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Desheredados #06
(Revista enormérrima con delirios de grandeza)
Consejo Editorial Miguel Gómez, Rober Lago, Rafa Dawid, Silvia Llanos, Antonio Los Arcos, Satur Martínez
(Imagen de la portada: variación de Skull and cigarette, de M. C. Escher, por Luis d´Algaida).
4 CARTA DEL DIRECTOR
Queridos lectores,
Esta revista nació con un propósito inevitable, hacer Cultura. ¿Lo hemos logrado? Juzguen ustedes. Por
lo menos hemos dado salida a escritos que se habrían podrido en el arcón de las vergüenzas de sus
dueños si no fuera por nuestro exigente ímpetu para con ellos; y hemos animado que algunas buenas
gentes se vengan por el camino de la producción artística.
Seis números, seis. Símbolo de la creación, del poder divino, de la majestad, la sabiduría, el amor, la
justicia, la piedad. Lo es, además, la totalidad. Al cabo de un año, es cuanto podemos pedir: ser un todo,
representar un espíritu. A través de la constelación de ensayos, poemas y relatos (que es toda la
fenomenología que con dignidad podemos aportar), puede concluirse lo que esta comuna de
desheredados es «en sí misma». No hace falta recurrir a los creadores, a quienes la hemos hecho posible
desde innumerables noches repletas de cerveza y nicotina, para saber ya cuál es el espíritu que nos
mueve. Basta con sumergirse con destreza en sus páginas, con escuchar los latidos que retumban detrás
de cada palabra.
La publicación no tiene más alma que esas noches a la sombra de la luna ni es un ser imperecedero
que sobreviva a cada número. Su fuerza, su aliento, reside en lo que se publica y en la vigencia que ello
pueda tener. Eso, para quien entienda de alquimia, es el mercurio. Y Mercurio es nuestra revista. Es el
mensajero que los dioses del Parnaso utilizan para comunicarse con nosotros y es, precisamente,
5 CARTA DEL DIRECTOR
protector de las artes y de los caminos. De los caminos como el que emprendimos hace un año y algo
más.
Y no obstante, ocultamos, con este número, la revista. Mas quede claro desde ya: no lo hace por
abandono, cansancio, desidia, hastío o cualquier otra causa que denote un mínimo de incoherencia con
respecto a nuestros objetivos, o por falta de voluntad. Antes bien, lo hace porque ya ha cumplido con
creces su objetivo -aglutinar al heteróclito grupo- y porque nos queda aún misión por cumplir: nos
imponemos saltar al mundo tangible, de una vez por todas.
A veces las circunstancias son las que, más que ayudar, obligan a dar los pasos importantes. Creo que
ésta es una de esas ocasiones. Ya no son posibles las veladas en que, bajo la conjura de estar en un
Templo, nos dedicábamos a profanar cadáveres exquisitos, a cantar himnos bucaneros o a brindar mil y
una veces por los grandes momentos que vivíamos. Y como era ahí donde la Comuna encontraba su más
caro abono, no podríamos verla agonizar. Preferimos -prefiero- asesinarla a tiempo antes que ver con
desagrado cómo se va pudriendo, deteriorándose por el escaso cuidado con que podremos dedicarnos a
Ella desde hoy. Ya para este número hemos tenido dificultades que casi hacen que no salga, ¿acaso no
pasará lo mismo, sólo que con más crudeza, en las siguientes ediciones?
La única alternativa que nos queda es encontrar un nuevo formato con el que podamos sortear las
inclemencias sin jugarnos con ello el honor y la estética; jamás la estética. Os emplazamos, por eso mismo,
a que sigáis pendientes de lo que el Grupo de Pamplona (del que damos cuenta en las últimas páginas)
hará en el futuro. Informaremos cuando haya novedades.
Duque de Algaida,
28 de agosto-12 de octubre de 2009
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TRIBUNA ALGAIDANA En legítima defensa
Bienvenido al club Por Epicuro de Granada
(Fikmonskov, Hanged man) Hay homúnculos que se empeñan en darle a Darwin la razón
sirviendo ellos mismos de ejemplo. Aunque en lo físico no
D. Algaida.- Me retiro temporalmente de la poesía. La corroboren sus hipótesis evolutivas, en lo mental se
considero cruel, adolescente, mujer y, por ello, asemejan de tal forma a lo simiesco, que no queda más que
desagradecida. Y sin embargo, siempre nos quedarán cantarle loas al indiscutible, pero discutido, científico inglés.
aquellos que, con mayor o menor destreza, han sabido En los últimos meses se han acercado a La Comuna, un
transmitir un poco de aquello que nosotros siempre proyecto cultural, personas que pretendían politizarlo hasta
buscamos. Reichmann es uno de ellos: las trancas. No con ensayos y postulados serios, lo cual sería
respetable -y rebatido con los mismos medios-, sino con la
Eres uno de los pocos que podían aspirar a esto, en realidad endeble excusa de que no es posible una lucha cultura sin
te estábamos esperando sólo a ti. prefijos políticos. Da igual que éstos sean liberales,
Hemos sabido siempre que eras diferente, marxistas o vegetarianos; lo cierto es que, para ellos, la
ahora ya has llegado: relájate y disfruta. Cultura no es más que una plataforma más para repetir sus
consignas de partido y medrar, según el tono y su alcance,
Nota cómo te crecen los músculos viriles dentro de las estructuras de sus pequeñas organizaciones
y pliegues cerebrales bajo las yemas de los dedos. paramafiosas.
Nosotros vamos a volverlos rabiosos. Como arma, insisto, en lugar de construcciones teóricas
Tu piel adquiere un bronceado envidiable, susceptibles de llevar a la práctica con éxito y sin modificar
se te esponja la próstata, tus esfínteres conversan en inglés. en demasía el espíritu de nuestra revista, se han valido de la
Ahora te tensaremos hasta la excelencia. más vieja de las artimañas de la escoria burocrática: el
Nota cómo te crece una memoria mejor. soborno.
Eres otro, ya no eres quien eras, Querían subvencionarnos la edición en papel, tan
nunca fuiste quien eras ansiada por nosotros, a cambio de propagar las delicias de
pero tenías que llegar tan alto con nosotros ciertas opciones que, para más inri, a nosotros nos las traen
para saberlo. al pairo. La Cultura, amigos de la cosa pública, no es
politizable, porque entonces no es tal. Está en su misma
Ahora ya has llegado. naturaleza el ser independiente y nosotros, con tal de que
Te lo mereces todo y nos lo debes todo: siga siendo así, nos contentamos con la pobre edición digital.
te lo cobraremos hasta la última gota. Puede que en los grandes medios sea costumbre comprar
Bienvenido al club. y vender soberanías culturales, pero nuestras ideas son todo
lo que tenemos y no pensamos dejarlas a merced de
Jorge Riechmann mercenarios de las grandes corporaciones y los think tank.
(1962-…) Sin ánimo de ser tremendista ni de buscar parafernalia: la
Comuna no se vende. Ω
«Sé muy bien que ha de tener usted sueños de los que nada me cuenta. No
quiero saberlos. Pero, oigame bien: ¡Vívalos usted, viva usted esos sueños,
dedíqueles usted altares! No es aún lo perfecto, pero es ya un camino.»
Ditirambos de Dionisos
de
FRIEDRICH WILHELM
NIETZSCHE
(15.X.1844- 25.VIII.1900)
Celebrando el CLXV aniversario del nacimiento de Pascual. Sin arrogarme un puesto a su altura, creo que
Nietzsche, presentamos una nueva traducción de la he logrado acercar un poco más la versión castellana al
primera parte de Ditirambos de Dionisos, el último original alemán –sin que sea óbice para seguir
libro que Nietzsche envió a la imprenta y el único afirmando aquello de que «lo que peor se deja traducir
estrictamente de poesía. Hay, en La gaya ciencia, dos de una lengua es el tempo de su estilo […]. Hay
apartados que pudieron convertirse en un libro de traducciones hechas honestamente que casi son
poesía («Broma, astucia y venganza», y «Canciones del falsificaciones».
Príncipe Vogelfrei»), pero quedan diluidos dentro del
tomo en el que finalmente se incluyeron. I. ¡Sólo loco! ¡Sólo poeta!
La poesía nietzscheana no debe considerarse al
margen de su prosa, forman parte de la misma obra y en Con el desvanecerse de la luz,
ella pueden observarse nuevas ideas, más conclusiones. cuando ya el consuelo del rocío
Porque «¡existen demasiadas cosas entre el cielo y la se filtra en la tierra,
tierra con las cuales sólo los poetas se han permitido invisible, inaudible,
soñar!». Y, con ello, se exime de todo hilo argumental. -pues delicado calzado lleva
Filosofar con la poesía es la mejor forma de eludir las el consolador rocío, como todo dulce consuelo-
pesadas argumentaciones sistemáticas y entonces recuerdas, recuerdas tú, ardiente corazón,
reconstrucciones racionalistas. La poesía es estética, cuán sediento estuviste
pasión y tragedia; tal y como la filosofía es entendida de celestiales lágrimas y gotas de rocío,
por Nietzsche. Y eso, en ocasiones, escapa incluso a la abrasado, cansado, sediento,
reducción conceptualista. mientras en senderos de amarilla hierba
He utilizado las traducciones de Horacio Potel y la miradas malignas del sol crepuscular
de Shuster y Prieto, pues ninguna de las dos me corrían en torno a ti por árboles negros
convencía del todo. No lograban llegar a la precisión a -deslumbrantes, perversas, abrasadoras miradas del sol.
la que me tiene acostumbrado el genial Sánchez
8
«¿Tú -el pretendiente de la verdad?», así se burlaban. vuelo vertical,
«¡No! ¡Sólo un poeta! trazo precipitado,
un animal astuto, saqueador, rastrero, caer sobre corderos,
que ha de mentir, hacia abajo, voraz,
que premeditadamente, intencionadamente ávido de corderos,
ha de mentir, odiando toda alma de cordero,
multicolor, enmascarado, odiando furiosamente todo lo que parezca
máscara para sí mismo, virtuoso, borreguil, de lana rizada,
presa de sí mismo, necio, con leche de oveja satisfecho...
¿es eso -el pretendiente de la verdad?...
Así,
¡Sólo loco! ¡Sólo poeta! aguileños, leopardinos,
Sólo un multicolor hablar, son los anhelos del poeta,
hablar polícromo de enmascarado bufón, son tus anhelos entre miles de máscaras,
que trepa por mendaces puentes de palabras, ¡tú, loco! ¡tú, poeta!...
sobre un arcoiris de mentiras
entre falsos cielos Tú que consideras al hombre
deslizándose, divagando- tanto dios como oveja-,
¡sólo loco! ¡sólo poeta!... desgarrar al dios en el hombre
como a la oveja en el hombre
¿Es eso -el pretendiente de la verdad?... y desgarrando reír-
¡ésa, ésa es tu felicidad!
No inmóvil, rígido, liso, frío, ¡felicidad de leopardo y águila,
trocado en estatua, felicidad de loco y de poeta!»...
pilar de dios;
no erigido ante templos, Con la luz se desvanece,
atalaya de dios; mientras la hoz de la luna
¡no! Hostil eres a tales ejemplos de virtud, se desliza verde y envidiosa
mas recogido te hallas en el desierto que en los templos, entre rojos purpúreos
audaz como los gatos -hostil al día,
saltas por todas las ventanas segando a cada paso
¡husch! y en toda oportunidad, las guirnaldas de rosas
husmeas toda selva virgen, con sigilo, hasta que se hunden,
tú que por selvas vírgenes pálidas, en el seno nocturno:
entre fieras de polícromos pelajes
pecadoramente sano y bello y multicolor corrías, así caí yo mismo alguna vez
con lascivos belfos, desde mi desvarío de verdad,
feliz con el escarnio, feliz en el infierno, feliz y desde mis días afanosos,
sanguinario del día cansado, enfermo de luz,
furtivo, ladrón, mentiroso corrías... -caí hacia abajo, hacia la noche, hacia las sombras,
abrasado y sediento
O semejante al águila de una verdad.
que fija su mirada largamente en los abismos,
en sus abismos... ¿Recuerdas aún, recuerdas tú, ardiente corazón
-¡oh, girar como ella hacia abajo, cuan sediento estuviste?-
hacia el fondo, hacia adentro, ¡sea yo desterrado
hacia profundidades más profundas cada vez!- de toda verdad!
¡Sólo loco! ¡Sólo poeta! ...
Entonces,
de pronto,
Ω
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Larus
malacitanum
Por Rafa Dawid
Hay escritores que escapan de la fama como si fuera la peste. El pasado 14 de agosto murió el escritor Pablo Antoñana.
Suelen ser, lo son, los de raza. Asenjo fue uno de ellos. Nació en Viana, Navarra, en 1927 y desde 1946 publicó
Murió hace unas semanas, el 12 de agosto, y apenas se ha incesantemente. El culmen de la celebridad lo alcanzó en
tenido noticia en los medios de «información». Y sin 1996, cuando recibió el premio Príncipe de Viana. Por lo
embargo, es un novelista de referencia. O debería serlo, que demás, a nosotros nos afecta por dos razones. Él era asiduo -
no siempre monta tanto. Recibió el premio Nadal en 1977 la fotografía de arriba lo demuestra- a un bar al que el equipo
con Conversación sobre la guerra, costumbrismo de de La Comuna acude con frecuencia: el Café Iruña, de
trinchera, pero sin agitar fantasmas y con la guerra de fondo, Pamplona. Y, por otro lado, por una excelente frase que se le
sin aspavientos victimistas o de ácida sanguinolencia bélica. escapó en una entrevista que le hizo el periódico para el que
Estuvo sus años colaborando con el ABC y con Ideal de escribió durante nueve años:
Granada, su tierra.
Ojalá este amante de las letras ande ahora en las alturas. «Escribir es una enfermedad crónica. No puede uno dejarlo.
Al fin y al cabo, como él nos dijo, «sólo vuelan los Si escribo, sufro, y si no escribo, sufro más». Unas palabras
corazones enamorados, los otros, no...». Ω trágicas que merecen estar en su epitafio. Ω
Ernst Dombrowski
Mi vieja Olivetti es una máquina de escribir antigua que muescas, hechas por mí, en un lateral. El papel solía
pertenecía a mi madre y que guardo con inmenso engancharse al entrar, y la palanca para correrla, negra,
cariño. En ella escribí uno de mis cuatro poemarios. se deslizaba a través de ella con infinita suavidad y
Aporrearla es tan inspirador… Acompañado de humo y elegancia. Era un gusto cambiar de línea…
café, ese trasto sabía sacar lo mejor de mí, exprimir el
jugo de mis neuronas como ninguna y conseguir que Y mi vieja Olivetti os contaría historias de Penélope, de
pariese frases realmente bellas. De todas las mujeres Eva, de María, de Lucía…de tantísimas… Y también
que han entrado en mi vida, a ésta es a la que retendré estaría en situación de comentar la actual y
con más ahínco desfavorable coyuntura macroeconómica mundial,
rajaría a gusto de Carlos Marx o el mal llamado
Si mi vieja Olivetti hablase… contaría historias más revolucionario Lenin, aún tendría palabras de cariño
fascinantes que el ojo de cristal de un viejo lobo de mar. para el “Che” y de profunda admiración por Adam
De los siete mares. Han visto y oído tantas cosas esas Smith o Keyness. Se le ve el plumero, lo sé, pero qué
teclas. Creo que en la letra “F” aún se conserva una queréis, mi vieja Olivetti Studio 46 y yo compartimos
lágrima que derrame por alguna ingrata. Como siempre muchas tardes y noches de alegres conversaciones.
sucede con mis mujeres, el nombre ya se ha Hablábamos de todo, y sobre todo escribimos. Sus
desvanecido, ya sólo me interesa su historia. Digamos teclas justicieras no tuvieron piedad con gobiernos ni
que se llamaba Penélope. Penélope tiene su pequeño jueces. El anonimato sigue siendo nuestro escudo. Si mi
espacio en mi vieja Olivetti, que no es sino una vieja Olivetti pudiese hablar…
extensión de mi cuerpo, que me complementa y ayuda
en mi labor diaria de lidiar con mi pasado. Pero los tiempos cambian, y en el mundo de hoy parece
no tener cabida una vieja máquina de escribir, por muy
Perdón, aún no os he dicho cómo es mi vieja Olivetti. romántico que sea el dueño. Mientras hablo con cariño
Como el mar, era azul y su interior un misterio para mí. y respeto de ella, le pongo los cuernos con mi nuevo
El carro de la tinta se atascaba a cada rato, y eso le daba ordenador portátil. Si me viese ahora, qué tristeza…
más emoción al juego. Y he de reconocerlo, alguna vez Pero, por suerte para mí, además de inspiradora, amiga
también eso me sacaba de mis casillas. Sus teclas fiel, compañera de licores, incansable confesora,
blancas, habían dejado de serlo. Con el tiempo y las imperturbable saco de llantos, mi vieja Olivetti jamás
historias, arrastraban marcas y manchas. Tiene cuatro fue celosa. Ω
12 EL JARDÍN ERRANTE
El Joven Suicida
Por Ramiro Ledesma Ramos
Prólogo de Jorge Pons
Si el otro día* presentamos a Larra como «uno de los mejores escritores en castellano», hoy venimos con otro cuya
prodigiosa pluma rasgó España un siglo después. A Ramiro Ledesma Ramos (1905-1936) no podríamos
considerarle únicamente como activista político (y habría que aclarar en qué términos lo fue realmente).
Al contrario, los biógrafos y estudiosos de su obra han concluido que en Ledesma podemos distinguir
perfectamente tres etapas: literaria, hasta 1927, filosófica, de 1927 a 1931; y política, de 1931 a 1936. No cabe
duda, atendiendo a sus escritos, de que vivió tres épocas estancas, independientes unas de las otras. Tan sólo
publicó un ensayo filosófico en época política, Filosofía, disciplina imperial, y bien podemos decir que lleva en sus
entrañas algo político. Algún día les traeremos el texto.
Por lo demás, su época literaria fue relativamente fértil. En 1924 publicó una novela de madurez inaudita en
un joven: El Sello de la Muerte es un extenso y profundo alarde de psicología y conocimiento de la lengua
castellana. De la misma época son cinco relatos y, aunque no es seguro, un nuevo libro, esta vez sobre El Quijote y
nuestro tiempo, que presenta una visión revolucionaria del libro de Cervantes.
En el siguiente relato encontramos una referencia, precisamente, a Larra. Ramiro Ledesma fue admirador del
primer ensayista español, y aquí lo demuestra. Desde luego, el romanticismo hizo mella en un joven Ledesma que
en su propia autobiografía se retiraba al país de la Muerte.
* Se trata de unos cuadernos titulados precisamente El Jardín Errante en los que se ha publicado, de momento, a Hermann Hesse, George
Orwell, Mariano José de Larra, Ezra Pound, Yukio Mishima, Friedrich Nietzsche, Sebastian Horsley y Drieu La Rochelle.
UNA penumbra débil, acariciadora como un soplo le concedió importancia, es un suceso que pasa todos los
místico, parecía diluida espacialmente por el café. Era en las días; Pero después vinieron las circunstancias del suicidio,
últimas horas de la tarde; un tiempo que media entre la
postrer disputa de la claridad, la negrura y la victoria triste e
inexorable de la última. Yo gusto del café a esas horas,
cuando mi imaginación hace dibujos en la atmósfera,
cuando rememoro las facetas de mi orgullo, cuando me
vacío de cierto ambiente nuboso, cuando todo yo vibro,
dúctil y acomodaticio, sobre una suprema aspiración que se
realiza, cuando mi vista se pierde en el aire penumbroso y
ligero.
***
desde mi asiento, crujía en ansias, deseaba conocer el juicio arrollaba, podía más que yo, hacía que no crecieran brotes
que les merecía el caso trágico. El suicida era mi amigo, mi de mis ideas, me invitaba a grandes voces a la claudicación,
mejor amigo... a que matara como un cobarde las estiliraciones de mi
cerebro en llamas. Yo era un peligro, mi rebeldía era un
— Se trata de un vulgar desequilibrio en sus facultades. — azote, mi gesto era una amenaza...».
exclamó uno.
rreboluhciont
15 CRÍTICA LITERARIA. FANNY HILL
Fanny Hill
Por S. Llanos
Ah, la Comuna… Qué desvelos me (nos) ha procurado. Ha He estado de vacaciones. Podría entrecomillarlo porque
sido una magnífica herramienta para curtirnos en el arte de podrían no haberlo sido. No cabría la duda si no hubiesen sido
escribir, no habrá uno solo de los habituales colaboradores que compradas al Capital. En ese caso, otro gallo -de pelea, prietas
diga lo contrario. Después de todo -un año y seis números-, las filas-, cantaría. Me he sumergido, muy a mi disgusto, en las
hemos aprendido. Por mi parte, por ejemplo, que no tengo la masas tibias y amorfas, antítesis de lo heroico. Salí de aquí, de
constancia necesaria para las grandes obras. Mirando en el mi Ciudad, con la esperanza de no perder la razón entre tan
cajón y en el escritorio del ordenador, debe haber unos veinte «numerosa asamblea humana», que diría Pío Cid. Y allí fui, a
textos inconclusos. Algunos de ellos, le pasaba a Larra (en el donde van todos, a la odiosa Costa del Sol. Casi recelo más de
relato que incluimos en la sección El Jardín Errante lo dice él ella (la tengo, por desgracia, muy vista) que de Sevilla (por
mismo), constan tan sólo del título. Como mucho, puede ir más que ésta la he visitado recientemente, estando ella vestida
aglutinándolos uno a uno, como ahora, intentado darlos de gala; y no me desagradó tanto como supuse que lo haría).
coherencia, que no chirrien mucho. Sabía que lo mejor vendría cuando estuviera rodeado de
El único texto que tenía concluido para publicar es una guiris y yankis, borrachos irredentos acompañados de sus
carta, híbrido de varios estilos, en realidad, que escribí a respectivas jóvenes hetairas, coimas de los cristianos en celo
comienzos del verano. Se trata de la Carta recién llegado del que se cruzaran con ellas en cualquier sudorosa discoteca.
exilio. No me importaría colocarla fuera de este bloque, pero (Exceptio probat: entre ellas encontré un año a Violeta,
dado que me he sumergido ya de lleno en la pequeña vallisoletana de pro. Ahora debe estar, de nuevo, en su Pucela
zancadilla que me he hecho a mí mismo, va a continuación. del alma. Dicen que lo de pucelano viene por Juana de Arco, a
Algunos la habréis leído, porque la envié a mi lista casi entera, cuyas órdenes lucharon algunos caballeros de allí. ¿El mito se
y, además se publicó en el primer número del boletín Elvira – revuelve y ataca desde el subconsciente? Basta).
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Hablábamos de pieles blancas etílicas. Sería entonces España de entonces poblada de pordioseros, vulgares
cuando, quizá, se apaciguaran mis ganas de arrasar toda ciudad homúnculos en horteras trajes de baño.
costera que se precie; el espectáculo grotesco de lo decadente La última vez que recuerdo haberme acercado a la mar
puro siempre me ha atraído, aunque sea por exclusivo morbo tuve que arrodillarme humillado, reconociendo el sacro poder
destructor. No obstante, me vengué de ellas en un pub de que alberga, para bautizarme a continuación bajo una luna
Benalmádena. Después de prometerme las rubiales de ojos inmensa, repleta de luz, sin más ropa que mis collares,
azules un dos por uno, resulta que lo gratis era la segunda mientras mi amiga me miraba atónita, con cierta envidia en sus
ronda. Vean ustedes la diferencia: de veinte a cuarenta euros, ojos por mi desvergüenza.
que salían de mi alforja. Así que, a pesar de que la copa era Sólo en condiciones así se permite ir a la playa. Bañarse
con mi padre, tomé las de Villadiego. Que les den por la caja, mar adentro es otra cosa. Y en San Sebastián, otra muy
dije, que yo no apoquino. distinta. La única forma digna de bañarse bajo el sol es hacerlo
Rectifico lo de arriba: quemaría todas menos Donosti, en la playa de la Concha.
cuyo aire aristocrático -parisino, mal que me pese-, la excluye El resto van al mar para ser distintos, sin saber que la mar
del grupo de las horteras españolidades de olas y olés. sólo nos permite cambiar cuando entramos a ella de verdad,
embarcados y a su merced. Aquella era una forma de emular a
los grandes aventureros, aquellos navegantes de guerra. Es
como si, por falta de brío, la aventura se quedara en intentona.
Temen al mar. Y siempre lo dicen así, el mar. En masculino,
como si fuera un enemigo, un contrincante. Hemingway, en El
viejo y el mar, sabe que la mar «es como le dicen en español
cuando la quieren».
Sí, he navegado con el viejo esta semana. He añorado los
viejos tiempos, he ayunado con él, he sufrido el paso de los
años y he notado las cicatrices en las manos. He fingido que
tenía una atarraya en el armario, esperándome para pescar. Y
he visto al muchacho congraciarse y, sin provocar vergüenza,
con tacto, traer la comida de la Terraza y el cebo de su casa,
para poder pescar algo.
Se parece a otro viejo que he conocido estos días. Me lo ha
presentado Hermann Hesse en Siddharta. Tenía una barca y
[4]
cruzaba a la gente de una orilla a otra del río. Como el viejo
habano, éste habla con el agua, con el río. Le oye reír y llorar,
Escribían en la última Comuna un artículo sobre la playa,
lamentarse y alegrarse, dar consejos y rehuir una respuesta. El
precisamente. Muy oportuno porque se acercaba entonces ya
joven Siddharta, que entonces ya es viejo y le quedan
esta época de mujeres convertidas en pinchitos morunos y
lejanísimos sus días de pobreza como samana y de riqueza
hombres buceando en tinto de verano que, apostados en la
como comerciante, termina sustituyendo al barquero. Dicen
orilla, con gafas de sol y gorro de tela, observan clandestinos a
que es una de las novelas más leídas del mundo, pero quién
las seminudistas del top-less. No sé si en ese artículo hablaba
sabe. Quizá sea, eso lo admito, de las más compradas. Su
Rober de lo poco aristocráticas que son las playas. Bañarse en
descripción de la cosmovisión budista, el camino de perfección
ellas fue un invento de la alta burguesía acomplejada por su
y la búsqueda del Uno es inmejorable.
falta de sangre noble. Isabel II, además de identificar el sur de
De Hesse también he leído estos días Demian. En realidad,
Iberia con el flamenco de los gitanos de Sevilla (y la
precedió a Siddharta, porque he decidido leer su obra en orden
consecuente reducción cultural de los reinos que lo formaban,
cronológico. Después vendrá El lobo estepario, que dejé a la
eliminando, entre otras cosas, las jotas que por ahí subsistían),
mitad en mayo. Demian… es decir, amor, dualismo, búsqueda,
tuvo que darse baños marinos en Donosti para tratar una
sabiduría, espíritu, Naturaleza, Abraxas, Eva, desazón,
enfermedad cutánea.
brahmanes, gnósticos, ascenso, maestros, discípulos,… Veo a
Hasta ese momento, todo bien. Pero en cuanto llegaron los
Max Demian más allá del bien y del mal. Al poco de comenzar
de los bolsillos llenos y la cabeza vacía empeñándose en hacer
afirma que «otros sienten en sí mismos su propia ley, les están
cosas de nobles, porque querían parecer nobles, se lió. Igual
prohibidas cosas que todo hombre de honor hace a diario y
que imitaron a la reina en lo de acudir a tablaos, jodiéndonos el
permitidas otras sobre las que recae una general interdicción.
percal en Granada durante lo menos dos siglos (y lo que nos
Cada cual tiene que responder de sí mismo». El hombre es
queda de aguantar la falsificación -Juan Pinilla, en su
algo así como la música: en cuanto se le pone letra, se
ingenuidad, me lo ha demostrado durante estos días-), los
moraliza. Por eso odiamos a tantas personas, por eso existe la
inocentones la siguieron en lo de rebozarse en la mierda que
sana, higiénica y aristocrática misantropía. «No creo que vea
evacuan las ciudades y tomar el sol. Se deja el canon de las
usted hombres en todos los bípedos que van por esas calles,
níveas pieles, el de la soledad, la sobriedad,… Y queda toda la
simplemente porque andan erectos y llevan en sí nueve meses
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a sus crías», aunque «todo ellos entrañan posibilidades de La civilización en que estamos inmerso no es más que
llegar a ser hombres». El beneficio de la duda. aquello que somos ahora. No ver nada extraño y sentirme
Esos misántropos… «Tan pronto me creía ser un genio cómodo en ella, aunque sepa que es corrosiva, indica que a
que me tenía por medio loco», declara Sinclair, el aprendiz, el todas luces soy parte de la misma y me encuentro igual de
narrador, cuando va a vivir uno de esos ritos de paso que hay enfermo. Sólo cuando las náuseas me impidan compartir un
que celebrar en la vida. Yo he dado otro en estas vacaciones. Burger King con mis hermanas (ecce segundo pecado), cuando
Es la primera vez que vivo una semana imbuido en libros, sin deje de anhelar bajar a la piscina para contemplar la reluciente
nada más que leer ni hacer, sin escribir poesía y sin móvil. He silueta de una joven inglesa en agraz, cuando mi cuerpo deje
estado verdaderamente desconectado del Mundo Moderno, sin de llevarme a locales ensordecedores -donde el ruido
noticias ni correo ni patochadas del estilo. Sólo he cometido pseudomusical suplanta el social-, seré parte del Mundo
dos pecados, el primero es que he ido a Puerto Banús. Y allí, Nuevo que busco.
rodeado de…, he concluido que Marbella es la capital ibérica Decía antes que he estado sin teléfono. Ha sido un gran
de la insalubridad ética. Y no digo de la estética -humana, se avance: ¡viva la libertad! No pretendo volver a usarlo más de
entiende-. Lo que se ve por las calles no es ostentación ni lo imprescindible. Ya no se escriben cartas, y mucho menos de
riqueza ni buen gusto, sino insultos a la armonía y a sensatez, amor, se quejaba Espido Freire hace un par de días.
al equilibrio mental. No entiendo cómo los simios que nos Deberíamos retornar a ellas. El arte epistolar es fuente
rodean pueden anhelar rebozarse en aquel estercolero de inagotable de recursos y conocimientos sobre la persona a la
presuntuosidad (quizá, ideo, por ausencia de algo más alto que que nos aproximamos. Qué sabríamos hoy sin las cartas de
el amor a lo superficial). Nietzsche, Ganivet, Maquiavelo, Freud, Ledesma, Rubén
Demian es todo eso, o su negación, pero, sobre todo, es Darío o Juan Ramón Jiménez. Espero, aún, el de Dalí. Se ha
Eva -que es la Elella prosado por Miguel Serrano-, es la dejado todo en manos de la electrónica, traicionera y burda,
Mujer, la Madre Tierra. Es lo que yo llamo Ella, ente capaz de artificial e inhumana, nunca permanente.
besarnos y marcarnos para siempre. Pocas veces se la ve, Tampoco pienso utilizar más las herramientas de
siempre se le ama, casi nunca corresponde. Algún día autocontrol social. Alcé la voz contra ellas en el último
versificaré cuervos y similares figuras, bajo el epígrafe, grande número de la Comuna, y cumplí. Pero a las semanas hube de
y burlón, de A una mujer a quien quise, hoy para bien ausente. volver a instancia de algunos amigos que me requerían para,
Pondría, por ejemplo, fuiste cruel y te creé / pájaro de oro en según ellos, ahorrar móvil. Ni una ni otra. Vuelvo a quedarme
alas / pero cuervo me has salido / y aún me duele la traición. sin esos instrumentos del Gran Hermano. Ibsen,
O cosas por el estilo. Si al menos tuviera cerca mi refugio… contemporáneo de Ganivet, sentenció con flama en El enemigo
pero ni siquiera me queda mi Consuelo Eterno; «Elvira», del pueblo que «el hombre más fuerte del mundo es el que está
¡vuelve pronto, te pido, de la infernal megápolis en que penas más solo». No les quepa duda. Lean la novela, se les
tus pecados! Estos aires echan en falta tu perfume de rosa demostrará. El iliberritano decimonónico le admiraba y yo
blanca. comulgo. Qué mal le queda, por cierto, el cartel de
Se me va el discurso. El segundo pecado viene a cuento de decimonónico a Ganivet.
Pío Cid, o de Ángel, el narrador usado por Ángel Ganivet para
la segunda de sus novelas. Se parece a Ángela -¿casualidad?
Lo dudo-, la usada por Unamuno en San Martín Bueno,
mártir. No la he leído -mi amigo Pablo dice que es buena,
aunque no más que otra de sus obras, Cómo escribir una
novela-, pero me la represento en la línea de la sugerente
Niebla.
En Los trabajos del infatigable creador Pío Cid (otra
lectura de esta semana; nunca la había leído de cabo a rabo) se
comienza con un tratado sobre la misantropía del de los Cides,
consecuencia ésta de de la mala experiencia con los que le
rodean. Aunque sabe elegir con quiénes romper la regla de
silencio. Esa experiencia, fundamental para comprender cómo
actúa, y que se relata en La conquista del reino Maya, es la
que le hace huraño, asocial. Sin esa experiencia, él no sería
nada, no viviría con el sentido aristocrático con que lo hace en [5]
la segunda novela.
De igual forma me he enfrentado a estos días. La plebe Se me presenta, por otra parte, una duda. ¿Merece la pena
yanki, que me rodeaba por doquier, es parte del aprendizaje de una vita pericolosa, en la que la brusquedad de las pasiones y
todo Hombre. Sin ellos no adquiriría la sutileza con que, en el la violencia de los sentimientos sean el haz de luz de vida que
futuro, debería poder enfrentarme a los avatares diarios del se cuela por la rendija de una puerta, la bocanada de aire
futuro. fresco que me recuerden que existo frente al calabozo de la
subsistencia contemporánea; o la merece más no tener nada en
21
subsistencia contemporánea; o la merece más no tener nada en introducción de abundante simbología y elemento alegóricos
exceso, como hacían los epicúreos, salvándome así de sufrir que nos permiten descubrir el sentido de la obra más allá de lo
grandes displaceres, al no gozar de grandes placeres? superficial.
El peor invento del hombre, mano de obra de Dios, ha sido
el futuro como idea. Mejor que sea hecho, como la palabra de
los samuráis. Sus promesas no debían considerarse proyectos,
sino realidades. Por eso no debería soñar como consuelo frente
a lo tangible, sino soñar como paso previo a nuevas libertades.
Por cierto, y hablando de futuro, que he recibido una
insultante carta de la secretaría de la Facultad en la que se me
anima a centrarme en las asignaturas con convocatorias
superiores. ¿Hace falta esa humillación? A todas luces, sobra.
Pero lo han hecho, quizá impulsado por la característica vulgar
profesionalidad sobreactuada del resto del claustro y,
especialmente, de las diversas secretarías de la institución.
Toda la Academia se pudre, desde los ineptos sabios de
púlpito catedrático hasta las sencillas secretarias de oficina
incompetente.
Termino. Salud y Camino.
9 – Último acto
Nota informativa:
Carta a la
Comuna
Por Sito
Nuestros muertos
Por Jorge Pons
Las culturas son funerarias. Nosotros, qué menos, también. Aquí están algunos de los nuestros. No todos, pero sí los
suficientes para dos meses de celebraciones, reflexión y libaciones por ellos.
«Todos nos equivocamos», espero que ni el más mano y la examinaba atentamente, aquel ademán era una
escéptico dude de la verdad de este enunciado. ¿Y quién constante en su repertorio de gestos corporales. Sólo se
es el que te va a juzgar, quién de todos va a ser tan osado? llevaba el contenido del recipiente a la boca cada mucho
tiempo, y aun entonces parecía que lo acompañaba un
Dios??? cierto recelo.
Tus padres? —¿Sabes? ―dijo de pronto― En realidad no me
El gobierno? (¿?) entusiasma mucho el alcohol, supongo que lo sigo
Nosotros? tomando por costumbre.
Tú mismo? —Eso se llama “caer en la inercia” —le dije, y al
punto emergió de su cara una cómica expresión de
…definitivamente sólo podría ser un ignorante perplejidad. Como era evidente que no me había
comprendido, proseguí y le expuse mi pequeña teoría―.
٭ ٭ ٭ Verás, la “inercia” es el sistema que permite que las cosas
que, decididamente han muerto, continúen funcionando.
Los moralistas son tontos (os lo digo yo que conozco a Las instituciones suelen constituir casos de inercia, el
todo un departamento aquí mismo, donde estudio). ejemplo más claro es el del matrimonio. Incluso aunque
ya carezca de sentido, porque la mujer y el marido ya no
٭ ٭ ٭ se hacen mutuamente felices, se le da continuidad a la
relación. ¿Las razones? En principio podrían parecer
Teorema: Todo cálculo procede de una duda o dilema. muchas y variadas: los hijos, los cambios, la soledad, la
Por tanto, el error no es más que un cálculo equivocado. incertidumbre, etc.,… Pero en último término se reducen
a una: Miedo. El miedo suele conseguir que nuestra
٭ ٭ ٭ felicidad consista en nuestra infelicidad. Somos gente
astuta…
Pues bien, lo cierto es que él siempre había desechado ese Él siguió mi discurso atento, prestándole oídos en
tipo de cosas ―simplemente no le gustaban, decía―; todo momento. Mostraba rostro sereno, sus codos
aunque yo reconocía en él lo que realmente había: Miedo. apoyados en sus rodillas, los puños sosteniendo su
(¡Oh, sí! El Miedo es el que más tablas de la ley ha cabeza. Y de pronto:
dictado) Últimamente no había podido quedar apenas con —Por ejemplo, desde el principio odié la cerveza, no
él ―el muy memo aseguraba que tenía que atender unos obstante, ahí continúa…—esa respuesta suponía que
asuntos―, pero toda vez que nos vimos no pudo evitarlo, había comprendido mis palabras.
siempre sacó el tema a relucir. Muy pronto lo advertí, al —¿Y bien? ¿Qué vas a hacer? ―le insistí una vez
fin se había percatado de que no estaba siendo honesto más. Llevaba varias semanas acosándole por la misma
conmigo. (Por cierto, algo que suele olvidar la gente: no razón.
hay cosa más indecorosa en este mundo que ser —No lo sé, no me siento con fuerzas…―dijo
deshonestos con nosotros mismos) mientras las primeras lágrimas resbalaban por sus
Me dijo: «Tengo miedo», tras lo cual esbocé una pómulos e iban a morir al sucio y pegajoso suelo. Su
amarga sonrisa; él me miró de reojo. El pobre seguía estado físico denotaba su estado mental: se hallaba en una
cabizbajo cuando le espeté un «Nada nuevo bajo el sol, contradicción. Puedo parecer algo cruel, pero esa visión
chico». Él estaba tomando un whisky con cola —el me causó náuseas. Entonces le dije:
haragán ya llevaba cinco o seis consumidos en lo que —¡Eres tan pusilánime como tu abuela! —su rostro
llevábamos de noche―, cogía la alargada copa con la describió la mismísima figura del odio. Sabía que él
mmmm
«Los Dioses están muertos; pero se han muerto de risa al oír decir a un Dios que él
era el único.»
Deleuze, Nietzsche y la filosofía
29
odiaba a su abuela, y esa comparación le llevaba que el pobre diablo me estaba tomando el pelo—, ¿y
consumiendo el alma hacía años—. Te asaltan las sabes que le oí decir?
lágrimas a la primera de cambio, igual que le ocurría a —¿Qué te dijo? —le pregunté, fingiendo algún tipo
ella, ¿recuerdas? Los genes no engañan, amigo… de interés.
Se levantó furioso de la banqueta, donde hacía un —Habló así: ¿Qué piensas? —ahora era yo el que se
momento había estado sentado cavilando —seguramente hallaba perplejo—. Creo que hablaba conmigo—callé
estupideces—, y justo comenzó a hacer una serie de porque empecé a vislumbrar el camino por el que me
aspavientos bastante lamentables. Me miró, su cara quería llevar—. ¿Qué pienso?... —susurró—. Pienso que
desafiante; su tez encarnada. Íbamos por el buen camino, debería tener valor para hacer lo que necesite hacer, valor
por eso le continúe provocando: para enfrentarme a lo que me pidan el cuerpo y el alma,
—¡Sólo eres un mierda, como la mayoría! esté bien o mal, y se oponga quien se oponga —esta frase
―¡No es cierto! —bramó desesperado. era lo único que había dicho de valor en casi toda su
―¡Eso! Niégate la evidencia —el pobre indigente vida—. Lo bueno y lo malo, muy a nuestro pesar, está en
respiraba con dificultad, creo que este era el momento cada uno de nosotros. Creo que es mucha responsabilidad
más crítico que había atravesado en meses―. Si no es así, para un solo individuo…
si es verdad que no eres un cobarde: ¡Demuéstralo! ¡Ven —Nadie dijo que esto iba a ser fácil —le repliqué.
a por mí!... —Tienes razón —dijo de forma lacónica. Se levantó
Le espoleé en repetidas ocasiones, le desafié a que y juntos salimos de aquel local tras pagar lo que
montara allí, en aquel antro, un pequeño escándalo; que debíamos.
se enfrentara a mí de una jodida vez. Pero no lo hizo, —Me alegra que al fin te hayas decidido —eso fue lo
supongo que tuvo que canalizar su ira por otra vía. que le dije, como símbolo de mi estima por lo que estaba
Siempre la misma historia. haciendo—. Aunque salga mal, te acompañaré al desastre
—Sabes que yo siempre estaré contigo ―le expliqué —le recordé.
en tono amable.
—Lo sé, lo sé…―dijo resignado, después respiró
fuerte y sus facciones marcaron un gesto irónico. Tras
una breve pausa, proseguí:
—Has bebido mucho, espero que no pretendas
deshacerte de tu c…
―¡No! —exclamó interrumpiéndome― Ella no me
abandonará, siempre vendrá conmigo —no pude por
menos que soltar una leve carcajada; luego le di una
palmada en el hombro que acompañé con un:
―¿Y bien?
No respondió, su mirada andaba perdida. No podía
estar contemplando a nadie, aquel garito se encontraba
absolutamente vacío, allí sólo quedaba una camarera
bajita y, desde luego, ella quedaba fuera del alcance de
sus ojos. Impaciente, decidí romper el angustioso
silencio:
—¿Qué piensas?
Recobró el sentido y me dijo:
—Estaba observando al silencio —la verdad, no
esperaba aquella respuesta; era demasiado racional como
para soltar una frase tan mística—. Sí —continuó
diciendo—, pensaba que si le prestaba algo de atención,
se sentiría complacido y me daría una respuesta —creo
«Para vivir solo hay que ser un animal o un dios - dice Aristóteles. Falta el tercer
caso: hay que ser ambas cosas - un filósofo…».
Nietzsche, Crepúsculo de los ídolos
30
—¡Qué remedio! —dijo con tono de resignación—. una cierta sensación de expectación.
¿Sabes que Sartre menciona que la mirada de los demás Cerró los ojos y atravesó el umbral de la puerta. Halló
es lo que, realmente, nos cohíbe y lo que nos quita la una serie de escalones que dieron paso a una pequeña
libertad? —al cabo de haberme preguntado esto añadió: estancia bastante descuidada, estaba adornada con un
O algo así, la verdad es que no lo recuerdo exactamente. cuadro que indicaba la prohibición expresa de la entrada a
—Sí, me parece que una vez me lo comentaste. menores de dieciocho años, y había también una serie de
Recorrimos los barrios más repugnantes de aquella pinturas encuadradas en unos marcos muy sencillitos —
repugnante ciudad, pero al fin nos detuvimos ante un seguramente adquiridas en el rastro—; finalmente, el
cartel, maltratado por el tiempo y la pereza humana. Lo joven divisó un pequeño banco situado a la derecha,
que prometía el cartel era imposible leerlo, pero nosotros contra la pared. La iluminación no era gran cosa, y tal vez
sabíamos muy bien lo que esperaba tras la entrada. por eso se le pudo escapar algún detalle, pero no se le
escapó que una figura le acompañaba en esos momentos,
probablemente advertida por el ruido de sus pasos. En
efecto, alguien debió oírle entrar porque acababa de
presentarse una señora —rozaría los cincuentaitantos—,
que lucía una pequeña y enmarañada mata de pelo rojizo.
Ella le lanzó una mirada desdeñosa que recorrió todo su
cuerpo de arriba abajo, fue entonces cuando le preguntó
sin mayor dilación:
—¿Eres mayor de edad? —mientras, su mirada seguía
repasando algunas de las partes del cuerpo de nuestro
amigo. Sus ojos arrugados, más bien toda su arrugada
cara, no perdieron ni por un momento ese matiz
displicente que ganaron al encontrarse con la silueta de
nuestro joven protagonista. En gran parte la actitud de la
señora estaba justificada, puesto que el muchacho era de
complexión enclenque y, honestamente, ante una imagen
tal es difícil exhibir una sonrisa de agrado, aunque sea
mínima. A ello habíamos de sumar toda la suspicacia que
requería semejante adefesio, que a esas alturas de su vida
debía haber “recibido” bastante; además su aspecto y su
trabajo no hacían más que corroborar esta tesis.
—Sí, claro, soy mayor de edad —respondió él con la
voz en jaque. Acercó, casi con vértigo, su mano derecha
al bolsillo trasero del pantalón mientras su mirada no se
apartaba por un instante de la decrépita imagen femenina
que tenía ante él. Sus pequeños y poco agraciados dedos
tentaron algo en su interior, sacó una cartera un tanto
ajada del bolsillo y buscó dentro el carné de identidad; no
—Es aquí —dijo él con voz trémula. El miedo acertaba a retirarlo del compartimiento donde siempre lo
recorría cada centímetro de sus venas, era obvio. Tanto, llevaba guardado, lo cual impacientó a la vieja dama,
que se tradujo en una serie de tics corporales; por hecho que no le paso inadvertido al chico y que lo
ejemplo, le temblaba el labio inferior de una manera descolocó aún más si cabe. Tras repetidos intentos sacó el
convulsiva, casi mórbida. carné y se lo entregó con educación a la desgarbada
—Venga, vamos. Ya estás muy cerca. mujer, que iba embutida en un batín de color rosa tan
Le intenté alentar un poco con mis palabras, puesto marchito como su belleza y la cartera del muchacho.
que cada vez se mostraba más reticente, sólo había que —¡Perfecto! —exclamó al fin ella—. ¿Vienes solo?
reparar en su estado físico para darse cuenta de ello, —Sí, señora —respondió él con voz entrecortada.
empeoraba por momentos. Yo sabía que eso era algo —¡Qué raro! —dijo realmente sorprendida—. Los
transitorio, en cuanto se resolviera a dar el paso definitivo jóvenes como tú suelen ir acompañados de sus amigos o
el miedo y la preocupación cesarían casi por completo, padres, y la mayoría vienen para festejar su último día de
reemplazados quizá por un sentimiento de satisfacción y soltería; por lo demás, aquí sólo vienen viejos verdes —
argumentó ella.
31
argumentó ella. selección —no había mucho que reflexionar—, y
—Verá, señora… —«¡No me llames señora!», repuso enseguida las elegidas le privaron de la tutela de la vieja
ella bastante irritada—. Disculpe… ¡digo disculpa! — suspicaz para hacer su trabajo. Mientras las damas le
rectificó antes de que su cordialidad le causara algún guiaban a la alcoba, la vieja mujer alzó la voz y dijo:
disgusto—. Lo que quería decir es que yo no tengo ni «¡Tratadlo con cuidado, que es su primera vez!»; todos
amigos ni padre. rieron. El muchacho pensaba, acaso para despejar las
La señora quedó ciertamente desconcertada, incluso dudas, en lo increíble que le resultaba el que unas mujeres
intentó pronunciar una disculpa en una par de ocasiones, vendieran su intimidad de esa manera tan impúdica. Pero
pero las tentativas quedaron desarticuladas por la —como digo— esas breves observaciones servían no más
confusión que en aquellos momentos la acompañaba. que para evitar momentáneamente el acoso del miedo. En
—No se preocupe —dijo él cortésmente y con una realidad, comprendía sin ningún género de duda las
mirada que dejaba adivinar cierto alborozo. Al poco razones que impulsaban a aquellas putas a hacer lo que
añadió: Tengo dinero suficiente, me enteré por un hacían. «Supongo que todos hacemos lo que hacemos por
conocido de lo que cobran. Si le parece, puedo… alguna razón, y da igual lo horrible que sea porque
—Sí, sí —espetó ella aún no repuesta del pequeño siempre habrá una motivo real que lo justifique», pensó.
contratiempo. Le guío hacia una entrada cubierta por una Le llevaron a una salita bastante deteriorada e inundada
cortina de esas antiguas, formada por una serie de por un fuerte olor a sudor, sólo una cama con un colchón
pequeñas cadenas enfundadas cada una en un plástico sucio esperaba dentro y, al entrar, el joven reparó en que
formado de cabo a rabo por surcos en espiral. Tras la la cama tampoco tenía cabecero. Entonces fue cuando la
cortina, descubrió un lúgubre local donde, a la izquierda, más joven de entre ellas le tomó de la mano y le condujo
había una barra vacía, tras ella un camarero de robusta a la vera de la cama, allí le palpó y acercó con calma sus
constitución física; a la derecha había unos divanes labios al oído de este. Ante la mirada atenta de las demás,
acompañados por unas discretas mesitas que, más bien, musitó:
parecían ser de adorno que disfrutar de algún tipo de —Tranquilízate… ¿De qué tienes miedo?
utilidad. Aquel lúgubre espacio, iluminado sólo por algún Él la tomó de la cintura con enorme turbación, arrimó
neón, estaba repleto de señoritas semidesnudas, había de despacio sus labios a los de ella —diríase que casi con
todos los colores y algunas de ellas aprovechaban la ternura si no fuera imposible— y, apenas sin mover la
comodidad de los divanes y la intimidad que prometía la boca y con un tono apagado y definitivamente
oscuridad. La señora del batín que le había acompañado melancólico, le susurró:
desde la antecámara le rogó que eligiera. El dinero que —¿Sabías que no hay guerra peor que la de uno
había pagado le permitía disfrutar de la belleza y fealdad contra uno mismo? Ω
—sobre todo fealdad— de un número de prostitutas
razonablemente alto. El joven realizó con presteza su Dedicado a mi hermana.
Lute cogió su zamarra y se alejó del infernal ruido alguna forma original de pecado, Lute tampoco sabía qué
imitando a Fray Luis de León. El aire, la acústica y el diablos era el aburrimiento. Le habían dicho que era algo
exceso de compañía viciaban el ambiente de la que algún relacionado con los momentos en los que uno no se
lejano día fue su patria. Arrambló con lo que más quería entretiene, pero él siempre era tenido entre algos, entre
y partió ligero de equipaje hacia ningún sitio. Su vida era dolores. De eso sí sabía, de dolores. Los libros, que
esta metáfora, la del camino desnudo hacia la nada. Sólo habían sido su carro de combate y su viaje, le
tenía amigos en los libros, sólo tenía música en los transportaban al dolor de los filósofos al encontrarse con
versos. Lute era sordo y, pese a eso, se cubría las orejas el vulgo, el dolor del profeta al bajar de la montaña, el
del griterío de la gente. dolor de Sísifo al saber de su castigo. ¿Cómo uno podía
Había leído a Epicuro, y sabía que si uno quiere ser ser amigo de la sabiduría, si los pocos sabios que en el
libre tiene que ser autosuficiente. Comía de los manzanos mundo habían sido eran devorados por las ovejas
y odiaba cualquier exceso, incluso se odiaba a sí mismo carroñeras?
por encontrarse un animal frente al espejo. Su búsqueda La felicidad, había leído en el hombre sosegado de
de la autosuficiencia había sido desmedida. Samos, hedoné, el placer o la alegría. Sólo aparece
No sabía qué era aquello de lo que los griegos cuando el dolor cesa. Y cuando la amistad aparece.
hablaban. Qué era ser amigo del saber. A él le gustaba Cuando uno alcanza la felicidad, la amistad, alcanza el
conocer, pero no entendía qué tenía que ver aquello con sosiego, la sabiduría. Uno deja de buscar la sabiduría para
la amistad. La soledad era para él toda su vida, toda su pasar a ser sabio.
tristeza. Caminando por los campos planos de la meseta, En la búsqueda del sosiego, Lute encontró la solución
se encontraba cada vez más solo. Carreteras enormes, ni definitiva. Por fin los dolores habían terminado, aunque
un pueblo a la vista. Latifundios sin horizonte, ningún él no se fuese a dar cuenta. Fue Eleuterio, el hombre libre
hombre a su cuidado. Ni humanismo ni trashumancia. Sin de absolutamente todo, incluso su propio cuerpo. Había
animales, sin ni siquiera una serpiente que le sugiriese alcanzado la autosuficiencia plena. Ω
«En el estado actual de nuestros conocimientos, el aspirante a místico que recurriera al prolongado ayuno y a la
autoflagelación violenta obraría de modo tan insensato como el aspirante a cocinero que imitara al chino de Charles
Lamb, quien quemó la casa para asar un cerdo».
«La emboscadura no es ni un acto liberal ni un acto romántico, sino el espacio de juego de pequeñas minorías
selectas; éstas saben qué es lo que viene exigido por nuestro tiempo, pero saben también algunas cosas más».
«Únicamente aquellas ideas que vivimos tienen un valor. Has sabido que tu “mundo permitido” era tan sólo la
mitad del mundo, y has intentado escamotear la otra mitad, como los religiosos y los profesores. ¡No lo conseguirás
nunca! Nadie lo consigue una vez que ha comenzado a pensar».
«Me fijé con todo interés en la llamada vida, en mis vecinos y en mis amistades, medio centenar largo de personas
y de destinos, y entonces vi, Harry, que mis sueños habían tenido razón, mil veces razón, lo mismo que los tuyos. Pero
la vida, la realidad, no la tenía».
¡DesUSAd!
Por Juan Sintierra
A muchos puede parecerles baladí que hablemos hoy de típicos de la cultura «made in USA» (música, comida rápida,
deshacerse de USA. Es lógico, porque en nuestro entorno cine) o la protesta activa contra sus actividades. Lo importante
normalmente se presenta a la potencia USA como baluarte es no ceder un palmo de terreno, porque los pasos hacia atrás
universal de determinados principios. A saber, la Democracia sólo alimentan enemigos.
en cualquiera de sus formas partitocráticas; la Libertad de En cualquier caso, hay que considerar ese desusarse como
pensamiento; y la Economía capitalista. Tres cosas que, nos mecanismo de defensa de una identidad propia y de un modus
dicen, son buenas. Y no tenemos más remedio que creerles. vivendi interiorizado. No se trata de lanzarle piedras al Capital,
Después de la II Guerra Mundial, todos los estados a USA o a la familia Rockefeller, sino de asegurar la
quedaron desprestigiados para ejercer el liderazgo del primer autonomía y la capacidad de actuación al margen de los
mundo, estigmatizado por un conflicto en el que se habían cánones de un Imperio que no es el nuestro, con el que no
puesto en duda demasiados fundamentos del Mundo Moderno- comulgamos y que no quiere concedernos el derecho a
capitalista. Sumando eso a la conversión de USA en la primera disentir. Ω
potencia bélica, después de arrasar y reducir a escombros a
Alemania, su conversión en centro y motor del nuevo
escenario internacional fue algo esperable.
Que USA sea quien quiera ser. Está bien y es obvio que una
potencia pretenda informar el resto del mundo según sus
principios motores y ordenar al resto de estados según sus
intereses. Pero eso es cosa de ellos y que pesará sobre sus
conciencias. Si tienen.
Los que estamos en frente, en cambio, tenemos otra
obligación: expulsar a los esbirros de USA de todas nuestras
estructuras internas a nivel económico, político y cultural para
preservar, con ello, nuestra autonomía como círculos de
identidad independientes. No podemos permitir que nuestros
medios de comunicación, nuestros bancos, nuestros gobiernos
o nuestros supermercados estén vendidos a un Capital que, al
fin y al cabo, nace y muere en Washington.
Y el primer paso se encuentra en nuestras propias vidas.
Dentro de lo que denominamos la Cultura de Resistencia,
nuestro devenir mismo (en el sentido en el que Deleuze
hablaba de devenir revolucionario de los individuos) es el
medio por el que realizaremos esas acciones de disidencia.
«La gente cree que ser artista significa hablar hermosamente o cantar hermosamente o
dibujar hermosamente o hacer música hermosa. Y pocos saben que ser artista significa
elegir la vida cuando uno desea morir. Precisamente por eso los artistas merecen la
inmortalidad». Max Szoc
36
Noticias
(Para ahorrarle tiempo, le resumimos las noticias del mes en titulares. No son distintos de los que encontrará en los
grandes medios de comunicación. Esperemos que sean de su gusto y provecho).
38 A PROPÓSITO DE DRAGÓ
El premio Nobel de Literatura, esa farsa burguesa que pseudopoética religión plateroide es devorada por el
premia la oclocracia hecha pluma –cúidense las contadas Dragón de ninguna escama, nietzscheana hasta hace años,
excepciones – está acostumbrado a las infamias. Borges, y la enumeración en forma de verbos, adjetivos y no
el mejor autor del siglo XX, no lo tiene entre las vitrinas sustantivos hace de su estilo la mejor manera de decir
que enriquecen a su viuda. Camus, eximio escritor nada que se ha dado en los eones de existencia del Nobel.
francés, yace en el silencio de la progresía literaria. Osada La risa que contagia su pesada way of writing, ars
contradicción, sí, pero real. El Nobel es el premio que un Vivendi pasada a ars poética, supera con creces a grandes
dinamitero creó para agraciar a todos aquellos que nobeles. Pocos han hecho tantos méritos literarios –
contribuyen al progreso de la humanidad. Y ahí nos Gárgoris, sin Habidis, ya sería suficiente – para llevarse
encontramos autores en masa, y autores de masas. El el cheque.
sálvese quien pueda económico ha llegado a esta podrida Es tarde. El dragón se vuelve minúsculo. No bufa, no
charca de tinta. ¡Vive Dios que pudo ser! grita, no danza como los dioses. Se ha vuelto un bufón de
Mientras tanto, la conciencia española, orgullosa la corte, un mal burgués adinerado. Como el santo de
desde su vacío, se agrada de tener 4 premios Nobel. El Zaratustra, tendremos que recomendarnos quitarle sus
más conspicuo de ellos, Juan Ramón Jiménez. La posesiones. La riqueza le ha entontecido. ¿Cómo vivir
sobreadjetivación, la cursilería y la metáfora mal con el oro en volúmenes que podrá ser algún día la obra
trasladada hecha carne. Su intento de estilo es superable. de Dragó? Ese día en que nos olvidemos de la carne y el
Superado. Nuestro Insigne, el objetivamente Insigne, hueso que han creado, Unamuno dixit, al autor. Corra el
adolece de un estilo parecido. Recordamos: el Insigne no tiempo. El jugo de cada una de las grandes páginas que se
es ese cadáver que vaga por las televisiones transmitiendo hallan en esa biblioteca imaginaria – muescas libertinas
verdades de Perogrullo y estupideces de colores; es el que de baja calaña aparte – evitarán que se convierta en un
lamenta profundamente haber nacido español, el que Somaticus Sanchezdragoi, como ese escarabajo que desde
conoce mundo de punta a talón, con punta y talón. Su algún alto numantino recuerda que algún día gobernó el
patria, resuena en el camino de su corazón, son sus mundo de las letras hispánicas. Y que, con o sin dinero de
zapatos, y sus adjetivos son su mejor presentación. La por medio, tomó ya Estocolmo. Ω
39 A PROPÓSITO DE DRAGÓ
Desde 1978, anno horribilis, la España que no existe tiene un libro sacro. Me he permitido recoger algunos
fragmentos para su disfrute y gozo.
«La España Antigua fue española antes de hacerse cristiana, árabe o judía, y no dejó de serlo después».
«Una y otra vez el pluralismo de la España Antigua va a estrellarse contra ese juego de potencias [el de Francia, Castilla y
el Santo Padre]».
«Los extranjeros suelen percibir en seguida los muchos lazos que nos unen a lo germánico (alejándonos de lo francés),
pero nosotros preferimos hacernos lenguas sobre la fidelidad a una vocación latina que sólo existe entre quienes nacieron a la
sombra de Cataluña y Levante».
Ψ
«Dicen los virtuosos del eterno retorno, para quienes la historia es una canción con estribillo o un sistema de círculos
concéntricos, que en 1979 nacerá de España otro Mitríades, un adalid enviado por el Cristo del Escorial y los atletas del
Carmelo sufí para reverdecer Al-Andalus, unificar el Mediterráneo y destruir el estado trápala de Israel».
«La Corona acababa de publicar una pragmática por la que se permitía (e incitaba) al payo a liquidar incontinenti las
sabandijas cañís ojeadas fuera de su lugar de residencia. Como lo oyen: el far-west. Dispara, hermano, y después pregunta.
Cosas de Borbones».
«Con todo, escribía un anglosajón en 1885, “hoy por hoy nadie se atreve a negar candela en las zonas rurales del País
Vasco”. Y bien: mientras deslío estas líneas, apuntando ya noviembre de 1975, policías forasteros reparten gratis y a
quemarropa por las esquinas de la brava Euskaria un fuego a discreción que nadie les ha pedido. Cosas del país (y de la
España Inmunda)».
«¿Será Prócula una invención? Nada, en efecto, impide postular un Heresiarca [Prisciliano] pudibundo y anafrodita,
aunque yo prefiero la iconografía tradicional, tan gallega y española, tan rica de sexo y desmadre».
41 A PROPÓSITO DE DRAGÓ
Cuando uno hace un viaje por España, su libro de adjetivaciones rebuscadas, esos sinónimos infinitos, esos
cabecera ha de ser el Quijote. En caso de no disponer de latinismos nostálgicos de una lengua que no era para
él, nada mejor para saber qué diablos es eso a lo que todos. Envidia cochina es lo que tienen los que le llaman
llaman el problema español que el Gárgoris y Habidis del pedante.
homenajeado Fernando Sánchez Dragó. Sin entrar en Otra cosa es que le escriban libros, que aparezca
comparaciones con el Quijote – Cervantes no escribía tan haciendo el imbécil en algunos programas, que escriba
bien como el autor de la obra de caballerías – su estilo es grandes basuras como lo es, en muchos pasajes, su último
rico en metáforas y cultura, en inteligencia, en libro… Sin embargo, vergüenzas de la historia, es común
musicalidad, en claridad y en distinción. Distinguido es que se diga que Alberti era un gran poeta habiendo
su extraño verbo, su forma de llamar a las cosas por escrito un único buen libro. La historiografía política –
cualquiera que no sea su nombre. Algunos llaman vacío o ¿es que hay otra? – así lo dicta. No es pecado no
pedante su estilo. Y es verdad, si no se comprende. Vacío dominarse a uno mismo, sino una prueba del Señor. Si
es, en literatura, lo mismo que sobrecargado. Vacío es ese Dragó escribiese todos y cada uno de sus hijos nacidos de
al que le sobran palabras. En el caso de Dragó, las su Máquina de Escribir con el artificio de esas cuatro o
palabras siempre añaden algo distinto. Algo original que cinco novelas rimbombantes y explosivas que han salido
da lustre a la cosa misma. El arte antischopenhaueriano con su sello, el hombre no podría respirar. No él, sino
tan suyo no conduce a la cosa en sí, sino que limpia, nosotros. La envidia, el que tanto ha recomendado a los
brilla y da esplendor, o todo lo contrario, según españoles que se lo tragasen y lo vomitasen de su seno,
conveniencia suya. Y esto supone un verdadero dominio carcome por dentro y destruye los ojos del lector. Como
de la bella lengua hispánica: hacer con ella lo que uno Edipo, cuando descubre quién es o, mejor, quién no es,
quiere, ser en absoluto libre, jugar con el lenguaje, hacer necesitaríamos destrozarnos los ojos si tuviésemos cada 3
bailar a los libros, para gusto del que dice su maestro, ó 4 años la mejor prosa conocida en decenios. Leer su
Nietzsche… Juan Ramón Jiménez, ese sí que es un estilo libro Muertes Paralelas constituye un reto para todos
vacío. Un estilo en el que el adjetivo sobra y falta a la aquellos que quieran sostener esa teoría, la de la
vez. Una escritura adolescente, perdóneme la ofensa. mediocridad, la pedantería y la nulidad literaria del amo y
Es odiado por la supuesta pedantería. Sin embargo, el esclavo de Soseki. Tanto por la riqueza y la calidad del
que haya estudiado un poco sabe que no es pedantería lo contenido como por la organización trágica del mismo,
que atraviesa sus escritos – aunque muchas veces si uno se atrevería incluso a llamarla obra maestra. Yo no
aparece en sus públicas reyertas -. Cabe recordar a llego a tanto. Aunque cabe recordar que en el Introito se
Heráclito, cuando dice que mucha erudición no enseña produce uno de los mejores comienzos de una novela de
sabiduría a nadie, cabe recordar el mito de Teuth y lengua cervantina de cuantas uno puede tener en su
Tamus en el Fedro o, más recientemente, la crítica de biblioteca, que resume lo que ha de ser la literatura.
Schopenhauer o el mismo Nietzsche a esta erudición tan Escribir es oficio de samuráis que consiste en rajarse las
cercana o tan causante de la pedantería. Sobre lo terrible tripas y ponerlas, en negro sobre blanco, encima de la
y antiestético de la erudición se ha publicado un artículo mesa. ¿A quién se le habría ocurrido escribir algo de tanta
en esta revista. Sabiduría, sofía, la bella, joven y vieja calidad en un libro de tensión semejante? Su Yo
mujer que aparece en las consolaciones boecianas, la que profundo, el inexistente yo, es el perfeccionamiento de la
hace de la locura erótica una forma de encender las alas lengua castellana. ¿Alguien ha escrito con más ira y
del que lee. El Eros que se desprende de esas gracia la palabra hideputa? Desde luego, ninguno de
mmm
«Y fue entonces cuando su viaje le estalló en las manos y se convirtió durante un tiempo -sólo durante
algún tiempo- en una tormenta de libertad, en un terremoto de felicidad y en una orgía de
transrrealidad». Fernando Sánchez Dragó
42 A PROPÓSITO DE DRAGÓ
nuestros escritores contemporáneos. Él, el Insigne, es uno subiremos a Babieca y pasearemos tus cantares para que
de los pocos músicos de musas aristócratas que nos van sigas ganando guerras, vivo o muerto. En ti alabamos tus
quedando. Y que nos van insultando, pues el aristócrata textos, tus obras. Aunque anticristiano, una fe sin obras es
siempre está afirmándose frente a todo el mundo y, una fe muerta.
especialmente, frente a otros aristócratas. Arramble el cuerpo que lleva sin vida un largo tiempo
Por estas razones, por haber sido uno de los grandes con cuanto le queda, que es poco, y sean bien dichas,
escritores de la última cincuentena, debería haber benedictas, de orden papal y primeras piedras de la
terminado con su vida o, al menos, dedicarse a leer los hispanidad, tus grandes obras. Canten los rapsodas
últimos libros de su Castilfrío natal, pues en él volvió a gracias a Mnemosyne, pero no por su memoria, sino por
nacer. Y, al terminar con su vida, con su Ego, el que tanto sus pies. Ese es mi homenaje a Dragó: recorrer la España
critica, viajar y perderse en el Nirvana de Oriente, su Mágica y la Trágica, que intuyó que siempre fueron lo
patria. Aunque yo también miento. Jamás ha podido irse mismo. Y cuando me encuentre con los lustrosos caminos
por culpa de su auténtica patria, la lengua castellana que del fango, pues fango somos y en fango nos convertimos,
tanto ama y cultiva. Sánchez Dragó debería haber del camino Ibérico, recurriré a las máximas favoritas del
terminado con su actual vida para que el Ego que la gente Dragón, del Insigne, y a las que mejor describen su
cree que responde a esa etiqueta se extinga de una vez por literatura. Si non é vero, é ben trovatto y é cosi.
todas. Sea, de nuevo, que vuelva a fumar porros por Sea el fin del soma sema draconiano y entonemos un
mucho que le cueste, y tenga otra vez una muerte paralela canto desafinado, para que, como a Unamuno, se nos oiga
a la suya propia. Que se despreocupe de los esclavos, la en medio de esta oclocracia literaria. Ω
España Hortera, y vuelva a la España Mágica y a la
Trágica, que son las verdaderas y las que mejor le han
sonado. Su camino ha de bifurcarse de lo que él está
haciendo de sí mismo, como al final de Gárgoris. En
cierta medida, se alejó de sí mismo, de su España, para
poder ser libre. Como quiera que sea, por favor, haga lo
mismo con su cuerpo: libérese de él o, por lo menos,
vuelva a escribir una obra de alta calidad. De esas que
llenan los espacios no polvorientos de las buenas
bibliotecas. Y, una vez muerto, alguien valorará su
excelencia fuera de la Comuna, si es que existe algo fuera
de ella o si fuera de ella hay salvación.
El Dragón ha cesado de echar fuego por la boca por
culpa de su afán destructivo. El heraclíteo fuego, que se
destruye a sí mismo una y otra vez, ha de expulsar su
alma en la última bocanada, el último aliento. Las
memorias del guerrero extirparán, de una vez por todas,
las tripas para dejarnos en blanco sobre negro, en
expresión original, su más tierna literatura. Sea, Dios
mediante, mi más grande bendición. Muera Fernando
Sánchez Dragó, Sumo Artífice de Gárgoris y Habidis,
maestro de pocos, discípulo de muchos, adorador de
ninguno, gobernador anárquico de Castilfrío y mujeriego
solitario, con su pluma en la mano, como el más grande
de sus recordados maestros: Platón. Muera espada en
mano como el Cid Samurái, que después nosotros le
Miguel Gómez.
44
Geisha
Dónde quedó tu carmín rojo, mi favorito,
Dónde el pendiente que colgaba
de la primera noche, que no fue la última…
Peregrina salvaje, loca mía,
Encantadora matahari a sueldo.
Deberíamos expulsarlos
¡y que nos dejen en paz!
Con nosotros no pueden,
lo saben,
tenemos dignidad.
Luis Alberto.
45
También aspiramos a
la gloria
Por Jack Farfán
Ω
Aquí se oculta
La Comuna de los Desheredados
(quizás mañana reaparezca)