Principios de ingeniería para las mentes jóvenes.

Eugenio Jacobo Hernández Valdelamar.

jack_hv@yahoo.com

Noviembre, 2007

Artículo bajo licencia Creative Commons

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Resumen

En este artículo se presentan algunas reflexiones tendientes a promover la

adopción de algunas competencias usadas en ingeniería, en la formación de
los niveles educativos previos al superior.

Palabras clave: ingeniería, matemáticas.

Introducción

El principio básico de la ingeniería es hacer que las ideas se vuelvan realidad, y

para ello se aplica el conocimiento científico para diseñar y desarrollar
soluciones tecnológicas a necesidades sociales, industriales o económicas.

Para ello, el ingeniero debe identificar y comprender los obstáculos más

importantes para deducir cuáles son las mejores soluciones para afrontar las
limitaciones encontradas cuando se tiene que producir y utilizar un objeto o
sistema.

Actualmente nuestros ingenieros se forman en el nivel superior del sistema

educativo.

Previamente los aspirantes cursan 6 años de primaria, 3 de secundaria, 3 de

preparatoria. En muchos casos 12 años dedicados a la memorización de datos
y esparcimiento social; en pocos, 3, tal vez 6 años de una formación que les
permite ser productivos y ayudar con el sustento del hogar.

Así pasan 12 años donde es posible que el sistema eche a perder la

creatividad y otros talentos naturales en algunos individuos; 12 años donde

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según las estadísticas hay altos índices de deserción y pocos, muy pocos,
llegan a cursar estudios de nivel superior (esto resalta en las comparativas con
otros países).

Hay que pasar por todo esto para encontrarse con una profesión que fomenta
la investigación, el diseño y construcción de soluciones, que permite inventar y
producir.

Tal vez sea el momento de compartir este modus vivendi con las mentes
jóvenes, y no solo a nivel informativo, sino como parte de su formación.

Por estas razones, la propuesta de este trabajo es llevar lo mejor de la

ingeniería a los niveles educativos básicos. Para ello, la pregunta básica es
¿qué es lo básico que un ingeniero hace?

Comunicación de ideas.

Comunicarnos es una necesidad. Y para ello en casa aprendemos la lengua

materna, en la escuela se dogmatiza la gramática y por un cargo extra
podemos aspirar a una ración extra de alguna lengua extranjera. Idiomas: la
llave del mundo; si se sabe donde esta la cerradura.

Pero para que sirvan de algo nuestras habilidades y conocimientos lingüísticos,

hay que ejercitarlos. La parte oral pareciese la más desarrollada aunque no con
la propiedad debida. Pero cuando se habla de lectura, de nuevo los nubarrones
estadísticos nos abruman acusándonos de no leer suficiente, o por lo menos
tanto como en otros países. No importa qué, pero hay que leer. En serio ¿no
importa?

Sin embargo, somos buenos para estar al tanto de datos. Buscar información
es una competencia esencial, y eso no necesariamente requiere leer todo un
libro. Sin embargo, el riesgo esta en el exceso de acumulación y en la falta de
interpretación.

Con respecto a la escritura… creo que aquí no hay estadísticas (por

desgracia). Reza el dicho que en la vida hay que tener un hijo, plantar un árbol
y escribir y un libro.

Cuantos han siquiera escrito una carta, oficio, cuento, ensayo y no hablemos
de tesis, por que los que hemos afrontado y superado el reto me parece que
seguimos siendo pocos; claro, siempre es más cómodo hacer un examen, si
para eso nos han programado durante 12 años.

Pero falta por tomar en cuenta algo. Muchos libros no solo tienen texto, sino
también números y símbolos, y si no sabemos como interpretar esos
garabatos, entonces de poco sirve el conocimiento.

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Así que hay otro idioma que hay que aprende y dominar: el idioma universal de
las matemáticas. No importa donde estés, ni que idioma hables, ni a que te
dediques, las matemáticas están a nuestro alrededor.

Saber y usar las matemáticas tiene varias ventajas:

• Te hacen más inteligente, pues tu cerebro se ejercita.

• Hacen que ganes más dinero, pues si estás mejor preparado la paga es
mejor.
• Evitan que pierdas dinero, evitando que algún vival extrovertido se
quiera aprovechar invitándote a un negocio infalible o vendiéndote
talismanes.
• Te permiten comunicarte y competir en un mundo global.
• Te permiten adaptarte a un mundo en constante cambio, pues la
tecnología y las formas de hacer las cosas cambian constantemente
nuestra forma de vivir y trabajar. Las matemáticas permiten aprender
cómo y por que funcionan las cosas, así que adaptarte a lo nuevo es
más sencillo.
• Son creativas, pues al combinar las matemáticas con otros
conocimientos puedes aportar alguna idea nueva.

La ciencia necesita ante todo rigor, y restringe el uso de determinados términos

y expresiones a un significado preciso y determinado. El lenguaje científico
tienda hacia la codificación, formalizando palabras y expresiones con un
preciso significado en un contexto determinado, dando por supuesto que es el
lector el que tiene que estar a ese nivel de la interpretación para producir la
posible comunicación.

Vale la pena, como en el caso de los idiomas preguntarnos ¿qué tan bien
hablamos, leemos y escribimos con las matemáticas?

Aquí el reto es usar de manera tan fluida las matemáticas de tal manera que
nos permitieran:

• Describir: se construyen representaciones de cosas, eventos o los

estados de cosas, al modo en que podría hacerlo una grabadora o una
cámara fotográfica.
• Explicar: se proponen ciertos hechos como condiciones o antecedentes
de otros hechos. Es el tipo de texto que se orienta bajo un esquema del
tipo “x porque y”.
• Comparar o establecer analogías: es una cierta manera de describir y
explicar, pero acudiendo a estructuras que resultan paralelas con la
estructura que se pretende describir o explicar.
• Ejemplificar: dada una estructura general, se identifican muestras,
ocurrencias o casos particulares que pertenecen a la estructura general.
Estas muestras pueden ser reales o ideales. La función de la
ejemplificación es la de facilitar la comprensión de la información. Esta
función está también al servicio de las funciones de describir y explicar.

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 • Definir: dado un término cualquiera, aparentemente desconocido, se
establece una relación de sinonimia con una expresión o un término
equivalentes, aparentemente conocidos.
• Clasificar: es una función puesta al servicio de las descripciones y
consiste en agrupar los elementos en referencia bajo clases o conjuntos,
siempre mediante algún criterio de agrupación.
• Normar: se trata de estructuras en que se definen pasos a seguir para el
logro de un cierto objetivo. Es la función típica de los manuales,
instructivos, de los reglamentos y de las secciones metodológicas de las
investigaciones.

¿Acaso a nuestros jóvenes se les inculca que las matemáticas sirven para esto
o seguimos en la ruta de la aversión?

Herramientas para crear y transformar.

¿Qué producimos durante esos 12 años de educación básica, secundaria y

media superior? Algo debe haber. Un dibujo, un trabajo de investigación
documental, una maqueta, una canción.

Los humanos somos buenos haciendo e inventando. Y nuestras herramientas

primarias son nuestras manos.

Conforme nos hemos sofisticado, la herramienta pasó a ser un dispositivo

artificial cuya función es facilitar la aplicación de energía a una pieza o material
durante la realización de una tarea (p.ej. cargar, cortar, unir). Ya sean
manuales (que usan la fuerza muscular humana) o mecánicas (que usan una
fuente de energía externa), las herramientas nos han permitido transformar
nuestro entorno.

Ya en estos tiempos donde el conocimiento marca la pauta, la acepción se

aplica a dispositivos o procedimientos que aumentan la capacidad de hacer
ciertas tareas. Tal es el caso de las herramientas informáticas, herramientas
matemáticas o herramientas de gestión.

Pero ha sido una nueva herramienta que apareció por la década de 1980, la
que cambio al mundo: la computadora.

Este camaleón digital ha transformado nuestra percepción del mundo y como

hacemos las cosas. Lo mejor de todo, es que nos permite hacer modelos de
nuestras ideas y probar soluciones a nuestros problemas, sin tener que invertir
muchos recursos; solo hay que quemar neuronas.

Único requisito: hay que hablar, leer y escribir algo de matemáticas para
sacarle provecho a estas cajas de Pandora.

Observa, planea y aplica.

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Y ¿qué vas a hacer con tus capacidades de comunicación, tus talentos
artesanales y creativos y tus conocimientos técnicos?

Mantener ocupada la mente es una buena manera de mantenerse activo y

apartado de los vicios. Hay problemas por doquier, por lo que si se cuenta con
el suficiente interés y motivación se puede ser un buen candidato a los laureles
de la solución.

Y para ir tras la solución, nuestra percepción del entorno y el contexto nos debe
permitir ver sistemas por doquier, pues todo esta interconectado, y todo puede
ser analizado a partir de sus partes.

Quien comience a trabajar en buscar soluciones será raro que camine solo, por
lo que deberá trabajar en equipo; y aunque fuera trabajo de un individuo o el
esfuerzo de varios, organizar el esfuerzo en forma de un proyecto será lo
mejor, pues la organización requiere control, pero ante todo contar con una
forma de saber como se hicieron las cosas, y si estas resultan bien, seguir por
el buen camino. Si resultan mal, también se aprende, pero se sugiere planear
antes de echar a perder.

Por último, la única fuerza implacable, el tiempo, no se detendrá; y lo que

vayamos aprendiendo es un hecho que tendrá una caducidad conforme el
conocimiento se renueva. Por ello, estamos destinados a una vida de
aprendizaje constante.

Estar al día de lo que tengamos que hacer, de lo que nos guste hacer o de algo
nuevo que llame nuestra atención, será la fuerza principal por la que nuestras
capacidades estarán vigentes y serán requeridas. Quien se incline por dormir
en sus laureles, lo pagará ganando menos.

Juegos y juguetes.

¿Cómo te gustaría aprender y cómo te gustaría trabajar?

Algo importante para mí es disfrutar lo que hago. Si puedo hacerlo divertido

mejor. Y si es como un juego, existirá ese aliciente extra de realización.

El juego por su naturaleza recreativa es en sí un incentivo para participar.

Siempre hay un objetivo y reglas; nada diferente de lo que es la vida diaria.
Pero el contexto lúdico ayuda a mostrar lo mejor de nosotros: quién es el más
rápido, el más hábil, el más fuerte, el más astuto, el más afortunado o quién es
el líder.

Además desde pequeños, los juguetes son nuestro medio para descubrir
nuestro cuerpo, el entorno, nuestra cultura y algunas reglas de socialización.
Aunque tal vez el nivel de sofisticación tecnológica del juguete le quita un poco
el encanto y la versatilidad que implica apropiarnos del objeto (como pasa con
los juguetes sencillos, como las muñecas), lo importante es que ayuda a que
nuestra imaginación, creatividad y curiosidad se desarrollen.

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Todo juguete puede disfrutarse en lo individual o colectivamente. Pero la
sensación de explorar su durabilidad, funcionalidad, composición es algo que
todo niño hace; y en el proceso, aprende.

El experimentar y sobre todo, tener la oportunidad de equivocarnos supone una

experiencia más intensa de aprendizaje que tomar dictado y hacer resúmenes.

Loas a los inventores de los bloques para armar, pues son los principales
promotores de la ingeniería en la infancia. También pediría una porra para
quien invento los cuadernos para dibujar, pero como me gusta salvar árboles,
mejor un viva a los inventores de la pizarras de dibujo magnéticas.

Por lo anterior, es que los juegos y juguetes son importantes, y no deberían de

quitárnoslos. La educación seria, formal y dogmática es aburrida.

Pero también es importante aplicar este enfoque lúdico a los “juguetes” que los
ingenieros usan, sobre todo a sus herramientas. Y vaya que hay de todo:
desde martillos, palas, palancas y desarmadores, hasta cosas mucho más
sofisticadas para simular sismos en estructuras.

Es una lástima que sólo en el nivel preescolar se acepte al juego como parte
integral de nuestra formación. Saliendo de ahí, alguien rompió el encanto. Pero
el reto es recuperarlo.

Conclusiones.

Actualmente la constante es el lamento de los académicos universitarios

acerca del bajo nivel de conocimientos y habilidades de los recién ingresados,
por lo general en el área de matemáticas, aunque conforme pasa el tiempo,
otras deficiencias salen a flote (p.ej. lecto-escritura), y a veces son las
causantes de que los aspirantes no terminen el plan de estudios de una carrera
universitaria.

Si cambiar el rumbo del mundo requiere de mentes y manos que sepan que
hacer, se debe empezar a temprana edad a forjar una mentalidad orientada a
la resolución de problemas y una forma de trabajo orientada a proyectos.

Esto permitiría que las nuevas generaciones lleguen a los niveles superiores
educativos, no como oyentes, sino con la actitud y capacidad para colaborar
con sus nuevos profesores.