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Suplemento especial de
PáginaI12
¿QUIÉN ERA presente se proyectaba sobre el pasado cuestio- suele hablar de más. Suele decir cosas que no
PERÓN? nando la imagen que muchos se habían forjado pensaba o que se le escapan ante la necesidad
onvendrá aclarar algunas cuestio- de él. que siente de llenar el espacio que el interroga-
PREPOTENCIA E INGENUIDAD
DE “MONTONEROS”
Luis Bruschtein, un pendejo en esa jornada,
un Jotapé que no estaba en nada, fue con otro
compañero y le dijo a Favio que estaban tortu-
rando salvajemente en el Hotel Ezeiza. “Vamos
para ahí”, dijo Favio. Los fachos entraban a
cualquiera al Hotel y lo llevaban a los lugares de
tortura. Entraban a morochitos de las villas de
emergencia, con zapatillas, en camiseta, con
sangre por todas partes. Ahí estaba refugiada la
Sinfónica y otros peronistas finos, de derecha, ció ese relato de las torturas y de su suicidio. Si movilización de cientos de miles de personas
algo o bastante asustados. Por cada desdichado Blanche Du Bois decía depender de la bondad alcanzaba, y la derecha los esperaba con unos
que entraban los músicos y los “peronistas de de los extraños, Favio depende de su creduli- cientos de ametralladoras y la logística militar
orden” gritaban: “¡Bien! ¡Mátenlos! ¡Mátenlos!”. dad. ¿Recién se dio cuenta de la clase de tipos bastante mejor establecida, y los corrieron a
Había un clima cercano a la locura homicida. que tenía al lado desde hacía días cuando los balazos” (citado por Pigna, ob. cit., p. 227).
Bruschtein sube con Favio. El cantautor entra vio torturar? Si fue un ingenuo, la ingenuidad Verbitsky da en el clavo con mayor precisión:
en una habitación. Están torturando a mansal- lo arrojó a la derecha y lo puso del lado de los prepotentes e ingenuos. La prepotencia los per-
va. Favio amenaza con tirarse por la ventana o asesinos y los torturadores. A los que, de puro dió. Se me dirá que toda agrupación que va a
cortarse las venas. “Ma sí, amasijate si querés, ingenuo, no supo descubrir a tiempo. De un acto va a coparlo, a elegir el mejor lugar, que
pelotudo”, le dicen. “Pero mejor rajate de haberlo hecho debió pedir audiencia con el incluso pelea por él. Pero el del 20 de junio no
aquí.” ministro del Interior o con el secretario general era un acto político. No iban “distintas agrupa-
Favio se fue y casi todos prefirieron olvidar su del Movimiento y decir: “En el palco hay ciones”. Aunque hayan ido, el motivo del acto
complicado papel en la tragedia de Ezeiza. Es demasiadas armas y gente demasiado rara. no era ése. A recibir al viejo y mítico general fue
un perfecto sobrevalorado de nuestro país y los Algunos hasta hablan en francés. Algo raro el pueblo. Fueron todos. Peronistas, no pero-
peronistas están muy orgullosos de él. Donde se pasa. Creo que la seguridad del General está en nistas y curiosos. Viejos y jóvenes. Pobres y cla-
ponga será aceptado. No creo que sea un mal peligro”. Eso habría ayudado a impedir algunas semedieros y hasta ricos. Era un espectáculo his-
tipo. Pero tenía una ideología. La que lo llevó a cosas. Pero si uno ve su maratónico, larguísimo tórico que nadie quería perderse. Tenía, además,
no acercarse nunca al fenómeno juvenil del documental sobre Perón, si uno se toma el duro algo de mágico. Y tenía también todo lo que
peronismo de los ’70, que existía mucho antes trabajo de mirar esas 6 horas advierte –con intenté explicar por medio del análisis de Bec-
de que aparecieran o tomaran fuerza los Mon- estupor– que la historia de la juventud peronis- kett. Llega Godot. Ahora él va a arreglar todo.
toneros. La Argentina canalla de hoy busca por ta ocupa 10 minutos del metraje. De esos 10 Pero si Godot llega, el sentido de la espera que
todos los medios reducir los ’70 a la experiencia minutos algunos se dedican a decir que los pri- daba sentido a mi vida –que era esperarlo–
montonera, pero no es así. Favio ejerció un meros tiros partieron de los árboles hacia el muere. ¿A quién voy a esperar si Godot llega? Y
peronismo ortodoxo, simple. Sin duda, juzgó palco. Después, cuenta un par de cosas más y... también: si mi espera me prometía que Godot,
que la juventud introducía cambios ideológicos Perón se muere. Esto no está mal. Veremos que al llegar, arreglaría todo, una vez aquí comprue-
en el peronismo que a él no le atraían. Si acto- –de una manera decisiva– sucedió exactamente bo que Godot no puede arreglar todo. Además,
res como Briski, Laplace o Gené aportaron eso: Perón muere ese 20 de junio. Y sella esa si Godot llega para unos y no para otros, ¿para
–como muchos otros– al torrente juvenil y a la muerte con su discurso del 21. Muere como el qué vino? ¿No venía para todos? ¿No venía para
campaña electoral, Favio se mantuvo cauteloso “Padre Eterno”. Como el que armonizaba todas arreglar todo? No, Godot elige a algunos y
como si fuera un sindicalista. Eso le costó. ¿No las contradicciones. Cometo una indiscreción: rechaza a otros. Peor aún: arroja a los que ha
sabía quién era Osinde? ¿No vio quiénes esta- el julepe (¿se acuerdan de esta palabra?) de elegido contra los que condenó. Los condena-
ban en ese palco? ¿No consultó nada con el Favio fue tan profundo que se rajó hasta lo de dos dirán: “Godot vino para nosotros pero uste-
Gobierno? En fin, no tiene demasiada impor- Abal Medina (que, dentro de esta historia, pare- des lo tienen engañado. Si no, estaría de nues-
tancia. Se trata de un ídolo popular. Laburó en ce el único capaz de hablar y hasta cobijar a tro lado”. Los elegidos dicen: “Godot fue claro:
buenas películas, hizo canciones, dirigió sus todos) y se metió debajo de una cama. Estuvo vino para nosotros. Ustedes quieren matarlo”.
películas y cantó sus canciones. En Ezeiza estu- ahí dos semanas. Los dos bandos inician una guerra a muerte.
vo arriba del palco. Eso no tiene arreglo. Algo le “Los Montoneros (dice Martín Caparrós) ese Godot no puede impedirla. Cada bando dice
falló ahí. Ante algo cerró los ojos. Luego apare- día pecaron por ingenuos. Pensaron que con esa representar a Godot. Cada bando dice que él es
III
el que merece a Godot. Godot interviene. Conrado, que caminaba a mi lado, dijo: “Si la mesa”. Como si fuera poco, la comida era
Dice esto, dice aquello. Siempre a favor de un Marina da un golpe esta noche, lo gana”. Fue riquísima. Conrado era el típico católico de
bando. Insulta al otro. Los muertos caen de una frase perfecta. Tal era la sensación de la esa etapa de la historia. De su estirpe eran el
un lado y caen del otro y caen de todos lados, derrota. De la invalidez. cura Mugica o Domingo Bresci. También los
de aquí, de allá, es una masacre. ¿Para qué Caminamos kilómetros. Por fin, salimos de catolicuchis que confluyeron en la Jotapé o
vino Godot? ¿Para esto? ¿No estábamos mejor la autopista y nos sentamos en un cordón. en los Montoneros del inicio. A partir de
sin Godot? Godot, impotente, amargado, Conrado volvió a su cognac y se la agarró Ezeiza se volvió crítico con los Montos y
muere. Pero se venga de los que vino a conde- conmigo. Que yo no quería caminar. Que no decidió apoyar a Perón. Igual lo tenían mar-
nar. Casi unos pocos minutos antes de exha- me importaba que Perón volviera. Que no cado. En el ’76 lo echaron. Lo defendió más
lar ese suspiro, el último, deja a su heredero: quería verlo. Que me daba lo mismo estar en Pucciarelli que Massuh. Massuh se fue a
una mujer torpe, tonta y malvada. Pero hay cualquier parte. Que nada me importaba. No París, a su dorado destino de embajador en la
alguien que la domina hasta tal extremo (y me sorprendió. De Conrado me habían llega- Unesco. Pucciarelli –que tenía diálogo con
Godot lo sabía muy bien) que es el verdadero do dos frases que él nunca me dijo. Una me los interventores milicos– me contó que le
heredero de Godot. Es un Satán como el que hizo gracia. La otra marcó gran parte de mi dijo a un marino (¡un marino al frente del
se le aparece a Stavroguin: pequeño, indigno. vida. Una: “Puede ser que José sea el mejor, Departamento de Filosofía!): “No lo pueden
“Soy el Diablo que te mereces”, le dice Satán pero no hay que decírselo”. Esta era un chis- echar a este hombre. Es un erudito en filoso-
a Stavroguin en Los demonios, la inmensa, te. Además, yo no era el mejor ni quería serlo fía antigua. Sabe su griego, su latín”. Justo los
genial novela de Dostoievski. Godot les deja a ni tenía ningún sentido aspirar a algo seme- idiomas que Conrado había quitado de la
quienes lo esperaron tan vanamente el Demo- jante en una época de la Facultad de Filosofía carrera por pedido de la Jotapé. El marino le
nio que (juzga) les pertenece. Es un payaso, en que los talentosos abundaban. Pero la otra dijo que lo tenían fichado como un católico
un clown con la compulsión de matar. ¿Esto me persigue hasta hoy. Me llegó así: “Cuida- marxista que envenenaba la mente de los
nos dejó Godot? Sí, God les dejó a Belcebot. do con José. Es brillante pero no es profun- jóvenes. Lo fui a ver cuando se estaba por exi-
A Mefistofelot. A Satanot. A Abadonot. A do”. ¿Cuidado con José? ¿A quién engañaba liar en México. “No crea que si vienen a bus-
Belialot. A Diablot. (Belcebú, Mefistófeles, yo? ¿Qué era lo que me volvía peligroso? Pero carme me voy a poner a rezar”, dijo. Créase o
Satanás, Abadón, Belial, Diablo.) En su ver- el estilete era otro. Ser “brillante” y “ser pro- no, en ese momento sonó el portero eléctrico.
sión más ridícula, penosa. Un payaso esotéri- fundo” son dos dimensiones de la existencia. Estábamos solos. Nos miramos y ninguno
co cuya mayor pasión es la Muerte. Si uno escucha –de su amigo filósofo, prácti- dijo una sola palabra. Conrado atendió y era
camente de su maestro, de un tipo con un error, alguien se había equivocado. Fue un
VOLVER DE EZEIZA: mucha experiencia en la enseñanza– que no momento fuera del tiempo. Ese, cuando nos
DOLOR Y DERROTA es profundo, si lo escucha a los 22 años, si miramos. “Aquí están”, pensamos los dos.
Ese 20 de junio nace la Triple A, organiza- además se dedica y piensa dedicarse siempre a “Llegaron.” Se fue México y no lo vi más.
ción terrorista de extrema derecha que habrá la filosofía (y a la narrativa, las dos cosas mar- Murió todavía joven, sin envejecer. Fui a su
de matar alrededor de 2000 personas entre charon juntas), la herida es profunda. Era velatorio.)
1974 y 1975. Luego se sumaría muy natural- raro. Porque Conrado no era brillante. Mas- Seguimos caminado y –al final de esa larga,
mente a los grupos de tareas de la dictadura suh era brillante. Massuh deslumbraba a sus triste marcha– nos despedimos con el cariño
del ’76. Lo dirá Rodolfo Walsh: hoy, la Tri- alumnos de Fenomenología de las religiones. de dos amigos, con la pesadumbre de dos
ple A son las Tres Armas. ¿Cuántos murieron Conrado era capaz de balbucear muchas veces derrotados. El 20 de junio –el día más largo
en Ezeiza? Las diferencias son excesivas. Pre- en una clase. Sin embargo, tal vez me hizo un del año– había terminado.
cisamente Horacio Verbitsky (cuya investiga- favor. No alcanza con ser “brillante”. Hay
ción continúa sin ser superada porque acaso que ir más allá. El brillo puede enceguecer. Y PERÓN ELIGE MATAR A
sea definitiva) es el que dice “el número de este enceguecimiento quizá conlleva la impo- PERÓN PARA MATAR A LA
muertos fue muy inferior al de las leyendas sibilidad de profundizar. Si estamos ciegos IZQUIERDA PERONISTA
que aún circulan” (Verbitsky, ob. cit., p. 19). por los brillos no podremos ver qué hay más Esa noche Perón habló por cadena nacional
Otros, Alejandro Horowicz por ejemplo, lle- allá de ellos. Poco tiene que ver el pensamien- y sólo dijo que estaba bien y todo estaba con-
gan a la suma de 400. Pero interpreta que se to con los fuegos artificiales. Tiene que atra- trolado. Al día siguiente, también por cadena
trató de víctimas de los “disparos cruzados vesarlos o prescindir de ellos. Con los años nacional, dio el llamado precisamente “dis-
entre los dos bandos, sin que el grueso parti- me libré de la maldición de Conrado. O eso curso del día siguiente de Ezeiza”. El de las
cipara del enfrentamiento” (Alejandro Horo- creo. Pero no veo la necesariedad de oponer veinte verdades. Fue claro, definitivo. Uno de
wicz, Los cuatro peronismos, Edhasa, Buenos la brillantez a la profundidad. El que pueda los más importantes discursos de su larga
Aires, 2005, p. 261). Hemos visto que no instrumentar las dos cosas se hará entender carrera de discurseador. Ahí, Perón elige a la
hubo “enfrentamiento”. No, al menos, entre mejor. Es posible que el brillo abra muchas derecha. Ahí, Perón no quiere conciliar nada.
dos bandos armados. La Tendencia llevaba puertas. Por ellas pasará la meditación más Ahí, no le interesa manejar el desorden. Pro-
armas livianas y pocas. Sí, es totalmente cier- honda. (Nota: Como vemos, la condena de híbe el desorden. Impone –quiere imponer–
to que “el grueso” no participó del enfrenta- Conrado fue tan honda que todavía me con- el orden. “Cuando se hacen dos bandos pero-
miento. Otros dan 200. Hay algo terrible en tradigo. Dije que el brillo puede engañar al nistas, yo hago el ‘Padre Eterno’: los tengo
esto. Para una estadística un muerto no es pensamiento. Seguí y terminé diciendo que que arreglar a los dos” (Conducción política).
nada. Pero el que muere pierde todo. De aquí puede abrirle puertas. Supongamos que es Se acabó. No quiere arreglar a los dos bandos.
la conocida frase: “Una muerte es una desdi- posible creer en las dos posibilidades. Tampo- Elige uno y se lo arroja encima al otro.
cha, seis millones una estadística”. co quiero dejar una imagen erosionada de “Barrer a la izquierda con la derecha.” Este
Volver de Ezeiza fue un dolor inextingui- Conrado. Fue bueno conmigo y con los gru- abandono de uno de sus postulados centrales
ble. Oscurecía y la inmensa muchedumbre pos de militantes católicos cordobeses. Igna- de conducción debía responder a urgencias y
caminaba por la Riccheri mirando el asfalto. cio Vélez –del grupo inicial de Montoneros, a convicciones poderosas. Al negarse a “arre-
Nadie hablaba. El silencio aturdía. Era el organización que abandona y escribe luego, glar” a los bandos en pugna se niega como
velatorio más gigantesco de la historia argen- en la cárcel, junto a otros compañeros, Sergio “Padre Eterno”. Al negarse como “Padre
tina. Un helicóptero sobrevoló sobre nosotros Bufano, Luis Rodeiro y Gabriel Rot, en julio Eterno” se niega a sí mismo. Niega todo lo
y dijo que el general Perón estaba bien, que de 1972, el llamado “Documento de los Sabi- que ha sido hasta ese momento: el hombre
había aterrizado en Morón y se dirigía a su nos” o “Documento Verde”, sobre el que nos que podía armonizar todas las contradiccio-
residencia de Gaspar Campos. Algunos, paté- detendremos largamente en nuestras conside- nes. El que podía cerrar la totalidad e incluir
ticamente, aplaudieron y hasta gritaron viva raciones finales sobre la guerrilla y la teoría en ella a todas las partes. No más. El “Padre
Perón. Fueron pocos, muy pocos. Los otros del foco– lo recuerda con gratitud. Conrado Eterno” muere. Lo mata el mismo Perón. Si
siguieron como zombies. Nos volvíamos vací- les señaló el camino posible para unir el cris- Perón mata al “Padre Eterno”, Perón se mata
os. Nos habían robado la fiesta. Porque a eso tianismo con el marxismo. Esto, desde luego, a sí mismo. El discurso del 21 de junio expre-
habíamos ido todos (dos millones de personas desagradaba fuertemente a Massuh. Pero el sa la imposibilidad de conducir a todos.
o más): a una fiesta. A ver y formar parte de trabajo de Conrado era ése. Nadie, que lo Perón, al confesar esa imposibilidad, se suici-
un acontecimiento único, irrepetible. No creo haya hecho, olvida su curso de Filosofía de la da. Lo hace, al menos, como “Padre Eterno”.
que sea trasmisible la potencia histórica que historia de mediados de los ’60. Lo mejor de Perón elige matar a Perón para matar a la
implicaba el regreso del viejo general. Cuan- la Facultad de Filosofía estaba ahí. Una vez, izquierda peronista. ¿Qué Perón es el que
do lo derrocaron yo tenía 12 años. Ahora, me invitó a su chacra en Carlos Casares. Me sigue vivo? El que quiere aniquilar el “foco
treinta. Había crecido escuchando hablar de enseñó a poner ladrillos. A la noche yo me marxista” que infecta la totalidad del movi-
Perón y su imposible regreso. Había vivido en moría de hambre. Nos sentamos a la mesa. miento. La pregunta que surge de aquí es
medio del odio a Perón. Que no era el gene- Me dispongo a arrojarme sobre la comida y acaso indescifrable, así de azarosa es su res-
ral Perón, era el señor Perón. Y antes el “tira- Conrado me detiene. Que ellos hacen una puesta. ¿Para qué volvió Perón? ¿Para hacerles
no prófugo”, “el gobernante depuesto”. O “el pequeña oración antes de comer, dice. “La el trabajo sucio a los militares? ¿Valía la pena
despuesto”. O “el que te jedi”, como se puta madre –pienso–, ¿y ahora de qué me dis- volver para eso? “Quédese tranquilo, Jorge.
animó a decir María Elena Walsh en esa can- frazo?” Conrado empieza a rezar. Todos sus Agarro un vaso de agua, un micrófono y los
ción en que pregunta “te acordás hermano del hijos y su dulce mujer bajan los ojos, juntan mando a su casa.” ¿Buscó lograr eso con su
PRÓXIMO ’45, cuando ‘el que te jedi’ salía al balcón...”. las manos y lo siguen. Yo pongo las manos discurso del 21? Nos consagraremos a estu-
DOMINGO Creo que era así. De pronto “el que te jedi” sobre mis rodillas. Para disimular. Y de pron- diarlo minuciosamente.
volvía. Todos fueron a verlo y regresaron sin to, Conrado dice: “También te agradecemos,
La muerte del nada. Al contrario, en medio de la angustia Señor, que hoy nos acompañe nuestro amigo Colaboración especial:
“Padre Eterno” (II) de la violencia. ¿Qué habría de pasar ahora? José, a quien recibimos con amor en nuestra Virginia Feinmann - Germán Ferrari