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Autor.
RAUL GARCIA-DURAN LARA
Resumen:
Finalmente se propone una investigación empírica concreta, que tengo pendiente ya desde
hace 2 años, para corroborar todo lo expuesto y obtener pistas de cara a la reelaboración
conceptual.. Aquí de momento se señalan sólo las dificultades de los conceptos, no se
avanza en su nueva “versión”.
Deformaciones ideológicas
No soy un objeto o sea que no me pidáis ser objetivo, decía aunque no sé si exactamente
con estas mismas palabras W.Benjamin
1. El primero grave está en la misma definición de ciencia económica. Creo que los
principales problemas de ésta no son de método sino de objeto. Quizás la definición más
aceptada de ciencia económica sea la de Robbins: "la ciencia que estudia el
comportamiento humano en cuanto relación entre finalidades Y medios escasos
que tienen usos alternativos"
¿Se pueden aislar en este sentido los fenómenos económicos?. Solo a partir del supuesto
del "homo economicus” que nos proporciona información sobre determinados aspectos
pero nos esconde muchos otros. Primero Marx (necesidad de incluir también los aspectos
socio-políticos) y hoy la Ecología Social (necesidad de incluir también la producción de
recursos por la naturaleza y las leyes de la termodinámica) lo han mostrado
suficientemente.
¿De dónde sale el planteamiento del homo economicus y de Robbins?. De la ideología del
capital que no es otra cosa que la rentabilidad y la consideración de la racionalidad
económica como única racionalidad social. Si el planteamiento es recursos escasos y
necesidades ilimitadas entonces lo único racional es tratar de sacar el máximo
rendimiento de esos recursos: buen planteamiento para el crecimiento económico para la
búsqueda del beneficio, pero que olvida que pueden haber otras racionalidades: la lúdica
(menos trabajo por ejemplo), la ética (libertad, igualdad y fraternidad por encima del
rendimiento económico) la ecológica (sostenibilidad por encima de rentabilidad). El capital
es la conversión de la racionalidad económica en racionalidad social y es esto lo que se
refleja en la ciencia económica que es la encargada a través de una reducción concreta de
su objeto de estudio de esta reducción general.
Quizás valdría la pena insistir, pero afortunadamente la ecología social está cogiendo la
suficiente fuerza aunque minoritaria como para que ello sea necesario. Me limitaré‚ pues
a un consejo para superar esta primera deformación: la suscripción a la revista Ecología
Política.
No quiero negar con esto la existencia de las leyes del mercado (son meras leyes lógicas).
Lo que quiero decir es que están totalmente dominadas, controladas, utilizadas. Hoy el
mercado es el feudo de las grandes redes de empresas multinacionales que planifican su
actividad mucho más que los Estados. No estamos ya en un sistema económico de
mercado sino en lo que yo llamo un sistema de "jerarquización de decisiones". Las
decisiones de qué, cómo y para quién se produce se toman por una jerarquía de poder, con
la planificación de las grandes multinacionales en la cúspide, seguida por la planificación
de los Estados de los países ricos, después por la de las grandes empresas nacionales,
después la de los Estados de la periferia...sin llegar desde luego nunca a la "soberanía
del consumidor"...
3. El desempleo creciente ha puesto de moda el "derecho al trabajo". Falacia. Como ha
demostrado el pensamiento impulsor del derecho a la Renta Básica, mientras el ingreso
esté ligado al salario, a la venta de la propia fuerza de trabajo, el trabajo no es un derecho
sino una obligación. El derecho implica la posibilidad de no usarlo. Sólo cuando se
tienen cubiertas las necesidades mínimas se tiene derecho al trabajo. No es lo mismo
derecho al trabajo que necesidad de un puesto de trabajo. Sería bueno que tanto los
análisis del mercado de trabajo como los propios sindicatos lo tuvieran en cuenta.
Hay por otra parte muchas formas de trabajo distintas del trabajo asalariado: trabajo
doméstico, autosubsistencia, trabajo voluntario, sector informal, trabajo social. Pese a que
la ciencia económica cuando habla de trabajo se refiere solo al asalariado como forma
ideológica de imponer su aceptación el último informe sobre desarrollo humano del Banco
Mundial reconoce que el trabajo asalariado produce sólo el 25% de la riqueza mundial
siendo los otros tipos de trabajo señalados los que producen el 75% restante.
1. Empezaré‚ por una reflexión no mía sino de J.Echevarría (1994), que pese a su
importancia ha pasado sin la suficiente repercusión. Hoy producimos consumiendo. El
ejemplo totalmente claro que propone Echevarría es la televisión. Cualquiera de nosotros
piensa que cuando vemos televisión estamos consumiendo un servicio de ocio (desde
luego no de comunicación ni de formación), pero sin embargo estamos al mismo tiempo
produciendo. Un producto muy caro Es de este producto de lo que depende la
programación televisiva, no de nuestro consumo, casi gratuito. Es la venta de ese producto
por la empresas televisivas (públicas o privadas) lo que las financia. Este producto es en
términos de Echevarría el "telesegundo de contemplación de televisión". Gracias a este
producto, producido por los televidentes y vendido por las emisoras de televisión,
funciona en gran parte hoy la economía de muchas otras empresas...
A reflexionar, pensando para ello la cuantía de millones que produce hoy el mercado de
telesegundos.
2. Pero vayamos ya a mi tema central, lo que ocurre con el salario y el beneficio tras las
enormes transformaciones que ha tenido el capitalismo. Partiré de tres, básicas, que
simplemente resumiré. Para mayor profundización veánse, entre otros y respectivamente,
Bettelheim (1976) y Balibar (1969), García -Durán (1999) y Coriat (1993):
a) El desarrollo de la gran empresa ya desde las iniciales sociedades anónimas ha ido
significando la progresiva descomposición de la propiedad, la cual ha quedado compuesta
por tres relaciones tal como señalan los citados Bettelheim Y Balibar en sus análisis de
la sociedad soviética, donde esa descomposición fue más clara dada la derrota de la
burguesía.:
-Propiedad jurídica: quien es el propietario legal, en la sociedad anónima los dueños de las
acciones.
-Propiedad real, según Balibar, o propiedad económica, según Bettelheim: los que
tienen suficientemente poder económico como para influir en la marcha de la empresa, en
la sociedad anónima los que tienen un buen número de acciones (como mínimo el 10% y
más estrictamente, el 25%).
-Posesión (Bettelheim) o apropiación real (Balibar): los que por su función en la empresa
deciden la acción cotidiana de ésta. Sin ser, sin embargo forzosamente propietarios.
Veamos los efectos de estos tres cambios en nuestro objeto de estudio como ampliación,
más teórica que empírica, en contra de lo que allí proponía, de mi ponencia en las
Jornadas de Economía Crítica de Málaga (1997).
La dinámica actual los efectos del nuevo sistema tecnológico lleva a la polarización
de estos mercados ampliando su diferencia, con:
- gran desarrollo cuantitativo del mercado secundario, con un paro estructural cuya
solución se ve menos que probable y el empeoramiento claro de las condiciones de
trabajo: mayores ritmos, descualificación, trabajo temporal (se ha llegado a contratos de
tan solo 1 hora y la degradación de las condiciones de vida (4º mundo, marginados etc...) .
Piore resalta como la formación de este mercado se basa en razones sociales no
estrictamente económicas, en USA, la raza, el sexo y la edad. Tendríamos que completar
estos factores con la emigración (expresión no americana de la raza) y la cualificación
profesional (básicamente hoy la adaptación a la nuevas tecnologías)
"Apropiarse de los frutos del trabajo de otro es lo mismo que decir que una persona
consume más de lo que produce Si los ingresos de una persona que posee bienes de
cualificación equivalen a su "producto marginal" como gustan decir los economistas
neoclásicos ¿cómo podemos decir que consume una cantidad "mayor” que su propia
contribución?.¿Mediante qué mecanismo se está apropiando de los frutos del trabajo de
otro?.
Es muy fácil contestar a esta pregunta cuando la explotación por bienes de cualificación
se base en credenciales que tienen el efecto de restringir la oferta de cualificaciones.(...)
Donde existen credenciales los empleadores ofrecen a los propietarios de la credencial un
salario superior a los costes de producción de la cualificación. (Cuando no existe un
proceso de adjudicación de credenciales, otros trabajadores adquirirán las cualificaciones
si los salarios estuvieran por encima de los costes de producción de las mismas bajando
así en último término los salarios al nivel de esos costes). El resultado es que el precio de
las mercancías producidas con esa cualificaciones es más alto del que sería en ausencia de
credenciales. Efectivamente podemos decir que aunque al poseedor de una credencial se
le paga un salario equivalente al precio de su producto marginal ese precio es superior al
"valor” del producto marginal (o lo que es lo mismo superior al precio del producto
marginal en ausencia de credenciales). Esa diferencia constituye la transferencia
explotadora que se apropia el poseedor de una credencial Es por esto por los que el
poseedores de credenciales tiene interés en mantener los diferenciales de cualificación en
cuanto tales, en mantener las restricciones en la adquisición de credenciales" (Olin
Wright 1994).
Es evidente que los puestos directivos implican hoy, de forma creciente, "credenciales”
(títulos académicos y relaciones personales), incluso para los hijos de los grandes
capitalistas. Olin Wright nos puede hablar así de "Explotación de Organización". Los
directivos se apropian de parte del excedente creado por el conjunto del trabajador
colectivo al ingresar más de lo que ellos particularmente producen de forma que su salario
es también beneficio (beneficio monopolista).
Hasta ahora hemos hablado tan solo del salario estrictamente monetario cuando es bien
sabido que buena parte de la retribución del personal directivo del autosalario es la
retribución indirecta en parte en acciones (títulos de propiedad de la misma empresa
y de otras) y en parte en uso personal de los bienes de la empresa. Para ponerlo
en lenguaje literario, siempre más agradable que las cifras, veamos como se expresa el
gerente de una empresa inmobiliaria en una novela nada alejada de la vida real (Sitbon
1976):
"Yo disponía del dinero de la sociedad que era pues el mío. ¿Invitaba a 20 personas a
comer en mi casa para el cumpleaños de Verónica?. Comida de negocios Me iba de
vacaciones con Verónica y Patrick?. Viaje de estudios.¿Mi criada?. Personal de la sociedad.
¿Los regalos a los amigos?. Gratificaciones. ¿Mis coches?. Inversiones en equipo. ¿Mi
espléndida casa de campo?. Un centro destinado a albergar seminarios de reflexión sobre
la industria de la construcción (...). Yo me fijaba un salario no demasiado elevado para
que pudiera ser aceptado fácilmente y gastaba 10 veces más que mis rentas
declaradas(...). Nunca he gastado tanto dinero y pagado menos impuestos que cuando era
jefe de la empresa”.
Por "beneficio” entendemos tres cosas distintas según el enfoque analítico de que
partamos. Una primera concepción innegable, común, básicamente contable, lo define
como la diferencia ingresos-costes pero el problema surge al tratar de explicar esta
diferencia.
Tampoco los otros dos conceptos son suficientes, no estando adaptados a los cambios
antes citados:
b) El capital monetario es cada vez más exterior a la empresa, un recurso productivo que se
compra igual que el trabajo, la materia prima, las máquinas. Desde luego en cuanto al
crédito bancario, pero también cuanto a la mayoría de accionistas (ya sin propiedad real ni
posesión, meros prestamistas de forma que su retribución es también (como el salario
managerial al mismo tiempo beneficio (de quien los ha proporcionado) y coste para la
empresa. (García -Durán 1997).
c) Como el ingreso se obtiene ya más del poder monopolista y de las ventajas tecnológicas
que no del juego del mercado, ese ingreso ha de ir destinado en buena parte al
crecimiento tecnológico y de poder de la empresa y para ello ha de ser invertido antes de
ser distribuido desarrollo de la autofinanciación. El mismo capital ha mostrado infinidad
de veces su preferencia por la autofinanciación por encima del reparto de dividendos (pese
a que para dejar de ser un ingreso monetario inmediato y los managers están desde luego
interesados en ella pues se apropian, como ingreso real, recordemos nuestra novela, de
parte de esa autofinanciación. La autofinanciación es también a la vez beneficio (aunque
no distribuido) y coste. Tenemos, pues. en definitiva, que son al mismo tiempo coste y
beneficio: el salario managerial, la retribución al capital monetario y la autofinanciación.
¿No habría que aclarar todos estos conceptos?...
-En cuanto al salario managerial los aumentos son claros, aunque es difícil hacer series,
pues los datos existentes obedecen a estudios concretos de diferentes autores con la
consideración de distintos cargos Con todo si hacemos los autosalarios de 1987=100
tenemos que en 1996 son: de un director general 203.8¸ de un director de recursos
humanos 249.0, de un director de producción 205,3.
-La diferencia entre el salario Y el autosalario es clara. Los ingresos para 1996 son
respectivamente (en millones de ptas): Director General 21.0 / director de división 15,0
/ director financiero administrativo 12,5 / director comercial 12,5 / director de recursos
humanos 12,1 / director de producción 12,1 / director de calidad 9,2 / MEDIA
EMPLEADOS 1,7 / MEDIA OBREROS 1,1.
Insisto en que a continuar Y ahora de verdad de forma empírica Como ya he dicho esta
ponencia no es solo imperfecta sino también provisional...
Raúl García-Durán
BIBLIOGRAFIA CITADA
- Anisi D. (1980): Trabajar con red. Alianza