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En Europa
En Europa se produce durante la segunda mitad del siglo XIX un rápido crecimiento económico
propiciado por la expansión económica. Este avance de la industrialización esta también ligado a la
intensificación del comercio y el progreso técnico junto a la consolidación del poder de la
burguesía. No obstante, también la clase social, el proletariado, se organiza. Tiene lugar una
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reunión de dirigentes socialistas de toda Europa, la 1ª Internacional de Marx, y aparecen los
primeros sindicatos que tienen por objeto la protección de los derechos obreros.
La Filosofía y la Ciencia
Dentro de la filosofía se pueden distinguir durante este periodo de tiempo denominado con el
nombre de realismo dos corrientes: el positivismo y el realismo.
Cabe reseñar como otra corriente la filosofía marxista que surge del pensamiento socialista y que
se caracteriza por la aceptación de que la filosofía no debe limitarse a interpretar el mundo sino
transformarlo. Otra idea principal de esta filosofía es su deseo de lucha por la abolición de la
sociedad burguesa y la implantación del socialismo.
Dentro de la ciencia se aprecian tres corrientes distintas. Por una parte cabe resaltar el
experimentalismo que defiende que la ciencia basa en la experiencia y los experimentos. Su
máximo es "Claude Bernard".
La Sociedad
En la 2ª mitad del siglo XIX la sociedad no cambia sustancialmente. Sin embargo se aprecia una
nueva actitud del autor que afronta la realidad en lugar de huir de ella. La realidad es retratada tal
como aparece y a través de la novela se intenta criticar la sociedad desde dentro. Este paso del
romanticismo al realismo también se refleja en la literatura de la sociedad burguesa. No es de
olvidar que en la base del Romanticismo se protestaba contra el mundo burgués. En el realismo se
mantienen y desarrollan ciertos aspectos del Romanticismo como el interés por la naturaleza y el
interés por lo regional y lo local, lo costumbrista. Sin embargo, se eliminan y depuran a su vez
otros elementos. Se le pone freno a la imaginación y todo lo fantástico se rechaza. Los personajes
ya no son tan apasionados y se abandona la evocación a un tiempo pasado, legendario.
En España
España se caracteriza en esta época por el rápido crecimiento de la población que, sin embargo,
no es tan fuerte como en el resto de Europa. No se produce ningún desarrollo económico ni
industrial. Las únicas regiones en las que se aprecia algo de industrialización son Cataluña y el País
Vasco. El auge de la burguesía es mas tardío y continua la pugna entre las dos Españas: la España
burguesa e innovadora y la España tradicionalista, opuesta a toda reforma.
Los inicios del realismo hay que situarlos en 1848 con los movimientos revolucionarios de la clase
obrera, influida por la obra de Marx y Engels - El Manifiesto -. Esta época posterior al
Romanticismo se caracteriza por profundas transformaciones sociales: éxodo rural a las ciudades,
gran crecimiento demográfico, una burguesía cada vez más conservadora. Es la época de la
Revolución Industrial en Inglaterra y algo después en otros países europeos, una época en la que
se da un progreso técnico con nuevos inventos y un desarrollo de la industria y el comercio nunca
visto hasta ese momento.
Predomina en esta época la filosofía positivista que postula que el saber se basa en la experiencia
y en la ciencia y que el método a aplicar para toda investigación debe ser el método experimental.
Esta filosofía favorece enormemente el desarrollo de las ciencias naturales y sociales, enormes
avances científicos - el evolucionismo de las especies, la electricidad, la máquina de vapor.
La segunda mitad siglo XIX es España se caracteriza por ser una época de gran inestabilidad por las
constantes tensiones políticas. Se dan una continua alternancia entre conservadores y progresistas
y numerosos cambios políticos:
La Revolución de 1868 - "La Gloriosa" - supone la caída de Isabel II y pone de manifiesto el ascenso
de la burguesía. Este período está marcado por el fracaso político. Con la vuelta a la monarquía
conservadora se logra cierta estabilidad política con una alternancia pacífica entre partidos y cierta
prosperidad económica.
Aumenta el número de lectores en esta etapa y la importancia de los periódicos que cobran
mucha influencia en la opinión pública, también a través de las novelas por entregas.
* Krausistas: postulaban una moral basada en la humanidad y la tolerancia Aplicaron sus ideas a
la enseñanza, laica y moderna, crearon la "Institución Libre de Enseñanza" e influyeron en algunos
escritores (Galdós, Clarín...)
.- La narrativa realista
La larga tradición realista de la literatura española así como el realismo europeo tienen una gran
influencia sobre la narrativa realista española que se caracteriza por el empleo de nuevas formas
como la novela histórica, la novela por entregas o el cuadro de costumbres.
En la narrativa realista se reflejan, dependiendo del autor, distintas ideologías. Así se reflejan las
ideas liberales y progresistas en las obras de Galdós y de Clarín con un enfoque más realista
mientras que predominan las ideas católicas y tradicionalistas en las obras de Alarcón o Pereda
con un realismo más limitado.
En todos los autores se aprecia además un marcado carácter regionalista. El espacio será distinto
según el autor. El lugar escogido por Galdós será Madrid, Clarín escogerá Asturias, frente a Pereda
que se centra en Cantabria.
El naturalismo en España, por su parte, tiene poca influencia y es difícil de distinguir del realismo.
* la escasez de la narración
* el empleo de un registro coloquial con rasgos propios del ambiente que se describe (empleo
de distintos registros por los protagonistas en función de su profesión y procedencia geográfica)
* el intento de actitud objetiva por medio de descripciones pero, aún así, el autor transmite su
opinión.
Benito Pérez Galdós nació en Gran Canaria, pero estudió en Madrid, aunque finalmente dejó los
estudios para dedicarse a escribir. Sus ideas políticas le acabaron perjudicando y en los últimos
años de su vida Quedó ciego y atravesó por dificultades económicas.
Es el escritor realista que más escribió y entre su obra hay que destacar:
* Los episodios nacionales son una crónica de conflictos importantes en España. Superó el
romanticismo tratando historia reciente
* Por otra parte, ni siquiera en las Novelas de tema espiritual, que tratan temas espirituales,
abandona observación detallada
El gran mérito de Galdós fue su arte al trazar el panorama de la sociedad española de su época.
Superó el costumbrismo regional de otros autores y trata la división de progresistas y
tradicionalistas proponiendo como única solución la Tolerancia y la armonía.
Entre su obra crítica hay que resaltar sus ensayos que destacan por su certeza de juicio. Como
critico literario (Novedades literarias, corrientes literarias ...) fue un Gran defensor de Galdós.
Su obra narrativa destaca por sus cuentos y novelas cortas. Llama la atención sobre la misma su
espíritu crítico y su sensibilidad por situaciones humanas. También fue el autor de dos novelas
largas: "La Regenta" y "Su único hijo" . Mientras sus cuentos tuvieron mucho éxito, La Regenta no
tuvo éxito hasta mucho más tarde. Destaca La Regenta por la psicología de los personajes, la
perfecta estructuración y la técnica narrativa moderna.
Juan Valera y Alcalá Galiano nació en Cabra, Córdoba (España), el 18 de octubre de 1824 en el
seno de una familia aristocrática. Sus padres, ambos de origen aristocrático, eran el marino José
Valera Viaña y la Marquesa de la Paniega Dolores Alcalá Galiano. Los años de su niñez
transcurrieron en el mundo rural andaluz, que después se reflejará en muchas de sus novelas.
Antes de iniciar sus estudios de Filosofía y Derecho en la Universidad de Granada, estudió Lengua y
Filosofía en el seminario de Málaga entre 1837 y 1840 y en el colegio Sacromonte de Granada en
1841.
Valera fue un hombre de mundo, elegante, distinguido y refinado, de gran cultura y brillante
ingenio, y con cierta dosis de escepticismo e ironía distanciadora.
A) Crítico y Ensayista
Valera se declara literariamente como un esteticista y se sintió alejado tanto del Romanticismo
decadente como del Realismo y Naturalismo de su tiempo. Según él, la misión del novelista
consiste en crear obras bellas e inteligentes que sirvan de entretenimiento, de lectura amable, no
tanto dar testimonio de la realidad o defender posturas ideológicas. Debe embellecer la realidad,
en caso de ser preciso, con el fin de evitar los aspectos desagradables.
Sin embargo, y a pesar de lo anteriormente dicho, las novelas de Valera se caracterizan en cierto
6 modo por ser realistas al escoger ambientes precisos, personajes verosímiles y por el análisis
psicológico, muy minucioso que hace de muchos de sus personajes.
Pepita Jiménez
La novela más importante de Juan Valera y la primera fue Pepita Jiménez publicada en 1874. Tiene
forma epistolar en su mayor parte y narra el lento proceso de seducción de un seminarista, Luís
Vargas, por una joven y hermosa viuda, Pepita Jiménez. Es una novela fundamentalmente
psicológica, en la que el autor analiza la interioridad de los dos protagonistas. A través de la
correspondencia entre Luis Vargas y un tío suyo sacerdote, personaje de gran importancia en la
obra, se va presentando la lucha interior entre la vocación religiosa y la fascinación que al
protagonista le produce Pepita. La evolución de Luis Vargas está perfectamente analizada: se trata
de un proceso en el que se mezcla la seguridad jactanciosa, el falso misticismo, el desconocimiento
del mundo, la soberbia espiritual, los remordimientos, angustias y dudas, hasta llegar, por fin, a la
certeza de su ilusoria vocación y a la entrega a Pepita. Sobre el carácter de ésta también
obtenemos un perfilado preciso a través de lo que de ella dicen otros personajes, sobre todo Luis.
Juanita la Larga
Aparecido en 1895, es otro acierto novelístico de Valera. Se trata de un relato amable en el que
sobresale un personaje femenino, Juanita, en una trama amorosa en la que se incluyen muchas
escenas costumbristas de la Andalucía natal del autor.
Otras novelas son El Comendador Mendoza (1877), Doña Luz (1879), Genio y figura (1897) y
Morsamor (1899).
Biografía:
Emilia Pardo Bazán nació en La Coruña el año 1852, hija de una familia aristocrática. Ya desde muy
niña demostró una gran afición por la lectura y empezó a escribir con gran precocidad. En 1868 se
casó y se fue a vivir a Madrid.
Viajó mucho por Europa y dio conferencias en París. Siempre se mantuvo atenta a las novedades
literarias europeas, y en 1881 fue la primera que divulgó y defendió el Naturalismo francés en
España en una serie de artículos recogidos después en libro con el título de La cuestión palpitante .
Unos años después fue también una de las primeras en señalar el declive del Naturalismo y su
sustitución por nuevas corrientes espiritualistas. Sostuvo una relación con Galdós, de la que se ha
conservado la correspondencia amorosa. Fue una mujer independiente, excepcional en la España
de su época y precursora de las ideas feministas actuales.
La escritora siempre encontró serios obstáculos para lograr el reconocimiento de los ambientes
intelectuales, reacios a admitir mujeres. Tuvo que esperar hasta 1916 para ser nombrada
catedrática de Literatura, venciendo la oposición de los profesores de la Universidad Central de
Madrid. No logró, sin embargo, ser admitida en a Real Academia Española. Murió en 1921.
En 1881, año en que empieza en España la polémica en torno al Naturalismo, Pardo Bazán publica
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Un viaje de novios , en la que aparecen ya las descripciones minuciosas y las observaciones
fisiológicas típicas del Naturalismo.
La tribuna
También está escrita siguiendo la técnica naturalista La tribuna (1882), obra de tema político-social
en la que se narra la trayectoria de Amparo, trabajadora de la fábrica de tabaco de Marinada (La
Coruña), que se convierte en dirigente de sus compañeras en la lucha por sus derechos. La trama
argumental de La tribuna, situada en el período revolucionario 1868-1873, está enfocada desde un
punto de vista crítico, ya que la autora manifiesta en el prólogo de la obra su desacuerdo con los
ideales republicanos que defiende el protagonista.
Es igualmente de corte naturalista Los pazos de Ulloa (1886), la novela más importante de Emilia
Pardo Bazán. Esta obra está ambientada en una de las zonas rurales más atrasadas de Galicia y se
centra en el choque de unos personajes sensibles, educados en la ciudad, con otros personajes,
representativos del ambiente degradado y brutal que reina en una aldea.
Los personajes de Los pazos de Ulloa aparecen, de acuerdo con las tesis de Zola, determinados por
el medio ambiente. De un lado, Pedro Moscoso, señor del pazo de Ulloa, aristócrata decadente y
embrutecido, dominado por sus criados. Del otro, Nucha, la joven esposa traída de la ciudad, y
Julián, el capellán recién salido del seminario. Ambos sucumbirán ante la terrible hostilidad de la
aldea, un "paisaje de lobos". El relato se convierte así en una dura visión del campesinado y del
mundo rural, totalmente opuesta a la visión idílica que ofrecía Pereda.
El ensayo en el Siglo XIX
Menéndez Pelayo
8 En el ensayo, al igual que el artículo periodístico, el autor expone libremente sus opiniones acerca
de temas de interés político, histórico, filosófico, literario o científico. Se trata de un género cuya
difusión en España se ha visto enormemente favorecida por la agitada y convulsa historia de
nuestro país en los siglos XIX y XX y que refleja la situación del país y las inquietudes de sus
pensadores.
A lo largo del siglo XIX, el ensayo, siempre vinculado a los problemas sociales, fue el vehículo de
expresión de los debates ideológicos de la época. En España fue especialmente intensa la
confrontación entre tradición y modernidad, condicionada por las luchas políticas. Los
intelectuales españoles se alinearon en estos dos grandes bandos, por lo que sus textos a menudo
tienen un carácter apologético y polémico.
Entre los ideales de los pensadores tradicionalistas o carlistas destacan el apoyo al absolutismo
real y el mantenimiento del Antiguo Régimen y de los privilegios de la Nobleza y de la Iglesia.
Proponían como rey al pretendiente Carlos, hermano de Fernando VII y su lema era: “Dios, Patria,
Fueros, Rey.”
El apoyo estaba localizado en zonas geográficas concretas: Navarra, País Vasco, Aragón, Cataluña y
el Maestrazgo y era liderado fundamentalmente por la población rural y el pueblo llano, además
de ciertos elementos clericales y la pequeña nobleza campesina, opuestas a la población urbana,
mayoritariamente liberal y burguesa.
Entre los autores que podemos adscribir a la corriente tradicionalista destacan Marcelino
Menéndez Pelayo, Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés.
Marcelino Menéndez Pelayo (1856 – 1912) nació en Santander en 1856, donde comenzó sus
estudios en los que destacó como niño prodigio. Licenciando en filosofía y letras en Barcelona y
doctorado en Madrid amplió sus estudios en Portugal, Francia e Italia, dedicó su vida al estudio, lo
que le permitió llevar a cabo una obra extensa y erudita, especializada sobre todo en temas
literarios.
A los 21 años obtuvo una cátedra en la Universidad Central de Madrid. Ingresó en la Real
Academia Española a los 25 y en la de Historia un año después; fue diputado conservador por
Mallorca (1884) y senador por la universidad de Oviedo (1892). Desde 1898 fue director de la
Biblioteca Nacional.
Entre su obra destaca la monumental Historia de las ideas estéticas en España, que inauguró la
moderna crítica literaria española. La ciencia española (1876) y la Historia de los heterodoxos
españoles (1882) son dos de los trabajos también muy importantes de Menéndez Pelayo.En La
ciencia española intentódemostrar que España había realizado importantes contribuciones a la
ciencia moderna. Con ello trataba de refutar la tesis de que la defensa de la ortodoxia católica en
los siglos XVI y XVII había provocado el atraso científico del país. En la Historia de los heterodoxos
españoles defendió que “el genio español es eminentemente católico; la heterodoxia es entre
nosotros accidente y ráfaga pasajera”. Su erudito rastreo de las herejías en España desde los
orígenes del cristianismo hasta el siglo XIX le sirve para sostener que los escasos herejes españoles
actuaron siempre bajo influencia extranjera, por lo que no lograron extenderse y arraigar.
El sacerdote catalán Jaime Balmes Urpía (1810-1848) nació en la ciudad de Vich, Barcelona; y
movido por un interés particular realizó sus estudios en un seminario de la ciudad, obteniendo un
doctorado en teología por el año de 1834, en la Universidad de Cervera.
La habilidad de escribir, gracias a la vida disciplinada y dedicada a los estudios, le permitió registrar
uno de sus primeros ensayos: "El celibato del clero" a una convocatoria lanzada por el diario "El
madrileño católico"; con el que obtiene el primer premio y la publicación del mismo, que fue
exitosamente criticado. Al considerar que tenía grandes dotes de escritor se instala en Barcelona, y
al poco tiempo publica un folleto con el nombre de "Consideraciones políticas sobre la situación"
colocándose en el gusto de los lectores y a partir de entonces sería un publicista activo. Es tan
grande su atracción por las costumbres morales que decide viajar por Inglaterra y Francia,
estudiando de ellas, las Instituciones políticas; consolidando su investigación en una de sus obras
relevantes: "El protestantismo comparado con el catolicismo", que lleva plasmado el objetivo de
defender la religión cristiana?
En 1843 es nombrado director y redactor de la revista "La Sociedad" que lo muestra protector,
cooperativo, descentralizado y partidario de la clase obrera, ganándose un lugar de distinción
entre los pensadores de Europa. Balmes viaja a Madrid en 1845 para fundar el periódico
monárquico "El Pensamiento de la Nación", que se regía por verdaderos principios morales, pero
además introduciendo su pensamiento político intentando reunir en una sola sociedad a la familia
de los Borbones, para restablecer la paz en España.
Jaime Balmes fue el pensador católico más destacado de su época, no tanto por la originalidad de
sus ideas como por su afán de divulgarlas, de influir en la sociedad con ellas. Escribió multitud de
artículos periodísticos sobre temas religiosos, sociales y políticos. Ante las turbulentas luchas
políticas que vivía España, Balmes se sitúa en una postura moderada, que trata de conciliar el
liberalismo y el carlismo. En sus obras doctrinales defiende la filosofía escolástica de la iglesia
confrontándolas con las ideologías del siglo. Entre las obras que escribió Jaime Balmes
encontramos: La religión demostrada al alcance de los niños, Cartas a un escéptico, Observaciones
sobre los bienes del clero, El protestantismo comparado con el catolicismo en sus relaciones con la
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civilización europea, Consideraciones políticas sobre la situación de España, El criterio, Filosofía
elemental, Filosofía fundamental y algunos otros artículos sobre diversos temas publicados en
diferentes periódicos. Las obras El criterio y El protestantismo comparado, permitieron claramente
difundir las ideas políticas y religiosas de Balmes, que incluso fueron traducidas a varios idiomas.
A los treinta y siete años de edad, el 9 de julio de 1848, Jaime Balmes Urpía, encontrándose en sus
mejores años de fecundidad, muere enfermo de tuberculosis.
Juan Donoso Cortés (1809-1853), filósofo, literato, político y diplomático español, nació en el Valle
de la Serena (Badajoz).
Se dio a conocer políticamente en 1832 con una Memoria actual de la monarquía, en la cual
propugnaba un institucionalismo moderado al estilo de la Carta Otorgada francesa, y que por su
oportunidad le llevó al Ministerio de Gracia y Justicia. Más ligado a la corona que al liberalismo, se
opuso a las ideas progresistas, en especial después del motín de La Granja y de la promulgación de
la Constitución de 1837.
Parlamentario moderado del grupo de Narváez, los intentos revolucionarios de 1848 provocaron
su renuncia pública al liberalismo y defensa apasionada de una posición antiliberal y reaccionaria,
expuesta en su Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo (1851) después de su
primera estancia en Francia, en contacto con el ultramontanismo de Bonald y De Maestre. En esta
obra presenta el liberalismo y el socialismo como amenazas contra la familia, la propiedad privada
y la moral católica, y propone una monarquía fuerte basada en el cristianismo. Expone que la
secularización de la sociedad y el liberalismo son obra del orgullo humano; el castigo de este
pecado es la revolución, evitable mediante la sumisión al cristianismo y a la Iglesia católica. Fue
muy elogiado por los pensadores políticos alemanes precursores del nazismo.
Como consecuencia de sus opiniones contrarias a las disposiciones del gobierno es expulsado de
su cátedra, junto con amigos y discípulos, buena parte de los cuales compartirán desde ese
instante los sueños transformadores de Giner de los Ríos. A raíz de los acontecimientos anteriores,
pone en marcha una de las iniciativas que más han marcado la Educación de nuestro país: La
Institución Libre de Enseñanza.
De la obra de Giner son especialmente importantes sus ensayos pedagógicos, que se agrupan en
Educación y enseñanza (1889)y Ensayos sobre educación (1913). En ellos propone un tipo de
educación integral, que forme ciudadanos tolerantes y cultos.
Para Giner, la instrucción es sólo una parte, un instrumento para alcanzar la educación. Por ello
critica los métodos pedagógicos usuales en la España de su tiempo y propone una reforma
educativa que sirva a su vez para reformar la sociedad española. En este sentido, Giner es un
precursor de los regeneracionistas y los noventayochistas.