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plaquetas
Lic. Milagros García Mesa1 y Lic. Cristina Coma Alfonso2
RESUMEN
Esta revisión bibliográfica tiene el objetivo de reunir los elementos fundamentales que
caracterizan a las plaquetas desde los puntos de vista estructural y funcional para así
facilitar la comprensión de los principios sobre los cuales se basa la utilización de
marcadores plaquetarios en los estudios de estados pretrombóticos y el diseño de
fármacos antiagregantes plaquetarios.
La composición de la sangre
El plasma sanguíneo
La coagulación
Esta es insoluble y forma unos filamentos muy finos son los que se teje una red,
que forma el coágulo. Además, las plaquetas emiten serotonina, que tiene el efecto
de estrechar s vasos sanguíneos para que disminuya la corriente. La hemofilia es
una enfermedad hereditaria producida por la ausencia de aluno de los factores de
coagulación.
En otra época, uno de los grandes inconvenientes al realizas transfusiones de sangre era el
hecho de poder conservar este tejido en estado líquido. La coagulación de la sangre es un
proceso muy rápido, que se produce entre los 3 y los 7 minutos de practicada la extracción sanguínea; por eso,
las transfusiones se hacían directamente de persona a persona.
Gracias a las investigaciones del médico argentino Luis Agote, en el año 1914 se logró que la sangre in vitro
(fuera del cuerpo) se mantuviera en estado líquido, al agregarle citrato de sodio —sal inorgánica, formada por
la combinación de ácido cítrico e hidróxido de sodio—.
El citrato de sodio actúa como anticoagulante. Provoca la precipitación de los iones calcio al formar un nuevo
compuesto, el citrato de calcio, por lo que el calcio deja de ejercer su acción en la coagulación. De esta manera
se puede tener la sangre en estado líquido por varias semanas, siempre que se mantenga refrigerada
Los eritrocitos dan a la sangre su color rojo, y ello se debe a que en el interior de
cada uno de ellos existen de 200 a 300 millones de moléculas de hemoglobina,
mediante las cuales realizan su función, que es el transporte de oxígeno por la
sangre. La hemofilia es una enfermedad hereditaria producida por la ausencia de
aluno de los factores de coagulación. La más pequeña herida puede poner en
peligro la vida del enfermo, que sangra sin parar.
LOS eritrocitos dan a il sangre su color rojo, y ello se debe a que en el interior de
cada uno de ellos existen de 200 a 300 millones de moléculas de hemoglobina,
mediante las cuales realizan su función, que es el transporte de oxígeno por la
sangre.
La hemoglobina
Esta molécula está formada por cuatro subunidades idénticas, cada una de las
cuales consta de una proteína, la globina, unida a un grupo hemo. Este último tiñe
de rojo la sangre y está formado por cuatro núcleos que se unen adoptando la
forma de un trébol de cuatro hojas. En el centro se halla anexionada una molécula
de hierro, que es la encargada de unirse al oxígeno. Efectivamente, mediante la
oxidación y desoxidación del hierro cada molécula de hemoglobina capta cuatro
moléculas de oxígeno de los alvéolos pulmonares. Con esta preciada carga el
eritrocito viaja, pasando por la parte izquierda del corazón, hasta las células de
todo el cuerpo, donde el oxígeno debe ser liberado. El dióxido de carbono, por el
contrario, no se une con la hemoglobina sino que se disuelve directamente en el
plasma con gran facilidad. En cambio, el monóxido de carbono, el gas que sale por
los tubos de escape de los coches, sí se une con la hemoglobina, y con más
facilidad que el oxígeno. Así, cuando en el aire que respiramos hay oxígeno y
monóxido de carbono, este último gana la competición por unirse con la
hemoglobina y la persona que lo absorbe puede morir.
En la membrana de los glóbulos rojos hay unas proteínas que no son idénticas en
todas las personas. Así, no siempre un individuo puede tolerar la transfusión de
sangre de otro, ya que existen reacciones del sistema defensivo. Este intenta
protegerse ante estas proteínas que le son extrañas formando anticuerpos, y la
sangre del receptor produce una enfermedad que puede ser mortal.
Existen muchos tipos de proteínas en los glóbulos rojos, pero las que aquí nos
interesan son las del grupo ABO y las del factor Rhesus o Rh.
Grupo Rh. Existe una proteína, que se encuentra en los glóbulos rojos del 85% de
las personas, que se llama Rh positiva. Las restantes, o Rh negativas, si reciben
sangre con la proteína, quedan sensibilizadas. Si tiene lugar un segundo contacto,
se produce una reacción de rechazo, que en los hombres y en las mujeres no
gestantes no entraña ningún peligro. Sin embargo, si una mujer embarazada
experimenta esta reacción, porque su hijo es Rh+ y ella Rh—, se pondrá en peligro
la vida del bebé. Ello se debe a que durante el embarazo algo de la sangre del bebé
se mezcla con la de la madre.
Los glóbulos blancos
Neutrófilos
Eosinófilos
Basófilos
Los gránulos de los basófilos son gruesos pero escasos. Son células de unas 10
micras de diámetro y su núcleo tiene una forma que recuerda a una 5. Se originan
en el mismo lugar que el resto de los granulocitos, y son los menos numerosos, ya
que constituyen sólo el 0,5% del total. Su función no se conoce bien, pero parece
que evitan la coagulación dentro de las arterias y las venas.
Monocitos
Son los más grandes de entre los glóbulos blancos, con un tamaño que oscila entre
las 15 y las 20 micras. Su núcleo tiene forma arriñonada y poseen gran cantidad de
citoplasma, que no tiene gránulos. Constituyen el 5% de los glóbulos blancos, y se
dedican a devorar partículas de un tamaño considerable. Por tanto, al igual que los
tipos antes descritos, los monocitos viven muy poco tiempo, pues mueren
destruidos después de fagocitar. Algunos de ellos se desplazan hasta donde los
necesitan, pero también los hay fijos en el hígado, el bazo, los ganglios linfáticos y
la médula.
Linfocitos
Linfocitos T. Estas células colaboran con los linfocitos B, y además tienen otras
funciones, como la de estimular la actividad de algunas células que fagocitan.