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Adelaida Nieto
Directora CERLALC
Octubre 2001
En América Latina hay muchos pueblos como Soledad, donde la música baila por las calles, la esperanza
brilla en los ojos de la pobreza y la magia de la gente le recuerda a uno que está vivo.
Estuvimos en Soledad hace unos meses para proponer un programa de lectura a una comunidad de
desplazados por la violencia, donde no había acceso a computadores y mucho menos a puntos de comercio
electrónico. Pero fue entonces cuando conocimos un programa que los habitantes llamaban: Entrega virtual
de mercados. Ante nuestra sorpresa una maestra de la escuela nos dijo muy emocionada: miren, en el
mercado virtual la entrega de la comida se hace en la plaza y lo que viene en la lista está ahí, la comida se baja
de los camiones, se pesa delante de todo el pueblo y si dicen que trajeron 50 kilos de fríjol, ahí están los 50 kilos
de fríjol. Mejor dicho, el mercado virtual es lo único real que tenemos”
Con esto quiero llamar la atención sobre como a veces el lenguaje nos crea fracciones mentales que no se
parecen a la vida. Si vamos a hablar de distribución comercial del libro en el entorno digital, no nos
referimos a nada diferente que a poner de manera efectiva unos productos en manos de sus consumidores.
El comercio digital requiere de la realidad de los mercados de Soledad, requiere del soporte real de un
producto, que en nuestro caso se llama libro, y cuya distribución en América Latina hoy por hoy, nos
plantea muchas preguntas en la búsqueda de una mayor efectividad.
En esta reflexión que hoy comparto con ustedes no pretendo formular tesis, ni mucho menos enunciar
verdades, pretendo que entre todos abramos ventanas que nos permitan ver con mayor claridad y así poder
tomar mejores decisiones. Antes de preguntarnos cuál es el futuro del libro, preguntémonos cuál es su
presente. Miremos como queremos que sea ese futuro y trabajemos conjuntamente para construirlo.
Ahora bien, el libro está inmerso en las llamadas industrias del entretenimiento, industrias culturales o
industrias de contenido, según quien se refiera a ellas. En este caso estamos hablando a los productos
industriales cobijados por el derecho de autor: televisión, cine, música, espectáculo y libro entre otros, los
cuales juegan un papel cada vez más preponderante en los mercados locales y globales. Según estudios de
UNESCO el comercio de bienes culturales se ha multiplicado por cinco entre 1980 y 1998.
Comercio mundial de bienes culturales 1980-19981
(en millones de dólares de Estados Unidos
Naturalmente, en el marco de las industrias de contenido el libro tiene sus particularidades de producción
y distribución. En el mapa de los mercados en el entorno global y local, resulta cada vez más valioso
analizar lo que sucede con las industrias vinculadas al derecho de autor, su comercialización y su impacto
en las economías, pues no es sólo una frase repetida muchas veces, sino una realidad: en el siglo XXI las
industrias culturales o de contenidos estarán pisando fuerte en definiciones económicas y socio-culturales
en el planeta. Dentro de ellas el libro está situado en un importante renglón, actúa como producto en sí
mismo y como insumo de otras industrias al ser matriz en producciones como el cine, la televisión, el
espectáculo y la música, bien como material de contenidos temáticos o como soporte en los casos de
partituras, guiones y textos dramatúrgicos.
1
Study on international Flows of Cultural Goods Between 1980-98. En: CORRAL, Milagros del. “Cultura, Comercio y Mundialización. s.c”:
UNESCO, 2000
2
Esta investigación se ha desarrollado con el apoyo del Ministerio de Cultura de Colombia y los Ministerios de Educación de Venezuela, Perú y
Chile. Para efecto de esta ponencia, nos referiremos en particular al capítulo de este estudio realizado por Sylvia Amaya y Mónica Borda sobre
distribución del libro.
3
Cámara Colombiana del Libro. 2001.
4
Cámara Venezolana del Libro. 2001.
Cuadro 1
Usuarios de Internet en América Latina5
5
MARTINEZ LONDOÑO, Sergio. Las perspectivas de Internet en Colombia. Bogotá: Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones, 2001. P 20.
Es cierto que la población Latinoamericana con acceso a Internet y en general a las nuevas tecnologías es una
minoría, pero también es cierto que cada vez más personas incrementan las listas de usuarios a una velocidad
impresionante, lo que sencillamente nos muestra que hay un cambio en las costumbres culturales y comerciales
que acercan a la población a sistemas como el comercio electrónico. Se dice que en la masificación de los
sistemas de comercio electrónico, jugará un papel relevante el desarrollo de los sistemas de comunicación
inalámbrica con capacidad de operar como los actuales computadores. En el año 2000, 64.5 millones de
latinoamericanos, cifra que representa el 13% de la población,6 estaban suscritos a servicios inalámbricos. En
algunos países del mundo ya se puede pagar una bebida, una cena, un libro desde un teléfono móvil. Estos
procesos de desarrollo tecnológico tendrán un importante efecto democratizador del acceso al conocimiento,
a la información y, en consecuencia, al libro en cualquiera de sus soportes.
Cuadro 2
Valor de comercio electrónico en América Latina en US$7
El comercio electrónico en América Latina, muestra un incremento del año 1997 al 2003 del 25.381%, 6
un crecimiento de 254 veces en 7 años. Según Fernando Esteves, Director de la Editorial Alfaguara de
6
Estimaciones de la firma Jupiter Research
7
MARTINEZ LONDOÑO, Sergio. Las perspectivas de Internet en Colombia. Bogotá: Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones,
2001.
Su distribución a través del comercio electrónico presenta otras ventajas como el control que representa
que: libro que sale de bodega es libro comprado y pagado. A nivel de los usuarios, evita el desplazamiento
para la compra y pone a mano del comprador los libros, independientemente de la zona geográfica donde
éstos se encuentren. En la actualidad, en algunos países que cuentan con un buen porcentaje de personas
que utilizan tarjetas de crédito, se hace necesario ajustar el sistema de transacciones para evitar la confirmación
telefónica. En ocasiones es más fácil comprar un libro embodegado en América Latina desde Miami que
desde uno de estos países, situación totalmente superada en Perú, Chile, México, Argentina y otros.
Esta modalidad de producción editorial es a la vez una forma de distribución. Ha tenido un interesante
escenario de lanzamiento y evolución, de manera especial en el contexto universitario, según la experiencia
que nos narra José Juncosa presidente de la Cámara del Libro Ecuatoriana. En algunos casos, las universidades
iniciaron programas de asistencia a profesores para que reprodujeran sus apuntes y materiales de enseñanza;
en otros, ofertaron sus servicios a autores independientes. Este tipo de editoriales en experiencias como la
ecuatoriana, articulan su trabajo con el sector académico, con ONG´s y con vertientes de movimientos de
la sociedad civil como ecologistas, feministas e indígenas, atendiendo así temas plurales destinados a públicos
diversos con ediciones de baja demanda, que satisfacen necesidades e intereses específicos, atienden eventos
de capacitación, simposios académicos, foros y mesas redondas e investigaciones sectoriales. Como afirma
Juncosa, estas editoriales son capaces de una altísima producción de títulos con relativo poco tiraje por
cada uno. El caso de Ecuador es capaz de producir entre 160 y 190 títulos al año.
Estas experiencias se producen de formas diversas. Por ejemplo en Bogotá existe una creada por profesores
de enseñanza media y en Buenos Aires una de estudiantes universitarios que conviven con otras de
organizaciones empresariales mucho más sólidas que cuentan con infraestructura tecnológica propia como
la editorial Abya Yala de Ecuador9 y Ediciones LOM de Chile, las cuales se han consolidado como editoriales
que juegan un importante papel en las áreas de ciencias sociales y literatura.
7
8
ESTEVES, Fernando.” El desarrollo tecnológico. Oportunidades y amenazas para el sector editorial. El caso argentino”. Conferencia presentada
en el Congreso Iberoamericano de Editores, en San José de Costa Rica. 2001.
9
La editorial es Abya Yala - www.abyayala.org - es dirigida por Juan Bottasso B. Inició en 1975 en la Amazonía ecuatoriana como editorial
indigenista y antropológica. Hoy cuenta con un catálogo de 1.270 títulos. Recibió el premio internacional Bartolomé de Las Casas conferido por
el gobierno español en 1991.
- El llamado libro electrónico, el cual es en realidad un contenedor de libros, con acceso directo a su
lectura y aún más, a una interacción más dinámica que el tradicional de subrayar o anotar al margen en
libros impresos. Este desarrollo resulta, como muchos otros, de la necesidad de aprovechar la tecnología
para disminuir los costos asociados con los espacios y con el transporte físico de contenidos. La tecnología
nos permite escuchar la música sin tener que transportar la orquesta o la vitrola, pues ahora basta con
contenedores tan pequeños como un reproductor de sonido personal para tener todo un concierto en el
bolsillo. El libro también ha ido encontrando contendores más fáciles de transportar. Aunque se trata
todavía de un producto en desarrollo, a medida que se complete su perfeccionamiento técnico se modificarán
las costumbres y se evidenciarán virtudes y ventajas en materia de costos de materias primas, bodegajes y
transporte. La industria del libro ha sido, es y seguirá siendo una industria de contenidos en permanente
transformación a la que John Perry Barlow11 se refiere de esta particular manera: “Mientras creíamos haber
estado en el negocio del vino, de repente nos damos cuenta que estábamos en el negocio del embotellado.”
Ahora bien, existe el libro digitalizado que se baja por Internet para ser leído en pantalla o impreso para
uso personal, esta forma de distribución es un mercado incipiente cuyas perspectivas están sujetas a las
transformaciones tecnológicas y de costumbres como se dijo anteriormente.
Buena parte del crecimiento del comercio electrónico se concentra en los segmentos de población de
edades más bajas. Si se tiene en cuenta que en el año 2000 el 59% de la población latinoamericana era
menor de 30 años, las posibilidades de este mercado son atractivas. En Argentina hoy día sólo el 16% de
las personas entre 50 y 65 años utiliza un PC, en tanto que el 71% de los jóvenes entre 13 y 19 años lo
hacen.12 El libro digital encuentra su mayor potencial de crecimiento en segmentos de mercado que les
han sido esquivos. He ahí un buen desafío, conquistar más jóvenes para la lectura.
10
JUNCOSA, José. Presidente Cámara del Libro de Ecuador.
11
NUNBERG, Geoffrey(comp.). El futuro del libro: Recopilación del Congreso celebrado en el Centro de Semiótica y Estudios Cognitivos de
la Universidad de San Marino dirigido por Humberto Eco.1994.
12
ESTEVES, Fernando. El Desarrollo Tecnológico, oportunidades y amenazas para el sector editorial.
13
ANONIMO. La Tragedia del Fin De Atahualpa: Traducción y adaptación de GARCIA, Santiago en Corre, Corre Carigueta. Bogotá: Teatro la
Candelaria, 1987.
14
Bis
BIBLIOGRAFÍA
1. JUNCOSA, José. Las Nuevas Tecnologías y la Industria Editorial
2. La Economía del Libro en el Espacio Europeo: Encuentro de Estrasburgo de sep del 2000
3. ECONOMIA Y CULTURA: Distribución Sylvia Amaya y Mónica
4. CORRAL, Milagros de; POUSSIN, George; GARZON, Alvaro y ALONSO, Guiomar. Cultura,
Comercio y Mundialización.
5. MARTINEZ LONDOÑO, Sergio. Las Perspectivas de Internet en Colombia. Bogotá: Cámara
Colombiana de Informática y Telecomunicaciones.
6.Librería Gandhi de México. El Futuro de la Librerías o las librerías del Futuro Ricardo Nudelman.
7.El mundo editorial colombiano en cifras 2000. Bogota: Cámara Colombiana del Libro, 2000.
8. NUNBERG, Geoffrey.(comp.) EL FUTURO DEL LIBRO: Recopilación del Congreso celebrado en el
Centro de Semiótica y Estudios Cognitivos de la Universidad de San Marino en 1994. (Centro que dirige
Umberto Eco)
12