APARATOS GENERADORES DE
RADIACIONES NO IONIZANTES
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Se enumeran las normas
para trabajar en
condiciones de seguridad
adecuadas con aparatos
generadores de radiaciones
no ionizantes, cada vez
más comunes en las
instalaciones industriales.
Las radiaciones objeto de
estudio están
comprendidas entre 10-6
cm y 10 cm de longitud de
onda, aproximadamente, e
incluyen la radiación
ultravioleta, infrarroja,
láser, microondas,
ultrasónica y de frecuencia
de radio.
P. J. MARTINEZ
DE LA CUESTA
y E. RUS MARTINEZ
Dpto. de Ingeniería Química.
Facultad de Ciencias.
Universidad de Málaga
INGENIERIA QUIMICA - FEBRERO 1993
INTRODUCCION
El espectro electromagnético com-
prende radiaciones de longitud de
onda que van desde 10-12 cm hasta
10 4 cm. Por conveniencia, las
radiaciones se dividen en dos gran-
des grupos:
- Radiaciones ionizantes. Cubren el
intervalo comprendido entre 10-12
cm y 10-7 cm y pueden causar la
separacion de los electrones de los
átomos de los que forman parte,
produciendo iones directa o indi-
rectamente. Comprenden: Rayos
X, α, β y γ, neutrones, positrones y
Bremsstrahlung (forma especial de
radiación X).
- Radiaciones no ionizantes.
Cubren el espacio comprendido
entre 10-6 cm y 10 cm, aproxima-
damente. Normalmente, no suelen
provocar la separación de los elec-
trones de los átomos de los que for-
man parte, pero no por ello dejan
de ser peligrosas. Comprenden:
Radiación ultravioleta (UV), infra-
rroja (IR), láser, microondas, ultra-
sónica y de frecuencia de radio.
A continuación, pasamos a consi-
derar cada uno de los tipos indica-
dos de radiaciones no ionizantes.
RADIACION
ULTRAVIOLETA
La radiación UV varía en su longi-
tud de onda desde 400 nm (nano-
metros) a 10 nm. Queda incluida
dentro de la radiación solar, y se
genera artificialmente para muchos
propósitos en industrias, laborato-
rios y hospitales. Se divide con-
vencionalmente en tres regiones:
UVA: 315 - 400 nm de longitud de
onda.
UVB: 280 - 315 nm de longitud de
onda.
UVC: 200 - 280 nm de longitud de
onda.
La radiación en la región UVA, la
más cercana del espectro UV, es
usada ampliamente en la industria
y causa poco riesgo biológico,
aunque se produce a menudo en
presencia de UVB y/o UVC, que
son más peligrosas. La norma más
completa es norteamericana y está,
aceptada por la WHO (World
Health Organization). Según ésta
la intensidad de la radiación UVA
incidente sobre la piel u ojos no
protegidos no podrá exceder 10
Wm-2 para períodos de exposición
mayores de 103s (aproximadamen-
te 16 min.); para períodos mas cor-
tos, la radiación total no excederá
10 4 Jm-2.
Las radiaciones en las regiones
UVB y UVC tienen efectos bioló-
gicos que varían marcadamente
con la longitud de onda, siendo
máximos en torno a los 270 nm (la
lámpara de cuarzo con vapor de
mercurio a baja presión tiene una
emisión a 254 nm aproximada-
mente). También varían con el
tiempo de exposición y con la
intensidad de la radiación. La
exposición radiante de ojos o piel
no protegidos, para un período de
ocho horas, no excederán los valo-
res dados en la Tabla I.
Estos valores se aplican sólo a
fuentes que emiten esencialmente
radiación UV, monocromática, por
lo que para una radiación UV de
banda ancha deberá calcularse la
efectividad de la radiación para la
exposición máxima permisible,
MPE, sumando las contribuciones
relativas de todos los componentes
espectrales de la banda, pondera-
das por sus eficacias espectrales
relativas (s λ ), respectivamente,
según la ecuacion:
Eef = ∑Eλ · sλ · ∆λ
donde Eef es la efectiva irradiación
relativa a la monocromática de 270
nm de longitud de onda, en (W
TABLA I
EXPOSICION MAXIMA PERMISIBLE PARA UN PERIODO
DE 8 HORAS Y EFICACIA ESPECTRAL RELATIVA
Longitud de
onda (nm) M.P.E. (J m-2)
200
210
220
230
240
250
254
260
270
280
290
300
305
310
315
m-2); Eλ es la irradiación espectral
a la longitud de onda, en (W m-2
nm -1); s λ es la eficacia espectral
relativa; e ∆ λ es la amplitud de
banda empleada en la medida o
cálculo de Eλ en (nm).
El tiempo de exposición máxima
permisible se puede calcular al
dividir el valor de MPE para 270
nm (30 Jm-2); por el valor de Eef
(Wm -2 ). En la Tabla II, se dan
algunos valores de los tiempos de
exposición máxima permisible
para distintos valores de Eef.
La protección contra la sobreexpo-
sición de fuentes potentes que pue-
de constituir riesgos, debe llevarse
a cabo mediante la combinación de
medidas de control administrativo,
técnico y de protección personal.
El énfasis deberá darse en los dos
primeros tipos de medidas, para así
minimizar el tercero, que implica la
necesidad de protección personal.
Todos los usuarios del equipo
generador de radiación UV deben
conocer perfectamente la naturale-
za de los riesgos involucrados. En
el equipo, o cerca de él, deben dis-
ponerse señales de advertencia ade-
cuadas al caso. La limitación de
acceso a la instalación, la distancia
del usuario respecto a la fuente y la
limitación del tiempo de exposi-
ción, constituyen medidas adminis-
trativas a tener en cuenta.
Eficacia espectral
relativa (s · λ)
1.000 0,03
400 0,075
250 0,12
160 0,19
100 0,30
70 0,43
60 0,5
46 0,65
30 1,00
34 0,88
47 0,64
100 0,3
500 0,06
2.000 0,015
10.000 0,003
No puede permitirse la emisión
indiscriminada de radiación UV en
el espacio de trabajo, que hay que
prevenir, llevando a cabo la opera-
ción en un recinto confinado o en
un área adecuadamente protegida.
Dentro del área de protección,
debe reducirse la intensidad de la
radiación reflejada, utilizando pin-
turas de color negro mate. En el
caso de fuentes potentes, donde
pueda sospecharse sea posible una
exposición por encima de la máxi-
ma permisible, debe disponerse de
medios de protección que dificul-
ten y hagan imposible el flujo
radiante libre, directo y reflejado.
Cuando la naturaleza del trabajo
requiera que el usuario opere junto
a una fuente de radiación UV no
protegida, debe hacerse uso de los
medios de protección personal.
Los ojos estarán protegidos con
anteojos o máscara de protección
facial, de manera que se absorban
las radiaciones que sobre ellos
incidan. Análogamente, deben pro-
tegerse las manos, usando guantes
de algodón, y la cara, utilizando
cualquier tipo de protección facial.
La exposición de los ojos y piel no
protegidos a la radiación UV pue-
de conducir a una inflamación de
los tejidos, temporal o prolongada,
con riesgos variables.
En el caso de la piel, puede dar
lugar a un eritema (similar a una
quemadura por el sol) y, en el caso
de los ojos, a una conjuntivitis y
queratitis (o inflamación de la cór-
nea), de resultados imprevisibles.
RADIACION INFRARROJA
Este tipo de radiación es rápida-
mente absorbida por los tejidos
superficiales, produciendo un efec-
to de calentamiento, por lo que no
puede ocasionar daños profundos.
En el caso de los ojos, al absorber-
se el calor por el cristalino y no
dispersarse rápidamente, puede
producir cataratas. Este tipo de
lesión se ha considerado como
enfermedad profesional más pro-
bable en herreros, sopladores de
vidrio y operarios de hornos.
No existen guías establecidas para
los niveles de exposición de segu-
ridad a la radiación IR, excepto
cuando esta radiación se emite por
láseres. No obstante, el informe de
INGENIERIA QUIMICA - FEBRERO 1993
la WHO sobre láseres sugiere que
los niveles de exposición acepta-
dos para láseres de IR pueden apli-
carse a este tipo de radiación. Así,
el nivel permitido para períodos
que exceden 10 s, es de 1 kW m-2,
fundamentado, desde luego, en que
el área de exposición sea pequeña.
Cuando circunstancialmente la
superficie del cuerpo expuesta sea
mayor, el nivel de exposición debe
ser mucho más bajo, sugiriéndose
el valor de 100 W m-2. Este valor
resulta aún poco confortable si la
radiación no incide solamente en
un lado del cuerpo y además hay
una temperatura ambiente alta. En
invierno, a 0°C, se puede tolerar
niveles más elevados de radiación
que a 30°C, en verano.
Todas las fuentes de radiación IR
intensa deberán estar dotadas de
sistemas de protección, tan cerca-
nos a la fuente como sea posible
de forma práctica, para conseguir
la máxima absorción de calor y
prevenir que la radiación penetre
en los ojos de los operarios. En el
caso de utilización de anteojos
normalizados, deberá incrementar-
se adecuadamente la iluminación
del recinto, de forma que se evite
la dilatación de la pupila del ojo y,
por consiguiente, el riesgo para la
parte interna del mismo.
RADIACION LASER
El nombre de “láser” se deriva del
término light amplification by sti-
mulated emission of radiation. La
misión de un láser es la de produ-
cir un rayo de alta densidad y se ha
utilizado en campos tan diversos
como en cirugía, topografía o
comunicación. En la actualidad se
ha incrementado su uso en labora-
torios de investigación en el con-
texto del flujo de fluidos, en el de
cinética química y en experimen-
tos de dispersión de la luz.
Se construyen en formas muy
diversas, que incluyen unidades
con fuerza pulsante o continua de
radiación, tanto visible como invi-
sible. Tales unidades, si son sufi-
cientemente potentes, pueden
dañar la piel y, en particular, los
ojos si están expuestos a la radia-
ción. La unidad pulsante de alta
energía es particularmente peligro-
sa cuando el pulso corto de radia-
ción impacta en el tejido causando
INGENIERIA QUIMICA - FEBRERO 1993
una amplia lesión alrededor del
mismo. Los láseres de onda conti-
nua también pueden causar daños
en los ojos y la piel. Los de radia-
ción IR y V presentarán peligro
para la retina, en forma de quema-
duras; los de radiación UV e IR
pueden suponer un riesgo para la
córnea y el cristalino. De una
manera general, la piel es menos
sensible a la radiación láser y en el
caso de unidades de radiación V e
IR de grandes potencias, se pueden
ocasionar quemaduras.
La utilización del láser en medici-
na ha dado origen a un profundo
desarrollo de reglamentaciones al
respecto por parte de distintas ins-
tituciones. Así, el ANSI (American
National Standards Institute), la
ACGIH (American Conference of
Governmental Industrial Hygie-
nists) y la British Standard Guide
to the Protection of Personnel
Against Hazards from Laser
Radiation, entre otras, se encuen-
tran involucradas en estas tareas,
permitiendo un uso seguro de la
radiación láser.
Los láser se han clasificado, de
acuerdo con los riesgos asociados
a su empleo, en los dos grupos y
cuatro clases siguientes:
a) Grupo A: unidades intrínseca-
mente seguras y aquéllas que caen
dentro de las clases I y II.
- Clase I: los niveles de exposición
máxima permisible no pueden ser
excedidos.
- Clase II: de riesgo bajo; emisión
limitada a 1 mW en menos de 0,25
s, entre 400 nm y 700 nml; se pre-
vienen los riesgos por desvío de la
radiación reflejada incluyendo la
respuesta de centelleo.
b) Grupo B: todos los láser presen-
tes o de onda continua cuya poten-
cia sea mayor que 1 mW, como se
define en las clases IIIa, IIIb y IV
respectivamente.
- Clase IIIa: riesgo bajo; emisión
limitada a 5 veces la correspon-
diente a la clase II; el uso de ins-
trumentos ópticos puede resultar
peligroso.
- Clase IIIb: riesgo medio; mayor
límite de emisión; el impacto sobre
el ojo puede resultar peligroso,
pero no respecto a la reflexión
difusa.
- Clase IV: riesgo alto; mayor límite
TABLA II
TIEMPOS DE EXPOSICION
MAXIMA PERMISIBLE PARA
DISTINTOS VALORES DE Eef,
EFECTIVA IRRADIACION
RELATIVA A LA
MONOCROMATICA DE 270 nm
DE LONGITUD DE ONDA
Tiempo de exposición
Eef (W m-2) máxima permisible
10-3 8 h
8.10-3 1 h
5.10-3 10 min.
5.10-1 1 min.
3 10 s
30 1 s
3.102 0,1 s
de emisión; el impacto por reflexión
difusa puede ser peligroso; pueden
causar el fuego y quemar la piel.
El grado de protección necesario
depende de la longitud de onda y
de la energía emitida por la radia-
ción. Cualquier equipo base se
debe diseñar de acuerdo con medi-
das de seguridad apropiadas, como
por ejemplo, encajonamiento pro-
tector, obturador de emisión, señal
automática de emisión, etc.
Los láser pueden producir luz visi-
ble (400-700 nm), alguna radia-
ción UV (200-400 nm), o común-
mente radiación IR (700 nm - 1
m). Los que emiten radiación UV
o IR involucran riesgos como ya
ha quedado mencionado.
A continuación, se presenta una
guía de riesgos asociados con uni-
dades concretas de rayos láser:
a) Con láseres de la clase IIIa (< 5
mW), hay que prevenir solamente
la visión directa del rayo.
b) Con los de la clase IIIb y poten-
cias comprendidas entre 5 mW y
500 mW, hay que prevenir el
impacto de la radiación directa y
de reflexión especular, en los ojos
no protegidos, que puede resultar
peligroso.
c) Con láseres de la clase IV y
potencias mayores que 500 mW, se
debe prevenir el impacto de la
radiación directa, de las reflexio-
nes secundarias y de las reflexio-
nes difusas, que puede resultar
peligroso.
Además de los riesgos asociados a
este tipo de radiación, hay que
tener en cuenta los debidos a las
unidades de energía eléctrica utili-
zadas para suministrar energía al
equipo láser. A continuación, se da
un código de práctica que cubre
personal, área de trabajo, equipo y
operación, respectivamente, en el
uso de láseres en los laboratorios.
- Personal:
a) En los laboratorios que utilicen
rayos láser, sólo debe permitirse la
entrada de personal autorizado,
(por escrito).
b) Todos los usuarios han de some-
terse a un examen oftalmológico
(y a intervalo de seis meses) previo
al trabajo con láser, haciendo énfa-
sis especial en las condiciones de
la retina. Las personas que trabajen
con clase IIIb y IV, tendrán al mis-
mo tiempo un examen médico de
inspección de daños en la piel.
c) Los usuarios que dejen el traba-
jo con láser y no requieran examen
médico posterior, serán eliminados
de la lista de personas autorizadas.
d) Con prioridad a cualquier auto-
rización, el director de trabajo se
asegurará de que los operarios
autorizados estén debidamente
entrenados tanto en procedimiento
de trabajo seguro como en el cono-
cimiento de los riesgos potenciales
asociados con la radiación y equi-
po que la genera.
e) Cualquier exposición accidental
que suponga impacto en ojos, debe
ser registrada y comunicada al
departamento médico.
f) La práctica con láser del grupo B
requiere la medida general de pro-
tección ocular, pero que nunca será
usada para visión directa del rayo.
- Area de trabajo:
a) El equipo láser se instalará en
un área o recinto debidamente con-
trolada y protegida, lejos de cual-
quiera otra área de trabajo. La ilu-
minación del recinto debe ser tal
que evite la dilatación de la pupila
del ojo y así disminuir la posibili-
dad de daño.
b) Los rayos láser reflejados pue-
den ser tan peligrosos como los
directos, por lo que deben elimi-
narse las superficies reflectantes y
pulidas.
c) En el área de trabajo se debe
investigar periódicamente la pre-
sencia de cualquier gas tóxico que
pueda generarse durante el trabajo,
por ejemplo, el ozono.
d) Deben colocarse señales lumi-
nosas de advertencia en todas las
entradas a los recintos en que los
láseres funcionen. Cuando la señal
esté en acción, debe prohibirse el
acceso al mismo. El equipo de
suministro de potencia al láser ha
de disponer de protección especial.
e) Cuando y donde sea necesario,
debe prevenirse la posibilidad de
desviación del rayo fuera del área
de control, mediante protecciones
y blindajes. En el caso de radia-
ción IR, han de usarse materiales
no inflamables para proporcionar
estas barreras físicas alrededor del
láser. En estos casos, debe evitarse
la vecindad de materiales inflama-
bles o explosivos.
- Equipo:
a) Deben tomarse precauciones
normalizadas de seguridad con los
equipos de alto voltaje que consti-
tuyen las fuentes de energía de los
rayos láser.
b) Debe prevenirse el desvío y la
reflexión accidental del rayo láser,
por lo que tanto las lentes y filtros
como cualesquiera otros compo-
nentes ópticos del aparato tienen
que disponer de protecciones ade-
cuadas.
c) En todo el equipo que opere por
encima de 15 kV debe comprobar-
se la posible emisión de radiación
X.
d) Los sistemas criogénicos
empleados para reducir la tempera-
tura del equipo deben manejarse
con protección adecuada de
manos, cara y cuerpo.
e) Cualquier operación de mante-
nimiento debe llevarse a cabo
solamente si la fuerza está desco-
nectada.
f) Todos los láseres, deben dispo-
ner de rótulos de advertencia que
tendrán encuenta la clase de láser a
que corresponde y el tipo de radia-
ción visible o invisible que genera
el aparato.
g) Cuando los aparatos pertene-
cientes al grupo B no se usen, han
de quitarse las llaves de control de
encendido, así como la de control
de fuerza, que quedarán custodia-
das por la persona responsable
autorizada para el trabajo con láser
en el laboratorio.
h) Los anteojos protectores normali-
zados, deben comprobarse regular-
mente y deben seleccionarse de
acuerdo con la longitud de onda de la
radiación emitida por el láser en uso.
i) Cualquier protector de pantalla
que se utilice, debe ser de material
absorbente que prevenga la refle-
xión especular.
- Operación:
a) Para poner en funcionamiento el
equipo debe seguirse un procedi-
miento de cuenta atrás. Todo el
personal presente cerrará los ojos y
mirará en dirección que evite la
exposición a la radiación, ya sea
directa o reflejada. Se permanecerá
detrás de la fuente de rayos láser, o
bien a la derecha o izquierda de la
trayectoria propuesta para el rayo.
b) Solamente el mínimo número
de personas requeridas en la opera-
ción se encontrarán dentro del área
de control; no obstante, en el caso
de láser de la clase IV, al menos
dos personas estarán siempre pre-
sentes durante la operación.
c) Unicamente personal autorizado
tendrá permiso para montar, ajus-
tar y/u operar el equipo de láser.
d) El equipo de láser deberá operar
el tiempo mínimo requerido por la
experimentación especificada, no
debiendo dejar que funcione sin
estar vigilado.
e) Como procedimiento de protec-
ción general, deben utilizarse ante-
ojos que prevengan el riesgo de
daño ocular.
f) El equipo de láser debe ser mon-
tado a una altura que nunca supere
la correspondiente del pecho del
operador.
g) Debe tenerse un cuidado espe-
cial a la radiación láser invisible,
siendo esencial la utilización de un
escudamiento protector a lo largo
de toda la trayectoria.
h) Puesto que los láseres pulsantes
presentan un riesgo incrementado
para el operador, como guía de ali-
neación del rayo, han de emplearse
láseres de baja potencia de helio o
neón que pertenecen a la clase II, y
no conformarse con una indicación
somera de la dirección que adoptará
el rayo. En estos casos, siempre debe
ser utilizada la protección ocular.
RADIACION
INGENIERIA QUIMICA - FEBRERO 1993
DE MICROONDAS
Y DE FRECUENCIA
DE RADIO
La banda de radiación de microon-
das incluye generalmente toda
radiación electromagnética de lon-
gitudes de ondas comprendidas en
el intervalo de 1 cm a 300 cm (de
30 GHz a 100 MHz), y la banda de
frecuencia de radio se extiende des-
de la de microondas hasta una lon-
gitud de onda de 30 km (10 kHz).
Otros autores hacen variar algo el
intervalo: de 1 mm a 1 m (de 300
GHz a 300 MHz) para la radiación
de microondas y de 1 m a 3 km en
aire (de 300 MHz a 100 kHz) para
la radiación de frecuencia de radio.
La radiación comprendida en estas
bandas del espectro se utiliza para
enorme variedad de propósitos,
entre ellos el de calentamiento
rápido, por ejemplo, en el caso de
los hornos de microondas; aunque
se considera improbable que estos
efectos puedan darse cuando la
intensidad de la radiación es infe-
rior a 1 m W cm-2, debe estimarse
de riesgo y deberán distribuirse
señales de advertencia precautoria.
La WHO ha cotejado los niveles de
este tipo de radiación que son dife-
rentes para diferentes países.
EE.UU. y el Reino Unido conside-
ran como nivel aceptable el de 10 m
W cm-2 para una exposición conti-
nua diariamente. Por otra parte, la
ex-URSS al considerar también los
riesgos de los efectos no térmicos,
baja el nivel al valor de 0’01 m W
cm-2, aunque permite los valores de
0,1 m W cm-2 y 1 m W cm-2, para 2
h y 20 min., respectivamente, de
exposición, supuesto que se dispo-
ne de protección ocular.
La radiación de microondas de unos
3.000 MHz s -1 , normalmente se
refleja o absorbe por la piel y pue-
den sentirse por el calentamiento del
tejido superficial. En el intervalo
1.000 - 3.000 MHz s-1, la radiación
es capaz de penetrar la piel y la capa
grasa, mientras que por debajo de
1.000 MHz s-1, la penetración llega
hasta los tejidos más profundos, sin
una sensación subjetiva de calenta-
miento. Los ojos y aquellos órganos
que no pueden disipar rápidamente
el calor son los más vulnerables,
aunque también se ha dicho que no
sólo son los efectos térmicos los
causantes de riesgos.
Anillos, relojes y objetos metálicos
INGENIERIA QUIMICA - FEBRERO 1993
de adorno deben eliminarse en las
cercanías de esta radiación. Especial
precaución tiene que tomarse con
aquellas personas con prótesis metá-
licas internas, huesos sujetados con
clavos metálicos, etc., que serían
excepcionalmente cuidadosas en no
exponerse a este tipo de radiación.
Otro riesgo asociado es el del equi-
po eléctrico correspondiente a los
aparatos generadores de estos tipos
de radiaciones, por lo que deben
disponerse protecciones adecuadas
que eviten voltajes inducidos, en la
vecindad del equipo, que estará
necesaria y eficazmente conectado
a tierra, ya que en su defecto
podría resultar peligroso. Si mien-
tras se realiza una experimentación
con este tipo de aparatos sucediera
algo anormal, los sistemas deberán
ser desconectados inmediatamente.
El ajuste de los equipos o modifica-
ciones en los mismos debe realizarse
solamente por personal autorizado y
únicamente después del aislamiento
del equipo, que prevenga cualquier
conexión accidental, mientras el tra-
bajo está realizándose.
Se han desarrollado aparatos de
detección y medida de estas radia-
ciones emitidas por hornos, calen-
tadores, secadores y equipos médi-
cos. El instrumento cubre normal-
mente un intervalo de frecuencias
comprendido entre 10 MHz y 26
GHz con intervalos de lectura de
potencia desde 0’2 m W cm-2. Dis-
ponen de sonda y cable de cone-
xión, de manera que el operador
puede realizar el rastreo desde una
distancia de seguridad. Otros ins-
trumentos más simples y baratos
indican solamente la potencia rela-
tiva de la radiación de microondas.
Por último, debe tenerse en cuenta
que una radiación de microondas
puede hacer entrar en ignición
disolventes inflamables, espoletas
y mechas de explosivos, lámpara
de destello súbito (fotoflash), etc.
ULTRASONIDOS
La utilización de la radiación ultra-
sónica se está incrementando
modernamente cada vez más con
propósitos muy diversos. Ejemplos
lo pueden constituir el lavado en
baños especiales o la destrucción
de tejidos en cirugía. En ciertas
circunstancias, se dice que puede
actuar de forma que hace decrecer
la síntesis de DNA en el organis-
mo, pero esto está por demostrar.
La intensidad energética de radia-
ción que puede causar daño bioló-
gico varía con la frecuencia propia
de la radiación y con el tiempo de
exposición a la misma.
Se han formulado diversas proposi-
ciones para marcar los niveles lími-
tes de exposición a los ultrasonidos
en el lugar de trabajo y éstos han
sido cotejados por la WHO. Las de
IRPA(International Radiation Pro-
tection Association) pueden tomar-
se como típicas, y son de 20 kHz
(80 dB) para 4 h por día de exposi-
ción, y de 100 dB para frecuencias
más altas, relativas al nivel de 10-12
W cm-2. Para exposiciones entre 1
h y 4 h, los valores se pueden
incrementar en 3,1 dB, y si los
tiempos de exposición son menores
que 1 h, los valores se incrementan
en 9 dB. A bajas densidades, los
riesgos son despreciables.
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