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INSTITUTO UNIVERSITARIO DE OPTOMETRÍA

QUIMICA- CURSO INTRODUCTORIO


Prof. Marielba Velandia

OBJETIVO 2
El Átomo, sus partículas y características.
Electrones de valencia. Enlaces iónicos y covalentes.

El conocimiento de la estructura electrónica nos permite interpretar las semejanzas y


diferencias entre las propiedades químicas de los elementos. Además la mayoría de
las reacciones químicas implican una reorganización de la estructura electrónica
externa de los átomos. En este capítulo iniciaremos el estudio de los modelos
atómicos que permiten conocer la distribución de los electrones en los átomos; desde
el modelo de Thomson, pasando por el modelo de Bohr hasta llegar al modelo
atómico propuesto por la mecánica cuántica, modelo que es el aceptado hasta
tiempos recientes. Destacaremos la descripción de los electrones a través de los
números cuánticos y los orbitales electrónicos.

ESTRUCTURA ATOMICA
Modelo científico
Supongamos que nos dan una caja cerrada que no nos está permitido abrir y que contiene algo
en su interior. Como no la podemos abrir, tendremos que recurrir a hacer una serie de pruebas o
ensayos para averiguar lo que contiene: agitarla, pesarla. Con los datos obtenidos podremos
forjar una idea, una imagen mental, sobre el contenido de la caja. Por otra parte, la idea o
modelo que imaginamos nos permitirá formular predicciones: si, por ejemplo, concluimos que
se trata de un líquido, podremos predecir que al hacerle un agujero, tal líquido se derramará.
Una idea o teoría sobre la naturaleza de un fenómeno para explicar hechos experimentales
constituye lo que en ciencias se denomina modelo científico.
Un ejemplo de modelo científico es el modelo atómico. Nadie ha visto nunca un átomo. Es
más, la propia ciencia predice que nunca se podrá ver. Sin embargo, observando una serie de
fenómenos en el comportamiento de la materia es posible desarrollar una serie de ideas de
cómo será la estructura de la materia.

Evolución de los modelos atómicos


Demócrito, filosofo griego, fueron probablemente los primeros en creer que la materia estaba
constituida por partículas que denominaron átomos, palabra que significa "sin división", ya
que consideraban el átomo como único e indivisible. Se basaba, no en pruebas experimentales,
sino en un razonamiento que puede sintetizarse así: un trozo de metal puede cortarse en 2
pedazos y cada uno de éstos en dos pedazos más...; estos pueden dividirse sucesivamente hasta
llegar a un momento en que se obtenga una partícula que ya no sea posible dividirla: el átomo.

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Pensaba que los átomos tendrían formas y tamaños distintos: esféricos, cilíndricos, irregulares...
Empédocles, otro filósofo griego, no creía en tal teoría y postulaba la idea de que la materia
estaba constituida por 4 elementos que se combinaban entre sí. Según él, la vida sólo era
posible donde había humedad: una flor sin agua se muere; luego el primer elemento era el agua.
Pero el agua no es sólida, se escapa de las manos. Una montaña no puede estar formada de agua
y necesita, por tanto, otro elemento que le dé consistencia, solidez. La tierra fue el segundo
elemento de que habló Empédocles, pues, a su juicio, daba consistencia al agua. Sin embargo,
el barro que resultaba de esta mezcla era muy blando. Creyó entonces que quien le daba dureza
era un tercer elemento, el aire,pues seca o evapora el agua que contienen las cosas. Por último,
Empédocles consideró el fuego como 4° elemento.
Posteriormente transcurre un largo período en la historia de la Química, la Alquimia, donde la
preocupación primordial es tratar de convertir los metales conocidos en oro.

Modelo de Dalton
Hacia el 1800, el profesor inglés John Dalton recogió la idea del átomo que dio el filosofo
Demócrito,si bien esta vez basándose en métodos experimentales.
Jonh Dalton, utilizó las dos leyes fundamentales de las combinaciones químicas, es decir: la
"Ley de conservación de la masa"(La masa total de las sustancias presentes después de una
reacción química es la misma que la masa total de las sustancias antes de la reacción) y la
"Ley de composición constante" (Todas las muestras de un compuesto tienen la misma
composición, es decir las mismas proporciones en masa de los elementos constituyentes), como
base de una teoría atómica.
La esencia de la teoría atómica de la materia de Dalton se resume en tres postulados:
1. Cada elemento químico se compone de partículas diminutas e indestructibles
denominadas átomos. Los átomos no pueden crearse ni destruirse durante una
reacción química.
2. Todos los átomos de un elemento son semejantes en masa (peso) y otras
propiedades, pero los átomos de un elemento son diferentes de los del resto de los
elementos.
3. En cada uno de sus compuestos, los diferentes elementos se combinan en una
proporción numérica sencilla: así por ejemplo, un átomo de A con un átomo de B
(AB), o un átomo de A con dos átomos de B (AB2).

La teoría atómica de Dalton condujo a la "Ley de las proporciones múltiples", que


establece lo siguiente:
Si dos elementos forman más de un compuesto sencillo, las masas de un elemento
que se combinan con una masa fija del segundo elemento, están en una relación de
números enteros sencillos.

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Modelo atómico de Thompson

En 1897 Joseph John Thompson realiza una serie de experimentos y descubre el electrón.
En tubos de gases a baja presión en los que se establece una diferencia de potencial
superior a 10.000 voltios, se comprobó que aparecían partículas con carga eléctrica
negativa a las que se llamó electrones, y demostró que habían sido arrancados de los
átomos (los cuales eran neutros). Tal descubrimiento modificó el modelo atómico de
Dalton, que lo consideraba indivisible. Thompson supuso el átomo como una esfera
homogénea e indivisible cargada positivamente en la que se encuentran incrustados los
electrones, ya que pensó que la carga positiva necesaria para contrarrestar la carga negativa
de los electrones en un átomo neutro estaba en forma de nube difusa, de manera que el
átomo consistía en una esfera de carga eléctrica positiva, en la cual estaban embebidos los
electrones en número suficiente para neutralizar la carga positiva.

Modelo atómico de Rutherford

Posteriormente otro físico inglés, Ernest Rutherford, realizó una serie de experimentos. Hizo
incidir sobre una lámina finísima de oro un delgado haz de partículas cargadas positivamente,
de masa mucho mayor que el electrón y dotadas de energía cinética alta. En el choque observó
distintos comportamientos:
- la mayoría atravesaban la lámina sin desviarse
- algunas se desviaban
- muy pocas retrocedían

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Esta experiencia implicaba:
- que los átomos estaban casi vacíos, pues la mayoría de las partículas las atravesaban
- que hay una zona cargada positivamente, ya que algunas partículas retrocedían o se desviaban.
Esta zona debe estar muy concentrada ya que es mayor el número de desviaciones que de
choques.

Esto le condujo a proponer en 1911 un nuevo modelo atómico en el que se afirmaba que los
átomos estaban constituidos por 2 zonas bien diferenciadas:
- Una de carga positiva con el 99,9% de la masa muy concentrada y por tanto de gran densidad
a la que llamó núcleo.
- Otra rodeando al núcleo a la que llamó corteza donde estaban los electrones con carga
negativa girando alrededor del núcleo.
Para Ernest Rutherford, el átomo era un sistema planetario de electrones girando alrededor de
un núcleo atómico pesado y con carga eléctrica positiva.
El modelo atómico de Rutherford puede resumirse de la siguiente manera:
El átomo posee un núcleo central pequeño, con carga eléctrica positiva, que
contiene casi toda la masa del átomo.
Los electrones giran a grandes distancias alrededor del núcleo en órbitas circulares.
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La suma de las cargas eléctricas negativas de los electrones debe ser igual a la
carga positiva del núcleo, ya que el átomo es eléctricamente neutro.
Rutherford no solo dio una idea de cómo estaba organizado un átomo, sino que
también calculó cuidadosamente su tamaño (un diámetro del orden de 10-10 m) y el de
su núcleo (un diámetro del orden de 10-14m). El hecho de que el núcleo tenga un
diámetro unas diez mil veces menor que el átomo supone una gran cantidad de
espacio vacío en la organización atómica de la materia.

Sin embargo, el modelo de Rutherford presentaba fallos:


1- Según la teoría clásica de electromagnetismo, una partícula eléctrica acelerada emite
energía. Y el electrón girando en torno al núcleo está sometido a una aceleración centrípeta
por lo que irradiaría energía, perdería velocidad y por fin, caería al núcleo desestabilizando
el átomo. Pero como el átomo de hecho es estable, las cosas no pueden ocurrir según el
modelo de Rutherford.
2- No explicaba los espectros

Modelo Atómico de Bohr


La estructura electrónica de un átomo describe las energías y la disposición de los electrones
alrededor del átomo. Gran parte de lo que se conoce acerca de la estructura electrónica de los
átomos se averiguó observando la interacción de la radiación electromagnética con la materia.
Sabemos que el espectro de un elemento químico es característico de éste y que del análisis
espectroscópico de una muestra puede deducirse su composición.
El origen de los espectros era desconocido hasta que la teoría atómica asoció la emisión de
radiación por parte de los átomos con el comportamiento de los electrones, en concreto con la
distancia a la que éstos se encuentran del núcleo.
El físico danés Niels Bohr (Premio Nobel de Física 1922), propuso un nuevo modelo atómico
que se basa en tres postulados:
Primer Postulado:
Los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas estacionarias sin emitir energía

Segundo Postulado:
Los electrones solo pueden girar alrededor del núcleo en aquellas órbitas para las cuales el
momento angular del electrón es un múltiplo entero de h/2p.

"h" es la constante de Planck, “m” la masa del electrón, “v” su velocidad, “r” el radio de la
órbita y “n” un número entero (n=1, 2, 3, ...) llamado número cuántico principal, que vale l para
la primera órbita, 2 para la segunda, etc.

Tercer postulado:

Cuando un electrón pasa de una órbita externa a una más interna, la diferencia de energía entre
ambas órbitas se emite en forma de radiación electromagnética.
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Mientras el electrón se mueve en cualquiera de esas órbitas no radia energía, sólo lo hace cuando
cambia de órbita. Si pasa de una órbita externa (de mayor energía) a otra más interna (de menor
energía) emite energía, y la absorbe cuando pasa de una órbita interna a otra más externa. Por
tanto, la energía absorbida o emitida será:

En resumen podemos decir que los electrones se disponen en diversas órbitas circulares
que determinan diferentes niveles de energía.
Cada órbita se corresponde con un nivel energético que recibe el nombre de número
cuántico principal, se representa con la letra " n " y toma valores desde 1 hasta 7.
La teoría de Bohr predice los radios de las órbitas permitidas en un átomo de hidrógeno.

Heisenberg- Principio de Incertidumbre


W. Heisenberg ( Premio Nobel de Física 1932) enunció el llamado principio de incertidumbre
o principio de indeterminación, según el cual es imposible medir simultáneamente, y con
precisión absoluta, el valor de la posición y la cantidad de movimiento de una partícula.
Esto significa, que la precisión con que se pueden medir las cosas es limitada. Es importante
insistir en que la incertidumbre no se deriva de los instrumentos de medida, sino del propio
hecho de medir. Con los aparatos más precisos imaginables, la incertidumbre en la medida
continúa existiendo. Así, cuanto mayor sea la precisión en la medida de una de estas
magnitudes, mayor será la incertidumbre en la medida de la otra variable complementaria.
La posición y la cantidad de movimiento de una partícula, respecto de uno de los ejes de
coordenadas, son magnitudes complementarias sujetas a las restricciones del principio de
incertidumbre de Heisenberg. También lo son las variaciones de energía ( E) medidas en un
sistema y el tiempo, t empleado en la medición.

Mecánica Cuántica y orbitales atómicos


En el año 1927, E.Schrödinger (Premio Nobel de Física 1933), apoyándose en el concepto de
dualidad onda-corpúsculo enunciado por L.de Broglie (Premio Nobel de Física 1929),
formula la Mecánica Ondulatoria, y W. Heisenberg ( Premio Nobel de Física 1932) la
Mecánica de Matrices. Ambas mecánicas inician un nuevo camino en el conocimiento de la
estructura atómica, y ampliadas por Born, Jordan, Dirac y otros han dado lugar a lo que
actualmente se denomina Mecánica Cuántica. Frente al determinismo de la mecánica clásica, la
mecánica cuántica, es esencialmente probabilística y utiliza un aparato matemático más
complicado que la mecánica clásica. Actualmente, el modelo atómico que se admite es el
modelo propuesto por la mecánica cuántica (modelo de Schrödinger).
El modelo de Bohr es un modelo unidimensional que utiliza un número cuántico (n) para
describir la distribución de electrones en el átomo. El modelo de Schrödinger permite que el
electrón ocupe un espacio tridimensional. Por lo tanto requiere tres números cuánticos para
describir los orbitales en los que se puede encontrar al electrón. La descripción del átomo
mediante la mecánica ondulatoria está basada en el cálculo de las soluciones de la ecuación de
Schrödinger. Esta es una ecuación diferencial que permite obtener los números cuánticos de los
electrones.

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En esta ecuación:

es la llamada función de onda. Contiene la información sobre la posición del


electrón. También se denomina orbital, por analogía con las órbitas de los modelos
atómicos clásicos.
E es el valor de la energía total del electrón.
Las soluciones, o funciones de onda, , son funciones matemáticas que dependen de
unas variables que sólo pueden tomar valores enteros. Estas variables de las funciones de
onda se denominan números cuánticos: número cuántico principal, (n), angular (l) y
número cuántico magnético (ml). Estos números describen el tamaño, la forma y la
orientación en el espacio de los orbitales en un átomo.

El número cuántico principal (n) describe el tamaño del orbital, por ejemplo: los
orbitales para los cuales n=2 son más grandes que aquellos para los cuales n=1.
Puede tomar cualquier valor entero empezando desde 1: n=1, 2, 3, 4, etc.
El número cuántico del momento angular orbital (l) describe la forma del orbital
atómico. Puede tomar valores naturales desde 0 hasta n-1 (siendo n el valor del
número cuántico principal). Por ejemplo si n=5, los valores de l pueden ser: l= 0, 1 ,
2, 3, 4. Siguiendo la antigua terminología de los espectroscopistas, se designa a los
orbitales atómicos en función del valor del número cuántico secundario, l, como:
l = 0 orbital s (sharp)
l = 1 orbital p (principal)
l = 2 orbital d (diffuse)
l = 3 orbital f (fundamental)
El número cuántico magnético (ml), determina la orientación espacial del orbital. Se
denomina magnético porque esta orientación espacial se acostumbra a definir en
relación a un campo magnético externo. Puede tomar valores enteros desde -l hasta
+l. Por ejemplo, si l=2, los valores posibles para m son: ml=-2, -1, 0, 1, 2.
El número cuántico de espín (s), sólo puede tomar dos valores: +1/2 y -1/2.

Capas y subcapas principales:


Todos los orbitales con el mismo valor del número cuántico principal, n, se encuentran en la
misma capa electrónica principal o nivel principal, y todos los orbitales con los mismos
valores de n y l están en la misma subcapa o subnivel.
El número de subcapas en una capa principal es igual al número cuántico principal, esto es, hay
una subcapa en la capa principal con n=1, dos subcapas en la capa principal con n=2, y así
sucesivamente. El nombre dado a una subcapa, independientemente de la capa principal en la
que se encuentre, esta determinado por el número cuántico l, de manera que como se ha
indicado anteriormente: l=0 (subcapa s), l=1 (subcapa p), l=2 (subcapa d) y l=3 (subcapa f).
El número de orbitales en una subcapa es igual al número de valores permitidos de ml para un
valor particular de l, por lo que el número de orbitales en una subcapa es 2l+1. Los nombres de
los orbitales son los mismos que los de las subcapas en las que aparecen.

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orbitales s orbitales p orbitales d orbitales f

l=0 l=1 l=2 l=3

ml=-2, -1, 0, ml=-3, -2, -1,


ml=0 ml=-1, 0, +1
+1, +2 0, +1, +2, +3

tres orbitales cinco orbitales siete orbitales f


un orbital s
p d
en una
en una en una en una subcapa
subcapa s
subcapa p subcapa d f

Forma y tamaños de los orbitales


La imagen de los orbitales empleada habitualmente por los químicos consiste en una
representación del orbital mediante superficies límite que engloban una zona del espacio donde
la probabilidad de encontrar al electrón es del 99%. La extensión de estas zonas depende
básicamente del número cuántico principal, n, mientras que su forma viene determinada por el
número cuántico secundario, l.

Los orbitales s (l=0) tienen forma esférica. La extensión de este orbital depende del valor del
número cuántico principal, así un orbital 3s tiene la misma forma pero es mayor que un orbital
2s.

• Los orbitales p (l=1) están formados por dos lóbulos idénticos que se proyectan a
lo largo de un eje. La zona de unión de ambos lóbulos coincide con el núcleo atómico. Hay
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tres orbitales p (m=-1, m=0 y m=+1) de idéntica forma, que difieren sólo en su orientación
a lo largo de los ejes x, y o z.

Los orbitales d (l=2) también están formados por lóbulos. Hay cinco tipos de
orbitales d (que corresponden a m=-2, -1, 0, 1, 2)

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Los orbitales f (l=3) también tienen un aspecto multilobular. Existen siete tipos de
orbitales f (que corresponden a m=-3, -2, -1, 0, +1, +2, +3).

Una vez descritos los cuatro números cuánticos, podemos utilizarlos para describir la
estructura electrónica del átomo de hidrógeno.

El electrón de un átomo de hidrógeno en el estado fundamental se encuentra en el


nivel de energía más bajo, es decir, n=1, y dado que la primera capa principal
contiene sólo un orbital s, el número cuántico orbital es l=0. El único valor posible
para el número cuántico magnético es ml=0. Cualquiera de los dos estados de spin es
posible para el electrón. Así podríamos decir que el electrón de un átomo de
hidrógeno en el estado fundamental está en el orbital 1s, o que es un electrón 1s, y se
representa mediante la notación:
1s1

en donde el superíndice 1 indica un electrón en el orbital 1s. Ambos estados de espín


están permitidos, pero no designamos el estado de espín en esta notación.

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Enlace Químico
Los enlaces químicos: son las fuerzas de atracción que mantienen unidos entre sí a los átomos
o iones para formar moléculas o cristales. Los tipos de enlaces presentes en una sustancia, son
responsables en gran medida de sus propiedades físicas y químicas. Los enlaces son
responsables además, de la atracción que ejerce una sustancia sobre otra.

Tipos de Enlaces:

Existen dos tipos principales de enlaces:

1. Enlace iónico también denominado electrovalente: se establece en átomos con


diferencias marcadas en sus electronegatividades y se debe a la interacción
electrostática entre los iones que pueden formarse por la transferencia de uno o más
electrones de un átomo o grupo atómico a otro.

2. El enlace covalente: se establece cuando en los átomos no existen diferencias


marcadas de electronegatividad. En este caso se comparten uno o más electrones entre
dos átomos.
Aunque se habla de enlace iónico y enlace covalente como dos extremos, la mayoría de los
enlaces tienen al menos cierto carácter iónico y covalente. Los compuestos que tienen enlace
predominantemente iónico se conocen como compuestos iónicos y los que tienen enlaces
predominantemente covalentes se conocen como compuestos covalentes, y sus propiedades se
rigen por el comportamiento de estos enlaces.

En el siguiente cuadro se resumen algunas de las propiedades asociadas a los compuestos


iónicos y covalentes:
Comparación entre los compuestos iónicos y compuestos covalentes:
Compuestos iónicos Compuestos covalentes
1. Son sólidos con puntos de fusión altos 1. Son gases, líquidos o sólidos, con
(> 400 ºC ). puntos de fusión bajos, por lo general <
2. Muchos son solubles en disolventes 300 ºC.
polares como el agua. 2. Muchos de ellos son insolubles en
3. La mayoría son insolubles en disolventes polares.
disolventes no polares. 3. La mayoría es soluble en disolventes no
4. Los compuestos fundidos conducen polares.
bien la electricidad porque contienen 4. Los compuestos líquidos o fundidos no
partículas móviles con carga (iones). conducen la electricidad.

5. Las soluciones acuosas conducen bien 5. Las soluciones acuosas suelen ser malas
la electricidad porque contienen conductoras de la electricidad porque
partículas móviles con carga (iones) no contienen partículas con carga.
Electronegatividad y polaridad de los enlaces:
Como ya se mencionó la mayoría de los enlaces tienen cierto carácter iónico y covalente.
Dependiendo de la electronegatividad de los átomos que conforman la unión se presentará una
gama de enlaces que va desde los no polares o covalentes puros hasta los muy polares o iónicos.
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La tabla de electronegatividad de Pauling es un auxiliar importante para analizar el tipo de
enlace presente en un compuesto. En esta tabla se indica desde el valor de electronegatividad
más alto representado por el flúor (F) que es 4 y el más bajo que es 0,7 representado por el
Francio (Fr). Así la mayor diferencia de electronegatividad que se puede presentar es de
4 - 0,7 = 3,3 y la mínima es 0 cuando se unen dos átomos de igual electronegatividad.
Es así como basados en la electronegatividad de los átomos que se unen se puede determinar el
tipo de enlace:
El enlace covalente puro: se presenta en elementos de igual electronegatividad. En este caso
los electrones están igualmente compartidos por los dos átomos. Como ejemplo se encuentran:
H2 , Cl2 , O2 , N2 , F2 y otras moléculas diatómicas. Estas moléculas son de carácter no polar; no
hay formación de dipolos.

Enlace polar: se presenta entre átomos de diferente electronegatividad, el enlace resultante es


polar. Si la diferencia de electronegatividad es alta el enlace es de tipo iónico, como ya se
mencionó en los tipos de enlaces. Como ejemplo se puede mencionar el enlace entre el carbono
y el oxígeno para formar el monóxido de carbono. El carbono y el oxígeno presentan diferente
electronegatividad la cual no es marcada ya que ambos son no metales, esto permite que se
forme un enlace covalente polar.
El cloro y el sodio cuando forman cloruro de sodio (NaCl) presentan una diferencia de
electronegatividad alta, debido a que uno es un metal (Na) y el otro un no metal (Cl), el enlace
que se forma es iónico.

Como regla general se plantea que cuando la diferencia de electronegatividad entre los dos
átomos es mayor de 1,7; el enlace presenta un alto carácter iónico. Aplicando esta regla a los
ejemplos citados anteriormente: H2 , CO y NaCl y estableciendo la diferencia de
electronegatividad tomando los valores para cada átomo a partir de la tabla de Pauling, se tiene:

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La regla del octeto y la formación de enlaces:
En 1916 W. Kassel y G. Lewis una regla para explicar la formación de enlaces entre los
diferentes átomos. Esta regla es denominada la regla de octeto: cuando se forma un enlace
químico, los átomos adquieren, ceden o comparten electrones, de tal manera que la capa más
externa o de valencia de cada átomo contenga ocho (8) electrones.

Esta regla se fundamenta en el hecho de que todos los gases nobles, excepto el helio (He),
tienen en su estructura electrónica 8 electrones en la última capa o nivel de energía, lo que
les confiere estabilidad química (inertes).

La tendencia a obtener estructuras electrónicas semejantes a los gases nobles (8e- en el último
nivel) explica en parte el enlace químico en la mayoría de los compuestos.

El átomo de sodio por ejemplo (Z = 11) tiene un potencial de ionización bajo y puede perder
fácilmente el electrón de valencia del último nivel. Lo que permite que el átomo de sodio se
convierta en el ión sodio:

La estructura del ión sodio resulta con 8 electrones en su último nivel y además es exactamente
igual al gas noble Neón, Ne: K2L8 (Z = 10)
En el caso del átomo cloro (Z = 17) tiene un potencial de ionización alto y muestra tendencia
a ganar electrones, transformando el átomo de cloro en ión cloruro:

La estructura del ion cloruro resulta con 8 electrones en su último nivel y además es
exactamente igual al gas noble Argón, Ar: 1S2 2S2 2p6 3S2 3p6 (Z = 18).
El cloruro de sodio es un compuesto iónico, en su formación están presentes los iones de carga
opuesta y la transferencia de un electrón desde el átomo de sodio hasta el átomo de cloro
formándose así un enlace iónico.

Estructura de Lewis: Para representar un enlace químico y las reacciones entre los átomos, G.
Lewis estableció la utilización de puntos, círculos, el signo x o el signo +, alrededor del
elemento, para representar sus electrones de valencia. De esta manera los electrones de la

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última capa o electrones de valencia representados alrededor del símbolo de los elementos se
denominan símbolos electrónicos de Lewis.

El cloruro de sodio se representa mediante la estructura de Lewis de la siguiente manera:

Existe una relación sencilla entre el número de electrones de la capa de valencia y la valencia
del elemento. La valencia normal del átomo de un elemento típico es igual al número de grupo
(Tabla periódica). En la siguiente tabla se muestra la relación entre grupo, valencia, electrones
de la última capa y estructura de Lewis

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