden sus discípulos? - ¿Qué enseña Jesús? - ¿Por qué será que Jesús no les enseñó a rezar hasta que ellos mismos se lo pidieron? Evangelizar con símbolos El Pan
- ¿Qué nos sugiere esta pedagogía de Jesús?
E. Profundización y Celebración
Se entrega el siguiente apunte para reflexionar por grupos: Jesús enseña a pedir el pan nuestro de cada día. (2º Reflexión, h)
a) Lectura personal: - Subrayar las frases que nos resultan difíciles. - Señalar las frases que nos abren más a la acción de Dios. b) Trabajo en grupos: - Aclarar las dificultades. - Compartir las reflexiones. - Escribir juntos una reflexión sobre el Padrenuestro para compartir con el grupo grande.
Como conclusión de nuestras reflexiones escuchemos esta hermosa poesía de Mons, Pedro Casaldáliga: “MI CUERPO ES COMIDA”:
Mis manos, esas manos y tus manos hacemos este gesto, compartida, la mesa y el destino, como hermanos. Las vidas en tu muerte y en tu vida.
Unidos en el pan los muchos granos, iremos aprendiendo a ser la unida Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos. Comiéndote sabremos ser comida.
El vino de sus venas nos provoca. El pan que ellos nos tienen nos convoca a ser Contigo el pan de cada día.
Llamados por la luz de tu memoria marchamos hacia el Reino haciendo Historia fraterna y subversiva Eucaristía.
Preparamos ahora el lugar de la celebración con todos los elementos que hemos utilizado en este encuentro.
Comenzamos nuestra celebración cantando… Compartimos el pan y galletitas, pero nadie se sirve a sí mismo, sino que todos nos servimos unos a otros.
Evangelizar con símbolos El Pan
Rezamos el siguiente PADRENUESTRO
Padrenuestro que estás en el cielo: Padre de Jesús, tu enviado; Padre de todos los bautizados, pasados, presentes y futuros; Padres de los que te ignoran; Padre de los que te combaten; Padre de todos los hombres y mujeres del mundo.
Santificado sea tu nombre: En toda la tierra, en todas las culturas, en todas las razas de la universal familia humana; Santificado sea tu nombre como lo ha santificado tu Hijo Jesús siendo fiel a tu Proyecto sobre Él y sobre el mundo.
Venga a nosotros tu Reino: Sí, que venga tu Reino de alegría, de servicio, de compartir. Reine en la vida de quienes te conocen; y que cuantos viven en el espíritu de tu Reino, aún sin saberlo, te descubran en lo profundo de sus corazones y en el testimonio de quienes te amamos y conocemos.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: En la tierra, danos la mirada limpia de los santos del cielo para servirte con un corazón sin divisiones y un amor a los hermanos, semejante al que Tú tienes.
Danos hoy nuestro pan de cada día: El pan del cuerpo y del espíritu; el pan de la comunión contigo; el pan de la comunidad fraterna; Y danos el compartir generosamente nuestro pan con todos nuestros hermanos sin excluir a nadie de la mesa de la vida.
Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden: Las ofensas mías, lo mismo que las de todos mis hermanos. Todas las ofensas son un obstáculo para que tu Proyecto de amor se realice sobre el mundo y sobre la humanidad entera.
No nos dejes caer en la tentación: En ninguna tentación, pero sobre todo no nos dejes caer en la tentación de acaparar el pan o dominar a los demás; en la tentación contra la esperanza y contra la certeza de que Tú nos amas.
Líbranos del mal. De todo mal. Sobre todo de hacer mal a los demás.
Amén.
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Animador: Hermanos, ya vamos terminando este encuentro fraternal en que el Padre Dios nos ha hablado. Por eso al despedirnos les deseo de corazón:
- Que sientan a Dios presente en todo tiempo y lugar. - Sean fuertes y valientes y defiendan la verdad. - Y hasta volver a encontrarnos compartamos nuestro pan y hagamos de nuestras vidas un pan para los demás. - Vivamos el Padrenuestro y Dios nos bendecirá con su gracia providente, con su amor y su amistad. Amén.