El documento discute los factores que indican la madurez mental. La madurez física se determina por el desarrollo orgánico, mientras que la madurez mental es más individual y puede alcanzarse a diferentes edades. La madurez mental implica características como la habilidad para tomar decisiones basadas en la razón en lugar de los impulsos emocionales, y asumir responsabilidades por las consecuencias de las acciones. Una mente madura evalúa el efecto de sus decisiones considerando todos los aspectos físicos, mentales, em
El documento discute los factores que indican la madurez mental. La madurez física se determina por el desarrollo orgánico, mientras que la madurez mental es más individual y puede alcanzarse a diferentes edades. La madurez mental implica características como la habilidad para tomar decisiones basadas en la razón en lugar de los impulsos emocionales, y asumir responsabilidades por las consecuencias de las acciones. Una mente madura evalúa el efecto de sus decisiones considerando todos los aspectos físicos, mentales, em
El documento discute los factores que indican la madurez mental. La madurez física se determina por el desarrollo orgánico, mientras que la madurez mental es más individual y puede alcanzarse a diferentes edades. La madurez mental implica características como la habilidad para tomar decisiones basadas en la razón en lugar de los impulsos emocionales, y asumir responsabilidades por las consecuencias de las acciones. Una mente madura evalúa el efecto de sus decisiones considerando todos los aspectos físicos, mentales, em
Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. a!r" determinados #actores $ue indi$uen cuando es $ue hemos alcanzado la madurez mental% La madurez #&sica se determina por el desarrollo or'"nico ( por ciertas #unciones $ue acompa)an dicho desarrollo. La lle'ada de la madurez #&sica var&a li'eramente en cuanto a tiempo, en las diversas razas humanas. En la madurez mental, no o!stante, esta mani#estaci*n es m"s individual. Puede una persona madurar mentalmente a+n cuando todav&a sea ,oven. Otra puede $ue no muestre tal madurez hasta la mediana edad. E-isten adem"s a$uellas $ue no han dado se)ales de madurez mental en toda su vida. Como se presume $ue e-iste un estado tal como el de madurez mental, es o!vio $ue ha(a ciertas caracter&sticas mediante las cuales .ste se pueda conocer. El punto en cuesti*n es si las caracter&sticas esta!lecidas como normas en este caso son apropiadas. /i al'unas de estas no son ca!almente correctas, crean una #alsa impresi*n de los individuos. Las costum!res de la sociedad, sus contratos ( su conducta, se miden en t.rminos de la madurez de sus miem!ros. La conducta o!servada por personas #altas de madurez, si se desconociera $ue adolecen .stas de tal condici*n, podr&a convertirse en una in#luencia per,udicial en la le'islaci*n de le(es ( en la adopci*n de costum!res mediante las cuales hu!iera de re'irse la sociedad en $ue viven. La madurez mental ( la inteli'encia no son siempre sin*nimas, por m"s incon'ruente $ue esta mani#estaci*n nos parezca. La inteli'encia puede ser descrita sucintamente como la adapta!ilidad del individuo a las circunstancias nuevas ( distintas con las cuales ten'a $ue con#rontarse. Casi todos nosotros nos amoldamos #"cilmente a las circunstancias $ue ocurren repetidas veces, lle'ando a responder a .stas ha!itualmente, con mu( poco es#uerzo consciente. Pero cuando sur'en circunstancias di#erentes ( $ue por consi'uiente, tienen relaci*n directa con nuestro !ienestar, sea por !ien o por mal, se re$uiere entonces $ue e,ercitemos nuestra inteli'encia. El uso de la inteli'encia es, en primer lu'ar, el en#o$ue de la atenci*n para perci!ir con ma(or perspicacia nuevos eventos ( condiciones. 0no de!e captar una visi*n realista de a$uello $ue se presente como la condici*n +nica o nueva. Las o!servaciones impropias pueden traer como resultado una e-periencia en con#usi*n. En otras pala!ras, la $ue nos es #amiliar, los elementos conocidos con los cuales, por e-periencias pasadas uno est" cali#icado a en#rentarse, pueden ser o!scurecidos por a$uello $ue sur'e como nuevo. Lo nuevo, lo $ue es di#erente, puede ser, de hecho, tan s*lo un simple #actor de menor importancia, $ue podr&a ser #"cilmente descartado. /in em!ar'o, la o!servaci*n ( atenci*n impropia, le dan una prominencia err*nea $ue con#unde. La inteli'encia en se'undo lu'ar, emplea la #unci*n de la raz*n. La raz*n es la evaluaci*n de las ideas o!tenidas mediante la e-periencia, tanto pasada como presente. En su proceso silo'&stico, constitu(e el an"lisis de las ideas para lle'ar a una conclusi*n $ue sea clara para la mente. El razonamiento es, pues, ordenaci*n de la mente1 es la or'anizaci*n de los pensamientos en una estructura comprensiva. Presumamos $ue un n+mero de trozos de madera conteniendo el al#a!eto, de los $ue usan los ni)os para ,u'ar, representa ideas $ue llevamos en nuestra mente. Cada trozo de madera muestra una letra di#erente del al#a!eto. Por llevar individualmente cada uno de estos una sola letra es #"cil entenderlos. M"s si se a'rupan todos los trozos de madera en un mont*n, ser&a entonces imposi!le entender lo $ue dicen. Para m"s analo'&a en este caso, usar la raz*n consistir&a en arre'lar los trozos de madera. La raz*n, por el m.todo inductivo, tratar&a de poner los mismos #ormando un todo, de manera $ue, como una unidad, .stos pudieran #ormar pala!ras o tener en con,unto al'+n si'ni#icado para la mente. Inteligencia La inteli'encia consiste, entonces, de ciertas #unciones de la #acultad mental. a( 'rados de inteli'encia, esto es, 'rados de sensi!ilidad de las "reas del cere!ro relacionadas con la #acultad de la inteli'encia. La ha!ilidad para razonar, el poder de or'anizaci*n de la mente es ma(or en ciertas personas, $ue en otras. Es decir, al'unas personas pueden aducir ideas m"s pro#undas, pensamientos m"s a!arcadores $ue las $ue pueden aducir otras personas, en muchos casos en $ue las !ases de la e-periencia son i'uales para todas. La inteli'encia, sin em!ar'o, puede ser empleada tan s*2o super#icialmente. En un 'ran n+mero de personas la capacidad intelectual est" utilizada solamente en parte. 3uiz"s por$ue estas personas han ad$uirido el h"!ito de la indolencia mental. Evitan lo m"s posi!le tener con#licto con cuales$uiera circunstancias desa#iantes o de oposici*n en la vida. Reh+san el e-aminar mentalmente las condiciones nuevas o di#erentes $ue sur'en, si pueden apartarse de ellas o adaptarse a una situaci*n m"s c*moda. /us poderes de realizaci*n, est"n, por la tanto, restrin'idos. El e,ercicio de la inteli'encia re$uiere es#uerzo. Pensar ( re#le-ionar puede constituir al principio un es#uerzo considera!le. /in em!ar'o, la satis#acci*n $ue o#rece un en#o$ue inteli'ente de un pro!lema ( su soluci*n, a menudo compensar" con creces el es#uerzo mental realizado. Pero esto, el individuo de!e aprenderlo. La persona inteli'ente por naturaleza $ue evita a prop*sito el tomar la iniciativa de utilizar su inteli'encia para a#rontar los misterios ( comple,idades $ue sur'en en su vida no ha ad$uirido una madurez mental. Decisiones y responsabilidad Es caracter&stica #undamental de la mente madura la ha!ilidad para tomar decisiones $ue re#le,en razonamiento en vez de impulso emocional. 0na decisi*n es una elecci*n. Es el e,ercicio de la voluntad. /in em!ar'o, nunca estamos completamente li!res para hacer nuestra elecci*n, como podr&amos presumir. 4enemos ciertos deseos emocionales, ps&$uicos e intelectuales. /i sur'en dos o m"s de .stos, los mismos se convierten en la causa $ue nos mueve a hacer elecci*n. Al momento de hacer la elecci*n uno de estos deseos tiene, usualmente, ma(or intensidad $ue los otros. Puede $ue ha(a e-periencias anteriores $ue #orti#i$uen uno de estos deseos, esto es, $ue aumenten su instancia ( le den a$uella pre#erencia $ue nos o!li'a a decidirnos por la elecci*n $ue eventualmente hacemos. 5uestra voluntad, entonces, es de hecho la mani#estaci*n del deseo $ue tiene en el momento el ma(or est&mulo. Podemos, no o!stante, aumentar a menudo el est&mulo de un deseo. Podemos e-pandir tanto la naturaleza de nuestra ima'en mental asoci"ndola con e-periencias previas $ue ha(an pro!ado ser meritorias, como para .hacer $ue dicha ima'en se convierta en un deseo dominante. La voluntad da entonces pre#erencia a tal deseo, lo hace nuestra elecci*n. La mente madura nunca toma decisiones impulsivas. Antes de tomar una decisi*n la mente madura tratar" de disciplinar las emociones ( permitir $ue el razonamiento #r&o #orti#i$ue cuales$uiera otras alternativas $ue e-istan, de menor importancia. La mente madura no tomar" tampoco, siempre $ue sea posi!le, decisiones donde los !ene#icios a derivarse sean vistos solamente a la luz de un solo aspecto del ser. El hom!re es un ser #&sico, mental, emocional 6ps&$uico7, ( social. La parte social es arti#icial. Es una creaci*n del hom!re. Pero los otros aspectos del ser est"n supuestos a mani#estarse a trav.s del medio social $ue vivimos. El tomar una decisi*n a impulso de un est&mulo emocional e-clusivamente, $ue envuelva, por e,emplo, una compra $ue a#ecte adversamente la se'uridad econ*mica del individuo, es demostrar #alta de madurez mental. Ello indica $ue no se ha pensado lo su#iciente acerca de la propia se'uridad del individuo en la sociedad. A la $ue popularmente llamamos mente so!ria es por lo re'ular a la mente madura. Esta #rase no se re#iere a las personas pl"cidas o a2 individuo poco responsivo emocionalmente. M"s !ien, ella alude a la persona $ue eval+a el e#ecto de su decisi*n en relaci*n con todas las #ases inte'rantes de su ser. La persona de mente madura e-tiende su pensamiento en todas direcciones, temporalmente ha!lando, antes de actuar. 4oma de las e-periencias anteriores, las del pasado, considera el presente (, por medio de la ima'inaci*n, pro(ecta las circunstancias hacia un posi!le #uturo ( entonces hace su decisi*n. Puede estar e$uivocada, pero la posi!ilidad de una decisi*n incorrecta, una decisi*n $ue sea per,udicial a ella o a otros, disminu(e con tal procedimiento. Otro elemento importante en el desarrollo de la madurez mental es el asumir responsa!ilidad. En !reves pala!ras, responsa!ilidad es una o!li'aci*n $ue uno contrae de responder por la conducta o la naturaleza espec&#ica de al'una cosa. Es una relaci*n particular $ue reconocemos entre nosotros ( una cosa o condici*n e-terna, el mantenimiento de la cual es un de!er para nosotros. La responsa!ilidad e,erce demandas so!re .nosotros. 0no no puede hacer #rente a su responsa!ilidad ( al mismo tiempo ser ne'li'ente e indi#erente en cuanto el ori'en de la misma. La relaci*n entre nosotros ( la cosa $ue es o!,eto de responsa!ilidad re$uiere el e,ercicio de !uen ,uicio. Los lazos de esta relaci*n de!en ser comprendidos. En otras pala!ras, $u. es lo $ue de!e e-i'irse de nosotros para mantener esta relaci*n% /e re$uiere de uno $ue ha'a apreciaci*n de sus cali#icaciones. 0no de!e determinar cuales de sus talentos, ha!ilidades o capacidades de!en usarse para llevar a ca!o la responsa!ilidad. 4am!i.n de!e uno sa!er $ue constitu(e el estado normal o pre#erido de a$uello por lo cual es responsa!le. 8e lo contrario, uno no sa!r&a si est" cumpliendo con su responsa!ilidad propiamente. El asumir la responsa!ilidad, por consi'uiente, hace preciso el pensar racionalmente para $ue puedan hacerse las decisiones necesarias. 5o importa la inteli'encia $ue posea el individuo, la madurez mental es desarrollada s*lo cuando el individuo es colocado en circunstancias en las cuales de!en hacerse decisiones vitales, ( cuando, asimismo, se le da responsa!ilidad $ue est" dentro de su capacidad asumir. La protecci*n continua de un individuo, !ien por los padres en el caso de los adolescentes, o por la !ene#icencia del estado en la casa de adultos, puede privar a uno de tomar decisiones importantes ( de asumir responsa!ilidades de peso $ue conducen a la madurez mental.