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Hace poco más de un un año, el entonces obispo emérito Fernando Lugo conseguía la
hazaña: poner fin a una hegemonía de seis décadas del Partido Colorado, con una
alianza con los liberales y el apoyo de los movimientos campesinos y populares de un
país gobernado por mafias de toda calaña, dedicadas a todo tipo de tráficos, contrabando
e ilegalidades diversas, amparadas por un poder con el que compartían el botín. O
simplemente eran las mafias las que ejercían, sin intermediarios, el poder. El dictador
Alfredo Stroessner fue el gran organizador de este modelo: se afincó en el trono en los
años 50 y se quedó en él hasta que fue derrocado por su yerno, Andrés Rodríguez, uno
de los grandes narcotraficantes del país, en 1989. Había que seguir haciendo negocios...
pero en democracia. Los tiempos habían cambiado.
Hartos del continuismo, no es casual que en un país donde la izquierda fue perseguida y
casi exterminada, el anticomunismo devino política de Estado (una gigantesca estatua
del líder chino anticomunista Chiang Kai Chek queda como recuerdo en la avenida del
mismo nombre en plena Asunción), y la moral pública es un imperioso objetivo a
conquistar, los paraguayos hayan apostado a un obispo, de una región popular, para
sacar del pozo a la “isla rodeada de tierra”, al decir de su principal escritor, Augusto
Roa Bastos. Pero para poder ganar, Lugo se alió con los liberales, un partido tradicional,
que hoy controla el Parlamento con los colorados y los “colorados éticos” (una
contradicción en todos sus términos) del ex golpista fascistoide Lino Oviedo.
Tras llegar al poder, la audacia del ex clérigo para acabar con el viejo Estado no fue
precisamente su principal cualidad. Pero, al igual que en Honduras con las pequeñas
reformas de Manuel Zelaya, la rancia elite paraguaya no soporta al ex obispo como
Presidente. Sólo un parámetro: hacer un simple catastro de las propiedades agrícolas ya
es una medida revolucionaria en Paraguay, donde entre terratenientes nativos y
brasiguayos (hijos de brasileños nacidos em Paraguay) controlan sus haciendas a punta
de escopeta.
Además, en septiembre, Lugo anunció la cancelación de ejercicios militares entre 500
militares de Estados Unidos y efectivos de Paraguay, programados para 2010 bajo el
nombre de “Nuevos Horizontes”. “No es prudente ni conveniente en este momento y
podría dar lugar a una repercusión de cuestionamientos entre los otros países hermanos
del Mercosur y Unasur”, dijo entonces Lugo con tono pastoral. “Es una decisión
lamentable, pero la respetamos. Esperemos que esto no sea un indicio de rechazo al
resto de nuestros programas”, reaccionó la embajadora de EE.UU. Liliana Ayalde, con
ese tonito de sutil amenaza que el término “esperamos” suele tener en boca de los
diplomáticos del país del Norte. Efectivamente, por ahora otros programas de
cooperación, incluidos algunos en el área militar, se mantienen.
“Poncho yuru”
Su política del “poncho yuru” (ubicarse en el centro, como la boca del poncho) no
ahuyentó, sin embargo, los fantasmas que la burguesía paraguaya se hace sobre un
tránsito de Paraguay hacia el “comunismo” de Chávez, Evo y Correa. Hace unas dos
semanas, se conoció un e-mail (filtrado por error) de un ganadero chileno de apellido
Avilés, residente en Paraguay desde algo más de 30 años, en el que propone realizar una
contribucón entre su pares empresariales para comprar armamentos, formar escuadrones
e identidficar y matar comunistas (ver más abajo). Esa propuesta se conoció en
momentos en que ponía en marcha un plan para terminar con Lugo vía juicio político. Y
esta semana hubo otra denuncia por un caso de paternidad no reconocida: los affair del
ex obispo que terminaron en embarazos de colaboradoras y empleadas abundan. Como
le dijo a la periodista Hinde Pomeraniec, “El celibato es imperfecto, el único perfecto es
Dios”. Un poco cínico, en todo caso.
El analista y dirigente político Hugo Richer, explicó a Pulso que “en los hechos,
Lugo trató de mantenerse en su postura del ‘poncho yuru’, con un discurso
político progresista, una política económica con componentes neoliberales (proyecto de
privatización de rutas, por ejemplo) y una política social asistencialista”. Sin embargo –
agrega– Lugo no ha renunciado a desarrollar la reforma agraria, los cambios en el poder
judicial y otros puntos importantes de su programa. Y es por ello que la oligarquía y los
partidos de derecha iniciaron una feroz ofensiva donde ciertos medios de comunicación
juegan un papel fundamental. No toleran la presencia de Lugo en el gobierno y están
dispuestos a sacarlo por la vía que sea. Lo identifican con el socialismo del siglo XXI y
su alineamiento con Chavez, Evo Morales, etc. Más allá de que esto no sea
verdaderamente así lo que no soportan es su relativo distanciamiento de la política del
imperio. Ellos saben que Lugo no le dará a su gobierno una orientación socialista (y lo
saben muy bien) pero el gran temor es que el escenario político abierto permita el
crecimiento de la izquierda, en su amplio espectro”.
No deja de ser tragicómica la razón en la que la derecha fundamenta el pedido de juicio
político: haber afirmado en un barrio popular que los ricos se oponen al proceso de
cambio. “Los que genuinamente quieren cambiar el país son los que no tienen cuentas
bancarias, son los que no salen cada día en las páginas sociales de la prensa”. “Los que
quieren seguir mirando el pasado en sus privilegios (...) en defensa de sus cajas de
ahorros en bancos internacionales, ellos no quieren cambiar”. ¿Discurso inofensivo?
Puede ser, pero no en el Paraguay de las mansiones insultantes rodeadas de miseria,
moscas y olor a naranjas.
El ex candidato presidencial Pedro Fadul, del partido Patria Querida, cuarta fuerza
parlamentaria, tildó de “criminal” el contenido del discurso “de confrontación”, que
“daña el alma y el espíritu”... Curiosa, en cualquier caso, la capacidad de indignación
del “espíritu” de esta burguesía mafiosa.
¿Golpe light?
Recuadro:
COMANDO ANTICOMUNISTAS
Estimados amigos:
Ya es la hora de ponernos los pantalones largos. Hasta cuando tenemos que esperar para
combatir a estos Comunistas hijos de puta, que están queriendo destruir nuestro querido
Paraguay, como lo hicieron los Allendistas en Chile, desde 1.968, hasta el ll de
septiembre de 1.974, o convertirnos en una Nueva Colombia.
Cuantos padres, hermanos e hijos tendremos que enterrar, para poder reaccionar.Cuanto
luto y dolor, tendrán que soportar nuestras madres, señoras o hijas antes de liquidar esta
peste que se llaman subersivos comunistas.
Todos sabemos, que este gobierno no solamente los apaña, los ayuda, les dá dinero y
alimentos, hace ojos ciegos ante el avance de la guerrilla, en vez de ordenar en un
minuto la salida de las tropas a la zona en cuestíon, para cerrar con pinzas de fuego, y
capturar a estos bandidos y ejecutarlos en el lugar donde se les encuentre.
Los verdaderos responsables de todo esto, Fernando Lugo, Lopez Perito, Marcial
Congo, Camilo Suarez,( los intelectuales), Pakoba Ledesma, Elvio Benites y otros (los
tontos útiles) , los Magda Meza, Cetrine etc. etc,( los ejecutores).
Es hora de despertar.
1-Juntar dinero, para poder liberar al amigo Fidel Zabala.
2-Juntar dinero para organizarnos, igual que ellos, pero en sentido contrario.( en Chile,
1.970, nos dío resultado).
3-Juntar dinero para que tengamos los AR-15, AK-47, etc. ect.
4-Perseguir, agarrar y liquidar fisicamente a todos los comunista que atentan contras
nuestras vidas y pertenencias.
5-Comunicar públicamente al Gobierno del Sr. Lugo, que su fiesta comienza a
terminarse, que su idilio con Chavez, Morales, Correa, Castro y otros, tiene los días
contados.
Que sepa cuellito Filizzola, que o hace algo para terminar con todo esto, o que pronto
salga del país.
Yo personalmente ya viví y pasé todo esto, no permitiré en lo posible que vuela a pasar
con mi nuevo y querido país, ni menos con mi familia y amigos.
En estas situaciones debemos jugarnos el todo por el todo, estar dispuestos a matar y a
morir, pero nunca aflojar, o si no, seremos víctimas igual que lo fueron los
Salvadoreños, lo son los Cubanos, los Colombianos, y los Bolivianos.
Por la formación del Comando anticomunista Paraguayo ( C.A.P.).
Eduardo Avilés L.