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LA ALQUIMIA EN EL NUEVO MUNDO

Introducción
Cosas de Alquimia
Minería
Medicina
Libros
Otras cosas

El estudio de la Alquimia en la Edad Moderna y su presencia


en los territorios de la Monarquía Hispánica contiene, de
ante mano, varias peculiaridades. El flujo es siempre
unidireccional, al contrario que otros elementos
relacionados con la Historia de la Ciencia, como el envío
de plantas o maravillas, y su difusión europea. Por otro
lado, las noticias son tremendamente escasas, lo que impide
elaborar una exposición basada por entero en los datos.
Pero, no obstante esta escasez, la información
proporcionada por los mismos refleja fielmente los aspectos
y los rasgos generales que suelen encontrarse cuando se
estudian otros ámbitos de la Historia de la Alquimia, como
pueden ser su carácter social. Además, tenemos aquí un
componente propio: la minería y la metalurgia. El amplio
desarrollo técnico que alcanzaron en el Nuevo Mundo anduvo
en varias ocasiones, relacionado con la Alquimia. Todo
esto, en fin, conforma una serie de particularidades que
otorgan unos rasgos propios a esta faceta tan poco
estudiada de la Historia de la Ciencia peninsular en estos
siglos.

No sabemos exactamente cuando ni donde apareció la primera


noticia relacionada con la Alquimia o con los alquimistas
en los dominios españoles, pero, si hacemos caso a Nicolás
Lenglet du Fresnoy, las Indias recibieron a la primera
persona que “trabajó por la ciencia hermética”1 en 1493. Se
trataba del médico Diego Álvarez Chanca (1452-1501), quien
en ese año viajó Con Colón en el segundo viaje de este
último. Lo cierto es que Álvarez Chanca en su
Comment[ari]um novum in parabolis divi Arnaldi de Vila
Nova ad illustrissimû archorû ducem2 trata de las
cualidades de los metales, habla de Arnau de Vilanova como
alquimista y él mismo no deja de creer en ella conociendo
los atributos de la Piedra Filosofal. Dice de Arnau que es
muy conocido, por lo mucho que lo citan otros autores y no
solo en cuestiones de Medicina o Filosofía, sino también
"in arte transmutatoria", teniendo testimonios de su
perfección, incluso prohibidos:

1
Lenglet du Fresnoy, N., Histoire de la Philosohpie Hermétique, Paris, 1742, t.1, p. 472.
2
Sevilla, Iacobum Cromberger Alemanum, 1514.
"Secundo ad littere divisionem per eius expositionem
acceden. Ad primum dicendum q nomen autoris ê Arnaldus
de villa nova celeberrimus atque sapientissimus inter
philosophos et medicos nominatibus, q tâta excellêtia
r intellectibus pspicacitate polluit q nô solû in
medicina r philosophia plios edidit codices haut parve
utilitatis. Sed î arte trâsmutatoria tâtum polluit qu
iter modernos solus ut veraciter fert ad pfectionê
artis puenit r lapidê philosophalê attigit r p eû
maximâ quantitatê eus in pefectissimû aurû côvertit r
q viderût testimoniû phibuerunt r verû est testimoniû:
itaque nô solum in medêdo languores corporis humani
multum pfuit imo egra r impfecta metalla sanare
scivit."3

1.-Cosas de Alquimia
Desde este hecho tan puntual y anecdótico, hasta siglo y
medio después, las noticias aumentan hasta el punto en que
podemos clasificarlas y agruparlas según su contenido, ya
sean las relacionadas con la Medicina, la minería, los
libros o el comercio. Hasta pudiera ser que alguien viera
en las Indias un escenario idóneo para enriquecerse. Al
menos eso es lo que le dijo Hernán García a su cuñado
Andrés Toribio en el año 1586:

"e si su hermano Andrés Toribio save acavadamente su


oficio de alquimista, véngase acá también a mi costa que
yo le prometo que en tres años tenga ocho mil pesos".4

Hemos de empezar por la faceta menos estudiada, pero


más interesante. Hubo un espacio, o una intersección de
ellos, donde se encuentra lo social con lo económico y que
es un indicativo de la vitalidad de la demanda de un tipo
de objetos que se conocían porque eran “hechos de
alchymia”. Principalmente eran complementos, adornos y
piezas pequeñas, que, desde el siglo XVI adquirieron cierta
presencia desde los círculos más selectos a los más
populares, llegando incluso a generar problemas5 capaces de
generar legislación restrictiva6. Así, Juan de Guzmán, 3º

3
Álvarez Chanca, D., Comment[ari]um novum..., 1.
4
El sevillano Andrés Toribio era hermano de Catalina Núñez, casada con Hernán García. La frase
pertenece a unaarta de García a su esposa, fechada en Puebla (México), el 4 de noviembre de 1586. Otte,
E., Cartas privadas de Puebla del siglo XVI, Jahrbuch für Geschichte den Staat, Wirtschaft und
Gesellschaft Lateinamerikas, 3, 1966, pp. 10-87. Archivo General de Indias (AGI, IG, 2064).
5
López Pérez, M., "La alquimia: un problema social en la España del siglo XVII", Llull, 23 (2001), 643-
659.
6
Como hicieran los alcaldes de Casa y Corte de Madrid en 1615 y 1616 (Archivo Histórico Nacional,
Consejos, lib. 1197, f. 84 y Consejos, lib. 1.203, f. 438); Felipe III en 1617 (A.H.N., Consejos, lib. 1.204,
f. 83, 1617) y Felipe IV en 1624 (Urtariz, G. de, Teoría y práctica del Comercio y de Marina, Madrid,
Antonio Sanz, 1742, p. 100: Pragmática de 1624, ley 60, título 18, libro 6. Ver también la ley 62 de
mismo título).
Duque de Medina Sidonia (1463-1507) guardaba unos trozos
“de oro de alquimia” entre sus curiosidades; Felipe II
tenía una bandeja de plata “hecha de alchymia” entre las
pertenencias que se registraron tras su muerte7, y Juan de
Herrera (1530-1597), su arquitecto más allegado, tuvo una
espada ancha y corta de Francisco de Zamora de Toledo, con
tres canales y un lazo en la remate dellos, guarnición
abentanada, puño de alquimya, bayna baya8, una espada ancha
y corta, con dos canales por ambas partes y en cada uno un
letrero que dize Juanín Manca, puño de alchimya9, otra
espada ancha y corta, [...] puño de alquimya10 y una sarta
de quentas de menxuy con sus qüentezicas de alquimya y
entre medias de quenta y quenta11. Son sólo tres ejemplos de
personas adineradas, que, sin embargo, no excluyen al
resto, a personas como Juan de la Fuente, cristiano nuevo
granadino, que tenía tres sortijas de oro y una cruz de
oro encaxada en hébano. Más una cadena de alquimia
(sic)con una crus de plata sobre dorada12, ni a Juan de
Molina, quien, en el año 1610 tenía un rosario de cristial
(sic) con cuerdas de alquimia entrelaçadas13.

El caso es que en esas fechas finales del siglo XVI, los


envíos de objetos decorativos hechos “de alquimia” desde
Sevilla a las Indias se multiplican. Se mandan pasamanos14,
gruesas de botones de alquimia15, piedesuelos y cuentas
para jubones16, cuentas gordas17, anillos y gargantillas18,

7
Sánchez Cantón, F. J., “Inventarios reales. Bienes muebles que pertenecieron a Felipe II”, en Archivo
documental español, Madrid, R.A.H., 1956-1959, tomo X, p. xli.
8
Cervera Vera, Luis, Inventario de los bienes de Juan de Herrera, Valencia, Albatros, 1977, p. 144, nº
231. Este inventario lo hizo el 17 de enero de 1597 Francisco Montoya, siendo testamentarios Antonio
Voto y Guillermo Bodura.
9
Cervera Vera, L., op.cit., p. 229.
10
Cervera Vera, L., op.cit., p. 230.
11
Cervera Vera, L., op.cit., p. 128.
12
AHP, Salamanca, Protocolos, 2690, f. 762v). Declaración de sus bienes para la expulsión de
Peñaranda de Bracamonte, realizada el día 10 de mayo de 1610.
13
AHP, Salamanca, Protocolos, 2690, f. 762v). Declaración de sus bienes para la expulsión de
Peñaranda de Bracamonte, realizada el día 10 de mayo de 1610.
14
Diego López de Solis, vecino de Sevilla cargó catorce libras de pasamanos de alquimia a 32 reales la
libra en la nave "la Concepción" el 30 de junio de 1590. AGI, Contratación, 1089, nº 8, 17r. También en
AGI, Contratación, 1129, nº 6, 48r: Juan Colón, vecino de Sevilla para Fabricio Benegas: 7 libras
de pasamanos de alquimia a 8 reales cada libra, en 1598.
15
Ruy Fernandez Pereira carga a Nueva España en la Concepción siete gruesas de botones de alquimia a
10 reales en 1590. AGI, Contratación, 1089, nº2, 1, 22r.
16
Francisco de los Rios, a Nueva España para entregar en el puerto de San Juan de Alvarado a Juan
Cortes de los Rios: 13 piedesuelo de pasamanos de alquimia, 5 cuentas de alquimia falsos para jubones
(96 reales). AGI, Contratación, 1089, nº 8, 1, 42r.
17
Manuel del Río, en el barco "Nuestra señora del buen viaje", para entregar en Puerto de Plata al capitán
Hernández de Frías y que lo envíen a Alonso de Portes o Alonso Franco: un millar de cuentas gordas de
alquimia por 18 reales. AGI, Contratación, 1129, nº 5, l1.27r, 1598.
18
Registro de Luís de Picón en la nao "San Francisco", para Tierra Firme: para Antón Díaz, en el puerto
de S. Felipe de Puerto Belo: fardo nº 16: 5 docenas de gargantillas de alquimia a 4 reales, ocho gruesas de
anillos de alquimia a 6 reales. AGI, Contratación, 1137, nº 13, 1, 33r, 1600.
puños de espada19, etc. Este tráfico fue intenso hasta
1593, cuando Felipe II prohibió la introducción de objetos
"hechos de Alquimia":

"Prohibimos y mandamos que no se pueda meter en estos


reynos de fuera de ellos vidrios, muñecas y cuchillos,
ni otras bugerias semejantes, ni cosas de Alquimia y
oro baxo de Francia, brincos, engaces (sic),
filigranas, rosarios, Piedra falsas y vidrios teñidos,
cadenas, quentas y sartas de todo esto..."20

De hecho, los testimonios de envíos de estos objetos


parecen frenarse en 1592, cuando tenemos noticia de un
pasajero que llevaba tres libras de pasamanos de
alquimia21. Sin embargo, dicha prohibición perdió su
efectividad a la muerte del rey, volviéndose a relanzar en
el año 160022. Aunque parezca lo contrario, fue algo
habitual, llegándose incluso a tasar el valor de cada pieza
enviada23.

MINERÍA

Otras cosas

Más allá del ámbito estricto de las Indias, y también de la


Monarquía Hispánica, lo cierto es que la Alquimia estuvo
presente en los escenarios más insospechados, siendo
protagonista de algunas situaciones un tanto complicadas y
motivo de la suficiente entidad como para ser reseñadas en
forma de noticias por algunos jesuitas. Uno de ellos fue
Álvaro Semmedo (1585-1685?), que llegó a China en el año
1613 y que llegó a ser allí el Procurador General de la
propia Compañia, vio publicado su Imperio de la China i
19
Registro de Bernabé Menucho para Portobelo: 50 libras de canela a 8 libras, 15 de clavos a ocho libras,
estoraque, 40 libras de canela a o libras. En baúl 11: seis docenas de puños de espada de alquimia a 8
reales. AGI, Contratación, 1137, nº 13, 1, 39r, 1600.
20
Año 1593. Esta pragmática se puede leer en Gerónimo de Urtaiz, Teoría y práctica del Comercio y de
Marina, Madrid, Antonio Sanz, 1742, B.G.P., X-2014, cap. XLIII: "Se explican algunas providencias con
que el Sto. Rey D. Fernando, los catholicos reyes D. Fernando y Doña Isabel, el Emperador Carlos
Quinto, Don Phelipe Segundo y Don Phelipe Quarto protegieron y auxiliaron el Comercio y la
Navegación", p. 100, ley 59, tit.18, lib.6.
21
AGI, Contratación, 5236, nº 2, 7 de enero de 1592, r.64: Expediente de información y licencia
de pasajero a Indias de Juan Luis, mercader, natural y vecino de Sevilla, con su mujer Ana
Charles y con sus hijas Francisca y Dionisia, a Perú.
22
AGI, Contratación, 1138B, nº 7, 114r-114v: registró Vicente Buis para sí mismo en Tierra
Firme. Doce cuentas algunas de alquimia, 1600; 1138B, nº 10, 2, 69v, 3 de marzo de 1603,
Registro de la nao "Nuestra Señora del Rosario": registró Martín de Solís a Tierra Firme a sí
mismo. dos gruesas de botones de alquimia; AGI, Contratación, 1140A, nº 1 71r; 25 de junio de
1601: Registro de benito Rodríguez, vecino de Sevilla, en "Santa Ana" para Honduras: 3
docenas de zarcillos de alquimia a 6 reales la docena, 4 docenas de gargantillas de alquimia a
15 reales la docena.
23
Tassa general de los precios a que se an de vender las mercaderias en esta Ciudad de Seuilla y su tierra,
y de las hechuras, salarios y jornales y demas cosas ... Sevilla . 1627, 111: “Puños de alquimia blancos
lisos, dos reales y medio”.
cultura evangelica en el, por los religios de la companhia
de Jesús en el año 164224. En este texto, al tratar de las
relaciones entre chinos y portugueses, especialmente en los
engaños de los mercaderes, se hace eco de un charlatán que
quiso engañar a un magistrado chino mediante promesas
“alquímicas”:

“Cunde por todo el mundo la diabolica tentacion de hazer


elementos hasta de las esteriles piedras, i robustissimos
metales. Son muy apasionados del arte de la alquimia, con
opinion de que quien halla la regla de hazer plata, queda
hallando la receta de vivir muchos años. Quando los
mortales dexaràn de dar credito a todo lo que se les
dixere, que es a proposito para conseguir estas dos cosas
tan apatecidas, i tan inflables? Mucho lidian en esto: pero
gastan mucho, i aprovechan poco; al revès de lo que les
sucede en todos los otros empleados, que es hazer de poco
sucede en todos los empleos, que es hazer de poco mucho.
Alfin, o ellos se burlan a si mismos, o se hallan burlados
de los professores desta ciencia, que a la verdad, segun
algunas noticias, ella deve ser cierta, pero incierto el
acertarla. Sin que la acierten ay muchos que la siguen,
fiados en el engaño, porque ya saben que no pueden fiarle
en el saber. Destos fue uno, que en Pekim se ofrecio a un
Magistrado, prometiendole gran fruto desta experiencia.
Facilmente es credula toda codicia. Diole algo para los
materiales, i el barajo entre ellos secretamente un poco de
plata, que para el intento traîa escondida, confessandose a
si propio la ignorancia con la astucia. Agradòle a aquel
ministro ignorante della, el fruto, pareciendolo hijo de la
verdad del arte: i el Artifice, fingiendose menesteroso de
passar a otra parte, fuesse con su licencia, concedida
empero por pocos dias, porque su ambicion ya màs despierta
con lo que avia tocado, tragava mal aquella ausencia. El,
todavia, como iva a echar en los mares de otras hidropesias
[39] de plata el engaño de aquellas redes, con que los
andava antes barriendo que acomodando della, tardò tres
años, i quando bolvio a essotro lugar fingia que ignorava
la casa deste su amante, aunque algunas vezes le rondava la
puerta. Conocido, llamaronle: llamado, fingio que lo
desconocia todo. Tocaronle en el arte que alli avia
exercitado: confessò el saberla, mas no el acordarse de
averlo hecho alli, no se acordava de todas; pero no se hizo
de rogar para hazerlo nuevamente. Diole el Ministro
quinientos ducados para los materiales, i el sin pedir
licencia, como de la otra vez, desaparecio con ellos para
no aperecer màs. No bastan semejantes experiencias para
dexar de aver gulosos, i engañados.” 25

No obstante, no era la primera vez que los jesuitas


tuvieron problemas por la Alquimia en aquellas tierras. Ya
en el año 1598. Ganaría Ricci y Joao da Rocha, hermanos
24
Madrid, I. Sanchez, 1642.
25
38-39. Otro relato en 109-112.
jesuitas, cuando iban a salir de la ciudad de Nanchang el
25 de junio de dicho año, fueron requeridos por un
funcionario, debido a que les precedía una fama de
alquimistas, para que transmutaran mercurio en plata fina.
Al ver el funcionario que Ricci era incompetente para ello,
pudieron salir de Nanchang26.

26
Spence, J. D., O palacio da memoria de Matteo Ricci, Spence, Sao Paulo, CIA DAS LETRAS, 1986,
203; Lacouture, J., Les Jésuites. Un multibiographie, París, Éditions du Séuil, 1991, 2 vols., vol. 1: Les
conquérants, p. 278; Ross, A. C., A Vision Betrayed (1542-1742), New York, Orbis Books, 1994, 133.

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