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REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA, Vol. Ill, Nc.

2, 1986

Hacia una nueva comprensión de la


personalidad humana; Implicaciones y
perspectivas para la psicología latinoame
ricana (1)
Alba Nydia Ramos, Facultad de Pedagogía, Universidad de Puerto Rico-
Fernando González Rey, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana.

No debe extrañarnos el crecien- además, ha comenzado a generar di-


te interés que se ha venido demos- seños metodológicos distintos a
trando por el estudio de la perso- los generados en el estudio tradi-
nalidad en el campo de la psicolo- cional de la personalidad. En el
gía, ya que dicho tema es crucial mismo se logra un nivel de explica
en aspectos fundamentales del dcsa ción de lo psíquico en el que se
rrollo y formación del ser humano. concretan un conjunto de princi-
pios esenciales que sirven de base
Han sido múltiples los enfoques a todo el desarrollo ulterior del
utilizados en el estudio de la per estudio de la personalidad y que
sonalidad, entre los cuales se des_ han servido de base al presente
tacan dentro de la psicología an- estudio de campo. Estos principios
gloamericana, el estudio de rasgos son:
o cualidades abstractas cuyo ori-
gen está en la psicología diferen-
cial y en la psicometría como su 1. El carácter esencialmente coaio-
expresión metodológica para estu- hicbórico-oullural de la formación
diar al ser humano. psíquica del pensamiento y de
No obstante, se ha venido desa- la personalidad.
rrollando un nuevo enfoque con fun
damentos teóricos distintos a los 2. El carácter activo del reflejo
establecidos por la psicología de psíquico de la realidad del ser
humano.
la personalidad anglo-americana,
del cual Fernando González Rey es 3. La categoría de vivencia como
uno de los principales exponentes la unidad fundamental de la vi-
en América Latina. Dicho enfoque, da afectiva de la personalidad.

í1) Presentado en el XX Congreso Interamericano de Psicología, Caracas,


Venezuela, julio 1985.
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4. El desarrollo de la vivencia por Estos dos marcos referenciales
el proceso de comunicación de nos han servido para analizar el
los seres humanos entre sí. caso de Puerto Rico.
5. La indisolubilidad de la unidad Fanón nos describe las caracte-
cognoscitivo-afectiva. rísticas, tanto del colonizado,
así como las características del
6. La participación activa de la negro oprimido por el blanco. Mem.-
autoconciencia en la regulación mi se concentra en la descripción
de la conducta -con su función de las características psicológi-
general- exclusiva al ser huma- cas del colonizado, las cuales se
no de reflejar conscientemente resumen en las siguientes: imagen
tanto el mundo exterior como mítica del colonizado cuyo rasgo
sus estados internos, propieda- central es el de pereza o vagancia,
des psíquicas y cualidades per- rasgo que ocupa un lugar importan-
sonales. te en la "dignificación del coloni
7. La tendencia orientadora de la pcrso_ zador y depreciación del coloniza-
nalidad -concepto elaborado por do que es muy fructuosa en el pla-
Fernando González Rey- que ex- no económico porque nada legitima
presa las direcciones principa- mejor el privilegio del coloniza-
les hacia las cuales se orienta dor que su trabajo y nada justifi-
esta, refiriéndose a la expre- ca mejor la miseria del colonizado
sión consciente de una serie de que su ociosidad" (Memmi, p.91).
Esta acusación es generalizada a
motivos vectores que encarnan las
todo colonizado y el colonizador
aspiraciones principales del decide que la pereza es constitu-
ser humano. tiva de la esencia del colonizado.
8. La capacidad de transformación El mismo análisis precede a cada
del ser humano expresada en la uno de los rasgos atribuidos al co
relación dialéctica del indivi- Ionizado, el cual nunca es evalua-
duo y la sociedad, dinámica me- do positivamente y cualquier rasgo
diante la cual la personalidad positivo que se le reconozca se le
adquiere carácter socio-históri. atribuye a una carencia psicológi-
co y la sociedad es transforma- ca o ética como sucede con el ras
da por el ser humano. go de hospitalidad que se le atri-
ye. Así se negativizan todas sus
9. La aubovaloración como forma supe cualidades hasta deshumanizarlo to
rior de la autorregulación de talmente y llegar a despersonali-
la actividad que designa la di- zarlo refiriéndose a cada uno como
mensión dinámica-valorativa de a: "ellos son así, ellos son todos
la conciencia. Los contenidos iguales". En dicho retrato se in-
de la vida psíquica adquieren cluyen otros rasgos tales como: co
carácter direccional al pasar bardía, impotencia congenita, do-
por el proceso de autovalora- cilidad o sumisión, dependencia,
ción y se convierten en expe- incapacidad de autodirección, ca-
rencia interna valorada con sen rencia de memoria, amor desmedido
tido positivo o negativo.2 a lo extranjero, desprecio por lo
nacional y bilingüismo colonial.
Tomando en cuenta el carácter El colonizado es, pues, un ser de
socio-histórico-cultural de la for carencia.
mac ion del ser humano, dos grandes
pensadores nos han ofrecido un tra
tado analítico descriptivo de los Esta mitificación se convierte
efectos de la ubicación social y en profecía de autocumplimiento:
de la colonización en la formación confrontado el colonizado constan-
del ser humano. Me refiero a temente con esta imagen impuesta
Frantz Fanón y Albert Memmi en sus comienza a dudar de sí mismo y ter
respectivos libros: Escucha Blanco y mina por aceptarla y vivirla. De
Retrato del Colonizado. este modo, como señala Memmi:

(2) Estos postulados están expuestos más detalladamente en: González Rey,
F. y colaboradores: Algunas cuestiones teóricas y metodológicas sobre el estudio
de la personalidad. Ed. Pueblo y Educación, La Habana, Cuba, 1982; y en
Rivera, Ramos, A., Hacia una psicoterapia para el puertorriqueño, Ed. CEDEPP,
Río Piedras, Puerto Rico, (1984).
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"adquiere cierta realidad y con ración tiene un papel medular en
tribuye al'retrato del coloniza la regulación consciente de la acti.
do" IPÍ 98) . vidad y la conducta, utilizamos di-
cho concepto como indicador de la
La ideología de la clase diri- tendencia orientadora de la persona
gente se hace adoptar por las cla-
ses dirigidas. La caracterización lidad. Siguiendo las guías ofreci-
y el papel del colonizado ocupan das por G.Roloff Gómez .en su artícu
un lugar prominente en la ideolo- lo La Autovaloraaión y los Métodos para
gía colonizadora necesaria para la su Estudio, utilizamos el método di-
estabilidad del sistema social es- recto de autorreporte verbal sobre
tructurado. Para hacer legítima la varios aspectos, diseñamos un cues
esclavitud colonizadora es necesa- tionario-entrevista en el cual la
rio no sólo ser objetivamente es- persona entrevistada debía señalar
clavo, sino aceptarlo. en una escala valorativa del 1 al
5 las proposiciones que describen
distintas características de su per
Ante el cuadro pintado por Mem- sonalidad. Incluimos, además, algu-
mi nos preguntamos si podemos veri
ficar este proceso en la formación nos temas con respuestas abiertas
de la personalidad del puertorri- para obtener datos sobre otros as-
queño. Al revisar la literatura es_ pectos del contenido de la autova-
crita, tanto por historiadores y loraeión en diferentes áreas de
literatos representantes de la la personalidad. Para complementar
clase dirigente del país sobre la el diseño utilizamos un método indi
personalidad del puertorriqueño, recto, que nos permitiera valorar ~
encontramos que un gran número in- el resultado de una actividad o tra
cluye en sus escritos descripcio- bajo realizado por la persona.
nes similares a las señaladas por Así pues, se le presentó a una
Memmi.3 Para proceder a la verifi- submuestra de los participantes la
cación empírica de la actualidad tarea de escoger unos materiales
del retrato del colonizado en la con el fin de preparar unos módulos
del puertorriqueño y verificar el educativos. Entre los materiales
alcance de la internacionalización que debían escoger se encontraban
de tal mitificación, diseñamos y varios símbolos nacionales de Puer-
realizamos el siguiente estudio de to Rico, símbolos de Estados Unidos,
campo. discos de música folklórica puerto-
rriqueña y música norteamericana,
Basándonos en el postulado teóri cuentos referentes a Puerto Rico y
co1* que nos indica que la autovalo- cuentos referentes a Estados Unidos.

MUESTRA

La muestra de participantes fue $400.00 mensuales o menos; 236 eran


seleccionada de la muestra básica de ingreso de $400.00 a $800.00 y
de puertorriqueños diseñada por el 72 tenían un ingreso de $800.00 o
Departamento de Salud de Puerto Ri- más. Basándonos en el postulado teó
co. La muestra consistió en 475 per rico antes enunciado de que la ubica_
sonas entrevistadas de las cinco re aitín, actividad social y vivencias particu-
giones en las que se dividió la is- lares conforman la psiquis y la per-
la para efectos del muestreo: regio- sonalidad, analizamos los resulta-
nes norte, sur, este, oeste y cen- dos tomando en cuenta el ingreso,
tro. De estas personas, 225 eran lugar de residencia (rural-urbano)
hombres y 2 50 mujeres (edades de y sexo. Aunque medimos otras varia-
18-45 años); 125 personas provenían bles (edad, escolaridad, estado ci-
de zona rural y 350 de la zona urba vil) , éstas no fueron objeto de ana
na; 167 reflejaron un ingreso de lisis en el presente informe.

(3) En el libro Personalidad Puertorriqueña de Rivera Ramos, A., (en pro-


ceso de publicación) se hace un recuento de un gran número de historia
dores y literatos que presentan el retrato mítico del puertorriqueño
como colonizado.
< '*) Postulado Número 9, presentado arriba.

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RESULTADOS

Aunque el cuestionario original vas de incapacidad e impo-


presentaba 93 proposiciones descri£ tencia no reflejaron autova-
tivas basadas en la literatura, es- loración negativa en térmi-
tas fueron agrupadas en cuatro cate nos generales. Hubo, no obs_
gorlas: autovaloración personal, au tante, una diferencia signi.
tovaloración colectiva, comparación ficativa entre las catego-
con extranjeros, valoración de sím- rías de menor ingreso.
bolos y/o objetos nacionales. (X = 2.2 y mayor ingreso
X = 4.5) P < .05.
Finalmente estas quedaron resumí,
das en 39 proposiciones principa- 5. La dimensión de dependencia
les . tampoco reflejó autovalora-
ción negativa, ni diferen-
Los datos se sometieron a análi- cias significativas por
sis de varianza o prueba para deter sexo, ingreso o zona.
minar diferencias significativas en (P < .05).
tre los grupos.
6. La proposición sobre cobar-
I .En las categorías de autovalora día reflejó un índice con
ción personal los resultados tendencia a la neutralidad o
fueron los siguientes: punto intermedio. Autovalo-
1. En las proposiciones sobre rándose los encuestados
Yo me siento acorralado, como ni cobardes, ni muy va
oprimido, sometido, los en- lientes.
trevistados no reflejaron
sentirse personalmente opri- II.En las categorías de valoración
midos en extremo o someti- colectiva. No obstante los re-
dos, (x = 2.6) 6 . No obstan- sultados fueron distintos, la
te, los de menor ingreso y proposición descriptiva utiliza
las mujeres expresaron mayo ba la forma despersonalizada de:
res sentimientos de opre- "Los puertorriqueños son:"
sión. (X = 1.9 X = 1.2 r < .05). Todos los entrevistados refleja
No hubo diferencias signifi- ron autovaloración negativa en
cativas en el análisis de zo esta categoría, señalando estar
na rural vs. urbana (P > .05). muy de acuerdo en que los puer-
2. La proporción de vagancia torriqueños son:
tampoco reflejó una autovalo
ración negativa, ni hubo di- PROMEDIO
ferencias significativas por acorralados 1 .3
sexo, ingreso o zona.
(X = 3.28, p > .05) . oprimidos 1 .6
3. En la dimensión de inferiori- sometidos 2 .2
dad hubo una respuesta de hospitalarios 4 .8
neutralidad (X = 2.84), con
una diferencia de autovalora vagos 2 .1
ción en la categoría de in- inferiores 1 .9
greso y sexo. Las personas de
menor ingreso se autovalora- incapaces 1 .7
ron como inferiores a los de dóciles-sumisos 2 .9
más (X = 1.72); así como tam-
tién las mujeres reflejaron dependientes 1 .5
un índice menor de autovalo- impotentes 2 .1
ración (X = 2.96) vs
cobardes 2 .8
(X = 3.83) para los hombres.
4. Las dimensiones autovalorati III.En las categorías de compará-

is Los valores de la escala van de 1.0 a 5.0; donde 1.0 refleja el extre-
mo negativo de un rasgo y 5.0 el extremo positivo. Los valores interme
dios reflejan valoración intermedia del rasgo a que se hace referencia.

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ción con extranjeros los encues puertorriqueños (X -- 4.8)
tados indicaron que: (1) los
norteamericanos son mejores que
los puertorriqueños (X = 4.3); (2) IV. En la categoría de símbolos
los dominicanos son iguales a u objetos nacionales indicaron
los puertorriqueños (X = 2.8); que (1) la artesanía puertorri-
(3) los cubanos exiliados y re- queña es inferió" a la extranje
sidentes en Puerto Rico son me- ra, (X = 2.5); (2) que Ir?, artis-
jores y más trabajadores que tas extranjeros son mejores
los puertorriqueños (X = 3.5) (X = 4.3), pero que (3) nuestra
-aunque reflejan hostilidad y bandera en comparación con la
resentimiento hacia el grupo de d_e Estados Unidos es más bella
exiliados cubanos residentes en (X = 3.5). Indicaron, además,
Puerto Rico. (4) que Puerto Rico es un país
más bello que Estados Unidos
Los extranjeros en general son (X - 4.0), pero muy pobre
mejores que los puertorriqueños, (X = 1.3). Manifestaron también
(X = 3.9); más cultos (X = 4.8); (5) que Puerto Rico no puede
y más educados (X = 4.6). Los cu vivir sin la ayuda de Estados
baños son más trabajadores Unidos (X = 2.1) y que la música
(X = 4.5) y los norteamericanos puertorriqueña e_s más bella que
son más inte]iqentcs que los la extranjera (X = 1.8).

bEGUNDA PARTE

Para llevar a cabo la segunda símbolos extranjeros y 56% esco-


parte del estudio se tomaron al aió símbolos nacionales.
azar 100 personas entre los partic_i
pantes a quienes se le presentaron - No hubo grandes diferencias por
los materiales antes descritos (ar- ingresos. El 38% de bajos ingre-
tículos de símbolos nacionales o ex sos escogió símbolos extranjeros
tranjeros). ~ y el 6 2% escogió símbolos nacio-
nales .
La submuestra quedó constituida
por 55 mujeres, 45 hombres, concen- La diferencia mayor se manifestó
trados en bajos ingresos (42) e in- en la comparación por zona, don-
gresos medios (58); 30 procedían de de el 95% de la zona rural esco-
zona rural y 70, zona urbana. gió los símbolos nacionales y el
Los resultados indicaron lo si- 100% escogió los discos de músi-
ca típica. En la zona urbana el
guiente :
40% escogió símbolos extranjeros
1. Uo hubo diferencias por sexo. El, y el 50% escogió música extranje
44% de la muestra total escogió ra.

CONCLUSIÓN

Estos resultados podrían inter- tificación del retrato del coloniza


pretarse como una confirmación par- do, como mecanismo de sobrevivencia
cial de los planteamientos de A l - -según lo señala Memmi- sin embargo
bert Memmi sobre el retrato del co- los resultados reflejan su respues-
lonizado; hecho que nos advierte so ta de resistencia y autoafirmación.
bre el efecto negativo de la coloni-
zación en los integrantes de un pue Los result ados demuestran la au-
blo. No obstante, es necesario re- toafirmación subyacente al reflejar
cordar el postulado teórico que men una gran disc repancia entre la auto
clonáramos al comienzo sobre la ca- valoración pe rsonal, y la colecti-
pacidad del ser humano de transfer va, siendo la primera mucho más po-
marse y transformar su sociedad', sitiva, donde los individuos entre-
nor eso debemos señalar que si bien vistados no se autovaloran como va-
es cierto que una proporción de núes gos, dóciles, dependientes e impo-
t:ro oueblo ha internalizado 1^ ra- tentes, sino como trabajadores, va-


lientes, afirmativos y capaces. llazgos y descripciones aquí presen
Mientras que valoran el colectivo tadas tienen implicaciones y aplica
despersonalizado -como los puerto- ciones' válidas para América Lati-
rriqueños son- de manera negativa, na. Haciéndome eco de lo que dijera
reflejando que no existe una identi. Héctor Betancourt en su artículo,
ficación personal con el mito del Psicología y Dependencia, publicado, en
colonizado. la International Psychologist (No.
Dicha autoaf irmación también que_ 4, agosto, 1984) repito: "Parece ur
da de manifiesto cuando la mayoría gente tratar de superar la dependen
de los expuestos a los estímulos pa cia extrema y el etnocentrismo de
trios escogieron estos reflejando la psicología contemporánea. No se-
lo que señala Memmi, como autoafir- rán los psicólogos del mundo desa-
mación positiva y diferencial. rrollado los que estudien los pro-
blemas del Tercer Mundo y provean
Esta personalidad subyacente que las soluciones psicológicas más
hierve dentro de cada puertorrique- apropiadas a esas realidades".
ño es el elemento dinámico al cual
se refiere Bratus y González Serra en "Parece ?er necesario que el mar
su artículo: La Dinámica Motivaaional co de refer cia y solución sean
en la Personalidad Asna y Enferma, cuan- producidas r psicólogos latinoame
do dice: "El equilibrio engendra el ricanos". t- tales efectos entiendo
desequilibrio y lo contiene, lo pre que debemos unir esfuerzos en la
supone. búsqueda de estos marcos referencia
La actividad del ser humano con- les y soluciones a la comprensión
siste en una lucha continua por y solución de nuestros problemas.
transformar su medio para asegurar
la satisfacción de sus necesidades", Fernando González Rey propone en
(p. 98). sus escritos, así como también lo
La transformación del sistema de hace Ovidio D'Angelo Hernández, al-
necesidades es una condición impres_ ternativas para el desarrollo de la
cindible para el desarrollo de la personalidad que se hacen viables
personalidad. en la sociedad a la que pertenecen,
ya que los esfuerzos de la misma
Los resultados confirman lo que van encaminados al desarrollo pleno
señala Memmi sobre la inconformidad y saludable de sus miembros. Aunque
del colonizado y existe en él una nuestras condiciones sociales no
exigencia fundamental de cambio (p. sean las mismas, y precisamente,
125). Los entrevistados indicaron por no ser las mismas, es aún más
no sentirse satisfechos, ni confor- necesario poder desarrollar e im-
mes y expresaron el deseo y la nece plantar programas encaminados al
sidad de cambio. desarrollo de nuestra personalidad,
Entendemos que la situación que cue necesariamente deberán estar
hemos descrito no es exclusiva del enmarcados dentro del principio de
pueblo puertorriqueño, aunque tal la mediatización por la actividad, me-
vez sea la más dramática. La misma diante la incorporación a la activi.
situación ha sido descrita en- forma dad dirigida de la que habla y
similar sobre otros países de Améri practica Lomonosov. En Puerto Rico
ca Latina, según informes de José hemos iniciado un trabajo en esta
Miguel Salazar, Gerardo Marín y, re dirección, pero nos falta mucho
cientemente,-por Maritza Montero por hacer. Extiendo la mano a los
donde informan aspectos muy pareci- colegas, estudiantes y compañeros
dos a los que hemos señalado en el latinoamericanos para que nos una-
pueblo venezolano. mos en este esfuerzo, que para que
rinda frutos debe ser necesariamen
te un esfuerzo conjunto.
De ahí que entendamos que los ha

B1BLI RAFÍA

1. Betancourt, H. 2. Fanón, F.
Psicología y Dependencia en Escucha Blanco! traducción-
América Latina, Editorial de Black Skin, White Masks,
Interamerican Psychologist, New York, Gorve, Press
No. óO, agosto 1984. (1967) .
12
3. González Rey, F., B.Bratus; María 4. Memmi, A. Retrato del Colonizado.
Elyalde; G.Roloff, D.J. González; •Ediciones de la Flor, Buenos
Serrá y O. D'Angelo Hernández Aires, Argentina (1969).
Algunas cuestiones teóricas 5. Rivera Ramos, A.N.
y metodológicas sobre el estu Hacia una psicoterapia para
dio de la personalidad. Ed. el puertorriqueño. Editorial
Pueblo y Educación, La Haba- CEDEPP, Río Piedras, Puerto
na, Cuba (1982) . Rico (1984) .

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