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Ap,untes p'ara la istoria

de la ella de

TANGANClCI ARO

Por ada: Acuarela onginal de Enrique Magaña Roja - 19 7


Diseño: Damel E-p¡nosa de los M nleros de la Torre

'Copy righ Carlos Magaña Rojas


Derechos reservados onfonne a la ey
Impreso en M{>xico Prinred:n México
Guadi,llaiara. Jalisco 19 7
Martín Sámano Magaña

Apuntes para la Historia

de la Villa de

TANGANCIC' ARO

Guadalajara, Ja~isco. 1987


Presentación

El historiador moderno. poseedor de un af'n rigorista ha sacrificado


en cierta medida en sus textos el calor humano y el colorido de la
narración. Cuando la narrativa incursiona en la historia
generalmente se le otorga una posición subjetiva y se da prioridad,
y por tanto mayor validez a estudios exhaustivos y sistemáticos.
El libro que hoy presentamos contrariamente a e ta clase de
estudios, está lleno de la flexibilidad y ei lirismo que da el autor a los
hechos que narra.
Su principal propósito es que la historia d la iIIa de
Tangancícuaro, Michoacán, rica en acantee res. sea leída en
una forma coloquial y amena por los tangancicuarenses que vivieron
los sucesos que se narran y evoquen en el mar de sus recuerdos la
historia de su origen común, así como para que las uevas
generaciones conozcan los hechos que conformaron el terruño que
los vio nacer.
Estos Apuntes para la historia de la Villa de Tangancícuaro nacen
de la necesidad de comunicar, del placer de compartir una historia
de re-crear por medio de la palabra los rostros y las figuras que
dieron vida a un bello lugar de nuestro México: Tangancícuaro.
Don Martín Sámano Magaña, a sus noventa años de existencia, nos
ofrece, como conocedor profundo y enamorado de su tierra, sus
calles y sus gentes, el pasado de un Tangandcuaro que nació y
creció, que fue devastado por un psicópata piromaniaco que
resurgió luego de sus cenizas cual ave Fenix, para mantenerse en la
1
'da y tropiezos en la época revolucionaria y su estabilidad en el
México contemporáneo,
El lector tiene en sus manos un valioso acopio de datos para la
historia de un bello lugar de nuestro país, apuntes de gran mérito
por ser los únicos que existen en esta forma acerca de
Tangancícuaro: su situación histórica, geográfica y humana_ En
esta obra vemos pasar a sus hombres heroicos, sus abnegadas
mujeres, sus mitos, sus creencias, sus fracasos y luchas para
conformar el lugar que ahora es; culminando con una lista de los
hijos esclarecidos de la población.
Este valioso libro ha podido llegar a nuestras manos, gracias al loable
apoyo de no de los hijos distinguidos de Tangancícuaro: don
Carlos Magaña Rojas, quien, con un afán noble y desinteresado ha
querido compartir la historia de su pueblo natal con todos aquellos
tangancicuarenses que de alguna manera caminan por estas páginas.
y con las nuevas generaciones, para dejarles así un legado histórico.

Marina Magaña
Octubre de 1987

2
Este modesto acopio de hechos más relevantes de la historia de
nuestro terruño y la evocación de personalidades que forjaron la
idiosincracia de nuestra comunidad, que se expo en en el presente
ensayo, lo dedico con todo mi afecto al amigo y ca pañero de
nuestros años mozos, el señor don Carlos Magaña Magaña, con
Quien nos unen, además de las mismas raíces genealógicas los
recuerdos luminosos e imperecederos de tie pos ya lejano .

987

3
Tres palabras previas

Siempre he considerado como elemento saludable para la


convivencia entre las comunidades de lo pueblos de provincia el
conocimiento de su historia. puesto que e ella s encontrarán
ejemplos en las generaciones ya desaparecidas, tanto de naturaleza
edificante que muestran los senderos para su evolución hacia planos
más altos. como de carácter negativo. que advierten los errores
causantes del retraso en el proceso de su perfeccionamiento moral y
progreso material.
Considero, además, que los pueblos de provincia deberían conocer
y recordar con gratitud a aquellos de sus hijos que. in intereses
egoístas. entregaron a su servicio lo mejor de su eXistencia, ya en
los campos de la cultura. la justicia o la filantropía y. con mayor
razón. a los que hubiesen ofrendado sus vidas para honrarlos o
defenderlos: creo también por otra parte. que c::ería saludable
exponer en un lugar visible del basurero de las remembranza . a
quienes por estulticia. ambiciones bastardas o por perversidad.
causaron males a su comunidad.
Escribir la historia de cada pueblo provinciano sería un nedio eflcaz
de mejorar, en el transcurso de los años. u salud social atenuando
las miserias que por herencia padecemos en todos los aspectos de
nuestra vida cívica. Si cada comunidad escribiera su propia crónica.
quizá los hombres. a quiene el destino asignase una responsabilidad
superior en su poblado obrarían cuerdamente, sabedores de que no
5610 serían objeto del ·uicio de sus contemporáneos, sino que las
7
Martín Sámano Magaña
Septiembre 1975
Tangancícuaro, Michoacán
Apuntes para la historia e
Villa de Tangancíc

La risueña y progresiva Villa de Tangancícuaro, Michoacán está


situada en el confín noroccidental de un valle de erenne verdor,
circundado por innumerables montes, pequeñas prominencias
topográficas y las soberbias cumbres de las monta-as' Beata
San Ignacio; todos ellos de origen volcánico, según lo demuestran los
cerros de cantera rosa que los flanquean or el oeste, los man os de
fragmentos de rocas que los conforman, la r ca volcánica que está a
la vista en varios tramos del talud de la carretera nacional en la falda
del cerro de La Beata; hecho que confirma la hipótesis de que, bajo
la corteza terrestre que cubre la región, gravita sobre u enor e
magma por cuyas fisuras producidas en diferentes épocas geológicas
escapó la masa ígnea que los formó.
El valle está surcado por numerosas corrientes e aguas que son
aprovechadas para regar sus fértiles tierras. Por el lado norte le
sirve de límite al valle el caudaloso Duero. que también aporta parte
de sus aguas para el mismo benéfico fin. Gran parte de su suelo
está adornado por varios manantiales. entre los cuales se encuentra
el maravilloso lago de Camécuaro entornado por las frondas de
sabinos milenarios.
La población está situada a los 19°, 9', de atitud norte y 2020, 11' de
longitud oeste, y a una altura de 1,600 metros sobre el nivel del mar;
circunstancia ésta última, que le da un clima casi continuo de una
temperatura máxima de 20°C y mínima de l8°e desde los días
luminosos precursores de la primavera. hasta los últimos
9
10
Epoca prehispánica

En la obscuridad de los tiempos prehispánicos se pierde todo


vestigio del origen racial y lugar de procedencia de los primeros
grupos humanos que habitaron las riberas del lago que.
probablemente fue hace muchos siglos lo que es hoy el risueño y
fértil valle de Tangancícuaro 1 .
En el área comprendida entre el pie de las lomas de Junguarán yel
manantial del mismo nombre, se encuentran hueUas de tribus
aborígenes que vivieron ahí, o clanes que transitoriamente lo
habitaron. En diversas excavaciones realizadas en dicha área se han
encontrado, además de restos humanos ídolos de piedra y objetos
de cerámica cuya manufactura revela ser de inferior calidad que la de los
mismos objetos hallados en la parte baja del valle. cercana a la
ribera de la laguna. donde posiblemente muchos años más tarde
habitaron los indios purépechas' idénticas reliquias a as primeras,
suelen aparecer al oriente del Cerrifo, montículo que separa la
Villa de Tangancícuaro del maravilloso lago de Camécuaro, e lo
que lógicamente se desprende que, antes de la llegada de los
purépechas a la región ésta estuvo habitada por tribus de cultura
inferior.

1 Aunque parezca exagerada la hipótesis sobre la eXIStencIa dell"go a Que nos retenmos. de su exotetllud
dan testimonio tos mantos de aluvión y cantos rodados que se enCl,enlran en los profundo estratos del
subsuelo del valle. al perforar la mayor parte de los pozos artesiano con que se r egan 5US par'es más al as.
11
quedó convertido en una laguna, orleada de espesos rulares y de
frondosos sauces donde abundan los peces y las aves lacustres
(hace menos de cincuenta años existía aún el último rastro de la
laguna en el lugar llamado los Ruices).

2 Culneo es el nombre del principal manantial que da origen al Due o y que en larasco Jea: Dormido",

12
Camino de entrada al Molino Aurora
Auténtico origen del nombre
de Tangancícuaro

Los tarascas, llamémoslos ya así, en su larga peregrinación del lugar


de su origen, incierto todavía. hasta el sitio donde definitivamente
establecieron el centro de su imperio, fuero dejando en lugares
propicios para sobrevivir núcleos más o menos nu erosos de
familias, las que, sin perder su unidad política, conservaron hasta la
conquista sus tradiciones y costumbres así como la pureza de su
lengua.
Las familias que quedaron en esta región. atraídas por los recursos
naturales que la pesca y la caza les proporcionaban para subsistir.
eran, además expertas en el cultivo del maíz. Conocedoras de la
virtud benéfica del alu ión que arrastraba e sus primeras crecidas
el arroyo de Epejo, lo aprovechaban como mantillo para acer más
abundantes sus cosechas. Para tal propósito, mediante un ingenioso
sistema de represas fabricadas con piedras. esta s. tierra y
ramazón distribuían dicho fertilizante en la mayor extensión de
tierras de cultivo; de ahí el auténtico origen del nombre de
Tangancícuaro: Tanacikuaro, compuesto de las palabras
purépechas tanoci. que significa cosa y kuo, clavada hundida y el
sufijo ro, que equivale a lugares· por lo que los conquistadores lo
interpretaron como cosa clavada o donde se clavan estacas;
palabra que por corrupción verificada en I colonia quedó en su
forma gráfica y prosódica actual.
Esta aseveración está avalada en el informe enviado a la ciudad de
México por el teniente de cura del partido de Xacona en este lugar,
bachiller José Espinoza, sobre la situación social y económica que
19
A.G.N. vol. 874. exp. 4. el siquiente párrafo: "El Pueblo de Nuestra
Señora de la Asunción de Tangancícuaro, que en lengua tarasca
quiere decir cosa clavada, dista del anterior (Xacona) siete leguas ..."
Por lo expuesto, queda desvirtuada la opinión, sin base, de que la
etimología del nombre de nuestro pueblo viene de la frase tarasca
Tanimo ítzí gua ro, ya que la palabra itzí significa agua yel hecho es
que no son tres los manantiales los existentes dentro del valle, sino
cuatro: Cupátziro (Cupó que en tarasco es lavar e itz;), Camécuaro,
Junguarán y el Taray, sin tomar en Cl:lenta la gran laguna que en aquellos
tiempos ocupaba el centro del valle.

20
Ubicación del primitivo
pueblo de Tangancícuaro

Al llegar los primeros españoles a la regi6n,por el año 1531,


encontraron el caserío de sus moradores disperso en una área muy
extensa la que, partiendo de la ribera suroeste de la laguna que
ocupaba el centro del valle se aproximaba hasta el pie de las lomas
de Junguarán. Lindaba su territorio al oriente, con la comunidad de
Chilchota, llegando por el noroeste a cerca de dos [eguas del pueblo
de Xacona. Su centro comercial y religioso era el lugar denomi ado
aún en nuestros días: Acuitze (que en lengua purépecha significa
víbora). A prop6sito de este lugar, el licenciado Eduardo Ruiz se
expresa así: "La poblaci6n principal se hallaba entonces a media
legua hacia el sur del paraje que hemos descrito (Tangancícuaro); se
llamaba Acuitza y de ella sólo quedan ruinas de casas y algunas
yácatas que revelan su antiguo esplendor". Hoy se conoce también
ese lugar con el nombre de las Capillas, donde ya s610 existen
pequeñas prominencias de tierra que se supone fueron templos
(Thioseos) destinados al culto de las divinidades tarascas. Estas
reliquias del pasado de nuestro pueblo aunque sin más valor
arqueológico que una referencia geográfica del centro del primitivo
pueblo de Tangancícuaro, desgraciadamente están siendo
arrasadas, aprovechando la tierra en la fabricaci6n del tabique.
En el margen occidental del camino que conduce a Ocumicho,
existía hasta hace pocos años una yácata conocida por el nombre de El
Coecillo (despectivo de coes, como llamaban los españoles a los
templos tarascas), la que fue destruida hace varios años. Es

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22
lugar donde hoy se encue tra
la Villa de Tangancícuaro

Entre los años de 1535 y 1545, sin poder precisar la fecha exa ta, se
verificó el traslado de la población indígena del mencionado lugar en
el capítulo anterior, al sitio donde hoy se encuentra la Villa de
Tangancícuaro con el fin de facilitar su adoctrinamiento en la
religión cristiana adaptada a las nuevas formas de convivencia social
y también, por supuesto, para justificar el despojo de sus mejores
tierras labrantías. Al efecto, se escogió el lugar que se consideró el más
apropiado para tal objeto, habiéndose proye tado su planificación
sobre la superficie de una caballería de tierra (38-63-00), la que fue
enmarcada dentro de cuatro cauces profundos que, formando un
cuadrilongo casi perfecto. fueron desde aquella épo a los nuevos
cauces de las aguas del manantial de Cupátziro, en el tránsito a su
confluencia con el río del Santuario. Este islote rectangular quedó
comunicado con el campo que lo circundaba, por cinco puentes de
piedra; por el lado norte, el que da al camino de Jacona'
por el oriente el que aún comunica con el camino a Tlazazalca,
por el sur, el de el Pescador que da al camino viejo de
Chilchota, el de el Portón, que conducía al manantial de
Cupátziro y el puente Verde ubicado en el vértice suroeste
que encuadra la nueva población. En la actualidad, aún se conserva
intacto el tercero de estos puentes 1.

l o e s a~enturado aceptar la hipótesis de que el primitivo lecho del río CUpátZlfO. hoy convt>rtido en
pestilente dren de aguas negras. haya cruzado de sur a norle en medio del área q e acrualme e
ocupan la primera y segunda manzanas del cuartel primero de esTa localidad. SI tomamos en cuema la
marcada depresión topográfica eXIStente en dicho lugar
23
capilla del Carmen2 ; los segundos, donde actualmente está la
plaza principal y el palacio del ayuntamiento; el hospital en la casa
que fue de don Crescenciano González; y el panteón, donde hoy se
encuentra el improvisado mercado del lugar, que hace algunos años
era llamado placita de la cal,
Lamentablemente, por falta de espacio no es posible transcribir parte
de las Crónicas de Michoacón editada por la Universidad Autónoma
de México, donde se describe la Relación de las ceremonias y ritos
y población y gobernantes de los indios de la provincia de
MechoQcón (anónimo, siglo XVI), Este documento que es la única
fuente original que comprende todo el pasado prehispánico de los
pueblos que formaban el Reino de Michoacán, hoy se
guarda en la suntuosa biblioteca de San Lorenzo del Escor'al. Y
aunque en la actualidad se ignora quién haya sido el autor de tan
precioso códice, sí se sabe a ciencia cierta que fue redactado
en Tzintzuntzan, en los años de 1538 y 1539 por
un fraile franciscano. Existen probabilidades de que éste haya sido
fray Martín de Jesús o de la Coruña, aunque t 1creencia no haya
sido comprobada hasta hoy.
En el primer fascículo de los Datos para la historia de
Tangandcuaro que se editó en el año de 1975 figura íntegra esta
parte del códice a que nos hemos referido,

2 En el s'tio Que ocupa hoy !a Capil del Carmen se construyó la pmnera parroquia del lugar. la que
se desplomó el 20 de febrero de 1960 por descuido ímperdona le del vicario encargado de su cuidado
y la impericia del albañil que prelendió conlracimentarla. cosa Que n era necesaria. Un año más tarde
parte del convento corrió la misma suerte,

24
astucia para despojlar de sus
tierras a los naturales

Ya hemos dicho con base en documentos fidedignos que el


territorio de la comunidad indígena de Tangancícuaro se extendia
por el oeste, a cerca de dos leguas del pueblo de Jacona, quedando
ubicada dentro de este sector territorial una área que se extiende
desde el lugar llamado hoy La rojeña hasta el arroyo de la cal.
Pues bien, debido a su proximidad con el pueblo mencionado, a la
fertilidad que le da el cJima ya la humedad de sus tierras, despertó la
codicia de un tal Francisco Martín Trasierra quien, sirviéndose
de medios que utiliza el fuerte para despojar al débil de
sus pertenencias, como son el engaño, la amenaza y no
pocas veces la violencia y el crimen, pretendió apoderarse de tal
predio. Al darse cuenta la comunidad de Tangancícuaro de los
propósitos de Martín Trasierra, elevó sus quejas ante el virrey de la
Nueva España, que a la sazón lo era don Martín Enríquez de
Almanza. Este ejemplar gobernante, prestando oídos a las justas
demandas de los naturales, envió al Alcalde Mayor de la Villa de
Zamora el siguiente mandato:
"Don Martín Enríquez. Hago saber a vos, al Alcalde Mayor
que fuera el de la VíIla de Zamora, que por parte de los naturales de
Tangancícuaro (escrito Tanguancítaro) me ha sido hecha relación
que un Francisco Martín Trasierra vecino de dicha villa. se le dio un
mandamiento para la visita de un sitio de estancia para ganado
menor, con una caballería de tierra, en términos del dicho pueblo de
Tangancícuaro y Jacona, el cual al presente se está visitando y
haciendo otras diligencias y que por dádivas, inducimientos que el
25
dentro de la banda del río, atento a habérseles tomado muchas
tierras para la población de la Villa de Zamora y me pidieron lo
mandase guardar y remediar. Y por mí visto por la presente os
mando que luego que éste mi mandamiento os sea mostrado veais
el mandamiento que por mí está dado en este caso a los indios
naturales de Tangancícuaro, el cual habéis guardar y cump!' , según
que por él se manda. Hecho en México a diez días del mes de
diciembre de mil quinientos y setenta y nueve años. Don Martín
Enríquez de Almanza"l.
Hemos querido consignar el acontecimiento a que nos referimos
no obstante su insignificante interés histórico, con el s610
propósito de enaltecer la memoria de uno de los mejores
gobernantes de la Nueva España corno un humilde homenaje a su
excelsa calidad humana y su cariño paternal para con los naturales
del país.
Don Niceto de Zamacois, al referirse a este esclarecido gobernante,
cita las siguientes exhortaciones que dejó a su sucesor don Lorenzo
Suárez de Mendoza Conde de la Coruña: "Para lo que
principalmente nos envía acá su majestad, es para lo tocante a los
indios y su amparo y es ello así que a esto se debe acudir con más
cuidado. como a parte más flaca: y esto ha de hacer el virrey con
más cuidado. usando con ellos oficio de padre, que es por una
parte, no permitir que ninguno les agravie' y por otra no aguardar

1 A.GN Jacona y Tangancícuaro General de partes 01. 2 fojas 96.

26
pleitos de ellos 'sin hacelles costos ni gastos' , no solamente en
consideración a que eran pobres sino también porque sus negocios
no son de calidad ni cantidad que no les sea más útil conformal1os
en la uña".

27
~ Camé.éuaro

@Chilcho t

ac
Plana de ubicación de T angandcuaro. Micha
a ancícu ro en peligro de
desaparecer

Cincuenta año después de que fue concentrada la comunidad


indígena de Tangancícuaro en el sitio que hemos descrito en
capítulo anterior envolvía la región una atmósfera de paz de
progreso y de prosperidad. La agricultura como en la actualidad.
era su principal fuente de riqueza por la abundancia de tierras
laborables y la reciente introducción de nuevas especies de cultivo
(trigo y lenteja), cuya producción no solamente satisfacía las
necesidades locales, sino que aún dejaba considerables e cedente
que eran transportados a otros pueblos de la provincia michoacana.
Había nacido ya la primera industria mecánica un molino de trigo
que estuvo ubicado en el lugar llamado la Angostura sobre la
margen sur del río Duero. Al principiar el primer rápido de esta
corriente plu ial, se abrió un canal de derivación para tomar el agua
que generaría la energía requerida para el nue o ingenio. Aún se
conservan re tos de esta primitiva fábrica· el cárcamo y el canal de
desfogue. Cerca del poblad existían espesos bo ques ofreciendo a
sus moradores leña resina y caza en abundancia. Había ido creado
un hospital, espléndidamente dotado para sus fines específicos, e
acuerdo con aquella époc . Cuatro frailes agustmos pro eguían el"
• su labor e angelizadora.
Este panorama de bonanza avivó los apeti os de rapiña de los
conquistadores, quienes lograron obtener del virrey en funciones la
orden para que los naturales de nuestro pue lo fuesen congregados
en algún lugar lejano juntamente con los demás indígenas de la
29
"El 19 de septiembre de 1600 el virrey, don Gaspar de Zúñiga
ordenó al alcalde mayor de la entonces Vi1Ja de Zamora que
notificara a los naturales de Xacona y pueblos dependientes de esa
c becera: Tangancícuaro, Santiago Tangamandaplo, Janpo Ario y
Etúcuaro (no el que está dentro del valle) que tendrían cerca de 530
tributarios la voluntad superior de que se congregaran en lugar a
propósito para lo cual debería promoverse información on el fin de
saber si convenía o no realizarla". Al efecto el alcalde mayor visitó
las tierras de Tangancícuaro y Tangamandapio en unión de os
spañoles vecinos de Zamora señores Alfonso Alejandre, Alonso
Rodríguez, Juan Gómez y Pedro Pérez. El 20 de noviembre del
mismo año notificó las pretenciones del virrey a Melchor Espíndola
alcalde ordinario de Tangamandapio' Fracisco López, regidor'
Pedro Nicolás Martín Rodríguez y Agustín Baltazar, prinCIpales
ecinos de dicho pueblo, quienes para oponerse a la congregación,
ombraron como defensor al español Agustín del Hierro.
Al regresar a a Villa de Zamora después de a viSita que hizo a las
tierras mencionadas, el alcalde mayor examinó a varios de sus
acompañantes para levantar las actas respectivas. Fungló como
scribano el señor don Francisco Saavedra y como intérprete don
Diego Alvarez. que entendía la lengua tarasca. la mexicana y la
castellana.
El 'tribunal cuyo veredicto pudo cambiar el curso de la historia de
nuestro pueblo, lo formaban: Juan de Aguilera Solórzano Diego
Huerta. Diego Alejandre, Gregorio Béjar, Juan Avíña, Diego
Hernández Alonso Alejandre, Pedro Pérez y Agustín del Hierro.
A continuación transcribimos as opiniones re acionadas con
Tangancícuaro, de los mencionados vecino:
Juan de Aguilera Solórzano fue el primero en opinar y expuso:
'Sería muy provechoso que los pueblos de Xacona Santiago, Arío y

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hay aguas de arroyos y ríos bastantes para muchos miles de indios,
leña y demás necesarios: que en esta jurisdicción hay un pueblo
llamado Tangancícuaro (escrito Tangantzícuaro) que está de Xac na
como a legua y media en donde hay noventa indios casado ; que su
clima es templado y tiene abundantes tierras de labor, donde se
recogen cada año dos mil fanegas de trigo de ma(z, sin mucho
trabajo; que hay excelentes bosques· que los indios que allí viven
tienen riquezas y descanso por sus buenas comodidades, un
hospital rico y un molino de moler (sic) del provecho del cual se
ayudan los religiosos para su sustento, y le queda al dicho pueblo
parte para cosas de la Iglesia' que su abundancia es tanta que se
aprovechan de ella muchos pueblos de la Provincia de Michoacán
por lo que sería conveniente se congregaran sus habitantes
indígenas de Xacona". Diego Huerta y Diego Alejandre sustentaron la
misma Opinión.
Gregario Béjar se opone a que cambien de u siti a Tangancícuaro,
dando como razón principal, que es camino real y tiene bastantes
medios de vida.
Diego Hernández acepta la congregación en Xacona de 105
naturales de Ario, Jaripo y Etúcuaro, pero no la de los de
Tangancícuaro y Tangamandapio.
Pedro Pérez opina: "No conviene congregar a Tangancícuaro con
Xacona, ni a Santiago, pero sí es necesario y debe tomarse en
cuenta que la primera población tiene mejores tierr s que la
segunda y que, los de ésta podrán asentarse en Rinc6n del Mezquite
que está algo apartado de Xacona..."
Alonso Hernández es de opini6n que los naturales deben seguir en
el lugar donde se encuentra usin mudarse por lo dicho y por otras
muchas razones bastantes que para ellos hay, al parecer de este
testigo justas y de consideración y entre ellas porque pasándose los
de Tangancícuaro a este pueblo de Xacona se conservarán en él
31
y cinco años que conoce Xacona y sus términos; que si bien hay
targuez de tierras, las buenas las poseen desde hace mucho tiempo
los naturale de este pueblo y las otras son cenagosas... que el
testigo sabe que el pu blo de Tangancícuaro está sentado en
camino real; que del pueblo de Chilchota a él hay seis leguas
pequeñas de camino; de donde se entenderá ser jornada muy
forzosa y que del dicho pueblo de Jiquilpan hay cinco leguas más
adelante (de Santiago) de tal suerte que si de supuesto se quitase al
dicho pueblo de Santiago. sería desacomodar a los caminantes de
Jornada forzosa; que no sería conveniente la congregación por ser
los del pueblo de Santiago de diferente nación, lengua y costumbres
por ser todos tamazultecos y hablar la lengua mexicana y los del
pueblo de Xacona son tarascos y así por lo dicho le parece a este
testigo que fuera de mejor comodidad pasar el pueblo de
Tangancícuaro a este de Jacona por ser todos de una misma nación
y s jeto suyo conocido' además que dicho pueblo de
Tangancícuar ,sabe el testigo que es pueblo muy enfermizo
ue en él hay cocolis es y enfermedades que Ias ha visto el testigo
como persona que se crió en la comarca y cerca de dicho pueblo
donde sus adres tienen p r suyas haciendas que es án alrededor
e dicho pueblo de Tangancícuaro donde los naturales no tienen
embradas las ¡erras sino que están muy estrechas de ellas· ... y
que ambién sabe el testigo que en el dicho pueblo no hay Iglesia, ni
la han podido hacer' .
Agustín del Hierro defensor de los naturales interviene: "El
pueblo de Tangancícuaro es una nación que está a más de dos
teguas del dicho pu blo de Xacona y de más de al camino que ha
en toda la ueva España de piedra y lodo (borrado) que en cuanto
a la vida espiritual de ellos, que como en Xacona hay cuatro
religiosas, pedirán al Obispo de este Obispado un clérigo que está
de asiento en el dicho pueblo por cura y beneficiado a quien desde
32
opinió fue dada sobre Tangancícuaro ues el hecho real fue
que no se verificó ningún traslado de las comunidades indígenas
como se proyectaba, a lugar distinto de donde se encontraban
ubicadas.
Los datos anteriores fueron tomados del Archivo General de la
Nación de los asuntos sobre tierras vol. 69, exp. 5. de cuya
lectura hemos elaborado la exposición sintética de este momento de
la hi toria de nuestros antepasados.

33
fundada la primera parroquia
del lugar

No podemos seguir adelante en esta recopilación de datos históricos,


sin rendir homenaje de gratitud a la memoria de aq ello religiosos
agustinos que, sin más interés que hacer el bien, animados de un
verdadero espíritu cristiano, fueron los arquitectos de la nueva
comunidad tangancicuarense.
Por acuerdo del obispo de la Provincia de Michoacán don Martín
de Elisacoecha quedaron los servicios religiosos del lugar a cargo
del bachiller Francisco Xavier Dávalos, en calidad de teniente de cura
del partido de Jacona, haciéndole entrega de juzgado eclesiástico
fray Antonio Cuéllar, el día 15 de noviembre de 1768, quedando
epilogada en esta forma, la labor de abnegació y sacrificio realizado
durante más de dos siglos por estos heroicos cruzados de la fe y de
una cultura más humana.
El dato histórico a que nos referimos está consignado en el libro de
partidas de bautismo, matrimonios y defunciones, en cuya página
primera está impreso un sello que dice: "Juzgado Eclesiástico de
Tangancícuaro. Libro de Bautismos de españoles y mestizos, así
como también de entierros y casamientos. Comienzo de mil
setecientos setenta y siete, en el mes de enero siendo Prior Fray
• Ignacio Aguilar, quien lo hizo entreverados los casami ntos con los
bautismos y en él los entierros para no multiplicar libros".
No creemos por demás señalar como dato estadístico que
manifiesta el pequeño número de habitantes con que en esa época
contaba la población, que en el período de un año sólo se
35
fines del año de 1679. pues es bien sabido que los docume tos
sobre la materia que ex'stían en las oficinas del gobierno civil. fueron
estruidos por el incendio que consumió la totalidad del pueblo
el 30 de octubre de 1816 cuando sólo quedaron a saJvo el convento,
la iglesia y el hospital.
En los modernos anaqueles que guardan el archivo de la parroquia
del lugar, se encuentra en perfecto estado de conservación.
empastado en amarillento pergamino) el libro que contiene las
primeras referen ias de la vida social de la comunidad
tangancicuarense; en su portada se lee la siguiente inscrip ión:
"Libro de os casamientos de los naturales de este Pu. de
Tanganzéro desde hoy 29 de octubre de 1679. A Fox Bu, se
escriben las info aciones matrimoniales". Fray Joseph de Afca
quien firmó las primeras actas como cura de esta parroquia. El año
de 1702 autoriza las a a como párroco, fray Jacinto AviJez quien
continuó fungiendo como tal hasta el año de 1730. en que vuelve a
aparecer como cura fray Joseph de AJica. El último fraile agustino
en autorizar las actas matrimoniales a que nos estamos refiriendo
fue fray Joseph de Rayas. el año de 1740.
De los datos consignados en el presente capítulo podemos deducir
con algún fundamento que en el ño de 1679 ya había Sido edificada
la primera iglesia de pueblo. la que se construyó probablemente
entre los años de 1601 a 1678.

36
Tan a o insurgente

Al presentarse el siglo IX portando en sus alforjas el libro de la


historia de nuestra nacionalid d en cuyas página en blanco se
escribirían más tarde el advenimiento rematuro de nues ra
independencia política, el desmembramie to del terri ario patrio y
otros muchos sucesos de dolor y vergüenza, encontró a
Tangancícuaro como a la totalidad de la Nueva España. envuel o en
una atmósfera de tranquilidad sorial y cordial entendimiento entre
os naturales (resignado con su eterno destino). mestizos. criollos y
peninsulares.
Un día, a fines de septiembre de año 1810 corrió en re los
lugareños la . quietante notíc'a de que el cura de un p eblo de
la provincia de Guanajuato, seguido de un gran número de gente de
la clase humilde y se undado por soldados y oficiales del gobierno
virreinal, había proclamado la independencia e país. o tardó
mucho tiempo en confirmarse por Jos arrieros que regresaban de
aquella región tal acontec'miento, sembrando el pánico entre lo
peninsulares y criollos enriq ecidos y una vaga esperanza de
libertad en el res o de la población.
Al saberse la noticia de' la llegada de don Miguel Hidalgo a la
cercana iIIa de Zamora. a su paso para Guadalajara un grupo
numeras d naturales y me tizos del 1 gar fue a incorporarse a las
filas de la libertad.
La confirmación de que la guerra de independencia había
principiad deter inó el inicio de la dislo ación de la vida social de
37
de vida de la comunidad aunada a la presencia en la región de grupos
insurgentes que operaban al mando de don José Antonio Torres,
quien hacía algunos días se había apoderado de La Piedad ale tó al
vecindario a secundar la causa de la independencia. No obstante la
existencia de fuerzas virreinales en la cercana ciudad de Zamora,
que había sido recuperada por el general don José de la Cruz
desde el 17 de enero, y a pesar de las exhortaciones y amenazas del
teniente de cura don Francisco Mendieta para que el pueblo
permaneciera leal a la autoridad virreinal; el lo. de julio de 1811,
gran número de vecinos del lugar, armados de machetes y lanzas,
se lanzaron a la revolución al grito de ¡VIVA AMERICA. ¡MUERA EL
MAL GOBIERNO!
Las amenazas del bachiller Mendieta no tardaron en c mplirse,
pues al siguiente día de los acontecimientos a que nos referimos,
abandonó la población privando a sus moradores que por entonces
eran profundamente religiosos, de todo auxilio espiritual. Fue hasta
el 15 de febrero de 1816 cuando se reanudó el culto, al hacerse
cargo de la vicaría el bachiller doctor Vicente Alvarez, por mandato
del licenciado don José Antonio Aro, cura y juez eclesiástico del
partido de Jacona.
Nuestros insurgentes se unieron seguidamente a las guerrillas que
operaban en esta región de la provincia, al mando de don José
Antonio Torres, y muchos de ellos sucumbieron heroicamente en el
combate librado por el jefe insurgente en el lugar llamado las
tunas agrias, al poniente de Tlazazalca, donde fue derrotado
por el jefe realista don Pedro Celestino Negrete, en los últimos días
del mes de febrero de 1812.

38
Cruel represalia de un

guerrillero piromaniaco

Desalentado el pueblo de Tangancícuaro por la captura y sacrificio


de don José Antonio Torres y la confirma ión de la muerte de don
José María Morelos alma y brazo poderoso de la causa insurgente,
determinó volver a la obediencia del gobierno virreina] y. el día 15 de
febrero de 1816, hizo entrega de la plaza al ca a dante de la
ciudad de Zamora. coronel Andrade, representado por el capitán
Rojas.
Ocho meses después. horas antes del a anecer del día 30 de
octubre despertó el vecindario sobresaltado al escuchar. por
diferentes rumbos del poblado, disparos de fusil carrer s de
caballos y gritos estentóreos vitoreando 1 cura Torres y la libertad
de América.
A las 10 de la mañana de ese mismo día. por órdenes del
mencionado guerrillero, quien comandaba la partida insurgente que
sorpresivamente se apoderara de la plaza durante la noche, se
reunieron frente a la alcaldía los jefes de familia del lugar para oir la
sentencia aterradora de que la población sería incendiada, como
castigo a la infidencia de sus habitantes a la causa de la libertad,
siendo advertidos, además, de disponer sólo de seis horas para poner
a salvo las pertenencias que les fuese posible. Las imploraciones de
perdón, que de rodillas hiciera para Tangancícuar el bachiller don
José Rafael Sarabia, no fueron escuchadas por el inconmovible
guerrillero y la sentencia tuvo que ser ejecutada. El pueblo en ero,
angustiado por aquel infortunio nunca imaginado, llevando a cuestas
39
alentaba el espíritu de ambos bandos rivales.
A las primeras horas del siguiente día cuando la gente de Torres
habíase puesto e marcha de regreso al fuerte de los Remedios, de
donde procedía, aquella muchedumbre que pasara la noche
anonadada ante el espectácu o de su desgracia, bajó
precipitadamente a u solar querido, con la vana esperanza de
encontrar algo que el fuego hubiese respetado, hallando solamente
ruinas humeantes de lo que había ido s pueblo.
Unicame te quedaron en pie salvadas del incendio por órdenes del
jefe guerrillero. la pequeña parroquia el hospital y la casa tres veces
centenaria que había sido convento de los frailes agustinos!.
Como consecuencia de los hechos dolorosos que dejamos
señalados. fue destituido de su cargo el comandante interino de la
Provincia de Valla olid, el teniente coronel Linares, por
considerarse responsable de tan lamentable suceso siendo
substituido por el corone) don Matías Martín y Aguirre,
Después de la catástrofe a que nos hemos referido, "la dinámica y
progresiva comunidad de Tangancícuaro", como la califica en alguna
de sus obras el maestro Jesús Romero Flores, puso punto final a
sus lamentaciones y dio principio a )a re onstrucción deJ poblado.
Se derrumbaron los escombros, s procedió a la nivelación y trazo
de sus calles conforme al primitivo plano, aunque ya no se

Ya en otro cap'tulo heme. dicho cual fue el final de la primera 191 ; dcl usar. en nto al edific
vene1'<'ble por u anTigOedad remembranza histc'lrica. el q~ desp 5 de ha r de a o Jlil""
mUjel"e i6ve es In hogar y hoy sus ruinass;guen a!oiando una escuela pnmar'd. tuedern ¡de;¡ en pane r
profesor Ramó Chávez Madrigal el ano de 19611no obstante 5U perfecloes ado d.,c <;.enIac 60), con el
pTOp6silo de edificar una ueva escuela. proyecto Que jamAs cnstalizó

40
A cuatro años de la fecha antes mencionada, di
principio la construcción de la parroquia actual, en terreno donado
por don Victorino Jasso. Era por entonces teniente de cura del lugar
el bachiUer don José María Alvarez del Ca tillo y colaborador
activo de tal obra, el bachiller don Vicente del Río quien, como
veremos más adelante edificó con su propio peculio el santuario
del Señor de la Salud, capilla que, como también se verá en su
oportunidad, fue incendiada el 19 de abril de 1970.

41
Re
. ,
rreCCIOn

Meses después del trágico fin del pequeño poblado y estando sus
habitantes dispersos en las rancherías y pueblos aledaños volvieron a
reunirse en el solar abandonado no solo atraídas por a fertilidad de sus
tierras surcadas por innumerables corrientes de aguas. cristalinas, u
envidiable clima, la luminosidad de su cielo, sino por el entrañable
cariño al terruño que las io nacer.
Pero sólo encontraron en él, para aumentar su pena y desvanecer
sus esperanzas, trozos de madera carbonizados y muros
ennegrecidas par el humo del fuego que la consumió casi par
completo quedando sólo en pie salvados del incendio (como
testigos materiales de la barbarie que engendra la pasión política en
los países americanos de origen latina) la parroquia el hospital y la
casa tres veces centenaria que había sida convento de los frailes
agustinos.
Ante tal espectáculo de ruinas y desolación los siempre dignas hijas
de este noble pueblo, lejos de acobardarse ante el cruel capricho del
destino tomaron la irrevocable resolución de volverlo a la vida y
realizaron en los das años siguientes de tesonera labor el milagro de
hacerlo surgir de sus cenizas tal coma el ave Fénix de que nos habla
• la leyenda egipcia.

43
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Plano de Tangandcuaro, Michoacán 1987.
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demográfico de la comunidad en
en ese momento de su historia

Antes de dar principio a la relación del proceso de reconstrucción


dibujaremos a grandes pinceladas el panorama que presentaba la
comunidad: con una población aproximada de mil quinientos
habitantes, integrada por tres grupos humanos de diferentes

orígenes: el criollo formado por familias de origen español

procedentes de la provincia de Santander; los que proví ¡eron de los


países vascos; entre los cuales como es de suponerse, jamás existió
ninguna relación de cordialidad (fenómeno social que aún prevalece
en ambos territorios, no obstante su vecindad geográfica situados en
las costas del mar Cantábrico).
El primer núcleo formado casi en su totalidad por las fam"lias
Sámano, Quiroz y Galván tenía sus hogares en el barrio
denominado el callejón, situado al sur de la actual población, cerca
del ojo de agua de Cupátziro. El segundo. que era el más numeroso.
en el centro y norte del poblado, formado, entre otras por las
familias Arregui García., Aguirre, Navarro y Nal)arrete. Por último
las familias nativas de origen purépecha, más un pequeño número
de gente de color.
En esta época llegó al lugar la primera familia procedente de la
• provincia de Andalucía, originaria de la ciudad de Sevilla formada
por don Francisco González y sus hijos Leonor y Francisco a la
que por el lugar de su origen, el pueblo la reconoció por la familia
Sevilla; apellido que, pasado el tiempo adoptó ésta legalmente. El
14 de marzo de 1833, llegó a formar parte de la comunidad el señor
45
en él la recia figura de don Ignacio Jiménez dueño de la hacienda
de Canindo (primitivamente llamada San José del Jaral) quien ca
su claro ingenio y vigoroso espíritu de laboriosidad rescató de las
aguas que cubrían las partes ajas del valle de la enorme ciénega
las tierras que más tarde se convertirían en las más fértiles de la
región.
Es justo mencionar en este pasaje la figura de] inteligente industrial
don Ignacio Robles, quien, después de reconstruí el primer molino de
harina que hubo cerca del poblado, propiedad de la hacienda de
Canindo, ubicado en el lugar hoy conocido como el molinito donde
después de trabajar como empleado, lo obtuvo en arrendamiento,
amazando una considerable fortuna.

46
Proceso de reconstrucción

Como consecuencia del profundo impacto que sufrió la comunidad


por la destrucción de sus hogares, desapareció como por encanto la
división que existió desde su nacimiento entre los diferentes grupos
que la integraban, formando un sólo núcleo humano, sin distinció de
razas y categorías sociales. A semejanza de un enjambre de abejas
y bajo una perfecta disciplina, se dio principio a la reconstrucción
conducido paternalmente por el presbítero lcente Ríos y el
bachiller Jase Rafael Sarabia este último, teniente de cura de la
parroquia del lugar.
Las primeras casas reconstruidas en el cen ro del villorrio, fueron: la
alcaldía, en el mismo lugar en que estuvo ubicada desde principio
de la colonia. Contigua a ésta y por el lado sur la casa de don
Martín Sámano Galván' frente a ésta y en el solar que ocupó la casa
del capitán Rojas, último representante militar del gobierno virreinal
fincó la suya el señor Jesús Murguía.
En el extremo oriente de lo que es hoy el ortal Morelos, donde
estuvo ubicada la mansión señorial de la familia Moreyón. en una
superficie de media manzana, edificó la suya el señor Francisco
Sevilla González.
En el solar situado en lo que es hoy el portal oriente de la actual
plaza cívica, fincaron sus hogares varios miembros de la familia
Murguía. En el solar contiguo a la alcaldía, por el lado arte,
edificaron su casa varias personas de la familia Na arrete (Jesús,

47
Sería cansado y quizá sujeto a varias equivocaciones de orden
seguir enumerando la edificación de las demás casas que formaron
el centro del villorrio, por lo que continuaremos refirié donos a la
construcción de otros edificios.
El año de 1818 mandó construir. de su propio peculio, el presbítero
don Vicente Ríos, la capilla que se denominó Santuario del Señor de
la Salud, en torno al cual se trasladó el panteón, que por más de dos
siglos ocupó el lugar donde hoy está ubicado el mercado municipal.
Se edificó, sobre gruesos cuartones de encino el primer puente que
cruzó el río del Santuario, ya que esta vía fluvial había sido el límite
de la parte urbanizada del pequeño poblado, desde su fundación.
En el año de 1820 se dio principio a la edifi ación del actual templo
parroquial, en la mitad oriente del solar que ocupó la casa de don
Victorino Jasso. cedido por éste para tal fin y contando para su
construcción con la cantidad de 10,000 pesos que donó la señora
María Dolores Moreyón de Jasso.
Al principiar el año de 1838, sólo quedaba sin ser aprovechado para
construir en él, la mitad del solar situado en el lado po ¡ente de lo
que fue la casa de don Victorino en cuyo centro se erguía un árbol
enorme de pirul por lo que este lugar fue conocido durante varios
años con el nombre de el solar del pirul. En el año 1839 fue adquirido
en compra por el señor Francisco Ríos, quien construyó en él. tres
casas para sus hijos: Gracia. Asunción y Vicente (la primera de las
cuales fue tatarabuela del autor de estas líneas).

48
rápida reconstrucción y
progreso de la población

1) La ampliación de la tierra laborable por la desecación


de la ciénega.
2) La creación del primer sistema de riego. Un poco más al sur de
donde se encuentra ubicada actualmente la casa del señor Tomás
Sevilla, se tomó de las aguas del río de la Mala Hora el agua para
irrigar las tierras de la hacienda de Canindo, mediante una presa
provisional que se formaba cada año con estacas ramazón y tierra
arcilloza, que era conducida por un canal que, pasando por detrás
del antiguo rastro, llegaba a espaldas del jaral de Canindo, donde
proseguía su curso rumbo al oriente por el cauce donde hoyes la
calle de la colonia Emiliano Zapata.
3) El mejoramiento de la técnica para cur ir pieles y 1 ampliación
de las pilas para depilarlas y curtirlas, en el lugar hoy llamado ia
tenería.
4) La creación de talleres de carpintería de obra negra para fabricar
ruedas de carretas y arados de madera.
5) Como consecuencia de la muerte repentina de don Ignacio
Jiménez, pasó a poder de doña Angelina, hija única de don Ignacio y
esposa de don Antonio Méndez Padílla la propiedad tanto de la
hacienda de Canindo como sus otras propiedades agrícolas, dando
principio la venta de varias extensiones de tierra del predio a que
me estoy refiriendo. Entre los compradores de las fracciones
vendidas figuraron don Luis Quiroz Robledo,quien adquirió lo que

49
extensión de tierra laborable.
6) Se reconstruyó el molino de harina de la hacienda de Canindo
mejorando la calidad y cantidad del producto,
Como consecuencia de los factores enumerados, legaron al lugar
varias familias procedentes tanto de la región como de algunos
paises europeos; entre ellas: don Pablo Tortor'elJo, originario de Itara;
los licenciados Aguiar y don Gonzalo Echeverrieta, que fuera esp050
de la inspirada poeta Primitiva Quiroz Sámano; los hermanos
Alfonso y Florencia Prado originarios de la provincia española de
Huesca, y otras muchas famiras que lamento no poder mencionar.

50
nuestra patria en la ép,oca a
que hacemos referencia

Desde el amanecer de la vida de nuestro pa's como nación


independiente, por un cruel mandato del destino fue conducido por
el camino de la adversidad por algunos de los mismos caudillos que
consumaron su independencia política, impulsados por la ambición
de dominio y alentados por poderes obscuros, asesorados por Joel
Poinsett. embajador de los Estados Unidos quien demás venía con la
misión secreta de crear las condiciones políticas en los países
iberoamericanos para dar principio a la creación de un imperio
anglosajón.
Después de una serie continua de guerras intestinas que empaparon
el suelo de la patria con la sangre generosa de sus hijos que
sacrificaron sus vidas, muchas veces sin saber por qué, cayó sobre
su suelo como una maldición de fuerzas infernales, la más dolorosa
tragedia de su historia: el desmembrabiento de su territorio,
reduciéndolo a la parte menor de su superficie.
Como si las desgracias que dejo referidas hubiesen sido pocas, diez
años después, dos potencias extranjeras: Estados Unidos y Francia,
con el afán de apoderarse del resto del país, alucinados por las
riquezas naturales con que la naturaleza lo dotó, promovieron una
nueva guerra intesntina entre dos facciones políticas que se
disputaban el poder: los liberales y los conservadores.
No obstante este marco doloroso que acabamos de describir,
Tangancícuaro aparece como una nave anclada en el centro de una
rada de aguas apacibles en las costas de un mar agitado debido a
51
52
Don Antonio Gómar

Por tratarse de uno de 105 personajes que contribuyó al progreso de


la comunidad, nos ocuparemos en este capítulo de don Antonio
Gómar, originario y vecino de Purépero, Michoacán, quien llegó a
lugar a principios del año de 1864.
Como se deja dicho, adquirió en compra a la sucesión de don
Ignacio Jiménez, una fracción de terreno dentro del cual se
encuentra el lago de Camécuaro, la que estaba ubicada dentro de 105
siguientes límites: por el nortE/, con el río Duero'
al oriente. con terrenos de Canindo, camino
nacional de por medio, desde un punto al oriente
denominado el baluarte; prolongándose hasta el rincón del zopilote
frente a las ruinas de lo que fue San José del Jaral y teniendo como
límite el cauce del río del Santuario, hasta su desembocadura con el
Duero. Por el poniente, tenía como límite el río que nace en el lago de
Camécuaro incluyendo el cerrito, la corriente fluvial llamada
Cupachirito, desde su confluencia con el
Duero hasta lo que fue después el rancho de don
Pedro Vera; por el sur, limitada con las goteras de la población
teniendo como límite el río Cupátziro, desde el baluarte y
• prolongándose en la misma dirección, hasta llegar a la línea que le
servía de límite por el poniente.
Esta fracción de tierra era casi en su totalidad una ciénega, aunque
no muy profunda totalmente improductiva. Al tomar posesión del
predio descrito, don Antonio empezó a abrir un profundo vallado
53
llamado la tenería hasta su desembocadura en el Duero construyó
un nuevo molino de harina de mayor capacidad y calidad de
producción.
Quedó viudo a la edad de 86 años, al morir su esposa Loreto; un
año después contrajo matrimonio con una jovencita de 17 años, hija
de uno de sus sirvientes, y falleció el 5 de mayo de 1907 dejando
como herederos de la hacienda a sus sobrinos Ezequiel, Francisco y
a dos hermanas, cuyos nombres lamento no tener en mi memoria;
el resto de la propiedad pasó a manos de la joven viuda.

54
familias de divers,os lugares de
la región

No podemos pasar adelante sin mencionar el hecho de que, a


mediados del siglo pasado, se establecieron un gran número de
familias procedentes de diversos lugares tanto de la región como
de otros estados de la república entre las que figuraban la familia de
don José Dolores Maciel don José Dolores Pérez don Juan
Tapia, don Luis Govea, Santiago Moreno, Trinidad aciel, Pedro
Vera, Pablo Blanco, Justo y Eulogio Vaca la familia Galván, la
familia del presbítero Peña, primer cura propio de la parroquia del
lugar, Esteban García y otro buen número de familias cuyos
apellidos lamento no recordar.

55
La batalla de la Palma.

En las primeras horas del amanecer de un día frío y nebuloso del


mes de enero de 1866, marchaba una columna militar de más de tres
mil hombres del ejército republicano, al mando del general Nicolás
Régules, posiblemente con el propósito de atacar a la ciudad de
Zamora, que estaba en poder del ejército imperialista.
A su paso por los once pueblos de la cañada de Chilchota fueron
incorporados a ella un número aproximado de ciento cincuenta
hombres nativos de la región que habían sido tomados de leva
acompañados por sus esposas, muchas de ellas cargando a sus
pequeños hijos en brazos o sobre sus espaldas.
Al descender de la cuesta que separa al pueblo de Chi1chota de la
ranchería de los Nogales, aquella enorme fila daba la impresión de
ser una serpiente fabulosa, que reptando lentamente, prosiguió su
marcha por el camino que conduce a Tangancícuaro.
Al llegar a la hacienda de Norato, se ordenó el alto a la vanguardia y
al resto de la columna. Al despejarse el horizonte de la densa niebla,
aparecieron en la más alta de las lomas de ese lugar. dos apuestos
jinetes que al parece.r oteaban el valle que de ahí se domina en toda
su extensión; de improviso uno de ellos descendió rápidamente al
lugar donde se encontraba el jefe de la columna y sin apearse de su
cabalgadura, dijo a éste: "Mi general, en las cercanías del puente alto
se ve venir a todo galope un soldado de los nuestros". El jefe de la
columna ordenó al oficial fuera al encuentro de soldado. que en
realidad era uno de los exploradores. Al llegar este último ante el
57
ranchería de la Palma, en las inmediaciones de Tangancícuaro. El
general republicano Régules, viendo que el general imperialista don
Ramón Méndez había distribuido su fuerza en puntos diferentes
marchaba en su busca con sólo la columna del coronel Santa Cruz
que situó su infantería en la mesa de la ranchería de la Palma, cerro
de la laguna y paso de la Carreta, parapetándose en una cerca y
apoyándola con su caballería en las Joyas de la Vírgen, de Elías y
llano de Epejo.
La fuerza total de las tropas de Régules ascendía a tres mil
hombres, siendo mil ochocientos de caballería. El general
imperialista don Ramón Méndez hizo el reconocimiento de la
posición que ocupaban sus contrarios y dispuso el ataque. La fuerza
con que Méndez había tomado aquel rumbo aunque muy inferior en
número, era de las más aguerridas que tenía el ejército mexicano
imperialista' mientras en la de Régules había mucha gente que había
sido cogida de leva hacía poco y que, por lo ismo, carecía de
la instrucción necesaria en el manejo de las armas y en las
evoluciones. Sin embargo, el resto de la gente estaba acostumbrada
a los combates y se componía de gente valiente, aunque escasa de
equipo y fatigada por las largas y continuas marchas que se veía
obligada a hacer con frecuencia para burlar los planes combinados
de las columnas móviles destacadas en su persecución.
'Hecho el reconocimiento por el general imperialista don Ramón
Méndez, y dispuesto, como he dicho el ataque, se emprendió éste
'con todo vigor por una y otra parte. Era el 26 de enero cuando se
verificó este encuentro, que fue verdaderamente reñido.
Hubo momentos en que los republicanos llegaron a envolver a sus
contrarios, a apoderarse de un cañón, matando a todos los artilleros ,
y a poner en el mayor aprieto a las fuerzas 'mperialistas; pero en
aquella crítica situación, el coronel Santa Cruz. con doscientos
jinetes del regimiento a su mando y el comandante Ceballos con el
58,
choque; pero después de tres horas más de combate, se vieron
precisados a emprender la retirada en diversas direcciones a las
siete y media de la noche, dejando sobre el campo de batalla ciento
ocho muertos de la clase de tropa y algunos jefes y oficiales. todas
sus municiones de fusil y cañón mucho armamento y bastantes
cargas de diversos efectos.
El número de prisioneros que cayó en poder de los vencedores
ascendió a cuatrocientos diez y ocho hombres, entre ellos algunos
oficiales. Los imperialistas tuvieron veintidós muertos del 40.
regimiento del Escuadrón de la Piedad y de rurales de Ario. El
combate de la Palma se consideró como uno de los más
importantes que se habían dado desde hacía algunos meses en el
estado de Michoacán~'l
Ya entrada la noche, cuando el acre olor de la pólvora se había
disipado, perforando el manto que cubría el campo de la muerte,
aparecieron por diversos rumbos del llano de Epejo, como rojas
luciérnagas que se movían por diversas direcci nes. a torchas de
algunos vecinos de la cercana villa que venían e busca de rmas u
otros úbjetos de valor que ambos contendientes hubiesen dejado
abandonados.
El ulular del viento helado que descendía de a cercana selva los
dolorosos ayes de los agonizantes, orquestaron una macabra sinfonía
de la que se escuchó, como nota doliente. el llanto de un iño al
que, después de afanosa búsqueda, encontraron tras una cerca
doble, al lado del cadáver de un oficial republicano. quel niño de

1 Historia de M ico omo xvnr pág. 45


59
semejante a la de la gente del norte de España llegó a aceptarse la
posibilidad de que fuese hijo del general Régules o de alguno de sus
familiares cercanos. En la actualidad vive aún en esta población, una
hija de don Jesús, llamada Glafira Maciel de Guerrero cuyos nietos
conservan aún las características fisonómicas y el color de la piel de
don Jesús.

60
Postrimerías del si IX

Las tres últimas décadas del siglo XIX transcurrieron en ambiente


de paz social, imperando en ellas un espíritu de fraternidad entre
todos los vecinos de la población, que contaba entonces con número
aproximado a los 3,000 habitantes, sin que tuviera lugar ningún
acontecimiento digno de ser mencionado.
Como consecuencia de la ampliación de las tierras de cultivo y el
ánimo de laboriosidad de sus vecinos, e notorio el aumento de la
población con familias procedentes de otras regiones, contándose
entre ellas la familia de don Esteban García originaria de Arandas,
Jalisco; la familia de don José Dolores Maciel' de don Luis Govea:
varias familias de apellido Tapia, entre las que figuraba la familia de
don Juan.
Por este mismo tiempo llegó al lugar don Rodrigo Galván, originario
de un pueblo del estado de Guanajuato. quien contrajo matrimonio
con la señora doña Leonor Sevilla padres del señor presbítero don
Procopio Galván, uno de los párrocos más queridos e la población,
a cuya iniciativa y dirección se edificaron as dos torres y la fachada
del templo parroquial del lugar. con dinero aportado por doña Rita
Tapia, viuda de don Ignacio Robles.
En el año de 1862, Jlegó a Tangancícuaro el señor ura Peña quien
fue el primer párroco propietario de la parroquia del lugar. entre los
familiares de este sacerdote, vino acompañándolo su hermana María
Trinidad. quien contrajo matrimonio con don Miguel de SeviJla y a

61
También se asentaron: la familia de don Rafael Magaña Bravo,
originario de Tlazazalca; las de los señores Pedro y Ramón Marín
procedentes de la hacienda de San Simón, municipio de Zamora' la
de don Catarino Chávez; la familia Alfaro que fue dueña de
terreno de Cupátziro, desde el Portón hasta el Camino Real que
limitaba por el sur a la población.

62
Cons'rucdón ongmal de la parroquia de/lugar
T cmgondcuaro en los albores del siglo XX
Llegada del siglo

Al aparecer por el levante el siglo XX, miró extasiado las bellezas


del orbe, envuelto en un manto de paz octaviana y una amable
sonrisa iluminó su rostro; portaba entre sus manos un paquete que
el viejo titán eronos, le encomendó entregar como muestra de
afecto a los habitantes de la tierra y el cual ca tenia una amplia gama
de fórmulas mágicas para prevenir y curar los males que aún
aquejan al hombre; la eficiencia, saber y sensibilidad ara
alcanzar los niveles más altos en todas las expresion del arte;
reglamentar y regir la conducta de todos los pueblos, creando
formas más perfectas de convivencia humana; convertir en realidad
y aún superar las más audaces concepciones de la fantasía de Julio
Verne. Mas, casi al terminar de extraer el mosaico de benéficos
dones, con pesar, se dio cuenta que entre ellos se encontraba una
caja similar a la que Júpiter encomendó a Pandora obsequiar a
Prometeo 1, como regalo de bodas. Al mirar este objeto maléfico,
un gesto de amargura ensombreció su rostro aconsejando a los
habitantes del planeta no permitir que alguien cometiera, alguna vez,
el error de abrirla. No contento con esta advertencia y temeroso de.
que alguien tuviese la imprudencia de abrirla, la escondió en un
lugar del centro del continente europeo.

: Según el relillo de la mitologí¡l griega. caja que éste 110 ace 16 por desc~ fianza. no asl su hermano
Apimeteo quien por eunosidad la abrió mirando co asombro como 53 on de el . exparciéru:lose por
1 la tierra. toda clase de infortunios. y al pretendeT cerrarla quedó sólo en ella esperanza.

65
Tangancícuaro al resentar e
el siglo X

Los albores del presente siglo, justamente llamado de las luces,


vieron na er y morir la efímera etapa dorada de la historia de la
llamada ya entonces. Villa de Tangancícuaro con una población de
más de tres mil habita tes dentro de la misma área urbana que
ocupó desde su fundación enmarcada por los ríos de la Mala H ra.
hoy Rubén C. avarro, por el lado oriente· or lado norte, el cauce
del río del Santuario; por el ur, por las aguas del río Cupátziro.
desde el Puente Verde hasta el puente del Pescador; y por el poniente,
por las aguas del mismo manantial que partiendo del primero de los
puentes mencionados, desembocaba en el río del Santuario.
Las familias criollas de origen español urbanizaron lo que hoy
denominamos el Barrio Alto·, y las de origen Vasco. con un
reducido número de mestizos. como ya se ha dicho, vivían en e
sector urbanizado del lado norte de la población. Por esta época ya
convivían animados por un espíritu de igualdad, criollos y nativos.
La comunidad tangancicuarense no escapó de las consecuencias
que provocó en el mundo entero la desintegración de la segunda
caja similar a la de Pandora que consigo traía el siglo XX.

1 El Barrio Al o comprende el área de la poh'aCl6n situada entre la ca e hov llamada S3lazar y la de


Guerrero.

67
obligada a abando ar el lugar, quedando desierto desde mediados
de 191 .
Los vecino del lugar al saber q e había muerto Inés Chávez en Peribán
había sido Ilevádo a la cercana población de Purépero,
donde fue epositado en la misma fosa y bajo el cadáver del señor
cura Nares, cuyo cuerpo había sido sepultado el día anterior,
iniciaron el retorno a sus hogares abandonados,
reinicián'dose sí le tamente, su vida normal.
No podemos pasar po alto el acontecimiento de mayor
trascendenc'a verificado en la comunidad en el presente siglo, por
haber constituido el principal factor del cambio de la región. Como
se desprende de la exposición hecha en capítulos anteriores, la Villa
de Tangancícuaro estaba materialmente rodeada por el latifundio de
Canindo y las hacie das de La Guarucha, Tierras Blancas,
Camécuaro y Junguarán; quedando en poder de algunos pocos
vecinos del lugar sólo pequeñas fracciones de tierra de temporal
dando este hecho como resultado que el producto de as cosechas
que periódicamente se evantaban en la región era trasladado a la
ciudad de Zamora, queda do tan s6lo en el lugar unas pocas
fanega de maíz y una mínima cantidad de trigo que los
pepenadores recogían durante la cosecha.
Este fenómeno dio luga' a que en el año de 1925 bajo el gobierno
del general Enrique Ramírez, se obtuviera la dotación de tierras a
los vecinos del lugar gestionada por los señores Epifanio Magaña,
Miguel Sámano Márquez, Socorro Vaca, Benjamín Montañez cuya
consecuencia fue que las tres cuartas partes de los productos
agrícolas de la región beneficiaran a las dos terceras par es de sus
habitantes.

68
Farmacia Española y cosa, propiedad de don José d Rojas Venegas
Grupo ck oficiales del movimienTo revolucionario. Ubicado en el número 13 don Enrique Magaña Magaña
Tangancicuarenses conviviendo en Junguarán
Farr.ílias de/lugar en la Hac1erda de Junguarán
Don Dav °d Marin con un grupo de amtgD5
Trooiciona/ desfile porrio en Tangandcuaro
Cult

En la primera década del siglo, Tangancícuaro se caracterizó por el


alto grado de cultura de la mayor parte de la sociedad. Funcionaban
en esta época dos escuelas oficiales: una para niñas y otra para
varones; una escuela parroquial dirigida por el padre Murillo con la
colaboración de otros sacerdotes; una escuela particular para
señoritas, dirigida por la maestra Susana Padilla, de feliz memoria.
auxiliada por las maestras Josefa Vallejo y Virginia Padilla.
El más fuerte impulsor de la educación y la cultura popular fue el
señor don Luis Quiroz Robledo, dueño de la hacienda de la Palma
quien fue un verdadero mecenas. organizando y sosteniendo de su
propio peculio, una banda de música y un grupo orquestal;
integradas ambas agrupaciones por verdaderos conocedores del arte
musical entre los que figuraban Alfonso Murguía, tío el inspirado poeta
Rubén Claudio Navarro; Isaac Madrigal, Fidencio Delgado Carlos y
Enrique Chávez, más un grupo numeroso de verdaderos artistas en
el arte musical, cuyos nombres lamento no recordar. rganiza a
además, cuadros teatrales que llevaban a la escena obras de
connotados dramaturgos.
Las veladas literario-musicales organizadas por él mismo se
caracterizaban tanto por la selección y declamación de poemas de
autores españoles como mexicanos así como por la alta calidad de
la música que se ejecutaba, contándose entre otras, algunas obras de
distinguidos compositores tanto nacionales como extranjeros, ntre
los que figuraban las más populares de: Juan Bautista madeus
79
nixtamal movido por fuerza motriz; la primera máquina tortilladora
propiedad del señor cura Vicente Gómez' se instal6la primer
planta de luz idroeléctrica por el señor Leandro Maciel en el lugar
donde esta ubicado el MoJinito que fuera propiedad años después,
de doña Elena Marín; se proyectaron en la plaza de gallos las
primeras 'vistas en movimientd'. Se dio principio a la construcción
de las torres de la nueva parroquia con fondos proporcionados por
la señora Rita Tapia viuda de Robles; se conocieron también los
primero aparatos fonográficos.
Por el año de 1908 llegó a Tangancícuaro como director de la
escuel oficial de niños, el maestro Jesús Romero Flores, quie con
su Juventud y elevada cultura fue el más valioso continuador de don
Luis Quiroz Robledo en su meritoria labor cuLtural en favor de la
comunidad.
A pesar de que la sociedad del poblado la formaba en su totalidad la
clase edia. la mayor parte de los varones usaba trajes de casimir y
las da as se caracterizaban por la elegancia en su vestimenta.
Este momento inolvidable. cuyo recuerdo provoca nostalgia en los
abitan es que aún subsisten, tuvo su fin dos años después del inicio
de a revoluci ' n política de 1910. o debemos pasar por alto el
hecho histórico que u 'o lugar el 11 de mayo de 1910, fecha en que
un grupo numeroso de vecinos se levantó en armas en favor del
movimiento armado del pais en el que tomaban parte, acaudillados
por el señor Jesús García el profesor Jesús Romero Flores, David
arí Quiroz, Pablo Tortoriello Juan Nepomuceno Silva, Alfonso
" aldés y gran número de per onas que sería d fícil enumerar
Com e nsecuencia el fenómeno social que afect6 a todo el país
n gran número de persona emigraron a ditere tes lugares,
temerosas de que, después del triunfo de don Francisco . Madero,
omo Pre idente e la República y recordando las consecuencias de
80
En el año de 1912, llegaron a incorporarse a la sociedad de
Tangancícuaro los últimos emigrantes de origen peninsular don
Juan y don José de Rojas Venegas, procedentes de La Habana y
originarios de la Villa de Algar, provincia de Cádiz siendo el segundo
abuelo de don Carlos Magaña Rojas.
En este mismo año, provinientes de la cercana población de
Tlazazalca, llegaron al lugar Enrique y Agustín Magaña, quienes
adquirieron por compra, a don Luis Quiroz Robledo la hacienda de
la Palma siendo el primero de éstos padre de don Carlos Magaña
Magaña.
Para desgracia de la humanidad catorce años después, el profundo
impacto que conmovió a Europa por el asesinato del archiduque
Francisco Fernando, resunto heredero de la Corona Imp€r1al de
Austria por un patriota servio, el día 2 del mes de julio de 1914.
rompió la caja maléfica de donde salieron como en a primera caja
de Pandora todas las desventuras, que hasta la fecha afligen a la
humanidad.
Se sucedieron una serie de calamidades interrumpidas por breves
intervalos: la iniciación de la primera conflagración mundial (1914­
1918 , la Guerra Española (1936-1939 , la Segunda Guerra
Mundial (1939-1942) a la que puso fin, por desgracia para la
humanidad, el funesto tratado de Valta que reformó la geografía
política de Europa. hecho que se constituyó en la causa de
posteriores divergencias entre aliados vencedores y fuente del
terrorismo que aflige a la humanidad y la amenaza con su total
exterminio.

81
Hijo notables

Tangancícuaro ha tenido hijos notables como los que enseguida


anotamos, según el orden e analógico en que les tocó actuar a su
paso por la vida y que considero se deben conocer y recordar, ya
que entregaron al servicio de la comunidad lo mejor de su existencia,
en los distintos campos en que actuaron.
Ilustrísimo señor obispo don ANGEL MARIA O MORALES (1777­
1843) restaurador del seminario de Morelia y obispo de Sonora y
Oaxaca.
El poeta RAFAEL PAZ ROMERO (l8 - 1875) Y su hermano el señor
cura don Ramón, párroco de Uruapán. orador sagrado (1853· 1911).
AGAPITO A VELAR (1830-1900): humanista y ibliófilo canónigo de la
Catedral de León
Doctor PASCUAL TORTORIELLO, primer médico egresado de la
Facultad de Medicina de la ciudad de Morelia.

SANTIAGO MORENO, maestro de carpintería con amplios

conocimientos en topografía quien instaló la primera red de agua

potable que hubo en la población, a fine-s del siglo pasado.

PRIMITIVA QUIROZ DE ECHEVERRJETA , inspirada poeta de


, elevada cultura literaria.
Presbítero PROCOPIO GAL VAN SEVILLA el párroco más
querido de la población por su excelsa calidad humana, bajo cuya
actuación se edificaron las dos torres y la fachada de la parroquia
del lugar.
83
RUBEN C. NAVARRO inspirado poeta cuya obra literaria rebasó
las fronteras de nuestro país.
RAMON SILVA ALVAREZ, filántropo que consagró su vida al alivio
de los desamparados, sin haberse desvinculado de su pueblo natal
aún cuando radicó la mayor parte de su vida en la ciudad de
México.
JESUS ROMERO FLORES maestro de generaciones de notables
personajes destacados en la política la educación y las letras. Miembro
del grupo de constituyentes que diera forma a la Constitución de 1917 y
d los cuales. a la fecha es el único que sobrevive.
RA ON VERA PRADO a cuya visión del momento histórico que
vivió el país en la tercera década de este siglo, al tino y prudencia
con que condujo la vida política de la com nidad, se debe el haberse
evitado el derramamiento de sangre, al realizarse la reforma agraria en el
lugar.
JESUS ZAMORA ENRIQUEZ, ecino ejemplar de nuestra
comunidad por su virtud cívica honradez y rectitud como autoridad
municipal, y su valor personal en los momentos difíciles en que le
tocó actuar.
CARLOS MAGAÑA ROJAS. quien por sus facultades
administrativas su rectitud y perseverancia en el trabajo, escaló
como empleado del Banco de Zamora hasta la dirección general de
la misma Institución. hoy Banca Promex, S.N.e.
Doctor HECTOR ACEVEDO MARIN, quien se distingue por su
.caballerosidad. su infatígable labor en pro de la cultura y el progreso
material de la comunidad. intensificada desde la fecha en que
asumió el poder como primera autoridad del municipio.

84
Visión gráfica d
Tangancícuaro, Mic o cá

85
Calle lndependenclO
Portal Venustiano Carranza
Casa del poeta Rubén C. NOlKlrro
Inr('Tior de una caso ipica
Otro casa del h"gar
Muestra de la uMendo moderna e11 Tcmgoncícuaro. Michoocdn
Actuol Presidencia Municipal
Escuelo Morelo en sus orígenes fundada por fDs señoras Launta Cháue2. esposa del autor de
es/e libro y doña Ana Maria Rojos de Magaña. madre de don Carlos Magaña R
HOCe/Imperial
B Molino Au o a
!ntenor del Mercado Municipal
El IIClngviS
Lo Marina Mercante
Empacadora de fruras El Celio
Lo nUeLlO pasreurizodoro de don Come/io Tapio
Central dí> Telecomvmcaci01les
Bibliogr fía

Archivo General de la Nación.

Archivo de la Iglesia Parroquial.

Crónicas de Michoacán, por la UNAM.

Historia de Michoacán por el Licenciado Eduardo Ruiz.

Historia de Zamora y Jacona, por el licenciado Arturo Rodríguez

Zetína.
Historia de Méjico, por Níceto de Zamacois.
Tradición familiar del autor de esta crónica.

115

In Ice

Presentación 1

Dedicatoria 3

Tres palabras previas 7

Apuntes para la historia de la Villa de Tangancícuaro 9

Epoca prehispánica 11

Auténtico origen del nombre de Tangancícuaro 19

bicación del primitivo pueblo de Tangancícuaro 21

Concentración de la comunidad indígena en el lugar donde hoy se

encuentra la illa de Tangancícuaro 23

Un caso que ejemplifica la astucia para despojar de sus tierras

a los naturales 25

La omunidad indígena de Tangancícuaro en peligro de

desaparecer 29

Los agustinos se van y queda fundada la primera parroquia del

lugar 35

Postrimerías del siglo XIX 61

Llegada del siglo XX 65

Semblanza de la Villa de Tangancícuaro a presentarse el siglo XX 67

Cultura 79

Hijos notables 83

Visión gráfica de Tangancícuaro. Michoacán 85

Bibliografía 115

Apuntes poro /0 historia de /0 Villa de


Tongoncicuoro de Martín Sámano Magaña.
se terminó de imprimir el día 30
de N o v i e ID b r e de 19 7 en los
Talleres FotoJitográficos de Impre-Jal. S.A .
¡colás Romero 518. Gl13dalajara. Jalisco.
La edición consta de 1000
ejemplares y en su composición se utilizaron
tipos Souvenir de 12.9 y 8 puntos. Con
fotografías de época del autor. de los
archiVOS familiares de Da. Carmen García de
Marín y de Dn. Carlos. agaña Magaña y
fotografías actuales del lugar lomadas por
Alfredo Aguirre Bauche. La edición es uvo al
cuidado de Marina Magaña

Ejemplar J o'

119
Don Martín Sómano Magaña nace Durante 30 años se de empeña
en la población de como funcionario de /a
Tangancícuaro. Mich.. el día 13 Secretaría de Educación PúblIca.
de diciembre de 1897. siendo in pector escolar en los
Realiza los estudios de primaria estados de Taba ca. Zacalecas y
en su ciudad natal. Michoacán y Dlrecor de 1
Posteriormente se traslada a Escuela Normal Rural de
Zamora para continuar on la Tacómba o Mich.
educación secundaria. Don Martín Sómano Magaña a
Al término de ésta cursa el los 90 años de edad pro 19ue en
bachillerato en el Colegio de So funcione de Cronista de la
Nicolás de Hidalgo en Morelia. Villa de Tangandcuaro
lnsti uta dependiente de la actividad que ha de e geñod la
Universidad Michoacana. familia Sámano por O
generaciorJe
Al egresar se inscribe en el año
de 1916 en fos estudios de
Normal. obteniendo así su tírulo
de maestro.
Como estudiante recibe cátedra
del Constituyente Jesús Romero
Flores tanto en la primaria como
el olegio de San Nicolá .

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